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De conformidad con la jurisprudencia constitucional,

el derecho de contradicción implica dos fenómenos diferentes, por un lado, la


posibilidad de oponerse a las pruebas presentadas en su contra y, de otro lado, la
facultad de la contradicción conlleva a un ejercicio legítimo de defensa directa, dirigido
a que los argumentos o alegatos propios sean oídos en el proceso.

el artículo 29 de la Constitución, en forma explícita consagra tanto el principio de


celeridad, como el derecho de contradicción y controversia probatoria. Al respecto
dicha norma señala que toda persona tiene derecho “a  un debido proceso público sin
dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su
contra; a impugnar la sentencia condenatoria, y a no ser juzgado dos veces por el
mismo hecho”. 
Esta Corporación ha explicado que el derecho al debido proceso se descompone en
varias garantías que tutelan diferentes intereses ya sea de los sujetos procesales, o de
la colectividad a una pronta y cumplida justicia. Entre ellas,
Estos mandatos fueron desarrollados por los artículos 15 y 16 de la Ley 906 de 2004,
según los cuales, el principio de contradicción concede a las partes en el proceso penal
el “derecho a conocer y controvertir las pruebas, así como a intervenir en su formación,
tanto las que sean producidas o incorporadas en el juicio oral y en el incidente de
reparación integral, como las que se practiquen en forma anticipada”.  En tanto que el
de inmediación incorpora el imperativo según el cual “en el juicio únicamente se
estimará como prueba la que haya sido producida o incorporada en forma pública, oral,
concentrada, y sujeta a confrontación y contradicción ante el juez de conocimiento. En
ningún caso podrá comisionarse para la práctica de pruebas.”

El artículo 29 de la Constitución contempla a favor de quien tenga la condición de sindicado la


garantía “a un debido proceso público, sin dilaciones injustificadas; a presentar pruebas y
a controvertir las que se alleguen en su contra”. En tanto que el artículo 250 numeral 4 de la
Carta, tal como fue modificado por el Acto Legislativo 03 de 2002, establece como una de las
funciones nucleares de la Fiscalía General de la Nación la de: “Presentar escrito de acusación
ante el juez de conocimiento, con el fin de dar inicio a un juicio público, oral, con inmediación
de la prueba, contradictorio, concentrado y con todas las garantías.”(Destaca la Sala).
DERECHO DE DEFENSA Y CONTRADICCION-No son absolutos y pueden ser
limitados por el legislador, siempre que no se vea afectado su núcleo esencial, la
limitación responda a criterios de razonabilidad y proporcionalidad, y no se
desconozcan otros derechos fundamentales
 
La Corte ha admitido que algunas garantías procesales, -y entre ellas el derecho de
defensa y contradicción- no son absolutas y pueden ser limitadas por el legislador,
siempre que no se vea afectado su núcleo esencial, la limitación responda a criterios
de razonabilidad y proporcionalidad, y no se desconozcan otros derechos
fundamentales, como puede ser el derecho a la igualdad. En todo caso, ha señalado
que la función, tanto del legislador como del juez constitucional, es tratar de lograr que
todos los principios y derechos que eventualmente puedan entrar en tensión a la hora
de regular los términos judiciales sean garantizados en la mayor medida posible.
De igual forma el derecho a la contradicción probatoria se limita por criterios de
pertinencia y necesidad, es decir no es posible practicar todas las pruebas que las
partes quieran proponer, pues las mismas deben tener relación con el objeto del
proceso, y ser necesarias para llegar a la verdad, pues no tendría sentido por ejemplo
practicar pruebas que pretendan probar hechos que no necesitan prueba.

El artículo 29 de la Constitución contempla a favor de quien tenga la condición de


sindicado la garantía “a un debido proceso público, sin dilaciones injustificadas; a
presentar pruebas y a controvertir las que se alleguen en su contra”. En tanto que
el artículo 250 numeral 4 de la Carta, tal como fue modificado por el Acto Legislativo 03
de 2002, establece como una de las funciones nucleares de la Fiscalía General de la
Nación la de: “Presentar escrito de acusación ante el juez de conocimiento, con el fin
de dar inicio a un juicio público, oral, con inmediación de la
prueba, contradictorio, concentrado y con todas las garantías.”
 
Estos mandatos fueron desarrollados por los artículos 15 y 16 de la Ley 906 de
2004, según los cuales, el principio de contradicción concede a las partes en el proceso
penal el “derecho a conocer y controvertir las pruebas, así como a intervenir en su
formación, tanto las que sean producidas o incorporadas en el juicio oral y en el
incidente de reparación integral, como las que se practiquen en forma
anticipada”.  En tanto que el de inmediación incorpora el imperativo según el cual “en
el juicio únicamente se estimará como prueba la que haya sido producida o
incorporada en forma pública, oral, concentrada, y sujeta a confrontación y
contradicción ante el juez de conocimiento. En ningún caso podrá comisionarse para la

práctica de pruebas.” ( Sala Plena de la Corte Constitucional, C-371/11, 2011)


Tribunal y sala que expide. (fecha) Número de sentencia [MP. ]

Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal. (12 de noviembre de 2014)


Sentencia SP15512- 39392. [MP Fernando Castro]

( Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, SP15512- 39392, 2014)

Sala Plena de la Corte Constitucional. (11 de mayo de 2011)


Sentencia C-371/11. MP Luís Ernesto Vargas Silva

( Sala Plena de la Corte Constitucional, C-371/11, 2011)


El derecho de contradicción se basa en principios del derecho procesal:

1. Igualdad de las partes en el proceso


2. Necesidad de oír a la parte imputada
3. Imparcialidad de los funcionarios judiciales
4. Audiencia bilateral
5. Impugnación
6. Respeto a la libertad individual

 Jurisprudencia

De conformidad con la jurisprudencia constitucional; El derecho de contradicción


implica dos fenómenos diferentes, por un lado, la posibilidad de oponerse a las pruebas
presentadas en su contra y, de otro lado, la facultad de la contradicción conlleva a un
ejercicio legítimo de defensa directa, dirigido a que los argumentos o alegatos propios
sean oídos en el proceso.

 Criterios

El derecho a la contradicción se limita por criterios de pertinencia y necesidad, es decir,


no es posible practicar todas las pruebas que las partes quieran proponer, pues las
mismas deben tener relación con el objeto del proceso, y ser necesarias para llegar a la
verdad, pues no tendría sentido por ejemplo practicar pruebas que pretendan probar
hechos que no necesitan prueba.

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