ESCUELA DE MEDICINA Nombre: Carolina Aurora Asencio Rugel. Grupo: 8 ¿QUÉ ES EL RECHAZO CRONICO VASCULOPATIA DEL INJERTO? Es la principal causa de mortalidad a partir del primer año del postrasplante. Sería, por tanto, el mayor condicionante de la supervivencia de estos pacientes a largo plazo. A los 5 años, entre un 25 y un 50% de los enfermos desarrollan esta complicación. La incidencia de efectos graves (muerte y retrasplante) derivados de la misma sería de un 7% en un periodo de tiempo a los 5 años. Se considera que la vasculopatía del injerto es un proceso inmunomediado, aunque otros factores contribuirían a modular su expresión. Entre estos se incluyen: el sexo masculino, la edad y la hipertensión arterial en el donante y los episodios de rechazo agudo precoces, la infección por CMV, las drogas inmunosupresoras, la resistencia a la insulina, la hiperlipidemia e hipertensión en el receptor. La detección de la enfermedad vascular del injerto se hace a través de la práctica de coronariografías rutinarias programadas, de control. La frecuencia para la práctica de estos procedimientos varía de unos Centros de Trasplante a otros. Aunque se sabe que la sensibilidad de la arteriografía coronaria convencional es baja y puede infraestimar la incidencia de este proceso, se sigue considerando el gold standard para el diagnóstico del mismo. Desde el punto de vista clínico la vasculopatía del injerto es poco expresiva, siendo habitual que los primeros síntomas sean la insuficiencia cardíaca y/o la muerte súbita por arritmias, generalmente cuando el proceso ya está muy evolucionado. La prevención del desarrollo de la EVI es uno de los principales retos en el campo del trasplante cardíaco. Al tratarse de una enfermedad inmunológica, se supone que un mejor refinamiento en la inmunosupresión debería seguirse de una reducción en su incidencia. Rechazo hiperagudo: ocurre unos pocos minutos después del trasplante cuando los antígenos son completamente incompatibles. El tejido se debe retirar enseguida para que el receptor no muera. Este tipo de rechazo se observa cuando a un receptor se le da el tipo de sangre equivocado. Por ejemplo, cuando una persona recibe sangre tipo A cuando es tipo B. Rechazo agudo acelerado: Ocurre dentro de los primeros tres a siete días después del trasplante. Esta forma de rechazo es difícil de tratar, pero ha habido mejoras recientes en tratamientos para este tipo de rechazo. Los pacientes con niveles altos de anticuerpos (PRA alto) tienen mayor riesgo de desarrollar rechazo agudo acelerado. Rechazo agudo: puede ocurrir en cualquier momento desde la primera semana después del trasplante hasta 3 meses después. Todos los receptores tienen algún grado de rechazo agudo. Rechazo crónico: puede suceder durante muchos años. La respuesta inmunitaria constante del cuerpo contra el nuevo órgano lentamente daña los tejidos u órgano trasplantados.