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ARTICULOJURIDICO JUNIO Izaga PDF
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y el Juez Laboral debe enfocarse en determinar si la transferencia de los bienes del
empleador a un tercero se ha efectuado por simulación o fraude a la Ley, girando en
torno a ello la actividad probatoria pudiendo recurrir incluso a prueba indiciaria, que le
permita concluir en la ineficacia de la transferencia, sin que sea necesario que el
trabajador recurra a un proceso previo de declaración de nulidad de acto jurídico, y ello
es así porque la acción persecutoria tiene por finalidad perseguir los bienes del
empleador por constituir la garantía para el pago de las acreencias laborales1.
Con la finalidad de hacer más viable la aplicación del principio persecutorio del negocio
y apremiar los bienes del empleador, resultaría necesario (de lege ferenda) que el propio
D. Leg. 856 establezca algunos supuestos en los que deba entenderse que las
transferencias resultan ineficaces por Fraude a la Ley como el hecho de que la
disminución patrimonial sea durante o posterior a la generación del crédito laboral, que
sea a título gratuito, o que siendo a título oneroso se transfieran bienes a personas
naturales que tengan cierta vinculación familiar o comercial con el empleador ó que
tratándose de personas jurídicas sus accionistas estén relacionados con éste, supuestos
éstos donde se presuma legalmente la existencia del perjuicio a los trabajadores
invirtiéndose así la carga de la prueba, teniendo el empleador que acreditar que además
de los bienes de los que ha dispuesto, existe otros igualmente realizables para cubrir las
acreencias laborales puestas a cobro. Mientras ello no ocurra le seguiremos imponiendo
al trabajador la pesada y difícil carga de aportar todos los medios probatorios necesarios
para acreditar la existencia de simulación o fraude a la Ley en las transferencias que
realice su empleador, lo que resulta a veces un camino tedioso y empedrado teniendo en
cuenta la informalidad de nuestro mercado laboral, en el que el trabajador labora para su
empleador pensando durante toda la vigencia de la relación laboral que el local, la
maquinaria, equipos etc. que componen el centro de trabajo son el respaldo de sus
acreencias laborales, mientras que al cese ó estando ya en curso un proceso laboral se
encuentre recién con la ingrata sorpresa que los “medios de producción” utilizados por
su empleador para la generación de riqueza fueron transferidos a terceras personas y
éstas probablemente a otras más.
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HUERTA RODRÍGUEZ HUGO, El Carácter Persecutorio de los Créditos Laborales,
Primera Edición, Lima – Perú, Editorial RODHAS, 2003, p. 97.
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