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LA NATURALEZA DE DIOS: El cuidado y consejo pastorales funcionan

bajo la premisa de que este ministerio cristiano. Por lo tanto, no es necesario que
tratemos de convencer a las personas de que Dios existe. Si ellas toman la
iniciativa de buscar un líder religioso para ayudarles, esta acción implica cierta
orientación religiosa como fundamento para el ministerio con dichas personas.
Nuestra tarea es relacionarnos con ellas de tal manera que experimenten una
comunión más íntima con Dios.
¿Es Dios inmanente o aislado?
Cuando las personas están luchando con las tragedias de la vida y reflexionan
sobre ellas y sus circunstancias, se preguntan: “¿Dónde está Dios en todo esto?”
O: “Si Dios existe, ¿por qué no contesta mis oraciones en una forma más clara?”
O: ¿Por qué yo me siento tan solo en esta experiencia?” Esta interrogante
traslada el aspecto académico de la existencia de Dios y su trascendencia a la
esfera de nuestra experiencia diaria. A fines del y a principios siglo, teólogos de
orientación, concibieron a Dios como un personaje inmanente, como un hermano
mayor.
El hombre no puede descubrir a Dios a menos que Dios tome la iniciativa para
revelarse al hombre. Dios ha hecho esto y la Biblia es el registro de esta autor
revelación. Pero muchos teólogos, de las escuelas de neoortodoxia y de
Bultman, interpretan la Biblia como mitos y parábolas y no como hechos
históricos. El juicio de Dios es prominente en el pensamiento de otros teólogos.
El concepto de Dios como padre amoroso que se interesa por nuestros dolores
es un énfasis necesario para personas en crisis. Hemos dicho que la
interpretación liberal de la teología tendía a rebajar a Dios al nivel de “hermano
mayor”. Los liberales humanizaron a Dios hasta el punto de que él era un poco
más que un hermano. Esta perspectiva humanística de la vida tiende a dar
mucha más estatura al hombre, mostrando que es capaz de sobrellevar sus
problemas, usando su propia inteligencia y fuerza. El énfasis contemporáneo
sobre la confianza en sí mismo, la fe en sí mismo, y la autorrealización,
reflejarían esta actitud.f1 más correcto sería la alternativa de establecer un
equilibrio entre la inmanencia y la trascendencia de Dios, respetando la
revelación bíblica que ilustra esta verdad. Nosotros necesitamos mantener la
reverencia por Dios porque él es Santo, Soberano y Justo, necesitamos
recordar que él está con nosotros en nuestros momentos difíciles. Podemos
contar con él para acompañarnos en momentos de angustia, y podemos
invocarlo y estar seguros de que nos escucha y nos ministra de acuerdo con
nuestras necesidades.
¿Es Dios propicio o severo?
La pregunta que las personas se hacen cuando se enfrentan a problemas: “¿Es
Dios propicio?” ¿Puede socorrerme? ¿Es un acompañante benévolo que está
ansioso por que el hombre que sufre se le acerque?” ¿Es Dios un juez colérico,
despiadado, que está buscando constantemente una oportunidad para sorprender
al hombre en algún pecado y castigarlo?” Parsons se refiere a este conflicto
como el que simboliza las diferencias entre las ideas de Arrio y Atanasio,
Pelagio y Agustín, Abelardo y Anselmo, Erasmo y Lutero, Locke y Hobbes,
Paine y Burque, Mill y Newman, Weiman y Niebuhr.f2 Muchos teólogos
calvinistas han insistido en que Dios es severo y exige del hombre una conducta
muy alta que refleje una interpretación autoritaria y absoluta de los Diez
Mandamientos y las enseñanzas éticas de la Biblia. La visión teológica más
flexible resalta más la permisividad de Dios, su amor y su bondad hacia el
hombre y afirma que él acompaña al hombre a pesar de sus debilidades. punto
de vista más correcto relativo a la naturaleza de Dios buscaría seguir el punto
medio entre estos dos extremos. del cuidado pastoral verá claramente el aspecto
severo de la naturaleza de Dios y que sus normas de conducta son para que el
hombre las tome en serio. Pero al mismo tiempo, esto reconoce la naturaleza
del perdón de Dios, que es comunicada a través de su gracia y buena voluntad
para perdonar al hombre de su orgullo y rebelión.
¿Es Dios soberano o limitado?
El pastor que está involucrado en el ministerio a personas necesitadas tendrá una
oportunidad para reflexionar sobre el significado divino de los eventos que
acontecen en sus vidas. Este punto de vista permite un entendimiento más
dinámico de lo que le sucede a uno. Esto podría haber permitido su
sobrevivencia bajo condiciones más favorables para toda la humanidad.
Nosotros no podemos decir que una decisión de parte de Dios sería mejor que
otra. Nosotros reconocemos y aceptamos que la sabiduría de Dios es mucho
más completa que la nuestra, y él nos está formando en su pueblo a través de
las variadas experiencias de la vida. El pastor que está dedicado al cuidado y
consejo pastorales, debe acercarse a su tarea con humildad al intentar dar una
explicación del porqué Dios permite que pasen ciertas cosas y cómo trabaja
Dios en las vidas de su pueblo. De esta manera la persona podrá entender la
perspectiva de la persona que luchando con las complejidades de la vida. Si el
ministro trata de responder sin entender el trasfondo de la persona que está
preguntando, probablemente contestará con respuestas fuera de contexto. Esto
no llenará la necesidad de la persona con problemas espirituales.
Así, la pregunta de si Dios es soberano o no, es un problema básico, el cual
confunde a la gente cuando experimenta dificultades. El pastor que está
administrando el cuidado pastoral irá a su gente con el menaje básico de un
Dios amoroso y bueno. Aunque hay pasajes que afirman que Dios castiga el
pecado, el pastor no debe imponer estos versículos al aconsejado como
explicación de lo que le ha pasado. Tal explicación podría llevar a la persona
a una actitud de rebeldía y cinismo. Es mejor confesar que no sabemos por
qué, y asegurar a las personas que Dios las ama y está con ellas en sus horas
de prueba. Podemos orar con ellas pidiendo que la gracia divina las sustente
mientras atraviesan esa experiencia difícil. Más tarde, la persona será capaz
de aceptar todo lo que ha sucedido y no insistirá en una explicación.
¿Es Dios punitivo o clemente?
asegurarles a ellos que la relación de Dios para con nosotros es tal que él no
castigaría un pecado tomando la vida de un inocente o haciendo que el bebé
naciera en esa condición. ¿Son la enfermedad y la muerte una manifestación
del castigo de Dios? Las revelaciones veterotestamentarias indicarían que hay
retribución de pecado. (Génesis 9:6; Ezequiel 18:20). El Nuevo Testamento se
refiere a sufrimientos que no se pueden vincular con el pecado (Juan 9:23).
Por consiguiente, no se debe concluir que todas las enfermedades,
sufrimientos y muertes, tienen el elemento punitivo en ellas (Génesis 6:5-9;
Hebreos 12:7-11). Cuando un paciente pregunta si Dios le está castigando,
esta es una señal para tratar de averiguar (en forma diplomática) con preguntas
muy suaves, intentando descubrir qué hay detrás de la pregunta. ¿Por qué la
persona siente que Dios puede estar castigándola? ¿Siente la necesidad de
confesar un pecado oculto? Al mismo tiempo el ministro buscará asegurarles
que Dios está con ellos. La actitud hacia el pecado y el concepto que uno
tiene de Dios están relacionados. Si Dios, para el ministro, es considerado
principalmente como juez, entonces el ministro tenderá a pensar de su función
en el mismo papel, y en su consejo pasará un juicio. Si Dios es considerado
en los términos de padre que ama, el pastor desempeña este papel tocando
suavemente a la persona en el hombro, diciendo, no te desesperes.
Dios cuidará de ustedes en esta crisis. Si Dios es considerado y sentido
realmente como el amor redentor, que busca la redención y la realización de cada
persona, el ministro sentirá la necesidad de expresar una actitud similar hacia la
persona que busca ayuda.f3 El cuidado pastoral implica que la gracia de Dios
puede ser provechosa para las personas en momentos de necesidad. Tal vez, esta
es una de las más grandes bendiciones que llegan al pastor. Por su fidelidad al
ministrar a través de los años él puede dar testimonios sin número de cómo la
gracia de Dios obra en las vidas de las personas que han confiado en él y han
vivido en la periferia de la vida cristiana cuando todo marcha bien, pero en
experiencias de crisis, experimentan una relación más profunda con Dios que la
que habían conocido antes. El ministro puede ser el mediador de esta gracia a
través del consuelo que ofrece en momentos de necesidad. nosotros podemos
consolar a los que están en cualquier tribulación” (2 Corinitos 1:3, 4).
¿Es Dios anticuado o actual?
Hace un siglo Friedrich Nietzche propagó sus ideas de que las normas
cristianas producían gente débil; pronosticaba en el futuro la época del
superhombre, cuando el ser humano no dependería de la fe cristiana para
ayudarle a encararse con la vida. (Así hablaba Zaratustra, New York: The
Modern Library, s.t.). Hay muchas personas que han seguido esta norma,
dado que están viviendo sus vidas independientemente de cualquier base
espiritual. Pero el pastor que ministra a las personas en las crisis de la vida
está ofreciéndoles una fuente de fuerza e inspiración que alivia y es
provechosa.
En la década de los ’60 los teólogos pronunciaron la impresionante noticia de
que “Dios está muerto”. Las reacciones fueron extremas y variadas. Lo que los
teólogos estaban diciendo es que los conceptos arcaicos de Dios como arriba
en el cielo no respondían al hombre moderno que entiende más del universo
que los de la antigüedad. Ese concepto no es aceptable cuando el hombre tiene
un mejor entendimiento del universo. Sicólogos tales como Erich Fromm,
enseñan que Dios fue creado a la imagen del hombre.f7 Lo que dice este
siquiatra es que el hombre fabrica la idea de un dios por su profunda necesidad
de seguridad y protección. Esto le da un sentido de seguridad que le faltaría si
no tuviera la creencia en un poder sobrenatural que está cuidando de él. Estos
conceptos de Dios como evidencia de nuestra dependencia e inseguridad

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