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En los últimos años la política internacional del gobierno turco de la mano de Erdogan
han lanzado movimientos que les ha dado posicionamiento estratégico en las regiones
cercanas del Mediterráneo y con mayor participación en otras zonas asiáticas.
El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan ha logrado sobreponerse hasta cierto modo a un
proceso de desplome económico que se viene previendo desde hace tiempo atrás y que
hasta el 2019 se veía encaminada debido a los movimientos políticos que ha impulsado en
Siria y Libia, ambos países donde tienen participación por medio de mercenarios, en clara
competencia contra la Federación Rusa que también tiene participación en ambas regiones,
detalle que se aclarará más adelante.
Sin embargo, estos problemas económicos si bien, no se han resuelto aun, se han podido
palear en cierta medida gracias a los aportes que han recibido de inversión qatarí quienes
evidentemente han recibido beneficios de dicha alianza en su aislamiento dentro del Golfo,
tal y como quedó en manifiesto en el artículo escrito el pasado 27 de agosto en WSIMAG.
En ese mismo artículo se mencionaba las exorbitantes sumas de dinero que el gobierno del
clan Al Thani inyectaría al gobierno de Ankara, lo cual significaría un salvavidas ante el
inmenso gasto público que Erdoğan ha desatado. Aun así, la inflación acumulada al mes de
junio 2020 fue de 12,62% de acuerdo los últimos datos de la Autoridad de Estadística de
Turquía recogidos por el sitio web Al-Ain News, pero esto se podría revertir con lo
ocurrido en agosto 2020 por el descubrimiento de un importante yacimiento de gas.
Y es que, sin duda, aparte de las buenas relaciones que ha impulsado Turquía con Qatar,
sus propios movimientos de carácter militar han impulsado a tener acceso a recursos en los
países donde mantienen operaciones o contactos de interés, como lo es el caso de Libia,
Azerbaiyán y Siria. De igual manera han generado contactos importantes en el Líbano para
tener mayor injerencia política y sumarse a lo que ya actúan países como Arabia Saudita y
sobre todo la República Islámica de Irán.
En Libia además del acceso a petróleo que pueden tener a un bajo costo como puede quedar
en evidencia en cuanto al siguiente mapa
Al mismo tiempo se puede observar en el siguiente mapa acerca de las áreas controladas
por fuerzas turcas (o agentes proxy) en el momento de entrar en el territorio del país
magrebí.
Entre los beneficios que procuran en la agenda turca de ingreso a Libia se encuentra
impulsar la inversión extranjera a través de la creación de una comunidad empresarial turca
en territorio libio que les de un empujón económico y colabore en resolver el problema
económico que arrastra la República de Turquía.
Otro de los movimientos realizados por Ankara está en plantear una nueva área de zona
económica exclusiva con Libia que afectaría a Grecia y a los países del oriente
Mediterráneo y sus intereses de explotación de hidrocarburos, lo cual podría eventualmente
colocarle en un conflicto directo con Estados de la misma zona.
Otro de las zonas de conflicto donde empieza a jugar un importante papel la República de
Turquía es en la región de Nagorno Karabaj (República de Artsaj) donde los turcos tienen
un claro apoyo hacia el gobierno de la República de Azerbaiyán en contraposición a la
situación de la República de Armenia y a su vez por su participación pone en una incómoda
posición a otro actor que tiene intereses históricos sobre la zona como lo es la Federación
Rusa.
Si bien los rusos procuran mantener una posición neutral en cuanto al conflicto, hay un
claro acercamiento con el gobierno de Ereván por la presencia de bases militares rusas en el
territorio, principalmente en la base ubicada en Baghramyan en la provincia de Armavir al
noroeste del país.
Sin embargo, el gobierno de Moscú ha querido tener una posición neutral en la situación
debido a que a diferencia de Siria o Libia donde en cierto modo se reparte “honores” y
poder con Turquía, en el Cáucaso Sur hay mayor cercanía con las fronteras rusas, cuestión
que los rusos evitan para no ver afectada sus zonas de influencia y fronteras defendibles. Se
debe tomar en consideración que esta región del Cáucaso, así como otras regiones de Asia
Central han tenido un vínculo con Rusia de manera histórica y que se preserva a lo largo de
décadas.
Según Dmitri Trenin, director del grupo de expertos del Centro Carnegie de Moscú “La
creciente participación de Turquía en el sur del Cáucaso a través de Azerbaiyán es un hecho
que a Rusia no le agrada. Los intereses rusos y turcos chocan aquí más que en ningún otro
lugar”.
Estos movimientos por parte de Turquía tal parecen están envalentonando al gobierno de
Bakú y ha minado la influencia que tiene el gobierno ruso para hacer que las partes
regresen a la mesa de las negociaciones.
La política exterior del presidente Erdoğan los ha llevado a ampliar mucho más su
participación en conflictos donde pueda tener un beneficio de carácter económico y al
mismo tiempo tener un posicionamiento estratégico que los ponga en clara competencia
contra otros actores determinantes, aunque el común al menos de estos tres ejemplos ha
sido majando los talones a los rusos; algo que, para el beneficio de la alianza atlantista sería
fascinante.
Sin embargo, la agenda del presidente turco es bajo sus propios deseos de expansión de las
glorias del pasado otomano y la toma de posiciones estratégicas en regiones que consideran
de dominio histórico y que les podría generar réditos futuros y transformarlos más allá de
un accidental Estado axial, trayendo ese llamado “neo otomanismo” a intentar convertirse
en el líder del mundo musulmán con alcances superiores a los del liderazgo árabe y Persa
del Medio Oriente.
Extendiéndose este movimiento de alianzas del presidente turco más allá con su agenda
megalómana hasta regiones del Magreb, Asia Central y hasta el Sudeste Asiático como
ocurre con la alianza islámica con Malasia, Qatar, Pakistán y Turquía en contactos con el
sudeste asiático con posibilidades de ampliación ante acuerdos en sectores de inversión con
un país como Indonesia, el más numeroso en cantidad de musulmanes del mundo.
Referencias
Acuña, B. (10 de octubre de 2019). YNet. Recuperado el 2 de octubre de 2020, de
https://www.ynetespanol.com/global/opinion/article/rkn11B1TOS
Business Investor Guide. (24 de agosto de 2020). Business Investor Guide. Obtenido de
https://businessinvestorguide.com/turkey/black-sea-gas-discovery/