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Análisis del libro 7 Hábitos de la gente altamente efectiva

Libro mercados internacionales

6 La formación de la nación

La Constitución de 1821 se inspira en el derecho divino como fuente de soberanía: reconoce la


religión católica como única verdadera que acoge y protege.

Fue una fase en la cual cayeron sustancialmente los impuestos por habitante, dejando una mayor
parte del ingreso disponible para el consumo o para la inversión, aunque esta quedaba restringida
a una parte muy pequeña de la población.

Con todo, hubo evidentes progresos en el país después de 1850 en materia de intercambio con
Europa e Inglaterra. Los precios de exportación eran crecientes al tiempo que se reducían los
precios de las importaciones por el doble impacto de una baja en los costos de transporte y un
aumento de la productividad manufacturera en textiles y otros bienes de consumo que importaba
la pequeña economía colombiana. Ello condujo a un aumento de los consumos que vendría
acompañado de una merma en la producción artesanal, reflejada en la movilización política de los
artesanos contra las políticas liberales de comercio.

La deuda impaga

Las guerras de independencia y el establecimiento del nuevo orden político y económico


demandaron recursos que no alcanzaron a ser cubiertos mediante el recaudo fiscal. La República
de la Nueva Granada aceptó que el monto de la deuda que le correspondía era de 3,3 millones de
libras más intereses de mora que completaban 5,9 millones de libras en 1839 o sea 28,6 millones
de pesos plata, más que la riqueza producida anualmente por la incipiente república. El servicio
de la deuda superaba los ingresos totales del gobierno que fueron de unos 2,3 millones anuales
durante la década del treinta.
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Análisis del libro 7 Hábitos de la gente altamente efectiva

7 La evolución económica hasta finales de siglo XIX y la centralización política

Las exportaciones parten de una base muy pequeña en 1835 para multiplicarse por 3 hacia 1870 y
de ahí aumentar otro 60% hasta finales del siglo XIX. El oro le presta una base mínima al
comercio del país, representando un tercio hacia 1830 y entre una cuarta y una quinta parte del
valor exportado de ahí en adelante.

El sistema financiero y el Banco Nacional El sistema financiero que había en la Nueva Granada
estaba monopolizado por la Iglesia que prestaba al 5% anual sobre bienes raíces que quedaban
hipotecados o censados.

Sin embargo, en 1886 el gobierno le otorgó al Banco Nacional el monopolio de la emisión de


billetes apuntalado por el curso forzoso que convertía en delito el no aceptarlos por su valor
nominal, desligado ahora del contenido metálico que decían tener los billetes.

El Banco era independiente en su diseño institucional y al secretario de Hacienda se le prohibía


asistir a su junta directiva. Sin embargo, sus compromisos de emisión moderada no fueron
creíbles, en especial el de no superar el límite de los 12 millones de pesos, que era en ese
entonces el presupuesto público.

Sin embargo, la Tesorería continuó emitiendo billetes y con ellos financió la Guerra de los Mil
Días, causando entonces inflaciones del 400% en 1900 y 330% en 1902. Al final de la guerra,
quedaban solo 12 bancos de 7 La evolución económica hasta finales de siglo XIX y la
centralización política los 42 que llegaron a existir, lo que sugería que la burguesía liberal se
había debilitado considerablemente durante la Regeneración.
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Análisis del libro 7 Hábitos de la gente altamente efectiva

La búsqueda de un orden centralizado: la Constitución de 1886

Los liberales se alzaron en armas en 1885 siendo derrotados por el gobierno de Núñez que
procedió a declarar extinguida la Constitución de Rionegro –había durado poco más de dos
décadas– y convocó una asamblea constituyente a ser elegida por medio de delegados
partidarios del gobierno, donde escasearon los representantes del partido liberal, lo que de nuevo
le restaría consenso y legitimidad a la nueva constitución.

El monopolio religioso fue acompañado también de un monopolio político concentrado en una


presidencia imperial, cuyo período era de 6 años, con reelección abierta. El presidente era elegido
indirectamente por ciudadanos con requisitos de alfabetismo, renta anual de 500 pesos o
propiedad de $1.500.

El poder regional quedaba abatido: el presidente nombraba y separaba libremente a los


gobernadores y estos a los alcaldes. El presidente nombraba también los magistrados (vitalicios)
de la Corte Suprema y de los tribunales superiores de ternas presentadas por la Corte Suprema. Se
nombraban jueces de escrutinio que actuaron a favor del gobierno, cerrando así las vías
electorales a la oposición, lo que incitaría al partido liberal a recurrir a dos nuevas guerras civiles
(1892 y 1899-1902). En general, la Constitución limitó fuertemente los derechos individuales, en
tanto podía recurrir al estado de sitio y a la suspensión de las garantías individuales cada vez que
lo considerara necesario.

Un elemento importante de la Constitución que continuó con una tradición liberal fue la defensa
del principio de propiedad privada. Existe protección de los contratos privados (artículo 31)
pero el interés privado debía someterse en caso de conflicto al interés público, donde “las
expropiaciones que sea preciso hacer requieren plena indemnización”.

Núñez entendió bien que el país necesitaba seguridad y orden. La centralización emprendida por
él dio pie a un ejército nacional fuerte que limitó la sedición regional y nacional, prestándole
mayor legitimidad al Estado
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Análisis del libro 7 Hábitos de la gente altamente efectiva

8 Las condiciones políticas del crecimiento económico moderno

El Banco de la República fue definido como un ente semipúblico, con el gobierno aportando la
mitad de su capital, pero con solo una representación de 3 que tenían voz pero no voto en una
junta directiva de 10. De los otros 7 había 3 banqueros y el resto eran representantes del comercio
y de la agricultura.

Una vez abandonado el patrón oro, que fuera remplazado por un sistema de flotación controlada
de la tasa de cambio, el Banco de la República aumentó la emisión primaria prestándole al
gobierno fuertes sumas de dinero que en 1934 alcanzaron el 4% del PIB.

El aumento del gasto público, a su vez, elevó la liquidez de la economía a los niveles previos de
1929 y, con ello, el nivel de precios dejó de caer y las tasas de interés reales pasaron a niveles
bajos o aún negativos después de 1934. Fue el inicio de una recuperación económica
importante y, sobre todo, de un proceso intenso de industrialización. Sin embargo, el sistema
financiero no contó con tasas de interés reales que reflejaran las condiciones de ahorro e
inversión, especialmente cuando se tornaron negativas, llevando a la deficiente asignación de
esos recursos y a un crecimiento económico menor al que era posible

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