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Reporte de Lectura

“AURA”
JESUA SARMIENTO SARMIENTO
Cuando me dijeron que tenía que leer “Aura” de Carlos Fuentes no sabía que esperar. Por un
lado, creía que se trataba de otra novela monótona y poco dinámica que al cabo de unas páginas
me terminaría aburriendo, pero también tenía un poco de esperanza de que se tratara de una obra
interesante, lo suficiente como para leerla las próximas semanas. En cuanto conseguí la obra
quise averiguar si valía la pena leerla, así que me apresuré a leer la primera parte que decía:

Lees ese anuncio: una oferta de esa naturaleza no se hace todos los días. Lees y
relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie más. Distraído, dejas que la ceniza del
cigarro caiga dentro de la taza de té que has estado bebiendo en ese cafetín sucio y
barato. (Paz,1962, p.4)

Apenas termine de leer esas líneas me di cuenta que esta no sería una novela como las otras que
había leído. La peculiar forma de narración, en segunda persona, hizo que la curiosidad me
atrapara. Como lo había mencionado, la forma de narrar fue lo primero que me atrapó. Me hacía
sentir como si yo fuera Felipe Montero, pude sentir como tenía las monedas de cobre en mis
bolsillos y el olor a cigarro que desprendía el señor montero. Para aumentar esta experiencia
inmersiva me encontré con las increíbles descripciones espaciales que escribió Carlos Fuentes. A
veces parecía que estaba paseando por la vieja casa de la señora Llorente, de momentos
olvidando que estaba leyendo mientras en mi imaginación percibía el aroma húmedo que
inundaba la casa.

Estamos acostumbrados a que en el transcurso de una novela a película se vayan dando pequeñas
explicaciones a las acciones de los personajes. Sin embargo, la toda la historia nos deja mucho
que pensar. Mi conjetura de los sucesos de la novela es la siguiente:

Para el presente narrativo de la novela la señora Consuelo tenía 109 años, ella menciono que su
esposo había muerto 60 años atrás por lo que vivía sola. Al tener una edad tan avanzada lo único
que deseaba era volver a ver a su esposo el general Llorente. En su juventud la señora Llorente
había experimentado con la brujería con el fin de mantenerse joven, pero al parecer sus intentos
habían fracasado. Imagino que después de la muerte de su esposo ella siguió practicando sus
hechizos hasta que consiguió crear una representación física de ella: Aura. El único problema era
que la anciana no tenía la suficiente fuerza para mantener el vínculo entre ella y su creación. Tres
días fueron los que Aura permaneció con vida gracias a la señora Consuelo. Aura sirvió como
señuelo para convencer a Felipe de quedarse a vivir con ellas y así poder culminar su plan. Aura
era el títere de la señora Llorente, por eso cada que estaban juntas se movían en sincronía,
también explica que la anciana estaba cortando un “carnero de aire”, al igual que Aura, sólo que
Aura hacia lo mismo, pero con un carnero real.

Con respecto a Felipe, no sé cuál sea su origen, en ningún momento se hace mención de éste.
Podría ser que Felipe fuera la reencarnación del General Llorente, quizás también producto de la
anciana. Lo que yo creo es que Felipe Montero tuvo la buena o mala suerte de perecerse al
General, por eso sentía que el anuncio estaba dirigido a él, cuando en realidad cumplía con el
perfil para formar parte del hechizo que la señora Llorente tenía preparado.

La última parte del penúltimo capítulo, para mí fue la más emocionante por un instante pensé que
ese sería el final. Hasta ese momento pensé que Aura y la señora Consuelo eran dos personas
distintas que solo se habían aprovechado de Felipe para algún tipo de ritual Algún ritual para
mantenerse jóvenes o algo por el estilo. Creo que fue la parte más tétrica de la historia, solo con
la imaginación y ayuda de las descripciones de Carlos Fuentes creé un ambiente misterioso. El
carnero, las velas, el cristo, la oscuridad de la habitación lograron una experiencia muy
interesante. Es curioso como involuntariamente te dejas llevar por las palabras, haciéndote soñar
despierto hasta que te das cuenta que el capítulo ha terminado. La emoción que provoco aquel
capitulo fue tan fuerte que sentí el resto de la novela un poco plano, en comparación. Aun así, el
final no deja de sorprender. Aura resulto ser una versión Joven de la señora Consuelo, producto
de un montón de ritos y hechizos.

“Volverá, Felipe, la traeremos juntos. Deja que recupere fuerzas y la hare regresar.” (Fuentes,
1962, p. 49) es lo último que se menciona en la novela, como avecinando que la historia se
repetirte una y otra vez hasta que la señora Llorente se quede sin fuerza. Lejos de darnos un
porqué nos genera más interrogantes. Cuando creí haber comprendido la novela vuelvo a leer
algunas partes y me doy cuenta que aún hay muchos cabos por atar. Puede haber muchas
explicaciones, pero al final nunca sabremos si estábamos en lo correcto, solo el autor sabe la
explicación a todos los hechos desarrollados en la novela, tal vez ésa explicación sea lo último
que se nos haya ocurrido.
Bibliografía
Fuentes, C. (1962). Aura. Recuperado de
http://brasilia.cervantes.es/imagenes/file/biblioteca/pdf/carlos_fuentes_aura.pdf

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