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Lecciones Aprendidas Covid-19

La aparición de una pandemia como el COVID-19 es una bomba; La especie


todopoderosa que parecía haber doblegado las fuerzas de la naturaleza, destruyendo
especies y hábitats, así como prolongando crecientemente su esperanza de vida, se ve
amenazada en su dimensión biológica. Se trata de una crisis sanitaria sin magnitudes
por la escala y velocidad de su propagación y sus consecuencias potenciales sobre la
salud de la población mundial.

Nuestro país enfrenta este fenómeno en el contexto de la preexistencia de una crisis


económica, social y sanitaria vinculada a la sobrecarga del endeudamiento
internacional del país. Ya estábamos en crisis. La expansión de la pandemia le agregó
un nuevo ámbito central para su desarrollo: el sanitario. Además, potenció los
desequilibrios preexistentes. En primer lugar, nuestra situación de extrema
vulnerabilidad fue rápidamente afectada por la volatilidad e inestabilidad de los
mercados globales ante la pandemia. En segundo lugar, las políticas y medidas para
ralentizar el contagio y evitar un descalabro completo del sistema de salud,
alimentaron en el corto plazo diversas tensiones económicas y sociales.

Entiendo que el sistema de Salud Dominicano no estaba preparado para esta


pandemia, ya que, a diferencia de otras crisis de la Republica Dominicana reciente,
esta transcurre con las calles vacías y con un gobierno que ejerce la conducción del
Estado con amplia legitimidad. La difícil herencia que dejó el gobierno de Danilo
Medina era hasta hace poco el principal desafío del gobierno de Luis Abinader, que
asumió hace menos de 100 días. En unas semanas tuvo que cambiar el eje de su
gobierno desde la reestructuración de la deuda a enfrentar la pandemia y, en ese
renovado marco, atender la cuestión social.

El impacto y la expansión del COVID-19 hacia todos los rincones del mundo y los
efectos que permanecerán en el corto y mediano plazo, son materia ineludible hoy
para pensar en cómo construimos nuestro futuro.

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