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1.

Concepto

Las garantías, como su nombre lo indica sirven como un respaldo adicional, en


caso de una obligación surgida entre por lo menos dos partes, por lo cual
deben entenderse como instrumentos o normas legales necesarias para lograr
el cumplimiento forzoso o coactivo de la obligación.

La importancia principal radica en aumentar la seguridad del cumplimiento de


las obligaciones adquiridas, lo que da un respaldo para hacerlas más
comúnmente, esto desde el punto de vista social.

La importancia para el acreedor es que se convierte en un privilegiado sobre


una porción del patrimonio del deudor, por lo cual tendrá preferencia sobre un
acreedor ordinario o quirografario, los cuales solo tienen acceso al patrimonio
del deudor como prenda común, sin ningún privilegio o derecho preferentes.

Clasificación

1.3.1.1. Legal

Las garantías legales se encuentran establecidas en los artículos 1.885 y 1.810


del Código Civil.

“El obligado a dar fiador debe dar por tal a personas que reúnan las cualidades
siguientes:

Que sea capaz de obligarse y que no goce de ningún fuero privilegiado.

Que esté sometido o que se someta a la jurisdicción del Tribunal que conocería
del cumplimiento de la obligación principal.

Que posea bienes suficientes para responder de la obligación; pero no se


tomarán en consideración los bienes embargados o los litigiosos, ni los que
estén situados fuera del territorio de la República”.

1885

“El legislador establece quién debe prestar garantía:

Los herederos de la persona declarada ausente para adjudicarle los bienes.

El tutor de la persona que no sea abuelo del menor.

En la donación, en el caso del no concebido, los herederos del donante deben


prestar caución para administrar los bienes donados.

Tienen hipoteca legal:


El vendedor u otro enajenante sobre los bienes inmuebles enajenados, para el
cumplimiento de las obligaciones que se derivan del acto de enajenación,
bastando para ello que en el instrumento de enajenación conste la obligación.

Los coherederos, socios y demás copartícipes, sobre los inmuebles que


pertenecen a la sucesión, sociedad o comunidad, para el pago de los saldos o
vueltas de las respectivas partes, bastando así mismo que conste en el
instrumento de adjudicación la obligación de las vueltas.

El menor y el entredicho, sobre los bienes del tutor, que se determinen con
arreglo a los artículos 360 y 397”.

1.3.1.2. Convencional

Las garantías convencionales vienen dadas por la voluntad de las partes.

1.3.1.3. Judicial

Surge en la hipoteca judicial como consecuencia de una sentencia


definitivamente firme tal y como queda expresado en el siguiente articulado

1886.

“Toda sentencia ejecutoriada que condene al pago de una cantidad


determinada, a la entrega de cosas muebles, o al cumplimiento de cualquiera
otra obligación convertida en la de pagar una cantidad líquida, produce
hipoteca sobre los bienes del deudor en favor de quien haya obtenido la
sentencia, hasta un valor doble del de la cosa o cantidad mandada a pagar.

El acreedor favorecido por la sentencia deberá designar ante el Tribunal los


bienes especiales del deudor en los cuales pretenda establecer la hipoteca,
con expresión de su situación y linderos; y si el Tribunal, con conocimiento de
causa, encontrare que representan el valor doble de la cantidad a cuyo pago se
haya condenado al deudor, ordenará que se registre la sentencia junto con la
diligencia del acreedor y el auto que haya recaído.

En el caso de que los bienes sobre los cuales se pretenda la hipoteca judicial
excedan del doble del valor antes dicho, el deudor podrá pedir al Juez
competente que la limite a una cantidad de bienes cuyo valor sea suficiente
para garantizar el pago en conformidad con el párrafo anterior. El Juez hará la
determinación previo conocimiento sumario de causa.

También podrá en todo caso solicitar que se traslade el gravamen hipotecario a


otros bienes determinados y suficientes, a cuyo efecto se seguirá el mismo
procedimiento”.

1.3.2. Garantías según su objeto


Las garantías según su objeto pueden ser: personales y reales; las cuales se
describen seguidamente.

1.3.2.1. Personales

Aquella garantía prestada por una persona.

1.3.2.2. Reales

Las garantías reales son la prenda sobre bienes muebles y la hipoteca sobre
bienes inmuebles.

1837

“La prenda es un contrato por el cual el deudor da a su acreedor una cosa


mueble en seguridad del crédito, la que deberá restituirse al quedar extinguida
la obligación”.

Elementos del contrato de anticresis

Consentimiento.

Requiere además de la manifestación de voluntad libre de vicios, error, dolo y


violencia, la entrega o tradición de la cosa.

Capacidad.

Además de la capacidad plena para obligarse y contratar por tratarse de un


acto de disposición, se requiere que la persona sea titular o propietaria del
bien.

Objeto.

Solo podrá recaer sobre bienes inmuebles corporales que sean capaces de
producir frutos.

Causa.

Es el fin en vista del cual una persona se obliga frente a otra. Para la Anticresis
rige la Materia del Derecho Común, o la necesidad existente de las partes para
saldar una deuda anterior.

La Tradición.

Se requiere la entrega real y efectiva del bien, la cual puede hacerse por
cualquiera de los modos de tradición con tal de que se deje al Acreedor en la
posibilidad de percibir directamente los Frutos que genere el bien .

La Existencia de una Obligación Principal.


La Anticresis presupone la existencia y validez de una Obligación principal a
cuyo capital o interés imputa el Acreedor.

Efectos

El efecto principal de este tipo de contrato es que cuando se pacte que la


propiedad solo cubrirá los intereses de la suma prestada o cubrira la deuda en
el tiempo convenido, solo puede ejercer la acción de su crédito sobre los
bienes de deudor por lo que el acreedor no se hace dueño del inmueble a falta
de pago.

El deudor no podrá solicitar la restitución de la cosa efectuada por anticresis


sino hasta que se extinga por completo la deuda, sin embargo el acreedor
podrá restituirla en cualquier tiempo, y perseguir el pago de su crédito por otros
medios legales.

Las obligaciones que nacen del contrato de anticresis son:

-Responder por la culpa leve en el uso y la explotación de la cosa.

-No realizar mejoras útiles o voluptuorias sin permiso del propietario.

-Entregar la cosa al momento del pago del crédito.

-El deudor no podrá pedir la restitución de la cosa dada en anticresis, solo


después de la extinción total de la deuda.

El acreedor anticresista tiene el derecho de hacerse pagar con preferencia a


otros acreedores sobre la cosa recibida en anticresis

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