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Concepto
El Alzheimer es un tipo de demencia que causa problemas con la memoria, el pensamiento y el
comportamiento. Los síntomas generalmente se desarrollan lentamente y empeoran con el tiempo, hasta que
son tan graves que interfieren con las tareas cotidianas.
Causa
Los científicos creen que, en la mayoría de las personas, la enfermedad de Alzheimer se origina a partir de una
combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del
tiempo.
Menos del 1 por ciento de las veces, la enfermedad de Alzheimer es producto de cambios genéticos específicos
que virtualmente garantizan que la persona desarrollará la enfermedad. Estos casos poco frecuentes suelen dar
lugar a la aparición de la enfermedad en la mediana edad.
Las causas exactas de la enfermedad de Alzheimer no se entienden por completo, pero en su esencia son
problemas con las proteínas cerebrales que no funcionan normalmente, interrumpen el trabajo de las células
cerebrales (neuronas) y desencadenan una serie de eventos tóxicos. Las neuronas están dañadas, pierden
conexiones entre sí y, con el tiempo, mueren.
El daño comienza con mayor frecuencia en la región del cerebro que controla la memoria, pero el proceso
comienza años antes de que aparezcan los primeros síntomas. La pérdida de neuronas se disemina en un patrón
algo predecible a otras regiones del cerebro. En la última etapa de la enfermedad, el cerebro se ha reducido
significativamente.
Signos y síntomas
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer suponen la pérdida progresiva de las funciones propias
del cerebro y que nos permiten la relación con el medio. Se denominan en conjunto funciones
cognitivas (literalmente, «funciones del pensamiento») e incluyen entre otras memoria, lenguaje,
orientación visual y temporal, atención y planificación.
También afecta a las capacidades emocionales y conductuales tales como la motivación, ánimo,
percepción de la realidad y sueño. Los síntomas se desarrollan de manera gradual y progresiva.
Tratamiento
En la actualidad, no existe una cura para la enfermedad de Alzheimer. No obstante, existen
medicamentos que pueden ayudar a controlar o retrasar sus síntomas durante algún tiempo,
especialmente en las primeras etapas de la enfermedad. Algunos tratamientos ayudan a controlar la
agitación, la depresión o los síntomas psicóticos (alucinaciones o delirios) que pueden ocurrir cuando
la enfermedad progresa. Consulte a un médico antes de tomar cualquier medicamento. Los
tratamientos comúnmente prescritos incluyen inhibidores de la colinesterasa, inhibidores de
glutamato, la combinación de medicamentos y la intervención no médica.
Cuidado de Enfermería
1. Proporcionar al paciente un ambiente coherente y rutinario , para ayudar a funcionar con sus
limitadas capacidades.
2. Evitar re orientar al paciente más de una vez en cada encuentro con él , para evitar la
frustración que le puede producir el hecho de no poder recordar.
3. Permitir al paciente comportamientos habituales , como la acaparación de objetos y
vagabundeo siempre que se realicen en un ambiente seguro.
4. Valorar al paciente en busca de signos y síntomas de depresión.
5. Para evitar la agitación e intranquilidad del paciente debemos de mantener el ambiente
estructurado , coherente y establecer una rutina fácil de seguir para el paciente : podemos
realizar un album de fotos para recordar el pasado , fomento de la actividad física y la terapia
artística.
6. Colocar etiquetas con el nombre de los objetos y habitaciones , para ayudar a recordar su
nombre y su función.
7. Proporcionar pistas sobre la identidad de los objetos y las tareas .
8. Colocar un reloj y un calendario grande en su cuarto y marcar con una «X» los días pasados ,
para ayudarle a recordar la fecha correcta.
9. Realizar una lista con las actividades diarias.
Demencia Senil
Concepto
Causa
En términos generales, la demencia suele ocurrir a partir de los 60 años. Por lo tanto,
el envejecimiento supone uno de los factores de riesgo más significativos. Está causada por el daño
o la pérdida de las células nerviosas y sus conexiones en el cerebro. En función del área del cerebro
afectada, el impacto puede ser distinto.
Puede deberse a diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o
secundaria. Entre las primarias, la más frecuente es la enfermedad de Alzheimer, seguida de
la demencia con cuerpos de Lewy y la demencia frontotemporal.
Las demencias secundarias son, según explica Ángel Martín, vocal del Grupo de Estudio de
Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Nerurología (SEN), "aquellas que se producen
como consecuencia de otra circunstancia o enfermedad, siendo la más frecuente la demencia
vascular, aunque también encontramos otras formas como las demencias infeciosas, postraumáticas,
metabólicas, autoinmunes...".
Signos y síntomas
Los síntomas de la demencia abarcan muchos aspectos de las funciones mentales del paciente. En términos
generales, se puede ver afectado el comportamiento emocional o de la personalidad, el lenguaje, la
memoria, la percepción y el pensamiento o juicio.
En las fases más incipientes de la enfermedad, la persona sufre un deterioro cognitivo leve (DCL) que
incluye la dificultad para realizar varias tareas a la vez, para resolver problemas o para tomar decisiones.
Además, dificulta el recuerdo de hechos o conversaciones recientes y la agilidad mental se ve disminuida.
A medida que el trastorno empeora, los síntomas se agravan y también pueden aparecer:
Pérdida de habilidades sociales y cambios de personalidad, lo cual lleva a comportamientos
inapropiados en público y, a veces, agresivos.
Problemas para comunicarse, ya que el paciente presenta dificultad para recordar el nombre de
objetos familiares. A esto se une la pérdida del sentido de la orientación por lo que la persona puede
perderse con asiduidad y no encontrar objetos.
Aumento de la dificultad para memorizar o realizar actividades que requieran pensar.
El paciente pierde su capacidad de juicio y no es capaz de determinar la peligrosidad de sus
acciones.
Se producen cambios en el patrón del sueño, lo que aumenta el riesgo de
sufrir alucinaciones, delirios y es posible que este cuadro sintomático lleve a la depresión.
En los casos más graves, los pacientes con demencia ya no son capaces de realizar actividades básicas,
tales como comer, bañarse o vestirse. Es posible que sean incapaces de reconocer a familiares cercanos o
de entender el lenguaje.
Tratamiento
Tratamiento farmacológico
Para mejorar temporalmente los síntomas de la demencia y retrasar su avance se utilizan, entre otros, los siguientes
fármacos:
Inhibidores de la colinesterasa. A esta familia pertenecen donepezilo, reivastigmina y galantamina, que
actúan elevando los niveles en el cerebro de una sustancia (acetilcolina) relacionada con la función de la memoria.
Aunque se usan principalmente para el Alzheimer, también se recetan para otras demencias, como la vascular, la que
Tratamiento no farmacológico
Los pacientes con demencia pueden beneficiarse de tratamientos no farmacológicos y medidas de estilo de vida
encaminados a mejorar los problemas de comportamiento, la ansiedad y otros síntomas. Entre ellos destacan los
siguientes:
Terapia ocupacional para prevenir caídas, mejorar el comportamiento, etc.
Modificar el entorno. Reduir el desorden y los ruidos redunda en el bienestar de las personas con demencia.
Fomentar el ejercicio físico.
Fomentar la participación del paciente en actividades diversas.
Cuidado de Enfermería
Los cuidados de enfermería en esta patología van dirigidos a mantener en un buen estado de salud y
un ambiente armónico equilibrado y tranquilo para que en la evolución de esta enfermedad no tenga
un impacto tan agresivo en el paciente; ya que esta patología es degenerativa.
Parkinson
Concepto
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Ocurre cuando las células
nerviosas (neuronas) no producen suficiente cantidad de una sustancia química importante en el
Causa
En la enfermedad de Parkinson, algunas células nerviosas (neuronas) en el cerebro se descomponen
o mueren gradualmente. Muchos de los síntomas obedecen a una pérdida de las neuronas que
producen dopamina, una especie de mensajero químico en el cerebro. Cuando los niveles de
dopamina disminuyen, se genera una anomalía en la actividad cerebral, lo que causa los síntomas de
la enfermedad de Parkinson.
Se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, pero varios factores parecen influir, como los
siguientes:
Signos y síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden ser diferentes para cada persona. Los
primeros signos pueden ser leves y pasar desapercibidos. A menudo, los síntomas comienzan en un
lado del cuerpo y usualmente continúan empeorando en ese lado, incluso después de que los
síntomas comienzan a afectar a ambos lados.
Tratamiento
La enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los
síntomas, generalmente en forma notable. En algunos casos avanzados, se puede recomendar una
cirugía.
El médico también puede recomendar algunos cambios de estilo de vida, especialmente, ejercicios
aeróbicos constantes. En algunos casos, la fisioterapia que se centra en el equilibrio y la elongación
también es importante. Un patólogo del habla y del lenguaje puede ayudar a mejorar los problemas
del habla.
Cuidado de Enfermería
Ayudar al paciente a que tenga una capacidad funcional óptima.
Mejorar el estado nutricional.
Mejorar la comunicación verbal.
Establecer una reacción positiva de apoyo psicológico.
EL PASO A PASO:
Estimular al paciente a que siga un programa de ejercicios y
fisioterapia para aumentar su vigor muscular, mejorar la
coordinación y destreza, tratar la rigidez muscular, evitar
contracturas y compensar la falta de movimientos
automáticos.
Resaltar la importancia de un programa de ejercicios diarios
(caminar, bicicleta fija, nadar, jardinería), para conservar la
movilidad articular.
Aconsejarle que haga ejercicios de estiramiento para aflojar
las articulaciones.
ENSEÑARLES
Algunos ejercicios postulares y técnicas para caminar con el fin de mejorar la marcha pesada
y la tendencia a inclinarse hacia delante.
APÓYALOS
EPOC.
Concepto
Causa
La causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en los países
desarrollados es el tabaquismo. En los países en vías de desarrollo, la EPOC a menudo se presenta en
personas que están expuestas a gases combustibles usados para cocinar o para calefaccionar en
viviendas con mala ventilación.
Solo aproximadamente el 20 al 30 por ciento de los fumadores crónicos pueden
tener EPOC clínicamente aparente, aunque muchos fumadores con antecedentes de tabaquismo de
larga data pueden presentar una función pulmonar reducida. En algunos fumadores se manifiestan
afecciones pulmonares menos frecuentes. Se las puede diagnosticar mal como EPOC hasta que no se
realiza una evaluación más minuciosa.
Signos y síntomas
Los síntomas de la EPOC no suelen aparecer hasta cuando ya se ha producido un daño significativo
y, por lo general, empeoran con el tiempo, particularmente si el paciente sigue expuesto al humo del
tabaco. Los pacientes con bronquitis crónica presentan una tos diaria y producción de mucosidad
(esputo) como síntoma principal durante al menos tres meses al año en dos años consecutivos.
Tratamiento
No hay cura para la EPOC, pero el tratamiento pueden ayudar con los síntomas, retrasar el progreso
de la enfermedad y mejorar su capacidad de mantenerse activo. También hay tratamientos para
prevenir o tratar las complicaciones de la enfermedad. Los tratamientos incluyen:
Cuidado de Enfermería
La educación sanitaria, por parte del personal de Enfermería, dirigido tanto al paciente de EPOC y a
su familia, consta de varios puntos:
Abandonar el hábito del tabaco si el paciente es fumador o bien comunicar a la familia que si
alguno de ellos fumaran, tendría que hacerlo en espacios reservados y bien ventilados.
Evitar la polución atmosférica, en la medida de lo posible.
Prevenir las complicaciones, tratando lo antes posible las bronquitis agudas.
Corregir defectos respiratorios altos (sinusitis).
Evitar la obesidad, llevando a cabo una dieta rica en legumbres y hortalizas y evitando
alimentos grasos.
Practicar ejercicio físico suave y moderado.
Evitar el frío.
En invierno, buscar ambientes caldeados y con suficiente humedad.
Osteoporosis
Concepto
La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad
de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las
cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen
con mayor facilidad.
Causa
Los huesos se encuentran en un estado constante de renovación: se desarrollan huesos nuevos y se
descomponen los huesos viejos. Cuando eres joven, el desarrollo de huesos nuevos es más veloz que
la descomposición en el cuerpo, por lo que la masa ósea aumenta. Después de los 20 años, este
proceso se ralentiza y la mayoría de las personas alcanzan su masa ósea máxima a la edad de 30. A
medida que las personas envejecen, la masa ósea se pierde más rápido de lo que se crea.
La probabilidad de desarrollar osteoporosis depende en parte de cuánta masa ósea obtuviste en tu
juventud. La masa ósea máxima es en parte hereditaria y también varía según el grupo étnico.
Cuanto mayor sea la densidad ósea máxima que adquieras, más tejido óseo tendrás "en la reserva" y
menor será la probabilidad de padecer osteoporosis cuando envejezcas.
Signos y síntomas
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida
de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son las
vertebrales, las de cadera y las de la muñeca (fractura de Colles o extremo distal del radio). La
fractura de cadera tiene especial importancia ya que se considera un acontecimiento grave debido a
que requiere intervención quirúrgica, ingreso hospitalario y supone para el paciente una pérdida de
calidad de vida aunque sea por un periodo corto de tiempo.
Tratamiento
Nayla Hidalgo Alvarado
El objetivo del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de fracturas por fragilidad.
Como medida generalizada se recomienda mantener hábitos de vida saludable, como una dieta
equilibrada rica en calcio, abandonar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, así como
realizar ejercicio diariamente con control para evitar caídas. Además, algunas personas
pueden requerir suplementos de calcio y vitamina D.
El tratamiento antirresortivo es aquel que evita la pérdida de masa ósea. Dentro de este grupo se
incluyen fármacos como los bifosfonatos (alendronato, risedronato, zoledronato…), denosumab,
moduladores selectivos de receptores de estrógenos (raloxifeno, bazedoxifeno) y estrógenos.
El tratamiento osteoformador, como su nombre indica, estimula la formación de nuevo hueso y
dentro de este grupo se incluye la teriparatida. Por último, el fármaco que presenta un mecanismo de
acción mixto (antiresortivo y osteoformador) es ranelato de estroncio.
No obstante, el reumatólogo valorará las características del paciente, sus antecedentes patológicos y
los factores de riesgo de osteoporosis y decidirá en cada situación cuál es el fármaco más adecuado
en cada caso.
Cuidado de Enfermería
El tratamiento para la osteoporosis puede abarcar:
Bifosfonatos (los fármacos que más se utilizan para prevenir y tratar la osteoporosis en
mujeres posmenopáusicas)
Estrógenos, teriparatida, raloxifeno, calcitonina
El ejercicio juega un papel clave en la preservación de la densidad ósea en los adultos mayores.
Algunos de los ejercicios recomendados para reducir la probabilidad de una fractura abarcan:
Evite cualquier ejercicio que ofrezca riesgo de caídas o ejercicios de alto impacto que puedan
causar fracturas en los adultos mayores.
Su cuerpo necesita calcio y vitamina D para mantener los huesos fuertes. La vitamina D ayuda al
cuerpo a absorber el calcio.
Los adultos menores de 50 años deben obtener 1,000 mg de calcio y 400 a 800 UI de
vitamina D al día.
Las mujeres de 51 a 70 años deben obtener 1,200 mg de calcio y 400 a 800 UI de vitamina
D al día; los hombres de 51 a 70 años necesitan 1,000 mg de calcio y 400 a 800 UI de
vitamina D al día.
Los adultos mayores de 70 años deben recibir 1,200 mg de calcio y 800 UI de vitamina D al
día.
El médico le puede recomendar un suplemento de calcio.
Siga una dieta que proporcione la cantidad adecuada de calcio y vitamina D.
Suspenda los hábitos malsanos:
Es crucial prevenir las caídas. Evite los medicamentos sedantes y elimine los peligros caseros para
reducir el riesgo de fracturas. Asegúrese de que su visión sea buena. Otras formas de prevenir las
caídas son:
Diabetes Mellitus
Causa
En condiciones normales, la glucosa procedente de la metabolización de los alimentos se concentra
en el torrente sanguíneo para llegar hasta las células de los diferentes tejidos –entre ellos los
músculos– y transformarse en energía. Esta actividad se lleva a cabo gracias a la acción de la
insulina que se produce en el páncreas. Sin embargo, puede llegar el momento en que las células no
reaccionen convenientemente ante la presencia de esta hormona. Es lo que se denomina resistencia a
la insulina y constituye el paso previo al desarrollo de la diabetes tipo 2.
La consecuencia es que las células absorben menos glucosa y ésta se acumula en la sangre, sin que la
insulina producida por el organismo, a pesar de que el páncreas la produzca en mayor cantidad, sea
suficiente para lograr que éste pueda absorber los azúcares y se mantengan en el torrente sanguíneo.
De este modo se produce un círculo vicioso que es el origen de la diabetes mellitus.
¿Qué es lo que produce este mecanismo de resistencia a la insulina que degenera en la diabetes tipo
2? La causa hay que buscarla en las características de los pacientes que tienen esta enfermedad y en
los que existen factores comunes determinantes:
Obesidad o sobrepeso (éste último definido por un aumento del perímetro abdominal).
Hiperlipidemia, debido al aumento de los niveles de colesterol en sangre.
Hipertensión arterial.
Alimentación inadecuada (dietas hipercalóricas y ricas en grasas saturadas y
poliinsaturadas).
Sedentarismo (se ingieren más calorías de las que se consumen).
Nayla Hidalgo Alvarado
El denominado síndrome metabólico, que se caracteriza por la presencia de tres o más
factores de riesgo cardiovascular.
No obstante, también puede haber un condicionante genético, ya que los hijos de personas que tienen
este tipo de diabetes tienen una mayor predisposición para desarrollarla. En su fase inicial la diabetes
tipo 2 generalmente no produce síntomas y suele ser diagnosticada tras la realización de una analítica
clínica rutinaria. Sin embargo, llega un momento en que el organismo en pieza a expresar el hecho
de que la glucosa no llegue en cantidades suficientes a las células de los diferentes tejidos y empiece
a acumularse en la sangre:
Sensación de fatiga.
Visión borrosa.
Sed habitual y necesidad de beber.
Hambre a horas inusuales del día.
En ocasiones pérdida de peso.
Incremento de la necesidad de orinar.
Aumento del número de procesos infecciosos y mayor lentitud en la curación de los mismos.
Problemas de erección los varones.
Irregularidades menstruales en la mujer no menopáusica.
Dolor o entumecimiento de pies o manos.
Signos y síntomas
Los síntomas de la diabetes pueden variar según la cantidad de azúcar en aumento. Algunas
personas, en especial aquellas con prediabetes o diabetes tipo 2, pueden no experimentar síntomas al
principio. En la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápidamente y ser más graves.
Aumento de la sed
Ganas frecuentes de orinar
Hambre extrema.
Pérdida de peso inexplicable
Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un subproducto de la degradación muscular
y de grasas que se produce cuando no hay insulina suficiente disponible).
Fatiga
Irritabilidad
Visión borrosa
Llagas de cicatrización lenta.
Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en la piel y en la vagina.
Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, generalmente lo hace durante la infancia
o la adolescencia. La diabetes tipo 2, el tipo de diabetes más común, puede aparecer a cualquier
edad, aunque es más común en personas de más de 40 años.
Tratamiento
Nutrición
Una dieta apropiada es esencial. De hecho para muchos pacientes con DMNID un buen programa de
control de peso es suficiente por si solo para tratar la enfermedad.
Es necesario elaborar una dieta específica para cada individuo orientada, básicamente, hacia la
reducción de peso mediante un control individual y el establecimiento de unos patrones de comida.
Las bebidas alcohólicos tienden a agravar la diabetes. Así que debe de limitar el consumo de alcohol.
Además el alcohol es una fuente de calorías concentrada, y su consumo puede complicar el control
del peso.
La meta de todas las dietas es doble. Por una parte le ayudará a controlar la concentración de
glucosa.
Por otra, y muy importante, le ayudará a controlar y reducir su peso. La obesidad aumenta la
necesidad que el cuerpo tiene de insulina porque la comida extra contribuye a aumentar la cantidad
de glucosa en el sistema.
El resultado es que el control de la concentración de glucosa en sangre se vuelve más difícil y el
riesgo de complicaciones más serias también incrementa.
Los diabéticos deben regular cuidadosamente el consumo de hidratos de carbono (azúcar y
almidones), grasas y proteínas. Su dietista le organizará un programa adecuado.
Debe evitar el consumo de azúcares, tales como pasteles, tartas, bombones o bebidas dulces. Es
conveniente incluir en la dieta alimentos ricos en fibra tales como el pan de trigo y centeno, frutas y
vegetales.
Ejercicio
El ejercicio es otra parte importante en el tratamiento de los diabéticos. El ejercicio regular ayuda a
mantener el peso adecuado, pero más importante todavía es el beneficio sobre el aparato circulatorio.
Los músculos utilizan más glucosa durante el ejercicio vigoroso, lo cual ayuda a que el nivel de
glucosa disminuya.
Insulinas
La insulina puede ser de varios tipos y varias características. Algunas se obtienen del páncreas de
gatos y perros pero la tecnología en años recientes, ha hecho posible conseguir la producción de
insulina sintética.
Algunas variedades de insulina actúan rápidamente y otras actúan en un periodo más largo.
El tipo de insulina, cantidad, períodos de tiempo etc. son medidas que se toman según la necesidad
del diabético.
Una sola inyección de insulina retardada a la mañana suele ser lo más habitual, aunque puede ser
necesaria una mezcla de insulina regular con la retardada e inyecciones adicionales a lo largo del día.
Su médico determinará qué es lo mejor en su caso.
Cuidado de Enfermería
El proceso de atención de Enfermería es un método científico, sistematizado y humanístico que
permite organizar la labor del personal de Enfermería mediante la ejecución de acciones dirigidas a
la solución o reducción o mantenimiento de del estado de salud del paciente, la familia y comunidad,
este proceso está constituido por fases que nos aseguran la calidad en la atención de Enfermería. (18)
Los cuidados a los pacientes con enfermedades crónicas como la diabetes deben estar encaminadas a
la detección de las debilidades y fortalezas que poseen, fomentando el cuidado personal y que tomen
conciencia sobre su estado de salud para que así desarrollen habilidades de autocontrol y en conjunto
alcanzar la calidad y mejora de los servicios prestados.
El caso que se presenta es de un paciente de sexo masculino de 68 años de edad con diabetes mellitus
por más de 15 años, el cual manifiesta tratamiento irregular de su patología, fumador por más de 10
años, sedentario, al momento se encuentra en hospitalización, refiere sentir hormigueo en la vista y
dolor a nivel de miembros inferiores, lo que disminuye su caminata. En la valoración del paciente se
identifica alteración en los patrones de actividad/ reposo, nutricional/ metabólico, actividad/ ejercicio
y el patrón de percepción/ cognición sobre las cuales los enfermeros debe realizar una correcta
planificación de las intervenciones. Entre las actividades que el enfermero debe basar su plan de
acción son: en el control metabólico, educación al paciente sobre su condición y el manejo de la
enfermedad, orientación sobre el cuidado de la piel y tejidos, para evitar complicaciones en la salud
del paciente.
Concepto
La hipertensión (también conocida como presión arterial alta) es una
afección grave que ocurre cuando la presión de la sangre es mayor de lo
que debería ser.
Cada vez que su corazón late, bombea sangre al resto de su cuerpo a través
de las arterias. La presión arterial se crea por la fuerza de la sangre contra
las paredes de la arteria. Si es consistentemente alta, agrega una tensión
extra en el corazón y los vasos sanguíneos. Esto puede aumentar el riesgo
de un ataque cardíaco, insuficiencia cardiaca, apoplejía y otras afecciones
como la enfermedad renal y demencia.
Causa
Las causas exactas de la presión arterial alta no se conocen con exactitud, pero varios factores y
condiciones pueden desempeñar un papel en su desarrollo, incluyendo:
Fumar
Tener sobrepeso u obesidad
Falta de actividad física
Demasiada sal en la dieta
Demasiado consumo de alcohol (más de 1 a 2 bebidas por día)
Estrés
Diabetes
Enfermedad del riñón
Nayla Hidalgo Alvarado
Enfermedad renal crónica
Trastornos de la glándula suprarrenal
Apnea del sueño
Edad avanzada
Genética
Antecedentes familiares con hipertensión arterial
Signos y síntomas
La hipertensión arterial tiene pocos síntomas evidentes. Sin embargo puede ser identificada con
chequeos regulares y tratados a través de una medicación adecuada y con cambios en su estilo de
vida.
La mitad de las personas con hipertensión arterial no tienen ningún síntoma y no son
conscientes de su condición. Sin embargo, en ocasiones la hipertensión arterial causa uno o más de
los siguientes síntomas:
Dolores de cabeza
Dificultad para respirar
Mareo
Dolor de pecho
Palpitaciones del corazón
Sangrado de la nariz
Dolor de estómago
Fiebre
Visión borrosa
Es posible que desee ver a su médico de cabecera si tiene una combinación de cualquiera de estos
síntomas con frecuencia. Estos síntomas podrían indicar que tiene un cuadro de hipertensión arterial
o algo más que necesita ser tratado.
Los problemas oculares y las náuseas pueden ser signos particulares de una presión sanguínea muy
alta o el aumento de la presión sobre el cerebro.
Tratamiento
La hipertensión arterial tiene pocos síntomas evidentes. Sin embargo puede ser identificada con
chequeos regulares y tratados a través de una medicación adecuada y con cambios en su estilo de
vida.
La mitad de las personas con hipertensión arterial no tienen ningún síntoma y no son
conscientes de su condición. Sin embargo, en ocasiones la hipertensión arterial causa uno o más de
los siguientes síntomas:
Dolores de cabeza
Dificultad para respirar
Los problemas oculares y las náuseas pueden ser signos particulares de una presión sanguínea muy
alta o el aumento de la presión sobre el cerebro.
Hay algunos cambios que puede hacer para reducir su presión arterial (sólo necesita las ganas y la
voluntad para realizarlos):
Pierda el exceso de peso.
Hacer más actividad, especialmente el ejercicio aeróbico, el que se obtiene del bombeo del
corazón.
Coma menos azúcar y grasas saturadas.
Agregue más calcio y potasio a su dieta.
Coma menos sal.
Reduzca el consumo de alcohol.
Beba menos café y otras bebidas con cafeína como los refrescos azucarados cola.
Es poco probable que cualquiera de estos cambios en el estilo de vida haga una gran diferencia. Pero
si usted hace un esfuerzo combinado para mejorarlos, es más probable que vea los resultados.
El estrés puede aumentar temporalmente la presión arterial. Aprender a relajar su cuerpo y mente
puede ayudar.
Dejar de fumar puede no tener un impacto directo en su presión arterial, pero definitivamente reduce
el riesgo de complicaciones como la enfermedad cardiaca y accidentes cerebrovasculares.
Cuidado de Enfermería
Los cuidados de Enfermería son un proceso fundamental, en el cual se puede dar un mejor servicio
en el tratamiento y recuperación del paciente, así como identificar las diversas complicaciones que
pueda tener. A continuación nombramos los cuidados enfermeros:
Toma de signos vitales (tensión arterial, frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca y temperatura).
-Mantener en reposo absoluto y con respaldo a 45°.
-Llevar Balance Hídrico y Diuresis.
-Proporcionar dieta hiposódica.
-Restricción de visitas y de ser posible mantenerlo aislado.
-Cuidados higiénicos en cama.
-Administración de medicamentos prescritos.
-Orientar a familiares sobre la patología y su tratamiento.
Diagnósticos enfermeros:
-Alteración de la Eliminación Urinaria (Relacionado a efecto de medicamentos y que se
puede evidenciar con el Balance Hídrico).