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Escuela normal superior santa Ana de

Baranoa

Taller de artística

Presentado por:
Valentina Sandoval

Presentado a:
Lic. Esteban lázaro

10°a

2020

Baranoa, atlántico
(la música en la educación)

La música tiene un impacto positivo en la cognición, la creatividad, la inteligencia y el desarrollo


psicológico de los niños. Incluso se ha demostrado que la música estimula el hemisferio izquierdo
del cerebro, que es responsable del aprendizaje del lenguaje, el uso de los números y la lógica. La
música aumenta la memoria de los niños y la atención y relación entre la música y las matemáticas.
El trabajo de la melodía favorece la memoria del texto y el acento correcto de las palabras,
pudiendo incluso mejorar la capacidad de dictado. El trabajo de escuchar melodías y timbres ayuda
a concentrarse y aprender otros idiomas. El trabajo rítmico ayuda a comprender las relaciones
matemáticas. Considerando la interferencia de la música en el aprendizaje de otras materias, parece
que ocurre todo lo contrario. La música contribuye al conocimiento interconectado. El aprendizaje
musical ayuda a socializar y promover la colaboración, el espíritu crítico y el respeto en las
actividades grupales.

 Mejora la memoria, la atención y la concentración.


 Los hace más sociales, ya que les brinda la oportunidad de interactuar entre sí.
 Estimula la creatividad infantil.
 Invita al movimiento y mejora su estado físico.
 Mejora la salud y calma el dolor.
 Alivia el estrés, el miedo y la tristeza. Y potencia la autoestima.
 Establece una rutina diaria.

A través de canciones se pueden aprender valores, hábitos, letras, tabla de multiplicar y entre otras
cosas. Por ejemplo, se puede asociar la tabla número tres con el ritmo del vals. Además, a través
del estudio de los instrumentos musicales, se pueden estudiar muchas materias: geografía (su
origen), historia (cuando aparecieron), matemáticas (tamaño y proporción), física (acústica y
sonido), arte (dibujar o crear con él), y así con otras materias.
(la música en la formación
integral del ser humano)
La música es un arte, una ciencia y una tecnología, por lo que al comprender estos tres aspectos
distintos y complejos, la práctica y ejecución de la música beneficiará el desarrollo completo del
cerebro y los nervios. A través de la posibilidad de desarrollar circuitos neuromusculares, la
interpretación musical no sólo nos permite cultivar el sistema nervioso, sino que también promueve
nuestro desarrollo general, estado emocional, capacidad receptiva, atención, etc.

Por tanto, la educación musical inspira todos los talentos humanos: abstracción, razonamiento
lógico y matemático, imaginación, memoria, orden, creatividad, comunicación y mejora sensorial.

Por otro lado, con el paso del tiempo, las habilidades psicomotoras, es decir, la relación entre la
función neuromotora de un organismo y su función mental, adquieren cada vez más importancia
en la educación de los niños. Su objetivo es devolver al cuerpo su verdadero valor en el desarrollo
general de una persona, utilizando cada acción física que realiza como una fuente de conocimiento
y aprendizaje, que la gente ignoraba en los primeros días. La música y el deporte están
estrechamente relacionados y se producen al mismo tiempo por la necesidad de expresión. El
cuerpo, el sonido, los objetos y el entorno tienen dimensiones sonoras, por lo que pueden utilizarse
como soporte o material para la música y las actividades psicomotoras.

A través de la psicomotricidad y de la música desarrollamos en el niño las capacidades mentales


siguientes: análisis, abstracción, expresión, simbolización, síntesis y atención, favoreciendo la
imaginación y la creatividad. La aplicación musical en la educación psicomotriz encuentra gran
utilidad en la adquisición y desarrollo de los aprendizajes básicos de la lectura, escritura y cálculo.

Según los filósofos de la educación, la música promueve en gran medida el desarrollo de la


personalidad, porque produce un enriquecimiento estético y favorece el desarrollo del optimismo
y la felicidad personal. Desde la antigua Grecia, la música se ha considerado asociada al orden, la
armonía, la proporción y el equilibrio, por lo que es un complemento ideal para el ser humano y
produce la experiencia estética necesaria para el ser humano.
Otro aspecto a mencionar es que ya los pitagóricos dieron a la música un valor ético y terapéutico.
La música afecta claramente al alma y es capaz de devolverle el equilibrio perdido gracias a la
dulzura de los sonidos y a la proporción matemática de sus ritmos. Así los estados de ánimo
perturbados, como el furor en los frenéticos y el temor en los niños, sólo se apaciguan con el
movimiento armonioso y rítmico de la música, según nos dice Platón en las "Leyes”, haciendo
renacer la calma y la tranquilidad. Éste es el motivo por el que se les canta canciones de cuna a los
niños para que duerman. Hoy en día hay constancia del poder medicinal de la música: E. Lacourt
nos dice que gracias a la diversidad de géneros musicales (clásico, folklórico, ligero,...) su valor
expresivo y emotivo puede ser utilizado con un fin preciso de incidencia psicológica, bien por su
acción estimulante o por su acción calmante. Puede emplearse como analgésico y de utilidad en
problemas de insomnio, inhibición, autismo, mutismo y dificultad de expresión.

La música también tiene el valor ético social de autocontrol, sensibilidad y buen gusto proyectados
a la sociedad a través de la imitación.

La música grupal tiene un valor educativo más profundo porque afecta la socialización, acercando
a las personas en la interpretación y la escucha, y comparten la amplia experiencia inherente a la
música. Así que fomenta el respeto por los demás. Además, para el beneficio general, la
interpretación musical en el grupo requiere flexibilidad y adaptabilidad.

Las ciudades y la sociedad industrial de hoy, con el apoyo necesario de la humanización, han
producido una cultura del ocio cuyo propósito es mejorar la calidad de vida y la relación entre las
personas. La música es una herramienta ideal para lograr este objetivo y una forma ideal de utilizar
el tiempo libre de manera eficiente y feliz. Además, para los adolescentes, esta es una forma de
matar el tiempo y realizarse personalmente, evitando los riesgos de malas compañías o acciones
imprudentes.

Podemos decir que la música es generadora de la experiencia estética necesaria para el ser
humano. Esta es también la fuente de satisfacción de la sensación de logro y dominio en situaciones
no competitivas. El sentimiento de "capacidad" y la autoestima son absolutamente necesarios para
el desarrollo humano.
Por otro lado, podemos definir la cultura como un modo de representación colectiva de una
sociedad dada que conlleva un modo de vida, una manera de ser y de sentir. Uno de los parámetros
socio-culturales de un pueblo es, sin duda, la música. Por ello, ha sido siempre compañera del
hombre desde sus albores hasta nuestros días con su presencia casi permanente en nuestra vida
cotidiana. La música va directamente ligada a nuestra historia, a la religión, al arte, a la filosofía, a
nuestras tradiciones, en definitiva, forma parte inseparable de nuestra cultura; por ello hemos de
conocerla, apreciarla y cultivarla integrándola en nuestros planes de estudio de la enseñanza básica.
Hemos de hacer posible el acceso a ese patrimonio cultural, apreciarlo y valorarlo, ya que los
pueblos que olvidan su cultura pierden sus señas de identidad y su esencia.

Por este motivo, podemos sacar la conclusión de que la educación musical es muy importante en
la composición general y global de las personas, brinda experiencias cognitivas (lenguaje y ciencia)
y sensitivas (arte) de manera armoniosa y participa en la educación musical. El valor de. Las tres
ramas del conocimiento brindan una valiosa ayuda a otras materias del plan de estudios escolar y
sientan las bases para el aprendizaje futuro. Por lo tanto, es necesario incorporarlo en el plan de
estudios de educación general de todos.

Por: Valentina Sandoval

10°A
Autoevaluación

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