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OD. Caso 3
OD. Caso 3
• ID: 000104954
• ALUMNA: Tacanga Rodríguez Ana Luisa
En el caso clínico de hoy, aprendí sobre la importancia de conocer las complicaciones de la
Sialoadenitis, como los abscesos, que a su vez pueden llegar hasta sepsis. Por ello es importante la
identificación y tratamiento oportuno.
Por lo cual me surgieron muchas dudas, sobre otras complicaciones que podrían presentarse y como
debería realizarse el drenaje, decidiendo revisar los siguientes artículos y guías:
1. Anestesia.
2. Incisión: Con una hoja de bisturí numero 15 realice una incisión de aproximadamente medio
centímetro, de extensión y 5 milímetros de profundidad, escoja un sitio en declive donde la
gravedad permita la del contenido purulento. Ubique la incisión en mucosa sana. Evite hacer
la incisión donde se observa la fistula o la colección de material purulento, ya que la
cicatrización puede verse afectada, porque el tejido lesionado se encuentra hipóxico, friable
y con posibilidades de necrosarse. Al hacer la incisión intraoral se debe tener especial
atención con el nervio mentoniano, vasos palatinos, y conductos de excreción glandular.
3. Desbridamiento: Para romper las fibrosas que dificultan la salida de microorganismos y
fragmentos titulares necrosados. El desbridamiento debe realizarse con una pinza
hemostática curva paralela a las estructuras anatómicas vecinas, explorando
completamente todos los espacios afectados por la infección, en todas las direcciones, de
manera cuidadosa y suave, logrando romper las tabicaciones del absceso.
a. Realice una presión leve en la base del absceso para facilitar el drenaje.
b. Lave dentro de la incisión con suero fisiológico y espere a que la colección de pus
termine de salir.
4. No deben utilizarse gasas como drenajes, ya que impiden el drenaje y son un reservorio de
gérmenes. Un dren de tipo PEN-ROSE tela de caucho dentro de la incisión y mantenerlo en
posición con un punto simple de sutura sería lo más indicado.
5. Citar a controles diarios para realizar lavados dentro de la cavidad a través del dren.
6. Evaluar la evolución del proceso; cuando observe resolución con ausencia de exudado
purulento retire el dren.
¿Qué complicaciones puede presentar la paciente sino se da tratamiento oportuno?
En este artículo nos presentan dos casos de fascitis necrotizante de cuello. Ambos pacientes
corresponden a jóvenes sanos, sin factores de inmunosupresión ni trauma reciente, que desarrollan
el cuadro clínico a partir de un foco amigdalino.
Es afección que se caracteriza por grandes áreas de necrosis y formación de gas situado entre el
tejido celular subcutáneo y la fascia superficial que afecta a músculos y piel originando una
mionecrosis y manchas en zonas que vienen dadas por la trombosis de vasos alimentarios que
pasan por las fascias infectadas. Tiene una mortalidad de 20-28%, y es más común en pacientes
mayores de 60 años, inmunocomprometidos, sexo femenino, y en pacientes con retraso en el
diagnóstico o desbridamiento. Agente causal común en un 30% encontrado es el Estreptococo b -
hemolítico grupo A.
Su cuadro clínico inicialmente es dado por un dolor intenso, seguido de parestesia y posteriormente
anestesia con patrón reticulado de púrpura (todo ello por compromiso nervioso). A todo ello se le
suma el eritema e hinchazón de la piel, aparentemente desproporcionado al intenso dolor inicial del
paciente. Si continúa en extensión este puede originar fiebre alta, taquicardia, crepitaciones y sepsis.
Puede usarse TAC, ECOGRAFÍA para detectar acúmulo de líquido en planos fasciales y edema de
tejido, pero no son datos específicos de la fascitis necrotizante aguda. Su manejo es con
desbridamiento, antibioticoterapia y drenaje. La antibioticoterapia siempre trata de cubrir
microorganismos aerobios y anaerobios de amplio espectro ya que suele ser de origen
polimicrobiano. Una de las complicaciones puede ser que esta inflamación cause afección de la
musculatura vascular causando una bacteremia.
Al analizar ambos los casos (uno fallece y el otro sobrevive), la literatura se observa que el factor
que influye más en el pronóstico es la sospecha clínica y la derivación oportuna. Esto permite una
rápida confirmación diagnóstica y el inicio precoz del tratamiento. Se concluye que, debido a la
escasez de signos clínicos iniciales de la fascitis necrotizante, ésta debe ser siempre sospechada
ante cualquier infección cervical, especialmente cuando el compromiso sistémico es
desproporcionado a las manifestaciones locales.
La mediastinitis es una complicación con alta mortalidad. La acelerada extensión a mediastino puede
acontecer antes de conocer el origen de la infección, lo cual retrasa el diagnóstico y tratamiento. En
este artículo se describen 5 casos de mediastinitis necrotizante descendente, tratados con éxito con
antibióticos y drenaje quirúrgico.
Esta progresa a través de los planos fasciales con una celulitis inicial, posterior necrosis y termina
en la formación de abscesos. Tiene una mortalidad del 11-40% por ello es importante el diagnóstico
temprano y tratamiento oportuno. Debemos tener en cuenta el cuadro clínico para su identificación:
dolor retro esternal, disnea severa, tos no productiva, edema, crepitación en tórax superior; también
a las manifestaciones generales: afectación del estado general con fiebre y manifestaciones
sistémicas de sepsis.
BIBLIOGRAFÍA: