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Departamento de Humanidades.

Materia: Escritura Creativa

Profesora: Carmen Verde Arocha

Trabajo Final

(Carpeta de trabajos)
 

 Giann Di Giuseppe

C.i. 26.897.233

 Caracas, 2020
La mano

Mientras caminamos ella tomo mi mano. Fue un momento extraño. Desde antes de
buscarla a su casa ya tenia un plan listo. Íbamos a ir al cine, luego a comer helado y
por último caminar en el parque. Voy por la ultima fase de mi plan, pero ella lo ha
arruinado. Se suponía que debía ser yo quien le extendiese la mano a ella. No sé qué
hacer o cómo reaccionar. ¿Debería salir corriendo? ¿Debería olvidarlo y seguir
caminando? Tal vez no es para tanto, es solo un gesto agradable, y con todo esto del
feminismo y la mujer empoderada capaz fue lo mejor que pudo haber pasado.
- ¿Oye todo bien?
- Si, tranquila
- ¿En qué pensabas?
- En nada, solo intento comerme la cabeza.

El dolor del trabajo

Me despierto. La angustia acelera los latidos de mi corazón, cama esta llena de mi


sudor y mis entrañas rugen como bestia salvaje. Los dinosaurios ya no están, ahora
son petróleo.

Pequeño Kraken

¡Vamos, no tenemos mucho tiempo! - dijo el capitán a sus subordinados. – ¡Si esa ola
nos golpea el barco se hunde!
Rápidamente todos fueron a sus puestos. Bajaron las velas, guardaron sus equipos,
amarraron las reservas. Se preparaban para el impacto, unos se aferraban a la madera
del navío, otros rezaban a sus dioses, otros aceptaban su fin. La ola golpeó al barco,
haciéndolo añicos. El capitán, aturdido, revisa el estado de su tripulación. No los logra
visualizar, una niebla espumosa rodea la vista del capitán. Asustado, pide a Dios que le
salve de aquel predicamento. A lo lejos logra ver en el cielo una figura celestial, divina,
salvadora.
En eso el niño toma de su bañera el barco de juguete, ya se había acabado la hora del
baño.
Ensayo: El Séptimo Sello

Martin Heidegger dicta en una conferencia lo siguiente sobre la muerte: “[la muerte es]
la certeza indeterminada”. Para él la muerte representaba como la forma de revelación
del existente, es decir, el ser humano. Solo frente a la muerte podemos encontrarnos a

nosotros mismos. Pasamos de pensar en el presente y trabajamos nuestra vida con un


proyecto hacia la muerte. Sabemos que vamos a morir, es una certeza, sin embargo,
no sabemos cuándo iremos a morir, ya que es indeterminada.

Así también lo pudo plasmar Ingmar Bergman en su filme El Séptimo Sello, en el cual
se nos presenta la historia de un caballero que, tras una partida de ajedrez con la
muerte, la cual dura hasta el final de la película, busca sentido a su existencia a la vez
de preguntarse sobre Dios como un pasaje a una vida después de la muerte. Lo que se
puede observar a lo largo del filme es que el caballero no teme a la muerte, teme a la
nada. Muchas personas buscan la forma de no verse con la nada, creen en dioses o
entes capaces de llevarlos a una vida lejos de la nada. En la película el papel de los
inquisidores muestra esa faceta humana de buscar su salvación, tanto es así que uno
de los inquisidores prefiere “morir para el cielo que vivir en el infierno”. La peste trajo
consigo una oleada de muerte de la cual no se escapa nadie. La peste representa lo
frágil que somos ante el mundo, lo débil que es la vida humana y lo difícil que es
mantenerla.

Ante la llegada de la muerte podemos tomar distintas posiciones. El escudero del


caballero no esconde su visión absurda del mundo, actúa sabiendo que al final no hay
dioses ni demonios capaces de ofrecernos algo más. Parece que es el único
consciente de la vida y que ella es “un asco”. Vuelvo con los inquisidores para mostrar
la otra cara de la moneda, aquellos que, hacia la inevitable llegada de la muerte, son
capaces de, parafraseando a Cioran, matar y morir por una idea, y en este caso la idea
de la salvación. El caso más curioso es el del propio caballero, el cual no deja de
preguntarse sobre el sentido de su vida, de Dios, de la muerte y de la nada. Lo vemos
al principio de la cinta jugando una partida de ajedrez con la muerte, jugándose la vida.
Esa partida le da tiempo al protagonista de buscar una respuesta a sus preguntas.
Desea vivir, no quiere desaparecer en la nada, y al final de la película pareciera que
encontró lo que estaba buscando, un sentido: el de salvar a la familia de juglares.
En el séptimo Sello se encuentran presentes Albert Camus, Jean Paul Sartre, Martin
Heidegger y más existencialistas, aquellos que reflexionaron sobre la vida misma y la
muerte. Como humanos tememos a lo desconocido, tememos a que la respuesta sea
la nada, ya que de la nada nada sale. Sin embargo, seguimos vivos. La nada no debe
representar el fin sino un comienzo. La muerte se presenta para que nosotros podamos
vivir una vida autentica, sabiendo que algún día el ángel vestido de negro con su hoz
llegara a arrebatarnos de nuestra carne y sangre. De forma brillante el escudero hace
una denuncia al final del filme, queriendo expresar el deseo de que nosotros, los
humanos de carne y hueso, vivamos!

Ensayo: Edipo y el destino

Desde su primera aparición en escena, Edipo ha sido, tal vez, la figura mas reconocida
y hablada de la Grecia Antigua. Desde el psicoanálisis hasta la filosofía, el caso del rey
que no puede escapar a su destino ha inspirado a las mentes mas brillantes de la
humanidad. Lo curioso de la historia de Edipo es su propia caída, por intentar vencer al
destino lo termino cumpliendo. Bien es sabido que la en la tragedia griega se
representa a la humanidad misma, ¿Sera que también la humanidad esta condenada a
no escapar de su destino?
El mundo esta tomando caminos que parecen inevitables. El calentamiento global se
presenta como la amenaza mas grande a la cual nos debemos enfrentar como especie.
El coronavirus ha dominado al mundo desde que se anuncio su existencia en Wuhan.
Las protestas en los Estados Unidos piden por un cambio social. A todo esto, se le
suma el hecho de que parece que estamos de camino a nuestra propia destrucción. La
política internacional se encuentra mas tensa que nunca. Los líderes políticos están
tomando medidas cada vez mas autoritarias, violando las libertades de sus ciudadanos
con el pretexto de cuidarnos del virus. Pero ¿Qué tiene que ver Edipo en todo esto? La
leyenda de un joven que se vuelve rey y al poco tiempo lo pierde todo produce una
reflexión que tal vez pueda explicar esto. De igual manera se alzó la Unión Soviética
ante el mundo, venciendo a la quimera del nazismo y trayendo paz al mundo. Unos
años pasaron y el muro de Berlín, el ultimo vestigio de la voluntad comunista soviético,
se derrumbo trayendo una nueva era al mundo. ¿Estaba la Unión Soviética destinada a
fracasar? A esta pregunta la dejaremos sin contestar, ya que no nos compete ahora
mismo. Edipo como la Unión Soviética representan, aunque pareciera sacado de los
pelos, la caída del Héroe. Así también cayó Kennedy, así también Cristo fue
crucificado. Al igual que Edipo, los héroes de nuestra historia han caído, por causa
propia o por terceros. Los héroes que luchan contra el destino y esgrimen su espada en
contra de las imposibilidades, terminan cayendo a causa de ellas. El destino parece
una maquina de ajedrez que conoce todo el tablero, no tiene contendiente, y aquel que
se crea lo suficientemente audaz, inteligente o poderoso para vencerlo, termina sin
reparo vencido.
¿Que nos queda a nosotros? ¿Debemos aceptar el destino y ya? ¡A esto me opongo!
Si el destino se lanza hacia nosotros debemos lucharlo. La voluntad humana, cuando
es por el bien, no ha tenido miedo jamás a luchar por lo que le parece correcto. Se han
luchado contra dictaduras, contra terroristas, contra depredadores y contra Dios mismo.
El ser humano siempre ha luchado y siempre luchara. Aunque nos quedemos sin ojos,
el Hombre no dejara de dar patadas para sentirse libre.

El lamento del corazón

“Llevo 4 meses encerrado, dicen que la plaga es peligrosa y el contagio inevitable. En


realidad, eso no me interesa, solo la quiero a ella. Esa mujer, mi mujer, que ha estado
conmigo por casi mas de un año, ha sido la persona más importante para mí. Ella me
ha enseñado a sonreír, a saltar, a emocionarme, a amar y a vivir. Lo daría todo por ella,
lo mas importante y lo mas esencial. Llevo 4 meses sin verla, pero no me olvido de ella,
de sus manos suaves y cabello perfectamente negro; sus cejas pobladas y su nariz
perfecta. Mi recuerdo es lo mas bello que ronda por mi conciencia, su casa es mi
mente.”
Suena la puerta y nuestro protagonista, perdido en ilusiones, abre la puerta. En frente
se le presenta una bella dama, con cabello castaño, poca ceja, manos arrugadas de
tanto trabajar y una nariz con el tabique semi desviado. Resulta que de tanto hacerse
ideas, nuestro protagonista no reconoce a la mujer de su vida, a su figura real.

Materialismo Histórico

“Entonces” decía el jefe al conjunto “Hoy fue un buen día. Aumentamos la producción
un 15% y se aumentaron las ventas. Me retracto, no fue un buen día ¡Fue un excelente
día! Los espero mañana”
Luego de escuchar el discurso del burgués, los trabajadores recogieron sus equipos y
salieron de la fábrica. Uno a uno iban saliendo, todos mirando hacia el suelo.
Cansados, no pensaban en otra cosa que trabajar, trabajar para ganar dinero, ganar
dinero para comprar comida, comprar comida para comer, comer para vivir, vivir para
trabajar. Sus rostros sucios y sus bocas secas eran la firma del sistema en ellos. En
sus mentes no se les ocurría la idea de que el futuro es de ellos.
Juego de fuerza

Esta es la historia, corta pero larga, de dos personas atrapadas en una constante lucha
inacabable, una guerra sin cuartel entre dos estilos totalmente diferentes, una batalla
que se mantenía viva por el ímpetu y la fuerza de cada uno. Los contrincantes se
batian en un duelo donde debían jalar una cuerda. Por un lado, un hombre tomaba a la
cuerda con su derecha, por el otro, el segundo hombre tomaba la cuerda por la
izquierda. Los días pasan, las estaciones vuelan y los campos cambian; los niños
envejecen y los viejos mueren, pero esos dos hombres siguen luchando, y por como
van las cosas, seguirán luchando. ¿Por qué el hombre es tan testarudo?

Grandes Poemas

De que hablan los grandes poemas.


Aquellos que entran en el alma del joven
Y la impregnan de su sabiduría y pasión.

De que hablaran esos ricos versos,


Esas estrofas grandiosas,
Tan grandiosas que tocan el alma

Poemas que hablan de la vida y del amor,


Del frio, el hielo, el fuego y el calor
Poemas que abren los cielos y cierran fronteras

Poemas cantados por ángeles y demonios,


Del cielo y del infierno, de Dios y el Demonio
Poemas de nuestras almas y de nuestros pecados

Quien será capaz de leer tan grande poesía.


Esa que nos inquieta y desorienta.
Poesía que lleva y poesía vacía.

Como puedo entender a Neruda o a Unamuno.


Como seré yo capaz de apreciar a Llorca o Machado
Estaré en condición de aprehender a Darío o a Borges

Tan grande es la poesía,


Tan fuerte es su viento.
De que hablan los grandes poemas,
Eso tal vez no pueda saberlo.

Árbol de la vida

Árbol de la vida hoy voy hacia ti.


Vengo a dejar mis faltas
Y te entrego mi existir

Árbol de la vida lléname de paz.


Permíteme nacer de nuevo,
Que mi camino sea fugaz.

Árbol de la vida déjame vivir.


Que, aunque hoy muera siga siendo yo.
Que, cuando no esté en esta tierra que me recuerden con amor.

Árbol de la vida dame un sentido.


Me siento sólo acá atrapado,
Se tú, oh árbol, quien me llene

Árbol de la vida veo en ti un fuego.


Siento que me quema,
Siento que me muero

Árbol de la vida guarda mis palabras.


Que, aunque sin ti no hay vida,
La vida sin ti se siente con más ganas

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