RolePlayingSemana 5

 
 

Buenas y malas prácticas en la aplicación del Debriefing

El objetivo del segundo role playing de esta semana es escenificar cuál es el modo
adecuado de aplicar a técnica del debriefing. Esta técnica permite que las personas
involucradas en una emergencia expresen verbalmente su angustia y comprendan sus
propias reacciones de estrés, de tal modo que no se refuerce en ellas una
interpretación equivocada sobre el evento.

Para ello veremos qué se debe hacer en cada fase y cómo ayudar a los participantes a
realizar los diferentes ejercicios.

1. Presentación y setting

En esta fase es importante presentarnos y hablar de forma muy clara y en un lenguaje

adaptado al grupo con el que estemos trabajando.

Además de la presentación que se observa en el vídeo, otra forma correcta de

empezar una sesión sería:

"Soy (nombre de la persona que lleva la sesión y de los colaboradores).

Mi función durante esta reunión es la de guiarles a Ustedes y la de mis colaboradores
la de asistirles, si se encuentran mal.

Este procedimiento ha sido empleado con personas víctimas de un eventos similares

al que Ustedes han experimentado. Participar en él ha sido de mucha utilidad para
estas personas. Por medio de su participación podremos compartir algunas
sensaciones y estados de ánimo que nunca antes habíamos experimentado. Así nos
daremos cuenta de que ciertas impresiones y estados de ánimo también son
compartidas por otras personas y, por lo tanto, son normales. Este intercambio de
impresiones y de estados de ánimo les ayudará a reconocer ideas cargadas de
emotividad que a la larga podrán controlar."

Se recordarán brevemente los objetivos de la técnica y se conectará con otras

técnicas previas que hayan realizado (si así fuera).

Se explicará con exactitud en qué consiste la técnica y cómo se realiza, pese a que
después, en cada ejercicio se explicite qué deben hacer. También se aclararán los
límites y las cláusulas de confidencialidad.

Finalmente existen una serie de normas que debemos recordar a los participantes
antes de empezar la sesión:

• Se debe escuchar en silencio y sin interrumpir, esperando su turno.

• Nadie está obligado a hablar si no lo desea.
• Todo lo que se diga o se vea durante la reunión quedará en secreto dentro del
grupo.
• Evitar reproches, críticas o juicios entre los participantes.
• Se debe hablar solo de sus experiencias y reacciones personales y no la de otros.
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• Se advierte que durante la reunión, alguno de los participantes pueda sentirse mal.
• Se advierte que si alguien sufre alguna crisis profunda de ansiedad, podrá retirarse
del grupo y que una persona del equipo se quedará con ella acompañándolo
• Se enfatiza el hecho de que la sesión se realizará sin interrupciones y que por lo
tanto, quienes quieran ir al baño que lo hagan de inmediato.

2. Fase de hechos: relato de los participantes

Cada uno de los participantes es invitado a narrar cómo fue el día del suceso,
centrándose en qué hizo, desde unos momentos antes que empezase todo hasta que
acabó y ya cada uno/a encontraban en un lugar seguro.

Se consigue construir un relato completo de lo sucedido, lo que permite tener la

sensación de una organización cognitiva.

Uno de los objetivos principales de la sesión de debriefing es la de suministrar a las

personas involucradas la posibilidad de razonar y ver objetivamente los hechos, en
lugar de sentirse dominado por ellos.

Se favorece la compresión del acontecimiento, se construye una imagen global del

acontecimiento traumático con la ayuda de todos los componentes.

Es importante recordar que en esta fase sólo se explicarán los hechos, no los
pensamientos ni las emociones.

3. Fase de hechos: reconducción del relato

Cuando explicamos un recuerdo o algo que nos ha pasado es muy complicado

separar lo que hemos hecho de lo hemos sentido o pensado. Estamos acostumbrados
a hacer relatos completos, entrelazando estos elementos. Por eso, y más en
situaciones de alta emocionalidad, puede haber personas que les cueste llevar a cabo
estos ejercicios.

Es muy importante que, aunque intentemos que la ejecución sea la mejor posible,
cuando haya que reconducir el relato o recordar en qué fase nos encontramos, los
participantes no se sienten cuestionados, corregidos o atacados.

Es crucial realizar una escucha activa y simplemente reconducir el relato cuando

derive en una explicación completa.

Se puede usar preguntas como:

• ¿Y qué pasó/sucedió entonces?

• ¿Y qué hiciste después?
• ¿Qué es lo siguiente que recuerdas que pasó?
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4. Fase pensamientos: retomar la sesión después de una salida

Hay veces en que para alguno de los participantes escuchar las distintas
intervenciones es demasiado intenso y, por eso, necesita salir de la sala en que
estamos trabajando. Esto puede pasar en mitad del relato de otro compañero.

En esos casos, con calma y tranquilidad, esperar a que la persona acabe de salir y
también lo haga nuestro colaborador e indicarle a la persona que hablaba que prosiga
con su relato.

También podemos introducirle a lo que estaba diciendo: “nos estabas diciendo que el
transporte llegaba tarde, ¿qué pensaste en ese momento?”

5. Cierre

En esta fase la persona que está conduciendo la sesión agradece la participación y a

modo de síntesis resume las reacciones principales que hayan surgido en la sesión
(en el vídeo es un poco diferente debido a que es una simulación).

Es importante resaltar el hecho de que este tipo de reacciones son normales y

comprensibles cuando nos enfrentamos a eventos anormales. El conductor/moderador
debe además mencionar todos los síntomas posibles que podrían presentarse en los
días o semanas siguientes y recalcar que estos son síntomas normales que se espera
disminuyan después de un tiempo.

Esto les permite a los miembros del grupo crear expectativas y formular algunas
estrategias de afrontamiento.

Parte de la labor del conductor en esta fase es la de enseñar técnicas de

afrontamiento al estrés, motivar hacia modelos de comportamiento saludable como
sueño, alimentación, descanso, actividad física, evitar alcohol o sustancias nocivas
para la salud.

En esta fase se puede también motivar al grupo para que hable sobre sus proyectos
futuros y sus estrategias de afrontamiento. Es la última oportunidad para aclarar
cualquier aspecto, responder a preguntas o interrogantes, hacer las conclusiones y
reinsertar nuevamente al grupo a sus funciones normales.

Se debe motivar a los participantes a que conserven la cohesión del grupo y que se
mantengan en contacto con el equipo que ha conducido la sesión y acudir a él en caso
necesario.

También es importante dejarnos conectados con la red de salud pública en caso de

que algún síntoma no remitiese en el tiempo esperado.