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sociedad en muchos difícilmente se satisfa- la primera figura del daño que hay que com-
cen, al paso que para otros sectores no. batir. No es posible instituir formas sanas de
O violencia cultural, que es la legiti- convivencia social sin remover prejuicios
mación misma de todo tipo de violencia, y creencias falsas basadas en el menospre-
identificándose en la convivencia de la so- cio o en la absurda apelación a privilegios
ciedad aceptando estados violentos, vién- espurios. El proceso de metánoia, una vez
dolos como normales, como la prostitución más, constituye una dinámica de primera
infantil; la corrupción política, el clientelis- importancia. La cultura de los Derechos Hu-
mo, la violencia de género, conceptos estos manos, en este sentido, apunta al desmonta-
que he recogido de Johan Galtung y otros je conceptual de formas de falso reconoci-
que le han seguido y fueron mis profesores, miento que están al servicio de la injusticia
Jiménez Bautista y Francisco Javier Muñoz económica y política e incluso alientan el en-
Muñoz. Esta violencia es un ejercicio de la frentamiento de grupos y personas.” (Gamio
aceptación de la población de las dos an- Gehri, 2009, en Muñoz 2012)
teriores violencias. Para Galtung, analizado Obsérvese como el mismo Estado Co-
por Gonzalo Gamio Gehri al comentar su lombiano no tiene en cuenta las otras dos
libro blog, “...trata de formas de daño que se visiones de violencia. A manera de ejem-
expresan en las mentalidades, las creencias plo se cita el artículo 1ro de la ley 387 de
y los valores, modos de pensar y de dirigir 1997, cuando define el desplazamiento de
las acciones que suelen convertirse en ne- personas como un fenómeno netamente de
fastos “sentidos comunes” que invitan a la violencia directa, olvidando por ejemplo
violencia directa e intentan legitimar la vio- que la mayoría de los colombianos vícti-
lencia estructural. El racismo, el machismo, mas de violencia estructural, carecen de
la homofobia y el odio religioso son formas una educación en materia cívica, ciudadana
de violencia simbólica que producen muer- y política que le haga partícipe directa de
te y destruyen el tejido social. A inicios del las decisiones en materia de administración
siglo XX, por ejemplo, las ideas acerca de del estado y de sus necesidades. Este esce-
la supremacía racial del hombre indoeu- nario algunas veces de ignorancia y otras
ropeo sobre las demás razas, así como la de adoctrinamiento cívico, quiebra el sub-
maliciosa identificación de la práctica del sistema político de la sociedad. En palabras
antisemitismo con un “castigo divino” por concisas, el desplazamiento también se da,
la Crucifixión de Jesús de Nazaret fueron la esta vez, desde la violencia estructural y en
clara expresión de una forma letal de odio mayor cantidad de ya lamentable número
racial y cultural que hizo posible el surgi- de desplazados por miedo físico.
miento del nazismo y la tragedia del Holo-
causto. La invocación a la “Guerra Santa”, El macro conflicto Colombiano y las con-
tanto desde la perspectiva de George Bush versaciones de paz
Jr., como en el imaginario de Osama Bin Siguiendo las categorías de la Investi-
Laden, pertenece evidentemente al registro gación para la Paz, se tienen unas premisas
sombrío de esta especie de violencia. comprobadas en el estudio del caso colom-
Galtung considera que cualquier forma biano. En primer lugar, que las negociacio-
de cultura de paz debe investigar y promo- nes en Colombia desde hace seis décadas
ver políticas contra la violencia en estos han sido políticas de gobierno y no de Es-
tres frentes, poniendo singular énfasis en el tado, razón por la cual el fracaso ha sido
ámbito cultural. Para este autor, se trata de generalizado.
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no. Error. Este debe tratarse como una bia Caso M-19 -1990- y su Incidencia
política de Estado. Como Factor de Estabilidad del Mis-
7. La eventual firma de una acuerdo fruto mo, para la Maestría en Paz desarrollo y
de las conversaciones Farc - Gobierno Resolución de Conflictos. Universidad
Colombino da lugar a verdadero proce- de Pamplona – Colombia. 2010.
so de paz y no al postconflicto. Muñoz H. Luis A. (2012) Justicia Transi-
8. La Justicia Transicional con sus ejes de cional y la Realidad de los Procesos de
verdad. Justicia, reparación y el com- Paz en la Construcción del Nuevo Or-
promiso de no repetición es una herra- den Social en Colombia, Universidad
mienta vital para la transformación de Libre de Cúcuta. ISBN 978-958-8765-
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