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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación


Universidad Nacional Experimental De Lara Martín Luther King
“Consejo Alma Mater”

Estructura del átomo y sus


elementos

Unidad Curricular Nombre


Química Greixis Alvarado
Profesor Alejandro Piña C.I 30.928.123
Sección 1002

Barquisimeto 01 de diciembre de 2020


Estructura de un átomo

La base de todo lo relacionado con la energía nuclear radica en el átomo, puesto que la
tecnología nuclear se basa en el aprovechamiento de la energía interna contenida en los  átomos.
Por este motivo, para entender cómo se producen las reacciones nucleares ( fisión nuclear o fusión
nuclear) conviene comprender como está estructurado un átomo. Un átomo es la unidad
constituyente más pequeña de la materia ordinaria que tiene las propiedades de un elemento
químico.
El átomo está compuesto por un núcleo y uno o más electrones ligados al núcleo. El núcleo
está hecho de uno o más protones y, típicamente, un número similar de neutrones;
los protones y neutrones se denominan nucleones. Los protones del núcleo atómico están unidos
por unos enlaces muy fuertes en los cuales al romperse o generarse se genera una gran cantidad de
energía. La energía nuclear se basa en la creación o rotura de estos enlaces.
¿Qué es un neutrón?
Un neutrón es una partícula subatómica que forma parte del átomo (junto con el protón y
el electrón). Los neutrones y los protones forman el núcleo atómico. Los neutrones no tienen carga
eléctrica neta, a diferencia del protón que tiene carga eléctrica positiva.
¿Qué es el núcleo atómico?
El núcleo atómico es la pequeña parte central del átomo, con carga eléctrica positiva y en la
que se concentra la mayor parte de la masa del átomo. Las principales partículas subatómicas de los
núcleos de los átomos son los protones y los neutrones o los nucleones (excepto los núcleos de
hidrógeno que contienen únicamente un protón).
¿Qué es un electrón?
Un electrón es una partícula elemental estable cargada negativamente. Junto con
los neutrones y protones es una de las tres sub partículas que componen un átomo. Por este motivo
también se la puede definir como una partícula subatómica. Forma parte del grupo de los leptones.
Pueden aparecer en estado libre (sin estar unidos a ningún átomo) o atados al núcleo de un átomo.
Para la medición de este tipo de partículas a menudo se utiliza la trampa de Penning. Existen
electrones en los átomos en capas esféricas de diversos radios. Estas capas esféricas representan
los niveles de energía. Cuanto más grande sea el caparazón esférico, mayor será la energía
contenida en esta partícula elemental.
Elemento químico
Un elemento químico es átomo. En su forma más simple, posee un número determinado
de protones en su núcleo, haciéndolo pertenecer a una categoría única clasificada por su número
atómico, aun cuando este pueda desplegar distintas masas atómicas.
Es un átomo con moléculas, aquella sustancia que no puede ser descompuesta mediante
una reacción química, en otras más simples. Pueden existir dos átomos de un mismo elemento con
características distintas y, en el caso de que estos posean número másico distinto, pertenecen al
mismo elemento pero en lo que se conoce como uno de sus isótopos. También es importante
diferenciar entre los «elementos químicos» de una sustancia simple. Los elementos se encuentran
en la tabla periódica de los elementos.

Sustancia inorgánica
Se denomina sustancia inorgánica a toda sustancia que carece de átomos de carbono en su
composición química, con algunas excepciones. Un ejemplo de sustancia inorgánica es el ácido
sulfúrico o el cloruro de sodio. De estos compuestos trata la química inorgánica. En biología, el
concepto de inorgánico y orgánico es muy importante y de vital importancia en temas como
la nutrición de los organismos autótrofos. Estos organismos solo utilizan sustancias inorgánicas
del medio (agua, sales minerales y dióxido de carbono) para su nutrición.
Algunos compuestos inorgánicos de uso común son:
 El agua (H2O). A pesar de ser tan abundante en el mundo y de ser indispensable para
la vida, el agua es una sustancia inorgánica. Esta sustancia es líquida a temperatura normal
(25 ºC) y sólida cuando es enfriada por debajo de 0º C. Por otro lado, cuando es sometida a
temperaturas superiores a 100 ºC se transforma en vapor.
 Cloruro de sodio (NaCl). Es la sal común que usamos para comer. Se compone de un átomo
de sodio y otro de cloro, y se encuentra abundantemente en la corteza terrestre, sobre todo
disuelta en las aguas del mar.
 Amoníaco (NH3). Es una molécula inorgánica compuesta por hidrógeno y nitrógeno. Esta
sustancia es excretada junto con otras (como la urea) como desecho del metabolismo de
diversos seres vivientes. Por lo general, se presenta en forma gaseosa y tiene un
característico olor desagradable.
 Dióxido de carbono (CO2). Es un gas compuesto por carbono y oxígeno. Es sumamente
abundante en nuestra atmósfera ya que diversos procesos metabólicos lo expulsan como
subproducto, por ejemplo, la respiración animal, la fermentación, etc. Es, al mismo tiempo, el
insumo elemental para realizar la fotosíntesis de las plantas.
 Óxido de calcio (CaO). También llamada “cal viva”, es ampliamente empleada en la
construcción. Se obtiene mediante calcinación de rocas calizas o dolomías, ricas en fuentes
de calcio mineral.
¿Qué son los enlaces químicos?
Para comprender cómo la materia se estructura es básico entender que hay unas
unidades básicas llamadas átomos. A partir de ahí, la materia se organiza combinando estos
átomos gracias a uniones que se establecen gracias a los enlaces químicos. Los átomos
están compuestos por un núcleo y unos electrones que orbitan a su alrededor, teniendo
cargas opuestas. Los electrones por lo tanto se ven repelidos entre ellos, pero experimentan
atracción hacia el núcleo de su átomo e incluso los de otros átomos.
Enlaces intramoleculares
Para realizar enlaces intramoleculares el concepto básico que tenemos que tener presente
es que los átomos comparten electrones. Cuando los átomos lo hacen se produce una unión
que les permite establecer una nueva estabilidad, siempre teniendo en consideración la
carga eléctrica.
A continuación te mostramos cuáles son los diferentes tipos de enlaces intramoleculares
mediante los cuales se organiza la materia que existen.
Enlace iónico
En el enlace iónico se une un componente con poca electronegatividad con uno que tiene mucha.
Un ejemplo típico de este tipo de unión es la sal común de cocina o cloruro de sodio, que se escribe
NaCl. La electronegatividad del cloruro (Cl) hace que captura fácilmente un electrón del sodio (Na).
Este tipo de atracción da lugar a compuestos estables mediante esta unión electroquímica. Las
propiedades de este tipo de compuestos por lo general son altos puntos de fusión, buena
conducción a la electricidad, cristalización al disminuir la temperatura y alta solubilidad en agua.
2. Enlace covalente puro
El enlace covalente puro es un enlace de dos átomos con el mismo valor de
electronegatividad. Por ejemplo, cuando dos átomos de oxígeno pueden formar un enlace covalente
(O2), compartiendo dos pares de electrones.
Gráficamente se representa la nueva molécula con un guión que une los dos átomos y que
indica los cuatro electrones en común: O-O. Para otras moléculas los electrones compartidos
pueden ser otra cantidad. Por ejemplo, dos átomos de cloro (Cl2; Cl-Cl) comparten dos electrones.
Enlace covalente polar
En los enlaces covalentes polares la unión ya no es simétrica. La asimetría viene
representada por la unión de dos átomos de diferente tipología. Por ejemplo, una molécula de ácido
clorhídrico.
Representada como HCl, la molécula de ácido clorhídrico contiene hidrógeno (H), con
electronegatividad de 2.2, y cloro (Cl), con electronegatividad de 3. La diferencia de
electronegatividad es por lo tanto de 0.8. De este modo, los dos átomos comparten un electrón y
alcanzan la estabilidad a través del enlace covalente, pero la brecha electrónica no se comparte de
manera equitativa entre los dos átomos.
Enlace dativo
En el caso de los enlaces dativos los dos átomos no se comparten los electrones. La
asimetría es tal que el balance de electrones es de uno entero dado por uno de los átomos al otro.
Los dos electrones responsables del enlace van a cargo de uno de los átomos, mientras que el otro
reorganiza su configuración electrónica para acomodarlos.
Es un tipo particular de enlace covalente llamado dativo, ya que los dos electrones involucrados
en el enlace provienen sólo de uno de los dos átomos. Por ejemplo, el azufre puede unirse al
oxígeno mediante un enlace dativo. El enlace dativo se puede representar con una flecha, desde el
donante hasta el aceptor: S-O.
Enlace metálico
El enlace metálico hace referencia al que se puede establecer en átomos de metal, como
por ejemplo el hierro, el cobre o el zinc. En estos casos la estructura que se forma se organiza como
una red de átomos ionizados inmersos positivamente en un "mar" de electrones.
Esta es una característica fundamental de los metales y la causa de que sean tan buenos
conductores eléctricos. La fuerza atractiva que se establece en el enlace metálico entre iones y
electrones es siempre de átomos con la misma naturaleza.
Enlaces intermoleculares
Los enlaces intermoleculares son fundamentales para la existencia de estados líquidos y
sólidos. Si no hubiera fuerzas para mantener las moléculas juntas, solo existiría el estado gaseoso.
De este modo, los enlaces intermoleculares son también responsables de los cambios en el estado.
Fuerzas de Van Der Waals
Las fuerzas de Van Der Waals se establece entre las moléculas no polares y que muestran
cargas eléctricas neutras, como por ejemplo N2 o H2. Se trata de formacioes momentáneas de
dipolos dentro de las moléculas debido a las fluctuaciones de la nube de electrones alrededor de la
molécula.
Esto crea temporalmente diferencias de carga (que en cambio, en moléculas polares son
constantes, como en el caso del HCl). Estas fuerzas son responsables de las transiciones de estado
de este tipo de molécula.
Interacciones dipolo-dipolo.
Este tipo de enlaces aparecen cuando existen dos átomos enlazados fuertemente, como en
el caso del HCl por un enlace covalente polar. Al haber dos partes de la molécula con diferencia en
electronegatividad, cada dipolo (los dos polos de la molécula) va a interaccionar con el dipolo de otra
molécula. Se crea así una red de en base a interacciones dipolo, haciendo que la sustancia adquiera
otras propiedades físico-químicas. Estas sustancias tienen más altos puntos de fusión y de ebullición
que las moléculas apolares.
Enlace de hidrógeno
El enlace de hidrógeno es un tipo particular de interacción dipolo-dipolo. Se produce cuando
los átomos de hidrógeno están unidos a átomos fuertemente electronegativos, como en el caso de
los átomos de oxígeno, flúor o nitrógeno.
En estos casos se crea una carga parcial positiva en el hidrógeno y una carga negativa en el
átomo electronegativo. Al estar una molécula como la del ácido fluorhídrico (HF) fuertemente
polarizada, en vez de haber atracción entre moléculas de HF, la atracción está centrada en los
átomos que las componen. Así, los átomos de H pertenecientes a una molécula de HF crean un
enlace con los átomos de F pertenecientes a otra molécula.
Este tipo de enlaces son muy fuertes y hacen que los puntos de fusión y ebullición de las
sustancias sea aún más alto (por ejemplo, el HF tiene una temperatura de ebullición y de fusión más
alto que el HCl). El agua (H2O) es otra de estas sustancias, por eso se explica su alto punto de
ebullición (100 °C).
Enlace dipolo instantáneo a dipolo inducido
Los enlaces dipolo instantáneo a dipolo inducido se producen a causa de alteraciones en la
nube electrónica alrededor de un átomo. A causa de situaciones anormales un átomo puede estar
desbalanceado, con los electrones orientados en un lado. Esto supone cargas negativas en un lado
y positivas en el otro.
Esta carga ligeramente desbalanceada es capaz de tener un efecto en los electrones de los
átomos vecinos. Estas interacciones son débiles y oblicuas, y generalmente dura unos instantes
antes de que los átomos tengan algún nuevo movimiento y se rebalancee la carga del conjunto de
ellos.
El agua es una sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno
de oxígeno (H2O).2 El término agua, generalmente, se refiere a la sustancia en su estado líquido,
aunque esta puede hallarse en su forma sólida, llamada hielo, y en su forma gaseosa,
denominada vapor.
Las disoluciones son mezclas homogéneas de dos o más sustancias, es decir, mezclas
cuyos componentes no se pueden distinguir a simple vista. Siempre que se está en presencia de
una mezcla homogénea, esta recibe el nombre de disolución. Son mezclas íntimas a escala
molecular porque en el proceso de formación de la mezcla las interacciones se producen entre iones
y moléculas individuales o entre moléculas de cada uno de los componentes.
Las disoluciones
En una disolución, el o los componentes que se encuentran en menor cantidad se
llaman soluto, y el componente que se halla en mayor proporción en la mezcla se
denomina solvente o, mejor dicho, disolvente. En este tipo de mezclas, el soluto se distribuye
uniformemente por todo el volumen de la disolución, con lo que se forma un sistema homogéneo. En
las mezclas heterogéneas los componentes se pueden observar a simple vista, lo que significa que
estos no están distribuidos uniformemente en la mezcla.
¿Cómo se clasifican las disoluciones? Las disoluciones se pueden clasificar según el estado
de agregación de sus componentes, donde encontramos disoluciones sólidas, líquidas y gaseosas.
El estado de agregación de la disolución resultante es el estado que tiene el disolvente.
Disoluciones sólidas
Las sustancias sólidas también pueden mezclarse de manera homogénea. Es así como
podemos encontrar tres tipos de disoluciones sólidas: las aleaciones, las amalgamas y el vidrio.
Revisemos cada una de ellas.
Disoluciones líquidas
Las disoluciones líquidas provienen de la mezcla de solutos gaseosos, líquidos o sólidos con un
disolvente líquido. ¿Cuáles son las principales características de este tipo de disoluciones? A
continuación, te presentamos algunas.
 Son transparentes, es decir, la luz puede pasar a través de ellas, aunque muchas son
coloreadas.
 El tamaño de las partículas del soluto es tan pequeño que no se pueden ver a simple vista,
ni tampoco separar por filtración, ya que pasarían a través de los poros del papel filtro.
 Las partículas del soluto están distribuidas homogéneamente por todo el líquido disolvente y
no sedimentan.
Mezclas que no son disoluciones
Considerando las propiedades características de las disoluciones líquidas, resulta fácil
distinguirlas de otro tipo de mezclas líquidas, las heterogéneas, que no son disoluciones, como sí lo
son las suspensiones y algunas mezclas de líquidos. Veamos en qué consiste cada una de ellas.
Las suspensiones
Las suspensiones son mezclas heterogéneas formadas por una sustancia líquida
dispersante y sustancias sólidas poco solubles, las que están dispersas en todo el líquido. En este
tipo de mezclas no se habla de soluto y disolvente, sino que de la o las sustancias que se dispersan
y de la sustancia dispersante, respectivamente.
¿Qué es Reacción química?
La reacción química es la forma en que una sustancia reacciona frente a otra. En una
reacción química existen las sustancias que reaccionan, o sea las reactantes, y las sustancias
producidas, llamadas productos. Las reacciones químicas forman parte de las propiedades químicas
e indican su comportamiento frente a otras mezclas y sustancias en la formación de nuevos
productos.
En una reacción química se desencadena el proceso de ruptura de enlaces químicos
creando espontáneamente, o por manipulación, una nueva ecuación o sustancia química. Por lo
tanto, en una reacción química se deben juntar, mezclar o manipular las sustancias reactantes para
la creación de productos químicos. Dentro del área de la química orgánica que estudia las
estructuras basadas en moléculas de carbono, en la fotosíntesis de las plantas, por ejemplo, existe
una reacción química que transforma el dióxido de carbono absorbido por la clorofila de las hojas de
las plantas en oxígeno.
Tipos de reacciones químicas
Existen en el campo de la química inorgánica cuatro tipos de reacciones químicas:
1. Reacciones de síntesis o adición: los reactivos se juntan formando un producto (A + B = AB)
2. Reacciones de análisis o descomposición: un reactivo forma varios productos (AB = A + B)
3. Reacciones de desplazamiento: también llamada de sustitución simple, uno de los reactivos
se desplaza hacia el más fuerte creando un producto (AB + C = A + BC)
4. Reacciones de doble sustitución: los reactivos son sustancias compuestas, por lo tanto,
cuando se mezclan se convierten en la mezcla no de dos sino de cuatro reactivos. La forma
en que se asocian unas con las otras dependerá de sus propiedades químicas y de
reacción. (AB + CD = AD + CB)
Es importante mencionar que las reacciones químicas modifican las propiedades químicas y no
las físicas, por lo tanto, sus cambios en las estructuras pueden ser irreversibles, dependiendo de las
propiedades de la sustancia en cuestión.
El equilibrio químico es un estado de un sistema reaccionante en el que no se observan
cambios en cierto intervalo de tiempo, a pesar de que siguen reaccionando entre sí las
sustancias presentes. El equilibrio químico se establece cuando existen dos reacciones
opuestas que tienen lugar simultáneamente a la misma velocidad.

Velocidad de reacción

(1)

Donde:
Vd (velocidad directa), es la velocidad de formación de los productos.
Vi (velocidad inversa), es la velocidad de descomposición de los productos.

En un sistema en equilibrio, se dice que se encuentra desplazado hacia la derecha si hay


mayor cantidad de productos presentes que
de reactivos y se encuentra desplazado a la
izquierda cuando exista mayor cantidad de
reactivos que de productos.
NOCIONES DE QUÍMICA ORGÁNICA

La Química Orgánica es la Química del Carbono. Por compuestos orgánicos entendemos


los compuestos del carbono, excepto los óxidos CO y CO2 y los carbonatos que se estudian como
compuestos inorgánicos desde siempre. Es también los compuestos derivados del petróleo, del
carbón, y los preparados sintéticamente en el laboratorio.

El número de compuestos orgánicos conocidos (varios millones en la actualidad) es muy


superior al de compuestos inorgánicos, a pesar de ser tan pocos los elementos que entran en su
composición. La razón de este hecho hay que buscarla en la capacidad que presenta el carbono
para combinarse fácilmente consigo mismo y con otros elementos mediante enlaces covalentes.
La química orgánica es la rama de la química que estudia una clase numerosa de moléculas que en
su gran mayoría contienen carbono formando enlaces covalentes: carbono-carbono o carbono-
hidrógeno y otros heterotermos, también conocidos como compuestos orgánicos. Debido a la
omnipresencia del carbono en los compuestos que esta rama de la química estudia, esta disciplina
también es llamada química del carbono.

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