Está en la página 1de 2

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como

un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como
un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como
un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como
un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como
un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

Desde un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como
un conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes
coexistentes, es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En
las etapas iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica,
la religión y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino
que se guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin
tener que plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del
instinto, porque razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven. Desde
un punto de vista histórico y cultural, el conocimiento humano puede entenderse como un
conjunto de saberes que han ido apareciendo a lo largo del tiempo. Son saberes coexistentes,
es decir, el surgimiento de unos no supone la desaparición de los anteriores. En las etapas
iniciales del conocimiento se presentan como «saberes» el mito, la magia, la técnica, la religión
y el arte. A diferencia del conocimiento humano, los animales no usan la razón, sino que se
guían por el instinto. Los instintos les permiten satisfacer todas sus necesidades sin tener que
plantearse el porqué. Sin embargo, las mujeres y los hombres van más allá del instinto, porque
razonan y necesitan comprender e interpretar el medio en el que viven.

También podría gustarte