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Transcripción e Introducción
Por
MARGARITA GONZÁLEZ
I
Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humanas
González. Margarita, 2001
El vasallo instruido en el estado del Nuevo Reino de Granada
y en sus respectivas obligaciones, Margarita González,
Bogotá, D.e.
Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias
Humanas, 2001
408 páginas
ISBN: 958-8063-05-1
1. Historia Nuevo Reino de Granada
2. Vasallaje
3. Revolución de los comuneros
4. Principios de la monarquía española
5. Legitimidad del dominio español
r\
La presente edición, 2000
© Facultad de Ciencias Humanas
Universidad Nacional de Colombia
Ciudad Universitaria, Bogotá D.e.
ISBN: 958-8063-05-1
Impresión
EDITORA GUADALUPE LTDA
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INTRODUCCION
v
que en todas las poblaciones sublevadas se nombraran capitanes y
se organizaran Comunes los cuales debían estar constituidos por un
número que oscilara entre los tres y los cinco individuos elegidos
popularmente. Simultáneamente con estos acontecimientos, las
autoridades coloniales dispusieron la salida de la capital virreinal,
completamente desguarnecida, de una expedición, que apenas
reunía SO hombres, para intimidar a los rebeldes. Con ésto se daba
comienzo a una etapa de intensa movilización de los Comuneros.
Con la formación del Supremo C,9n§.ejode Guerra el 2 de mayo de
1781, los rebeldes consolidaron su organizacióñ-ínilitar y siendo
muy superior el número de sus fuerzas al del ejército real,
obtuvieron la rápida rendición de José Pardo de Osario en la
localidad de Puente Real de Vélez (situada a medio camino entre
El Socorro y Bogotá) el día 8 de mayo. Este hecho fue determinante
para que el gobierno colonial resolviera, en medio de su gran
debilidad, optar por la negociación.
El vacío de poder, acrecentado por la ausencia del Virrey
Florez, quien se hallaba en Cartagena defendiendo aquella plaza
contra probables ataques de la Gran Bretaña, trató de subsanarse
con la creación de la Junta de Tribunales. El día 13 de mayo este:
organismo otorgó al Arzobispo Caballero y Góngora plenos poderes
para negociar cualquier acuerdo con los sublevados, tratando de
impedir por este medio su entrada a la capital. Al día siguiente la
mencionada Junta tomó la decisión de suprimir aquellas reformas
fiscales impuestas por Gutiérrez de Piñeres que más habían
contribuido a la insurrección. Esta última medida precedió a la
salida, el propio 14 de mayo, del Arzobispo, acompañado por los
comisionados Joaquín Vasco y Vargas y Eustaquio Galavis, rumbo
a Zipaquirá. Berbeo, a su turno, se disponía en aquella misma fecha
a salir del Socorro rumbo a Santa Fé.ll
"Viva el rey y muera el mal gobierno!" fue el lema de los
Comuneros en su lucha.
Podría considerarse que con la movilización de las tropas
comuneras y de los comisionados reales y con la adhesión, el 17 de
mayo, de la provincia de Tunja al movimiento rebelde, concluye una
LAS CAPITULACIONES
VISITA PASTORAL
Idem., p.273.
l. Liévano. Op.cit., vo1.2,p.490.
Manuel Briceño, Op.cit., p.73.
Idem. El mencionado Worme Oficial señala que cuando el Arzobispo se
hallaba deliberando con Berbeo sobre el contenido de las Capitulaciones, la
muchedumbre que se hallaba fuera del recinto en donde se discutían las
mismas comenzó a gritar: ¡traición! ¡traición! a Santa Fé! a Santa Fé!
Consternado el Arzobispo, se mostró partidario de la suspensión de las
deliberaciones y de solicitar la aprobación inmediata de las Capitulaciones
por parte de las autoridades coloniales.
Germán Colmenares. Relaciones e informes de los Gobernantes de la Nueva
Granada, 3 tomos, Biblioteca Banco Popular, Bogotá 1989, t.1, p.5-26.
lNTRoDucaóN 21
29 ldem., p.484-485.
30 l. Lieváno. Op.cit., Vo1.2,p.499.
31 ldem., p.499-500.
22 EL VASALLO INSTRUIOO
viniesen a predicar
en tan gran calamidad.
32 Pablo E. Cárdenas Acosta. Op.cit., T n, p.173-175. Según los datos que aporta
este autor, el Arzobispo Caballero y Góngora permaneció en El Socorro
desde el 14 de julio hasta el3 de diciembre de 1781; en esta última fecha se
dirigió a Charalá y por la época de Navidad se encontraba en Santa Rosa.
Se trasladó a Tunja el 29 de diciembre, en cuya jurisdicción se proponía
continuar la visita pastoral.
33 1. Liévano. Op.cit., vol.2, p.491.
34 ídem.
35 Anthony McFarlane. Colombia antes de la Independencia: economía, sociedad y
política bajo el dominio borbón, Bogotá 1997, p.393.
INTRoDucaÓN 25
NOTA AL TEXTO
MARGARITA GONZÁLEZ
íNDICE
DEL VASALLO INSTRUIDO
PORTADA
29
PREFACIO
35
CAPÍTULO 1
47
Trata de la constitución del mundo, de su división y
de la noticia antigua de la América
CAPÍTULO n
69
Demuestra el feliz descubrimiento de La América y
del Nuevo Reino de Granada
CAPÍTULoITI
89
Trata del estado natural del Nuevo Reino
CAPÍTULo IV
115
Refiere el estado de abominación en que se halla el
Reino
CAPÍTULO V
131
Demuestra la triste decadencia, término actual del
Reino
CAPÍTULO VI
145
Contiene los proyectos económicos para promover
los adelantamientos útiles y hacer floreciente el
Nuevo Reino
CAPíTULO VII
175
Demuestra que fue acto formal de rebelión contra el
príncipe la acción de tomar las armas las
comunidades en el año de 81
CAPITuLo VIII
197
Contiene la justicia de los tributos y se proponen los
motivos tan justos de su contribución
CAPíTULO IX
239
Demuestra la enorme gravedad y singularidad de la
ofensa que en sí contiene la Rebelión del año de
ochenta y uno
CApíTULO X
265
Expone que la Rebelión no debe atribuirse al mal
gobierno de los Ministros del Rey sino a la general
corrupción de constumbres (sic) que inundan el
Reino
CAPÍTULo Xl
287
Demuestra el extremo de satisfacción y de fidelidad
que debe abrazar el Reino para reconciliarse con
Dios y con el Rey perfectamente
CAPÍTULo XII
305
Trata del amor, obediencia y fidelidad a los
Soberanos y a la Patria
CAPíTULO XlII
363
Demuestra el Dominio y Señorío natural de los
Reyes de España en la América
EL VASALLO INSTRUIDO
EN EL ESTADO DEL NUEVO REINO DE GRANADA
Y EN SUS RESPECTIVAS OBLIGACIONES
Instrucciones
Excelentísimo Señor:
Sr PREFACIO
TI
III
IV
v
La falsa idea que los autores de la sedición formaron del
derecho de la armadilla de Barlovento y de los nuevos
impuestos que con tanta justicia y equidad impuso el
Visitador general D. Francisco Gutiérrez de Piñeres fue el
origen de la sublevación. Los malcontentos, enemigos de la
paz, acostumbrados a pescar en agua turbia, y que no pueden
mirar sin horror las glorias del trono español, se aprovecharon
de la ignorancia de los pueblos para seducirles con pasquines
sacrilegos y cartas anónimas, acompañadas de alevosos
designios. Apliqué toda mi atención a materia tan importante
y reconocí que en la voluble rueda de acaecimientos tan
lastimosos y contrarios a los principios de la religión de la
política y de la naturaleza, se veían, como en teatro universal
del mundo nobles exaltados y depuestos; plebeyos infelices
y afortunados; ministros desterrados y fugitivos, unos a la
lengua del agua protegidos y otros refugiados en lo más
escarpado de los montes; caballeros constantes y guerreros
y otros cobardes y neutrales; generales, unos dóciles y otros
obstinados; / /
7r pero todos mirando la desolación de las provincias, el
desorden de la República y la profanación de la obediencia,
tan justa a nuestros Soberanos, como la subordinación debida
a los ministros que en su real nombre gobiernan no sólo por
temor de la pena sino por obligación de la conciencia. Procuré
renovar el espíritu de la religión profanado por los seductores,
cuyo error conducía la plebe tumultuada al precipicio de su
última perdición. Me empeñe en resucitar las leyes
desnaturalizadas y en ilustrar al vulgo ignorante que con
tanta facilidad creyó lo malo bueno. Entendieron las
comunidades revoltosas que era lícita la empresa por ser
materia de fe y causa de religión. Este era el objeto del autor
de la sedición en sus pasquines sacn1egos y convocatorias
alevosas, confirmándolo con hechos históricos de la Escritura
santa maliciosamente entendidos. Arranqué de cuajo de
zizaña del error y les hice comprender que el principal
ofendido era el mismo Dios, que es la fuente de la soberanía,
de la majestad y del poder. Si Salomón ofrece víctimas a los
ídolos, si Roboam abraza una religión extranjera, si Joram
PREFACIO 39
VI
VII
VIII
IX
x
No ignoro que éste fue el pensamiento de los autores de la
sedición y de los partidarios de su tirana facción, bajo cuya
perniciosa doctrina militaba ya cuasi la mayor parte del
Nuevo Reino, el más rico en su constitución de los que tienen
nuestros Reyes en ambas Américas. ¡Santo Dios! ¿A qué
confusa multitud de censuras no me varé compelido si quiero
hablar de los acontecimientos funestos, políticos y militares,
que se observaron en sus provincias interiores en el año de
ochenta y uno? En este tiempo de / /
lIr turbación y de ira la militante Sión, que en ellas se miraba
oprimida con el grave peso de al conmoción popular, repetía
angustiada las mismas voces que la afligida Raquel: da mihi
liberos alio quin moriat. (sic).Haced, joh celestialJacob! Que
mis entrañas produzcan verdaderos hijos, operarios celosos
que se atrincheren contra monstruos tan horribles. Se
levantarán furiosos Raynal, Robertson y otros filósofos
libertinos, amigos de la independencia de toda soberanía;
pero sería inútil su furor. El gran Dios alentará mi espíritu y
serenará mis temores con darme a conocer que sus tribunales
son subrepticios y que estos jueces pronunciaron sentencia
por sí. En la República literaria ni a éste ni al otro ni tampoco
a la multitud se atiende sólo si la verdad es la que triunfa y
vence. En los puntos de derecho y hecho apelo de estos
tribunales y me presento en el de la razón y verdad: en los
de materia de fe y costumbres, al de la autoridad de la
Escritura santa, de la decisión de la Iglesia, del testimonio
46 EL VASALLO INSTRUIDO
12r CAPITULO I
II
III
IV
9 Crantor in Critia, Marsil. Argum in Crit., fol. 497 y 498, Plotino in Timeo et
Critia. (16r I).
54 EL VASALLO INSTRUIDO
15 Mariana, Histor. de rebus. Hisp. Lib. 2. Cap. 2. p. 237. Acosta, de novi orb.
nat. et ratione. Lib. 1. cap. 11.p. 20. Pineda, de rebus Salom. Lib. 4. cap. 16.
No. 4. p. 213. Veselingio in Diodorum SicuIum. tomol. lib. 5. p. 345. Herbelot,
Bibliotheque Orientale Artic. Caf. p. 250 Artic. Gezirat. p. 385. Madama
Duboccage, la Columbiade canto 3. Nota 4. Robertson, stor. de America,
tomo 1.Lib. 2. P. 14. De Brases, la seconde Guerre servile, p. 63. Pineda, de
rebus Salomon, lib. 4. cap. 16. No. 3. p. 211 Y212. Fabricio, Bibliograf. antiq.
tom 1. cap. 1. No. 10. p. 18. Wits, Miscelaneorum Sacrorum, tom 11.
Exorcitatio 13. p. 412. (18v O).
58 EL VASALLO INSTRUIDO
18 Strabon, lib. 17 YAlderete Antig. de España. lib. 1. cap. 24. fol. 108. (19v R)
19 Diodoro Sículo, Bibliot. tom l. lib. 5. No. 19-20.p. 304 (19v S).
20 Strabón, rerum geograf. tom 1. 1.2. col. 160. (20r T).
60 EL VASALLO INSTRUIDO
VI
33 Natal Alej., Histor. Eclesias. tomo VI. cap. 1. Ame. 5. p. 7. Le Cointe, Arma!.
Ecles. Francorum tomo V. armo 748. p. 195. (23v H).
34 Gomara, part 1.fol. 7. (24r 1).
66 EL VASALLO INSTRUIDO
CAPITULO II
3 Fr. Greg. Garc., De Orig. ind. lib. 1. cap. 3. fol. 22. (26v N).
4 Alderete, Antig. de Esp. y Africa.lib. 4. cap. 17. fol. 517. Grotius in diserto 2.
de orig. Americ. apud Laet. fol. 7. Garcialaso. lib. 2. cap. 3. tomo 1. (27r O).
5 Fr. Jeronim. de la Concep., Emporio del Mundo, Cádiz ilustrada. lib. 1.
cap. 15. (27r P).
72 EL VASALLO JNSTRUIDO
TI
8 Gomara parte 1. Histor. Ind. foln. relat. supra. lib. 1. cap.3. no. 6. fol. 28.
Otelio in teatroin Mar. padf. (29r S).
CAPiTuLo II 75
In
En todos los mapas del globo y en las cartas de navegar no
se halla memoria alguna de las islas del Príncipe. Aunque el
silencio es argumento negativo, con todo no deja de dar
mucho valor y fuerza a mi opinión. La recomendación que
contiene la circunstancia gloriosa de ser las primeras del feliz
descubrimiento que hizo el héroe de nuestra nación, pone a
los cosmógrafo s y geógrafos antiguos y modernos en
indispensable obligación de no defraudarles de esta gloria.
No parece verosímil la omisión de las citadas islas y la fábrica
del castillo en donde dicen dejó a Diego de Arana. La
ignorancia y la ocultación inadvertida de la cosmografía y
geografía sufrirían en este caso todo el rigor de la censura.
No hay duda en que no hay tales islas que Colón llamase del
Príncipe, ni en que las islas Españolas y Cuba fuesen
descubiertas después de otras en su primer viaje. En una de
ellas, que es Cuba, llamó a un puerto del Príncipe, como lo
asegura Herrera,lO y el puerto donde dejó a Arana no era
éste sino otro en la Española. La fe y autoridad de estos
autores basta para demostrar la equivocación del P. Mariana
y del / /
30r P.Flórez en su Clave historial. colocando a las islas Españolas
y Cuba en los gloriosos e importantes descubrimientos del
segundo viaje. "Surcó, pues, Colón, dice, en el 1492 las olas
del Atlántico: llegó a las Canarias, sondeó desconocidos
rumbos, descubrió, en fin, unas islas a que llamó del Príncipe.
Construyó allí un castillo, y dejando algunos compañeros de
guarnición y cogiendo algunas muestras de la riqueza y
11 Abreu, Vaeant. de Ind. Artie. 1. part Ill. p. 21. no. 1. letra g. (30v V).
12 Zamora, Hist. Del Nuevo Reino de Granada. p. 4. (30v X).
CAPtruLo II 77
IV
v
Este Nuevo Reino de Granada, en quien cayó el rocío del cielo
con abundancia de bendiciones, es uno de los principales
reinos de tierra firme de esta banda de la línea equinoccial y el
más seguro de la Monarquía española por ser una natural
fortaleza guarnecida por todas partes de asperezas tan
incontrastables por naturaleza que sólo ofrece tres o cuatro
VI
16 Zurita, en sus Anales, año de 1494. D. Solorz. lib. 1. Polit. cap. 3. verso
n.
Herrera Decad. 1. lib. 2. cap. 5 y 10. (37v
CAPtruLo II 87
CAPITULO III
TI
1II
IV
v
El tiempo de las frutas no estorba el de las flores. En un mismo
terreno y clima se observa todo juntamente: flor, fruto recién
nacido, verde, medio sazonado y enteramente maduro. Aun
las que de España se trasplantaron en este país siempre lucen
en las huertas, sin que las matas que las pro / /
45r ducen lleguen a verse desnudas de su lozanidad y
hermosura. Los rosales en todo el año se ofrecen a la vista
vestidos de rosas como igualmente las clavellinas. Aquí se
descubre el blanco jazmín, allí el alhelí amarillo, en una parte
la violeta mosqueada, en otra el cándido lirio y en todas el
girasol, el chocho y la azuzena. Se hallan en las huertas unas
flores a la vista muy deleitosas y se llaman pajarillas. Los
tejidos que forman de varias enredaderas unos bejuquillos
delgados, tan llenos de hojas agraciadas como de flores, que
cada una es un pajarilla amarillo o colorado, tan bien formado
en las alas y en el pico que deleitando la vista entre los verde,
admira la propiedad con que parece estar volando entre las
hojas. Otros hay morados, naranjados; otros en forma de
CAPÍTULoIlI 97
45v VI
VII
VIII
IX
x
Yoestaba persuadido que sólo la Asia, la Etiopía, la Scitia, la
Arabia y el Egipto y el mar de Persia eran singulares entre
sus grandezas al Nuevo Mundo por el rico valor de sus
diamantes, amatistas, esmeraldas, topacios, diaspros y perlas;
pero ya me veo redimido del engaño en cuyas mazmorras
me hallaba encadenado. Todas las partes del mundo deben
reconocerse tributarias de la América en la opulencia, en la
abundancia y en la riqueza. ¿A quien reconoce en el día de
hoy Portugal su descansada conservación sino al Brasil, que
sostiene su Real Erario? ¿A qué grado de altura no ha llegado
la Holanda por la isla de Curazau, por las inmediaciones
que logra a tierra firme? ¿Qué opulencias no ha introducido
la Francia en sus cajas reales, parto fecundo del Canadá e
islas de Barlovento? ¿Qué flotas tan sobresalientes no ha
mandado la Jamaica a la Gran Bretaña? Np puede negar el
inglés que los contrabandos que hacía en la América española
eran el ramo más feliz y floreciente de / /
53r su comercio y que fue causa de declarar la guerra en el año
de mil setecientos treinta y nueve por haber abusado del
privilegio que se le concedió en los tratados de Utrech,
firmados en Madrid a 26 de Marzo de mil setecientos y trece.
¿y a nuestra amada patria España, quién la constituyó
señora de las gentes y princesa de los tesoros sino los
108 EL VASALLO INSTRUIDO
XI
XII
CAPITULO IV
ID
IV
v
La raíz de tanta maldad y de estar el espíritu del cristianismo
cuasi del todo extinguido se debe disipar y ente / /
64r ramente destruir para poderlo de nuevo plantar. Todo el
objeto de la aplicación superior debe ser la cuidadosa
vigilancia de que florezca la Religión y de que la palabra
divina vuelva al arca con el feliz anuncio del verde ramo de
olivo de místicas producciones en los corazones cristianos.
Yo,si he de producir mi dictamen en público o en privado,
no diré otra cosa que la soledad en donde viven estas gentes
una vida silvestre, y la culpable omisión de los padres
políticos en no entablar enseñanzas públicas para instrucción
de la juventud, y con ellas la destrucción de la ignorancia,
efecto que es del pecado original, es la causa de tanto
desorden y desconcierto. ¿Con efecto, qué puede ofrecer la
vida solitaria en unas criaturas ignorantes, penetradas de
un condenable idiotismo, sin más principios de las máximas
cristianas, ni más noticia de la Religión que un gentil
(permítaseme la expresión), que un idólatra? ¿En unas
criaturas sin freno, con total libertad, mal domadas, sin
educación, con la crasa ignorancia de la virtud, de la
mortificación de pasiones y contención de apetitos, hirviendo
la sangre en sus venas sin temor ni a Dios, ni a la Iglesia, ni a
la real justicia, qué puede emprenderse?Ellas viven en los
montes y sus honduras, distantes de sus respectivas
parroquias, quienes un día entero de camino, quienes a
distancia de medio día y muchos tres y cuatro horas; a que
se agrega el común y natural descuido de los padres, dejando
a sus hijas solas / /
64v en tales retiros en caso de salir ellos alguna vez a oir misa o
de mandarlas solas a este y otros fines;y no guardando recato
alguno en las licencias del matrimonio aun aquellos que
tienen la proporción de amplitud en sus casas, de cuyo
beneficio carecen las más viviendo en unas pobres chozas y
viéndose por esta razón precisados a dormir en cama franca
o común a todos: hermanos con hermanas y padres con hijas;
o a ser éstas testigos oculares del recato matrimonial tan
recomendado. La vida solitaria no se ignora que sólo se
permite a aquellos hombres de vida aprobada y de quienes
124 EL VASALLO INSTRUIDO
VI
69v CAPITULO V
11
III
IV
v
Estas son las gentes que habitan el Nuevo Reino y es infinito
el número de ellas. Se han multiplicado tanto que es imposible
subsistir pueblo tan crecido si se permite la hol / /
136 EL VASALLO INSTRUIDO
CAPITULO VI
79r 1
TI
III
IV
v
La industria nace, se fomenta y crece a beneficio del influjo
del Gobierno y perece, din duda, cuando cesa esta
CAPtruLoVI 151
VI
VII
Proyecto segundo
VIII
Proyecto tercero
IX
Proyecto cuarto
X
Quinto Proyecto
XI
Proyecto sexto
93v harán comprender que cuando el poder del brazo del Rey
los saca del venenoso campo de la ociosidad, no es
ciertamente para llevarlos a la esclavitud de una perpetua
servidumbre sino para que, haciéndose laboriosos, sean útiles
a la Nación.Les harán conocer que aquellos pingiies y
excelentes terrenos sólo aguardan a sus manos y la semilla
para producir y que precisamente han de ser el campo feliz
del comercio y la industria, cuya falta los tiene una larga
serie de tiempo ocupados de breñas, matas silvestres y
copiosas arboledas, siendo inútiles a los pueblos y sirviendo
solamente de abrigo a las fieras y de asilo a los bandidos y
malhechores. Ultimamente les persuadirán que sus intereses
estaban reservados a estas deliciosas tierras cuyo descuajo
necesita de sus esfuerzos más extraordinarios. Se señalará a
cada familia un trozo de tierra corto en que gane la
subsistencia, capaz de contribuir y de propagarse,
constituyendo útil al establecimiento. Se prevendrá a los
colonos, como necesaria condición, el cultivo de sus nuevas
posesiones, sembrando el algodón, el maíz, el arroz, el fríjol,
el plátano y demás árboles frutales, fomentando el Rey este
proyecto con darles el primer año las semillas y todos los
aperos necesarios para la agricultura del país. Se les dará un
Teniente corregidor de iguales circunstancias que el cura,
auxiliado de un destacamento pequeño de tropas para el
gobierno político / /
94r y hacer respetable su autoridad. No tengo la"menor duda
que con las persuasiones e influjos de los curas y con el
cuidado del Teniente corregidor de hacerles salir todos los
días al campo a su laboriosa faena, teniendo igualmente
ocupadas las mujeres en el desmote del algodón y en el torno
para hilarlo, se harán útiles a la sociedad, aborrecerán la
disolución, amarán la industria, dejarán el vicio, se casarán
unos con otros, se verificará la multiplicación, conoceremos
las producciones de un terreno fecundo y hasta ahora
abandonado, veremos abierto el camino de Opón y
conservado con todo el más escrupuloso cuidado; y
celebraremos con aplausos y encomios los útiles
adelantamientos y las ventajas tan felices del Rey y de los
vasallos. ¿Qué comercio tan grande de harinas, azúcares y
algodones no registrarán nuestros ojos? ¿Qué abastos tan
166 EL VASALLO INSTRUIDO
XII
Proyecto Séptimo
XIII
Proyecto octavo
Hasta ahora se ha creído que las minas son el ramo más feliz
de la Corona; pero yo, lejos de persuadirme esta verdad, soy
de parecer que son la causa de los atrasos sensibles que sufren
las Provincias. La de Antioquia, que toda está lastrada de
oro, es la más pobre / /
95v y miserable de todas, a proporción de la riqueza que en sí
contiene y del mayor valor y estimación que puede ofrecer
al Real Erario.En el año de ochenta tuve el gusto de pasearme
con el ejercicio de las misiones hasta por los últimos rincones
de ella. A tropas se me presentaban lo pobres, cargados de
miserias, sin embargo de estar ocupados en solicitud del oro.
Toda su riqueza y toda su abundancia está reducida a unos
cuantos comerciantes que la habitan. Parece paradoja la
proposición pero es realidad efectiva de lo que acontece. Yo
medité varias veces y profundamente la causa de este raro
fenómeno y no pude comprender cómo estando y viviendo
en el centro mismo de la riqueza, faltaba la abundancia y
reinaba la miseria. Por último, concluí que la mala versación
en solicitar el oro y la falsa preocupación de aquellos naturales
es el origen de tan triste decadencia. Convengo en que se
trabajen y fomenten las minas porque si faIta esta ocupación
168 EL VASALLO INSTRUIDO
XIV
xv
Establecido este sistema se podrá ya pensar en formar los
ramos pingiies del mejor comercio porque hay miembros
útiles en la sociedad para el desempeño. El té de Bogotá, la
quina, el algodón, el añil, el corte de maderas, el azúcar, el
cacao, el beneficio de la cera, son otros tantos ramos útiles,
capaces de enriquecer la Nación. La sementera del cáñamo
y del lino, que por precisión debe producir con mucha
abundancia por manifestarse el terreno inclinado a su
producción, no es ramo de menor atención. El café,los aceites
varios y preciosos, las resinas y gomas, las esmeraldas y
perlas, el carey y la cochinilla, el ámbar y el lacre que es tan
abundante en el valle de Tenza, caminando a Tunja, cuyo
árbol que los cría se llama lanzarillo, en donde tronché por
curiosidad algunas ramas, y verdaderamente se ve destilar
el humor lacroso, todo este conjunto de preciosidades de que
es capaz este Reino, provoca ciertamente el establecimiento
más ventajoso de un ramo de opulento comercio. Las harinas,
conducidas por Carare u Opón y por el nuevo camino de
Girón, forman otro ramo de superior riqueza. Este proyecto
de las harinas penll
98v só establecerlo el Excmo. Sr. Marqués del Villar, Dr. Josef
Pizarro, luego que entró en su Virreinato de Santafé. Tan
propenso era a los adelantamientos del Estado que con el
mayor celo mandó abrir nuevo camino en la Provincia de
Vélez para la fácil conducción de ellas a Cartagena. Esto no
tuvo el deseado efecto por entonces, ni después lo ha tenido
muy feliz, así por la mortandad grande de hombres y bestias
que hubo en la abertura de los montes, como por la aspereza
y dificultades del camino y porque algunas harinas, con la
distancia que hay de Vélez a Cartagena y la conducción
necesaria por el río Magdalena y temperamento calidísimo,
llegaban ya podridas a la Costa. La Corona, el Nuevo Reino,
las Provincias de la Costa, la religión y el sacerdocio, todos
igualmente se interesan en este proyecto. La Corona, porque
ve enajenados los tratos clandestinos y los fraudes tan
frecuentes que se hacían en el comercio de las harinas
extranjeras; El Nuevo Reino, porque tienen salida las harinas
que de algunas provincias se pudieran mandar y expender
172 EL VASALLO INSTRUIDO
CAPITULO VII
II
usurpar los rayos al sol que es el rey entre los planetas? Esta
misma confusión vieran nuestros ojos en los reinos si los rayos
de la jurisdicción suprema pudieran cederlos los / /
l02v reyes y poseerlos los vasallos. Se dividiera el Imperio y
quedara acéfalo y sin cabeza. De aquí nace que los que
audaces y despechados intentan oponerse al trono, son hijos
bastardos del Reino, miembros contagiosos de la sociedad y
monstruos rebeldes contra el padre mismo que los civilizó. !
III
3 Leg. 1. et sqq. f.f. ad Leg. jul. Maiest. et lego 1. tit. 2. part. 7. (103r R).
4 in C. 1 a n. 1. usq. ad 53 et a n. 73. usq. ad 111. (103r S).
178 EL VASALLO INSTRUIDO
IV
v
¿Hasta cuándo ha de tener duración el engaño? No se ignora
hasta dónde llega la fuerza de un empeño. Es cierto que una
pasión dominante es manantial envenenado y todo lo que
de él nace es vicioso. Aun //
lOSr que ella atormente y fatigue y consuma el corazón, no le
inquieta ni perturba. Su dominación es causa y aun autoriza
los excesos más públicos. No hay cosa que más admire que
el sistema que se forma de justicia y de razón. La ilusión
representa una metamorfosis aparente y ridícula. Manda que
los objetos hagan demostración ostentosa de su mismo
disfraz, y que se manifiesten con distintos colores de los
suyos. No falta quien descubra la máscara e inutilice las falsas
promesas del engaño; pero no hay quien quiera el sinsabor
de que se le reconvenga sobre el desvío de la verdad. El
184 ELVASALLOINSTRUTIDO
l09v VI
Vil
CAPITULO VIII
TI
impuestos, que por orden del Rey cargó sobre los frutos
prediales de los pueblos y so / /
122r bre los demás géneros, que son la materia del nuevo
establecimiento, el Sr. Regente Visitador.
!TI
v
El Rey por sí solo es imposible que pueda / /
127r sostener todo el peso del Gobierno de su Monarquía como
se dijo en el antecedente capítulo. Necesita de varios consejos,
de multiplicados tribunales y de infinitos ministros en
quienes se debe ver muy ufana la justicia, muy expedito el
Gobierno y muy entronizada la sabiduría. Necesita de
formidables escuadras que hagan respetables los pabellones
reales, constituyan el Reino floreciente y superior al de los
enemigos y que con sus fuerzas navales le pongan en una
altura de poder que represente uno de los papeles más
gloriosos de la Europa y del Nuevo Mundo. Necesita de
ejércitos valerosos, que en ellos sea extranjera la cobardía y
que renueven las glorias de sus mayores. Necesita de briosos
Generales y de guerreros oficiales, hijos legítimos de los
numantinos, cuyo valor hizo temblar a los romanos,
mereciendo en Roma el epíteto de terror del imperio, blasón
más glorioso que las estatuas y columnas del heroísmo
romano. Necesita tener bien provistos los arsenales,
fortificados los puertos para cuyos pertrechos y otras
ocurrencias necesarias para el sustento de la real familia y
conservación de la gloria de la Nación, son indispensables
inmensas cantidades, tesoros crecidos que formen un pingiie
patrimonio, capaz de sostener el valor español, que tan
intrépido en la campaña y acos / /
127v tumbrado a gloriosas victorias, se haga respetar de las
vecinas naciones, no atreviéndose a irritar la nuestra,
sabiendo que en nosotros no prevalece, ni aun nace la
multitud débil y afeminada; y que las riquezas en el Real
Erario ni aun en tiempo de guerra se debilitan, antes bien
se engruesan. La Nación está obligada por derecho natural
y divino a vincu1arle al Rey su real patrimonio, según la
idea de poder y grandeza en que se reputa la Monarquía
para los alimentos necesarios de su familia. Las rentas del
Rey son las contribuciones de los vasallos y las que
establecen y engordan el patrimonio. Su real familia no debe
contemplarse integrada de los miembros que habitan y
tienen actual servicio en el palacio del Soberano; debe
extenderse su concepto a los ministros y jefes necesarios
CAPfTuLoVIII 209
VI
7 Ley 11. tito 28. parto 3 Ley 8. parto 2. tit. 1. (132r G).
CAPÍfULO VIII 215
VII
10 1. ad Rom. c. 13. v. 1. Sn. Agust. in Psalm. 118. Conc. 31. CIernen. Alexand.
Lib. 4. Strornatum. (138v 1).
222 EL VASALLO INSTRUIDO
VIII
Son los vasallos los hombres del Rey que sostienen todas las
cargas que le afligen. Ellos son los apoyos y estribos seguros
donde descansa toda la grandeza real. Las imposiciones
siempre se reputan por gravosas y para su justificación han
de ser respectivas conforme a las fuerzas de cada uno. Al
pobre se le carga corno pobre y al rico se le oprime corno a
rico. Esta misma consideración resplandece en el nuevo
gobierno de rentas. En éste no se manda un repartimiento
antojadizo, que sea gravamen capaz por sí solo de las
alteraciones populares. No se ha pedido por Provincias ni
encabezamientos. / /
139r Sin atención al mayor o menor fondo de fuerzas de cada uno
de los respectivos pueblos o partidos, que esto fuera
declarada violencia y notoria improporción. En todos los
pueblos no es igual la abundancia porque no es una misma
la cultura del campo, la aplicación al trabajo, la facilidad del
comercio y el uso de la industria popular. Unos terrenos son
más fértiles que otros, un clima es benigno y adaptado para
unas producciones que son forasteras para otro país. Unos
pueblos son ricos, ya por sus preciosos minerales, ya por sus
amenas llanuras, ya por sus pingiies dehesas, ya también
por sus felices ramos de comercio; y otros se contemplan
corno ramas tronchadas por ser sus tierras un erial seco, un
terreno lánguido y un país pedregoso, inútil de ninguna
fecundidad, que conocen por padres a la escasez, a la urgencia
y a la miseria misma. Todos no gozan de iguales riquezas, ni
en todos es uno mismo el poder. Se debe contar con las fuerzas
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CApÍTULo VIII 227
144r franca apertura del campo, que a cada paso les ofrece un
seguro extravío, sin precisión a transitar por ciertos y
determinados puestos, en donde sean registrados los géneros
del transporte, ya sean del país, ya sean de Castilla; y por
otra parte, descubriéndose en los hijos del Reino y aun en los
europeos (no en todos) la ninguna escrupulosa exactitud en
el fácil y pronto cumplimiento de la contribución de los
pechos reales, a cuya pensión deben los legítimos vasallos
inclinar voluntariosos sus hombros, no sólo por temor de la
pena sino por obligación de la conciencia. Nada extraño
parece que los celosos Ministros del Soberano, y los más
interesados en el incremento útil del Real patrimonio,
tomasen los medios más proporcionados para la seguridad
de las rentas. La falta de guías y tornaguías induce notorio
perjuicio en las Cajas Reales, y su existencia, conocidas y
ventajosas utilidades. Conforme la actual situación de los
pueblos no se puede estorbar el continuo giro de los
contrabandos y los frecuentes y repetidos fraudes que
padecen los intereses de S. M. Esta disposición legal de las
guías y torna guías es la recomendación más justa que
inventaron las Naciones más cultas para conservar la firmeza
segura del establecimiento de las Rentas; y no se pueden
vituperar ni censurar de injustas porque tienen afinidad / /
144v con el espíritu de las leyes. Los mismos Administradores de
las Rentas me han asegurado que sin el auxilio de estos
medios legales, ni el Establecimiento puede subsistir, ni las
Rentas felicitarse. La seguridad de una plaza consiste en la
fortificación de las murallas, de los fosos, estacadas, de los
228 EL VASALLO INSTRUIDO
IX
CAPITULO IX
II
III
por haber violado las promesas y las leyes del Imperio. Delirio
es este tan opuesto a la Religión que si llegase el fatal
momento de entronizarse en el corazón de los Pueblos, sin
duda los alborotos, las sediciones, los horrores y calamidades
de las guerras civiles fueran el objeto del temor de los siglos
venideros. Sola nuestra Religión representa al Dios de los-
ejércitos sobre la eminencia del Trono sagrado en la
consagración de los Príncipes y desde allí recibe los
inviolables juramentos que de fidelidad hace el Estado. Ella
asegura la autoridad de los Reyes, la felicidad de los Pueblos,
la paz de las Provincias y la quietud de los Reinos. Es verdad
que los Reyes son constituidos por el mismo Dios Pastores
de su Pueblo. Reinan en su nombre, ejercen su Imperio,
ejecutan su voluntad suprema, son el órgano de sus juicios,
la imagen de su bondad, superiores a los vasallos pero
inferiores a las leyes de quienes el mismo Dios es implacable
vengador. En el Pueblo no cabe voluntad para la resistencia;
precisa es la subordinación al Rey y a sus ministros, que tienen
el lugar de Dios. Cuando ellos felicitan al Pueblo, entonces
son el instrumento de la bondad eterna: cuando le hacen
gemir bajo la insufrible opresión entonces son el azote de las
indignaciones divinas. Jamás se separa de los súbditos el
derecho de sujeción y fide / /
160r lidad por más que sean o Padres o Tiranos de la República,
porque siempre es uno el Dios que manda por ellos. Si las
producciones de su dominio son aflicciones, injusticias y
opresiones es necesario el sufrimiento; es negado el
levantamiento contra el abuso de la autoridad. Sólo a Dios
está reservada la venganza y sólo él romperá la vara del furor
cuando observe en los vasallos la constante fidelidad y la
ciega obediencia con más vistosos brillos en el tiempo de la
opresión y de servidumbre. No es medio cristiano la solicitud
y desvelo en constituir feliz y ventajoso a un Reino por medio
de amotinados alborotos, más funestos siempre que la misma
tiranía. Ahora, pues, si Dios es la fuente de la soberanía, del
poder y de la majestad, es conclusión forzosa que toda la
malicia de la Rebelión de ochenta y uno fue contra la Religión,
que manda por Ley suprema el sacrificio de la voluntad y
obediencia exterior a los intereses del Trono, a la gloria y
honor de sus armas. Si la obediencia, temor y respeto que
250 EL VASALLO INSTRUIDO
IV
v
El amparo que tenemos en Nuestro Soberano debía ser freno
poderoso para que nadie se contaminara con la negra tinta de
la Rebelión. Su Real protección es mucho mayor que lo que
puede la humana fantasía alcanzar; sus demostraciones son
más de Padre que de Señor y deben ser a los vasallos materia
de asombrosa grandeza, mirándola como detrás de altos
torreones, su gobierno declina de solo el provecho temporal;
se conforma con los principios de la Religión y de / /
166v aquí resulta atender menos a desollar el ganado que a
defenderle.Como buen Príncipe se hace menos parte en la
conservación de sus estados de lo que lo hacen los que
pretendiéndole granjear para sus promociones le desvanecen
con los lisonjeros encarecimientos. Los tributos y servicios
258 EL VASALLO INSTRUIDO
VI
CAPITULO X
172v que sufrieron los Filisteos con las mordeduras de los ratones
fueron efectos de la ira de Dios por el sacrilego atentado de
aprisionar el Arca Santa según la inteligencia de los gentiles
sátrapas de Filistina.2 No es despreciable la ficción de Virgilio
persuadiendo con ella el consejo de Anquises, que dictaminó
en Roma ser las culpas la fuente de los enojos del Cielo,
queriendo acabar de una vez con sus habitantes con otra gran
pestilencia.3 Hipócrates, aquel gran Príncipe de la Medicina,
asegura que también en la naturaleza humana se encuentran
enfermedades divin.as y es 10 roismo que decir: Dios las envía
misteriosamente para castigo de los transgresores de su Ley
Santa.4 ¿Pero qué me canso yo en apoyar mi dictamen,
amados lectores, con el dicho profano de la gentilidad cuando
el espíritu de la Iglesia lo declara en sus Rogaciones públicas
y es doctrina de los Santos Padres y Doctores de la general
congregación de los Fieles como igualmente de la Escritura
Santa?
II
ID
19 Sermo85.(176rE).
20 Quest. 9.In exod. (176rF).
272 EL VASALLO INSTRUIOO
IV
v
Contagios eran estos capaces de contener al más disoluto;
pero no bastaron para refrenar el impetuoso arranque de la
relajación y vicio que dominaba en el Reino. Parece que la
misma calamidad les franqueó el paso para mayores
insolencias hasta caer en el extremo de todas las
abominaciones y de todos los males. Poco importa que la
mujer se queje en los dolores del parto si luego se consuela
con el fruto de bendición que Dios le manda. Si un arquitecto
arruina un edificio es para levantar una fábrica de
seguridades. Estos son los fines que se propone Dios en las
calamidades públicas. Aflige a los Pueblos para que conozcan ..
la causa de su opresión. Arruina y destruye para fundar
seguridad y reconocimiento en los principios de la
276 EL VASALLO INSTRUIDO
25 Jerem. Vie tue, V. cogitationes tue fecerunt hoc tibioHoc malitia tua, que
tetigit cortuum. (181r K).
CAPÍTIJLo X 279
VI
supiera que los pecados son los censos que imponen a Dios
para que les contribuya con públicas calamidades, con
miserias e infelicidades; y con este conocimiento solicitará el
remedio con lágrimas y penitencias. A mí, que no se me oculta
el espíritu de los autores de la facción, y de los partidarios
de ella / /
186r me es debido por razón del ministerio, prevenirla para que
en lo sucesivo no sea seducida y sepa elegir lo bueno y
reprobar lo malo. Los pecados del Pueblo son los que irritan
la ira de Dios y siempre debemos pensar que los de este Reino
fueron la causa de la Rebelión y de ningún modo las sabias
disposiciones del Gobierno. Mis compañeros y yo
sacrificamos nuestro carácter a los insultos más sacrílegos
de los díscolos y sediciosos, enemigos crueles de la Patria.
Nos privamos de la dulzura apetecible del claustro
atrincherándonos en virtud del ministerio contra el desorden
e infelicidad; y aplicando nuesros talentos para deshacer
masa tan corrompida. No fue otro nuestro objeto que el
servicio de Dios, del Rey, del Público y el poder presentar a
los pies del Soberano un agradable sacrificio de nuestra
aplicación y celo. Todo esto de nada sirve si no se aplica el
más eficaz antídoto para cicatrizar enteramente la llaga, que
ya se había vuelto cancer en casi todo el Reino. Un efecto no
se puede destruir si no cesa la causa que lo produce. Por más
que se le corten las ramas al espino, siempre brotarán
vástagos espinosos que maltraten si no se le tronchan las
raíces. Los trabajos y perturbaciones del Reino son-
producciones legítimas de la vida estragada, libertina,
desordenada y escandalosa que se vive. Si no se introduce
una verdadera reforma de costumbres, si no se destruye el
vicio, se arranca el desconcierto y se planta la Religión, el
temor santo y el buen orden, no dejarán de afligir los azotes
de Dios. Nada seguro estará el trono, no faltarán dentro de
poco tiempo guerras civiles y perturbaciones pú / /
186v blicas que destruyan el soslio.Las tradiciones pasan de padres
a hijos y ellas serán el seminario de atrocidades, de
inobediencias y de sacrílegas facciones. Dios estará sobre este
Reino como nube preñada para descargar las piedras de su
furor y acabarle con el último exterminio. Siempre he sido
opuesto a las embajadas de tristes anuncios y a formar
286 EL VASALLO INSTRUIDO
CAPITULO XI
11
1 Dan. c.4. v. 24. Luc. c. 13. Trident. sess. 6. c. 14. (187r Q).
CAPÍTULo XI 289
ID
Horrible gruta era aquella que nos recuerda San Juan Oímaco
en su escala mística, grada quinta. Llámase corcel de
penitentes; entraban en sus espantosas estancias y no salían
de sus horrorosas divisiones hasta que el Abad Isac, a cuya
obediencia estaban sujetos, tenía revelación del cielo, que ya
el decreto del perdón se había publicado. Pan yagua era su
escasa comida; continuos sus ayunos, frecuentes sus vigilias,
fervorosa su oración; éste hería sus carrillos, aquél mesaba
sus cabellos: quien despedazaba con crueles azotes sus
carnes, quien se revolvía entre penetrantes espinas. Montes
de ceniza, catastas / /
CAPtruLo XI 291
3 Lib. 1. Heres.25.(190rS).
CAPtruLO XI 293
IV
4 3. Reg. cap. 2. V. 21. & V.4. (195r S). (por error la S está repetida).
CAPtruLo XI 299
196r v
Todos los derechos de la República y sociedad política en
ninguna parte logran mayor firmeza y estabilidad que en las
Leyes de la verdadera Religión. Todo lo que debemos a Dios,
a la Iglesia, al Rey, a la Patria, a las partes de la República y a
la masa común de los hombres se funda en sus principios.
Nadie puede ser buen cristiano sin que sea buen patricio, ni
buen ciudadano sin que observe fielmente las máximas y
preceptos del Evangelio. Son inseparables los espíritus de la
Potestad Divina y humana. Se hallan perfectamente unidos
con el vínculo más glorioso. Todo el confuso desorden y
sensible desconcierto que se ha visto en los Pueblos es efecto
del espíritu de preocupación, enemigo siempre irreconciliable
con el de la Religión. Todas las turbaciones populares y la
destrucción de la Paz y sosiego público son infelices
consecuencias de los que arrastrados o de la malicia o de la
más crasa ignorancia, viven con el vil conocimiento de que
la Majestad y autoridad pública no se mira autorizada por el
Evangelio. De todo el buen orden político y religioso son
autores los Príncipes; como igualmente defensores de la vida
300 EL VASALLO INSTRUIDO
CAPITULO XII
II
III
3 S.Ped.epist. 1. c. 2. (201rX).
308 EL VASALLO INSTRUIDO
IV
v
¡Qué admirable se descubre la Naturaleza en sus sabias
providencias! El centro de todas sus leyes es la paz, la quietud,
el buen orden y la conservación del género humano. El
espíritu que las gobierna es el que no se turbe la armonía, no
se descomponga la jerarquía, no se altere el gobierno, no se
disipe la administración de justicia, no se de ocasión a los
robos, a las violencias, a las tiranías, a las opresiones, a las
ruinas, a las desolaciones y a las muertes más sensibles y
dolorosas. Ellas establecen la inalterable concordia de los
miembros entre sí y la perfecta subor / /
203r dinación de éstos a la cabeza. Los soberanos son los que
ocupan el trono, presiden en el solio y establecen las leyes
con relación al carácter de Dios, que representan. La
Naturaleza los contempla cabezas de un cuerpo político,
cual es la N ación, de quien son miembros todos los que
habitan en su casa y viven bajo su protección. Una sola es
la vid; muchos son los sarmientos que la hermosean; pero
todos la reconocen por el más firme apoyo de su lozanía y
8 Larrea Allegat. Fiscal. 1. parto decís Granat. 18. num. 14. (206r C).
9 S. Agust. lib. 5. De cívit. c. 21. (206r D).
CAPtruLo XII 315
VI
VII
14 Exodo, c. 10. V. 29. Josue. c. 1. V. 16. Esdras, lib. 2. C. 5. V. 16. (207v Y). Esta
nota está marcada en el texto original con una Y en lugar de una I latina.
318 EL VASALLO INSTRUIDO
VIII
IX
23 Fuera de estar marcada en este punto del texto original una nota con la letra
R se omite, tal vez por error, toda referencia en el pie de página. (212v R).
24 S. Mat. c. 22. V.21. (213rS).
CAPtruLo XII 325
216v XI
XII
XliI
En este punto del texto figura la letra B pero no figura en las notas de pie
de página. (218v B).
334 EL VASALLO INSTRUIDO
XIV
xv
Yoestoy con la constante resolución de continuar ese discurso
sin embargo de haberlo persuadido bastantemente y con la
mayor actividad en el capítulo que trata de la justicia de los
tributos. Es tanto el empeño del fanatismo cruel que brota
por horas nuevas cabezas esta hidra. Advierto que para
muchos será útil esta santa y ventajosa ocupación; pero
siempre servirá de instrumento a aquellos que incautos y
nada prevenidos con las luces de los derechos más claros y
respetables se dejaron engañar por los seductores y falsos
profetas. ¿Acaso porque no se puede sacar toda el agua al
navío perdonará la bomba a la que pudiere? ¿O porque pierde
la esperanza el enfermo de quedar con vista de lince ha de
dejar sin curación la catarata? Hablaré y mi voz resonará en
todo el Reino y en toda Nación. La innata obediencia que
CAPfTuLo )ffi 339
XVI
xvn
La Patria, nuestra Madre Común es a quien debemos nuestro / /
225v amor, nuestros obsequios y nuestra vida; es todo el cuerpo
de la Nación y para nosotros España. Decir España es lo
mismo que decir un Reino dividido en varias Provincias,
poblado de varias ciudades, fortificado con varios puertos
CAPtruLo XII 343
XVIII
228r XIX
43 Vacantes de Indias, pago 369. num. 780. y pago 363. num. 762. (230v O).
xn
CAPtruLo 351
44 Seneca, de otio sapo C.30 y 31. Idero de vita beata, c. 20. (235r P).
CAPITuLo XII 357
CAPITULO XIII
II
2 L nec. Magistrat. 32. ff. de injuriis & ecofamas. (24Ov a). (ComO puede
observarse la nota A está repetida. En esta segunda nota la encontramos
con minúscula).
3 Proverb. 28. 15. de Macab. A. V.25. (24OvB).
4 Lib. 6. cap. 2. (240v C).
5 Oratorio in Iulianurn A. (240v D).
366 EL VASALLO INSTRUIDO
6 Sto. Tomás 22. Quest. 12. ame. 2. ad. 1. Baron. Tom. A. arma1.armo Christi
363. (241r E).
7 In Iuliano & ee. Da (241r e). (Nuevamente encontramos repetidas y en
minúscula la letra de la nota anterior).
8 Lib. Judie. cap. 3. (241r F).
9 Jenofonte in tirano. (241r G).
10 Herodot. lib. 3. Xiphilinum. Plutareo in Augusto, in Arato et Pigmaleonte.
Aristot. & Ethicor. 1º. et A. Politic. Cap. 1º. S. Basi1. Homil. in initium
Proverb. in princip. S. Tomas, in 2.0. AA. quaest. 2. amc. 2 ad. s. (241v H).
CAPtruLo XIII 367
III
Los libros canónicos son tan expresos que sólo una voluntad
adulterada y corrompida puede vituperados. Las
inhumanidades del impío Rey Acab y de la tirana Jezabel
son tan notorias en el libro cuarto de los Reyes que no hay
necesidad de referirlas. Sin embargo el valeroso capitán Yehú
miró la pública autoridad del Príncipe como sacrosanta en
los sentimientos de los Vasallos. Lejos de maquinar contra la
vida de el Rey para restablecer la seguridad del Reino, le dio
adoración y reverencia esperando a que el Profeta Eliseo le
consagrase en Rey por especial mandato de Dios;15¿quién
podrá ignorar la atroz ferocidad de Saul? Ochenta y cinco
sacerdotes vestidos con los ornamentos sagrados fueron
sangriento sacrificio de su despechado furor en odio de
Achimelec por la hospitalidad de David.16 No terminaron
aquí sus crueldades; pasaron más allá de lo que se puede
pensar. Ensangrentó su lanza con la sangre inocente, pasó a
cuchillo toda la ciudad de Nobe, hombres y mujeres, grandes
y pequeños / /
245r hasta los niños de pecho, ganados y animales de servicio.
Dejó en silencio la rabia y tirana persecución contra David,
escogido por Dios para ocupar el trono de Israel. De nada
sirven las violencias y opresiones de Saul; basta saber que es
el ungido de Señor (sic) y vicario suyo, con autoridad de
vida y muerte sobre los Vasallos para que David no use de
medios agrios para contener sus injusticias y servidumbres.
Suspende el golpe, retira la lanza, no quites la vida a Saul
porque es el Cristo de el Señor y no puede ejecutarse sin
ofensa a Dios dijo David a Abisay cuando intentó con su lanza
acabar de una vez con las inicuas persecuciones de un Rey
VI
Vil
23 Ley 5. part. 2. titu. 1. Salgada cap. 1. 5. 42. (247v X). (Se omite la nota
correspondiente de la letra V).
376 EL VASALLO INSTRUIDO
VIII
Varios son los títulos con que los Reyes de España ocupan el
trono gobernando legítimamente a ambos Pueblos,
Americano y Español, los cuales pueden verse en el Señor
Solórzano. Yono quiero hablar del derecho de ocupación ni
del rescate y compra; pero hablarán las N adones Extranjeras
de otro título o derecho superior de nuestros reyes que le
harán ver al nuevo Filósofo su vergonzosa confusión. Hablad
vosotras o Cortes de la Europa, o vosotras, digo, esforzadas
Potencias de Alemania, Francia, Nápoles¡ Holanda e
Inglaterra, que proclamadas por vuestros Vasallos descansáis
pacíficamente en vuestro real trono, recibís bajo del trono
sus adoraciones y conserváis el decoro soberano con la
fidelidad y obediencia a vuestras leyes majestuosas. El
derecho de proclamación afianza entre otras la seguridad de
el trono. ¿Será España de peor condición que las otras
Naciones? / /
248v ¿Se encontrarán otros cánones, otras decisiones, otras leyes,
otra Naturaleza, otra Religión, otra Política que la excluyan
de un derecho tan glorioso como el de proclamación?
¿España, cuyos Reyes son nada crueles, nada ásperos, nada
vengativos, todo piadosos, todo afables, todo dóciles, todo
amables, todo clementes, recomendables al mundo todo por
su cristiandad y amor a sus vasallos, no gozara del título de
proclamación para afianzar el feliz gobierno de la América
en la real prosapia de sus Príncipes? Las públicas
demostraciones de regocijo que ya cerca de tres siglos
manifestaron sin interrupción alguna los Reinos y las
CAPtruLoXIll 377
25 González ibi in notis num. 18. S. Tomás 22 q. 89. artie. 9. Suares de relig.
tomo 2. lib. 2. cap. 33. in fine. Sanches lib. 3. Summa. cap. 19. num. J y cap.
21. num. 2. Azor lib. 11. insto Moral. 1. Parte. cap.9. quaestio 4. (249r X).
(Por error se repite en esta nota la letra X).
26 Deuteronomio cap. 17. V. 9. et 10. (249v Y).
27 Suares in defensione Fidei. Contra anglicane sectae errores lib. 6. cap.7.
num.7. (249v A). (Nuevamente hay un error en el orden de las letras de las
notas: de la nota Y se salta en el texto a la nota A, omitiendo la Z).
28 Sairo de Sacram. tomo 1. disp. 1. num. 8. (249v a). (como al comienzo de las
notas de este capítulo la nota A esta repetida; la primera está indicada con
mayúscula y la segunda con minúscula).
CAPÍTULo XIII 379
IX
31 Molina de justi, et jure, trad. disp. 24. num. 11. Solorz. Lib. 1. Politic. cap.
11. V. 10 cual conviene y el sigo d. Luca. tomo 7. de alienat. discur. 3. num.
21. Ayrnon Graveta Conci!. 640. num. 10. De Solórzano, del Cardenal de
Luca y de Graveta. (252r D).
382 EL VASALLO INSTRUIDO
32 Shiara, teología bélica, tomo 1. lib. 1. Dificultas 26 n. 26. San Jeron. tomo 3.
quest. 6. in. Epist. ad Algasiam. Freitas de justi. Impera. Cap. 12. n. 13.
Seneca relato a Freitas. Suárez lib. 3. contra Reg. Angl. c. 2. n. 20. Cardinalis
de Luca discursu de alienat. 3. n. 21. (252r E).
33 Empresa 41. S. no es menor fol. 274: Corono Gotic. tom 1. en el Proem y cap.
1. de la. parte. en el princip. y en el tomo 2. fol. 109. Tacita. lib. 5. histor.
Tertuliano in Apologetico adversus gentes C. 25. Grotio de Jure Belli. lib. 2.
C. 4. S. 11. n. 1. Pufendorf. de. jure natur. et Gent. lib. 7. cap. 7. 5.4 (252v F).
34 Solorz. in Politic. lib. 4. cap. 11. S. lo cual conviene. (252v G).
35 Diana. tomo 10. tract. 15. resoluto 15. (252v H).
CAPfTULOXIII 383
x
10 quisiera reconvenir a los Franceses en la persona de el
Abate Raynal que tanto se ensangrienta en publicar y
ponderar la tiranía de los españoles en la Conquista de la
América. ¿Con qué título conserva la Francia su Dominio en
su Reino? Sabemos muy bien que su origen fue una injusta
guerra. Estimulados los Franceses de su osadía negaron la
obediencia al Emperador Valentiniano en la sexta edad del
Mundo y, constituyéndose jefe / /
254r suyo Faramundo, se hicieron Señores de las Galias, vencieron
a los Godos en la Narbonense, a los Romanos en la Lugdunense
y Transalpina y en la Bélgica a los Borgoñones, despojándoles
con violencia y tirana injusticia del actual Dominio que
gozaban, establecieron a su arbitrio la sucesión de su Estado;
se declararon soberanos de las Provincias usurpadas sobre las
rizadas espumas del Río Sala quedando en todo aquel Reino
la Ley Sálica como sacramento de Francia. Lo asegura Garibay,
Faria y Salcedo.37 Aún lloran bajo sus cenizas muertas los
Godos, los Romanos y los Borgoñeses las rapiñas, violencias y
tiranas usurpaciones de los Franceses que sin más derecho
que el de las armas se apoderaron e hicieron dueños de tan
ricas Provincias. Convéngase igualmente los Ingleses con
Robertson que con el mayor esfuerzo acrimina la tirana
vejación de los españoles en la pacificación de la América y
traigan a la memoria el ningún título ni derecho para la
solicitud del Dominio que en el año 1653 y siguientes
pretendieron en el mar Británico, prohibiendo a los Holandeses
37 Garibay comp. Hist. de Esp. lib. 25. cap. 15. Faria in addits. ad. D. Covams.
ad. c. 1. Prado ad. 98. V. ex quibus num. 141 y 142. Salcedo. de lege polit.
lib. 2. cap. 14. num. 74. Mariana año 1653. V. Ingleses. (254r n.
CAPtruLo xm 385
38 Valenzuela Consíl. 100. Exnum. 55. Sobre los Godos Corona Gótica 1 cap.1.
per totum. (255r K).
39 Corono Got. 1. Parto in prefat. SS. No habría paz. & c.l. n. 50 & c. 24. et j. n.
88. fol. 44. y 103. (255v L).
CAJ>truLO XIII 387
XI
XI
(En esta cara del folio 257 se repite, con variaciones, el texto
que contiene el f. 256v; de ahí la reaparición del numeral XI).
xn
La justicia de la conquista española en la América es tan
notoria que por sí misma se manifiesta. Fueron injuriadas
sus armas auxiliares con la repulsa de la entrada en algunas
naciones y del paso para otras. ¿Quién hay que ignora que
un Príncipe injuriado puede tomar las armas para vengar el
agravio inferido que es la ley suprema de los Reyes defender
sus derechos en el campo a tiro de cañón?La resistencia
aml.ada que l-Licieron los naturales de el País, negándoles 10
que el de gentes (sic) les concede, es justificada injuria para
que el soberano repelido pueda armarse en defensa contra
el que la fundó y fomentó; mayormente cuando el paso que
se so / /
260r licitaba era justificado por ser efecto de un precepto divino y
se les ofreáa la seguridad. Este es un hecho religioso y justo,
conforme a la voluntad de Dios expresa en el Deuteronomio.
Prometió Dios a Moisés los Reinos de Cananea, llegó con su
pueblo a las inmediaciones de las ciudades de Hesebón41,
corte de Sehón, Rey de los Amorreos, solicitó de su Real
Persona el permiso para el tránsito por sus tierras,
asegurándole que su pueblo no le ocasionaría perjuicio; se
negó a una solicitud tan justa y humana y se armó para
sostener la resistencia como lo refiere el libro canónico de los
números; empeñose el cielo en hacer glorioso a Moisés, le
habla con voz clara y le dice: comunica nuevo valor a tu
espíritu que te quiero entregar este Reino para que sea tu
posesión primera, como parece del Deuteronomio.42 Presentó
la Batalla Moisés, venció a Sehón, quitóle el Reino, despojóle
del trono, establece su dominio y señorío y forma la población
con la gente de su Pueblo. Igual choque y encuentro campal
tuvo con Og, Rey Amorreo, por la misma causa, a quien hizo
trofeo glorioso de sus armas, quedando muerto en el campo
de la batalla. Tomó posesión del Reino de Roasan (?), se
apoderó de su tierra y se reconoció su poder y autoridad
XIII
48 S. Agust. quest. 44. in num. (262r V). (por una inversión de letras en el
texto figura primero la letra V y luego la letra U).
396 EL VASALLO INSTRUIDO
XIV
xv
¿Será bastante título la voluntad expresa de Dios? En el nuevo
mundo se conoció ésta distintamente para que España fuera
su legítima Señora. En la Isla Española lo conocía y confesó
su Rey Guarionex, en Mexico Montezuma, en Yucatán Chilan
Caníbal, en Misteca sus sacerdotes, mostrándoles el cielo a
los españoles pintados con la bandera o pendón de la cruz
mucho antes que viniese Hemán Cortés,en el Río de la Plata
Origuara en TIdore su Rey Almanzor, por cuyo motivo recibió
con particular complacencia a Magallanes y en el Perú
Viracocha Inca y su último Guainapac, si damos crédito al
grande y erudito Solórzano en su Política Indiana.50 Podía
agregar a este título el de donación que hizo Alejandro VI;
pero 10 dejo en silencio por no entretenerme en formar nuevo
artículo contra los nuevos Filósofos que lo mofan y
ridiculizan, bufoneándose con decir que el Papa no tiene / /
265v facultades para dar lo que no es suyo. Si es nula la donación
no lo será pues el derecho de protecci6n; y si aquélla se
50 SoIórzano Polit. Ind. lib. 1. cap. 9. pago 36. colum. 1. num. 5. (265r V).
(Nuevamente por error hay una secuencia de notas así: V-V-V).
400 EL VASALLO INSTRUIDO
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