Está en la página 1de 2

INTERVENCIÓN SOCIOEDUCATIVA

Los grandes desafíos, contradicciones del siglo XXI y la imposibilidad de predecir un


mundo en permanente transformación, así como la omnipresencia de la información a
través de Internet, nos plantea la necesidad de un cambio de paradigma educativo que nos
permita avanzar desde una enseñanza centrada en los contenidos, la memorización y la
respuesta correcta a un aprendizaje centrado en los saberes, habilidades y actitudes
necesarios para vivir y trabajar en tiempos de permanente transformación.

Enseñar con eficacia es uno de los problemas más relevantes en la educación. La calidad de
la práctica docente depende de la capacidad del educador para investigar el aula. La
investigación aún no ha podido ser la herramienta para que el docente rompa con la práctica
tradicional siendo la rutina un medio que desvaloriza su acción en el aula de clases.
El perfil del docente que las escuelas de hoy necesitan es el de un profesional orientado
hacia una práctica reflexiva y contextual, debe de incluir un conjunto de capacidades y
herramientas que son necesarias, para elaborar propuestas de enseñanza.

La intervención educativa es “una estrategia de planeación y actuación profesional que


permite a los agentes educativos tomar el control de su propia práctica profesional mediante
un proceso de indagación- solución constituido fases y momentos” (Barraza, 2010, p.24).

Intervenimos porque pretendemos modificar y/o cambiar la realidad, porque


intentamos inducir cambios en las actitudes y las conductas, porque asumimos que la
intervención va a introducir enfoques, estilos, prácticas y modos de abordar el problema y
la realidad, toda intervención supone un cuestionamiento de la realidad y un imperativo de
actuar para cambiarla.

intervención en la práctica pedagógica:

El docente es considerado como el mediador o acompañante estratégico entre los


estudiantes para promover, orientar descubrir y construir sus propios aprendizajes, el
docente juega un papel importante y decisivo en el proceso de crecimiento personal del
alumno.

Barraza (2010) menciona que la elaboración de una propuesta de intervención educativa no


es un asunto de expertos, si no de personas interesadas en cambiar y mejorar sus practicas
profesionales (p. 28).

Profesionalizar la práctica docente implica asumir una postura reflexiva por parte de los
educadores, ya que desarrollar una postura reflexiva significa tomar conciencia y fomentar
la instauración de los esquemas reflexivos para intervenir sin prejuicios a la hora de
colaborar y responder a las diversas necesidades de los educandos al convivir, comunicarse
y relacionarse en la resolución de problemas.
Cuando se está investigando la práctica docente y uno se enfrenta con el reconocimiento de
una serie de problemas que demuestran que el quehacer del profesor tiene deficiencias, es
necesario elaborar un plan de intervención para resolver la problemática de su praxis.

La intervención no es solo una propuesta, sino un movimiento con múltiples propuestas


fundado en una acción intencional de investigación que intenta abrir líneas de reflexión
para incrementar el conocimiento del problema educativo: cómo se aprende, cómo se educa
y cuándo, qué sucede dentro de los espacios que cobijan el hecho educativo; y, por tanto,
qué modificaciones metodológicas debe hacer el maestro en sus propias prácticas para
mejorar la oferta educacional concreta para que los educandos avancen en su formación
integral.

También podría gustarte