La educación superior de la UPC en tiempos de pandemia
El coronavirus (covid-19) es una gran familia de virus que causan enfermedades
que van desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. El covid-19 fue detectado por primera vez en China en diciembre del 2019 y, desde entonces se ha extendido por todas las regiones del mundo. Cuando el coronavirus llega a Colombia el presidente empieza a tomar medidas sanitarias que deberían hacerse preventivamente para evitar la propagación de este virus. Una de sus medidas fue cerrar Universidades y colegios. El coronavirus está cambiando instantáneamente la forma en que se imparte la educación, ya que la escuela y el hogar, ahora se convierten en el mismo lugar tras las necesarias regulaciones efectuadas. Desde el punto de vista como estudiante de la UPC está ha sabido manejar está medida preventiva teniendo como siempre sus pro y sus contra. La universidad popular del cesar, así como muchas decidió tomar las debidas precauciones para enfrentar la pandemia, en este caso lo primero que realizó, fue acatar la norma del aislamiento preventivo obligatorio y suspender las clases presenciales para empezar a darlas de manera virtual En nuestro caso, como estudiantes de la escuela básica de perfeccionamiento o pre universitario, hemos desarrollado las clases, implementado el uso de distintas aplicaciones para hacer videoconferencias, también para la realización de las actividades hemos usado el método de una aplicación o también hacer trabajos o ensayos en Word y usar el correo. A nivel general la universidad popular del cesar ha tenido un manejo favorable por parte de los maestros y la administración, a pesar de que este aislamiento fue algo imprevisto. La universidad planteo muchas estrategias virtuales para lograr no salir de casa y no perder las clases, por ejemplo: los estudiantes que tenían grado este semestre se les está entregando los diplomas en casa, también tenemos la venta de pines que es en línea y además la universidad está planteando nuevas estrategias para mejorar la calidad de aprendizaje, otra de las cosas positivas fue que se modificaron las oficinas de registro y control en la página de la universidad y así las podemos encontrar fácilmente, sabiendo que aquí se atiende desde la apertura del mortal hasta cualquier dificultad que se le presente a un estudiante. Hay que resaltar que al principio no todo fue tan fácil para los estudiantes ya que no estamos acostumbrado a otras actividades de aprendizaje, hubo estudiantes que no sabían manejar las plataformas para parciales, quizá y videoconferencias pero la universidad por medio de los profesores con el tiempo nos brindaron la suficiente información para que todos estuviéramos en la misma capacidad, también nos están enseñando a acostumbrarnos a la rutina de dar las clases de manera virtual, ya que se tiene previsto que el periodo de cuarenta se extienda. Hasta ahora la mayoría de las estrategias han funcionado, la rectora ha estado muy al pendiente de todo, igual que las partes administrativas y claramente los profesores. Por otra parte, aunque se evidencie que la universidad ha sido flexible con los métodos implementados por cada profesor, todavía existen alumnos que no han tenido la posibilidad de cumplir correctamente con lo establecido, ya que esto se le sale de las manos a todo el personal porque el fallo viene de las redes de wifi o de los pocos recursos que tenga el estudiante. Si nos vamos por el lado de las redes de wifi o internet suelen pasar 2 cosas: la primera se debe a que las redes en esta cuarentena han estado sobrecargadas porque todas las personas la han mantienen en un uso constante y en distintos dispositivos inteligente, aunque se sepa que está es una red de cobertura muy alta y que no debería tener fallos a la hora de su uso colectivo, no termina siendo así y como todo en la vida, esta no tiene excepción; lo segundo es que en nuestro país en distintas zonas o regiones aún no ha sido posible la llegada de estas redes o si llegan suelen ser muy inestables. También hay que decir sin desmeritar a nadie, que existen algunos estudiantes que lastimosamente en sus hogares no tienen los recursos suficientes como computadores, wifi o un celular capaz de almacenar la información necesaria para una clase o una videoconferencia. Esta nueva situación nos ha cogido ciertamente desprevenidos. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, o, para ser más exactos, que por bienes no venga. También sabemos los beneficios que la nueva realidad universitaria trae consigo. Así mismo entendemos estudiantes y profesores de una buena parte del mundo tratan de hacer su trabajo en un entorno virtual. Resulta curioso que lo que a nivel general venía siendo un recurso más, se haya convertido en el único medio para enseñar, aprender y evaluar. Lógicamente, el paso de la presencialidad a la virtualidad no es algo automático, ni sale gratis. Requiere una serie de cambios y una buena dosis de esfuerzo. No hay demasiada discusión al respecto acerca de las clases en línea y si alguien no quiere hacer nada es porque quiere hacer lo mismo que hacía antes con sus clases presenciales, pero lo que buscamos es acoplarnos a el interés propio buscando el beneficio para nuestro futuro. Lo más interesante, sin embargo, es que la virtualidad ha venido a ser un acicate para hacernos pensar que otra formación universitaria es posible, una suerte de estímulo para idear algo diferente de lo que ya teníamos. Sí, las adaptaciones y cambios que hoy se proponen brotan de discursos universitarios que vislumbran un futuro y no todos eso que imaginamos son iguales. Algunos estudiantes, sobre todo muchos profesores, hemos conocido la diferencia entre lo síncrono y lo asíncrono, un módem y un rúter, un programa y una aplicación, y tantas otras cosas. Sí, muchos consideramos que esta nueva situación nos ha dado la oportunidad de realizar algo así como un curso avanzado en nuevas tecnologías. Ciertamente, es una ganancia aprender ese tipo de cuestiones, ayudan a ponerse al día, y sobre todo, animan al estudiante, seguramente, marchará la formación universitaria de los próximos años con todo esto que estamos aprendiendo virtualmente. Todos estos beneficios nos permiten pensar en una formación universitaria más innovadora y creativa si es posible, que disponemos de fantásticos recursos que quizá no valorábamos hasta ahora, y que nos ayudan a que unos aprendan y otros enseñen y evalúen de otras maneras diferentes. Ahora bien, este es un modo de pensar que no pone en cuestión los propósitos de la formación universitaria. Por ejemplo, una clase virtual debe seguir siendo el elogio de la transmisión de conocimientos, una tutoría virtual debe seguir siendo la apología de una conversación universitaria profunda y calmada, y un seminario virtual debe seguir siendo la defensa de un intercambio de ideas de calado. En fin, esta metodología considera que los fines de la formación universitaria también pueden alcanzarse con la inestimable y necesaria ayuda de la virtualidad. Si pensamos más allá de lo que se está viviendo hoy en día, el manejo de las plataformas virtuales a un futuro no muy lejano va a tener miles y miles de ventajas en donde la humanidad con relación a la tecnología va a tener un crecimiento gigante. No es un secreto que el hombre depende hoy en día de la tecnología pero en este tiempo se siente más que necesario depender de este avance mundial. En relación a nuestra universidad popular del cesar se puede notar el esfuerzo gigante que hace por brindarnos un aprendizaje impecable. Todo esto nos deja una gran enseñanza y es que no nos podemos detener ante cualquier situación, somos capaces de afrontar los problemas, claramente de distintas formas ya que cada ser humano tiene una personalidad, pero lo más importante es aceptar los cambios y los retos que nos pone la vida y esta pandemia es un claro ejemplo Sobra decir que como estudiantes tenemos que acoplarnos a las medidas que tome la universidad como personas responsables y prudente, cuidarnos mucho para no contagiarnos y contagiar y que veamos el lado positivo a esta situación ya que con una buena educación todo puede salir adelante.
Ana Maria Santos, Laura Mora, Angie Acuña, Andrea Moreno y Mateo Pretel- HT3
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