Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Algunos Apuntes Sobre Después de La Finitud
Algunos Apuntes Sobre Después de La Finitud
DE QUENTIN MEILLASSOUX
1) LA ANCESTRALIDAD
Este capítulo es vertebrado por Meillassoux a través de tres cuestiones fundamentales:
1. La cuestión del correlacionismo
2. La cuestión de la ancestralidad y el archifósil
3. La cuestión de cómo el correlacionismo se enfrenta a las cuestiones de la ancestralidad y el archifósil
4. La cuestión de por qué el correlacionismo resulta insostenible al afrontar las cuestiones de la
ancestralidad y el archifósil
- La teoría de las cualidades primarias parece un asunto perimido y aunque su estudio parecería un
quehacer escolástico, en ella se encuentra la relación misma del pensamiento con el absoluto.
- Aunque la distinción entre propiedades primarias y secundarias proviene de Locke, se encuentra
insinuada ya en Descartes (Discurso del método, Meditaciones metafísicas, Principios de la filosofía).
- “Nada sensible-cualidad afectiva o perceptiva-puede existir tal como se da en mí en la cosa sola, sin
relación conmigo o con otro ser viviente”
- Ninguna de dichas cualidades parece poder subsistir en las cosas mismas
- Sin el observador, el mundo se vacía de cualidades sonoras, visuales, olfativas, etc.
- Sin embargo, lo sensible tampoco es inyectado por mí en las cosas como una ilusión permanente y
arbitraria.
- Existe un lazo constante entre las realidades y su sensación.
- Lo sensible solo existe como relación entre el mundo y el viviente que soy.
- Lo sensible no está simplemente en mí, ni simplemente en la cosa como propiedad intrínseca: es la
relación misma entre la cosa y yo.
- Las sensaciones secundarias se producen en mi relación subjetiva con las cosas
- La “cosa en sí” es lo mismo que la “cosa sin mí”
- La tesis de las propiedades secundarias como relación entre la cosa y su aprehensión subjetiva se
convirtió en un lugar común sin muchos cuestionamientos
- Sin embargo, se discutió la forma en cómo Locke o Descartes pensaron dicha relación: como
modificación de la sustancia pensante ligada a la acción mecánica de un cuerpo material y no, por
ejemplo, como correlato noético-noemático (como en la fenomenología).
- Lo que descalificó la distinción entre cualidades primarias y secundarias fue la distinción misma ente
unas cualidades que dependen del sujeto y otras que no lo hacen: las cualidades primarias son
supuestamente inseparables del objeto.
- Para Descartes, las propiedades primarias son todas aquellas que resultan de la extensión y que son
objeto de demostraciones geométricas (largo, ancho, profundidad, movimiento, figura, tamaño).
- Tiene sentido pensar como propiedad en si del objeto todo lo que puede ser formulado en términos
matemáticos.
- La distinción entre propiedades primarias y secundarias plantea, por lo tanto, una tesis doble: a) lo
sensible solo existe como relación del sujeto con el mundo Y b) las propiedades matematizables están
exentas de dicha relación y se encuentran en el objeto, tal y como las concibo.
- ¿En qué medida la tesis doble puede parecer absurda para un filósofo contemporáneo?
- Puede parecer absurda al filósofo contemporáneo en la medida en que es una posición “precrítica” y
representa una regresión ingenua a la metafísica dogmática.
- La tesis según la cual existen propiedades de un mundo “en sí” se ha vuelto insostenible desde
Berkeley y desde Kant: insostenible porque el pensamiento no puede salir de él mismo para comparar
el “mundo en sí” y el “mundo para nosotros”. Se trata, pues, de una tesis auto contradictoria: toda
representación “en sí”, se convierte en representación “para nosotros”.
- No podemos conocer nada más allá de nuestra relación con el mundo. Las matemáticas no pueden
constituir la excepción a la subjetivación: deben concebirse como dependientes de la relación del
sujeto con lo dado; como una forma de representación, como un acto de la subjetividad o como un
lenguaje formal específico.
- Todo filósofo que ratifica la “revolución trascendental” verá como ingenuo creer que podemos pensar
algo haciendo abstracción de que siempre somos nosotros los que pensamos algo.
- La revolución trascendental consistió en descalificar el realismo ingenuo y dogmático y también en
redefinir la objetividad fuera del contexto dogmático.
- En el marco kantiano, la conformidad de un enunciado con el objeto no se define como “adecuación” o
“semejanza” porque el objeto “en sí” resulta inaccesible.
- La diferencia entre una representación objetiva y una puramente subjetiva es que la primera resulta,
en principio, universalizable (experimentable por cualquiera) mientras que la segunda no lo es.
- La “intersubjetividad”, el consenso de una comunidad, ha sustituido la adecuación y se ha presentado
como el criterio auténtico de objetividad.
- La verdad científica es lo que es susceptible de ser dado a una comunidad científica para compartir.
- La correlación parece haberse convertido en la noción central de la filosofía a partir de Kant.
- “por “correlación” entendemos la idea según la cual no tenemos acceso más que a la correlación entre
pensamiento y ser, y nunca a alguno de estos términos tomados aisladamente” (24).
- CORRELACIONISMO: Toda corriente de pensamiento que sostenga el carácter insuperable de la
correlación así entendida.
- Toda filosofía que no se incline por un realismo ingenuo se ha convertido en una variante del
correlacionismo.
- El correlacionismo consiste en descalificar toda pretensión de considerar las esferas de la subjetividad
y de la objetividad independientemente una de la otra.
- Se puede llamar “círculo correlacional” al argumento según el cual no podemos pretender pensar el
en-sí sin entrar en un círculo vicioso.
- Se puede denominar “paso de baile correlacional” según el cual “resulta ingenuo pensar al sujeto y al
objeto como dos entes que subsistirían cada uno por sí mismo y a los cuales la relación que
mantienen entre sí se les agregaría desde afuera. Por el contrario, la relación es en cierto modo
anterior: el mundo no tiene sentido de mundo más que porque se me aparece como mundo y el yo no
tiene su sentido de yo sino porque es respecto del mundo aquel para el cual el mundo se devela.
- El “paso de baile” del moderno es la creencia sobre la primacía de la relación sobre los términos
vinculados.
- El “co-” es la partícula dominante de la filosofía moderna (co-donación. Co-relación, co-originariedad,
co-presencia, etc).
- Uno de los problemas filosóficos hasta Kant consistió en pensar la “sustancia”; desde Kant ja
consistido en pensar la co-relación.
- Así, la pregunta por ¿cuál piensa es la verdadera sustancialidad o el sustrato justo de lo real? (idea,
individuo, átomo, Dios,) cedió su lugar a la pregunta por ¿cuál es el justo correlato?
- Las nociones de conciencia y lenguaje de los modernos exhibe un carácter paradójico: por un lado
existe un lazo que una al lenguaje y la conciencia con un afuera radical; por otro lado exhibe un
sensación de enclaustramiento: “estamos bien encerados en el en-afuera del lenguaje y la conciencia,
puesto que estamos allí siempre ya…porque no disponemos de ningún punto de vista desde el cual
podamos observar el exterior a estos “objetos-mundo” donadores insuperables de toda exterioridad”
(32).
- AFUERA CLAUSTRAL: un afuera en el que nos sentimos encerrados. Se trata de un afuera relativo a
nosotros mismos:
“la conciencia y el lenguaje se trascienden hacia el mundo, pero mundo hay solo en tanto que una conciencia
pueda trascender respecto de él” (32).
- “pudiera suceder…que los modernos tuvieran la sorda impresión de haber perdido irremediablemente
el Gran Afuera, el Afuera Absoluto de los pensadores precríticos; ese afuera que no era relativo a
nosotros, que se daba como indiferente a su donación para ser lo que es, al existir tal como es en él
mismo, lo pensemos o no” (32).
- El filosofema proscritico de la correlación pensamiento-ser no se reduce a la correlación sujeto-objeto.
- El dominio de la correlación en el pensamiento contemporáneo no implica un dominio de las filosofías
de la representación
- Heidegger condenó la obliteración del ser al ente y planteó la idea de “Ereignis” (co-apropiación)
según la cual tanto el ser como el hombre no pueden plantearse como dos en sí sino como
constituidos originariamente en una relación mutua: “el Ereignis es la conjunción esencial del hombre
con el ser unidos por una pertenencia mutua de su ser propio” (33).
- Heidegger evita entender la relación del ser y el pensamiento a la manera metafísicca como nexo o
conexión y sumisión de toda cosa al orden del sistema.
- No se trata de abandonar el “co-” sino de volver a pensar la originariedad por fuera de los esquemas
de la representación:
“decimos siempre del “Ser mismo” demasiado poco”, si al decir “el ser”, omitimos la pre-sencia para la
esencia humana, y con ello desconocemos que esa esencia misma forma parte de “el Ser”. Decimos
también siempre demasiado poco del hombre, si al decir “el Ser” (no el ser humano, ponemos el
hombre para sí, y lo así puesto lo ponemos entonces otra vez en relación con el ser”. Heidegger.
“La ciencia experimental es capaz de producir enunciados que atañen a acontecimientos anteriores al
advenimiento de la vida tanto como de la conciencia”
¿De qué hablan los científicos cuando discuten la fecha de la formación de la tierra o la edad del
Universo?
“¿Cómo captar el sentido de un enunciado científico que se refiere explícitamente a un dato del mundo
postulado como anterior a la emergencia del pensamiento, e incluso de la vida, es decir, postulado como
anterior a toda forma humana de relación con el mundo?” (36)
Ejemplo: la emisión de la luz de una estrella puede informar acerca de la fecha de su formación.
¡! Entonces, hay que determinar las condiciones de sentido a las que responden los enunciados ancestrales.
Dado que, por un lado, la ciencia se ha desarrollado al punto de disponer de procedimientos para la datación
de acontecimientos anteriores a la emergencia de la conciencia, y dado que, por otro lado, la filosofía se ha
replegado hacia una orientación de carácter correlacional, según la cual es imposible pensar algo al margen
del pensamiento, cabe preguntarse por el sentido que tienen los enunciados ancestrales y la realidad
ancestral para un enfoque tal.
¿Qué interpretación da el correlacionismo acerca de los enunciados ancestrales?
- Decir que no podemos sustraernos al horizonte correlacional no es afirmar que la correlación exista
por sí misma, con independencia de su encarnación en individuos.
- No conocemos ninguna correlación que esté dada fuera de los seres humanos y no podemos salir de
nosotros mismos para descubrir que semejante desencarnación del correlato sea verdadera.
- El testigo ancestral es una hipótesis ilegítima desde el correlacionismo estricto
- ¿Cómo se puede interpretar un enunciado ancestral al margen de la hipóstasis del correlato?
- De acuerdo con una filosofía dogmática como la cartesiana, la cuestión del archifósil no presenta
problema alguno. Para esta filosofía mientras que las “propiedades secundarias” del archifósil solo
tienen sentido en relación con un sujeto, las propiedades primarias matematizables designan
propiedades efectivas del acontecimiento en cuestión (fecha, duración, extensión, por ej), incluso
cuando ningún observador haya estado presente para hacer una experiencia directa de dicho
acontecimiento.
- Sin embargo, no diremos que el ser en cuestión es intrínsecamente matemático como afirmaban los
pitagóricos. Esto conduciría a sostener que los materiales fósiles son realidades ideales como los
números.
- Los enunciados son ideales en tanto que son una realidad significante: pero sus referentes eventuales
no son necesariamente ideales.
“Los referentes de los enunciados que tratan de las fechas, volúmenes, etc., existieron hace 5.56
miles de millones de años tal como esos enunciados los describen, pero no esos enunciados mismos,
que nos son, por su parte, contemporáneos.” (40)
- Un hombre de ciencia no afirma de modo categórico que un acontecimiento ancestral se produjo con
toda seguridad como lo describe.
- Toda teoría científica es revisable o refutable en beneficio de otra teoría más conforme con la
experiencia.
- Sin embargo, es legítimo suponer que, hasta que no se encuentre una mejor teoría, las cosas
pudieron pasar como la teoría sostenida hasta el momento las describe
- Si su teoría es refutada será en beneficio de otra de alcance ancestral que se supone verdadera
- Los hombres de ciencia parecen tener mayor afinidad con e cartesianismo que con el kantismo.
- Para el correlacionismo no es posible sostener de modo literal las tesis del cartesianismo
- Para el filósofo correlacionista es legítimo y comprensible que tenga una actitud espontánea realista al
igual que el “hombre común”
- Pero, el filósofo posee un tipo de saber que le permite corregir dichos enunciados
Sea el siguiente enunciado ancestral
“El acontecimiento X se produjo tantos años antes de la emergencia del hombre”.
El correlacionista no discutirá el enunciado pero agregará:
“para el hombre (e incluso para el hombre de ciencia)”
O sea, “El acontecimiento X se produjo tantos años antes de la emergencia del hombre para el hombre (de
ciencia)”.
Así, según el correlacionismo, frente a un enunciado ancestral, hay al menos dos niveles de sentido:
a) Sentido inmediato: realista
b) Sentido original: correlacional
¿En qué consiste una interpretación literal del enunciado ancestral?
R/ En afirmar que su sentido realista es su sentido último
Para el pensador poscrítico existen ciertas absurdidades que algunos filósofos dogmáticos o ingénuos
continuarían sosteniendo:
Así, no se debe creer simplemente que la acreción de la Tierra precedió a la aparición del hombre en
el tiempo,
Es justo afirmar, más bien, que “la comunidad presente de los hombres de ciencia tiene razones
objetivas para considerar que la acreción de la Tierra precedió la emergencia de los homínidos en x
años”
Después de Kant, la objetividad y la verdad se sostienen sobre el criterio de intersubjetividad y el mundo
no tiene sentido más que como dado a un ser viviente o pensante.
Para el correlacionista, un enunciado ancestral es verdadero cuando está fundado en:
- Si, en tanto que los enunciados ancestrales son objetivos, esto es, intersubjetivos y, por lo tanto,
verdaderos.
- No, en tanto que el referente de los enunciados no puede haber existido del modo descrito como no-
correlacionado.
Esto conduce a afirmar que:
“El enunciado ancestral es un enunciado verdadero en el hecho de que es objetivo, pero respecto del cual es
imposible que el referente haya podido efectivamente existir tal como ducha verdad lo describe” (46).
Un enunciado verdadero que describe como real un acontecimiento imposible. Un enunciado objetivo sin
objeto pensable. ¡Un sinsentido!
- El correlacionista consecuente debería dejar de creer que puede articular dos niveles de sentido sin
afectar en nada el contenido del enunciado con el que pretende tratar.
¡! No hay compromiso posible entre el correlato y el archifósil
“El correlacionismo coherente debería dejar de ser modesto y atreverse a afirmar en voz alta que está
en condiciones de enseñar a priori al hombre de ciencia que sus enunciados ancestrales son
enunciados ilusorios: porque el correlacionista sabe que lo que se describe de ese modo nunca pudo
haber tenido lugar tal como se lo describe” (48)
Parece como si el idealismo trascendental se volviera indistinguible del idealismo subjetivo ante la
materia fósil: “frente al archifósil, todos los idealismos convergen y se convierten en igualmente
extraordinarios”-Todos los correlacionismos se revelan como idealismos extremos.
Los “advenimientos de una materia sin hombre de los que habla la ciencia pudieron producirse efectivamente
tal como la ciencia habla de ellos”
Las matemáticas otorgan la posibilidad para discurrir sobre ese “Gran Afuera”
¿Qué permite a un discurso matematizado poner en juego experiencias cuya materia nos informa
acerca de un mundo anterior a la experiencia?
¿En qué condiciones podemos legitimar los enunciados ancestrales de la ciencia moderna?
¡! Mantenerse a distancia del realismo ingénuo y de la sutileza correlacional.
“Debemos tener en el espíritu (al contrario del realista ingénuo) la fuerza en apariencia imparable del
círculo correlacional, y (al contrario del correlacionista) su incompatibilidad irremediable con la
ancestralidad” (50)
“El archifósil permite seguir la pista del pensamiento y descubrir el pasaje secreto que tomó para
tener éxito en lo que la filosofía nos ha enseñado como imposible:
Salir de uno mismo, apoderarse del en sí, conocer lo que es, independientemente de que nosotros
seamos o no”(51)
2) METAFÍSICA, FIDEÍSMO, ESPECULACIÓN
“Pensar la ancestralidad nos lleva a pensar un mundo sin pensamiento, un mundo sin donación del
mundo” (53)
- Hay que romper el requisito ontológico según el cual el ser es ser un correlato
Intentar comprender cómo el pensamiento puede acceder a lo no-correlativo
“Debemos comprender cómo el pensamiento puede acceder a un absoluto: a un ser tan bien
desligado…, tan bien separado del pensamiento, que se nos ofrece como no relativo a nosotros,
como capaz de existir más allá de que nosotros existamos o no” (53).
“…lejos de comprometernos a renunciar a una filosofía que pretenda descubrir por sus propios
medios una verdad absoluta, lejos entonces, como lo pretenden los diversos positivismos, de
hacernos renunciar a la búsqueda de un absoluto, la ciencia nos prescribe descubrir la fuente de su
propia absolutidad” (54).
¡! Sin pensar lo absoluto es imposible otorgar sentido a lo ancestral
Conocer el absoluto no es una empresa que conduce a la metafísica ni al dogmatismo; tales
son puntos de vista ya insostenibles (En este punto somos herederos del kantismo).
La distinción cartesiana entre propiedades primarias y secundarias es adecuada pero no
puede sostenerse con base en la argumentación cartesiana (Esta es una argumentación
perimida).
Solo mediante la comprensión de la caducidad del cartesianismo es posible concebir la
posibilidad de otra relación con el absoluto.
¡! ¿Cómo justifica Descartes la tesis de una existencia absoluta de la sustancia extensa
matematizable?
a) Se puede demostrar la existencia de un Dios soberanamente perfecto
- Prueba ontológica de la existencia de Dios: inferir la existencia de Dios de su definición como
ser infinitamente perfecto.
- Al ser planteado como perfecto, y al ser la existencia una perfección, Dios no puede sino
existir.
- Dios existe con toda necesidad, piense o no piense en él.
b) Al ser perfecto, Dios no puede engañarme cuando hago uso de mi entendimiento por medio
de ideas claras y distintas.
c) Puedo hacerme ideas claras y distintas sobre cuerpos que parecen existir fuera de mí porque
de otro modo Dios no sería veraz lo cual no se corresponde con la perfección de su
naturaleza.
En resumen, Descartes razona asumiendo que:
- Existe un absoluto primero (Dios perfecto)
- Se puede derivar del absoluto primero el alcance absoluto de las matemáticas (absoluto
derivado), dando por sentado que un Dios perfecto no podría engañar.
Atendiendo únicamente a la forma del razonamiento solo es posible absolutizar así el discurso
matemático.
“Nos es preciso acceder a un absoluto que, si él mismo no es inmediatamente de naturaleza
matemática…debe estar a la altura de permitirnos derivar de él la absolutidad” (56)
- Hay que conservar la forma del razonamiento de Descartes, pero señalando por qué su
contenido resulta insostenible ante la crítica del correlacionismo.
- Este principio exige una explicación posible a todo hecho mundano y también que el
pensamiento dé razones de la totalidad incondicionada del ente y de su “ser-así”.
- El pensamiento puede dar razón de los hechos del mundo a través de leyes pero también es
necesario, según el principio de razón, explicar la razón del ser-así de tales leyes y, de ese
modo, del ser-así del mundo mismo.
¡! Si fuera posible semejante “razón del mundo” sería necesario dar razón de esa razón y así
sucesivamente.
Para evitar una regresión al infinito se debe llegar a una razón capaz de ser razón de toda
cosa y de sí misma.
¡! La metafísica dogmática sostiene que debe haber al menos un ente absolutamente necesario
Lo cual conduce a la tesis según la cual todo ente es necesario.
El rechazo de la metafísica dogmática significa el rechazo de toda necesidad real.
Esta negación supone sostener que no existe ninguna forma legítima de demostrar que un ente
determinado deba existir incondicionalmente.
Semejante negación del dogmatismo es una condición mínima de toda crítica de las
ideologías:
La ideología entendida como toda forma de pseudo-racionalidad que apunte a establecer que
lo que existe efectivamente debe existir con toda necesidad
La crítica de las ideologías consiste en demostrar que una situación supuestamente inevitable
es, en realidad, contingente. Por que
“semejante dogmatismo, que pretende que ese Dios, luego ese mundo, luego esa Historia, y
para terminar, ese régimen político hoy efectivo deba necesariamente ser, y ser tal como es,
semejante absolutismo parece pertenecer a una época del pensamiento a la cual no es
posible ni deseable volver” (62).
¡! “Si queremos conservar un sentido a los enunciados ancestrales sin por ello volver al dogmatismo,
tenemos que descubrir una necesidad absoluta que no reconduzca a ningún ente absolutamente
necesario”(62)
ABSOLUTO SIN ENTE NECESARIO
Pensamiento especulativo= Aquel que pretende acceder a un absoluto en general
Pensamiento metafísico= Aquel que pretende acceder a un ente absoluto incluso a través del
principio de razón.
Si bien toda metafísica es especulativa, no toda especulación es metafísica. No todo absoluto es
dogmático.
Es posible configurar un pensamiento “absolutorio” que no sea un pensamiento “absolutista”
2) Correlacionismo fuerte
- La filosofía de Kant implica un correlacionismo débil en tanto que no prohíbe toda relación del
pensamiento con el absoluto.
- El criticismo niega la cognoscibilidad de la cosa en sí pero no su pensabilidad.
- Para Kant, la cosa en sí es no contradictoria y efectivamente existente.
¡! El correlacionismo fuerte considera que no solo es ilegítima la cognoscibilidad de la cosa en sí,
sino que también es ilegítimo que pretendamos pensarla.
El argumento de esta postura consiste en el círculo correlacional
- Esta decisión basta para descalificar los absolutos de tipo realista y materialista
Todo materialismo especulativo (hace de algún tipo de entidad sin pensamiento una realidad
absoluta) debe afirmar que:
- El pensamiento no es necesario (Algo puede ser sin pensamiento)
- El pensamiento puede pensar lo que puede haber cuando no hay pensamiento
El materialismo especulativo cree que es posible pensar una realidad haciendo abstracción del
hecho de que la estamos pensando.
Por ejemplo: el epicureísmo-paradigma de todo materialismo
Nociones de átomo y vacío-naturaleza absoluta o no correlacionada con ningún pensamiento
El pensamiento mismo es un modo aleatorio, un compuesto atómico contingente, no esencial, para
la existencia de las naturalezas elementales.
La perspectiva correlacional impone la idea de que es impensable abstraer de lo real el hecho
de que se-da-siembre-ya-a, no se puede pensar un mundo sin un ente susceptible de recibir
esta donación, es decir sin un ente capaz de “pensar” ese mundo en un sentido general, de
intuirlo y de discurrir acerca de él.
“Primado de lo inseparado” o “primado del correlato”
“El enfrentamiento de las metafísicas de la vida y las del espíritu recubre…un acuerdo
profundo heredado de lo trascendental: lo que es en todo aspecto a-subjetivo no puede ser”
(68)
¡! El correlacionismo puede desembarazarse del “adversario exterior” (realismo) pero no tan fácil le
resulta deshacerse de su “adversario interior” y metafísico (correlacionismo)
Lo anterior supone la “facticidad del correlato”
- KANT: Solo se pueden “descronor” las formas a priori del conocimiento (espacio-tiempo y las
12 categorías).
- HEGEL: Es posible “deducir” esas formas derivándolas de un sistema de pensamiento
fundamentado en un principio susceptible de confirmarlas. A diferencia de Kant, admite la
existencia de una necesidad absoluta.
Kant se puede distinguir el en-sí del fenómeno en razón de la facticidad de sus formas.
Si estas fueran deducibles, resultarían ser de una necesidad incondicionada que haría
imposible la existencia de un en-sí distinguible de ellas.
Heidegger y Wittgenstein
Según Wittgenstein la forma lógica del mundo no puede ser ducha a la manera de un hecho del
mundo, sino solo “mostrada”, es decir, indicada, según un régimen de discurso que escapa a las
categorías de la lógica y de la ciencia.
El hecho de que el mundo se decible o formulable en una sintaxis lógica es lo que es capa al
discurso de la lógico.
Eso místico no es, sin embargo, un saber del ultramundo sino la indicación de la imposibilidad
de la ciencia para pensar el mundo.
“lo místico no es cómo es el mundo, sino que sea” (6.44)
Según Heidegger, la falla de la representación es el hecho mismo de que haya ente:
“entre todos los entes, el hombre es el único que experimenta, interpretado por la voz del ser,
la maravilla de las maravillas: que el ente es”. Heidegger.
Que haya ente o mundo escapa de la lógica y de la razón metafísica en virtud de una facticidad que
es pensable, a título de una incapacidad esencial de acceder a un fundamento absoluto de lo que
es.
¡! “No puedo pensar lo impensable, pero puedo pensar que no es imposible que lo impensable sea”
(74).
- Realismo ingenuo
- Idealismo especulativo
Por otra parte, se debe distinguir también entre dos tipos de correlacionismo fuerte, opuestos en
torno a la cuestión de si la desabsolutización del pensamiento implica también su
desuniversalización. Quienes responden negativamente son herederos del kantismo, y quienes
responden afirmativamente se aproximan a la posmodernidad.
“Los filósofos que-como partidarios de la “finitud radical” o de la “posmodernidad-sostengan por el
contrario que todo universal sigue siendo un resto mistificatorio de la antigua metafísica, pretenderán
que hay que pensar la facticidad de nuestra relación con e mundo al modo de una situación ella
misma finita, en principio, y de la que sería ilusiorio creer que podríamos sustraernos hasta alcanzar
enunciados cuya validez fuera la misma para todo hombre, en toda época y lugar. Las correlaciones
que determinan nuestro “mundo” se identificarán así con la situación inherente a una época
determinada de la historia del ser, a una forma de vida dotada de sus propios juegos de lenguaje, a
una comunidad cultural e interpretativa determinada, etcétera” (75).
Ahora bien, semejante limitación de nuestro pensamiento a la relación con el mundo “¿debe
llegar o no hasta el punto de descalificar la posibilidad de sostener un discurso universal
acerca de la naturaleza misma de esa relación?”
X Los filósofos que responden negativamente a esta cuestión se sitúan en las instancias del
kantismo, postulando condiciones universales de correlación:
- Condiciones de la ciencia experimental
- Condiciones de la comunicación a través del lenguaje
- Condiciones de la perceptibilidad
Al ser el absoluto impensable, el ateísmo que toma la inexistencia de Dios como un absoluto,
queda reducida a una forma de creencia o religión nihilista.
Desabsolutizar el pensamiento equivale a producir una argumentación FIDEÍSTA
Fideísmo “esencial” y no simplemente “histórico” no en un sentido comprometido con una
religión determinada sino con lo religioso en general.
“El fideísmo consiste en efecto siempre en una argumentación escéptica contra la pretensión de
la metafísica, y más generalmente de la razón, de acceder a una verdad absoluta capaz de
apuntalar (o a fortioti de denigrar) el valor de una creencia” (86)
El final contemporáneo de la metafísica no es sino la victoria de semejante fideísmo
¡! Lejos de ser un escepticismo antimetafísico, este consiste en un auténtico fideísmo, aunque
emancipado de todo culto determinado.
“El final contemporáneo de la metafísica es un final que, siendo escéptico, no podría ser más que
un final religioso de la metafísica” (81)
“El escepticismo frente al absoluto metafísico legitima así de jure la creencia en cualquier forma
de absoluto, tanto la mejor como la peor” (81)
3. EL PRINCIPIO DE FACTUALIDAD
El “cogito” correlacional difiere del cartesiano en dos aspectos:
- No se identifica con una metafísica de la representación que pueda remitir necesariamente a
una forma de ser-pensamiento diferente de la de sujeto-objeto.
- No se trata de un cogito solipsista en sentido estricto sino de un “cogitamos” que funda la
objetividad en la intersubjetividad ”Solipsismo de la especie o de la comunidad”
¡! El correlacionismo consagra la imposibilidad de pensar una realidad anterior o posterior a la
comunidad de seres pensantes.
“sustraerme de ese “solipsismo comunitario”, o “solipsismo de la intersubjetividad” supone acceder a
un Gran Afuera” (88).
- Lo ancestral exige para ser pensable, que sea pensable un absoluto
- Damos por adquirida la ilegitimidad de toda demostración que apunte a establecer la
necesidad absoluta de un ente: el absoluto buscado no deberá ser dogmático.
- Debemos franquear el obstáculo del círculo correlacional sabiendo que este, en su modelo
fuerte, descalifica la búsqueda de todo absoluto dogmático, pero también la búsqueda de un
absoluto en general.
Nos hace falta un ABSOLUTO no metafísico capaz de vencer al modelo fuerte sabiendo que:
- La facticidad se revela como un saber del absoluto porque “vamos a reponer en la cosa lo
que teníamos por una incapacidad del pensamiento”
- La ausencia de razón no es un límite del pensamiento en la búsqueda de la razón última de
las cosas, sino que es la propiedad última del ente
- Es preciso hacer de la facticidad la propiedad real de toda cosa y de todo el mundo
(Ser sin razón y poder sin razón devenir efectivamente otro)
- La irrazón es la propiedad última y la propiedad ontológica absoluta y no la marca de la finitud
de nuestro saber.
“Nada tiene razón de ser y de seguir siendo así más que de otra manera, ni las leyes del mundo
ni las cosas del mundo” (91)
- Todo, cada cosa puede colapsar no en virtud de una ley superior sino en virtud de su
ausencia.
El CORRELACIONISMO podría alegar:
¿cómo podríamos saber que la irrazón manifiesta de mundo es una irrazón en sí- una posibilidad
efectiva de devenir-otro sin razón- y no una irrazón para nosotros-una incapacidad para descubrir
la verdadera razón necesaria de toda cosa, oculta del velo aparente de los fenómenos?
Este paso del “para-nosotros” al “en-sí” no es posible para la necesidad ni para la
contingencia, diría un correlacionista.
Contra lo anterior, podemos argumentar:
Demostrar que el círculo correlacional-la distinción el en-sí y el para-nosotros-presupone,
para ser pensable que se admita implícitamente la absolutidad de la contingencia.
La facticidad de la correlación no es pensable a condición de admitir la absolutidad de la
contingencia de lo dado en general.
Se debe demostrar que el poder-ser-otro de toda cosa es el absoluto presupuesto por el
círculo correlacional mismo.
La contingencia no puede ser DESABSOLUTIZADA sin que el círculo se autodestruya
La contingencia se verá inmunizada frente a la operación de relativización del en-sí al para-
nosotros propia del correlacionismo.
Si no puedo pensar lo impensable, puedo pensar la posibilidad de lo impensable.
“El absoluto es el pasaje posible, y desprovisto de razón, de mi estado hacia cualquier otro
estado” (96)
No se puede pensar el círculo correlacional no siendo otro posible, de modo que lo único
absoluto es ese mismo carácter de poder ser otro del círculo correlacional.
Argumentación correlacionista:
Las opciones metafísicas concernientes al en-sí (M1 y M2) son igualmente posibles (de
ignorancia). La necesidad de una de estas dos es posible pero insondable.
Opción especulativa:
M1 y M2 son “posibilidades reales” pueden tanto advenir una como otra como una después de
otra.
Hay tres posibilidades de ignorancia:
- Necesidad de M1
- Necesidad de M2
- Posibilidad real de 1 y 2
Respuesta del filósofo especulativo:
Cuando se piensa en las 3 anteriores opciones como “posibles”, cuando el correlacionista accede
a pensar ese “posible de ignorancia porque logra pensar “efectivamente” la absolutidad de ese
posible esto es, su carácter no-correlacional.
El correlacionismo argumenta que podemos acceder al poder-no-ser/poder ser otro de toda cosa,
incluidos nosotros y el mundo.
Pero decir que podemos pensarlos es decir que podemos pensar la absolutidad de lo posible
de toda cosa.
No se puede diferenciar el en-sí del para-nosotros sino al precio de la pensabilidad del poder-
ser-otro de lo absoluto en relación con lo dado.
La desabsolutización solo funciona admitiendo que lo que el filósofo especulativo considera
como siendo lo absoluto es efectivamente pensable como un absoluto.
Es efectivamente pensado-por el correlacionista-como un absoluto pues, en caso contrario,
jamás se le habría pasado por la cabeza no ser un idealista subjetivo o un idealista
especulativo.
¡usted ha “tocado” un absoluto para destruir los falsos absolutos de la metafísica sea los del
idealismo o los del realismo!
Puede distinguir el posible de ignorancia del posible absoluto. Pero esto siempre va a
descansar sobre este argumento: se puede pensar que es absolutamente posible que el en-sí
sea otro que lo dado: lo que creo realmente posible, quizá no lo es.
Desde entonces, usted queda atrapado en una reresión: cada vez que pretenda que lo que
denomino un posible real no es sino un posible de ignorancia, lo hará con ayuda de un
razonamiento que solo se ocupa de pensar como absoluto lo posible.
Usted pretende desabsolutizar, pero (¡!):
“No es posible pensar la irrazón como relativa solo al pensamiento: porque solo pensándola
como absoluta puedo desabsolutizar toda opción dogmática”(100)
“No hay nada más acá o más allá de la manifiesta gratuidad de lo dado, nada, sino la potencia límite
y sin ley de su destrucción, de su emergencia, de su preservación” (105)
¡! Hemos perforado el círculo correlacional
Salir al Gran Afuera
La facticidad es el pasaje estrecho a través del cual, el pensamiento logra salir de sí mismo:
“Es la facticidad y solo por medio de ella que podemos abrirnos un camino al absoluto” (106)
¿Se trata de una “victoria pírrica”?
El único absoluto que hemos encontrado parece ser lo contrario de lo que solemos entender
por tal término.
Ese absoluto o es sino una forma externa de Caos-un HIPERCAOS.
Un Hipercaos al que nada parece serle imposible, ni siquiera impensable
Desde este punto el absoluto está más lejos de la absolutización que se buscaba, aquella que
permite a la ciencia matematizada describir el en-sí.
El Casi, como absoluto primero, parece incapaz de garantizar la absolutidad del discurso de
la ciencia.
“Lejos de garantizar un orden, solo garantiza la destrucción posible de todo orden” (106)
“No es un tiempo heracliteano, porque no es la ley eterna del devenir, sino el eterno devenir posible,
y sin ley, de toda ley. Es un tiempo capaz de destruir hasta el propio devenir, incluso haciendo
advenir, y quizá para siempre, lo Fijo, lo Estático y lo Muerto” (107)
¿Cómo fundar el discurso de la ciencia sobre semejante desastre?
¿Cómo el Caos podría legitimar el conocimiento de lo ancestral?
¿Cómo se da el paso desde lo absoluto primario (caótico) hasta un absoluto derivado
(matemático)?
La facticidad es un principio, no la ignorancia de un principio.
El correlacionista afirmaba que todas las tesis sobre el en-sí podrían ser verdaderas en principio, sin
que pudiéramos saber nunca cuál sí y cuál no.
Hay una diferencia sustancial entre afirmar que la facticidad concierne a nuestra ignorancia y
que concierne al en-sí.
El en-sí puede ser en efecto cualquier cosa y lo sabemos
“Es porque el ente no puede ser necesario-y no porque el ente debería ser lógicamente
consistente-que se concluye en la imposibilidad de la contradicción” (112)
Porque es contradictorio sostener que un ente puede ser a la vez necesario y contingente
inferimos del ser-contradictorio que existe el ser contingente.
¿Por qué el Caos, como capaz de lo impensable, no convertiría la proposición “lo que es
necesario es contingente” en verdadera?
Rechazarlas es admitir lo que se pretende fundar. El valor absoluto de la no contradicción.
Veamos,
Es posible hacer de los “filósofos del puro devenir” pensadores que habrían sostenido la realidad de
la contradicción.
Se interpreta así la idea de contradicción real como la idea de un flujo real en el cual las
cosas no dejarían de convertirse en otra cosa de lo que son, en el que el ser no dejaría de
pasar al no-ser, el no-ser de pasar al ser.
¡PERO! Nos parece inexacto asociar la tesis de la contradicción real a la del flujo soberano.
Nuestra interpretación del devenir universal postula incluso que el devenir puede nacer y perecer
en el caos.
Lo único exento de devenir, lo puro inmutable contra lo que se quiebra incluso la todo-
potencia de la contingencia, sería el Ente Contradictorio.
Semejante ser no podría devenir otro porque no tendría ninguna alteridad en la cual devenir.
¡! Suponiendo que el ente contradictorio existiera:
¿Podría devenir?
¿Podría pasar al no ser?
Pero es contradictorio, porque:
- Si le ocurriera no ser, continuaría siendo al mismo tiempo que no es, puesto que seguiría de
esa manera su “esencia” paradójica Lo que no es, es, y lo que es, no es.
Si, por hipótesis, existiera el ente contradictorio, vamos de qué manera podría hacerlo:
- Este correspondería a un ente que podría seguir existiendo incluso cuando le sucediera no
ser
- Si este ente existiera, sería imposible que dejase de existir; incorporaría a su ser el hecho de
no existir.
- El contradictorio sería, entonces, perfectamente eterno
¡PERO! Este ente sería también incapaz de experimentar un devenir efectivo
Porque, para el ente contradictorio, lo que él no es, también lo es siempre-ya
Es la idea de determinación (ser esto-más bien que aquello) lo que implosiona la introducción
del ente contradictorio en el ámbito del ser.
Semejante ente sería un “agujero negro de las diferencias. Toda alteridad se abismaría allí de
modo irremediable…el-ser-otro de semejante criatura, por el hecho mismo de ser otra que
esta, debería no ser otra cosa que ella misma” (114)
La contradicción real, no puede, entonces, identificarse con la tesis del devenir universal.
En el devenir, las cosas son esto, luego otra cosa diferente que esto. Las cosas son, luego ya
no son.
Al concluir del ser contradictorio el ser necesario, presuponíamos la no contradicción, puesto que de
otro modo habríamos también podido concluir la contingencia.
2. SEGUNDA TESIS
Demostrar la tesis según la cual hay efectivamente una cosa en sí, y no solo una esfera fenomenal
del para-nosotros.
La tesis del “hay”
Equivale a tratar, en el fondo, la cuestión leibniziana:
Se trata de establecer, en efecto que es absolutamente necesario que haya en-sí y que no
pueda abismarse en la nada mientras que, por el contrario, la esfera del para-nosotros es
esencialmente perecedera puesto que es correlativa a la existencia de seres pensantes y/o
vivientes.
El mundo en-sí subsiste a la abolición de toda relación-con-el-mundo.
“Necesitamos demostrar que todas las cosas no volverían al abismo con el aniquilamiento de lo
viviente, que el mundo en-sí subsistiría a la abolición de toda relación-con-el-mundo” (117)
No plantear ni resolver esta cuestión como metafísicos
No revelar una causa primera, un ente supremo ni una razón de toda cosa en general.
Hay que resolver la cuestión como lo haría un “no-teólogo”-esto es-sin apelar a una razón
última.
También hay que resolver, sin embargo, la cuestión como un no-fideísta:
Debe buscarse recusar dos puntos de vista sobre la cuestión:
- Punto de vista metafísico Resuelve la cuestión por medio de la apelación a una Razón
Suprema
- Punto de vista fideísta Descalifica el sentido de la cuestión delegando su tratamiento a un
discurso que no sea racional.