Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
¿Cuál es el fondo del debate? ¿Quién tiene la razón? Un análisis de los argumentos que se
han formulado en contra y a favor de las uniones homosexuales en Estados Unidos y en
Colombia.
Los defensores del matrimonio gay acuden al liberalismo y al constitucionalismo como base de
su estrategia para obtener acceso, en iguales condiciones, a los derechos de que disfrutan las
parejas heterosexuales.
Los opositores enfrentan la democracia de las mayorías al liberalismo, y sostienen que conceder
igualdad a los homosexuales llevaría a un exceso en los derechos de las minorías. Si analizamos
con detenimiento su retórica, se verá que pretenden señalar el matrimonio gay como parte de una
conspiración mundial que busca acabar con las tradiciones y con el derecho de las mayorías a
imponer su moral sobre las minorías.
I. La retórica liberal
Las comunidades gay de Estados Unidos han luchado para obtener un tratamiento igual, de modo
que no se vean discriminadas por el sólo hecho de su identidad sexual. La lucha se ha dado en
diversos frentes, pero el más importante ha sido el de la descriminalización de prácticas que
forman parte de la vida íntima.
La Corte de ese Estado, al igual que la de Alaska, encontró que de lo que se trataba no era del
derecho a la conservación de la institución del matrimonio, sino de la protección del derecho de
cada persona a escoger su compañero/a independientemente de su sexo. En esto es importante
señalar que lo que buscaban las parejas del mismo sexo no era la protección de un privilegio sino
el acceso en condiciones de igualdad a un derecho.
La derecha responde
La respuesta a las decisiones liberales de las Cortes ha sido la de acudir a las mayorías para de
ese modo modificar el texto constitucional, dándoles a ellas la facultad de imponer su visión al
final del debate.
Recientemente en California se aprobó por ley la prohibición del matrimonio gay, luego de que
la Corte Suprema del Estado encontrara que era constitucional. El gobierno republicano de
Arnold Schwarzenegger promovió la “Proposición Número 8” para lograr la prohibición de ese
tipo de enlaces. La proposición fue aprobada y el matrimonio gay quedó prohibido. Sin embargo
un juez federal encontró que con ella se violaba la Constitución de Estados Unidos. De modo que
desde el pasado 4 de agosto el matrimonio entre personas del mismo sexo es nuevamente legal
en California. Sin embargo la Corte Suprema de Justicia decidió suspender esta decisión
mientras estudia la apelación interpuesta en contra de la decisión del juez federal.
III. En Colombia
1.- Se trata de un acto inmoral. Este argumento se basa en una concepción que une democracia
y moralidad por encima de los derechos de las minorías. De acuerdo con los opositores esto
significa que dado que la mayoría de los colombianos es católica no es posible conceder
derechos iguales a las parejas del mismo sexo.
Quienes esgrimen este argumento no aportan razones y sólo acuden a una distorsión de las
prácticas de los homosexuales con el fin de asociarlos con crímenes como el abuso de menores.
Aún en el evento de que la homosexualidad fuera inmoral desde un punto de vista católico (algo
que tampoco ha sido demostrado), debe recordarse que nuestra Constitución no protege morales
religiosas sino la moral civil que corresponde a todos y a todas, protección que pasa por el
respeto a los derechos de las minorías.
Este argumento fue esgrimido en la discusión para revisar la decisión de la Corte Suprema de
Massachusetts en 2003 y años atrás en Hawaii para reformar la Constitución y proteger los
derechos de la mayoría indígena. Los opositores a los derechos de las parejas del mismo sexo
arguyeron en Hawaii que se trataba de la actitud de una minoría blanca y gay que quería imponer
su punto de vista a las mayorías de la isla.
La retórica de los opositores busca que las mayorías sean tratadas como mayorías oprimidas, de
modo que la conciliación entre democracia y liberalismo se dé a través de la protección de los
derechos de las mayorías en contra de los “abusos” de las minorías.
En Colombia este argumento se ha usado en algunos periódicos para mostrar que los Estados
Unidos y las comunidades gays están dirigiendo una conspiración global en contra de los
heterosexuales colombianos.
Basta decir que uno de los resultados del liberalismo es precisamente la protección de los
individuos como individuos y por tanto la protección de sus derechos en contra de prácticas
religiosas que puedan resultar opresivas.
Conclusión
a. Si la Constitución tiene una base liberal que protege los derechos de todos los ciudadanos e
incluso los de las minorías, ¿qué es lo que justifica que un grupo de personas sea tratado de
manera diferente sólo por el hecho de su identidad sexual?
b. ¿Qué justifica que la concepción moral de la mayoría –suponiendo que esa mayoría realmente
exista− se imponga sobre las minorías? ¿Esto significa que la mayoría católica colombiana puede
prohibir otras religiones y creencias por el sólo hecho de constituir mayoría?
c. Si nuestra Constitución se basa en la tradición liberal –con los elementos sociales con los que
cuenta todavía−, ¿qué es lo que justifica que una concepción religiosa tradicionalista (por
ejemplo, el matrimonio como institución) se imponga por encima de la libertad de contratar a
que tienen derecho todos los habitantes del territorio colombiano?
Lo religioso y lo civil
No parece existir ningún argumento a favor de la limitación a los derechos de parejas del mismo
sexo. Moral mayoritaria, tradición y, mucho menos, homofobia, no pueden considerarse como
razones válidas para privar de derechos a un grupo de personas fundamentándose exclusivamente
en su identidad sexual.
Al privar a las parejas del mismo sexo de su derecho a un trato igual al de las parejas
heterosexuales se les está discriminando. La unión civil e inclusive el matrimonio son contratos a
los cuales tienen y deben tener acceso las parejas del mismo sexo.