INSTITUCIÓN FINANCIERA

La institución, tiene su origen y aporte de otras entidades financieras públicas del Perú. Inició
sus actividades el 5 de marzo de 1942. La Resolución de la Autoridad de Supervisión del
Sistema Financiero (ASFI) de esa fecha, le facultó ejercer la actividad bancaria en la forma y
términos definidos por la Ley de Bancos.

Forma parte de uno de los conglomerados financieros más importantes de Latinoamérica con
presencia en varios países de la región. La imagen proyectada hoy, es la de una institución
moderna, innovadora y sobre todo, con una excelente calidad de servicio. La entidad tiene la
cartera más sana y con una de las mayores coberturas del sistema, lo que aunado a un sólido
respaldo internacional, la ubica como una de las instituciones líderes dentro del sistema
financiero nacional.

ANÁLISIS DEL CONTEXTO

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para 2018 apuntan a condiciones
económicas aún más favorables que las vistas durante el 2017. Se estima que el crecimiento
mundial para 2018 y 2019 se mantenga fuerte, y de hecho se han revisado un alza en 0,2
puntos porcentuales, a 3,9% el crecimiento anual para ambos años. Esta revisión refleja la
intensificación del ímpetu mundial y el impacto que se prevé tengan los cambios de la política
tributaria de Estados Unidos.

En Bolivia, la economía continúa con una perspectiva positiva de crecimiento económico,

impulsado por elevados niveles de inversión pública y por el persistente dinamismo de la
demanda interna. Se espera que el sector externo y fiscal mantenga saldos negativos aunque
menos deteriorados, debido a la recuperación del precio del petróleo y de las materias primas,
así como a demandas de gas mucho más regulares por parte de Brasil. Se estima un
crecimiento en torno al 3,9% anual.

El banco tiene como expectativa continuar fortaleciendo a los sectores productivos,

generadores de empleo y personas naturales que requieran algún producto y servicio
promoviendo el desarrollo integral con la mejor calidad y atención al cliente, respetando el
cumplimiento de las normas establecidas.

ANÁLISIS FINANCIERO

Las instituciones suministran información económico-financiera a diversos destinatarios, que

deben aprender a analizarla para aprovechar la ventaja que dicha información les ofrece
respecto de sus competidores. Es por ello que el análisis financiero se torna como una
herramienta imprescindible para cualquier persona que quiera profundizar en el mundo de la
economía privada y pública.

Para que dicha información sea útil en la toma de decisiones, ha de ser sometida a un proceso
de análisis por parte de múltiples usuarios, que junto con otra información no generada por la
propia institución pero sí necesaria, forman una opinión sobre el endeudamiento y el riesgo
financiero, la solvencia, rentabilidad, eficacia, eficiencia, etc. De ahí se deriva la importancia en
un escenario globalizado como el actual y en el que es necesario saber interrelacionar los
distintos elementos de análisis tanto interno como externo que se producen en las
instituciones.
 RETOS Y OPORTUNIDADES

La institución ha trabajado en los últimos años en mantener un nivel adecuado de patrimonio,

una alta calidad de cartera, inversiones de bajo riesgo y una adecuada diversificación en sus
fuentes de fondeo. Esto ha permitido que se constituya en una de las instituciones más sólidas
del Sistema Financiero Boliviano, logrando importantes reconocimientos durante los últimos
años.

El Banco tiene como estrategia mantener los estándares más altos en su gestión integral de
riesgos y los niveles adecuados de capital para una gestión segura y sólida.

El avance de la tecnología y la transformación digital está afectando a todas las actividades de

la institución, entre ellas las financieras. Algunos sectores ya migraron completamente a
plataformas digitales mientras otros están en proceso de cambio, transformando la forma en
que interactúan con los consumidores, por lo que aún el ingreso pleno al uso de la tecnología
se constituye en un reto y una oportunidad a la vez.

Por otro lado, los consumidores son cada vez más digitales y la banca debe moverse cada vez
más rápido en esta tendencia, no solamente para satisfacer las necesidades de sus clientes,
sino, fundamentalmente para la toma de decisiones oportuna.