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EL NORTE DE POLEY

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Miguel Redondo Redondo


Universidad de Sevilla
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Concurso de Narrativa Breve IGN 2019

EL NORTE DE POLEY
Miguel Redondo Redondo

Abril de 2019.

. Antonio procura no moverte y así sufrirás menos.

Cuanto dolor aún debían de padecer Laura, Antonio, y sus maravillosas hijas
Carmen y Ángela, que ahora venían a menudo a visitarlos con sus pequeños hijos.

Allí en su, no muy grande pero bonita, casa de la calle Mallén, una extraña
construcción para esta ciudad, con aires de casona montañesa, podía al menos
Laura sacarlo en un carrito a la terraza de su precioso gabinete de trabajo, y que
así tomara el sol al atardecer. Cubierto de vendas y con todo el cuerpo hinchado, y
lleno de moratones a punto de reventar algunos, al menos aún podía viajar con su
imaginación y sus recuerdos.

Esos primeros días de septiembre todo el mundo estaba pendiente por las
terribles incidentes que se habían producido en Barcelona, entre julio y agosto
pasado.

Se habían producido muchos detenidos y se anunciaban fusilamientos.

La prensa hablaba de la revuelta y de los alborotadores que protestaban y se


revelaban contra las decisiones de enviar a la juventud a perder su vida
absurdamente en el norte de África.

Martín había sufrido muchos daños en sus talleres, por la algarada y los
amotinados.

También por eso había de sufrir, además de, y sobre todo, por el terrible, y a la
vez inexplicable, accidente de su atropello, o lo que hubiera pasado que aún no lo
sabían con certeza. Todo se le había puesto en contra a Antonio. Después de
tantos años de trabajo y lucha contra todos.

Pero él sabía que detrás de los alborotadores había otros muchos intereses.

Qué desgraciado era este país, y este pueblo pobre y falto de instrucción, en el
que a veces se sucedían maldiciones y nada salía bien. Por no aceptar, no se
aceptaba ni medir la longitud como casi todo el mundo había acordado, muchos
años atrás ya.
Concurso de Narrativa Breve IGN 2019

Aun así, al menos podía volar y recordar casi unos quince años atrás, cuando
hacía poco que descubrió con su llegada a estas latitudes, estas duras y
bellísimas tierras del sur.

. Os recogerán en un carro a las siete de la mañana, en el ventorrillo del Loro,


junto a la huerta de Zapote, allí frente al hospital militar.

. Desde allí os llevarán hasta La Rinconada donde comenzaremos el recorrido.

Esas eran las instrucciones que recibimos el día anterior Honorio y yo.

. Viste el periódico, qué bonitas fotos del estudio de Ramón Almela de la nueva
escuela municipal, cerca de la iglesia de la Macarena, justo al lado de la pensión
en la que nos hospedamos.

En el periódico "El Progreso" recordaban los dos años pasados ya desde el día 31
de mayo de 1894, cuando se publicó una noticia con el título "Las Nuevas
Escuelas". Se informaba de la entrega del edificio de un nuevo colegio al
Ayuntamiento, por parte de la Real Maestranza de Caballería, que tuvo lugar el día
anterior, el treinta de mayo, festividad de San Fernando, el gran rey católico y
santo patrón de Sevilla.

Ese mismo día, después de las fotos de las escuelas, se anunció el comienzo de
la elaboración de los cuadernos de campo entre los municipios de Sevilla y
Carmona, La Algaba, La Rinconada y Alcalá de Guadaira, entre otros. Vana
ilusión, aún habían de pasar otros dos años más para que esto sucediera y hasta
entonces no llegarían los primeros oficiales de topografía con su magnífico, y
también pesado, instrumental.

Pero aquí estaban ya Bernardo y Honorio para comenzar los trabajos.

Poco tiempo, comparado con los veinticinco años transcurridos desde la firma de
las primeras actas de deslinde entre los principales pueblos de los alrededores de
Sevilla.

Las actas, tras citar a los comparecientes, comenzaban aludiendo a la orden de S.


A. el Regente, el gran general Serrano que encabezó este, siempre desgraciado,
país al comienzo del gloriosos sexenio revolucionario.

Don Bernardo Arans, oficial 3º del cuerpo de Topógrafos, y Don Honorio Laustalet,
Topógrafo de 3ª, en representación del Instituto Geográfico, se refiere a la firma, el
30 de septiembre de 1870 que autoriza al Instituto Geográfico, creado el día 12 de
ese mismo mes, para la triangulación topográfica, y levantamiento de planos que
requiere la publicación del mapa topográfico nacional.
Concurso de Narrativa Breve IGN 2019

Desde hace décadas se venían haciendo mapas de Sevilla, un siglo y un cuarto


exactamente, desde el mapa mandado levantar por el intendente Pablo de
Olavide.

Nadie podía explicar con claridad el porqué de esta tardanza, ya que sólo se
trataba de un mapa más.

No era el primero que se realizaba de una ciudad tan importante.

Había buenos ejemplos recientes, como el de 1868, de don Manuel Álvarez-


Benavides y López, obra extraordinaria que tan buena acogida ha tenido y tantos
honores han traído para su autor.

O el más próximo y cercano del año 1890, el último, de don Juan Talavera y de la
Vega y don Ricardo María Vidal y Soto.

Pero ese nuevo mapa, aunque bastante más pequeño, iba a ser sin duda algo
extraordinario, ese nuevo mapa encajaría, en una especie de gran y enorme
rompecabezas, toda la nación española.

¿Cómo podría ser eso?

Si para hacer los alrededores de Sevilla ya iban pasados casi veinte y cinco años.

La hoja de Sevilla, la novecientos ochenta y cuatro, cubre un territorio de veinte


minutos de longitud, por diez minutos de latitud.

. Pues no debe ser mucho eso, decía con desparpajo el carretero que nos
transportaba a Bernardo, y a mí con todo nuestro material, sólo veinte minutos.

Yo en ese tiempo andando, con algo de prisa eso sí, puedo recorrer casi dos
kilómetros. O sea cruzar de sur a norte la ciudad, o lo que es lo mismo ir desde la
Puerta de Jerez hasta la Puerta de la Macarena y así atravesar Sevilla.

Realmente esos veinte minutos son otros, no los del reloj, y en el terreno alcanzan
casi diecinueve kilómetros de sur a norte, y los veinte minutos son casi treinta y un
kilómetros de este a oeste. Aunque, asómbrate, el dibujo del mapa no tendrá más
de cincuenta y nueve centímetros de ancho por treinta y siete centímetros de alto,
dijo Bernardo, la proporción era de casi tres a dos, la más perfecta y adecuada
para los mapas..

Añadió Honorio, y además tendrá los dibujos en varios colores, casi seguro cinco,
y los kilómetros de los caminos, ríos y ferrocarriles, e incluso las altitud de los
puntos más importante, que eso no puede ni imaginarse lo difícil que va a ser
calcularlo.
Concurso de Narrativa Breve IGN 2019

Válgame Dios, eso son palabras mayores, eso es otro cantar.

Pero si estuviésemos en Madrid, o en León por ejemplo, las distancias máximas y


generales serían otras. Habría que calcularlas otra vez.

Ahora ya sí que me has liado hijo, y te aseguro que no entiendo nada.

No se preocupe, cuando vea el mapa dibujado lo entenderá mejor. Yo le daré


unas clases durante los días que hemos de viajar juntos.

Dicen que ha llegado a la ciudad una persona que se encargará de que los
trabajos avancen ahora con superior rapidez.

. Creo que se llama Antonio y un apellido muy raro repetido, Ploy o algo así.

Viene, por lo visto de pasar unos años por la sierra de Cádiz, recorriendo pueblos
y haciendo mapas de las poblaciones y de los campos, caminos y arroyos. Allí,
creo que en Arcos de la Frontera, dicen que ya había trabajado con la famosa
regla geodésica de Ibáñez de Ibero, fabricada en París, hacia 1864 por los
famosos hermanos Brunner.

También parece ser que siendo muy joven aún, estuvo, junto a su padre
acompañándolo, de mozo y aprendiz de campo del ingeniero Cerdá, trazando las
primeras avenidas y manzanas en su Plan de Ensanche hacia 1863 en Barcelona.
Cuenta con orgullo que allí presenció una tremenda pelea, casi a tiros, entre el
ingeniero y el entonces joven arquitecto Gaudí, por las lindes y alineaciones del
Parque de la Ciudadela, cuando inició allí la tirada de la cuerda para levantar la
cerca, que rompía el damero previsto por el ingeniero. En esa prodigiosa ciudad,
seguro conocería los primeros libros publicados de las principales regiones y
ciudades españolas y de ultramar. Allí se espabiló, y aprendió mucho, y también
posteriormente entró en conocimiento y negocios con el editor Andrés Martín.

Dicen que ya empezó entonces a trabajar en el que será el gran mapa topográfico
nacional, pero esta vez, no se quedará sólo en eso, también hará una vista de
superior detalle de la ciudad.

. Claro, así sacará mejor partido del mismo trabajo.

Primero tomaremos las medidas y después se dibujarán los respectivos mapas. El


de la ciudad será diez veces mayor al del territorio que la contiene y rodea.

De todas sus anteriores experiencias acumuladas, ha conseguido alcanzar una


gran precisión en la elaboración de mapas.
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. Y todo empieza por una cosa que yo no alcanzó aún a entender. Porque sabe
calcular el norte como nadie por aquí, sin error apreciable.

Y eso es muy importante a la hora de hacer los mapas.

Pero eso es largo de contar y requiere de otro día completo.

Y encima cuenta con orgullo que el método lo aprendió y tomó prestado de Gauss,
el matemático alemán, amigo de Humboldt, que descubrió el método para que la
medición sea del todo precisa.

Pero el procedimiento final de cálculo es sólo suyo, y lo ejecuta con precisión


máxima con el aparato Ibáñez. Si consigue mantener en secreto ese sistema
podría encargarse, él y su gente, y tal vez en pocos años, de tener terminado todo
el mapa topográfico nacional.

Eso dice que le han prometido algunos en secreto.

. Además sostiene que ha conseguido y ya está en su poder, y no lo comparte con


nadie más, uno de los pocos aparatos Ibáñez que no están en manos de ejército.
De esa manera consigue esos mapas tan perfectos y en tan poco tiempo.

Ese hombre merece un escarmiento. Nos ha robado y nos ha engañado. No ha


sido un compañero para con nosotros.

Aunque él asegura, agárrate, que no se guardará ningún conocimiento y que


cuando compruebe que su sistema funciona lo ha de compartir todo.

Eso último, sí que no me lo creo. Encima presume de ser generoso y de enseñar


todo lo que sabe.

Eso incluso puede ser aún más peligroso que lo de vuestra fincas y haciendas. A
muchos más va a perjudicar con tanta palabrería y soberbia.

Resulta terrible esta afirmación, pero, por todo eso que me habéis contado, su
muerte estaría perfectamente justificada.

. Se va aprovechar del trabajo de muchos otros para su lucimiento y beneficio


personal, en connivencia con esos otros mercaderes de libros, que ya son el
colmo del abuso y del enriquecimiento.

. Ese nuevo dibujo no ha de verlo el común.

. Corremos un gran peligro, todos, nosotros primero, pero también muchos otros
que ni siquiera lo saben. Y que por ello han de agradecerlo cuando se lo
Concurso de Narrativa Breve IGN 2019

recordemos, que tú has sido el valiente y el brazo ejecutor. Tendrán que


compensarte en su momento, no podrán negarse.

. Todo empezó cuando otro mequetrefe, ese Madoz político, y además científico,
con su Diccionario Geográfico y Estadístico, y su esbirro y colaborador, otro militar
de esos de pacotilla, que además ha trabajado con los franceses en África, y
también es hermano de un embajador, el otro, el tal Coello, empezaron con la
historia de los censos y el atlas. Pero no pueden quedar todo sólo en eso, ya
pintaron Huelva y Cádiz en 1868 y 1869, ahora también han de pintarlo más cerca,
y aún lo más cercano y propio.

. Canalla, ladrón y tramposo.

Con esa superioridad que camina por el casino, ese ademán y vestimenta
extranjera de hombre liberal, que se hace llamar funcionario, y además algo
mucho más raro y desconocido, el geómetra.

Ese pobre desgraciado, muerto de hambre, funcionario del Instituto Geográfico y


Estadístico, una especie de raro y afeminado militar, se cree más que un notario o
un juez, que cobarde él, no sirve para combatir y matar cuando convenga, sino
para recorrer el país y fisgonear por todos los rincones por donde pasa. Pero de
él, como mucho, sólo ha de quedar su nombre en los archivos, nada más.
Conseguiremos borrar y que desaparezca para siempre su paso por nuestra tierra,
para que nadie en el futuro conozca de sus labores y fechorías. Poley, dicen que
se llama, de dónde habrá salido ese nombre, seguro que no es ni español
siquiera.

. Pero esto se ha acabado. No ha de llegar a ver salir el próximo año la Borriquita.

Ahora todo lo entendía.

Por todo eso ha pasado este año en Barcelona esa semana de terror, entre julio y
agosto, en pleno verano, que ni eso se respeta ya. Allí deberían haber estado
ellos, los Coello, Martín, Poley y Chías. Ellos tenían que haber ido a combatir a la
guerra de Marruecos, y no quedarse aquí terminando su mapa, que dicen saldrá
ya con el nuevo año.

. En la esquina de la calle Saturno con el callejón de los Granados, cuando por allí
pasea, por detrás de la casa que acaba de estrenar el famoso pintor Gonzalo
Bilbao, cerca del Prado de Santa Justa, allí ha de ser el susto que le daremos.

. O mejor aún, y para que sirva de escarmiento a sus ayudantes, cuando esté
esperando salir a sus nietos de la nueva escuela de Carmen Benítez, allí junto a
San Roque, al paso del cruce del arroyo Tagarete. Así daremos dos escarmientos
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en uno, primero a él y también a esos desgraciados maestros que tanto mal


enseñan a los niños, a no respetarnos y a su dichoso librepensamiento.

Tu abuelo consiguió, que por allá cerca del camino del Burón, en esa casi
improductiva huerta, cerca del arroyo, que esos terrenos se aprovecharan para la
explotación del nitrato. Y después vino el matadero del Perneo y la que debía ser
nueva avenida para el tranvía, y donde años después se comenzará a edificar la
nueva ciudad.

. No tendrá bastante con la casita que le regalamos en la calle Mallén. Aún quiere
más, y no sólo dinero, sino poder y mando en plaza.

. Antes, un carro lo atropellará en la pasada de la calle Oriente.

. Dicen que su familia está detrás de la construcción de ese edificio de las


comunicaciones en Cibeles, en el barrio de los Jerónimos en Madrid. Allí si ha de
ser y aquí no.

. Estos mequetrefes y petulantes, “hombres de ciencia” que se hacen llamar,


arrogantes y soberbios. Y además con trifulcas y peleas entre ellos mismos, por
resplandecer unos más que otros.

. La tierra es nuestra, y así ha de ser, y no tiene el por qué venir a medirla nadie, y
aún menos de fuera, un señoritingo de Madrid que aprendió de otro de Barcelona,
ni más ni menos.

. Canalla, ladrón y tramposo mil veces.

. La casa de Burón, el Recreo de Victoriano, la casa de los ingleses, la casa de los


flamencos, la casa de la Vereda, y hasta el Cortijo del Señorito tiene que pintar en
el asqueroso mapa.

El plano parcelario de Carlos Ibáñez e Ibáñez de Íbero de Madrid de 1870, que


realizó para la Compañía Urbanizadora Metropolitana, ese sí que realmente
supuso el comienzo de la verdadera transformación de Madrid.

. Hijo, cuando tu naciste en 1871, dicen que ya estaban trabajando en ese mapa
de la ciudad y los pueblos de alrededor. Dicen que se reunieron con el
ayuntamiento de Carmona, y recorrieron los límites que separan ambos pueblos.
Lo sé, porque mi padre me lo contó y ya me avisó de los problemas que ello
habría de traer años después.

. Hijo, tú has de ser la mano que castigue al traidor, para que así todo el mundo te
respete en el futuro. En caso contrario este mundo nuestro se acabará muy
pronto.
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. Se pasó varios años husmeando por las sierras de Cádiz para apuntar todo lo
que veía. Aunque no debe ser muy bueno en lo suyo, porque según unos
parientes además acarreó gazapos en algunos pueblos de esas serranías. Y
después ya comenzó a trabajar para hacer ese otro mapa, que por cierto llevan
“levantando” ya casi veinte años, como le dicen la hoja novecientos ochenta y
cuatro, suena a conspiración de masones con alto peligro para todos nosotros.

. Ese Poley pretende editar un mapa de detalle, en el que se verán con claridad
hasta las distancias de un metro, le dicen la cinco mil, de la ciudad y sus afueras,
después dicen que además le venderá el material a un tal Andrés Martín de
Barcelona, que junto con el militar Chías, y otros más, los revisará y actualizará
para publicarlo en una colección de diferentes ciudades. Esto será aún peor. Todo
el mundo lo sabrá entonces. En la capital conocerán nuestro plan y hasta el
Marqués de Nervión saldrá a la palestra.

. Y aún peor cuando todo ese material, más todo el trabajo de campo salga en esa
dichosa hoja nueve ocho cuatro, que no sabemos que es, pero tiene muy mala
pinta. Dicen que todo el país tendrá su propia hoja en pocos años.

. Deberíamos hablar con Poley e intentar persuadirlo, o comprarlo, para evitar que
todo transcienda.

. Por el este las Haciendas de Amate, su Eminencia, la Negrilla, del Pino y del
Rosario son todas de la familia y nos salvarán en el futuro. Pero nadie ha de
saberlo.

. La de San Pablo por el norte es de las más grandes y también tendrá su parte en
el pastel.

. Andrés Martín se está portando muy mal con nosotros. Se aprovecha de nuestro
trabajo para hacerse rico y no nos deja ni las migajas. El negocio de la imprenta y
los mapas empieza a ser muy rentable, y se está convirtiendo en el único editor
que lo va a controlar todo en los próximos años.

. El concejal ya nos ha obligado a ceder el terreno para el laboratorio municipal.


Pero a cambio venderemos varias fincas para las nuevas casas junto al tranvía.

No podemos consentirlo, que todo el mundo conozca cuales son las huertas que
están ahí esperando, para que ellas, cuando el momento sea el adecuado, se
ofrezcan y vendan al gobierno, y al ayuntamiento para las futuras viviendas que
han de venir.
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. No es suficiente con que las conozcan los aparceros y hortelanos que allí tienen
sus reses y que, por eso y por la gracia de nuestros padres antes, y ahora la
nuestra, pueden dar de comer a sus mujeres e hijos.

. No tiene suficiente ese extranjero que lleva aquí cuatro días, como se viene a
decir, con marcar los arroyos y caminos, las ermitas, las zonas de cultivos y
pastizales, las arboledas y riberas. Tiene también que poner los nombres y lindes
de fincas y propiedades. Y así todo el mundo ha de saberlo.

. Puede que durante muchos años, y tal vez siglos, él será el dueño y señor de los
mapas de las principales ciudades españolas.

. Los mapas de los campos y terrenos, y también los de los pueblos y ciudades
van a estar siempre en sus manos, y no permitirán que se les escape ese gran
negocio, en el que se van a convertir los mapas en el futuro.

Terminarán poniendo todas las ventas, casas de postas, se podrá buscar el


camino más corto de un punto a otro, y que falta, o sobra, en cada lugar, eso sí
que será importante para los negocios en el futuro.

En los pueblos y ciudades, donde están las tabernas y los mercados, y cual queda
más cerca, o más lejos, que también puede interesar.

Nada ni nadie nunca podrá acabar con ese monopolio que están creando, con el
cuento de los censos y todo eso.

. Y aún pasará un siglo, y los mapas se harán como ahora, a escondidas y en


secreto y se venderán a aprovechados editores.

. Y los hijos de los hijos de ese Poley, y del Martín, y del Chías seguirán vendiendo
sus mapas y cobrando, y siendo ricos y más ricos, y nosotros ya no contaremos, y
nuestros descendientes lo habrán perdido todo.

Para nosotros ha resultado al final una suerte que esos desgraciados campesinos,
aunque algunos sean propietarios, y grandes, también se sintieran perjudicados.

Puede que ellos se ocupen de todo, y nosotros permanezcamos ocultos, al menos


durante algún tiempo más.

Sea entonces.

Encargaos de que todo resulte conforme lo hemos hablado.

Antonio Poley iba en el carro para su casa. Ya era tarde, estaba anocheciendo,
pero aun así estaba leyendo una noticia casi increíble aparecida en el periódico.
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Se hacía eco de un hallazgo realizado hace un mes y reproducía, eso sí con


escasa calidad, la portada de “The Portoloan”, revista de la “Washington Map
Society”. Se trataba del extraordinario hallazgo de posiblemente el globo terráqueo
más antiguo hallado jamás. En el que ya se representa el nuevo continente
descubierto a los europeos por Colón en 1492.

Está realizado sobre dos mitades de un huevo de avestruz pegadas con un


sistema de goma o laca y una dimensión de 11.4 centímetros de diámetro. Ha
superado en antigüedad a otro similar denominado de Hunt-Lenox que data de
1510.

Se trata de un hallazgo extraordinario que, según las investigaciones realizadas


parece datar de 1504 y por algunas coincidencias de estilo pictórico, técnica
gráfica y la simbología empleada, podría haber salido del taller de Leonardo Da
Vinci.

En los mares del sureste asiático aparece escrita la famosa frase “Hic sunt
dracones”, “Aquí hay dragones”.

Hace alusión a una zona sin descubrir y colonizar por el mundo europeo
occidental. En esas tierras lejanas, misteriosas y tenebrosas, donde reside lo
desconocido, y no ha llegado aún nuestro conocimiento, habitan todo tipo de
males y peligros.

Habían pasado ya San Benito, por la calle Oriente, estaban ya a escasos metros
de su casa, Poley estaba muy alborotado, casi lloraba leyendo esta noticia, y con
el cabello de sus brazos abrasados, de trabajar bajo el sol, erizado por la emoción.

Leer esos hallazgos prodigiosos, le hacía todavía creer en los hombres, y le


animaba a seguir adelante con sus ideales, a pesar de toda la miseria que tenía a
su alrededor, y también a enfrentarse a tantas gentes que, por su ignorancia, y a
veces también por su mezquindad, no comprendían ni le facilitaban su trabajo.

De repente se escuchó una fortísima explosión.

Y entonces se oyó un terrible grito ¡ah!, y todo saltó por los aires.

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