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GRUPO 3

Se cumplen los ODS en el Perú (7-12)

7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas

para todos.

En cuanto a energía renovable, en el Perú, solo el 2,7% de la energía proviene de

fuentes renovables no convencionales en el 2017 según la Sociedad Peruana de Energias

Renovables (SPR).

Según Juan Coronado presidente de la SPR , el Peru tiene potencial para desarrollar este

tipo de energía, pero debido a la falta de gestión no se esta aprovechando.

La realidad es que el difícil competir con el sistema a gas y otras fuentes de energía

fosiles que son muy contaminantes.

Enel Green Power Perú uno de los principales actores del sector eléctrico del país,

coinciden en que a partir del 2021 el Perú requerirá necesariamente de nuevas fuentes

de generación energética. Lo cual si no se realiza a tiempo, tendremos que usar las

reservar de petróleo las cuales son altamente contaminantes y poseen un alto precio.

El panorama para alcanzar esta meta con eficiencia es que poner mas atención y gestión

a estos objetivos

Según (BCRP, 2018) La meta de este objetivo busca que se garanticen el acceso

universal a la energía de calidad. En materia de electricidad por red pública, la cobertura

actual es del 98,5 por ciento de los hogares, lo cual permite observar que el

cumplimiento de la meta se dará antes del 2030.


Para impulsar en el Perú el uso de las energías no convencionales, EGPP indica que el

reconocimiento de la potencia firme permitirá que las mismas compitan en igualdad de

condiciones con otras tecnologías, que la tendencia mundial de precios decrecientes

para estas tecnologías se consolide en el país, y estos beneficios, en precio y calidad, “se

trasladen a los clientes finales”.

8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo

pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

Este objetivo recoge en sus metas las aspiraciones de mantener un crecimiento

económico sostenible e inclusivo.

Se plantea la reducción considerable al 2020 de la proporción de jóvenes que ni estudian

ni trabajan (“Ninis”) y no reciben capacitación, y la eliminación al 2025 del trabajo

infantil de los niños y jóvenes entre 5 y 17 años de edad. La tasa de crecimiento del PBI

real per cápita se desaceleró entre 2009 y 2017. Así, pasó del 7,1 por ciento en 2010 al

1,4 por ciento en 2017, muy por debajo del 7 por ciento propuesto en este ODS. El

grupo vulnerable de jóvenes conocidos como “Ninis” representa el 17 por ciento de la

población juvenil del país (con 30 por ciento de “Ninis” en el Callao, la incidencia más

alta) y su disminución ha sido lenta como para obtener reducciones considerables al

2020.

El trabajo infantil es otro problema relevante, pues una cuarta parte de los niños y

jóvenes trabaja actualmente en el Perú. Con el mismo ritmo de reducción mostrado

entre 2012-2017 (de -1,4 puntos anuales), eliminarlo en 2025 no resultaría posible ya

que en ese año estaríamos registrando una tasa alrededor de 13 por ciento. En esta
tendencia, hay que considerar que muchas familias tienen alta tolerancia al trabajo

infantil7 ante la precariedad de los ingresos familiares.

9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva

y sostenible, y fomentar la innovación.

Para el caso de las telecomunicaciones, por ejemplo, si bien se registró un incremento

del 407% en el 2017 en la cobertura 4G a nivel nacional, el MTC señala que la

tecnología solo está disponible para el 31% de la población peruana

10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.

Comparado con los países vecinos, el Perú tiene la menor tasa de desigualdad en los

ingresos, según cifras del Banco Mundial (BM). La desigualdad en el Perú registraba un

0,44 en el 2015, en Bolivia, 0,45; en Ecuador, 0,46; en Chile 0,47; y

en Colombia y Brasil, 0,51.

“Desde el punto de vista geográfico, por ejemplo, la pobreza en la zona urbana peruana

decreció, pero aumentó en el área rural de acuerdo al BM.

De acuerdo con el compromiso global firmado desde el 2015, la agenda 2030 la cual

indica que el país debe potenciar y promover la inclusión social, económica y política

de todas las personas, es decir, reducir la desigualdad pero sin deterioro alguno de las

condiciones de vida actuales.

EL PAPEL DE LAS PYMES

En acompañamiento a las políticas públicas, el empuje que el sector privado en el Perú

pueda darle a la reducción de la desigualdad estará concentrado en el valor que las

pequeñas y microempresas puedan realizar además que hay que tener en cuanta que

el 99,4% del sector formal empresarial está formado por este tipo de emprendimientos.
DESIGUALDAD SE PUEDE REDUCIR SI AUMENTA LA INFRAESTRUCTURA

El comercio 21 de abril del 2019

Dejar de invertir en obras puede disminuir los ingresos de los más pobres en 20 puntos

porcentuales, en 10 años. En el Perú, la brecha en telecomunicaciones es mayor que

África.

La inversión en infraestructura crea y mejora las redes de transporte, energía, agua y

saneamiento, y las telecomunicaciones del país. Tiene un impacto directo en el

crecimiento económico porque permite aumentar el stock de capital, e indirecto como

medio para incrementar la productividad y reducir la desigualdad.

Para el Perú, el no añadir capital nuevo a los stocks existentes le puede costar más que

a otras economías de la región como Chile, Bolivia, Argentina, Costa Rica y Jamaica.

El último Informe Macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)

hizo el ejercicio del precio que nuestro país pagaría si deja de aumentar la inversión en

infraestructura en producción y distribución de energía, agua y saneamiento, transporte

y telecomunicaciones. Los resultados son desalentadores.

En promedio, el 40% de los hogares peruanos más pobres perdería alrededor de 20

puntos porcentuales del aumento del ingreso real en un período de 10 años. En tanto,

los hogares del 40% de la población más rica perderían alrededor de 15 puntos

porcentuales. Además, el deterioro promedio de los ingresos de la población en el Perú

es superior al promedio de los países de la muestra.

Para darnos una idea de la magnitud de este costo, consideremos la evolución del

ingreso por habitante en la última década. Según el INEI, en dicho lapso, el ingreso
promedio per cápita del 40% de la población más pobre creció a un ritmo anual de

4,6%; y en el 40% de la población más rica, el aumento fue de 2,16%.

Si a estas variaciones les restáramos la pérdida de no invertir en infraestructura, el

ingreso de los más pobres hubiese crecido al año en 3,18% y de los más ricos en

0,85%. Si bien aparentemente los más ricos serían los más perjudicados, hay que tener

presente que el ingreso promedio de esta población es 6,4 veces más alto.

“En principio, estoy totalmente de acuerdo con el BID. La forma más fácil de reducir la

desigualdad del ingreso en el Perú es invirtiendo en infraestructura. Nuestro problema

es que nuestra infraestructura está totalmente rezagada. La inversión en capital no solo

es la forma más fácil para generar crecimiento, sino competitividad en el país”, dijo a

El Comercio el ex ministro de Economía, Alfredo Thorne.

Tener en cuenta las cifras del BID es importante, sobre todo si el gasto que el Perú

realiza cada año para cerrar la brecha de infraestructura es insuficiente y que, en los

últimos 8 años, la inversión pública solo aumentó por tres años y cayó en cinco, según

el BCR.

12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles.

Para lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella

ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y

recursos. La agricultura es el principal consumidor de agua en el mundo y el riego

representa hoy casi el 70% de toda el agua dulce disponible para el consumo humano.

La gestión eficiente de los recursos naturales compartidos y la forma en que se eliminan

los desechos tóxicos y los contaminantes son vitales para lograr este objetivo. También
es importante instar a las industrias, los negocios y los consumidores a reciclar y reducir

los desechos, como asimismo apoyar a los países en desarrollo a avanzar hacia patrones

sostenibles de consumo para 2030.

¿Cómo logramos garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles?

Una de las maneras es alentando a las empresas, en especial las grandes empresas y las

empresas transnacionales, a que adopten prácticas sostenibles e incorporen información

sobre la sostenibilidad en su ciclo de presentación de informes.

Otra forma seria racionalizando los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles que

fomentan el consumo antieconómico eliminando las distorsiones del mercado, de

acuerdo con las circunstancias nacionales, incluso mediante la reestructuración de los

sistemas tributarios y la eliminación gradual de los subsidios perjudiciales, cuando

existan, para reflejar su impacto ambiental, teniendo plenamente en cuenta las

necesidades y condiciones específicas de los países en desarrollo y minimizando los

posibles efectos adversos en su desarrollo, de manera que se proteja a los pobres y a las

comunidades afectadas.

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