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Como Afrontar Los Desastres PDF
Como Afrontar Los Desastres PDF
los desastres
Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y
comunidades frente a los desastres
Cómo afrontar
los desastres
Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y
comunidades frente a los desastres
“Cómo afrontar los desastres”
Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias
y comunidades frente a los desastres
Elaborado por:
Misionero: Paul Epton
05 Introducción
Paz y Esperanza, a través de alianzas con iglesias e instituciones locales de Manabí y Esmeraldas,
llevó ayuda humanitaria, emocional y espiritual a la población, la cual consistió en la implementación
de comedores populares donde se alimentó a damnificados del terremoto por 2 meses, entrega
de kits familiares de alimentos, de higiene, filtros de agua, acompañamiento psicológico, emocional
y pastoral a las comunidades afectadas por el desastre, así como entrenamiento a niños y niñas
en prevención de abuso sexual infantil en contextos de desastre. También acompañó pequeños
emprendimientos de recuperación económica de parte de las víctimas y damnificados del terremoto,
e impulsó a la iglesia local y comunidades a prevenir y reducir los riesgos de futuros desastres a través
de entrenamientos especializados en los que se trabajó el ciclo de los desastres.
En ese sentido y con el apoyo de la Alianza Integral (Tearfund, World Relief, World Renew), estos
estudios bíblicos han sido producidos para enfrentar los problemas que las personas y comunidades
afectadas por un desastre suelen vivir: dolor, pena, confusión, desesperación y pérdida de esperanza,
así como reflexionar en torno a cuestiones más complejas y enigmáticas tales como: “¿Por qué a mí?,
¿Será un castigo o juicio de Dios?” ¿Qué haré ahora?. Finalmente cómo planificar, contrarrestar, mitigar
y disminuir riesgos ante embates de la naturaleza.
La guía está diseñada para que se trabaje en grupos familiares o eclesiales. Cada estudio inicia con
una historia real o testimonio, seguida de una invitación al diálogo sobre el relato compartido a
través de preguntas de retroalimentación y de casos hipotéticos a los que los(as) lectores(as) deberán
plantearse y responder. A continuación habrá un pasaje bíblico que servirá de sustento al tema
abordado y ubicará al lector(a) en el contexto en el que fue escrito. Hay una reflexión de lo que el
pasaje bíblico ha querido transmitirnos, seguido por el desafío de cómo llevar a la práctica y aplicar al
diario vivir la lección aprendida. Finalmente hay motivos de oración para animar al grupo y promover
una dependencia en Dios durante tiempos difíciles. La propuesta metodológica concluye con un
espacio para anotaciones adicionales y compromisos donde podemos anotar cualquier impresión o
dirección que consideremos provengan del Señor.
Esperamos que estos estudios bíblicos sean útiles y hagan una diferencia profunda en las vidas de
todas las personas que participen de los mismos.
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Familias saludables libres de violencia
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Estudio bíblico 1
Haciendo el duelo
Historia:
“Soy Celeste, madre de José Luis, trabajador de “Todo en Papelería” en el edificio Felipe Navarrete, ubicado
en Manta-Tarqui la actual zona cero. El sábado, 16 de abril como todos los días él salió a trabajar, cuando
pasó lo del terremoto. Yo, estaba en casa y rápidamente pensé en mi hijo. Después de varias horas sin saber
nada, sin comunicación, me avisaron que el edificio donde él trabajaba colapsó. Pasaron cuatro noches
sin saber de mi hijo y yo mantenía la esperanza de que lo sacarían vivo. Estaba desesperada y después me
comunicaron que lo sacaron sin vida. Esto es algo más fuerte que yo, no lo pude ver más, ni muerto. Solo
quedan recuerdos y sus últimas palabras. Hay personas que me dicen que ya no lo llore más, pero este
dolor es tan fuerte, ERA MI HIJO. Uno puede enterrar a sus padres o a un hermano, pero no está preparado
para enterrar a un hijo; eso duele mucho. Ya no sé si la vida tendrá algún sentido, mientras uno se hace
preguntas, las lágrimas surgen una vez más en el rostro. ¿Cómo voy a hacer para sobrevivir al dolor de
su ausencia? Por supuesto, cada padre o madre afrontará este duelo de manera absolutamente personal
dependiendo de su historia familiar, experiencias previas y el vínculo que lo unía a su hijo. Perder a un hijo
no solo implica, ausencia física, sino también de los sueños y proyectos que tenías en mente.
Reflexión:
¡Qué trágico día para Job! Las cosas más importantes en su vida se han ido en un abrir y cerrar de ojos.
Su ganado y sirvientes son asesinados, y luego sus hijos mueren cuando la casa de su hijo mayor se
derrumba debido a un “viento fuerte”. Lo primero que hace Job para liberar el dolor al experimentar
esta terrible pérdida es arrancarse la túnica y afeitarse la cabeza. Ambas eran tradiciones antiguas para
expresar el dolor y la tristeza, así como también la humildad y la pena. Entonces, él clama a Dios. Una
tragedia como ésta puede producir variedad de emociones en nosotros. Y a menudo comienzan no
solo con la sensación de temor y de negación, sino que también llevan a la ira, preocupación, tristeza
y depresión. Tenemos que aprender de Job. A algunos de nosotros nos resulta muy difícil llevar el
duelo. Con frecuencia suprimimos nuestros sentimientos, los sumergimos en el fondo y fingimos que
no están allí. Pero esto a menudo lleva al estrés emocional durante mucho tiempo. Job es rápido para
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Cómo afrontar los desastres
expresar sus emociones y derramar su corazón delante de Dios. Por lo general se tiene la creencia que
Dios espera que todos los días estemos con una sonrisa en la cara, diciendo: ¡Alabado sea el Señor!,
pero esto no es lo que enseña la Biblia. Mateo 5: 4 dice: “Dios bendice a los que lloran, porque serán
consolados”. Además, sólo tenemos que echar un vistazo a través de los Salmos para ver el ejemplo
que establece el rey David. Él está constantemente derramando su corazón a Dios. Salmo 62: 8 (NTV)
dice: “Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque Él es nuestro
refugio”. Si estás experimentando una pérdida debes saber que si no procesas el dolor, éste continuará
en el futuro. Los sentimientos que se esconden supuran y al final estallan en una situación mucho
peor. Libera tu dolor para que Dios pueda comenzar a sanar tu corazón.
Oremos:
1. Para que el Señor nos ayude a hacer frente a nuestro dolor de una manera saludable,
siguiendo el ejemplo de Job y David.
2. Que el Señor nos muestre otras personas que sufren a causa de una pérdida, para que
tengamos la capacidad de consolarlos y apoyarlos en su momento de necesidad.
3. Específicamente por los miembros de nuestro grupo que están experimentando dolor o
pérdida en este momento.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 2
Buscando Refugio
Historia:
“Mi nombre es Edith Aurelia Ama García y soy de Manabí. Mi esposo y yo vivimos desde hace 40 años en la
parroquia de Chamanga. Para la gloria de Dios, me entregué en un sitio que se llama Beche, allí conocí a mi
Dios. Tiempo después tuve que venir para acá. Me siento contenta, el Señor nos ha dado un trabajo, estamos
emprendiendo un negocio de venta de cocada, y es una bendición grande para nosotros. Cuando pasó el
terremoto no estaba aquí, estaba en Quevedo donde vive mi hermana. Como a las siete de la noche, la casa
se empezó a mover, el hijo de mi hermana le decía, “mamá sale”, y mi hermana decía, “no, no va a pasar
nada.” Pero él la cogió y la sacó a la calle, en ese momento yo salí también con ellos. Nos paramos afuera y
todo se movía. Mi hermana estaba asustada, se impresionó muchísimo, parecía que no íbamos a resistir.
Yo no sentía miedo, pero mi hermana atemorizada me apretaba duro, mientras yo solo clamaba a Dios
diciendo: “Dios tenga misericordia, solo usted es un Dios poderoso. Mi casa está afectada, está destruida
por dentro, ya no estamos habitando en ella. En la parte exterior tendí un plástico y allí estamos viviendo.
Los cuartos están dañados, lo mismo el frente de la casa. Estamos durmiendo con mi esposo y mis hijos,
afuera. “Yo me siento gozosa, contenta de ver las maravillas de mi Dios, de ver y contemplar su misericordia.
Él es tan grande y poderoso, el Señor en su palabra dice: ‘nunca los dejaré, nunca los desampararé… todos
los días estará con nosotros’. Yo le doy gracias a mi Dios, porque Él es poderoso y grande.”
Reflexión:
Hubo un concurso donde se buscaba premiar a la persona que pudiera pintar un cuadro que
representara la paz y el más convincente se llevaría el premio. Había cuadros de paisajes muy bellos
y tranquilos. Por ejemplo la puesta del sol sobre un océano y las palmeras soplando con el viento.
Otro de ellos era una escena del invierno con nieve fresca y una pequeña cabaña de troncos. Se podía
ver la chimenea a través de la ventana y las majestuosas montañas en el fondo. Parecía tan cálido y
acogedor, pero el cuadro que ganó el primer premio era la imagen de una tormenta enorme con un
relámpago que cruzaba el cielo, con lluvia cayendo y el viento soplando entre los árboles. Parecía que
este cuadro representaba lo opuesto a la paz, sin embargo en la esquina y en la parte más profunda
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Cómo afrontar los desastres
de una roca había un pájaro escondido en su nido y debajo de sus alas extendidas se encontraban
seis de sus polluelos. En medio de esa enorme tormenta, ellos estaban muy tranquilos.1
Este gran cuadro nos ayuda a comprender las palabras del salmista en el libro de los Salmos capítulo
46:1. Dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, una ayuda siempre presente en problemas.” En
los momentos en que nos sentimos más impotentes, Dios puede ser nuestro refugio y fortaleza.
Podemos encontrar la paz en Él, a pesar de la tormenta que se está moviendo a nuestro alrededor.
“Refugiarse en Dios” significa confiar en Él. Este es un tema importante en el libro de los Salmos. Él es
digno de nuestra confianza, porque tiene el poder para cuidar de nosotros. De hecho, el Salmo 46 nos
llama a tomar una decisión: ¿Nos refugiamos en Dios y confiamos en él para ser llevados a través de
nuestras dificultades?, o ¿ponemos nuestra confianza en otras cosas para ayudarnos? Cosas como el
dinero, pólizas de seguro, nuestra familia y amigos. La verdad es que el dinero y los seguros sólo nos
ayudarán temporalmente. Nuestros seres queridos pueden hacer poco en momentos de sufrimiento,
por lo que nuestra única ayuda en el día malo es Dios. Ningún miembro de la familia puede curarnos
y ninguna cantidad de dinero puede prevenir los desastres, pero Dios sí puede ser nuestra única
esperanza. Nuestro creador, redentor, y sustentador. Tenemos muy poco control sobre el mundo. Si
quieres ser capaz de recibir de su poderoso amparo y fortaleza, pide a Dios que él hable a tu corazón
para fortalecer tu relación con Él. No lo olvides, El estará allí para ti hoy, y siempre.
Oremos:
1. Por experimentar la paz de Dios en tiempos difíciles.
2. Por fe. Para que podamos poner nuestra confianza siempre en Dios y en sus promesas; y no
en nuestra propia fuerza.
Anotaciones y compromisos:
1 https://www.joelosteen.com/Pages/Blog.aspx?blogid=8892
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Estudio bíblico 3
Dando esperanza en medio de la tribulación
Historia:
“¡Fue muy triste y doloroso!, estaba con mi esposo y mis dos hijos ensayando en la iglesia cuando comenzó
el remezón. Caímos de rodillas y no podíamos mantenernos en pie, fue una cosa horrible. Como madre lo
primero que hice fue cubrir a mis hijos y me puse encima de ellos. Me decía a mí misma “aunque me caiga
a mí no importa”. Se fue la luz y logramos salir de la iglesia. Teníamos miedo de los postes de luz y de los
cables que cayeran sobre nosotros, cuando la gente anunció una alerta de tsunami y corrimos con todas
las fuerzas hasta nuestra casa, a un lugar alto de la ciudad y después hacia una explanada. Toda la gente
estaba allí con lo que traían puesto y algunos sin zapatos. Pasamos toda la noche soportando la lluvia
y tratábamos de cubrirnos con un parasol. Guardábamos la calma y tranquilizábamos a nuestros hijos
porque estaban muy asustados. Actualmente, no pueden estar solos porque tienen miedo constante. Al
día siguiente recorrimos la ciudad y nos dio tristeza que mucha gente se quedó sin nada, casas y edificios
caídos, murieron muchas personas. De lo que era Bahía no quedó nada, todo quedó destruido. No había
comunicación, no había luz, preguntábamos por las personas y nadie sabía nada. Actualmente trabajamos
con la gente y compartimos el evangelio con las personas. A partir de ello, la gente empezó a congregarse
en la iglesia. Nuestra vida como familia pastoral ha cambiado muchísimo. Como esposos y padres ha sido
una bendición porque muchas personas abrieron su corazón al Señor y están receptivas a la palabra de
Dios. Hemos servido de ayuda espiritual y estamos identificados con la ciudad, sirviéndole. El 17 de mayo
cumplíamos 13 años de casados y como estábamos sirviendo se nos olvidó nuestro aniversario. Dios es
grande y nos ha permitido pasar esta experiencia dura, dándonos fortaleza para ayudar a las personas.
Me siento satisfecha y contenta de servir al Señor de esta manera, nunca me imaginé que dentro de mí
había este servicio de dar, de motivarles, de entregarme por completo a las personas y a la comunidad
integralmente. El Señor ha despertado este amor y pasión por las personas.”
Testimonio de: Andrea Carranza Jiménez, Lideresa de la Iglesia Evangélica Misionera “Aguas Refrescantes”
en Bahía de Caráquez.
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Cómo afrontar los desastres
1. ¿Cómo se sintieron estos hombres cuando regresaron a Siclag? ¿Cuál fue el grado de su
pérdida y ¿a quién culparon?
2. ¿Qué hizo David en este momento de profunda angustia? (V.6)
3. ¿Qué crees que significa: “fortalecerse a sí mismo en el Señor”?
4. ¿Cuál fue el desenlace de la historia?
Reflexión:
Cuando llegaron, encontraron que los Amalecitas habían atacado brutalmente a Siclag. La ciudad
había sido quemada y sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos. Veamos la escena de la
catástrofe. Se encontraban sin hogar y no sabían si sus familias aún estaban con vida. Estos hombres
que eran fuertes y bravos en las guerras, ahora estaban devastados, llorando y gritando hasta quedarse
sin fuerzas. David no escapó de la severidad del desastre y sus dos esposas también fueron tomadas
(v5). La situación se pone peor para David porque sus hombres lo culpan de lo que ha sucedido, al
punto que se vuelven contra él y discuten sobre si deben apedrearlo hasta que muera. Pero en medio
de todo esto, hay un momento clave en la vida de David. Él elige “fortalecerse en el Señor”. Él pone
su confianza y esperanza en Dios. Iniciando una cadena de reacciones positivas, que dan vida. Su fe
crece a medida que se centra en la magnitud y el poder del Señor para superar sus dificultades. El
incremento en su fe lo conduce a la esperanza, haciendo a un lado la oscuridad para reemplazarla
por la luz. Esto lo lleva a un cambio de perspectiva y un crecimiento en su confianza, en cómo Dios
cuidaría de él. David busca a Dios para encontrar la manera de rescatar a las personas y sus bienes.
Dando con un plan valiente y atrevido. Recibiendo la confirmación de Dios, que tendría éxito (v8).
Isaías 40:31 dice: “pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las
águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse.”
La historia de David es un gran ejemplo de una verdad en la escritura. Dios es más grande que
cualquier problema que podríamos enfrentar en nuestra vida y siempre está presto para darnos
esperanza y fortaleza en medio de nuestras dificultades. Así que tal vez en lugar de decirle a Dios lo
grande que son nuestros problemas, quizá necesitamos decirle a nuestros problemas ¡cuán grande
es nuestro Dios!
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Oremos:
1. Por fe y confianza en Dios durante los momentos de dificultad.
2. Por luz y esperanza para superar cualquier oscuridad y desesperanza que estemos
enfrentando.
3. Por una visión clara para ver las oportunidades en las que podemos ayudar a fortalecer y dar
apoyo a otros, a través de la oración o la ayuda práctica.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 4
¿Es el juicio de Dios?
Historia:
“Después de ver el amanecer del domingo y recibir el impacto de las imágenes de los destrozos causados por
el terremoto de la noche anterior, los comentarios eran variados y la pregunta que se repetía era “¿Dónde
te cogió?”, las anécdotas eran variadas: en la calle, en la playa, en mi casa, etc. Los rumores del tsunami o
la repetición de un terremoto más fuerte estaban en la boca de todos; no faltó quién dijo, “esto es culpa
de Dios...”. Yo respondí que no era culpa de Dios, porque él es bueno, aquella dama volvió a afirmar: “Si es
bueno... ¿por qué permitió esto?, un Dios bueno no nos haría esto”. Pude deducir que ésta persona era una
de las tantas que quiere exigirle a Dios todo, y ella no dar nada...ésta persona estaba muy lejos de conocer al
Dios bueno que nos habla la Biblia. Traté de explicarle que el terremoto era por causa de la naturaleza, que
más bien deberíamos ver a Dios mostrando su misericordia en medio de esto. Ella se mantuvo pensando
un minuto, y luego volvió a decir: “Dios no nos puede hacer esto, tantos muertos, tantas casas caídas y
pérdidas materiales...no; Dios nos está castigando, ha derramado su ira sobre nosotros”.
En ocasiones en el Antiguo Testamento leemos sobre catástrofes que parecen ser el juicio directo de
Dios como resultado del pecado y la desobediencia. Por ejemplo, el diluvio, la historia de Sodoma
y Gomorra, la Torre de Babel. Sin embargo, con estos ejemplos tenemos que recordar que el deseo
de Dios es traer a los pecadores de nuevo a una relación con él, a través de su increíble amor y
misericordia.
El Salmo 103: 10-11 dice: “No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras
maldades. Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra.” Si un terremoto
o un desastre debían ser enviados por los pecados de la humanidad seguramente no estaría limitado
a un solo lugar, ya que todos somos pecadores.
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Reflexión:
En la época en que Jesús vivió existía la creencia popular de que las catástrofes, las enfermedades y
los sufrimientos eran un juicio directo de Dios por el pecado.
“A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron: Rabí, para
que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres?”
Era común asociar una enfermedad directamente con un pecado que se había cometido. Sin
embargo, Jesús prontamente despeja las dudas sobre esta teoría, y les dice que no se puede atribuir
una enfermedad o una catástrofe simplemente como un castigo de Dios. “Jesús respondió: Ni éste pecó,
ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él.”
Jesús prosigue a sanar milagrosamente a este hombre, usando la oportunidad para dar una pequeña
muestra de su deseo de hacer todas las cosas nuevas a medida que el Reino de Dios avanza.
En el pasaje de Lucas 13, Jesús responde inmediatamente que aquellos galileos no tenían la culpa
que Pilato los haya matado y tampoco tuvieron culpa aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre
en Siloé. Es interesante observar que a menudo cuando se le hacia una pregunta directa a Jesús, él
respondía con una parábola. Sin embargo, en esta ocasión, responde directamente con un “ NO”.
Haciéndolo muy claro para todos los que le oían, que no era culpa de ellos lo que había sucedido. Jesús
hace mayor énfasis no en el “¿por qué sucedió?, sino más bien en el que a menos que sus oyentes se
arrepintieran, también les sorprendería la muerte. Él le dio a la conversación una perspectiva eterna,
dejando claro que independientemente de la catástrofe que pueda ocurrir, lo más importante es
arrepentirnos de nuestros pecados y restaurar nuestra relación con Dios, antes de que sea demasiado
tarde. Jesús hace hincapié en la rapidez con la que llega la muerte. Del mismo modo que las víctimas
de Pilato y de la torre no tuvieron el lujo de elegir cuando iban a tomar su último suspiro, así aquellos
que no se arrepienten, de forma sorpresiva se darán cuenta que han tardado demasiado tiempo en
hacerlo y se perderán.
2 Pedro 3: 10 dice: “El día en que el Señor regrese, lo hará de sorpresa, como un ladrón. El cielo desaparecerá
con un sonido muy fuerte y todo lo que hay en él será destruido con fuego. La tierra y todas las obras que
hay en ella quedarán expuestas ante Dios.”
“Pudo ser peor, le dije: los juicios de Dios serán más terribles y éste terremoto debe acercarnos
verdaderamente a Dios, ya que el fin se viene y es inevitable, un día Jesús vendrá, le veremos con
toda su majestad, empezará la Gran Tribulación y no habrá salida. Usted y yo hoy debemos buscar a
Dios con todo nuestro corazón y entregar nuestras vidas a él.”
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Cómo afrontar los desastres
Oremos:
1. Por amor, paciencia y comprensión para con aquellos cuyos puntos de vista son diferentes a
los nuestros.
2. Por discernimiento para ver lo bueno que puede venir detrás de una catástrofe. Por capacidad
para ayudar a otros que estén experimentando dolor a causa de una catástrofe reciente.
3. Por aquellos que no conocen a Jesús que puedan arrepentirse de sus pecados y seguirle.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 5
Ayudando a la gente sin prejuicios,
ni discriminación
Historia:
La Pastora Karin de Salazar, vive en Guayaquil y después del terremoto se trasladó junto a su familia a
Chamanga – provincia de Esmeraldas para servir a los damnificados dándoles alimentación gratuita.
“Hemos venido desde Guayaquil a este lugar, para compartir alimentos con aquellos que están pasando
una necesidad grande en el pueblo de Chamanga. Esto que tú ves aquí es un plato típico de nuestra
gastronomía ecuatoriana, se llama fanesca, es algo que le gusta a la gente. Preparamos el día de hoy
una cantidad de 1500 a 1800 platos aproximadamente. Queremos compartir con la comunidad que
está pasando una situación muy difícil. Chamanga es una zona que fue destruida por el terremoto el 16
de abril. No tienen que comer, muchos han sido desplazados, y se encuentran en los albergues, a ellos les
damos alimento. Gracias a Dios que nos está proveyendo para poder compartir con la comunidad. “Lo
más lindo, creemos nosotros, es poder compartirle a la gente el amor de Jesucristo, pero no solamente con
palabras, sino en acción. Compartir con tu prójimo, amar a tu prójimo como a ti mismo. Uno de nuestros
deberes como cristianos es poder ser solidarios con el que pasa hambre, con el que tiene necesidad. La
iglesia primitiva se caracterizaba porque compartía con la gente que no eran de su fe, y con los hermanos.
Creo que esa es nuestra labor como cristianos. Compartir con nuestros hermanos, compartir con la gente.
Muchos se han acercado y vemos la aceptación al evangelio del Señor. Porque están viendo el amor de
Jesucristo en acción, no solo por el alimento que se les brinda, sino también por el consuelo espiritual”.
Pastora Karin de Salazar, Misión Cristiana Cruzando Fronteras, Comedor Comunitario Chamanga –
Esmeraldas
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Cómo afrontar los desastres
entre los judíos y samaritanos era muy similar a la relación entre judíos y árabes hoy, o a cualquier
relación marcada por el fuerte prejuicio racial o cultural. Los judíos consideraban a los samaritanos
como marginados sociales, los intocables, racialmente inferiores y practicantes de una religión falsa.
Evitaban cualquier asociación con los samaritanos, y viajaban largas distancias fuera de su camino,
para evitar pasar por el área donde ellos habitaban. Cualquier contacto físico, beber agua de un balde
común, o comer alimentos con un samaritano, haría a un judío ceremoniosamente sucio - incapaz de
participar en la adoración del templo por un buen período de tiempo. Por su parte, los Samaritanos
también respondieron con aversión y fuerte odio a los judíos.
1. Mira las reacciones de la gente en la historia. ¿Por qué se esperaba que el sacerdote y el levita
le dieran una mano? ¿Qué motivos habrían tenido para caminar por el otro lado?
2. ¿Cómo esperabas que el samaritano reaccionara cuando vio al hombre judío en esa
necesidad? ¿Por qué?
3. ¿Por qué, a veces, “caminamos por el otro lado” cuando encontramos a personas con
necesidades en nuestras vidas diarias?
4. Con respecto al terremoto, ¿puedes pensar en algunas situaciones similares donde un
individuo(a) o grupo con necesidad en tu comunidad fue descuidado(a) cuando necesitó
ayuda?
Reflexión:
Jesús está en medio de una conversación con un experto en la ley. El experto procuraba probarle,
preguntándole lo que debía hacer para heredar la vida eterna. Jesús le devuelve la pregunta
cuestionando lo que la ley decía. Aquel experto contesta: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
Luego le pregunta a Jesús quien es su “prójimo”, y Jesús le cuenta la historia del Buen Samaritano.
Esta historia es muy familiar, y la mayoría de nosotros la hemos oído durante nuestras vidas. Sin
embargo, cada vez que la leemos, seguimos siendo desafiados al ver el egoísmo y los prejuicios del
sacerdote y el Levita y de cómo nos relacionamos con ejemplos similares en nuestras propias vidas.
Jesús nos llama a seguir el ejemplo del Samaritano con nuestra conducta. Debemos amar a otros
(v27) sin tener en cuenta nuestra raza o religión y debemos estar allí en su hora de necesidad. El
amor tiene el poder de derribar los muros que se han construido a lo largo de las generaciones. Esto
es posible especialmente cuando experimentamos un desastre en nuestra comunidad. Toma hoy la
decisión de quitar todo prejuicio y amar a tu prójimo como a ti mismo. Dios te usará para mostrar su
luz, amor y bondad al mundo.
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Preguntas:
1. ¿En qué formas, como iglesia, expresamos prejuicios? ¿Puedes pensar en algunas situaciones
cuando la iglesia ha evitado darle una mano a una persona o un grupo por qué no son
cristianos?
2. ¿De qué manera puede tu iglesia trabajar junto con otras organizaciones de fe, raza o etnia
para apoyar a la gente con necesidades en tu comunidad?
3. Como individuo(a), ¿cómo puedes asegurar que estás listo(a) para ayudar a alguien
cuando la oportunidad se presente? (Por ejemplo, el samaritano tuvo tiempo para ayudar,
tuvo habilidades para dar los primeros auxilios, dinero para reservar una habitación en
un hotel, favor con el dueño del hotel para pagar cualquier gasto adicional en una fecha
posterior, etc.)
Oremos:
1. Por perdón por aquellos momentos cuando hemos “caminado por otro lado” y no hicimos
caso a las necesidades de las personas alrededor de nosotros.
2. Por ayuda, para vivir como el hombre samaritano.
3. Para que la iglesia sea unida, mostrando el amor de Jesucristo a todo el mundo sin
discriminación o prejuicio.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 6
Brindando ayuda con generosidad
Historia:
Testimonio de Washington Reyes, joven cristiano universitario que se instaló en Canoa – Provincia de
Manabí para servir a los damnificados.
“El pasado 16 de abril del 2016 en Ecuador ocurrió un terremoto que no sólo sacudió ciudades enteras,
también sacudió fuertemente mi corazón, al punto de no quedarme en mi ciudad de residencia
gestionando la ayuda. Dios me permitió viajar a la zona del desastre, pasadas las 24 horas del siniestro,
con víveres, ropa y sobre todo, las ganas de ayudar. Nunca tuve un plan, ni sabía cuándo retornaría a mi
hogar. Fui porque sabía que si mis hermanos ecuatorianos estaban desprovistos y atemorizados, era mi
deber estar con ellos.
Viajamos toda la noche en una camioneta con seis amigos. Amanecimos en un pueblo llamado Canoa, el
cual estaba devastado. La necesidad física, emocional y espiritual era tan evidente que decidimos quedarnos
en este lugar por tres días. Pudimos comunicarnos con congregaciones y conocidos para que enviasen
provisiones y llegaron inmediatamente. Cuando regresé a casa, sabía que debía tomar una decisión entre
quedarme en casa y continuar con mi vida o empezar un proyecto a largo plazo de ayuda integral en esa
comunidad, contando que los recursos eran escasos. Oré a Dios y tuve una fuerte convicción por parte de
Él, de volver e instalar un “Refugio Familiar” que pudiera proveer necesidades básicas de alimentación y
vivienda, pero también una esperanza a los corazones de los habitantes de Canoa, para que entendieran
que Dios no se había olvidado de ellos y que Cristo había muerto por sus pecados.
El siguiente paso fue comenzar un proyecto de plantación de una iglesia (congregación) que pueda ser
luz y vocera de manera práctica y visible de aquel Dios que no escatimó su trono, que vino y se acercó a
nosotros para conocerle en todo su esplendor. Ese Dios es ahora predicado en esta comunidad donde ya
no sólo los habitantes reconstruyen sus hogares, sino también sus corazones pero con Cristo Jesús en ellos.”
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Reflexión:
El Apóstol Pablo habla de la asombrosa generosidad demostrada por las iglesias en Macedonia, a pesar
de estar en medio de la pobreza extrema y pruebas muy severas. Podemos ver las comparaciones
cuando nos fijamos en la historia de Washington y el trabajo de su equipo para apoyar al pueblo de
Canoa y sus alrededores, tan gravemente afectado por el terremoto. Este tipo de generosidad es
increíble, hace una gran diferencia para la gente que la recibe, pero ¿cómo podemos asegurar que la
generosidad sea parte integral de nuestro carácter y algo normal en nosotros cuando encontramos
a la gente en necesidad?
En primer lugar, vale la pena señalar que para ser generoso debemos dejar de centrarnos en nosotros
mismos y mirar hacia las necesidades de los demás. Debemos adoptar una actitud de servicio, y nadie
muestra esto mejor que Jesús. Filipenses 2:3-7 (NVI) dice:
“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores
a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses
de los demás. La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios,
no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente,
tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.”
Debemos pensar en los intereses de los demás y servirles. ¡Qué palabra tan retadora! Cuando vivimos
una vida de servicio, pensamos lo que podemos ofrecer (recursos), como tiempo, talento y tesoros.
yy Tiempo: El Señor nos pide que usemos nuestro tiempo sabia y fielmente en el servicio a los
demás. Todos tenemos la misma cantidad de tiempo y tenemos que usarlo con propósito.
yy Talentos: Todos tenemos habilidades y talentos de Dios con los que podemos servir a los
demás.
yy Tesoro: Si tenemos muy poco o muchísimo, Dios puede usar nuestro dinero para bendecir
a los demás.
Si escogemos poner nuestro tiempo, talento y tesoro en las manos de Dios, Él nos mostrará la mejor
manera en que podemos ser generosos hacia los demás. La luz y esperanza que emitimos ayudará a
la gente a ver el amor de Dios. Además, a cambio Dios dice ¡que recibiremos sus bendiciones! Como
refiere Isaías 58:10-11 (NVI):
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Cómo afrontar los desastres
Oremos:
1. Por un corazón lleno de generosidad para ayudar a los demás en necesidad.
2. Por más creatividad para ver las maneras en que podríamos usar nuestro tiempo, tesoro y
talentos para la gloria de Dios.
3. Por una actitud de servicio sin egoísmo, como lo demostró Jesús durante su ministerio
terrenal.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 7
Preparándonos para responder ante un
desastre
Historia:
Desde agosto y septiembre del 2016, Paz y Esperanza con la asistencia técnica de Tearfund capacita
sobre Gestión de Riesgos a comunidades e iglesias de la provincia de Manabí y Esmeraldas en Ecuador.
En el entrenamiento, se busca capacitar a líderes de iglesias y de la comunidad sobre cómo responder
mejor en el futuro a los riesgos y amenazas de posibles terremotos u otros desastres naturales. En
los mismos, se dialoga sobre las diversas formas de ver las amenazas, la mitigación de los riesgos y la
preparación de la población local para reducir en la mayor medida posible la pérdida potencial de
vidas.
Norman Molina, Oficial de Proyectos de Tearfund en Centroamérica y quién lideró los entrenamientos,
asegura lo siguiente: “Buscamos fortalecer las organizaciones cristianas en respuesta a la emergencia.
La iglesia y población suele responder con prontitud, y amor inmediatamente después de un desastre.
Sin embargo, hay muchas debilidades que deben ser atendidas. Obras previas que se deben considerar
a largo plazo que podrían reducir el impacto y la pérdida de vidas. Como también, la preparación ante
una emergencia, acciones previas durante y después de una emergencia. Es nuestra intención capacitar,
formar, instruir a las iglesias en este aspecto”.
Sandra Masías, líder comunitaria que ha sido capacitada dice: “nos hemos unido más entre todas las
comunidades y nos estamos preparando para enfrentar cualquier desastre nuevo, ojalá que no haya más,
porque para los que hemos perdido familiares ha sido muy duro. Pero tenemos que seguir preparándonos
para que no suceda más”.
Sonia Cabralo Vélez, Funcionaria Municipal del Gobierno local de Bahía de Caráquez y quién
también ha participado en los entrenamientos asegura: “he sido invitada al taller de gestión de riesgo
y me llevo mucha enseñanza. Salgo con expectativas para poder trabajar y desarrollar planes de acción.
Todos debemos involucrarnos en la comunidad, inclusive la iglesia local y elaborar planes de acción para
el bienestar de esta zona ante los desastres. Como iglesia debemos estar dispuestos. Como Funcionaria
Pública también, para facilitar mi servicio en lo que sé pueda a la comunidad. Les agradezco, que Dios les
bendiga, sigan trabajando con ese afán y amor para la gente.”
23
Cómo afrontar los desastres
Reflexión:
En la historia Faraón se preocupa por los dos sueños que sólo José fue capaz de interpretar. José
le explica que los sueños significaban que tendrían 7 años de gran abundancia en toda la tierra
de Egipto y estos serían seguidos por 7 años de hambre. La hambruna sería tan terrible que todos
los pensamientos de los años de abundancia serían olvidados. Por lo tanto durante los años de
abundancia, tendrían que almacenar comida para que pudiesen tener suficiente durante la época
de escasez. El consejo de José era que almacenaran hasta una quinta parte de la cosecha durante los
años de abundancia y que el Faraón pusiera un hombre sabio y entendido que trabaje con un equipo
para asegurar que el alimento sea guardado. Esta historia no se trata solo de los dones dados por
Dios para interpretar sueños, sino que se trata de la importancia de la planificación ante los desastres.
La hambruna de seguro se convertiría en un desastre para ellos. Leemos que muchos otros países,
aparte de Egipto se vieron afectados por ella (v57). Sin embargo, con el asesoramiento de José, Faraón
eligió planificar con anticipación y mitigar los efectos. Lo que significa que los ciudadanos de Egipto y
de los países más lejanos tuvieron la posibilidad de comprar grano en momentos de crisis. En Génesis
6: 9-22 leemos acerca de una situación similar con Noé y el diluvio. Las inundaciones son un desastre
enorme, capaz de arrasar con todo ser viviente. Dios le comparte a Noé los planes que tenía sobre
la construcción de un arca lo suficientemente grande como para meter a todos los animales. Noé
no sólo necesitaría obtener los materiales de construcción para el arca y luego construirla, sino que
también debía tener suficiente comida para todos los animales y para su familia. Se le encomendó
una gran tarea. Noé no podía simplemente ir a un mercado y comprar todo lo que necesitaba. Él
y su familia tuvieron que plantar, cazar, cosechar y almacenar toda esta comida. Sin duda, un Dios
Todopoderoso podría haber llenado de forma muy sencilla el arca con maná, una vez que ya había
sido construida, pero le dijo a Noé específicamente, que debía hacer todo esto con anticipación.
Cuando llegó el diluvio, los animales tenían suficiente para sobrevivir hasta que las aguas se retiraran.
Terminamos con esta escritura de Proverbios 27:12, que dice: “El prudente ve el peligro y lo evita; el
insensato sigue adelante y recibe el daño”. Con este versículo somos retados a planificar y a ver los
peligros que pueden presentarse en el futuro y tomar las precauciones necesarias para eliminar o
reducir el impacto de los mismos.
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Oremos:
1. ºPara que no seamos simplemente gente “reactiva” a los desastres cuando éstos se producen,
sino “proactivos” trabajando planes para mitigar el efecto de los mismos.
2. Por los líderes de nuestras iglesias y comunidades que tienen la responsabilidad de la
elaboración de planes para reducir los riesgos ante desastres futuros. Pedimos que el Señor
les dé sabiduría y conocimiento para tomar decisiones correctas.
Anotaciones y compromisos:
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Estudio bíblico 8
Protegiendo a los más vulnerables durante un
desastre
Historia:
Una Mano de Paz y Esperanza en Manta2
Al interior del barrio 12 de octubre en las calles 105 y 106, aún se aprecia la destrucción que dejó el
terremoto. Estas familias afectadas están recibiendo apoyo por parte de la Iglesia del Pacto Evangélico
“La Victoria”, a través del proyecto: “Una Mano de Paz y Esperanza”, en alianza con Paz y Esperanza.
Diariamente llevan raciones de comida para más de 170 personas, además de kits de alimentos e
higiene y la atención emocional para niños y niñas del sector. Sus viviendas están siendo demolidas
y esto causa tristeza para las familias que observan cuando son derribadas tras años de trabajo y
esfuerzo. Nadie sabe si regresarán a vivir algún día en sus propios terrenos.
“La iglesia está muy motivada a fomentar el emprendimiento, los niños nos reconocen, se llaman entre
ellos mismos al vernos. El taller lo estamos dando en la calle, en la vereda. Nos sentamos en los barrios
de las zonas que fueron afectadas. Ellos han empezado a tener esperanza, vendrán momentos mejores a
sus vidas, están con ganas de vivir. Les enseñamos a que guarden la serenidad”. “Es a través del programa
“Jesús me ama y me cuida” y mediante juegos, dinámicas, dibujos, que podemos ayudarles a quitar su
nerviosismo, y ansiedad. De igual forma van aprendiendo sobre el área sexual, y el autocuidado. También,
se está capacitando a los maestros de escuelas dominicales, enseñándoles a que guarden la serenidad,
para que ejerciten su capacidad de resiliencia y se lo transmitan a sus niños, dándoles la oportunidad de
expresar sus sentimientos y procesos de duelo. Además, se les enseña sobre la prevención de desastres y
riesgos. Y junto con los voluntarios (as) de la iglesia se llega a los diferentes albergues de Manta para darles
el acompañamiento psicosocial. Cuando les estoy dando palabras de aliento, de esperanza, y propósito
en la vida, veo en sus rostros, que sus ojos brillan. Eso me llena, ya que ha llegado el mensaje, se les va a
quedar y lo van a recordar en un momento dado. Paz y Esperanza está trabajando a favor de la paz, la
tranquilidad, y la defensa del derecho, mostrando el amor de Dios a cada persona”, dice emocionada Luz
Morales, Psicóloga de Paz y Esperanza.
El Pastor Walter Vallejos de la iglesia del Pacto Evangélico La Victoria dijo: “Paz y Esperanza nos ayudó
porque vinieron psicólogas que dijeron: vamos a ayudar a la gente, vamos a levantarles el ánimo, vamos a
crear en ellos una esperanza. Empezamos a hacer talleres con Paz y Esperanza y preparamos a la iglesia y a
los jóvenes para trabajar con niños en la prevención del abuso sexual. Empezamos a ayudarles yendo todas
las semanas a esos lugares y trabajamos con los niños. Buscamos prevenir, porque al dormir en carpas
existe el peligro del abuso sexual de los niños. Ahora, se les está diciendo a los niños lo que tienen qué hacer
si ven estos casos de abuso”, comenta el Ps. Walter.
2 https://pazyesperanzaecuador.wordpress.com/2016/06/29/terremoto-ecuador-una-mano-de-paz-y-esperanza/
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Serie de estudios bíblicos para fortalecer a las iglesias y comunidades frente a los desastres
Reflexión:
Los gobernantes de la ciudad de Jerusalén durante el tiempo de cautiverio utilizaron su poder para su
propio beneficio. Ahora, que estaba en ruinas, pedían que aquellos que habían regresado a la ciudad
después de la cautividad volvieran a comprar las posesiones que anteriormente eran propiedad de
sus familias. Querían que pagaran impuestos excesivos e intereses por propiedades que eran suyas.
Pero Nehemías detuvo esa práctica, oponiéndose a la injusticia, así trajo libertad a los oprimidos.
De hecho, leemos más adelante en el capítulo, que ni siquiera aceptó el merecido pago que le
correspondía por el trabajo que estaba haciendo, porque miró a la gente con compasión y no quiso
añadir más peso a sus cargas (v14-19).
A menudo en medio de una crisis, existe la tendencia de descuidar y olvidar a los más pobres y
vulnerables. Necesitamos abrir los ojos y seguir el ejemplo de Nehemías, poniéndonos de pie y
denunciando las injusticias que vemos, sabiendo que esto está en el corazón de Dios también.
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Cómo afrontar los desastres
De la misma manera que el Pastor Walter trabajaba con Paz y Esperanza para proteger a los niños
contra el riesgo de abuso en las carpas, también nosotros tenemos la oportunidad de hacer una
diferencia para asegurar que nadie sea víctima de injusticias durante un desastre.
Oremos:
1. Por un corazón como el de Nehemías, con pasión para apoyar y proteger a los pobres y
vulnerables en nuestra comunidad.
2. Por discernimiento y conocimiento para prevenir algunos casos de abuso o maltrato que
puedan estar ocurriendo cerca de nosotros.
3. Por sabiduría para conocer cuál es la mejor forma de dar apoyo a los que han sido víctimas
de explotación.
Anotaciones y compromisos:
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Paz y Esperanza es una organización cristiana de derechos humanos dedicada
a la defensa y promoción de la justicia a favor de personas y comunidades que
viven en extrema pobreza o son afectadas por diferentes formas de injusticia.
Auspician: