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América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

DOI. 10.14198/amensn.2014.19.14
ISSN: 1577-3442 / eISSN: 1989-9831

Lillian Guerra
Historiadora especializada en Es-
tudios Latinoamericanos y del Ca-
ribe en la Universidad de Florida.
Ha publicado numerosos artículos
académicos y los siguientes libros:
Popular Expression and National
Identity in Puerto Rico (1998), The
Myth of José Martí: Conflicting
Nationalisms in Early Twentieth-
Century Cuba (2005), y Visions
of Power in Cuba: Revolution,
Raza, negrismo, y prostitutas
Redemption and Resistance, 1959-
1971 (2012) . Este último acaba
de recibir en 2014 el prestigioso
rehabilitadas: revolucionarios
galardón Bryce Wood Book Award
otorgado por la Asociación de Es-
tudios Latinoamericanos (LASA).
inconformes y disidencia involuntaria
Ha recibido también becas de la
Fundación John Simon Guggen-
heim y de la American Council
en la Revolución Cubana
of Learned Societies (2014-2015). Lillian Guerra
Además de su reconocida labor
como crítica académica, Lillian Universidad de Florida
Guerra es también escritora. Su
último poemario se titula Cimar-
rona (Verbum 2013). El próximo
libro sobre temas cubanos que tiene RESUMEN
en preparación se titula Making
Revolutionary Cuba 1946-1958 y
será publicado por Yale University El artículo analiza las relaciones de poder y autoridad de la gran narrativa de la Revolución
Press. Cubana con prácticas culturales revolucionarias disconformes y la disidencia involuntaria
relacionadas con la raza y el género que durante los primeros doce años de revolución fueron
marginadas, sobre todo en referencia con la población cubana afrodescendiente. La autora utiliza
una aproximación interdisciplinaria en la que se combina el cine documental, el testimonio oral
y la historia para develar un aspecto poco conocido y controversial de la primera época de la
Revolución (1959-1971) relacionado con los discursos de las identidades raciales y genéricas.

ABSTRACT

The article analyses power and authority relations of the grand narrative of the Cuban
revolution and self-styled revolutionary cultural practices and unintended dissidence related
to race and gender, that during the first twelve years of revolution were marginalized, mostly
in reference to Cuba’s population of African descent. The author uses an interdisciplinary
approach in which she combines documentary film, oral testimonio and history to reveal a
controversial, scarcely known aspect of the first phase of the Revolution (1959-1971) related to
discourses on racial and gender identities.

En 1967, la obra de teatro María Antonia una escritora, Nancy Morejón, en los medios
consiguió hacerse sitio en los anales del teatro de comunicación estatales celebró la discusión
cubano al conseguir una audiencia record de franca de la obra sobre la raza y las formas de
20.000 espectadores en el teatro habanero Julio vida en un barrio urbano anterior al año 1959.
Antonio Mella a lo largo de 18 actuaciones en Morejón era una mujer negra y escritora de
sólo un mes (Morejón, «María Antonia» 46). Bohemia, poeta y amiga del dramaturgo Euge-
Con un repertorio de actores y un equipo nio Hernández; hasta ese momento, Morejón
de producción formado sólo por afrodes- y Hernández habían enviado contribuciones
cendientes y dirigido por Roberto Blanco, a El Puente, una casa editorial cuyos editores
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
María Antonia se ganó tanto el cariño del se convirtieron en el blanco de las Juventudes
inconformes y disidencia público cubano —que hizo colas de más de Comunistas y acabaron en los campos de tra-
involuntaria en la Revolución
Cubana una manzana para comprar entradas— como bajo forzado de Camagüey, conocidos como
Lillian Guerra el desdén de los críticos gubernamentales. Sólo UMAP [Unidades Militares de Asistencia a la

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Producción]. En claro contraste con la pers- Además de


pectiva de Morejón, Verde Olivo, la revista de condenar lo que
las Fuerzas Armadas de Cuba, y el órgano del describió como la
Partido Comunista de Cuba, la revista Gran- promoción del tea-
ma, caracterizaron la obra como un documen- tro bufo por parte
to de la «deformación del pasado [pre-1959]» de las agencias es-
(Otero, «El pasado de María Antonia» 5). Los tatales como «cul-
editores llegaron a la conclusión de que los tura nacional,» el
personajes «están formados por una vida que dramaturgo Euge-
odian y de la cual no pueden escapar. Todos nio Hernández y
están simplemente condenados» («María An- su equipo querían
tonia. Historia de una negra republicana» 21). obligar a los cuba-
Sin embargo, los productores , el director nos a identificarse
y los actores de María Antonia no habían con personajes ne-
llevado a cabo una puesta en escena como gros que no eran ni Berta en su estudio. Artemisa.
comentario de la época anterior a 1959, sino racistas, ni heroi-
sobre el presente revolucionario. «The pro- cos revolucionarios, sino personas complejas
blem in Cuba [today] is that there is a taboo que crecieron en una cultura de violencia que
on talking about racism, because officially it ejemplificaba la legendaria vida habanera de
doesn’t exist anymore» [El problema en la los barrios marginales negros. Analfabeta y
Cuba de hoy es que hablar de racismo es un estigmatizada por su carrera de delincuente, el
tema tabú, porque oficialmente ya no existe], personaje principal de la obra, María Antonia,
comentó un actor. «And nobody, black or no puede aspirar a una vida más allá de los con-
white, wants to talk about it. The whites ha- fines de su barrio marginal y ve la sexualidad
ve no understanding of what they have done como la única fuente de orgullo y poder frente
and are sometimes still doing» [Y nadie, ni a los demás. Claro para cualquier espectador
negro ni blanco, quiere hablar de ello. Los de fines de la década de 1960, la Revolución
blancos no comprenden lo que han hecho y a había invertido, si no derrotado, muchos de
veces continúan haciendo] (Sutherland 163). los valores inherentes del mundo de María
De hecho, María Antonia representó una Antonia.
protesta de la comunidad teatral negra contra Sin embargo, la obra planteó varios argu-
el Consejo Nacional de Cultura [CNC], la mentos sobre las fuentes de empoderamien-
agencia estatal encargada de financiar y patro- to del afrodescendiente y las más amplias
cinar producciones de teatro a nivel nacional. tradiciones revolucionarias de Cuba que se
El año anterior, la CNC había seleccionado desviaban radicalmente de la gran narrativa
un conjunto de actores blancos con las caras de la redención a todo nivel y la ruptura
pintadas de negro para la producción de La con el pasado que los partidarios y agencias
tragedia del Rey Christophe, una obra dramá- gubernamentales habían simbolizado en el
tica sobre la lucha de los negros revoluciona- liderazgo de Fidel Castro desde 1959. Como
rios en Haití independiente. El hecho de que argumento en otro trabajo, la adhesión a esta
Aimé Césaire, el escritor de Martinica que narrativa de palabra y obra no sólo sentaba
fundó el movimiento de la negritud, fuera el las bases para consolidar la soberanía cubana
autor de la obra no les pareció a los oficiales ante los ataques de Estados Unidos en los pri-
cubanos nada irónico, aparentemente: para meros años de la Revolución. Aún de mayor
ellos, no había nada de racismo en el uso de importancia a largo plazo, la adhesión a esta
las caras pintadas de negro, a pesar de que narrativa se convirtió en el medio principal
claramente denigraba la capacidad de los afro- del estado para exigir unidad y vigilar la leal-
descendientes para representar a personajes tad ciudadana.
negros y la historia por sí mismos (Sutherland Sobre este respecto, la vertiente más radi-
148-149). Aún en 1971, el uso de las caras cal de la obra reside en su insistencia en una
pintadas de negro era una práctica aceptada cultura derivada de África como la fuente de-
entre los oficiales culturales; aún hoy, aunque finitiva de libertad y un freno a toda forma de Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
sorprenda, es una práctica común en el sector opresión —una posición que rompía de lleno inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
turístico la escasa presencia de afrodescen- con la gran narrativa y la posición oficial del Cubana
dientes (Martín 14). Partido Comunista en aquella época. Al re- Lillian Guerra

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publicar poesía de 1969 a 1979. Como declaró


en 2001, «Some horrible lies were invented,
and I was on a kind of black list. As a result,
my poetry wasn’t published» (Culture and
the Cuban Revolution 108) [Se inventaron
horribles mentiras, y me encontré en algún
tipo de lista negra. Como resultado, no podía
publicar poesía]. A los dos militantes comu-
nistas de mayor prestigio, Walterio Carbonell
y Nicolás Guillén Landrián —sobrino de
Nicolás Guillén, poeta nacional de Cuba— se
les aplicó terapia de choque e internamientos
frecuentes en campos de trabajo.
Lo que resulta significativo de la historia
del apogeo y caída de María Antonia es el
hecho de que ninguno de sus protagonistas
estaba involucrado en actos de disidencia con-
Berta en el Instituto de Música. Artemisa. tra el estado fidelista. Aun así, el estado trató
estas acciones como asaltos desestabilizadores
husar traducir, o bien literal o culturalmente, contra la uniformidad ideológica y la unidad
el uso de la lengua yoruba por parte de los social. En este artículo, así como en el libro
personajes y la interpretación de los ritos de del que procede, el breve destino del movi-
santería, María Antonia presenta la santería miento negrista forma parte de un patrón más
como la raíz histórica y contemporánea de grande. Hacia mediados de la década de 1960,
valores alternativos a los de la sociedad en ge- la Revolución Cubana había producido una
neral. Como explicó el consejero en etnología más que entusiasta vanguardia de dedicados
Rogelio Martínez Furé, en ningún momento militantes comunistas, la cual intentaba mejo-
en la obra se critica la santería como si estu- rar el socialismo e incluir al público en deba-
viera estancada culturalmente o como si fuera tes sin mediación del estado para aumentar el
una fuente de entretenimiento folclórico; a lo alcance del cambio radical. Dado el precario
largo de la obra, lo negro representa un siste- contexto de fines de la década de 1960, los
ma autónomo de identidad que promete una líderes vieron a los militantes y sus ideas co-
descolonización individual y colectiva. Ma- mo amenaza a la seguridad nacional. En esa
ría Antonia era, según palabras de su autor, época, la economía cubana había pasado de la
una nueva manera de «hacer la revolución» recesión (niveles estancados de crecimiento)
(«¡Hay María Antonia para rato!» 3). a la depresión (niveles negativos de creci-
No obstante, para los oficiales guberna- miento). En 1967, Fidel y los otros líderes de
mentales, María Antonia no era una forma de forma abierta echaban la culpa de un poten-
hacer avanzar la Revolución, sino de fomentar cial colapso de la Revolución al revisionismo
la contrarrevolución. En la cúspide de su éxi- ideológico: el descenso de la producción y el
to en 1968, el presidente del CNC Lisandro alto nivel de absentismo se debía a las aspira-
Otero canceló la producción de María An- ciones burguesas, la contaminación extranjera
tonia. Calificando la obra de «desviacionis- y el «egoísmo» de los ciudadanos, más que a
ta,» Otero argumentó que hacía peligrar «el las propias directrices de los líderes y su pé-
desarrollo ideológico» («Del otro lado del sima administración económica. Además, ese
Atlántico» 7) del público. Cuando varios de mismo año, los cubanos presenciaron un alza
los intelectuales negros comprometidos con dramática en la delincuencia juvenil a lo largo
la obra persistieron en su activismo como de la isla, especialmente en La Habana. Inca-
parte integrante del movimiento negrista, los paces de negar la magnitud del problema, las
oficiales sancionaron al grupo, sometiendo a respuestas del estado a la delincuencia juvenil
cada miembro a varios grados de disciplina probaban de manera dramática cómo podían
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
y/o represión dependiendo de la edad, el fracasar los esfuerzos de los líderes por con-
inconformes y disidencia prestigio y el papel que desempeñaban, así trolar el discurso público e imponer unidad a
involuntaria en la Revolución
Cubana como el nivel de radicalismo de sus puntos través de una gran narrativa de redención y
Lillian Guerra de vista. A Nancy Morejón se le prohibió lealtad incondicional. Por tanto, los negristas,

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como otros revolucionarios inconformes pre- A fines de la década de


sentados en este artículo, no solamente trans- los 60, la incapacidad de los
greden con su radicalismo racial y genérico oficiales para negar una rea-
los límites de los oficiales respecto a dichos lidad preocupante de manera
asuntos; sino que directamente desafían la inadvertida catalizó el debate
base sobre la cual los líderes asientan su pro- público sobre los métodos de
pia autoridad: expresamente, la voluntad de la liberación que el estado había
mayoría de los cubanos de aceptar y defender adoptado frente a los negros de
la visión de Fidel y su excepcionalidad his- los suburbios y a los pobres de
tórica en el discurso privado y en el público. los cascos urbanos. El aumento
Ausente en general de todo texto publicado en el índice de crímenes violen-
de la historia cubana, la experiencia negrista tos y de delincuencia juvenil
representa solo una de las muchas luchas sugerían que la alienación social
olvidadas de los revolucionarios inconformes y la marginalidad material aún
para hacer la Revolución más revolucionaria continuaban después de 1959.
a varios niveles. Desde 1967, la destrucción de
De igual manera se ha olvidado la histo- propiedad privada y el robo de
ria de los activistas provinciales del Partido bienes privados por parte de
Comunista y de la Federación de Mujeres menores aumentó de forma sos- Madre de Berta.
Cubanas [FMC], que empoderaban mayor- tenida. Para 1969, la forma más
mente a prostitutas negras y mulatas a través común de cometer un crimen era el robo a
de un programa de perfil personal de reha- mano armada. En mayo de dicho año, una co-
bilitación entre 1966-1968. Procedente de misión especial de «orden interno» emitió por
un archivo privado de historia oral, desco- televisión y difundió estos hallazgos amplia-
nocido hasta recientemente, compilado por mente («Aparición» Granma 7-10; «Interior»
Berta Martínez Paez [BMPC], originaria de Con la Guardia en Alto 10-16; «Discuten
Artemisa, ciudad cercana a La Habana, los temas» Granma 1). Según el informe, entre
testimonios de miembros redentores de la 1967 y 1986 en el 41% de casos en total y en
FMC y de las mujeres a quienes redimieron el 39% de robos estaban implicados menores
demuestran cómo las directrices paternalistas de edad, un marcado aumento que amenaza-
del estado pueden ser subvertidas en prácti- ba con una vuelta del índice de criminalidad
cas liberadoras en la calle. No obstante, por a niveles anteriores a 1959 (Booth 126). En
lo que respectaba a los medios de comunica- fecha tan temprana como 1964, la Ley 1098
ción oficial, la prostitución había cesado de sancionaba el robo con violencia con la pena
existir entre 1959 y 1961. El hecho de que de muerte. A pesar de ello, el cariz de línea
esta segunda campaña tuviera lugar en fecha dura de la ley no supuso mayor freno: las cir-
tan tardía hizo que la discusión de la expe- cunstancias hacían que los jueces se mostrasen
riencia de Artemisa y otras semejantes fueran aparentemente reacios a aplicar esta ley por
consideradas tabú, tal y como la declaración lástima hacia los acusados (Booth 7).
estatal del fin del racismo en 1962 convirtió Estas circunstancias incluían la carestía de
la discusión del «racismo con características ropa, tanto a la venta como la que se podía
revolucionarias» en tabú. De manera cons- obtener con la libreta de abastecimiento, y
ciente en un caso e inconsciente en el otro, ni el hecho de que la mayoría de los ladrones
los negristas ni los participantes de la campaña robaba ropa para vendérsela a terceros. Las
contra la prostitución en Artemisa apoyaban tintorerías y los hogares de los trabajadores
representaciones oficiales de la realidad re- voluntarios agrícolas eran los objetivos de
volucionaria. El análisis de estas luchas nos especial preferencia («“Planchado”» Pa’lante
invita a ver cómo la Revolución Cubana 3; «Dos frentes» Con la Guardia en Alto 20).
hubiera podido ser más inclusiva y libera- Al presentar el informe sobre criminalidad a
dora socialmente, si sus líderes le hubieran la nación, sin embargo, los oficiales de seguri-
permitido a los ciudadanos definir y debatir dad soslayaban el papel de la austeridad o los
ellos mismos el alcance del cambio social. asuntos relativos a la alienación social a la ho- Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
La delincuencia juvenil y el mito de la cri- ra de explicar las causas. En su lugar, retorna- inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
minalidad negra: racismo con características ban al mismo elemento en el que se apoyaban Cubana
revolucionarias los líderes para explicar la baja productividad Lillian Guerra

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laboral: falta de educa- porque el carácter de la sociedad sin clases lo


ción e incomprensión deja sin un explotador que justifique el robar-
de los objetivos de la le. Las víctimas entonces eran los trabajadores
Revolución. Aún así, y los campesinos, «nuestro pueblo.» Del Valle
el acceso sin preceden- a continuación observó el hecho preocupante
tes a la escolarización de que en menos de dos meses, 96 de los 148
y el hecho de que el ladrones bajo arresto en La Habana eran
racionamiento y el em- menores de edad («El ministerio» Granma
pleo pleno significaban 4). Ello implicaba que los adolescentes que
el fin de la explotación cometían estos crímenes no eran víctimas de
laboral infantil, esta la sociedad, sino sus enemigos. Por tanto,
interpretación resulta- debían ser juzgados como adultos. Como
ba bastante incómoda consecuencia, el gobierno lanzó una serie de
respecto al núcleo de medidas, incluida la aprobación en Cuba de
Lily y Berta. La primera visita. Artemisa. la misma lógica interna la primera Ley de Educación Obligatoria en
de la Revolución. enero de 1969 (Radio Liberación «Ministro
De hecho, la vasta mayoría de los delin- de Educación») y la ampliación de Tribunales
cuentes jóvenes mostraban poca deferencia Populares dotados de autoridad para senten-
hacía la escolarización: el 90% estaba retrasado ciar a los acusados «pre-delincuentes» a duros
al menos tres cursos del nivel que le correspon- trabajos sin compensación como forma de
día; el 96% no había terminado el sexto grado; «rehabilitarlos» (Berman 1317-1332).
el 75% faltaba a clase de forma rutinaria (Booth Lo que los oficiales olvidaron mencionar
126, 149, n 92). A nivel nacional, las estadísti- fue el perfil social de aquellos a los que culpa-
cas gubernamentales mostraban una tendencia ban por el aumento de la criminalidad. ¿Eran
inquietante. De un total de dos millones en pobres? ¿Procedían de los barrios marginales?
edad escolar, cuatrocientos mil jóvenes, entre ¿Eran negros la mayoría de los delincuentes?
las edades de seis y dieciséis años, faltaban a la Al mismo tiempo, la lógica de Del Valle sobre
escuela. De manera crítica, la mitad de los niños el «doble crimen» de los delincuentes juveni-
no alcanzaba la edad de doce años, es decir, eran les generaba dudas sobre la eficacia y legiti-
de educación básica («Matrícula» Compendio midad del estado. Si era verdad que el estado
estadístico de Cuba, 1968 32-33). cubría todas las necesidades de los ciudada-
Para explicar estos datos, los analistas gu- nos, entonces ¿por qué alguien, especialmente
bernamentales forjaron conexiones directas una persona joven educada por la Revolución,
entre el absentismo escolar, la tendencia al cri- cometía un delito como el hurto?
men y las actividades contrarrevolucionarias. Solamente Sergio del Valle ofreció una sor-
Los delincuentes juveniles no sólo violaban prendente y curiosa observación sobre los orí-
los derechos de la propiedad individual y genes sociales de los delincuentes juveniles: ar-
colectiva, sino que subvertían el poder del es- güía que las «sectas religiosas» jugaban un papel
tado. Por esta razón, las agencias de inteligen- hasta en el 75% de los homicidios cometidos
cia del Ministerio del Interior, normalmente en La Habana en los que estaban involucrados
encargadas de perseguir a los saboteadores menores de edad. Al hacer esta afirmación, Del
armados, a las guerrillas campesinas y a los Valle alegaba que la tolerancia de la Revolución
agentes de la CIA, se hizo cargo del monito- respecto a una conducta «acientífica» e irracio-
reo de la delincuencia juvenil, labor que antes nal como la de la práctica religiosa contribuía
recaía en la Policía Nacional Revolucionaria. a otra conducta irracional como el robo y el
Ya en el año 1966, el Departamento de Lacras asesinato (Berman, 1341). Pero, ¿a qué «sectas
Sociales del G2 incluyó la responsabilidad de religiosas» se refería Del Valle?
la «rehabilitación» de delincuentes adolescen- Según la publicación El Militante Comu-
tes en su programa general de tratamiento de nista, una revista de instrucción dedicada a
homosexuales, alcohólicos habituales, proxe- diseminar la posición oficial a los miembros
netas y prostitutas (Délano 160). Según Sergio del partido, la amenaza interna más grande
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
del Valle, Ministro del Interior y jefe del G2, contra los preceptos revolucionarios ya no
inconformes y disidencia el ladrón cometía un doble crimen: primero, provenían de las religiones mayoritarias, sino
involuntaria en la Revolución
Cubana porque después de la Revolución, no tiene de «religiones sincréticas afrocatólicas como
Lillian Guerra «justificación social» para robar; y segundo, la santería y el palo monte» («Acerca de los

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problemas religiosos en Cuba» 32-33). Por a instruir sobre có-


tanto, además de asociar a la juventud negra mo las patrullas de
con la vasta mayoría de homicidios en La Ha- vigilancia debían
bana, Del Valle insinuaba que la cultura negra abordar a los «ván-
—o más precisamente, la cultura negra como dalos antisociales»
la percibían los blancos— era causa mayor de (López, «Así suce-
las conducta contrarrevolucionaria y criminal. dieron los hechos»
A principios de los 60, las agencias gu- 12-13). Por tanto,
bernamentales trataban la santería como algo al igual que la ob-
inocuo; a lo sumo se la considerada como un servación de Del
primitivo sistema de supersticiones y desti- Valle en la televi-
nada a desaparecer. Al término de la década, sión nacional, la
sin embargo, la actitud oficial se reposicionó criminalización de
ofreciendo una perspectiva menos tolerante. los ritos de inicia-
El PCC declaró que las prácticas de santería ción de la santería Antiguo recinto de las prostitutas por cuenta propia. Pueblo Nuevo.
eran repulsivas y ridículas, sus correligio- y la representación
narios beodos y vagabundos antisociales, icónica de los CDR en la que se equipara a los 1
Para una lectura distinta, ver
sino criminales en toda regla. Los creyentes vándalos antisociales con los negros, revelan Alejandro de la Fuente, A Na-
«afro-católicos» eran oscurantistas; practican- una dosis activa de racismo en el pensamiento tion for All: Race, Inequality,
tes de la magia negra y del ocultismo («Acerca político revolucionario de fines de los 601. A and Politics in Twentieth-Century
Cuba. Chapel Hill: U of North
de los problemas religiosos en Cuba» 40). esta práctica no le faltaron desafíos. Aparte de Carolina P, 2001. 260-267.
Además, bajo el nuevo código penal de la la puesta en escena de María Antonia, otros
2
Revolución, la iniciación de menores en la negristas como la cineasta comunista negra Esta información la obtuve me-
práctica de la santería se había convertido en Sara Gómez respondió a la validación del diante comunicación electrónica
con Eliseo Altunaga, 5 Octubre
actividad delictiva, debido a la cual los padres racismo por parte del estado con un asalto 2009.
y los padrinos religiosos acababan en la cárcel directo al concepto de «peligrosidad social.»
3
por enseñar valores contrarrevolucionarios a A mediados de los 60, Gómez tuvo la opor- Michael Chanan ofrece un ángu-
los niños (Ayorinde, Afro-Cuban Religiosi- tunidad de adquirir preparación y trabajar de lo diferente en Cuban Cinema.
ty, Revolution, and National Identity 129). directora cinematográfica en el ICAIC gracias Minneapolis: U of Minnesota P,
2004. 342-343.
Por el mero hecho de practicar la santería, al a su activismo al comienzo de la Revolución
condenado por delito criminal se le agravaba en el Partido Comunista histórico o Partido
la condena de forma automática porque los Socialista Popular2. Tras hacer una serie de do-
componentes del ritual santero, tales como cumentales que celebraban la cultura y música
el sacrificio de animales, eran «contrarios a negra, Gómez dirigió una trilogía en 1968 que
la moral y al orden social» (Código de De- documentaba la vida en la Isla de la Juventud
fensa Social 49). En el código penal cubano, (antes conocida como Isla de Pinos). La Isla de
cualquier expresión cultural negra en la que la Juventud se había convertido en centro para
no servía de mediadora alguna organización forjar a jóvenes comunistas a través del trabajo
gubernamental, se definía como de «peligro- voluntario en la agricultura y la rehabilitación
sidad social» y era sancionada como tal. de prisioneros políticos. A partir de 1967, tam-
Este tipo de posiciones oficiales hacía que bién se convirtió en base para la reeducación de
los ciudadanos leales sopesaran la práctica de ciudadanos peligrosos para la sociedad, es decir,
costumbres derivadas de África como índice delincuentes juveniles y «pre-delincuentes.»
de potencial para el crimen frente al mérito A diferencia del estándar de los noticieros y
revolucionario. La criminalización de la san- documentales del ICAIC, la trilogía de Gó-
tería en las leyes cubanas también exponía la mez sobre la Isla de la Juventud presentaba a
amenaza que representaba la expresión autó- individuos atrapados en un paradójico nexo
noma de la identidad y de la cultura negra pa- de alienación y liberación3. En ningún lugar, le
ra el control de los líderes sobre la identidad ofrece Gómez a sus espectadores el confort de
cubana y el significado de la Revolución. De lo predecible o imágenes triunfalistas de una ya
hecho, varias ediciones de Con la Guardia en victoriosa Revolución. En la primera película
Alto, revista de los Comités de Defensa de la de la trilogía, En la otra isla, Gómez examinó Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
Revolución [CDR], con frecuencia durante el inconformismo de las identidades revolucio- inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
este periodo ilustraban mediante fotografías narias a través de una variedad de individuos Cubana
de saboteadores negros artículos destinados jóvenes, que incluía a militantes comunistas Lillian Guerra

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que se habían en- Miguel le dice a los espectadores que tiene


frentado personal- quince hijos y que no puede controlar a Mi-
mente al racismo, guel, el cual a menudo sale de casa al mediodía
la homofobia, y la y no regresa hasta después de medianoche.
marginalización Con un bebé en brazos, la hermana de Mi-
derivada de la opo- guel, adolescente de complexión obscura,
sición política. Me- revela que el padre le da golpes a su hermano
diante técnicas que por llegar tarde a casa; al tiempo que ensalza
se adelantaban a a su marido, un miliciano negro, por llevarse
su tiempo, Gómez a Miguel para que lo rehabilitaran.
también se inserta Al término del documental, César le acon-
en el marco de cada seja a Miguel que cambie de actitud. Nos
El «Bayou de Lala» en 2005. entrevista, por tan- recuerda las tempranas escenas de la película,
to, compartiendo responsabilidad en las arries- cuando los supervisores del campo de trabajo,
gadas opiniones políticas de los entrevistados. varios de los cuales son negros, describen las
Sin embargo, la segunda película de la trilogía, dificultades para que estos muchachos crean
Una isla para Miguel, sondeó la perspectiva en la necesidad de redención: los muchachos,
estatal respecto a la liberación al cuestionar sus dicen, son rebeldes sin causa; la combinación
fundamentos en varias formas de intolerancia y del trabajo y la educación en el campamento
mostrando de manera deliberada precisamente les dará una causa. Aún así, a los espectadores
quién era el objetivo real de la campaña contra se les deja reflexionar y se les invita a dudar de
el crimen. las verdades demasiado simples que presentan
Durante espacios de tiempo que duran tales ecuaciones. ¿Qué causa la marginaliza-
varios minutos en las escenas de apertura ción de los chicos jóvenes de barrios urbanos
de Una isla para Miguel, Gómez enfoca la duros y mayormente negros? ¿Puede la par-
cámara en los cuerpos y caras de un gran nú- ticipación en la redención política de Cuba
mero de muchachos internados en un campo verdaderamente responder a sus necesidades?
de trabajo llamado «El Campamento Samu- ¿Puede la sociedad cubana realmente cambiar,
rái»: la abrumadora mayoría son mulatos si la naturaleza y las fuentes del racismo con-
oscuros o negros. De manera simultánea, la tinúan siendo ignoradas?
voz que narra explica que la gente local de la Al centrarse en el físico negro de las de-
isla empezó a llamar a los chicos «vikingos» cenas de jóvenes del campamento y al visitar
cuando recién llegaron para su rehabilitación: el hogar de la familia de Miguel (todavía de
«por su aspecto y su violencia.» Al llamar a aspecto pobre, después de casi una década
los confinados al campamento vikingos, la de Revolución), Gómez animó a que se dis-
gente local no sólo señala la obvia diferen- cutieran estas cuestiones. También subvirtió
cia racial entre los muchachos y la imagen la relación que establecía la actitud oficial
icónica de los vikingos de cabellos dorados, entre el crimen violento y las fabulaciones
sino que al tildarlos de vikingos también ri- históricas sobre la tendencia criminal de los
diculizan a los adolescentes que son mayor- negros. Cuestionando de manera implícita los
mente negros como indeseables invasores, motivos que había soterrados bajo el discurso
violadores y ladrones sedientos de sangre. de la «peligrosidad social,» Gómez también
Es de suma importancia que la película de impugnaba las evasivas del estado ante la
Gómez rehusara presentar a los muchachos cuestión racial y mostraba a la mayoría de
como al otro racial. Miguel, el pequeño prota- los confinados en el Campamento Samurái
gonista mulato de 14 años es entrevistado con tal y como eran: chicos negros pobres de los
simpatía después de comparecer ante un tri- aún existentes barrios marginales. Gómez le
bunal político de corte militar —juzgado por pedía a su audiencia que se identificara con
echarle piedras a los pájaros, cuando debía estos chicos, no que los menospreciara o los
estar trabajando en el campo. Gómez también rechazara. Con valor, Gómez presentó la Re-
se interna en el mundo interior del hogar de volución como un proyecto personal que una
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
la vida anterior de Miguel en un desvencijado generación de líderes comprometidos, ella
inconformes y disidencia solar de La Habana Vieja. Vestida con ropa de incluida, se tomaba a pecho. Es una incógnita
involuntaria en la Revolución
Cubana paño rústico y de pie junto a la pila de lavar de qué manera pudo haber interpretado la
Lillian Guerra de una azotea, la demacrada madre blanca de audiencia las películas de Gómez.

132
América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

Dadas sus controvertidas cuestiones y am- te años de jefa de contabilidad del


bigüedades interpretativas, es fácil imaginar Central Eduardo García Lavandero,
porqué la trilogía de Sara Gómez sobre la Isla un central azucarero local que anta-
de la Juventud no le supuso el cariño de los ño había pertenecido a Julio Lobo,
supervisores del ICAIC. Salvo por la semana el hombre de negocios más rico de
en cartelera de Una isla para Miguel en uno de Cuba antes de la Revolución. Como
los cines de La Habana, la trilogía de Gómez me explicó Berta en el verano del
fue prohibida y nunca proyectada en público. 2005, ella decidió hacer algo acerca
Como María Antonia, la crítica creativa de la de la «destrucción de la historia y la
trilogía frente a las perspectivas autoritarias memoria que estaba teniendo lugar a
respecto a la liberación desestabilizó el con- todo mi alrededor» y se dio cuenta
tenido de la gran narrativa de la Revolución y de que Pueblo Nuevo, la comunidad
desafió el control de los líderes sobre la misma. más desdeñada y marginalizada de
De hecho, la muerte prematura de Gómez a los Artemisa era el mejor lugar para
31 años llevó a Tomás Gutiérrez Alea y a Julio empezar5.
García Espinosa, altos dirigentes comunistas Mediante la recogida de tantas
del ICAIC, a reconfigurar de manera profun- cintas de casete como pudo en una
da el guión y el mensaje del que llegó a ser el época cuando el gobierno cubano Naná, el portero del «Bayou de Lala».
único film bien conocido de Gómez, De cierta sólo vendía tales artículos en dólares,
manera, de estreno póstumo. La campaña Berta comenzó a documentar las experiencias 4
Entrevistas a Ester García
de la FMC y el Partido Comunista contra la de Pueblo Nuevo. Así mismo, durante cuatro Vázquez, 19 de febrero del
prostitución en la ciudad de Artemisa presenta años examinó los archivos de la biblioteca y 2000; Remberto Amaro Trápaga
un caso similar, pero mucho más paradójico. de la ciudad referentes al área. Como Berta («Rembe), sin fecha; Victoriana
Milián Martínez («Victoria»), 16
Como muestra esta sección final del artículo, el descubrió, el área que conocía como Pueblo de marzo 2000; Orlando Mar-
carácter autoritario del estado podía convertir Nuevo era uno de los lugares donde se llevó a celo Trápaga López, sin fecha;
Lombardo Bachiller Salgado
incluso sus propios triunfos en tema tabú. cabo la reconcentración dictada por el Capital («Lombita»), 2002; Berta Mar-
General de España en Cuba, Valeriano Weyler, tínez Paez. En la Colección de
Historia Oral, Artemisa, Cuba
«Gracias a Fidel»: Prostitutas revoluciona- y en el que fueron recluidos alrededor de 7.000 [BMPC].
rias y redentores silenciosos en Artemisa campesinos entre 1896 y 1898 para evitar que
5
prestaran ayuda al ejercito libertador cubano. Entrevista grabada a Berta Mar-
Entre febrero del 2000 y diciembre del 2004, Tras la guerra, los residentes locales dieron tínez Paez, Artemisa, Cuba,
Berta Martínez Paez, historiadora autodidacta el nombre de Pueblo Nuevo al área donde la 3 de julio del 2008. Muchos
de los lugares icónicos de la
y residente de toda la vida en la ciudad de Arte- mayoría de los campesinos perecieron y a su vibrante cultura negra que de-
misa, grabó extensas entrevistas orales con dos calle principal le pusieron de nombre «El Re- fine el histórico barrio pobre
de Pueblo Nuevo estaban al
ex-prostitutas y cuatro militantes de la FMC- concentrado» en honor de la memoria de las borde del colapso. Eliminada de
PCC comprometidas en una campaña apenas víctimas. Los primeros residentes de Pueblo manera gradual bajo la Revolu-
ción hacia 1968, esta economía
conocida llevada a cabo entre 1966 y 1968 para Nuevo fueron la mayoría mujeres jóvenes, informal en un tiempo empleó a
erradicar el comercio sexual. También llegó que habían sido forzadas al concubinato por cientos de hombres y mujeres,
a conocer el barrio de Pueblo Nuevo, el ba- la soldadesca española, y sus hijos, la descen- que para sobrevivir contaban
con la rumba, peleas de gallos,
rrio donde las prostitutas trabajaban y donde dencia de las violaciones. Una vez liberadas en el manipulado e ilícito juego de
muchas de ellas y sus familias todavía vivían. 1898, les fue imposible regresar a sus lugares de azar conocido como la bolita,
y la venta de alcohol, servicios
Zigzagueando por callejones y casas de madera origen en el campo, bien porque los soldados personales y seo durante y entre
dilapidadas, Berta también recogió información españoles habían diezmado las granjas de sus la zafra.
de casi una docena de personas, incluyendo familias o porque la vergüenza de la violación 6
rumberos, propietarios de bares, clientes, chu- y la supervivencia probó ser demasiado dolo- Entrevista grabada a Berta Mar-
tínez Paez, Artemisa, Cuba, 25
los, y mujeres residentes en Pueblo Nuevo de rosa. Así, Pueblo Nuevo fue un barrio fundado de julio del 2005.
mucho tiempo, cuyas madres cocinaban y le por prostitutas, mujeres cuyas decisiones en la
hacían la colada a las prostitutas antes de 19594. vida estaban determinadas por la pobreza y la
En la época en que Berta llevó a cabo las desesperación6.
entrevistas, las antiguas prostitutas mediaban Casi cien años después, Berta se encontró
los ochenta años y las activistas de la FMC- con que las mujeres que se habían asentado
PCC rondaban mediados de los setenta. A en Pueblo Nuevo para trabajar de prostitutas Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
principios de su sexta década de vida, Berta era por su cuenta o de trabajadoras sexuales en inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
relativamente joven en comparación. Berta se burdeles en las décadas de los años 40 y 50 lo Cubana
había retirado recientemente después de vein- hacían por razones similares. Aquellas que no Lillian Guerra

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América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

eran del campo de los alrededores de elegía a sus clientes y recibía una remune-
Artemisa provenían de Bahía Hon- ración mayor10. Al comenzar su trabajo, los
da, Cabaña, La Habana, Cienfuegos, miembros de la FMC-PCC estaban más que
e incluso Camagüey. Algunas eran felices de satisfacer las peticiones de Berta, ya
vendidas como «carne fresca» a las que varias la conocían de las movilizaciones
mandâmes en Artemisa por Gracie- de masas por el trabajo voluntario. El lazo
la Socarrás, enfermera de profesión generacional que compartían era fuerte. Tania
adicta a la morfina y conocida por y Bejuco, por otro lado, estaban encantadas
el sobrenombre de «Mamá,» que se de ofrecerle sus recuerdos por razones muy
dedicaba al tráfico de muchachas personales. Nadie se había molestado antes
jóvenes y, según rumores, era prima en entrevistarlas. Sus experiencias, decían
de Carlos Prío Socarrás, el último las longevas mujeres, no eran ni únicas ni
presidente de la República de Cuba inusuales para su generación. Aún así, sabían
antes del golpe de Fulgencio Batista que el conocimiento sobre sus experiencias
en 19527. era en extremo limitado y abundaban ideas
Bejuco a fines de la década de 1950.
Una vez en Pueblo Nuevo, la ma- equivocadas. Además de identificarse con
yor parte de las prostitutas negras y orgullo como negra o mulata, Tania y Bejuco
7 mulatas trabajaban y alquilaban habitaciones dejaron en claro que no estaban avergonzadas
Entrevistas a Leandra Viginia
Viera Mantilla, sin fecha; y a
por la noche en El Bar de Bachiller o en El Bar de su pasado, a pesar del hecho de haber sido
Nereida Reyes Collazo, Artemi- de Panchita, mientras otras vivían en un bur- marginadas socialmente por largo tiempo,
sa, Cuba, diciembre del 2004, del regentado por Josefa, una famosa madame primero por la sociedad en general y después
BMPC.
que le cobraba a sus empleadas la mitad del por la nueva moralidad inicialmente promo-
8 pago que recibían de los clientes. En contraste, cionada por la Revolución. En dicho sentido,
Entrevistas gradada a Berta
Martínez Paez, 3 de julio 2008; las prostitutas blancas trabajaban en el burdel tenían mucho en común con Berta.
25 julio 2008. exclusivo y aristocrático conocido como El Debido a razones totalmente distintas,
9
Bayou de Lala en el centro de El Reconcentra- Berta también había sido marginada y se le
Entrevista a Rosa Francisca Uri- do. Conocido por la limpieza y belleza de sus había hecho sentir vergüenza por su pasado
arte Martínez («Bejuco»), 24 de jóvenes muchachas, El Bayou le ofrecía a su anterior a 1959. Berta era hija de un em-
febrero del 2000; y Viera Man-
tilla, BMPC. clientela procedente de La Habana un «menú» presario negro que, sin recursos, se creo su
en el cual los clientes podían ver una fotografía propia fortuna y llegó a ser propietario de
10
Entrevista a Uriarte Martínez, profesional de cada trabajadora sexual junto varios complejos de apartamentos y de una
BMPC. a una lista de actos sexuales y sus precios co- compañía constructora en 1959; así que Berta
rrespondientes. El Bayou también empleaba representaba una quimera para los agentes
a un mulato gay llamado Naná cuyo trabajo locales de la Revolución. Ni pobre ni inculta,
era asegurar que sólo entraran clientes blancos Berta tenía fortuna y cultura según el estándar
en los dominios de Lala8. Durante la zafra, de los blancos; su familia era gran benefactora
cuando había una fuerza laboral negra bien de una sociedad negra de ayuda mutua y de
pagada o durante las Fiestas de San Marcos en un club social. En vez de obtener ganancias
Artemisa, las prostitutas por cuenta propia de las reformas de la Revolución y sentirse
podían ganar más dinero que sus contrapartes agradecida, Berta y su familia perdió todo
blancas en el Bayou de Lala. En esas fechas —no sólo la fortuna, sino también el presti-
del año, las ex-prostitutas Tania y Bejuco le gio social— y se sintió traicionada. Berta no
dijeron a Berta, que ellas despachaban de 10 a pudo obtener trabajo hasta 1964, cuando no
16 hombres al día9. se pudo encontrar a nadie suficientemente
Como muchas otras, Tania y Bejuco pre- cualificado para el puesto de contable en el
ferían el trabajo sexual en vez de la monotonía principal central de Artemisa. Pero a fines de
de la servidumbre doméstica, uno de los po- los 60, todo cambió de repente, cuando los
cos trabajos disponibles para las mujeres de agentes locales del estado le pidieron a Berta y
escasa educación, reputación arruinada y sin a las prostitutas de Pueblo Nuevo todavía en
conexiones sociales. Como explicó Bejuco, la activo que se unieran a la Revolución.
razón estaba clara: las trabajadoras domésticas A pesar de que todos sabían que no creía
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
a menudo tenían que acostarse con los hom- en la Revolución, Berta demostró su propia
inconformes y disidencia bres que las empleaban, además de hacer todas creencia personal en los ideales revoluciona-
involuntaria en la Revolución
Cubana las tareas de la casa, generalmente sin ningún rios de igualdad y prosperidad compartida pa-
Lillian Guerra incentivo extra. Al menos, de prostituta una ra todos. De 1966 a 1970, Berta cortó y plantó

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caña, recolectó vegetales, arranco yerbas y los clientes y quedarse con todas las ganan-
plantó matas de café. Su trabajo voluntario cias12. Bejuco pasó de ganar un máximo de
le valió la distinción de Trabajadora de Van- 10 a 20 pesos en una buena jornada a ganar
guardia. De manera insólita, Berta consiguió hasta 74 pesos. Por vez primera, en 1963, fue
títulos honoríficos y diplomas a pesar del capaz de celebrar el cumpleaños de su hija
hecho de no haber acudido a ningún acto de por todo lo alto. Hasta 1965, Bejuco le dijo
masas, ni siquiera al aniversario de la funda- a Berta, la cual la miraba incrédula, Pueblo
ción del Movimiento 26 de Julio. «Lo irónico Nuevo floreció bajo Fidel:
es que nací un 26 de julio. Y casi cincuenta
años después, todavía puedo considerarlo mi ¡Sí como no! [Fue después del triunfo de la Revolu-
cumpleaños,» me dijo a principios de julio del ción] ¿no te digo a ti? que cuando más dinero noso-
2008, riéndose con su acostumbrada picardía. tros nos buscamos. Fue en el gobierno este.
Así, cuando Berta se disponía a grabar Tania a fines de la década de
los testimonios privados de la experiencia de De modo que cuando la FMC-PCC co- 1950.
Pueblo Nuevo a fines de los 60, su propia menzó su campaña para erradicar la prosti-
superación de la anterior condición de gusana tución un año más tarde, Bejuco de manera
la convertía en una aliada natural tanto de las reacia dejó el comercio sexual, pero sobre 11
Entrevista a Magda Pacheco, Ar-
antiguas prostitutas de Pueblo Nuevo como de todo lo hizo cuando se extendió la noticia de temisa, Cuba, 27 de diciembre
las redentoras de la FMC-PCC asignadas por el que a las prostitutas y a otros antisociales se del 2004, BMPC.
gobierno. Sus historias no eran solamente sin- les iba a internar en granjas de trabajo. Con- 12
gulares, sino que, como Magda Pacheco de se- sideradas «recalcitrantes» políticas, a cientos Entrevista a Viera Mantilla,
tenta y tres años, militante de la FMC-PCC, le de mujeres como ella se las forzaba a ir a BMPC.

declaró a Berta en diciembre del 2004, haberlas cortar caña y a cultivar cítricos en granjas 13
revelado en una época anterior hubiera consti- estatales en Camagüey. No obstante, des- Entrevista a Uriarte Martínez, sin
fecha. BMPC.
tuido una amenaza para la seguridad nacional: pués de que la FMC le consiguiera un nuevo
mucho de lo que sucedía era tabú político. trabajo, las perspectivas de Bejuco cambia-
Pacheco, que era informante y le subministraba ron con rapidez. Desde el nacimiento de su
al G2 información sobre actividades y actitudes hija, Bejuco evitó de forma meticulosa que
contrarrevolucionarias locales, explicó: ésta supiera de su práctica de la profesión,
pero ahora había descubierto que ya no se
Sí, yo se que hubo una actividad de explicación. Yo, tenía que preocupar de que su hija siguiera
la verdad, yo sabia muchas cosas por el Ministerio sus pasos. De hecho, con el tiempo su hija
[del Interior], sinceramente, sabia muchas cosas y no se hizo maestra gracias a la Revolución. Al
las podía hablar. Cuando aquello no se podía hablar término de sus observaciones, le dijo a Berta:
nada, porque antes la gente sí guardaba secretos [por
su servicio al Ministerio], pero a mi me mandaban Ahora, ahora es cuando se sabe bien de lo malo.
siempre, cuando había cualquier cosa me mandaban11. Porque ahora aquí cualquier muchachita gana. Mira
esa gente de la tabaquería ¿cuántos pesos no ganan
Según la ex-prostituta Bejuco, su reacción esas niñas quincenal? Vienen ahí y me dicen, mira
inicial al saber que el gobierno de Batista ha- Rosa, gané 250 pesos. ¡Coño, chica! Una millonaria!
bía caído en 1959 fue de temor. Después en Nada de roba’o, ni na’a, ni camina’o [en la calle]
1962, sin darse cuenta se convirtió en blanco ahí…¡Muchacha, y les ponen una cantidad y lo
de la vigilancia y el desdén oficial, pero no hacen y se buscan 200 pesos en una quincena!... [En
por su labor de prostituta sino porque su no- la época de antes del ‘59] te metía en una casa, tenía
vio de mucho tiempo, Virgilio, que trabajaba que estar limpiando [para la] señorita, niña, fulano,
de chófer, fue arrestado cuando intentaba caballero, por 2,50. ¡No seas boba! Este gobierno era
salir del país. Los subsiguientes viajes para mucho mejor13.
visitarlo en prisión y en las granjas estatales
hicieron que las cosas fueron a peor, ya que Aunque Tania también expresó al igual que
rápidamente entabló amistad con las mujeres Bejuco una clara ausencia de vergüenza y arre-
y familiares de otros prisioneros políticos. pentimiento por su trabajo de prostituta, cuan-
No obstante, Bejuco también recordó cómo do se le presentó la oportunidad de unirse a la Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
se benefició de la Revolución a partir de Revolución se lanzó de lleno, tan pronto como inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
1959: las normativas de Fidel les permitía a los agentes locales de la FMC-PCC comenza- Cubana
prostitutas como ella cobrarle mucho más a ron a peinar el barrio en 1966. De hecho, de las Lillian Guerra

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América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

14 más o menos doce mujeres de Pueblo Nuevo Miriam Bango, se convirtió en miembro del
Entrevista a Pacheco; y a Ne-
reida Reyes Collazo, sin fecha, que la FMC rehabilitó, Tanía fue considerada Comité Central del Partido y su hijo, Arman-
BMPC. como la historia del éxito rápido14. A diferencia do Viera, fue uno de los asistentes de Celia
15 de Bejuco, Tania dejó de ejercer en 1959 casi de Sánchez en el gran plan de cultivo de cítricos.
Entrevista a Viera Mantilla, manera inmediata y obtuvo trabajo de domés- Al resumir estos notables logros, como colo-
BMPC.
tica en La Habana gracias a su hermana. Como fón Tania le dijo a Berta,
Bejuco, sin embargo, su razón principal para
dejar el oficio fue el miedo. Los bares donde Te digo que no pienso morirme sin ver a Fidel. Y ha-
trabajaba en 1959 se convirtieron en lugares blar todo esto con el Comandante, como si lo quiere
de encarnizados tiroteos entre rebeldes borra- grabar, porque para mí, yo lo digo de todo, de todo
chos y clientes locales. Debido a que trabajaba corazón, si Fidel no hubiera llegado, hoy yo tuviera
en ambos bares y tenía que mantener a varios el SIDA o estuviera muerta. Porque hubiera seguido
niños, a Tania le preocupaba que le alcanzará en ese ambiente. [Es a Fidel], al cual hoy le doy las
algún tiro cruzado. gracias, y te juro por los cuatro hijos míos que hoy
Varios años más tarde, cuando las or- soy muy pobre, pero soy rica porque tengo el presti-
ganizaciones comenzaron una campaña de gio de todos ustedes. Gracias a Fidel15.
reclutamiento masivo, Tania se fue a ver a
Paula, la presidenta de su CDR, para pedirle De varias maneras, los recuerdos de las
la redención que formaba parte de la integra- experiencias de Tania y Bejuco con la Revo-
ción política: lución reflejan la ambigüedad de la redención
que ésta ofrecía. Mientras que ambas se be-
Paula, yo no se lo que es comunismo, pero yo quiero neficiaron de la integración a corto y largo
trabajar, yo quiero cambiar, limpiar toda esa vida que plazo, sus testimonios claramente revelan la
tuve. Estaba esa señora [visitando] de Hungría. Dígo- ansiedad que sentían en cuanto al grado de
le: «¿Qué cosa es federación?». Enseguida me apun- control que las autoridades estatales ejercían
taron en el CDR, me apuntaron en la Federación sobre sus vidas, especialmente al inicio del
[de Mujeres Cubanas]. Pero [luego] pasa un señor y gobierno de Fidel. Sus vidas anteriores estu-
dice: «¿Y la defensa por qué no?» y yo: «¿Qué cosa vieron también plagadas de estigmas como
es defensa, chico?» que era la Defensa Civil. Digo: consecuencia de la compañía que frecuenta-
«¡También en la Defensa Civil!» [Me dice] «Vete allá ban. La diferencia después de 1959 era que
que te van a apuntar.» Y me apuntaron allí también. tales actos acarreaban implicaciones políticas
serias. Y dada su anterior marginalidad res-
Poco después Tania, recordó de forma pecto a la política y al estado, la repentina
vívida, cómo los organizadores de un mitin visibilidad y politización de Pueblo Nuevo
gubernamental le pidieron que marchara a la bajo la Revolución era un arma de doble filo.
cabeza de su unidad de Defensa Civil como Se convirtieron, sin quererlo, en disidentes
portadora de la bandera cubana flanqueada de manera involuntaria simplemente debido
por Pioneros Comunistas: a que su condición de prostitutas negras
por cuenta propia las situó en los márgenes
Y yo venía con mi traje verde [olivo] que me gustaba del cambio hasta fines de los 60. De mayor
muchísimo. Entonces yo, a mí me ponen a’lante, con importancia es que se vieron libres de tal
la bandera, y yo iba temblando. Digo: «Ay, yo con condición al término de dicha década debido
la bandera a’lante» y dice el teniente: «¿Quién le dijo a la singular perspectiva que el redentorismo
a usted [que no]? Usted tiene que ir con la bandera, revolucionario tomó hacia a ellas.
usted ha limpiado su vida y para que todo el pueblo En Artemisa y quizás en otras ciudades y
de Artemisa la vea, usted es Virginia Viera, nuestra pueblos, los encuentros con el estado revo-
Tania». Ay! y yo con la bandera ahí, y las manos me lucionario tenían un carácter altamente per-
hacían tan, tan, tan, tan [contra el palo de la bandera] sonal. Según las entrevistas de Berta, muchos
y yo ni miraba a la gente, cuando nos paramos en la agentes de la FMC-PCC que trabajaban en
tribuna [por pena]. No podía saludar [de estilo] mili- Pueblo Nuevo no tenían nada en común con
tar, porque llevaba la bandera con dos niños al lado. agentes de La Habana. Las representantes re-
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios Ahí empezó mi vida con la Revolución. volucionarias de Pueblo Nuevo simpatizaban
inconformes y disidencia con las prostitutas porque habían vivido en
involuntaria en la Revolución
Cubana A continuación, Tania trabajó para la su proximidad toda la vida. Por ejemplo, el
Lillian Guerra Seguridad del Estado y para el PCC. Su hija, padre de Julia Rosa Álvarez era el dueño de la

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bodega de la calle Yara, donde la mayor parte tarse en la mesa y se les ayudaba a romper con 16
Entrevista a Julia Rosa Alvarez
de los residentes de Pueblo Nuevo iba a com- otros hábitos» (Lewis 279). Ortega, 28 de diciembre del
prar; para ganar ingresos adicionales, la madre Mientras que el programa de La Habana 2004, BMPC.
de Julia había trabajado de modista y cocinera pudiera haber servido para empoderar más 17
para muchas prostitutas desde comienzos de a las prostitutas de lo que la perspectiva de Entrevista a Reyes Collazo,
BMPC.
los 5016. Nereida Reyes Collazo, cuyo esposo Torres dejaba entrever, la experiencia de
era médico, conocía las íntimas luchas que en Artemisa rompió de forma total con los pa- 18
la vida libraban las prostitutas, incluso si no trones generales. En esencia, las activistas de Entrevista a Pacheco, BMPC.

las conocía personalmente, porque muchas la FMC-PCC en Pueblo Nuevo siguieron 19


de las prostitutas de Pueblo Nuevo, incluida dos estrategias. Algunas visitaron los bares Entrevista a Reyes Collazo, sin
fecha, BMPC.
Lala, eran pacientes de su marido17. Magdale- donde las prostitutas trabajaban y les ofre-
na Pacheco explicó que se identificaba con la cieron clases de costura para alentarlas a que 20
Entrevista a Pacheco y Renata
vergüenza que la sociedad en general les hacía ayudaran a hacer ropa para niños, incluidos Quintana Rodríguez, 26 de
sentir a las prostitutas porque ella también los de ellas, que asistían al Circulo Infantil, diciembre del 2004, BMPC.
estaba sujeta a las injusticias de un prejuicio la guardería local del estado19. Otras hicieron 21
parecido: su hija era discapacitada física. Co- múltiples viajes a las casas de las prostitutas Entrevista a Reyes Collazo, sin
mo la mayoría de las prostitutas, Magda sabía o a los restantes burdeles como El Bayou de fecha, BMPC.

que su hija a menudo sufría el azote cruel Lala, donde sostenían largas conversaciones
del comentario insensible. Por esta razón, con las mujeres, aprendiendo cómo y porqué
disfrutaba de la oportunidad de ayudar a que se hicieron prostitutas y asegurándoles que no
muchas de estas mujeres y sus hijos asumieran debían sentir vergüenza de su vida anterior20.
una imagen de sí mismas positiva y de que También consultaron con los primeros con-
estuvieran orgullosas de sus nuevas vidas18. vertidos de la Revolución como Tania, para
En contraste, la población de trabajado- saber que esperar y cómo comportarse21.
ras sexuales en La Habana, estimada en casi Magda, la activista de rehabilitación, re-
10.000, fue integrada en la Revolución por vía memoró las conversaciones del Bayou de esta
de agentes anónimos del estado y mediante manera: Una dijo:
ultimátum de las autoridades superiores. Co-
mo Armando Torres, el oficial a cargo de los «No, yo no soy una puta.» Le digo, «Ay, no, mi vida,
programas de rehabilitación, le dijo a Oscar tu no eres puta.» Así le dije porque me dió dolor de
Lewis en mayo de 1970: que aquellas muchachas bonitas, jóvenes, jóvenes, me
dijeran esa frase. «Lo que pasa es que la vida era muy
the state lets them know that their way of life dura y entonces ustedes salían, salían a buscar para
wouldn’t be tolerated, and that everyone would be ayudar a sus padres porque tenían mucha miseria.»
given work. Some were afraid and said they would Así [les decía]. Entonces ellas lloraban y me decían
go for that reason.... The Revolution was explained con la cabeza que si.…. Y yo les dije, «No, usted no
to the women, as were the social conditions that led tiene que tener pena: La Revolución llegó justo a
to their becoming prostitutes, and they were asked if tiempo para ayudar a la mujer, porque la mujer siem-
they didn’t want to change along with everything else. pre ha sido la que mas le ha batido la vida».

[el estado les da a conocer que no se va a tolerar su Magda recordaba de manera especial a
forma de vida, y que todas iban a tener trabajo. Algu- una muchacha que lloraba con gran amargura
nas tenían miedo y decían que por esa razón querían cuando le dijo que no podía regresar a casa
irse... Se le explicó la Revolución a las mujeres, así porque su padre la había echado a la calle.
como las condiciones sociales que las llevaron a con- Magda le ofreció enseñarle a trabajar en una
vertirse en prostitutas, y se les preguntó si querían gasolinera y en un taller donde pudiera ganar
cambiar junto a todo el resto]. un buen sueldo para nunca más tener que
depender de un hombre. Estos trabajos, como
Torres añadió que las mujeres iban a los puestos de taxista que se les ofrecía a las
salones de belleza especiales a aprender mo- prostitutas de La Habana, abrieron nuevos
das que no fueran «over-ornate» [demasiado espacios de empleo para la mujer en campos
ornadas]. Estos salones formaban parte de bien remunerados y de alta cualificación an- Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
escuelas especiales destinadas a ayudar a ob- teriormente dominados exclusivamente por inconformes y disidencia
involuntaria en la Revolución
tener un grado elemental de alfabetización. los hombres. Cubana
También se les «informaba de como compor- Lillian Guerra

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América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

Sin embargo, después de que trar en Pueblo Nuevo, si no hubiera sido por
varias otras muchachas del Ba- la Revolución24. No resulta sorprendente que
you empezaran a trabajar en el las más sensitivas sintieran que hubiera algo
taller, de repente todas dejaron el muy personal en la experiencia redentora. De
trabajo. Magda descubrió que los hecho, como Magda admitió ante Berta años
camioneros que frecuentaban el después, se dio cuenta y se avergonzó de sus
lugar las habían estado insultando propias actitudes sociales la primera vez que
con lenguaje vulgar y agresivos puso los pies en El Bayou de Lala: a pesar de
epítetos sexuales. Muchas de las la impecable decoración y destellante limpie-
Bejuco y su hija en el primer encuentro de Lily con
Berta, Noviembre 2004. Ochún, en su camino como
muchachas dijeron que los hom- za, le embargó la nausea cuando una de las
protectora de mujeres trabajadoras y sufridas, pro- bres las trataban mejor cuando prostitutas le sirvió a ella y a una compañera
tege la entrada de la casa. ejercían de «putas.» Como res- de la FMC una excelente taza de café cubano.
puesta, Magda no sólo consoló a Cuando su acompañante rehusó la taza, Mag-
las muchachas sino que contactó al da bebió más de la cuenta.
Ministro del Interior y lanzó todo
el peso del estado revolucionario Después vomité—¡yo que no vomito ni con barriga
en su defensa. Mediante una ope- [de embarazo]! Vaya, porque le cogí asco. Pobrecita,
ración secreta, agentes del G2 de la aquello estaba tan limpiecito, pero de saber que aque-
Seguridad del Estado identificaron llo…que allí iban tanta gente y eso…Yo ya no podía
a los camioneros y les amenazaron soportar mi [propio prejuicio]25.
con expulsarlos del trabajo: o se
comportaban bien o iban a acabar Disidencia involuntaria y el problema de
en un campo de trabajos forzados perfeccionar una revolución perfeccionista
hasta que su actitud con las muje- Se puede argüir que la segunda ola de
res cambiase22. la campaña en Artemisa para rescatar a las
Lily, Berta y Bejuco. Artemisa, Marzo 2004. Es importante destacar que prostitutas y a sus hijos para la Revolución
Magda se preocupó de hacer se- transformó a sus participantes, tanto a las
guimiento con las otras prostitutas rehabili- redimidas como a las redentoras. Por un lado,
tadas que colocó en una variedad de trabajos; activistas como Magda y beneficiarias como
entre otros, en granjas avícolas donde todo Tania reproducían el discurso patriarcal de
el personal eran mujeres. A menudo, cuando salvación en manos de Fidel que los medios
se encontraba de nuevo con las mujeres que de comunicación y la FMC hacía tiempo
22
Entrevista a Pacheco, sin fecha, había rehabilitado, éstas le agradecían que les promocionaban. A pesar de ello, los métodos
BMPC. hubiera conseguido trabajo, pensión y segu- de la campaña y la interacción que se generó
23
ridad social. En uno de los casos, recuerda eran genuinamente locales. Aparentemente,
Entrevista a Pacheco, sin fecha, que le dijo: la distancia de Pueblo Nuevo respecto a los
BMPC.
centros de poder en La Habana y la respon-
24 «No, gracias a mí, no. Gracias a Fidel y a la Revolu- sabilidad que la vida en una pequeña ciudad
Entrevista a Quintana Rodrí- ción porque yo lo que hice fue el trabajo [asignado]». instiló de manera natural en la cultura polí-
guez, BMPC.
Me decían: «Sí, pero usted nos ayudó mucho, porque tica de Artemisa significó que los enfoques
25 usted salía con putas». …Dígole: «No, usted, usted basados en las órdenes procedentes de arriba,
Entrevista a Pacheco, sin fecha,
BMPC. no es, usted es una mujer igual que otra cualquiera. tan típico de otras regulaciones estatales, no
Usted se incorporó a la Revolución porque la Revo- poseían la misma autoridad. Sin embargo, el
lución trabaja para todo el mundo y a las mujeres más silencio al que se sometió las experiencias de
que han pasado mucho trabajo. Gracias a Fidel»23. estas mujeres aún resulta irónico.
Llevada a cabo en una época cuando los
Sin duda, como se puede ver en este oficiales no se podían permitir el lujo de
pasaje, no fue fácil para Magda, o para las que se contradijera la línea dura respecto a
otras informantes de Berta pertenecientes a la disidencia sexual y moral, la campaña de
la FMC —Nereida, Julia Rosa y Renata— Artemisa representa la evidencia definitiva
llevar a cabo la tarea que el Partido les había del escaso espacio de maniobra que el estado
Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
encomendado. En tanto mujeres que proce- le permitía a los propios revolucionarios que
inconformes y disidencia dían de los respetados sectores comerciales y nombraba para avanzar la causa del cambio
involuntaria en la Revolución
Cubana profesionales de Artemisa, ninguna de ellas social que de manera pública hiciera peligrar
Lillian Guerra hubiera osado cruzar las vías del tren para en- su control. Crítica para ese control era la

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América sin nombre, no 19 (2014) 126-139

coherencia de la gran narrativa que asignaba Neighborhood Committees and Popular


a Fidel y a las agencias del poder del estado Courts in the Social Transformation of
la responsabilidad de la redención colectiva Cuba. Diss. University of Surrey, 1973.
de los cubanos, en vez de a la iniciativa de los Ayorinde, Christine. Afro-Cuban Religios-
revolucionarios inconformes que manipula- ity, Revolution, and National Identity.
ban el poder del estado de manera creativa. Gainesville, FL: U P of Florida, 2004.
Como los esfuerzos de intelectuales negros Berman, Jesse. «The Cuban Popular Tribu-
para crear nuevos espacios para la discusión y nals». Columbia Law Review. 69.8 (1969):
evaluación del racismo, el sacar a la luz los de- 1317-1354.
talles de las actividades de la FMC-PCC para Booth, David. Neighborhood Committees in
su escrutinio a nivel nacional probó ser una the Social Transformation of Cuba. Diss.
opción peligrosa para los oficiales en el centro University of Surrey, 1973.
de la Revolución. Hacerlo hubiera significado Délano, Luis E. Cuba 66. Santiago de Chile:
la democratización de los cimientos sobre los Editora Austral, 1966.
que descansaba su poder. Galardy, Anubis. «Hay María Antonia para
No obstante, los esfuerzos de los re- rato! Es necesaria esta reposición?» Gran-
volucionarios inconformes para fracturar la ma, (11 Noviembre 1969): 3.
omnipotencia analítica de los líderes y para Junta Central de Planificación. «Matrícula del
reafirmar la tolerancia y la flexibilidad en los Ministerio de Educación, por niveles de
cálculos del poder dejan un importante lega- enseñanza, 1958/59-1968/69.» Compendio
do: un patrón ricamente tejido de desafío a la estadístico de Cuba, 1968. 32-33.
Revolución en sus propios términos, dentro Kirk, John M. y Leonardo Padura Fuentes,
del paradigma fundacional de justicia moral eds. Culture and the Cuban Revolution:
y redención espiritual. Ellos escriben contra- Conversations in Havana. Gainesville,
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Capítulo IV, Artículo 40, Código de de- tico: una actitud». El Caimán Barbudo 21
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republicana». Verde Olivo (26 October existe por mandato de la Revolución.»
1969): 21. Granma. (1 Abril 1969): 4.
«“Planchado” por un CDR el intento de robo Raza, negrismo, y prostitutas
rehabilitadas: revolucionarios
en una tintorería habanera.» Pa’lante. 38 inconformes y disidencia

(10 Julio 1969): 3. Fecha de recepción: 22/07/2014 involuntaria en la Revolución


Cubana
Fecha de aceptación: 7/10/2014 Lillian Guerra

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