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Sistema circulatorio

El sistema circulatorio está formado por vasos sanguíneos que transportan sangre desde el
corazón y hacia el corazón. Las arterias transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo,
y las venas la trasportan desde el cuerpo hasta el corazón.

El sistema circulatorio lleva oxígeno, nutrientes y hormonas a las células y elimina los productos de
desecho, como el dióxido de carbono. El recorrido que sigue la sangre siempre va en la misma
dirección, para que las cosas sigan funcionando como deben funcionar.
Estructura general
Vasos capilares: Pequeños ramales de la red sanguínea que llegan hasta los más ocultos recodos
del cuerpo. Ningún tejido del organismo queda al margen del flujo de sangre. Algunos capilares
pueden ser más delgados que un cabello humano.

Arterias: Uno de los dos tipos de conductos sanguíneos mayores, se caracteriza por llevar la
sangre recién oxigenada de los pulmones al corazón y de allí al resto del cuerpo. Contienen la
sangre más roja (debido a un pigmento llamado hemoglobina). Una lesión en una arteria puede
resultar grave, ya que el volumen de sangre que se transporta por ellas es muy grande, y no da
siempre tiempo a reparar la herida para prevenir el desangrado.
Venas: Al contrario de las arterias, estos conductos mayores contienen sangre sin oxigenar, es
decir, la que emprende el viaje de regreso hacia el corazón y luego hacia los pulmones, para
retomar el ciclo. Al igual que las arterias, son ductos voluminosos y un corteo una obstrucción en
las venas suele ser letal.

Corazón: La bomba que mantiene la sangre en constante movimiento, es un órgano muscular y


hueco, que pesa alrededor de 300 gramos y contiene cuatro cavidades: dos aurículas y dos
ventrículos. Esta construcción impide que la sangre venosa y la arterial se mezclen, ya que cada
una es impulsada a un destino diferente. El corazón humano bombea unos cinco litros de sangre
por minuto, lo cual significa que en unos 70 años de vida bombea unos 2600 millones de veces,
con un descanso minúsculo entre latido y latido de apenas 0,4 segundos.

Funcionamiento y actividad 
Las funciones del sistema circulatorio pueden dividirse en tres áreas amplias: transporte,
regulación y protección

 Transporte el sistema circulatorio transporta todas las sustancias esenciales para el


metabolismo celular: estas sustancias pueden clasificarse como sigue:
   Respiratorios. Los eritrocitos, o los glóbulos rojos, transportan oxigeno hacia las células.
En los pulmones, el oxígeno proveniente del aire inhalado se fija a las moléculas de
hemoglobina dentro de lo eritrocitos y se transportan hacia las células para respiración
aeróbica. El dióxido de carbono que se produce por la respiración celular es transportado
por la sangre hacia los pulmones para la eliminación del aire exhalado
   Nutritivas. El sistema digestivo se encarga de la desintegración mecánica y química de los
alimentos, de modo que puedan absorberse a través de la pared intestinal hacia los vasos
sanguíneos y linfáticos. A continuación , la sangre transporta estos productos de la
digestión absorbidos , a través del hígado, hacia las células del cuerpo  
 Excretorios. Los desechos metabólicos (como la urea).el agua y los iones excesivos, y
otras moléculas que el cuerpo no necesita, son transportado por la sangre hacia los
riñones y excretados en el orina
 Regulación el sistema circulatorio contribuye a la regulación tanto hormonal como de la
temperatura
 Hormonal. La sangre transporta hormonas desde su sitio de origen hacia tejidos blanco
distantes, donde desempeñan diversas funciones reguladoras
 Temperatura. Su regulación es auxiliada por la desviación de la sangre desde vasos
cutáneos más, profundos hacia vasos más superficiales, o viceversa. Si la temperatura
ambiente es lata, la desviación de la sangre desde vasos profundos hacia vasos
superficiales ayuda a enfriar el cuerpo. Y cuando la temperatura ambiente es baja, la
desviación de sangre desde vasos superficiales hacia vasos profundos ayuda a mantener la
temperatura
 Protección el sistema circulatorio protege contra pérdida de sangre la lesión y contra
agentes patógenos, entre ellos microbios y toxinas extraños introducidos en el cuerpo
 Coagulación. El mecanismo de coagulación protege contra pérdida de sangre cuando hay
daño de vasos
   Función inmunitaria. Esta función de la sangre la efectúan los leucocitos (glóbulos
blancos) que protegen contra muchos agentes que causan enfermedad (patógenos)

 Patologías Generales
 

 Aneurisma: se trata de una pequeña cavidad globosa que aparece en las arterias del
cuerpo humano. No es típico de ninguna zona en concreto y puede surgir de forma más o
menos espontánea en lugares tan dispares como el cerebro, los pulmones o el corazón.

El principal riesgo del aneurisma es que pueda reventar al aumentar de tamaño


desmesuradamente. Esto puede provocar hemorragias graves en las que es necesario
intervenir quirúrgicamente con la mayor rapidez posible. Se trata de una enfermedad
grave que se puede presentar en forma de fatiga, pérdida de equilibrio, problemas en el
habla, visión doble y problemas de percepción cuando el aneurisma aún está intacto y en
versiones más severas de los mismos problemas cuando se rompe.

La diabetes, la obesidad, la hipertensión, el consumo de alcohol y la deficiencia de cobre


son los principales causantes, aunque también hay enfermedades de este tipo de índole
hereditaria

 Arterioesclerosis: Es una enfermedad causada por el depósito de grasas en las paredes


interiores de los vasos (endotelio) que, al menguar el calibre útil de la arteria,
causa inflamación y engrosamiento de la sección muscular. Esta puede ulcerarse y
romperse formando trombos que pueden bloquear vasos que se encuentren delante y
que, en consecuencia, impedirían un correcto riego sanguíneo de la zona que ha de ser
eliminado con urgencia, siendo mortal en caso de que ocurra en las arterias cardíacas o en
el cerebro. La ruptura del engrosamiento o placa de ateroma puede ocurrir también por
una hemorragia en la zona o por mera vasoconstricción.

Este problema cardiovascular no presenta un cuadro clínico detectable y lo único que se


puede hacer es evitar los malos hábitos mencionados en el apartado anterior. En cualquier
caso la edad domina sobre otros factores de riesgo. Los hombres mayores suponen la
demografía con mayor riesgo de padecer arterioesclerosis.

 Accidente cerebrovascular: Conocidos también con el nombre de ictus, se corresponden


con dolencias de diferentes tipos. Por un lado están los ictus isquémicos o infartos
cerebrales que tienen lugar cuando, de forma súbita, cede la irrigación con sangre al
cerebro. Los ictus hemorrágicos o derrames cerebrales tienen lugar cuando un vaso que
recorre el cerebro se rompe causando una hemorragia encefálica.

Estos problemas tienen mayor incidencia entre los mayores y son más susceptibles de
padecer el problema aquellos con una presión arterial elevada o que no practiquen
deporte en absoluto.

Entre los síntomas que permiten detectar que se está sufriendo un accidente
cerebrovascular están la pérdida de fuerza en las extremidades, el habla impedida, la
merma de la compresión, la pérdida del equilibrio o de la coordinación, los mareos y la
pérdida de visión entre otros.

 Arritmias: son anomalías en el ritmo habitual de las contracciones y expansiones de las


cavidades cardíacas durante la pulsación.

En muchos casos se trata de arritmias no malignas que si bien pueden ser molestas para el
paciente no suponen ningún peligro para su salud.

En otros casos pueden indicar un problema de mayor profundidad, como por ejemplo, la
predisposición a sufrir un infarto agudo de miocardio.

 Infarto agudo de miocardio o ataque al corazón: Esta dolencia requiere una actuación
veloz. Si existe una obstrucción en el corazón que impide el correcto funcionamiento de
este hay que canalizar por un camino alternativo el flujo vascular de forma que se evite la
muerte del tejido cardíaco.

Ocurre más en varones a partir de los cuarenta años, especialmente si están sometidos a
altos niveles de estrés y padecen obesidad. Haber sufrido problemas de corazón
anteriores o alteraciones del ritmo cardíaco aumenta el riesgo de padecer uno de estos
ataques.

Cabe destacar que el ataque al corazón es una de las principales causas de muerte súbita
que existen, pero con una desfibrilación a tiempo se puede revertir. Algo que no ocurre
con otras enfermedades menos frecuentes.

 Insuficiencia cardíaca congestiva: Se trata de una enfermedad a causa de la cual el corazón


es incapaz de realizar el abastecimiento de oxígeno necesario para el adecuado
funcionamiento del cuerpo humano. Esto tiene efectos muy diversos sobre el organismo
pero uno de los principales es la fatiga.

 Linfadenopatía o ganglios linfáticos inflamados: Tiene mayor incidencia en la ingle, el


cuello, la axila, detrás de los oídos, bajo la mandíbula y en la nuca, pero puede presentarse
en muchas otras partes del cuerpo, allá donde se encuentren los ganglios linfáticos.
 

 Diversos tumores y cánceres: Existen muchas variedades tumorales y cancerígenas que


atacan a uno o a varios de los tejidos implicados en el sistema circulatorio, por desgracia
es imposible tratarlos todos ellos en un espacio reducido. Estas afecciones suelen requerir
la intervención de un cirujano para eliminar las células modificadas que causan la
enfermedad y tiene su origen en factores ambientales y hereditarios principalmente,
apareciendo con mayor frecuencia en la vejez.

Bibliografía:

https://www.tusaladeespera.es/enfermedades-del-sistema-circulatorio/

http://www.ebooks7-24.com.bibliotecavirtual.unad.edu.co/stage.aspx?il=5348&pg=&ed=

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