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MARCO CONCEPTUAL

Significado de Violencia intrafamiliar


Qué es Violencia intrafamiliar:
Como violencia intrafamiliar se denomina el tipo de violencia que ocurre entre
miembros de una familia, y que puede tener lugar en el entorno doméstico o
fuera de él.
En este sentido, la violencia intrafamiliar se registra cuando se producen
situaciones de abuso o maltrato entre personas emparentadas, bien por
consanguinidad, bien por afinidad.

Como tal, podemos decir que se ha producido un episodio de violencia


doméstica cuando se han ocasionado daños a la integridad emocional,
psicológica o física de una persona.
Los tipos de violencia más comunes que tienen lugar en una familia son los
de padres a hijos y los de maridos a mujeres, aunque también pueden ocurrir
de forma inversa, o involucrar a otros parientes, como tíos, primos o abuelos.
Las causas que motivan la violencia intrafamiliar son variadas, aunque por lo
general se produce como forma de imponer el poder, la autoridad o el control a
un miembro de la familia.
En las situaciones de violencia siempre existen dos roles: el del agresor y el
del agredido. El agresor es la persona que impone su autoridad, fuerza
física o poder para maltratar a otro miembro de la familia. Suele reconocerse
en la personalidad del agresor un pasado de violencia intrafamiliar que este
repite cuando forma su propia familia.
En este sentido, existen tres tipos básicos de violencia intrafamiliar:
 La psicológica, que es aquella que comprende episodios de maltrato
verbal, humillaciones, intimidación, amenazas y desprecio. Sus consecuencias
son daños psicológicos y emocionales, como la depresión, la ansiedad o el
aislamiento social.
 La violencia física, que es aquella que involucra el uso de la fuerza, y
puede derivar en golpes, heridas, hematomas, quemaduras o fracturas.
Dependiendo de la gravedad, las lesiones causadas por la violencia física
pueden requerir atención médica.
 La violencia sexual, que es el tipo de violencia que puede derivar en
situaciones de abuso sexual, lo cual supone que una persona sea forzada a
mantener cualquier tipo de contacto o relación sexual. Es un tipo de agresión
gravísima, que compromete la estabilidad emocional de quien la sufre.
La violencia intrafamiliar es más común de lo que pudiéramos pensar, lo cual
obedece a que un gran número de personas que la padecen no se animan a
denunciarla, bien porque se encuentran desinformadas respecto a sus
derechos, bien porque creen merecerla. En este sentido, es importante crear
campañas de información que prevengan y concienticen a la población en
relación con la violencia intrafamiliar y sus consecuencias, de modo que
quienes estén siendo víctimas de una situación de abuso en el seno de su
familia se animen a denunciar. Además, existe un conjunto de sanciones
legales para quienes incurran en este tipo de violencia.
Fecha de actualización: 21/01/2015. Cómo citar: "Violencia intrafamiliar".
En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/violencia-
intrafamiliar/

https://www.significados.com/violencia-intrafamiliar/

Violencia Intrafamiliar: Tipos,


Causas y Consecuencias
Por
 Pilar García

La violencia intrafamiliar es el tipo de violencia que se da en el núcleo


familiar, es decir, no intervienen factores externos. Puede ser violenvia
psicológica y física y de cualquier miembro de la familia a cualquier otro.

Se trata de una situación que se produce en mayor número de ocasiones


de lo que parece. De hecho es muy posible que en alguna ocasión hayas
sido testigo de un acto de este tipo y no le hayas dado más importancia.
Gritos, golpes, humillaciones… ¿no te son familiares?

Existen muchos casos que nunca llegan a denunciarse por vergüenza,


por miedo a las represalias del agresor o por no poder hacerlo (en el
caso de los niños y ancianos).

En este artículo desarrollaremos los tipos de violencia intrafamiliar que


existen, las causas y consecuencias de la misma y finalmente maneras
de como prevenir esta lacra tan presente hoy en día.

Tipos de violencia intrafamiliar


En primer lugar es necesario definir los diferentes tipos de violencia
intrafamiliar que existen. Según la Organización Mundial de la Salud:

Violencia familiar
Se define como los malos tratos o agresiones físicas, psicológicas,
sexuales o de otra índole, infligidas por personas del medio familiar y
dirigida generalmente a los miembros más vulnerables  de  la  misma:
niños,  mujeres, personas discapacitadas y ancianos.

Dentro de la violencia dirigida a los niños y ancianos se pueden


diferenciar a su vez dos tipos de maltrato:

 Activo: la persona sufre maltrato físico, psicológico, sexual o


económico.
 Pasivo: se refiere al abandono de la persona que no puede
cuidarse por sí sola.

Violencia de género

Este término hace referencia a la violencia específica contra las


mujeres, utilizada como instrumento para mantener la discriminación, la
desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.

Comprende la violencia física, sexual y psicológica incluida las


amenazas, la coacción, o la privación arbitraria de libertad, que ocurre
en la vida pública o privada y cuyo principal factor de riesgo lo
constituye el hecho de ser mujer.

Violencia de pareja

Se define como aquellas agresiones que se producen en el ámbito


privado en el que el agresor, generalmente varón, tiene una relación de
pareja con la víctima.

Dos elementos deben tenerse en cuenta en la definición: la reiteración o


habitualidad de los actos violentos y la situación de dominio del agresor
que utiliza la violencia para el sometimiento y control de la víctima.
También se denomina violencia doméstica.
Por otro lado, es necesario identificar los diferentes tipos de violencia
que se pueden ejercer en este contexto:

 Violencia física: Lesiones corporales infligidas de forma


intencional: golpes, quemaduras, agresiones con armas, etc.

 Violencia psicológica: Humillaciones, desvalorizaciones,


críticas exageradas y públicas, lenguaje soez y humillante,
insultos, amenazas, culpabilizaciones, aislamiento social,
control del dinero, no permitir tomar decisiones.
 Violencia sexual: Actos que atentan contra la libertad sexual
de la  persona  y  lesionan  su  dignidad: relaciones sexuales
forzadas, abuso, violación.

 Violencia económica: se relaciona con el abuso del dominio


financiero en el hogar. El maltratador controla el dinero, toma
las decisiones sobre su uso e incluso llega a impedir que la otra
persona trabaje.

Causas
Los diferentes estudios que existen en este campo coinciden en señalar
que el origen de la violencia es de carácter multifactorial, es decir, hay
diferentes condiciones que contribuyen a que aparezcan y no son
siempre las mismas.

Algunas de las causas que se han señalado como más frecuentes para la
aparición del la violencia intrafamiliar son:

Características particulares del agresor

La falta de control de impulsos, la baja autoestima, la carencia afectiva,


las experiencias que ha vivido en la infancia o determinados factores de
personalidad pueden influir de forma determinante para que abuse y
maltrate a las personas de su entorno.
Incapacidad para resolver los conflictos de forma adecuada

Según señala Jewkes esta es una de las causas principales. Indica que
existe una “cultura de la violencia” que supone la aceptación de la
violencia como la única forma adecuada de resolver los conflictos.

Actitudes socioculturales

En el caso específico de la violencia de género, las actitudes


socioculturales de desigualdad entre hombres y mujeres. Algunas
situaciones que se viven como tradicionales y culturales en muchas
sociedades y que se han mantenido a lo largo de los siglos favorecen y
mantienen esa desigualdad.

Por ejemplo, la relación de sumisión de la mujer con respecto al hombre,


la justificación y tolerancia de la violencia masculina por la sociedad, los
estereotipos y roles de sexo.

Otras

 El uso de la violencia como un instrumento de poder del fuerte


frente al débil.
 Relaciones conyugales disfuncionales y/o historia de conflictos
familiares.

Consecuencias
Las consecuencias de la violencia intrafamiliar son múltiples y variadas.
Vamos a dividirlas en función de la población que sufre el maltrato y del
tipo de violencia que se ejerce.

En los menores

Los menores son un colectivo especialmente vulnerable y en el que


las consecuencias de la violencia son más dramáticas, tanto si se ejerce
sobre ellos como si viven en un domicilio en el que se hace uso de la
violencia entre los familiares.

Por otro lado, los estudios indican que en algunos casos, las secuelas
emocionales pueden desembocar en la reproducción en el futuro de esta
forma de violencia. Si el niño crece en un ambiente en el que el uso de
la violencia es la manera de resolver los conflictos es posible que
aprenda esta misma pauta desarrollando un déficit en las habilidades
para la resolución de problemas.

Además en estos menores aparecen alteraciones que afectan a


diferentes áreas de su desarrollo:

 A nivel físico: aparecen retraso en el crecimiento, problemas


de sueño, trastornos de la conducta alimentaria y síntomas
psicosomáticos como alergias, problemas gastrointestinales,
dolores de cabeza, etc.
 A nivel emocional: aparecen problemas de ansiedad,
depresión, baja autoestima, déficit de habilidades
sociales, estrés post-traumático y aislamiento social.
 A nivel cognitivo: pueden aparecer retrasos en el desarrollo
verbal y del lenguaje y alteración del rendimiento escolar.
 A nivel de comportamiento: conductas violentas hacia los
demás, inmadurez, déficit de atención, retraimiento y
conductas autodestructivas.

En la pareja

Aunque la gran mayoría de los casos de violencia son ejercidos del


hombre hacia la mujer, también existen casos en los que el maltrato lo
sufren los hombres, especialmente del tipo psicológico. Las
consecuencias derivadas del maltrato las encontramos en tres niveles:

 A nivel físico: lesiones (heridas, golpes, quemaduras, etc.),


mayor vulnerabilidad a padecer una enfermedad y descuido
personal. En el caso de las mujeres sufren riesgo de embarazos
no deseados si son forzadas a mantener relaciones sexuales.
 A nivel psicológico: puede aparecer estrés postraumático,
depresión, ansiedad, baja autoestima, intentos de suicidio,
abuso de alcohol y otras sustancias, disfunciones sexuales,
trastornos somáticos (dolores de cabeza, problemas
gastrointestinales, malestar generalizado e inespecífico, etc.),
sentimiento de culpabilidad, sentimiento de desesperanza y
vacío.
 A nivel social: actitud de desconfianza y hostilidad hacia todo
el mundo, aislamiento social, sentimiento de peligro y amenaza
constantes por parte de todo lo que les rodea.

En la tercera edad y personas discapacitadas

Estos colectivos, al igual que los menores, son especialmente


vulnerables. En estos casos, además de la violencia que sufren, hay que
sumarles la edad y en muchos casos la dependencia física y /o
económica del agresor.

Además, muchos de los casos de este tipo de violencia nunca llegan a


conocerse debido a que el anciano o la persona discapacitada no se
encuentran en condiciones de realizar una denuncia. De nuevo podemos
dividir las consecuencias en función del área afectada:

 A nivel físico: aparecen lesiones de todo tipo que en algunos


casos dejan graves secuelas e incluso la muerte, desnutrición,
deshidratación, fracturas debido a las caídas o los golpes,
abandono y falta de cuidados.
 A nivel psicológico: depresión, ansiedad, sentimiento de
soledad e incapacidad, sentimiento de indefensión y
desesperanza, ideación suicida y problemas somáticos.
 A nivel social: aislamiento del entorno. En algunos casos la
única persona con la que se pueden relacionar es con el propio
agresor.
Para el agresor

Numerosos estudios coinciden en señalar una serie de consecuencias


que aparecen en la persona que ejerce la violencia:

 Incapacidad para disfrutar de una relación de pareja o familiar


satisfactoria y gratificante.
 Riesgo de ruptura y pérdida de los familiares. Rechazo por
parte de la familia y el entorno social.
 Riesgo de detección y condena por parte de la justicia.
 Aislamiento social.
 Sentimiento de frustración, fracaso y resentimiento.
 Baja autoestima.
 Dificultad para pedir ayuda psicológica.
 Abuso del alcohol y otras sustancias.

Factores de riesgo y vulnerabilidad


Aunque cualquier persona (con independencia de su sexo, edad, raza,
nivel sociocultural, etc.) puede ser víctima de violencia intrafamiliar,
determinados estudios coinciden en señalar una serie de características
que pueden influir a la hora de sufrir este tipo de maltrato.

Factores de riesgo para los menores:

 Ser menor de seis años.


 Tener problemas de conducta y/o hiperactividad.
 Padres jóvenes y/o con bajo nivel educativo.
 Padre/madre con problemas de alcohol u otras sustancias.
 Hogar monoparental.
 Elevado número de hijos en la familia.
 Violencia entre los padres.
 Que los padres hayan sufrido maltrato en su infancia.
 Creencias sobre el derecho de los padres a ejercer la violencia
para educar a los hijos.
Factores de riesgo para la violencia de pareja:

 Sexo femenino y menor de 25 años.


 Bajo nivel educativo y/o socioeconómico.
 Experiencias de violencia y maltrato en la infancia.
 Residencia urbana.
 Baja autonomía y baja autoestima de la persona maltratada.
 Creencias tradicionales y de roles de género.
 Bajo poder de decisión de la persona maltratada.
 Escasez de apoyo institucional ante la violencia.
 Justificación y tolerancia de la violencia como forma de resolver
los problemas o de someter a la pareja.

Factores de riesgo para la violencia en personas mayores:

 Pertenecer al sexo femenino.


 Edad avanzada.
 Vínculo conyugal con el cuidador.
 Problemas de movilidad.
 Dependencia económica.
 Dependencia para los cuidados básicos.
 Enfermedad y problemas de salud.
 Impedimentos psíquicos o cognitivos.
 Sobreexposición del cuidador, un único cuidador de la persona
dependiente.
 Ausencia de recursos y programas sociales de apoyo a la
dependencia y al cuidador.
 Aislamiento social.

Factores de riesgo en las personas discapacitadas:

 Pertenecer al sexo femenino.


 Inmovilidad física o movilidad limitada.
 Dependencia emocional del cuidador.
 Incapacidad de comunicarse y/o de reconocer el abuso.
 Problemas de salud.
 Bajo nivel educativo y socioeconómico.
 Desempleo y/o imposibilidad de acceder a un empleo.
 Sobreexposición del cuidador.
 Ausencia de recursos y programas sociales de apoyo.
 Aislamiento social.

¿Cómo prevenirla?
Para llegar a erradicar este tipo de violencia, una herramienta
fundamental es la prevención. Con esta estrategia se busca erradicar el
problema desde su raíz y puede realizarse a tres niveles diferentes:

A nivel primario

Mediante la modificación de las creencias culturales que perpetúan la


superioridad del hombre frente a la mujer o la superioridad del fuerte
contra el débil. Cuestionar la violencia como una vía útil para resolver los
conflictos.

Trabajar en reducir el nivel de tolerancia de este tipo de comportamiento


a todos los niveles y buscar el rechazo y la condena de estas
situaciones. Y por último, es de especial importancia realizar campañas
de sensibilización y difusión de información de las formas de violencia,
sus consecuencias y cómo actuar frente a ella.

La prevención a nivel primario es de crucial importancia en el ámbito


educativo.

A nivel secundario

En este tipo de prevención aparece la necesidad de formación y reciclaje


de todos los profesionales que puedan estar en contacto con víctimas de
violencia para que entiendan la situación en la que se encuentran y
poder ayudarles de la forma más adecuada.
En este contexto es especialmente importante la formación al personal
sanitario, a las fuerzas de seguridad, servicios sociales, abogados y
jueces.

En definitiva a todos los profesionales que puedan estar implicados en la


detección o intervención en situaciones de violencia.

A nivel terciario

Por último, es necesario disponer de una serie de servicios y recursos de


atención, asesoramiento, protección y asistencia a los que puedan acudir
las víctimas de violencia.

Uno de los objetivos principales de estos recursos debe ser el


restablecimiento de la vida de las víctimas, así como la desaparición de
las secuelas físicas y psicológicas que puedan derivar de la violencia.

Por
 Pilar García, https://www.lifeder.com/violencia-intrafamiliar/

Violencia intrafamiliar:
Tipos, causas y
consecuencias
1 SEPTIEMBRE, 2019 ESCRITO POR KARLA ARANGO

La violencia intrafamiliar es un suplicio que no distingue entre razas, países o estrato


socioeconómico. Su constante aparición es un síntoma muy arraigado dentro de la
sociedad. Lo peor es que en muchos casos esto sucede en silencio y deja muchos
afectados.

Los casos de violencia intrafamiliar dejan múltiples heridas psicológicas en los


afectados, y por eso es conveniente saber de qué se trata y cuáles son sus implicaciones.

¿Qué es la violencia intrafamiliar?


Para hacer una definición general del concepto, es preciso decir que la violencia
intrafamiliar, también conocida como violencia doméstica, son los diversos tipos de
agresiones que se dan dentro de un mismo núcleo familiar.

Los casos de violencia intrafamiliar en el mundo son muy comunes, más de lo que dicen
las estadísticas. Esto sucede, porque en la mayoría de los casos las personas guardan
silencio por vergüenza o por proteger de alguna manera a su agresor.

Lo anterior es comprensible, desde el sentido en que normalmente, así sea un abusador,


la persona es un miembro de la familia, y en estos casos es más complejo para la
víctima reaccionar y buscar ayuda.

Este tipo de situaciones deben ser atendidas por un profesional en psicología quien se
encargará de ayudar a tramitar estas situaciones. El silencio puede traer más problemas
que soluciones.

Tipos de violencia intrafamiliar


La violencia intrafamiliar se puede manifestar de diversas maneras, siendo algunas de
estas más difíciles de detectar, aunque generen daños muy potentes en la integridad
mental de las personas.

Los tipos de violencia intrafamilar más comunes son: Violencia física, violencia


emocional y violencia psíquica.

Violencia física
La violencia o abuso físico es aquella que ataca de manera directa la parte física de la
víctima. Este tipo de violencia puede empezar con cosas “aparentemente pequeñas”
como pellizcos o empujones.

Luego puede convertirse en palmadas, bofetadas, tirones de cabello y golpes


contundentes que generen marcas, o incluso que pueden poner en riesgo la vida de
quien los recibe.

Todos estos comportamientos son señales de alarma contundentes, sobre todo si se


dan en el marco de discusiones, o si de cualquier modo el agresor usa la violencia para
imponer sus deseos, generar temor y conseguir lo que desea.

Violencia emocional
La violencia emocional es un poco más sutil que la física, pero eso no implica que sea
menos dolorosa o peligrosa. La violencia emocional se da cuando por medio de gritos,
palabras, insultos, indiferencia, chantajes, intimidación, prohibiciones o
manipulaciones, el victimario ataca a la victima con el fin de que se sienta disminuida y
dominada.

Este tipo de violencia, genera heridas emocionales y psíquicas que pueden afectar la
integridad de quien las padece. Los afectados pueden llegar a cuadros de estrés,
angustia o depresión, debido a la presión padecida por este tipo de comportamientos.

Violencia psíquica
La violencia psíquica o maltrato psicológico está intimamente ligada a la violencia
emocional desde el sentido de sus efectos. Quien la ejerce actúa de manera ambigua,
haciendo creer que es quien tiene la razón y que todo lo que hace, lo hace por el bien de
la víctima.

Todo esto se perpetúa por medio del lenguaje, comentarios ofensivos, humillaciones
constantes y una actitud de falsa protección frente a la víctima.

Este tipo de violencia y la emocional afectan fuertemente a quien la padece,


manteniendo en un estado de desequilibrio la mente y la parte emocional.

Hay otros tipos de violencia que se enmarcan dentro de las anteriores y afectan la salud
mental de quien se ve como víctima de estos.

La violencia sexual se relaciona con toda conducta que presione a la víctima a exponer
y dejar su cuerpo o a tocar el cuerpo del agresor.

También es muy común la violencia económica, ejercida por el proveedor económico


del núcleo familiar. Esta se relaciona con humillaciones constantes relacionadas con lo
económico, en la que se involucran chantajes, privaciones  y dominio usando el dinero
como factor de supremacía.

Estos son en general los tipos de violencia más común, pueden darse en una única línea
o combinar varias formas de ella en simultánea.

Causas de violencia intrafamiliar


Las causas de violencia son de diversa índole, pero todas se relacionan fuertemente con
la salud psíquica de la persona. Las causas más comunes son:

 Insatisfacción con la propia vida.


 Sentimientos de frustración.
 Sentimientos o emociones negativas.
 Poca capacidad de control de emociones negativas como la ira.
 Malos modelos de referencia aprendidos en la etapa formativa.
 Problemas no resueltos de la infancia.
 Problemas no resueltos actuales que pueden desembocar en estrés, agresiones o
depresión.
 Incapacidad para comprender los esquemas relacionales y relacionarse con los
demás.
 Necesidad de imponerse sobre los demás.
 Falta de amor propio.
 Narcicismo extremo.

Consecuencias de la violencia doméstica


Las consecuencias de la violencia doméstica o violencia intrafamiliar son muy
variadas. Hay que tener en cuenta que este tipo de comportamientos tiene secuelas
diferentes de acuerdo a la edad de la o las víctimas.

En el caso de los bebés de 0 a 6 meses, las consecuencias se asocian con el retraso


psicomotor, sensación de abandono y retraso en la respuesta social. El maltrato en niños
de 6 meses se traduce en retardo en el lenguaje, apatía, angustía frente al contacto
social, relación pobre con su entorno.

La violencia doméstica en niños en edad preescolar tiene secuelas como apatía,


disminución en la capacidad juego, agresividad, negatividad y retardo en el lenguaje.

En el caso de niños en edad escolar, se evidencia en la dificultad en las relaciones


personales, ansiedad, irritabilidad, baja autoestima, incapacidad para jugar y aparición
de múltiples miedos, entre otros.

En el caso de los adultos, el más común es el de maltrato a la mujer, no obstante, los


hombres también son víctimas de este tipo de violencia. Los efectos van desde baja
autoestima, ansiedad, estrés, angustia, falta de motivación, miedos recurrentes, ataques
de pánico e incluso depresión.

En este tipo de conductas abusivas, la víctima empieza a manifestar un deterioro


psicológico evidenciado en una sumisión absoluta a los deseos del verdugo, que termina
por convertirse en pérdida de la propia identidad.

También se generan casos de miedo y dependencia por las figuras de autoridad,


sensación de culpabilidad, aislamiento, incertidumbre, desesperanza, bloqueo
emocional, trastornos alimenticios, entre otros desordenes psíquicos y emocionales que
ponen en riesgo alto la vida de quien los padece.

Si estás pasando por alguna situación de violencia intrafamiliar, es importante no


normalizar esos comportamientos y buscar ayuda inmediatamente. En los diferentes
países existen comisarías de familia, y diversas entidades que velan por los derechos
humanos. En estos lugares te pueden ayudar a solucionar los problemas por las vías
legales.

Adicionalmente es de vital importancia, que las personas implicadas inicien


tratamientos psicológicos para que puedan sanar las diversas heridas psíquicas y
emocionales resultantes de este tipo de experiencias.

Si tienes dudas adicionales no dudes en dejarlas en los comentarios, la idea de estos


artículos es que podamos crear el conocimiento de un modo colectivo.

https://psicocode.com/social/violencia-intrafamiliar/

Por confinamiento aumentó violencia


intrafamiliar: ONU
La Redacción | domingo, 05 abr 2020 20:21
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Ciudad de México.  El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas


(ONU), Antonio Guterres, alertó que debido al confinamiento a causa de la emergencia
sanitaria mundial por el Covid-19 ha incrementado la violencia contra las mujeres
dentro de sus propios hogares.

Por ello, pidió a los gobiernos del mundo a que la prevención y la reparación de casos
de violencia contra ellas sean parte vital en sus planes nacionales de respuesta a la
pandemia.

“Eso supone aumentar las inversiones en los servicios en línea y el apoyo a las
organizaciones de la sociedad civil; asegurase de que los sistemas judiciales sigan
enjuiciando a los perpetradores; crear sistemas de alerta de emergencia en farmacias y
supermercados; declarar los centros de acogida como servicios esenciales; y a encontrar
formas seguras para que las mujeres puedan buscar apoyo, sin poner sobre aviso a sus
victimarios”.

El funcionario del organismo multilateral indicó que el encierro puede generar que
muchas mujeres sean víctimas de violencia por parte de sus parejas, por lo que hizo un
llamado a prevenir, evitar y sancionar esos abusos.

En una declaración difundida este domingo, Guterres sentenció que en las últimas
semanas, “con el aumento de las presiones económicas y sociales y del miedo, hemos
visto un estremecedor repunte global de la violencia doméstica. En algunos países se ha
duplicado el número de mujeres que llaman a los servicios de asistencia”.
Los confinamientos y las cuarentenas son esenciales para reducir el Covid-19, apuntó,
pero pueden hacer que las mujeres se vean atrapadas con parejas abusivas.

Subrayó que la pandemia del Covid-19 está causando un sufrimiento humano


incalculable y devastación económica en todo el mundo. Recordó que hace unos días
exigió un alto inmediato al fuego a escala global, para que el mundo se centre en la
lucha común para combatir la pandemia.

“Hice un llamamiento en favor del fin de la violencia en todas partes, sin dilación. Pero
la violencia no se limita al campo de batalla. Para muchas mujeres y niñas, la amenaza
es mayor precisamente allí donde deberían estar más seguras: En sus propios hogares.
Así que hoy hago un nuevo llamamiento a la paz en los hogares de todo el mundo”,
enfatizó.

Debido a la pandemia, refirió, “los proveedores de salud y la policía están desbordados


y el personal escasea. Los grupos locales de apoyo están paralizados o carecen de
fondos. Algunos centros para víctimas de violencia de género están cerrados; otros están
llenos”.

Consideró que los derechos y las libertades de las mujeres son esenciales para lograr

sociedades fuertes y resilientes.


México, CDMX, jueves 03 de septiembre de 2020

https://www.jornada.com.mx/ultimas/sociedad/2020/04/05/por-confinamiento-aumento-
violencia-intrafamiliar-onu-2413.html

¿Cómo afecta la violencia


intrafamiliar a los niños?
Mervis Romero· 
20 mayo, 2020

Este artículo ha sido verificado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro


Arbeláez al 

08 marzo, 2019

Descubre a continuación cómo influye la violencia intrafamiliar a los niños y qué puedes
hacer tú al respecto.

 ¿Qué puede desencadenar los trastornos de personalidad en los niños?


 Cómo saber si los niños son felices con el test de los tres deseos
 Los lenguajes del amor en la relación madre-hijo

La Organización Mundial de la Salud publicó un estudio que revela la magnitud


de la violencia intrafamiliar a los niños y otros tipos de maltrato.

En dicho estudio se expone que, por desgracia, gran parte del maltrato sufrido
por los niños menores de 15 años de edad proviene de sus familiares,
tutores o cuidadores. 
Las mayoría de las consecuencias son evidentes a corto plazo. No obstante es
a largo plazo cuando se comprueba la magnitud del impacto de la violencia.
Después de todo, cada uno de los ámbitos de la salud (física,
psicológica y emocional) de los niños quedan vulnerados.

¿Qué es la violencia intrafamiliar?


Desde pequeños se enseña a los niños a valorar el círculo familiar. No
obstante, la violencia intrafamiliar ha logrado perjudicar tanto la concepción
como el aprecio del mismo, con lo cual, cada día aumenta el número de
personas con heridas emocionales y un notable rechazo hacia sus
familiares.

La violencia intrafamiliar se define como todas aquellas manifestaciones de


maltrato y abuso en el núcleo familiar. Suele producirse con frecuencia y variar
en intensidad.

Las causas de la violencia intrafamiliar son muy variadas.  Aunque,


en suma, constituye un perfil (del agresor) que incluye: baja autoestima, una
gestión deficiente de las emociones y sentimientos, intolerancia y el uso de la
violencia como herramienta de poder.

Evolución de la violencia intrafamiliar


 Etapa I (Tensión). En esta etapa el agresor suele buscar
imponer tensión en el ambiente para afianzar su posición de
superioridad con respecto a sus víctimas (que en este caso vienen a
ser los niños). Esta etapa se caracteriza por la presencia de un
marcado maltrato verbal y psicológico.
 Etapa II (Agresión física). En esta fase el abusador pierde el
control de sus emociones por algún motivo aleatorio y descarga todas
sus frustraciones y negatividad sobre su víctima. Los episodios de
violencia pueden incluir (o no) agresión físicae independientemente de
esto, el afectado queda asustado y confundido.
 Etapa III (Arrepentimiento). En esta etapa, el agresor trata de
ofrecer disculpas y demostrar arrepentimiento por el daño causado. Sin
embargo, no rectifica su comportamiento realmente.
Cabe destacar que estas etapas pueden repetirse una y otra vez
en el tiempo, con lo cual se profundiza una relación tóxica y un círculo vicioso
de violencia intrafamiliar.

Consecuencias de la violencia intrafamiliar en


niños
La secuela más común de la violencia intrafamiliar en niños es la adopción del
comportamiento violento como mecanismo de defensa.
 Consecuencias físicas tales como: insomnio, trastornos
estomacales, dolores de cabeza, autolesión, falta de control de los
esfínteres, etcétera.
 En el ámbito emocional: baja autoestima, sentimientos de
culpa, comportamiento errático, depresión, ansiedad, aislamiento,
irritabilidad.
 Por otra parte, en el ámbito académico, los niños pueden tener
un bajo rendimiento escolar, interacciones pobres y relaciones
tóxicas.

Recuerda que, lo mejor será siempre optar por alternativas sanas que puedan
brindar beneficios a todas las partes.

¿Cómo detener o prevenir el maltrato?


Es un compromiso social ayudar a detener y prevenir la violencia intrafamiliar.
La primera medida para detener el maltrato intrafamiliar es reconocer la
problemática a la que se está expuesto.

Posteriormente, buscar ayuda ante un servicio público. Una vez dado estos
primeros pasos, es recomendable adoptar las medidas que te
comentamos a continuación:
1. Ayuda a tus niños a desarrollar una autoestima sana. Esta
valoración propia los hará apreciarse y buscar ayuda ante cualquier
forma de maltrato.
2. Dales el ejemplo. Aprende a calmarte y esa actitud se reflejará
en ellos.
3. Estimula en ellos la colocación de metas realistas, de manera
que aprendan a ajustar sus perspectivas con sus posibilidades.
4. Busca el apoyo del orientador académico y de un
psicólogo. Sobreponerse al maltrato infantil puede llegar a ser todo un
desafío, se constante, ofréceles mucho amor y comprensión.
5. Oriéntalos a observar la parte positiva de las experiencias y el
aprendizaje que ellas dejan.
6. Pon limites razonables y ayúdalos a cumplirlos sin necesidad
de recurrir a la violencia e insultos.
En suma, debemos tener presente que solo un ambiente familiar sano
puede ofrecer un desarrollo sano para los niños día a día. 

El hogar debe estar fundamentado en la búsqueda de soluciones sanas, que


aporten beneficios para todos; pero sobre todo, es importante educar en respeto
y evitar la violencia. Hay soluciones mucho mejores y más efectivas

https://eresmama.com/afecta-la-violencia-intrafamiliar-los-ninos/

La violencia intrafamiliar y sus


efectos en los niños
Cuando en el entorno familiar se viven
episodios violentos, la salud de los niños se
resiente.

En el artículo previo, analizamos el bullying desde la teoría mimética.


Logramos identificar el acoso escolar como parte de un círculo de violencia
que surge del fenómeno mimético en el que nos encontramos inmersos,
mismo que da explicación a un sinfín de comportamientos humanos. Ahora
bien, con base en la teoría mimética de René Girard, los deseos humanos son
concebidos como impulsos o motivaciones cuya raíz no surge internamente,
sino que son esencialmente derivados, es decir, que su naturaleza es externa al
sujeto deseante. 

Violencia en el ámbito familiar: causas y


efectos
Para ejemplificar lo anterior podemos mencionar brevemente las situaciones
de conflicto mismas de relatos míticos, como el de la fundación de Roma (la
pugna entre Rómulo y Remo) o el del Génesis (la rivalidad mortal entre Caín
y Abel), donde podemos encontrar esa competitividad no tanto por conseguir
lo que el otro tiene, sino por convertirse en el otro, por usurpar su identidad,
en la que vemos una autonomía y dominio de la que uno carece (llamémosle
el 'deseo de ser otro'). 

Es en este proceso de apropiación que entra en juego este deseo de someter,


de dominar o incluso de destruir, acciones que son reproducidas en todos
los ámbitos sociales.

La pulsión de dominación: una aproximación


psicoanalítica al fenómeno de la violencia
Siguiendo esta línea de pensamiento podemos advertir que si la educación es
el reflejo de la sociedad y viceversa, el problema de la violencia escolar es un
cáncer que aqueja no sólo a los actores educativos, sino a toda la sociedad.
Habiendo analizado ya las conductas negativas que caracterizan el
bullying demos un paso atrás para tener una visión panorámica que nos
permita estudiar otro de los componentes que configuran este conflicto.
Mirando más allá de la escuela, encontramos a la familia, núcleo
fundamental de la sociedad. Es el soporte elemental, base de la estructura
social, la cual refiere a la conformación sistemática de correlación entre
individuos directa e indirectamente vinculados dentro de una sociedad.

Atendiendo a esto último, en México existe un refrán popular: la educación


se mama con la leche, significando que el desarrollo de las capacidades
intelectuales y morales de las personas comienza en el hogar, si bien esto es
cierto para bien o para mal, también es una condena. Pero, ¿qué es lo que
nuestros niños están mamando en casa? 

La mayoría de las investigaciones estudian los efectos que tienen en los hijos
la violencia intrafamiliar, pero no en todos sus aspectos y dimensiones, pues
se enfocan principalmente en las agresiones que son directamente dirigidas
hacia los menores siguiendo la línea de relación padre/madre-hijo/hija. No
obstante, analizar la relación entre las distintas formas de agresión, maltrato o
negligencia en las familias podría develar datos relevantes para el estudio de
la violencia intrafamiliar y sus consecuencias, es así que de acuerdo con una
investigación realizada por el Departamento de Psicología de la Universidad
de Arizona, respaldada por el National Center of Child Abuse and Neglect, los
niños testigos de violencia conyugal/familiar (ya sea vista u oída), padecen
tanto como aquellos víctimas directas de violencia, desde la consideración
de que las consecuencias que de ella se derivan son las mismas.

El niño que vive en un entorno familiar violento


De acuerdo con la American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, la
violencia entre los niños y los adolescentes tiende a desarrollarse
principalmente bajo un entorno donde el menor se encuentra en condiciones y
situaciones particularmente estresantes, sobre todo aquellas relacionadas con
la familia, entre algunos ejemplos podemos mencionar la monoparentalidad,
la ruptura o inestabilidad de un matrimonio, la situación de desempleo de los
padres -que a su vez provoca un nivel bajo de ingresos familiares-, así como
distintos aspectos de la parentalidad que pueden contribuir a un
comportamiento violento entre los niños. 

Ser padre/madre es una tarea compleja, nadie nace sabiendo ser padre y esto
puede manifestarse por medio de un control poco apropiado (falta de
vigilancia, autoridad y de responsabilidad de los niños), disciplina muy
estricta (laxismo e incoherencia disciplinaria), disensión entre los padres,
rechazo del niño y participación limitada y/o falta de interés por las
actividades del niño, falta de comunicación e incongruencia en los modelos de
conducta de los padres.

Los efectos psicológicos de la violencia intrafamiliar en


los niños
Entonces, siendo la violencia un cúmulo de incertidumbre y de frustraciones
de las que el menor le es imposible localizar entre sus capacidades (patrones
de comportamiento social) los medios socialmente adecuados y necesarios
para hacer frente, buscará reducir la tensión mediante comportamientos de
crisis, demostrando distintos desequilibrios mentales y emocionales en su
comportamiento tales como la distracción, la baja autoestima, trastornos de
sueño, sentido de culpabilidad y agresión contra sus pares, miembros de la
familia y propiedad ajena.

Hoy en día, los niños están expuestos a la violencia endémica desde una edad
más temprana en comparación a hace unas décadas. Según las estadísticas
mundiales de la OMS, tan sólo en el 2011 se produjeron 250,000 homicidios
entre jóvenes en un rango de 10 y 29 años de edad. 

Con respecto a la violencia sexual, un estudio internacional informa de que


entre un 3 y un 24 % de las mujeres vivieron su primera experiencia sexual
por obligación. Por último, un estudio realizado en 40 países demuestra que la
exposición a la violencia y el acoso afecta tanto a los niños (8,6-45,2 %) como
a las niñas (4,8-45,8 %), sin mencionar que un 15 % de niños de entre el 1er y
8º grado, reveló que había sido objeto de intimidación o acoso “más de una o
dos ocasiones” durante las seis semanas previas al sondeo.

Si bien es cierto que ya se están llevando a cabo recomendaciones de distintos


organismos y programas a nivel internacional y dentro de cada nación, es
necesario hacer hincapié en la importancia de erradicar la violencia desde
el hogar.

Déborah García Sánchez


Psicóloga educativa
Analista académica licenciada en Psicología con especialidad en Psicología Educativa.
Maestría en Evaluación para la Calidad Educativa por el Colegio de Puebla A.C.
(COLPUE). https://psicologiaymente.com/desarrollo/violencia-intrafamiliar-efectos-
ninos

marco legal

Antes de la Ley 1542 de 2012, el delito de violencia intrafamiliar era susceptible de ser
conciliado, a fin de finiquitar las contiendas que se suscitaron en el seno familiar a causa de
uno de sus integrantes. Sin embargo, con la promulgación de la Ley 1542 de 2012, este delito y
el de inasistencia alimentaria, pasaron a ser delitos no sujetos de ser querellables e
indesistibles por quien 5 realiza la denuncia, convirtiéndose entonces en una violación al
ordenamiento jurídico que debe ser perseguida de oficio por el Estado, una vez ha tenido
conocimiento de la misma. La razón de ser de esta decisión por el Congreso de la República, es
precisamente que la comisión de este tipo de delitos, no quede en la impunidad, debiendo el
ente investigador continuar con su investigación hasta el conocimiento real de los hechos y la
condena en el evento en que los mismos fueran corroborados y tipificados como alguna forma
de violencia intrafamiliar, en aras de velar por el cuidado del bien jurídico tutelado que para el
caso en específico seria la familia y su unidad.
En el presente artículo, se pretende abarcar el tema de la violencia intrafamiliar bajo los
preceptos que al respecto trae la Ley 1542 de 2012. El análisis que se pretende presentar,
corresponde a un examen de la viabilidad y las consecuencias que pueden tener las
disposiciones contenidas en la Ley 1542 de 2012, frente a la obligación contenida en los
instrumentos internaciones de Derechos Humanos, de conservar la unidad familiar y la familia
al ser la misma considerada como la célula de la sociedad. Resumiendo, la conclusión a la que
se quiere llegar con esta propuesta, es que al ser la Ley 1542 de 2012 inflexible en la acción
penal, dificulta que exista dentro del seno familiar otros medios para la resolución del
conflicto, lo que en definitiva antes que buscar conservar la acción familiar, genera una
destrucción de la misma.

El delito de violencia intrafamiliar. La ley 599 de 2000, actual Código Penal, enuncia el delito de
violencia intrafamiliar, en los siguientes términos: Artículo 229: Violencia intrafamiliar. El que
maltrate física o psicológicamente a cualquier miembro de su núcleo familiar, incurrirá,
siempre que la conducta no constituya delito sancionado con pena mayor, en prisión de cuatro
(4) a ocho (8) años (…)

La violencia intrafamiliar y los Derechos Humanos. Al ser los episodios de violencia


intrafamiliar, una manifestación clara de vulneración de los Derechos Humanos, los Estados
consideraron prudente consignar dentro de los instrumentos internacionales una protección
universal de los derechos de las personas en el seno familiar, y especialmente de la violencia
de genero hacia la mujer, convirtiendo el tema de la violencia intrafamiliar, en una
problemática que debía ser objeto de atención por todos los Estados, y frente a la cual debían
adoptar acciones claras que propugnaran por la erradicación efectiva de la misma, dentro de
las cuales se encontraban obligaciones claras “contenidas en los diferentes documentos, en los
que se ha incorporado la perspectiva de derechos humanos y de género como líneas
transversales para la prevención, abordaje, detección y vigilancia de la problemática”. Para el
caso colombiano, una de las formas en que se ha manifestado esta preocupación es a través
de la tipificación de este tipo de violencia como un delito, y a partir del año 2012 como un
delito cuya gravedad, no permite ningún tipo de medio de solución alternativa de conflictos o
de desistimiento de la denuncia, debiendo entonces el Estado aun cuando la víctima no desee
continuar con la acción penal, continuar sus investigaciones hasta obtener una condena, en el
evento en que los hechos concuerden con el tipo penal. Es ahí, donde se centra la polémica
que se pretende abordar en esta investigación, y donde surge el interrogante de si las
decisiones radicales de no permitir el desistimiento pueden ser de 10 beneficio o por el
contrario una forma de obstaculizar el dialogo familiar y la conservación de la unidad familiar.
Al respecto la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, plantea que, si bien se trata de
una problemática que existe de antaño, su origen como problema social y jurídico es reciente,
inicialmente por intermedio de organismos no gubernamentales de Canadá y Estados Unidos,
en la década del sesenta y en Europa para la década del Setenta (Ruiz Carbonell, 2002).

La Familia en el contexto normativo Nacional e Internacional Instrumentos internacionales y


Constitución Política de Colombia. La familia es uno de los pilares fundamentales de la
sociedad, enunciado principalmente en el artículo 42 de la Constitución Política de 1991. La
familia también ha sido objeto de desarrollo por parte de diversos instrumentos
internacionales, y se ha instituido dentro de la mayoría de los ordenamientos jurídicos, como
una de las instituciones con mayor influencia en la vida en sociedad, y por ende sujeta a una
especial protección. En el caso de Colombia, la protección a la familia se encuentra en el texto
constitucional en varios de sus artículos. En el artículo quinto, se enuncia que “el Estado
reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona y
ampara a la familia como institución básica de la sociedad” (Constitución Política de Colombia,
1991, art. 5), dándole a la familia la connotación de ser una de las figuras que ameritan una
atención en cuanto a su protección, como célula fundamental de la sociedad. Tal calificativo,
de hecho es dado por la misma Constitución Política, al definir la misma como “el núcleo
fundamental de la sociedad” (Constitución Política de Colombia, 1991, art. 42), haciéndola
merecedora de diversas formas de protección, inclusive frente a las problemáticas que 17 al
respecto surjan. Por ello, en el artículo mencionado, el constituyente indica con claridad que
“cualquier forma de violencia en la familia se considera destructiva de su armonía y unidad, y
será sancionada conforme a la ley”. En el plano internacional, desde hace ya varias décadas, la
protección de la familia, ha sido una de las instituciones que ha tenido mayor interés en
cuanto a su protección. Dentro de los instrumentos internacionales más significativos para
Colombia, se encuentra la Convención Americana de Derechos Humanos, ratificada por
Colombia mediante la Ley 16 de 1976, la cual en su artículo 17, indica la necesidad de proteger
a dicha institución por parte de los Estados, al indicar que “la familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado”. Con base en este
deber, se han venido profiriendo otros instrumentos internacionales, en aras de proteger a
cada miembro de la familia, en especial a los niños y a las mujeres, por ser reiterativa la
violencia en dichas poblaciones, más que frente a los otros miembros de la familia. Este
desarrollo normativo data desde hace bastante tiempo, remontándose inclusive a la
Convención de los Derechos del Hombre, donde implícitamente se encuentra una relación al
deber de protección de la infancia, frente a su integridad, física, psíquica y sexual. Posterior a
ello, en el año de 1924, se promulga la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos del
Niño, donde en su principio sexto, se estatuye que el niño debe “crecer al amparo y bajo la
responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad 18
moral y material”, de donde se infiere que para que dicho cometido se cumpla,
necesariamente el menor debe vivir en un ambiente, libre de violencia. Por su parte, la
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, indica en su artículo segundo que “la
familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de
la sociedad y del Estado”. Con fundamento en esta obligación, es que los Estados y diversos
organismos internacionales, se han dado a la tarea de promulgar proyectos, acuerdos,
tratados, convenciones y múltiples conferencias internacionales para lograr el respeto por los
Derechos Humanos y la igualdad en el seno familiar. Otro instrumento internacional relativo a
la protección de la familia, ratificado por Colombia, mediante la Ley 74 de 1968, quien se
identifica textual y puntualmente con lo expresado en el año de 1948 por la Declaración
Universal de Derechos Humanos de 1948. Por su parte el Pacto Internacional de Derechos
Civiles, Económicos, Sociales y Culturales, concordando con las anteriores disposiciones,
complementa el deber de los Estados de proteger a la familia “especialmente para su
constitución y mientras sea el responsable del cuidado y la educación de sus hijos a su cargo”
(Art. 10). Puntualmente frente a la protección de los menores, Colombia en el año de 1991,
ratifica la Convención sobre los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1989, quien
puntualmente identifica como un deber del Estado el proteger a los niños frente a cualquier
forma de violencia, al establecer que está en su resorte “tomar las medidas legislativas,
administrativas, sociales y 19 educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma
de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación,
incluido el abuso sexual” (Art. 18). En cuanto a la protección de la mujer, Colombia ha
ratificado entre otros, los siguientes instrumentos internacionales:  Declaración sobre la
eliminación de la discriminación contra la mujer.  La Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación contra la mujer.  La Declaración sobre la eliminación de la
violencia contra la mujer.  Convención Interamericana para prevenir, castigar y erradicar la
violencia contra la mujer. La legislación en materia de violencia intrafamiliar en los países de
Colombia, Ecuador y Venezuela, tiene como origen los compromisos internacionales con
fundamento en los tratados internacionales sobre violencia contra la mujer y los niños, si bien
cuentan con instituciones similares tales como autoridades administrativas para atender el
problema en su fase inicial, también cuentan con el aparato de justicia criminal, para imponer
sanciones judiciales a los infractores, en el artículo “Tratamiento jurídico de la violencia
doméstica en Colombia, Ecuador y Venezuela”. (Toro, Buenaventura, & Barros, 2010), al hacer
el cuadro comparativo, atendiendo el origen de las legislaciones del tema, tenemos que, si
bien hay similitud en el origen normativo, como son los tratados internacionales, en la
estructura administrativa y judicial, a aplicación de la pena es más severa en Colombia, hecho
que marca la diferencia. 20 Los mecanismos de derecho internacional frente a la violencia
intrafamiliar, surgen de los tratados internacionales tales como la convención de Belén do pará
sobre la violencia contra la mujer, Convención sobre la violencia contra los Niños, violencia
contra las personas en condición de limitación y Violencia contra el adulto mayor, así lo refiere
una publicación titulada “Violencia intrafamiliar: mecanismos e instrumentos internacionales”
(Amézquita, 2014). La discriminación en torno a la igualdad de derechos entre el Hombres y la
mujeres, pese compromisos del Estado frente a convenios internacionales es otro de los
puntos que aborda en el artículo titulado “Lucha contra la violencia intrafamiliar: perspectivas
desde la experiencia” (Caicedo, 2005). Dentro de los temas analizados La Comisión Económica
para América latina y el Caribe, hace referencia a los tratados internacionales sobre la
protección a quienes son víctimas de la violencia doméstica, a quienes se les debe dar un
tratamiento legal ( Binstock, 1998). Las Naciones Unidas destaca las políticas Estatales en la
aplicación de Convenios y Tratados Internacionales a fin de eliminar la violencia intrafamiliar
(Rioseco, 2005)

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