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L., J. A.

c/ GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE SANTA FE (MINISTERIO DE


EDUCACION Y CULTURA ) s/ AMPARO

Cita: 123/14
Nº Saij:
Nº expediente: 280
Año de causa: 2007
Nº de tomo:
Folio N°
Resolución N° 4
Fecha del fallo: 11/02/2007
Juzgado: Cámara de Apelación en lo Laboral (Sala II) (Rosario) - Santa Fe
Jueces
Lucía ASEFF
Celestina BUGNI DE BASUALDO
Roxana MAMBELLI

Tesauro > ACCION DE AMPARO


Tesauro > EDAD DEL TRABAJADOR
Tesauro > DOCENTES

CONSTITUCIONAL

AMPARO. LIMITE DE EDAD PARA EJERCER LA DOCENCIA


.

Texto del fallo

Nº4En la ciudad de Rosario, a los 11 días del mes de febrero del año dos mil siete, se
reunieron en Acuerdo las Sras. Juezas Dras. Celestina Bugni, Lucía M. Aseff y Roxana
Mambelli, Vocales de la Sala Segunda, integrando el Tribunal de la Cámara de Apelaciones
en lo Laboral, para resolver en autos: "L., J. A.. C/ GOB. DE LA PCIA. DE SANTA FE
(MINISTERIO DE EDUCACION Y CULTURA) S/ AMPARO", venidos en apelación del
Juzgado Laboral de la 4ta. Nominación de la ciudad de Rosario.
La sentencia Nro. 1078 dictada el 11 de setiembre de 2007 y que obra a fs. 70/81 de autos
hace lugar a la Acción de Amparo que J. A. L. promoviera contra el GOBIERNO DE LA
PROVINCIA DE SANTA FE únicamente en cuanto declara la inconstitucionalidad de las
disposiciones contenidas en los decretos del Poder Ejecutivo de la Provincia de Santa Fe Nro.
1311/82 Capítulo V, art. 20 inc. b) y Nro. 0145/07 Art. 1, inc. 20 inc. a). a la vez que rechaza

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la interpuesta contra el INSTITUTO SUPERIOR "GENERAL JOSE DE SAN MARTIN".-
Contra dicho pronunciamiento interpone recursos de apelación y conjunta nulidad el
Gobierno de la Provincia de Santa Fe a fs.88/96 mediante escrito en el que los fundamenta
conforme art. 10 de la ley 10456, contestando sus agravios el actor a fs. 111/114.-
Cumplimentados de tal forma los trámites inherentes a la Alzada, quedan los presentes en
estado de resolver.-
Hecho el estudio del juicio, se resolvió plantear las siguientes cuestiones:
1- ¿Es nulo el fallo recurrido?
2- ¿Es justa la sentencia apelada?
3- ¿Qué pronunciamiento corresponde dictar?
Practicado el sorteo de ley, resultó que la votación debía realizarse en el siguiente orden:
Dras. Celestina Bugni, Lucía M. Aseff y Roxana Mambelli.-
A la primera cuestión: La Dra. Bugni dijo: Sostiene el nulidicente que la sentencia recurrida
debe ser invalidada por haber sido dictada por un Tribunal sin competencia, toda vez que la
materia del sublite es de carácter contencioso administrativo.-
Al respecto, cabe apreciar que más allá de que el thema decidendi pueda o no versar sobre
materia contencioso administrativa -habida cuenta que tratándose de escuelas privadas la
relación de empleo se rige en general por la L. C. T. pero con reglamentaciones especiales que
difieren de la misma (vbgr.el sistema de licencias) las que estimo no deben implicar para el
trabajador menores beneficios que la citada ley laboral- es el caso que cuando se acciona por la
vía del amparo la pretendida competencia de la Cámara de lo Contencioso Administrativo
creada por ley 11331 cede en favor del fuero correspondiente según el tema en litigio.- Así lo
ha resuelto la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Santa Fe en ejercicio de la función
que le atribuye el párrafo 2do. del art. 2do. de la ley 11330 (Fallo del 25-09-02, en autos:
"Domínguez, Federico José c/ I.A.P.O.S s/ Amparo sobre Competencia". Expte. C.S.J N° 599,
año 2001, A y S. T. 182, pág. 251-258), para lo cual ha tenido en cuenta que el procedimiento
en ese tipo de acciones se rige en el ámbito provincial por la ley 10456, que dispone la
radicación del Amparo ante el Juez de primera instancia y, agrego, prevé la doble instancia, lo
que no concuerda con el trámite que debe seguirse ante la Cámara de lo Contencioso
Administrativo.-
Tratándose de una relación de empleo (privado), no hay dudas que correspondía promover la
acción ante el fuero laboral ordinario tal como se hizo.- Si bien la mayor o menor agilidad o
tiempo de demora de un proceso no torna bondadosa de por sí la vía del amparo, en este caso

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en especial encuentro justificada la tramitación de un proceso expeditivo en razón que el
conflicto gira en torno a la fijación de un tope de edad (40 años) y el amparista se encuentra
próximo a cumplir 57 años (fs.8/9) por lo que no hay dudas de que el transcurso del tiempo
corre en contra de sus intereses.-
Si bien no resulta determinante en cuanto a la competencia que, en honor a la verdad fuera
cuestionada por la recurrente al contestar la demanda -sin llegar a oponer formalmente la
excepción pertinente-, advierto que no se invoca en relación a la vía elegida la existencia de
perjuicio alguno que debe mediar indispensablemente a los fines de la nulificación
pretendida.- El quejoso no manifiesta en absoluto que se haya visto privado de ejercer en
debida forma su derecho a la defensa en juicio, ni que se esté frente a un asunto que requiera
mayor amplitud de pruebas, pues en definitiva se trata aquí de una cuestión de puro derecho, ni
de que modo lo afecta la especialidad de la materia cuando se está tratando una relación de
empleo privado (aunque en algunos de sus aspectos se vincule con la autoridad ejecutiva), con
el agregado que indudablemente tiene pleno conocimiento de que la resolución de autos podrá
ser revisada en última instancia -si correspondiere- por el más Alto Tribunal provincial.-
Como consecuencia de lo expuesto voto, en relación con la nulidad incoada, por la negativa.-
A la misma cuestión: Las Dras. Aseff y Mambelli dijeron: Atento lo expuesto
precedentemente, votamos en idéntico sentido.-
A la segunda cuestión: La Dra. Bugni dijo: En el recurso de apelación interpuesto, agravia al
recurrente: 1) Que la sentencia apelada considere admisible la demanda de amparo incoada,
omitiendo analizar los requisitos de admisibilidad que exige este remedio excepcional, cuando
por la materia de su reclamo debió haber ocurrido a la jurisdicción contencioso administrativa;
2) Que para hacer lugar a la acción de amparo instaurada se haya declarado la
inconstituiconalidad del inc. b) del art. 20 del Decreto Nro. 1311/82 y del inc. 20 inc. a) del
art. 1 del Decreto Nro. 0145/07 del Poder Ejecutivo Provincial, dado que -sostiene- no existen
razones que justifiquen ni avalen dicha declaración; 3) Que en la sentencia recurrida se
sostenga que el control de constitucionalidad realizado no significa ingerencia en las
facultades propias del Poder Legislativo, ni Ejecutivo, ni lesión alguna al principio de
separación de poderes, sino simplemente el control que la propia Constitución le otorga al
Poder Judicial; 4) Porque estima que la sentencia dictada en primera instancia importa un
desconocimiento de los caracteres de legitimidad y ejecutoriedad de los decretos
comprometidos en el sublite, entendiendo que ha existido un "exceso reglamentario" en el
caso.-

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Habré de analizar los agravios vertidos por el quejoso en el orden en que estime conveniente
hacerlo a fin de lograr una continuidad concomitante de los tópicos a tratar, adelantando que
confrontados que fueron aquéllos con el contenido de la sentencia recurrida, constancias
obrantes en autos y derecho aplicable al caso, encuentro que carecen de idoneidad suficiente
para lograr revertir el fallo recurrido.-
En cuanto al agotamiento previo de la vía administrativa como condición de admisibilidad,
doctrina y jurisprudencia imperante coinciden en que "El promotor del amparo no está
obligado ni a iniciar, ni a agotar la vía administrativa, si su recorrido le causa un gravamen
irreparable. En tal caso, está habilitado para articular directamente el amparo contra el acto
lesivo" (Sagües-Serra en Derecho Procesal Constitucional de la Provincia de Santa Fe", pág.
178, Rubinzal-Culzoni Editores, Bs As, 1998). Y, como lo expresara al tratar el recurso de
nulidad, habida cuenta que el conflicto radica en el límite de edad para acceder a la docencia,
que el actor tiene casi 57 años y que el transcurso del tiempo lo perjudica, se dan
palmariamente las condiciones que lo habilitan para promover el amparo sin transitar la vía
administrativa.-
Si bien es cierto que la facultad reglamentaria ejercida por el Poder Ejecutivo a través de las
disposiciones cuya inconstitucionalidad fuera declarada en el fallo recurrido le es privativa
-por lo que al Poder Judicial le está vedado en principio inmiscuirse mediante
pronunciamientos en cuanto a su contenido y validez, a su acierto o conveniencia- ello
encuentra su límite en el principio de razonabilidad, cuando los preceptos legislativos y/o
administrativos resultan indefendibles por apartarse de las normas constitucionales de forma
tal que su aplicación concreta devendría contradictoria con lo establecido por la Ley
Fundamental de la Nación.-
Por ello, la obra genuina de los intérpretes, y en particular de los jueces, es permitir el
avance de los principios constitucionales, que es de natural desarrollo y no de contradicción,
consagrando la inteligencia que mejor asegure los grandes objetivos para los que fue dictada la
Constitución Nacional (Fallos: 241:291).- De ahí que cuando un precepto frustra el ejercicio
de derechos y garantías de raigambre constitucional a punto tal de tornarlos ilusorios, es deber
de los Jueces apartarse de tal precepto y dejar de aplicarlo a fin de asegurar la supremacía de la
Carta Magna, pues precisamente esa función moderadora constituye uno de los fines supremos
del Poder Judicial y una de las mayores garantías con que éste cuenta para asegurar los
derechos contra los posibles abusos de los poderes públicos (Fallos: 308:857; 311:1937).-
Porque como lo expusiera Norberto Bobbio "el problema fundamental en relación con los

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derechos humanos, hoy, no es tanto analizarlos o justificarlos, sino protegerlos y
comprometerse con ellos.- No es un problema filosófico, sino político y ético" ("El tiempo de
los derechos", 1991, Madrid, p.21).-
Conforme votos de los Dres. Juan Carlos Maqueda y E. Raúl Zaffaroni "El artículo 1 de la
Constitución Nacional, al establecer el principio republicano, impone la racionalidad de todos
los actos de gobierno de la República y la republicana separación de poderes debe ser
funcional a ese objetivo y nunca un obstáculo a éste" (C.S.J., marzo 29 de 2005, "Itzcovich,
Mabel c. ANSeS s. reajustes varios", Carpetas DT 4742).- Es por ello que resulta un deber de
los magistrados remover un obstáculo ilegítimo cuando, en casos como el presente se afectan
los derechos de igualdad y libertad de jerarquía constitucional de forma tal que se impide el
pleno desarrollo de la persona y la efectiva participación en la vida comunitaria al frustrar su
posibilidad de ejercer la docencia, mediante una cláusula reglamentaria que determina su
exclusión en razón de la edad, sin brindar explicaciones ni razones fundadas y valederas para
ello ni permitirle la oportunidad de demostrar su capacidad para el cargo.-
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha sostenido que "no todo tratamiento jurídico
diferente es propiamente discriminatorio, porque no toda distinción de trato puede
considerarse ofensiva de la dignidad humana. Existen ciertas desigualdades de hecho que
pueden traducirse en desigualdades justificadas de tratamiento jurídico, que expresen una
proporcionada relación entre las diferencias objetivas y los fines de la norma" (Fallos: 322:
2701).- Es así que resulta razonable que se intente corregir una desigualdad de hecho mediante
una diferenciación jurídica para poder igualar -aunque ello pueda sonar contradictorio- sin que
las disposiciones que se establezcan a tal efecto importen discriminación que afecte a los seres
humanos como tales en general.- Conforme lo expusiera E.P. Jiménez, se deja atrás el viejo
concepto de igualdad formal y se avanza hacia una igualdad real, hacia una igualdad de
oportunidades (Los Derechos Humanos de la Tercera Generación, Bs.As.,1997, págs. 75/60).-
Señala Corwin que las leyes, inevitablemente crean distinciones acerca del modo de tratar a
diferentes personas, de manera que es menester indagar cuáles de ellas son una discriminación
intolerable, o clasifican "clases sospechosas" que, si no se justifican suficientemente, originan
una "discriminación perversa" ("La constitución de los Estados Unidos y su Significado
Actual", págs. 630/1).-
En el caso en estudio, además de exigirse un límite etario para concursar en un cargo docente
sin proporcionarse las razones respectivas -tema sobre el que volveré más abajo- se ha
incurrido en una contradicción que genera una desigualdad que, por sí sola, resulta suficiente

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para la viabilidad de la acción deducida.-
En efecto, en las normas reglamentarias en cuestión se dispuso que no podrían inscribirse en
los concursos de ingreso a la docencia los aspirantes que a la fecha del cierre de la inscripción
tuvieran más de cuarenta (40) años cumplidos, pero a su vez se exceptuó de tal requisito a los
casos en que el aspirante se encontrare ejerciendo la docencia como suplente, a la vez que no
se trabó en forma alguna la continuidad laboral de los docentes titulares a partir del momento
en que superasen esa edad límite.- Es así, entonces, que esas disposiciones han generado en el
gremio docente desigualdades que resultan palmariamente irrazonables.- La mentada anomalía
y diferenciación originadas de esa forma determinan, pues, que el límite de edad por el que el
actor se viera impedido de concursar importe la adopción de una conducta injusta y arbitraria
que vulnera, sin lugar a dudas, la norma de igualdad contenida en el art. 16 de la Constitución
Nacional.-
La Civil Rights Act de EE.UU., de 1964, se modificó en 1991, para disponer que en los
casos de discriminación la prueba se invierte y el acusado debe demostrar que su conducta no
puede ser tachada de tal, dando razones objetivas para sostenerla.- En España, la ley de
procedimientos laborales de 1990 dispuso en su art. 96 que "en aquellos procesos en que, de
las alegaciones de la parte actora, se deduzca la existencia de indicios de discriminación,
corresponderá al demandado la justificación objetiva y razonable, suficientemente probada de
las medidas adoptadas y su proporcionalidad " (04.09.2000 - S., J.O. v. Travel Club S.A., voto
del Dr. Kiper, J.A. 2001-II-462, con nota aprobatoria de Jorge Mosset Iturraspe).-
Transportado ello al presente caso, significa que desde el punto de vista del control judicial
de constitucionalidad de las normas cuestionadas por el actor, se produce una inversión de la
carga justificatoria por la que la fundamentación de la discriminación es puesta en cabeza del
Estado, que es el ente público que debe demostrar y explicar en forma fundada y objetiva las
razones concretas que lo llevaron a establecer la distinción normativa que indudablemente
perjudica al actor.- Y si no lo hace con argumentos cuya lógica se pueda apreciar, la
presunción de ilegitimidad invocada por el interesado queda confirmada, pudiéndose entonces
afirmar que la norma no supera el examen de constitucionalidad.-
El Estado debe justificar la racionalidad de la medida y, habida cuenta que mediante ella
llegó a configurar una distinción fundada en una "clasificación sospechosa", resulta también
exigible la demostración de que se trata de un requisito para acceder a la titularidad del cargo
estrictamente necesario para un fin legítimo.- En lugar de ello encontramos, tal como lo
pusiera de resalto más arriba, que el tope de edad que coartara la posibilidad del actor respecto

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a su titularidad en un cargo de docente constituye una barrera de ingreso pero no de
permanencia en el cargo.-
Concuerdo con lo expuesto por el Sr. Juez a quo sobre la falta de fundamentación en relación
con el límite etario para la convalidación del nombramiento como titular de una cátedra para el
que fuera propuesto el actor por una institución de enseñanza de nivel terciario, en cuanto a
que no se han explicado de manera alguna cuáles serían las razones "educativas y
pedagógicas" por la que se estableciera la edad en cuarenta (40) años, cuando aún restan
muchísimos años para alcanzar la edad mínima para acceder al beneficio jubilatorio.-
De acuerdo con el régimen normativo establecido en la materia por la parte demandada, las
mismas funciones por las que se impide participar en los concursos para ingreso a la docencia
a las personas mayores de 40 años son ejecutadas por personas mayores a ese límite pero que
son titulares desde fecha anterior a que cumplieran esa edad o por quienes se encontraren
ejerciendo la docencia en carácter de suplentes.- Estos dos ejemplos prácticos permiten
apreciar que no se pueden advertir cuáles serían los fundamentos que justificarían la
desigualdad establecida por las disposiciones cuestionadas, por lo que ausente el principio de
razonabilidad se arriba a la conclusión de que la presunción de ilegitimidad queda confirmada
y las normas observadas no superan el examen de constitucionalidad.-
El valor de la igualdad consiste, precisamente, en el igual valor asignado a todas las
diferentes identidades que hacen de cada persona un individuo diferente de los demás y de
cada individuo una persona como todas las demás (conf. Slonimsqui, Pablo, "La ley
antidiscriminatoria", pág. 23, Fabién J. Di Plácido, Editor, Buenos Aires, 2001).- Robert Alexy
establece una máxima, al evaluar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal
alemán, que enuncia así: "Si no hay ninguna razón suficiente para la permisión de un
tratamiento desigual, entonces está ordenado un tratamiento igual" (Teoría de los Derechos
Fundamentales, Centro de Estudio Constitucionales, Madrid, 1997, pág. 395).-
Y en el sublite se trata de un caso en el que se fija un límite de edad sin brindarse para ello
razones suficientes que lo justifiquen ni fundamentos válidos sobre su necesariedad, por todo
lo cual resulta arbitrario, con el agravante de que tal requisito no incide en la designación de
suplentes con más de 40 años ni en la permanencia en la titularidad del mismo cargo de
personas que cumplan esa edad con posterioridad a su nombramiento -que llegado el caso
hasta pudieren ostentar menor idoneidad-, aún cuando en los tres casos se trata de las mismas
funciones ejercidas a los fines de le enseñanza a impartir al mismo nivel de alumnos.-
Comparto los fundamentos expuestos en la sentencia recurrida basados en resoluciones

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emanadas de organismos internacionales, algunos de los cuales ostentan rango constitucional
por encontrarse enumerados en el inc. 22 del art. 75 de la C.N. y otros no enumerados pero que
también revisten jerarquía constitucional en razón de haber sido aprobados de conformidad
con lo prescripto por el inc. 24 del citado art. 75 de la Carta Magna.- Agrego que la Comisión
de Expertos, al analizar lo dispuesto por el art. 1ro., párr. 2do., del Convenio 111 de la OIT,
consideró que las exclusiones generales de ciertos empleos u ocupaciones del ámbito restricto
que pretende resguardar la igualdad de trato, son contrarias al Convenio (antecedentes sobre
convenios y declaraciones internacionales puede consultarse en Martínez Vivot, J., "La
discriminación laboral", Bs. As., 2000, págs. 153/5 y 166/71).- El principio de igualdad de
oportunidades apunta a situar a todos los miembros de una determinada sociedad en las
mismas condiciones en la competición de la vida; se trata de igualdad de puntos de partida,
aunque no la haya en el punto de llegada (P. Veloso Valenzuela, "La Convención sobre la
Eliminación de Todas la Formas de Discriminación contra la mujer", en M. Paz Garafulic
Litvak, "Mujer y Derecho", Santiago de Chile, 2001).-
Una de las Conclusiones del Comité de Expertos Independientes, cuya tareas consiste en
examinar si los Estados adecuan sus legislaciones y prácticas con los derechos consagrados en
la Carta Social Europea, fue que uno de los principales compromisos de los gobiernos para
lograr la igualdad entre hombres y mujeres, es mantener la lucha con la discriminación en el
empleo (Conclusiones IX-1,p. 12). Entre las medidas de orden práctico, el Comité exige a los
Estados, no sólo que levanten todos los obstáculos que impiden el acceso a determinados
empleos, sino también que una acción positiva y concreta sea emprendida con el fin de crear
en los hechos una situación susceptible de asegurar una igualdad completa de tratamiento
(Conclusiones I, p. 15).-
Es por ello que coincido con el sentenciante de primera instancia en cuanto a que las normas
cuestionadas conculcan derechos consagrados por los arts. 14, 14 bis y 16 de la Constitución
Nacional, avasallamiento que se ve fulminado desde su nacimiento por el art. 28 de la Carta
Magna cuando dispone que los principios, garantías y derechos por ella reconocidos no podrán
ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio.- Y agrego que en virtud de lo
dispuesto en el inc. 19 del art. 75 de la C.N. (erróneamente se lo citó como art.19) el Congreso
debe sancionar leyes que consoliden "...la igualdad real de oportunidades y posibilidades sin
discriminación alguna...", a la vez que el inc. 23 del mismo artículo faculta al Poder
Legislativo a "legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real
de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta

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Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos...", tratados
estos últimos que el Sr. Juez a quo correcta y adecuadamente dispuso aplicar.-
A dichos principios, emergentes unos de la Constitución Nacional y otros de los tratados
internaciones citados en la sentencia recurrida, cabe sumar lo dispuesto por el art. 17 de la L.
C. T. cuando dispone expresamente "Por esta ley se prohibe cualquier tipo de discriminación
entre los trabajadores por motivo de sexo, raza, nacionalidad, religiosos, políticos, gremiales o
de edad", protección que también brinda la ley 23592, especialmente en su art. 1ro..-
Los fundamentos obrantes en el fallo apelado no han sido rebatidos en forma tal que los
argumentos del recurrente resulten idóneos para revertirlo.- No se han explicitado debidamente
cuáles serían las "razones educativas y pedagógicas" que motivaron el cercenamiento de
posibilidades de acceder a la docencia en este caso, cuando era el Estado quien tenía a su cargo
la obligación de explicarse y de justificar por qué era realmente necesario acudir a esa
distinción fundada en la edad (insisto: muy lejana a la fijada como mínima para iniciar los
trámites jubilatorios) para cumplir los fines educativos provinciales.- Por el contrario, en los
presentes no se aportaron motivos valederos que justificaran la razonabilidad del recaudo de
edad como requisito sine que non para el ingreso a la docencia como titular, lo que produjo
una exclusión a priori e infundada del amparista, sin tener en cuenta la idoneidad para el cargo
para el que fue propuesto por el establecimiento educacional donde cumpliría sus funciones.-
Por el contrario, se advierte una finalidad totalmente ajena a la consagrada por el art. 14 bis
de la Constitución Nacional, destinado a tutelar el trabajo en sus diversas formas y a garantizar
su protección mediante leyes que cumplan y aseguren ese principio tuitivo, para lo cual
establece las facultades del Poder Legislativo en su art. 75 inc. 12, dentro de un marco
normativo que garantice la igualdad real de oportunidades y de trato conforme lo indica el inc.
23 del artículo citado en último término.-
No obrando en autos una demostración suficiente por parte de la demandada de los motivos
y necesariedad del requisito de edad exigido, no se encuentra cubierto el principio de
razonabilidad, lo que determina que la presunción de ilegitimidad quede confirmada y hace
que las disposiciones cuestionadas no superen el examen de constitucionalidad tal como lo
expusiera más arriba.- Y es función de la magistratura -como también lo asegurara ut-supra-
asegurar y garantizar el libre y pleno ejercicio de los derechos de jerarquía constitucional,
restableciéndolos con los medios a su alcance de manera de tornarlos efectivos, por lo que
postulo el rechazo del recurso de apelación deducido por la parte demandada y la consiguiente
confirmación del fallo venido en apelación.-

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Hago constar que conforme jurisprudencia de la C.S.J.N. no resulta necesario seguir a las
partes en todas y cada una de sus argumentaciones, bastando hacerse cargo de las que sean
conducentes para la decisión del litigio (cfr. Fallos: 272 : 225; 274 : 113; 276 : 132; entre
otros), como así también que las citas doctrinarias han sido tomadas de jurisprudencia que por
su conexidad resulta aplicable al caso, a saber: "Fundación Mujeres en Igualdad y otro c.
Freddo S.A.s. Amparo" (C.N.A.C. Sala H, del 16.12.02) ; "Salgado, Graciela Beatriz c.
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/Acción declarativa de inconstitucionalidad"
(Tribunal Superior de la C. Bs.As. del 21. 11. 01).-
En definitiva y con relación al interrogante sobre la justicia del fallo recurrido voto, pues,
por la afirmativa.-
A la misma cuestión: Las Dras. Aseff y Mambelli dijeron: Atento lo expuesto
precedentemente votamos en idéntico sentido.-
A la tercera cuestión: La Dra. Bugni dijo: Corresponde desestimar la nulidad incoada y
rechazar el recurso de apelación interpuesto por la parte demandada, confirmando en su
totalidad la sentencia dictada en primera instancia.- Costas a cargo del perdidoso (art. 101
CPL).- Los honorarios se habrán de fijar en el 50% de los que en definitiva sean regulados en
primera instancia.-
A la misma cuestión: Las Dras. Aseff y Mambelli dijeron: Corresponde dictar el voto
propuesto por la Dra. Bugni, así votamos.-
A mérito del Acuerdo que antecede, la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones en lo
Laboral;
RESUELVE: Desestimar la nulidad incoada y rechazar el recurso de apelación interpuesto
por la parte demandada, confirmando en su totalidad la sentencia dictada en primera
instancia.- Costas a cargo del perdidoso (art. 101 CPL).- Los honorarios se habrán de fijar en
el 50% de los que en definitiva sean regulados en primera instancia.-
Insértese, hágase saber y oportunamente bajen.

Fdo: Dres. BUGNI- ASEFF - MAMBELLI (Jueces)

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