RESEÑA
Libro: TEORIA GENERAL DEL PROCESO
Una concepción social y democrática del
derecho.
Capitulo: Esencia de nuestro proceso (II) Siglo
XX pp. 349- 396
Autor: Marcel Silva Romero
Editorial: Legis Editores S.A
ISBN: 978-958-767-974-8
Año de edición: 2020
Por: Diana Patricia González Ramírez
En este texto el autor parte de la realidad de la
administración de justicia de nuestra nación, con
sus aciertos e imperfecciones, descrita a partir de
opiniones, estudios y propuestas de diversos
actores en los estrados judiciales, de profesores e
investigadores, dándoles una concepción
democrática, que es marcadamente distante de la
cosmovisión elitista que ha predominado desde la
conquista. Esta obra permite al lector una
comprensión global del proceso judicial.
El capítulo reseñado en esta ocasión, inicia
describiendo la dictadura Reyes, en la cual se
cerró el senado y suprimió el consejo de Estado.
A partir de allí se generó una apertura en el
sistema político en el cual la Corte Suprema
ejerce control de la constitucionalidad de las leyes
sin extender el poder a los actos reglamentarios
del gobierno, donde también los jefes de partidos
políticos interferían en el nombramiento de jueces
y magistrados. El código judicial protegía al
status quo mientras el penal era aplicado con
rigurosidad a las clases inferiores.
En 1922 se dio un avance industrial con inversión
del Estado (por la venta del canal de Panamá) y el
extranjero, a la par con el auge de la corrupción y
creación de industrias en diferentes zonas del
país. Se debe tener en cuenta que durante este
periodo la nación estaba dividida en cinco, con
una nula comunicación ni intercambio comercial.
La creciente industria hizo necesario adecuar la
legislación para que fuera acorde al mencionado
desarrollo, los proyectos de códigos de
procedimiento judicial civil estuvieron a cargo de
jurisconsultos como el doctor Ismael Arbeláez,
quien creó nuevos enfoques y reformas a las
instituciones. Luego, las dificultades económicas
dadas en la crisis fiscal del país afectaros a todos
los poderes públicos.
En este periodo el partido conservador pierde
fuerza, mientras el partido liberal sube al poder
generando cambios en todos los ámbitos. Uno de
estos fue el reconocer los sindicatos legalmente,
pero aún se buscaba superar los largos procesos
judiciales.
En cuanto al proceso civil, el autor señala que en
él influye un grupo considerable de personas,
pues tiene enorme trascendencia social en cuanto
a la economía, a la familia y los individuos,
relacionándose con por lo menos la tercera parte
de la población del país. Se detecta una
implicación de costos para acceder a los procesos
que se caracterizaban por ser tan largos.
Posteriormente se menciona el mandato del
presidente liberal Alfonso López Pumarejo, en el
cual se denominó a la corte “Corte de Oro”, la
cual lideró el movimiento anti formalista en el
derecho y la actualización de Código Civil.
Ahora el autor entra a mencionar los diferentes
procedimientos considerando su desarrollo e
incidencia en el derecho del país. Por un lado del
Código de Procedimiento Penal, adoptado en
2005, implementa la audiencia en oralidad en
todos los procesos penales.
En cuanto al Procedimiento Contencioso
administrativo, como antecesor se encuentra el
Consejo de Estado que fue establecido por
decreto por Simón Bolívar, posteriormente en
1913 se instauro el Tribunal Supremo de lo
Contencioso Administrativo, pero luego en 1914
se restableció el Consejo de Estado Colombiano,
el cual aún está vigente como órgano consultivo
 Esencia de nuestro proceso (II)

del gobierno y como juez supremo de la
administración.
En cuanto al primer estatuto laboral, éste fue
instaurado en Colombia en 1944 por parte del
presidente Alfonso López Pumarejo en
agradecimiento al apoyo que los sectores obreros
dieron a su presidencia. En 1948 a partir de la
alianza liberal-conservadora se adoptó el Código
Procesal de Trabajo.
La elección de magistrados a partir de ternas
designadas por la misma Corte se establece a
partir del mandato del general Rojas Pinilla. La
Corte Suprema de Justicia cambió su
composición tanto estructural como de sus
miembros durante el gobierno del general,
mostrando que había una dependencia de los
otros poderes, sobretodo el ejecutivo, dado que
estos cambios se hacía a razón de la fuerza
política dominante en cada período.
Apunta el autor que el país ha estado rezagado en
cuanto a un código de procedimiento civil, pero
se pueden destacar como avances en el
mencionado código que el juez tenia mayores
facultades como director del proceso, además de
eliminar la tarifa legal de las pruebas, que se hace
más flexible el proceso, fue reimplantada la
oralidad y hace sobresalir el derecho sustancial
sobre el procesal. La crítica se daba
especialmente por no seguir la realidad del país.
Anota que posteriormente se le hicieron 15
reformas.
a convenios internacionales, pero fue notable que
la administración de justicia indígena logro
surgir.
Luego, durante el “Plan Colombia” en 1999 se
crearon instituciones procesales penales que
permitieron acercar tanto los procedimientos
como los procesos con los de Estados Unidos.
Describiendo los principios para la oralidad en el
proceso penal en cuanto a igualdad, presunción
de inocencia y efectividad.
Finalmente el autor indica que el Código General
Del Proceso es una respuesta a la necesidad de
lograr un acceso efectivo a la administración de
justicia en Colombia, aunque no regula todos los
procesos judiciales y solo es aplicable a procesos
civiles, comerciales, de familia y agrarios, siendo
supletorio en los demás casos.
Así, el autor nos deja la reflexión en cuanto la
tarea de nuestros tiempos, la cual consiste en
llevar a nuestra cultura y su población a la
comprensión de la necesidad de protección de los
derechos fundamentales en materia penal y en el
actuar procesal.

De la Constitución de 1991, dice que fue más

democrática, sin sesgos políticos en su
construcción (diferencia de las predecesoras). En
material procesal se dieron avances en la
regulación de la igualdad y el debido proceso. En
cuanto a lo penal se crea la Fiscalía.

Frente a los tratados internacionales, el autor

menciona que el país poseía un notable
aislamiento jurídico, por lo cual recurre
exclusivamente a la norma legal interna y no
existía una cultura jurídica, ni política de respeto