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Respetados señores:

JUZGADO SEPTIMO CIVIL MUNICIPAL DE VILLAVICENCIO


E. S. D.

Referencia: Impugnación a fallo de tutela Nº 2019-00954-00 del día 06 de noviembre de 2019.


Accionante: DRIGELIO ORTIZ ALAPE.
Accionado: CONSORCIO CONSTRULLANOS.
Apoderado: JUAN DIEGO GARZON FERRO

JUAN DIEGO GARZON FERRO, actuando en nombre y representación del señor


DRIGELIO ORTIZ ALAPE, mayor de edad e identificado con la cédula de ciudadanía número
17.419.259; por medio del presente escrito me permito IMPUGNAR el fallo de tutela proferido el
día 06 de noviembre de 2019 y notificada personalmente el día 07 de noviembre de 2019 por
medio del cual se declara NEGAR EL AMPARO el amparo constitucional solicitado, mediante
el cual imploraba se me ampararan los DERECHOS FUNDAMENTALES A LA IGUALDAD
EN CONEXIDAD CON LA PROTECCIÓN A LOS DISMINUIDOS FÍSICOS, AL
TRABAJO EN CONEXIDAD CON EL DERECHO A LA ESTABILIDAD LABORAL
REFORZADA, AL MÍNIMO VITAL, AL DEBIDO PROCESO Y A LA VIDA DIGNA,
vulnerados por la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS en razón a los siguientes:

SINTESIS DE LOS HECHOS

 Ruego a su Señoría se tengan los mismos hechos planteados en el escrito inicial de


acción de tutela.

 La finalización de la relación laboral, se dio en el preciso momento de un tratamiento


médico como lo han verificado médicos tratantes adscritos a la entidad prestadora de
salud certificaban que es una persona en condición de debilidad manifiesta, condición
que le reviste una especial protección constitucional y consecuentemente de estabilidad
laboral reforzada, al demostrar que: a) Sufría de una disminución física que le impedía
desarrollar su labor fundamentada en las órdenes médicas. b) El empleador tenía pleno
conocimiento del estado de discapacidad. c) Se encontraba aun en tratamiento médico y
en proceso de reahabilitación. Por tanto era claro que se vulneraba flagrantemente el
derecho a la estabilidad laboral reforzada.

SUSTENTACIÓN DEL PRESENTE RECURSO DE IMPUGNACIÓN CONTRA EL


FALLO DE TUTELA Nº 2019-00954-00 PROFERIDO POR EL JUZGADO SEPTIMO
CIVIL MUNICIPAL DE VILLAVICENCIO.

La presente impugnación busca únicamente dar claridad a las consideraciones plasmadas por el
Honorable Juez Ad quo que conoció de mi solicitud de amparo constitucional en primera
instancia, consideraciones que no tienen en cuenta el amplio fundamento fáctico y jurisprudencial
en el fundamente la acción de tutela impetrada.

El Juez ad quo decide determinar negar la acción de tutela impetrada como mecanismo transitorio
aduciendo:

1
 Este tipo de situaciones le corresponden al juez natural que es quien debe resolver lo
correspondiente.

 Existen mecanismos ordinario idóneos para la defensa de los derechos fundamentales


invocados, especialmente los previstos dentro de la jurisdicción ordinaria en su
especialidad laboral.

 No se logró probar con certeza, ni establecer una conducta por fuera de los lineamientos
legales y jurisprudenciales por parte de la entidad accionada.

 El accionante es -sin lugar a dudas- un sujeto de especial protección constitucional.

Teniendo claro lo anterior, fundamento fáctica, probatoria y jurídicamente la presente


impugnación desestimando la posición del Juez ad quo y buscando que el Juez ad quem ampare
transitoriamente mis derechos fundamentales que pueda acceder a la justicia ordinaria en
igualdad de condiciones frente a la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS:

Este tipo de situaciones le corresponden al juez natural que es quien debe resolver lo
correspondiente.

Es claro que el juez laboral es quien debe resolver el conflicto, pero en este momento es claro que
un juez laboral y la justicia ordinaria no es suficientemente rápida para acceder en condiciones
iguales frente a la entidad que hoy se acciona.

La jurisprudencia constitucional y el precedente de la Corte Constitucional ha determinado que es


clara y necesaria y ajustada la intervención del juez de tutela en conflictos de índole
constitucional como el que nos ocupa.

Existen mecanismos ordinario idóneos para la defensa de los derechos


fundamentales invocados, especialmente los previstos dentro de la jurisdicción
ordinaria en su especialidad laboral.

No es cierto que actualmente un juicio laboral sea idóneo para la protección de mis
derechos, teniendo en cuenta que este tipo de proceso es largo, dispendioso y además
costoso, que una persona enferma y sin trabajo pueda asumir.

Es importante destacar que la acción de tutela es importante en caso de de personas


enfermas como yo, pues el mecanismo constitucional es fundamental para la protección

Se configura una completa omisión a los precedentes jurisprudenciales por parte del Juez ad quo
aseverar que el aporte de la correspondiente indemnización por despido sin justa causa le
garantiza los derechos fundamentales transitoriamente a un trabajador en situación de
discapacidad, aseveración que contraria completamente los precedentes jurisprudenciales
definidos por la Honorable Corte Constitucional, pues si la postura del Juez ad quo configuraría
la posibilidad de que todo empleador pudiese despedir sin justa causa a cualquiera trabajador en
situación de discapacidad y argumentar resarcir el perjuicio irremediable al que lo subyuga y la
omisión de nuestro ordenamiento jurídico con el simple pago de la indemnización definida en el
Artículo 64 de nuestro Código Sustantivo del Trabajo.

2
Las Consideraciones del Juez ad quo configuran una clara postura que se describiría como la
posibilidad de que todos los derechos fundamentales pudiesen ser transados con un monto
económico algo que contraría todo el andamiaje jurídico nacional e internacional.

Al día de hoy se encuentra en una situación lamentable que configura un claro perjuicio
irremediable debido a la decisión de la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS de
finalizar mi vínculo laboral despidiéndome sin justa causa, sin autorización del Ministerio del
Trabajo; requisito necesario para que la terminación de mi vínculo laboral tuviese validez
teniendo en cuenta mi situación de discapacidad.

Que la Justicia ordinaria laboral no es la eficaz frente a mi caso concreto.

Es evidente que la justicia ordinaria laboral no es la eficaz para mi caso concreto aun cuando el
Juez ad quo asevere que la oralidad a brindado mayor celeridad; aseveración con la que estoy de
acuerdo pero no comprende la realidad de nuestro aparato judicial donde se puede constatar que
hoy un proceso judicial ante la justicia ordinaria laboral puede durar en el lugar de mi domicilio
entre 12 y 18 meses para ser resuelto en primera o única instancia.
La Jurisdicción Ordinaria no es eficaz frente al perjuicio irremediable que se me ha ocasionado a
mi núcleo familiar y a mí, perjuicio en el que se basa la solicitud de amparo constitucional,
perjuicio que al día de hoy me somete a la imposibilidad de acceder a un mínimo vital y una vida
digna debido a mis afectaciones físicas debidamente diagnosticadas que me impiden acceder al
mercado laboral teniendo en cuenta que es el único perfil siempre fue en el cargo laboral de
MAESTRO DE OBRA configurando así que la acción de tutela subsidiariamente sea el
mecanismo eficaz para amparar mis derechos fundamentales vulnerados por la accionada tal y
como lo ha considerado en sendas ocasiones la Corte Constitucional.

Zanjar que la acción de tutela es improcedente cuando materialmente se evidencia la afectación


de derechos fundamentales es inoportuna y no apegada a los preceptos Constitucionales y
Jurisprudenciales no es para nada apegado a nuestros precedentes jurisprudenciales
especialmente la Sentencia de Unificación SU-049 de 2017 proferida por la Honorable Corte
Constitucional que determina cuándo es procedente la acción de tutela para solicitar el Amparo
de Derecho Fundamental de la Estabilidad Laboral Reforzada, la igualdad, el mínimo vital, la
vida digna, el debido proceso y demás afectados en los casos en que se despide sin justa causa a
trabajador en situación de discapacidad y consecuentemente en condición de debilidad manifiesta
sin autorización del ministerio del trabajo definiendo el alcance del Derecho a la Estabilidad
Laboral reforzada como:

“El derecho fundamental a la estabilidad ocupacional reforzada tiene arraigo


constitucional directo y aplica a quienes estén en condiciones de debilidad
manifiesta, incluso si no cuentan con una calificación de pérdida de capacidad
laboral moderada, severa o profunda.

(…)

3
El derecho fundamental a la estabilidad ocupacional reforzada es una garantía de la
cual son titulares las personas que tengan una afectación en su salud que les impida
o dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores en las condiciones regulares,
con independencia de si tienen una calificación de pérdida de capacidad laboral
moderada, severa o profunda. La estabilidad ocupacional reforzada es aplicable a
las relaciones originadas en contratos de prestación de servicios, aun cuando no
envuelvan relaciones laborales (subordinadas) en la realidad.”

Sentencia de Unificación que determina claramente la procedencia para casos concretos


completamente iguales al mío.

Es necesario hacer saber al Despacho que conocerá de este caso que mi salud aún no se recupera,
por el contrario el tratamiento médico sigue y se encuentra vigente, por lo tanto aportaré los
soportes que así lo prueba y sustenta – consulta de valoración con especialista en
otorrinolaringologo, y los últimos exámenes audiológicos que se me realizaron en donde se
evidencia la gravedad de la lesión de mi oído.

Con base a lo anterior y de acuerdo al Artículo 8 del Decreto 2591 de 1991 y la Amplia
Jurisprudencia de la Corte Constitucional frente a casos totalmente iguales debido a que se
cumple el requisito sine qua non (la configuración de un perjuicio irremediable); al
demostrarse que me encuentro en Situación de Discapacidad aforada por mi Derecho
Constitucional a la estabilidad laboral reforzada al momento de finalizar mi relación laboral. De
la manera más cordial y respetuosa elevo ante su Despacho la siguiente:
PETICIONES
PRIMERA. Solicito Señor Juez de la forma más respetuosa, REVOQUE el fallo de tutela 2019-
00954-00 del día 06 de noviembre de 2019 y notificada personalmente el 07 de noviembre de
2019 proferido por el JUZGADO SEPTIMO CIVIL MUNICIPAL DE VILLAVICENCIO.
SEGUNDO. Teniendo en cuenta lo anterior; solicito, al señor Juez, respetuosamente el Amparo
Constitucional Transitorio a mi favor con base en la vulneración en mis derechos fundamentales
A LA IGUALDAD EN CONEXIDAD CON LA PROTECCIÓN A LOS DISMINUIDOS
FISICOS, AL TRABAJO EN CONEXIDAD CON EL DERECHO A LA ESTABILIDAD
LABORAL REFORZADA, AL MÍNIMO VITAL, AL DEBIDO PROCESO Y A LA VIDA
DIGNA por parte de la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS. Por tanto:
1. CONCEDER el amparo constitucional transitorio a mi favor por un término adecuado
para interponer la acción laboral correspondiente que decida de fondo el caso concreto.

2. ORDENAR a la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS el reintegro laboral a


favor del accionante en un cargo en iguales condiciones al que ejercí hasta el momento de
mi desvinculación; cuyas funciones laborales que se me asignen deberán ser compatibles
con mi estado de salud y en caso de ser necesario deberá realizar la capacitación que se
requiera para tal efecto hasta tanto se pueda determinar mi rehabilitación integral con base
a las afectaciones físicas que hoy padezco.

3. ORDENAR a la empresa CONSORCIO CONSTRULLANOS pagar los salarios y


prestaciones sociales que legalmente me corresponden y efectúe los aportes al Sistema

4
General de Seguridad Social, desde el momento en que se produjo la terminación del
contrato hasta que se haga efectivo el reintegro laboral a mi favor.

FUNDAMENTOS JURÍDICOS
Es evidente que soy sujeto de estabilidad laboral reforzada debido a las afectaciones físicas que
han mermado su capacidad laboral; La Corte Constitucional en Sentencia T-351 de 2003 nos
indica que “…frente a los trabajadores que sufren una disminución en su condición física
durante la ejecución del contrato de trabajo, quienes a partir de lo dispuesto en el artículo 13
Superior, exigen una protección especial por parte del Estado dada su situación de debilidad
manifiesta”
La Corte además en dicha sentencia aclaro que NO ES NECESARIO que haya un dictamen de
pérdida de capacidad laboral para que una persona discapacitada no pueda ser sujeta del derecho
a una estabilidad laboral reforzada al enunciar:

“la Corte Constitucional ha sostenido que el derecho a la estabilidad ocupacional


reforzada no deriva únicamente de la Ley 361 de 1997, ni es exclusivo de quienes
han sido calificados con pérdida de capacidad laboral moderada, severa o
profunda. Desde muy temprano la jurisprudencia de esta Corporación ha indicado
que el derecho a la estabilidad laboral reforzada tiene fundamento constitucional y
es predicable de todas las personas que tengan una afectación en su salud que les
“impid[a] o dificult[e] sustancialmente el desempeño de sus labores en las
condiciones regulares”,1 toda vez que esa situación particular puede considerarse
como una circunstancia que genera debilidad manifiesta y, en consecuencia, la
persona puede verse discriminada por ese solo hecho. Por lo mismo, la
jurisprudencia constitucional ha amparado el derecho a la estabilidad ocupacional
reforzada de quienes han sido desvinculados sin autorización de la oficina del
Trabajo, aun cuando no presenten una situación de pérdida de capacidad laboral
moderada, severa o profunda, ni cuenten con certificación que acredite el
porcentaje en que han perdido su fuerza laboral, si se evidencia una situación de
salud que les impida o dificulte sustancialmente el desempeño de sus labores en
condiciones regulares. Al tomar la jurisprudencia desde el año 2015 se puede
observar que todas las Salas de Revisión de la Corte, sin excepción, han seguido
esta postura, como se aprecia por ejemplo en las sentencias T-405 de 2015 (Sala

1 Sentencia T-1040 de 2001 (MP. Rodrigo Escobar Gil). La Corte Constitucional en este asunto dijo que
una mujer debía ser reintegrada al cargo del cual había sido desvinculada sin autorización del inspector de
trabajo, porque a pesar de que no había sido calificada como inválida, tenía una disminución suficiente en
su salud que la hacía acreedora de una protección especial.

5
Primera),2 T-141 de 2016 (Sala Tercera),3 T-351 de 2015 (Sala Cuarta),4 T-106 de
2015 (Sala Quinta),5 T-691 de 2015 (Sala Sexta),6 T-057 de2016 (Sala Séptima),7 T-
251 de 2016 (Sala Octava)8 y T-594 de 2015 (Sala Novena).9 Entre las cuales ha de
destacarse la sentencia T-597 de 2014, en la cual la Corte concedió la tutela,
revocando un fallo de la justicia ordinaria que negaba a una persona la pretensión
de estabilidad reforzada porque no tenía una calificación de pérdida de capacidad
laboral moderada, severa o profunda. (…)”
Le di a conocer a mi empleador la condición de debilidad manifiesta surgida por las afectaciones
físicas que me impedirían desarrollar su vida laboral, familiar y social dignamente.

2 Sentencia T-405 de 2015 (MP. María Victoria Calle Correa. SPV Luis Guillermo Guerrero Pérez). En esa
ocasión se resolvían varios casos acumulados. Entre ellos, estaba el correspondiente al caso en el que una
persona fue diagnosticada con síndrome del túnel del carpo bilateral severo, fue sometida a una cirugía
cuando estaba pendiente de otra intervención y de una valoración del hombro derecho, y entre tanto fue
desvinculada sin contar con la autorización del inspector de trabajo. El actor se desempeñaba como
jardinero, y la enfermedad era de origen profesional. No acreditó un porcentaje de pérdida de capacidad,
pero la Corte reconoció que era titular de la estabilidad laboral reforzada mientras experimentara por su
salud dificultades sustanciales para desarrollar sus funciones en condiciones regulares.
3 Sentencia T-141 de 2016 (MP. Alejandro Linares Cantillo). En ese fallo la Sala Tercera resolvió dos
casos, uno de los cuales era de una persona que fue desvinculada sin autorización del Inspector del
Trabajo en un momento en que experimentaba las consecuencias médicas de una cirugía que le
desencadenó un proceso infeccioso. El actor se desempeñaba como asesor comercial, y para desarrollar
sus funciones requería caminar periodos y tramos prolongados. La Corte le reconoció como titular del
derecho a la estabilidad laboral reforzada, pese a no encontrarse en el expediente referencias a su
porcentaje de calificación de pérdida de capacidad laboral.
4 Sentencia T-351 de 2015 (MP. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo). La Sala Cuarta revisaba el caso de
una persona que sufrió un “trauma en el pie derecho” mientras operaba una máquina guadañadora, en
desarrollo de su trabajo al servicio de una empresa dedicada a la siembra de palma para usos
alimenticios. La Corte le reconoció el derecho a la estabilidad laboral reforzada, sin que se hubiera
considerado como relevante el hecho de que no contaba con un certificado del porcentaje de pérdida de
capacidad laboral.
5 Sentencia T-106 de 2015 (MP. Gloria Stella Ortiz Delgado). El caso entonces resuelto correspondía al de
una persona que fue desvinculada mientras sufría las consecuencias adversas de una discopatía lumbar
múltiple y una neumoconiosis. El peticionario se desempeñaba como minero y su médico le recomendó,
entre otras cosas, evitar “la exposición a material particulado, humo o vapores durante la actividad
laboral”. La Corte reconoció su derecho a la estabilidad laboral reforzada, sin que estuviera una
calificación de pérdida de capacidad laboral.
6 Sentencia T-691 de 2015 (MP. Jorge Iván Palacio Palacio). En esa oportunidad se resolvía un asunto
relativo a una persona que fue desvinculada sin autorización del Ministerio del Trabajo, en un contexto en
el cual padecía las secuelas de un “ganglio en el dorso de la mano derecha”, así como de “dolencias en
las articulaciones de manos, brazos, pies, piernas, cintura y en general en todo el cuerpo”, por lo cual se
le diagnosticó con “lumbalgia en los miembros inferiores, compromiso inflamatorio de todas las vértebras
lumbares, […] artritis gotosa degenerativa”. La actora era recolectora de residuos sólidos de un municipio.
La Corte la reconoció como titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada, pese a no contar con
certificación sobre el porcentaje de pérdida de capacidad laboral.
7 Sentencia T-057 de 2016 (MP Jorge Ignacio Pretelt Chaljub). La tutela decidida en ese caso la presentó una
persona que fue desvinculada de su trabajo, sin la autorización del inspector del trabajo, pese a que padecía
“Hipertensión esencial primaria, goma y úlceras de frambesia, hipertensión arterial, hipertropia ventricular
izquierda, cardiopatía hipertensiva, pólipos gástricos”, además de las consecuencias de un accidente mientras
trabajaba en la línea de producción de la compañía, en el cual sus dedos de la mano derecha se afectaron y uno de
ellos resultó atrapado. La Corte sostuvo que la persona tenía derecho a la estabilidad laboral reforzada, aun cuando
no obrara certificado de porcentaje de pérdida de capacidad laboral.

6
Algo que omitió intencionalmente mi empleador para vulnerar mis derechos fundamentales
finalizando mi relación laboral.
Ahora bien, la Corte ha definido que dicho amparo cobija a las personas que tienen una
disminución física que les dificulta “el desempeño normal de sus funciones, por padecer i)
deficiencia entendida como una pérdida o anormalidad permanente o transitoria, sea
psicológica, fisiológica o anatómica de estructura o función; ii) discapacidad, esto es,
cualquier restricción o impedimento del funcionamiento de una actividad, ocasionados por una
deficiencia en la forma o dentro del ámbito considerado normal para el ser humano; o, iii)
minusvalidez, que constituye una desventaja humana, al limitar o impedir el cumplimiento de
una función que es normal para la persona, acorde con la edad, sexo o factores sociales o
culturales.10”11. (Negrilla y Subrayado fuera del texto)
Con base en lo anterior; aun cuando a la fecha en que fue finalizada mi relación laboral, no
existiese un Dictamen en Firme emitido por autoridad competente mediante el cual se calificara
mi pérdida de capacidad mi tratamiento médico estaba inconcluso según las órdenes médicas
vigentes; tratamiento que necesito concluir para procurar que las afectaciones físicas que sufro
no avancen y me causan aún más graves lesiones en mi cuerpo configurándose un perjuicio
irremediable surgido por las acciones adelantadas por la empresa CONSORCIO
CONSTRULLANOS finalizando la relación laboral sin tener en cuenta la vulnerabilidad en la
que se encontraba, vulnerabilidad que indudablemente me hace titular del derecho a una
estabilidad laboral reforzada, tal y como lo ha definido la Corte Constitucional en su Sentencia
T-777/11; en la cual considera:
“La estabilidad laboral reforzada se otorga no sólo a los trabajadores que tienen una
calificación de pérdida de capacidad laboral sino también a aquéllos trabajadores que no
tienen dicha calificación pero que se encuentran en situación de debilidad manifiesta.

La jurisprudencia constitucional también ha abordado la distinción entre los trabajadores en


situación de discapacidad que tienen el dictamen de pérdida de capacidad laboral y aquéllos
trabajadores que aún cuando no han sido calificados se encuentran en situación de debilidad
manifiesta por presentar una pérdida de capacidad laboral durante la ejecución del contrato

8 Sentencia T-251 de 2016 (MP. Alberto Rojas Ríos). En uno de los casos acumulados el actor fue
desvinculado, sin autorización institucional, cuando experimentaba las secuelas de un “síndrome del túnel
carpiano, lumbago no especificado y cervicalgia”. En su trabajo se desempeñaba como “andamiero”, por
lo cual sus labores eran “cargar elementos pesados como andamios y tablas, subir materiales, escalar,
etc.”. La Corte lo consideró titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada, aun sin porcentaje de
pérdida de capacidad laboral.
9 Sentencia T-594 de 2015 (MP Luis Ernesto Vargas Silva). En esa ocasión, en uno de los casos, la actora
fue desvinculada sin autorización del Ministerio, mientras experimentaba las consecuencias de diversas
afectaciones de salud [“(i)trastorno mixto de ansiedad, por el exceso de trabajo, (ii) amigdalitis y
faringitis, debido a la exposición al frio, (iii) bocio tiroideo, (iv) gastritis antral eritematosa, (v) asimetría
de la altura de las rodillas, (vi) quiste aracnoideo en fosa nasal posterior (vii) escoliosis toraco-lumbar de
ceonvejidad el riesgo osteomuscular por la postura y movimientos repetitivos”]. La peticionaria se
desempeñaba como vendedora, y entre las recomendaciones médicas estaba la de “no exponerse al frio”.
La Corte la consideró titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada, pese a que no se expuso el
porcentaje de pérdida de capacidad laboral.
10 Sentencia T-198 de 2006
11 Sentencia T-075 de 2010.

7
laboral12. En el primer caso, la estabilidad laboral reforzada deviene directamente del artículo
26 de la Ley 361 de 1997 y en el segundo caso, dicha protección especial deviene directamente
del sistema normativo13, y entendido como todas aquellas normas, además de las reglas
constitucionales, que confieren una especial protección al trabajador en estado de debilidad
manifiesta y que no son contrarias al texto superior.14
Es decir, el derecho a la estabilidad laboral reforzada de las personas en situación de debilidad
manifiesta no depende de la calificación de pérdida de capacidad laboral sino de la evidencia
de que el estado de salud del trabajador desmejoró durante la ejecución del contrato laboral y
que por esta razón se le dificulta o se encuentra impedido para desarrollar sus labores; por
tanto, su desvinculación en estas circunstancias constituye un acto discriminatorio.15”
● Ahora bien, la Corte ha definido que dicho amparo cobija a las personas que
tienen una disminución física que les dificulta “el desempeño normal de sus
funciones, por padecer i) deficiencia entendida como una pérdida o
anormalidad permanente o transitoria, sea psicológica, fisiológica o
anatómica de estructura o función; ii) discapacidad, esto es, cualquier
restricción o impedimento del funcionamiento de una actividad, ocasionados
por una deficiencia en la forma o dentro del ámbito considerado normal para
el ser humano; o, iii) minusvalidez, que constituye una desventaja humana, al
limitar o impedir el cumplimiento de una función que es normal para la
persona, acorde con la edad, sexo o factores sociales o culturales. 16”17.
(Negrilla y Subrayado fuera del texto)

Específicamente, en el caso de las personas con discapacidad, el artículo 26 de la Ley 361 de


1997 establece que:
“En ningún caso la limitación de una persona, podrá ser motivo para obstaculizar una
vinculación laboral, a menos que dicha limitación sea claramente demostrada como
incompatible e insuperable en el cargo que se va a desempeñar. Así mismo, ninguna persona
limitada podrá ser despedida o su contrato terminado por razón de su limitación, salvo que
medie autorización de la oficina de Trabajo.

No obstante, quienes fueren despedidos o su contrato terminado por razón de su limitación,


sin el cumplimiento del requisito previsto en el inciso anterior, tendrán derecho a una
indemnización equivalente a ciento ochenta días del salario, sin perjuicio de las demás
prestaciones e indemnizaciones a que hubiere lugar de acuerdo con el Código Sustantivo del
Trabajo y demás normas que lo modifiquen, adicionen, complementen o aclaren”

La anterior disposición consagra dos eventos a saber: el primero, denominado por la


jurisprudencia constitucional como estabilidad laboral positiva, en el sentido de que la
discapacidad de una persona no puede ser un obstáculo para la vinculación laboral de la persona

12 Ver, entre otras, las sentencias: T-198 del 16 de marzo de 2006, M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T- 677 del 28 de
septiembre de 2009, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
13 Corte Constitucional, sentencia T-125 del 24 de febrero de 2009. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
14 Corte Constitucional, sentencia SU-480 del 25 de septiembre de 1997. M.P. Alejandro Martínez Caballero.
15 Corte Constitucional, sentencia T-003 del 14 de enero de 2010. M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
16 Sentencia T-198 de 2006
17 Sentencia T-075 de 2010.

8
a menos que dicha limitación sea claramente demostrada como incompatible e insuperable en el
cargo que se va a desempeñar; el segundo, el que la jurisprudencia ha llamado estabilidad
laboral negativa, en el entendido de que ninguna persona en situación de discapacidad puede ser
despedida o su contrato laboral terminado por su condición, salvo que medie autorización del
Ministerio de la Protección Social.18
En la sentencia C-531 de 200019, esta Corporación abordó el estudio de una demanda de
inconstitucionalidad contra los incisos primero (parcial) y segundo del artículo 26 de la Ley 361
de 1997 referido anteriormente, y con respecto a la estabilidad laboral reforzada concluyó que:
(i) la Constitución Política contempla una protección reforzada a ciertas personas que pertenecen
a grupos históricamente marginados o excluidos de la sociedad para hacer efectivo el postulado
de lograr una igualdad real y efectiva (artículo 13), y asegurarle a esta población el ejercicio
pleno de sus derechos fundamentales; (ii) el despliegue de acciones afirmativas para lograr dicho
cometido constitucional como también el de propender por la vigencia de un orden justo,
adquiere relevancia en el campo laboral; (iii) a través del derecho al trabajo, en particular
tratándose de la población en situación de discapacidad, se asegura el contenido y ejercicio de
otros derechos fundamentales como la autonomía, la dignidad humana y la igualdad; (iv) por lo
anterior, cuando el trabajador se encuentre en alguna circunstancia de discapacidad, nace para él
una estabilidad en el empleo mientras pueda desarrollar la labor asignada o cualquier otra de
acuerdo con la discapacidad que tenga y además, no se presente una causa justificativa para la
terminación del contrato laboral.
Ahora bien, en relación con el alcance del derecho fundamental a la estabilidad laboral reforzada
para las personas en situación de discapacidad, esta Corporación fijó las siguientes subreglas:
“(…) (i) en principio no existe un derecho fundamental a la estabilidad laboral; sin embargo,
(ii) frente a ciertas personas se presenta una estabilidad laboral reforzada en virtud de su
especial condición física o laboral. No obstante, (iii) si se ha presentado una desvinculación
laboral de una persona que reúna las calidades de especial protección la tutela no prosperará
por la simple presencia de esta característica, sino que (iv) será necesario probar la conexidad
entre la condición de debilidad manifiesta y la desvinculación laboral, constitutiva de un acto
discriminatorio y un abuso del derecho. Por último, (v) la tutela sí puede ser mecanismo para
el reintegro laboral de las personas que por su estado de salud ameriten la protección laboral
reforzada, no olvidando que de presentarse una justa causa podrán desvincularse, con el
respeto del debido proceso correspondiente”20
Despido Sin Justa Causa contra Persona en Condición de discapacidad y su no eficacia
jurídica que surgen al no adelantar el debido proceso ante el Ministerio del Trabajo según
la Corte Constitucional.
● La jurisprudencia ha dicho que la estabilidad laboral reforzada ha de ser entendida como
una garantía en la cual la legislación nacional reconoce al individuo protegido “i) el
derecho a conservar el empleo; (ii) a no ser despedido en razón de la situación de
vulnerabilidad; (iii) a permanecer en el empleo hasta que se requiera y siempre que no se
configure una causal objetiva que conlleve la desvinculación del mismo y; (iv) a que la
autoridad laboral competente autorice el despido, con la previa verificación de la

18 Corte Constitucional, sentencia T-198 del 16 de marzo de 2006. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
19 M.P. Alvaro Tafur Galvis
20 Corte Constitucional, sentencia T-519 del 26 de junio de 2003. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.

9
estructuración de la causal objetiva, no relacionada con la situación de vulnerabilidad
del trabajador, que se aduce para dar por terminado el contrato laboral, so pena que,
de no establecerse, el despido sea declarado ineficaz.21”22. (Negrilla y Subrayado fuera
del texto)

● Es un hecho, que la empresa aquí accionada, NO ADELANTÓ EL DEBIDO


PROCESO, el cual preceptúa que se debe solicitar autorización al MINISTERIO DEL
TRABAJO para poder finalizar relación laboral con una persona disminuida físicamente
tal y como me encontraba en el momento de su finalización de relación laboral de acuerdo
con las afectaciones físicas diagnosticadas en el desarrollo de mi vínculo laboral,
condición que conoció irrefutablemente la aquí accionada. Debido proceso que se
debe adelantar sin importar si mi condición de debilidad manifiesta surgida por su
disminución física es permanente o transitoria que padezco.
● La Corte Constitucional, se pronunció en la sentencia C-531 de 2000 definiendo
que “bajo el entendido de que el despido del trabajador de su empleo o
terminación del contrato de trabajo por razón de su limitación, sin la autorización
de la oficina de Trabajo, no produce efectos jurídicos y sólo es eficaz en la
medida en que se obtenga la respectiva autorización. En caso de que el
empleador contravenga esa disposición, deberá asumir además de la ineficacia
jurídica de la actuación, el pago de la respectiva indemnización
sancionatoria.”23.

Al momento de la finalización de mi relación laboral me encontraba en estado de vulnerabilidad


por las afectaciones físicas que me aquejan y que configuraban una estabilidad laboral reforzada
a mi favor:
● La Corte Constitucional ha definido la vital importancia de cumplir el debido
proceso ante el Ministerio del Trabajo por parte del empleador como mecanismo
de prevención ante posibles vulneraciones a derechos fundamentales del
trabajador en condición de debilidad manifiesta:
“El empleador puede despedir a un trabajador en situación de discapacidad
pero observando un debido proceso, esto es, debe acudir a la autoridad
competente para que verifique la causal objetiva que dará lugar al despido o
terminación del contrato, pues en caso contrario la garantía de la estabilidad
laboral reforzada quedaría sin contenido. Lo anterior, busca evitar conductas
reprochables como aquella que pretende encubrir actos discriminatorios a
través de argumentos que prima facie se encuentran ajustados a derecho. La
consecuencia jurídica y constitucional de la inobservancia de dicho permiso
ante el Ministerio de la Protección Social, da lugar a presumir que el despido
o la terminación del contrato tuvo como origen la situación de discapacidad
del trabajador.” Sentencia T-777/11. (NEGRILLAS Y SUBRAYADO
FUERA DEL TEXTO)

21 Ver Sentencias T-337 de 2009 y T-791 de 2009.


22Sentencia T-118 de 2010
23 Sentencia C-531 de 2000.

10
Sentencia T-559 de 2010
“3. Procedencia excepcional de la acción de tutela contra particulares para solicitar el
reintegro.24 Reiteración de jurisprudencia.
El Decreto 2591 de 1991, que desarrolla el contenido del artículo 86 Superior, estableció cuáles
son las causales de procedencia de la acción de tutela en contra acciones u omisiones de
particulares25.
Lo anterior, denota que para que sea viable interponer una acción de tutela contra particulares, se
debe tener muy clara la situación de indefensión de la parte accionante en la que ha sido puesta,
máxime cuando tal entorno la hace incapaz de repeler física o jurídicamente las agresiones de las

24 Confróntese al respecto la Sentencia T-009 de 1992, T-013 de 1992, T-015 de 1992, T-412 de 1992,
T-418 de 1992, T-450 de 1992, T-488 de 1992, T-492 de 1992, T-493 de 1992, T-547 de 1992, T-593 de
1992, T-604 de 1992, T-605 de 1992, T-609 de 1992, T-110 de 1993, T-130 de 1993, T-161 de 1993, T-
179 de 1993, T-251 de 1993, T-303 de 1993, T-304 de 1993, T-365 de 1993, T-507 de 1993, T-003 de
1994, T-028 de 1994, T-082 de 1994, T-126ª de 1994, C-134 de 1994, T-162 de 1994, T-296 de 1994, T-
534 de 1994, T-003 de 1995, T-024 de 1995, T-139 de 1995, T-226 de 1995, T-261 de 1995, S.V. T-333
de 1995, T-172 de 1997, T-202 de 1997, T-433 de 1998, T-277 de 1999, T-418 de 1999, T-524 de 2000,
T-745 de 2002, T-482 de 2004, T-649 de 2009, entre otras.
25 Artículo 42: “Procedencia. La acción de tutela procederá contra acciones u omisiones de particulares en los
siguientes casos:

1. Cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud esté encargado de la prestación del servicio público de
educación.

2. Cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud esté encargado de la prestación del servicio público de
salud.

3. Cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud esté encargado de la prestación de servicios públicos
domiciliarios.

4. Cuando la solicitud fuere dirigida contra una organización privada, contra quien la controla efectivamente o fuere
el beneficiario real de la situación que motivó la acción, siempre y cuando el solicitante tenga una relación de
subordinación o indefensión con tal organización.

5. Cuando aquél contra quien se hubiere hecho la solicitud viole o amenace violar el artículo 17 de la Constitución.

6. Cuando la entidad privada sea aquella contra quien se hubiere hecho la solicitud en ejercicio del habeas data, de
conformidad con lo establecido en el artículo 15 de la Constitución.

7. Cuando se solicite rectificación de informaciones inexactas o erróneas. En este caso se deberá anexar la
trascripción de la información o la copia de la publicación y de la rectificación solicitada que no fue publicada en
condiciones que aseguren la eficacia de la misma.

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cuales viene siendo objeto por parte de un particular poniendo en peligro sus derechos
fundamentales. En otras palabras, tal circunstancia se materializaba en el evento en que no se
tenga posibilidades jurídicas ni fácticas para reaccionar defendiendo sus intereses. Sin embargo,
en cada caso, el juez deberá realizar un análisis relacional con la finalidad de determinar el estado
de indefensión en el que se encuentra la persona.26
Adicionalmente, esta Corporación ha establecido que para que opere la procedibilidad, se deberán
tener en cuenta aspectos relevantes tales como la ausencia de otros mecanismos judiciales
idóneos para la protección de los derechos, la presencia de un perjuicio irremediable o la
vulneración de un derecho fundamental a un sujeto de especial protección constitucional.

8. Cuando el particular actúe o deba actuar en ejercicio de funciones públicas, en cuyo caso se aplicará el mismo
régimen que a las autoridades públicas.

9. Cuando la solicitud sea para tutelar quien se encuentre en situación de subordinación o indefensión respecto del
particular contra el cual se interpuso la acción. Se presume la indefensión del menor que solicite la tutela.”

26 Confróntese la Sentencia T-1040 de 2006: “ En sentencia T-277 de 1999, la Corte estableció como
parámetro general, que el juez constitucional es quien debe darle contenido al vocablo “indefensión”, para
determinar la procedencia de la acción de tutela en cada caso concreto. Sobre el particular señaló: “3.4.
El estado de indefensión, para efectos de la procedencia de la acción de tutela, debe ser analizado por el
juez constitucional atendiendo las circunstancias propias del caso sometido a estudio. No existe definición
ni circunstancia única que permita delimitar el contenido de este concepto, pues, como lo ha reconocido
la jurisprudencia, éste puede consistir, entre otros en: i) la falta, ausencia o ineficacia de medios de
defensa de carácter legal, material o físico, que le permitan al particular que instaura la acción,
contrarrestar los ataques o agravios que, contra sus derechos constitucionales fundamentales, sean
inferidos por el particular contra el cual se impetra la acción -sentencias T-573 de 1992; 190 de 1994 y
498 de 1994, entre otras-. ii) la imposibilidad del particular de satisfacer una necesidad básica o vital, por
la forma irracional, irrazonable y desproporcionada como otro particular activa o pasivamente ejerce una
posición o un derecho del que es titular -sentencias T-605 de 1992; T-036; T-379 de 1995; T-375 de 1996
y T-801 de 1998, entre otras- iii) la existencia de un vínculo afectivo, moral, social o contractual, que
facilite la ejecución de acciones u omisiones que resulten lesivas de derechos fundamentales de una de
las partes v.gr. la relación entre padres e hijos, entre cónyuges, entre coopropietarios, entre socios, etc. -
sentencias 174 de 1994; T-529 de 1992; T-; T-233 de 1994, T-351 de 1997. iv) El uso de medios o
recursos que buscan, a través de la presión social que puede causar su utilización, el que un particular
haga o deje de hacer algo en favor de otro. v.gr. la publicación de la condición de deudor de una persona
por parte de su acreedor en un diario de amplia circulación -sentencia 411 de 1995- la utilización de
personas con determinadas características -chepitos-, para efectuar el cobro de acreencias -sentencia 412
de 1992-; etc.”.

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En tal sentido, es preciso recalcar que siempre que se evidencie un perjuicio irremediable 27, o bien
se afecte a un sujeto de especial protección constitucional, se optará por la procedencia de la
acción tutela.
El artículo 53 de la Constitución, contempla varios principios relativos a la orientación de las
relaciones laborales, dentro de los que se encuentra la estabilidad laboral en el empleo,
materializandose en el ordenamiento como una garantía institucional altamente relevante en el
Estado Social de Derecho, cuyo objetivo fundamental consiste en garantizar la primacía de los
derechos inalienables de la persona.
Tal mandato constitucional, ha sido protegido con mayor énfasis por esta Corporación cuando se
trata de mujeres en estado de embarazo y en los tres meses posteriores al parto, teniendo en
cuenta su especial situación y la protección del menor, ya que de no hacerlo tal omisión se
tornaría constitutiva de una actuación claramente discriminatoria e insostenible a la luz de la
igualdad real.28
Por último, de conformidad con lo previsto en el artículo 86 de la Constitución, procederá la
acción de tutela en el evento en que el afectado no cuente con otro medio de defensa judicial,
salvo que se utilice como mecanismo transitorio para evitar un perjuicio irremediable, razón por
la que en principio la pretensión de obtener el reintegro laboral por esta vía expedita se torna
improcedente por tratarse de un asunto eminentemente legal.
En este sentido cuando la protección recae sobre un derecho como la estabilidad laboral reforzada
de la mujer en estado de embarazo o durante el período de lactancia, la acción de tutela se
constituye en el mecanismo constitucional más idóneo y eficaz; máxime cuando está involucrado
el mínimo vital o se trata de una situación que para la mujer es insostenible y amerita la adopción
de medidas urgentes del juez constitucional.”
Sentencia T-166 de 2011
“Procedibilidad de la acción de tutela. Reiteración
3. En repetidas oportunidades la Corte Constitucional se ha pronunciado sobre la
procedencia de la acción de tutela contra particulares. En virtud del artículo 86 de la Constitución
Política y del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991 se entiende que la acción de tutela procede
27 Sobre la salvedad a que se ha hecho referencia, la Corte en las Sentencias T-1316 de 2001 y T-046 de 2009
sostuvo lo siguiente: “En primer lugar, el perjuicio debe ser inminente o próximo a suceder. Este exige un
considerable grado de certeza y suficientes elementos fácticos que así lo demuestren, tomando en cuenta, además,
la causa del daño. En segundo lugar, el perjuicio ha de ser grave, es decir, que suponga un detrimento sobre un bien
altamente significativo para la persona (moral o material), pero que sea susceptible de determinación jurídica. En
tercer lugar, deben requerirse medidas urgentes para superar el daño, entendidas éstas desde una doble
perspectiva: como una respuesta adecuada frente a la inminencia del perjuicio, y como respuesta que armonice con
las particularidades del caso. Por último, las medidas de protección deben ser impostergables, esto es, que
respondan a criterios de oportunidad y eficiencia a fin de evitar la consumación de un daño antijurídico
irreparable.“En consecuencia, no todo perjuicio puede ser considerado como irremediable, sino solo aquel que por
sus características de inminencia y gravedad, requiera de medidas de protección urgentes e impostergables. Con
todo, esta previsión del artículo 86 de la Carta debe ser analizada en forma sistemática, pues no puede olvidarse
que existen ciertas personas que por sus condiciones particulares, físicas, mentales o económicas, requieren especial
protección del Estado, como ocurre, por ejemplo, en el caso de los niños, las mujeres embarazadas, los
menesterosos o las personas de las tercera edad” .

28 Artículos 13 y 43 de la Constitución Política de Colombia.

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contra particulares en los siguientes casos:

a. Cuando el particular esté encargado de un servicio público29;


b. Cuando se le atribuya al particular una vulneración al derecho fundamental al habeas
data30;
c. Cuando el solicitante se halle en estado de subordinación o indefensión frente al
particular.31
4. De hecho, en los casos de tutela contra particulares, la jurisprudencia ha entendido la
subordinación presente en el tercer caso (literal c. numeral 4. anterior) como “´la condición de
una persona que la hace sujetarse a otra o la hace dependiente de ella y, en esa medida, hace
alusión principalmente a una situación derivada de una relación jurídica 32, como la que se
puede originar, ´en virtud de un contrato de trabajo (…) ´33.”34

En el caso de las relaciones laborales, ha establecido la jurisprudencia que la subordinación que


existe entre empleado y empleador, se mantiene, inclusive, luego de que el contrato de trabajo
haya terminado, cuando aspectos de la relación sitúen al empleado en condiciones de indefensión
y sea necesaria la protección por medio de una acción de tutela.35 Asimismo, ha definido el estado
de indefensión, como aquel presente “cuando las circunstancias de una persona la imposibilitan
para satisfacer una necesidad básica por causa de una decisión o actuación desarrollada por un
particular, en ejercicio de un derecho del que es titular, pero de forma irrazonable, irracional o
desproporcionada”36. Esto implica que el juez constitucional debe analizar cada caso en
concreto, teniendo en cuenta las circunstancias particulares de cada acción.
5. Por otro lado, abundante jurisprudencia de la Corte Constitucional ha reconocido que, en
principio, la acción de tutela no es el mecanismo adecuado para solicitar el reintegro laboral,
precisamente por su carácter subsidiario y no principal37. En efecto, la naturaleza subsidiaria de la
acción de tutela y la naturaleza legal de las relaciones laborales, implican la improcedencia de la
tutela, pues los trabajadores tienen a su disposición acciones judiciales específicas de
competencia de la jurisdicción laboral o de la jurisdicción de lo contencioso administrativo,
dependiendo de la naturaleza del vínculo que se presente.

No obstante, la jurisprudencia de la Corte también ha reconocido que la acción de tutela procede


como mecanismo de protección principal en los casos en los que el accionante se encuentra en
una condición de debilidad manifiesta o sea un sujeto protegido por el derecho a la estabilidad

29 Numerales 1, 2, y 3 del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991.


30 Numerales 6 y 7 del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991.
31 Numerales 4 y 9 del artículo 42 del Decreto 2591 de 1991.
32 Sentencias T-482 de 2004, T-618 de 2006, T-387 de 2006.
33 Véanse las sentencias T-482 de 2004, T-618 de 2006, T-387 de 2006, T-266 de 2006, T-002 de 2006,
T-948 de 2005, entre otras.
34 Sentencia T-118 de 2010.
35 Ibídem. Véanse las sentencia T-1218 de 2005, T-791 de 2003, entre otras.
36 Ibídem. Tomado de la sentencia T-375 de 1996.
37 Véase, Sentencia T-798 de 2005, T-198 de 2006, T-003 de 2010, T-772 de 2010, T-575 de 2010, T-
860 de 2010, T-075 de 2010, entre otras

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laboral reforzada, en los casos de mujeres en estado de embarazo, los trabajadores aforados y las
personas con limitaciones físicas.38
De esta manera, en los casos de personas protegidas por la estabilidad laboral reforzada no existe
un mecanismo preferente y sumario para que opere el restablecimiento de sus derechos como
trabajador. Por lo tanto, la jurisprudencia constitucional “considera [que] la acción de tutela [es]
procedente para ordenar el reintegro al trabajo (…) de los trabajadores con limitaciones físicas,
sensoriales o psíquicas, despedidos sin autorización de la oficina del trabajo así mediare una
indemnización.”39. Esto, con el fin de proteger los derechos fundamentales del actor y evitar que
el trabajador deba adelantar un proceso engorroso que no sea idóneo o eficaz para la protección
de sus derechos fundamentales.
7. Por lo tanto, se entiende que en principio la acción de tutela, dada su naturaleza subsidiaria, no
es el mecanismo adecuado para solicitar el reintegro laboral. Sin embargo, en los casos en los que
el accionante sea titular del derecho a la estabilidad laboral reforzada y sea desvinculado de su
empleo sin autorización de la oficina del trabajo o del juez constitucional, la acción de tutela
pierde su carácter subsidiario y se convierte en el mecanismo de protección principal.
Las garantías constitucionales de la estabilidad laboral reforzada respecto de los sujetos con
limitaciones.
8. El artículo 13 de la Constitución Política, en su inciso tercero, determina que es deber del
Estado proteger a aquellas personas que se encuentren dentro de grupos discriminados o
marginados, o en estado de debilidad manifiesta, ya sea por su condición física o mental. 40
Asimismo, el artículo 47 establece que es deber del Estado, adelantar políticas de previsión,
rehabilitación e integración social para aquellas personas que sufran disminuciones físicas,
sensoriales o psíquicas. Finalmente, el artículo 53 de la Constitución determina que el Estado
debe expedir el Estatuto de Trabajo, que se debe regir por diferentes principios, dentro de los
cuales se encuentra el de la estabilidad laboral. Dicho principio determina que el empleado puede
tener una certeza mínima con respecto al vínculo laboral contraído con su empleador, asegurando
que el contrato de trabajo no se terminará de forma abrupta o sorpresiva dada su condición.41
9. De tal forma, la estabilidad laboral reforzada, en aras de las garantías constitucionales
anteriormente mencionadas, implica que aquellas personas que se encuentren en un estado de
vulnerabilidad manifiesta deben ser protegidas y no pueden ser desvinculadas sin que medie una
autorización especial. No obstante, esto supone que el empleado debe cumplir de forma diligente
todas sus obligaciones y la estabilidad no puede ser entendida como un instrumento para que las
personas que sean despedidas puedan asegurar su reintegro de manera arbitraria; es decir, que no
puede ser vista como un derecho para la conservación del empleo.42
La jurisprudencia ha reconocido el derecho a la estabilidad en casos específicos como el de los
trabajadores aforados, las mujeres embarazadas y las personas con limitaciones físicas. Respecto
de los trabajadores con fuero sindical-entendido éste como una “garantía que gozan algunos

38 Sentencia T-198 de 2006.


39 Sentencia T-661 de 2006.
40 Inciso 3 del artículo 13 de la Constitución Política: “El Estado protegerá especialmente a aquellas
personas que por su condición económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad
manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.”
41 Sentencia T-198 de 2006.
42 Sentencia T-198 de 2006.

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trabajadores de no ser despedidos (…) sin justa causa, previamente calificada por el juez del
trabajo”43- cuando se contraviene la norma, la legislación laboral ha desarrollado la acción de
reintegro laboral para proteger sus derechos y garantías laborales. En esta línea, respecto de las
mujeres en estado de embarazo, la normatividad laboral señala que éstas no pueden ser
despedidas por motivo de su estado de gravidez, y en caso de ser despedidas existe una
presunción en contra del empleador sobre el despido. Así, la norma determina que la empleada
despedida sin autorización tiene derecho a una indemnización y al reintegro laboral44.
Por su parte, el artículo 26 de la Ley 361 de 1991 dispone que una persona que sufra de
limitaciones físicas no puede ser despedida —o al menos su contrato no puede ser terminado—
en razón de su condición, sin que medie la autorización de la Oficina de Trabajo. 45 Al respecto en
numerosos pronunciamientos la Corte Constitucional, “ha protegido la estabilidad laboral a
quienes se les finaliza la relación laboral cuando se encuentran incapacitadas por padecer una
enfermedad de origen común o profesional. Esto por cuanto dicha limitación afecta de manera
continua la actividad normal de la persona, de tal forma que la ubica en una situación de
minusvalía respecto del entorno social, al dificultársele el cumplimiento de las labores o las
actividades cotidianas propias del desarrollo de una sociedad colectiva.”46 (subrayas fuera de
texto)
De hecho, la Corte Constitucional, se pronunció en la sentencia C-531 de 2000 sobre la
constitucionalidad del artículo 26 de la Ley 361 de 1991 y determinó su exequibilidad
condicionada, expresando que la norma se ajustaba a la Constitución “bajo el entendido de que
el despido del trabajador de su empleo o terminación del contrato de trabajo por razón de su
limitación, sin la autorización de la oficina de Trabajo, no produce efectos jurídicos y sólo es
eficaz en la medida en que se obtenga la respectiva autorización. En caso de que el empleador
contravenga esa disposición, deberá asumir además de la ineficacia jurídica de la actuación, el
pago de la respectiva indemnización sancionatoria.”47.
Siguiendo esta línea, en la Sentencia T-860 de 2010 se estudió el caso de un empleado que fue
despedido luego de que se le hubieran diagnosticado lesiones en la columna y en sus manos. En
esta oportunidad, la Corte dijo lo siguiente: “en términos conceptuales, la estabilidad laboral
entraña una doble acepción como principio y derecho al mismo tiempo. Desde su perspectiva
deóntica, supone que el trabajo esté dotado de una vocación de permanencia o continuidad
mientras no varíe el objeto de la relación, sobrevenga una circunstancia que haga nugatorias las
obligaciones reconocidas a los sujetos de la relación o aparezca una justa causa de despido.”.

43 Código Sustantivo del Trabajo, artículo 405.


44 Código Sustantivo del Trabajo, artículo 239 y 241.
45 “ARTÍCULO 26. En ningún caso la limitación de una persona, podrá ser motivo para obstaculizar una
vinculación laboral, a menos que dicha limitación sea claramente demostrada como incompatible e
insuperable en el cargo que se va a desempeñar. Así mismo, ninguna persona limitada podrá ser
despedida o su contrato terminado por razón de su limitación, salvo que medie autorización de la oficina
de Trabajo.
No obstante, quienes fueren despedidos o su contrato terminado por razón de su limitación, sin el
cumplimiento del requisito previsto en el inciso anterior, tendrán derecho a una indemnización
equivalente a ciento ochenta días del salario, sin perjuicio de las demás prestaciones e indemnizaciones a
que hubiere lugar de acuerdo con el Código Sustantivo del Trabajo y demás normas que lo modifiquen,
adicionen, complementen o aclaren.” (subryas fuera del texto)
46 Sentencia T-490 de 2010.
47 Sentencia C-531 de 2000.

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Así, la jurisprudencia ha dicho que la estabilidad laboral reforzada ha de ser entendida como una
garantía en la cual la legislación nacional reconoce al individuo protegido “i) el derecho a
conservar el empleo; (ii) a no ser despedido en razón de la situación de vulnerabilidad; (iii) a
permanecer en el empleo hasta que se requiera y siempre que no se configure una causal
objetiva que conlleve la desvinculación del mismo y; (iv) a que la autoridad laboral competente
autorice el despido, con la previa verificación de la estructuración de la causal objetiva, no
relacionada con la situación de vulnerabilidad del trabajador, que se aduce para dar por
terminado el contrato laboral, so pena que, de no establecerse, el despido sea declarado
ineficaz.48”49.
10. Ahora bien, la Corte ha definido que dicho amparo cobija a las personas que tienen una
disminución física que les dificulta “el desempeño normal de sus funciones, por padecer i)
deficiencia entendida como una pérdida o anormalidad permanente o transitoria, sea
psicológica, fisiológica o anatómica de estructura o función; ii) discapacidad, esto es, cualquier
restricción o impedimento del funcionamiento de una actividad, ocasionados por una deficiencia
en la forma o dentro del ámbito considerado normal para el ser humano; o, iii) minusvalidez,
que constituye una desventaja humana, al limitar o impedir el cumplimiento de una función que
es normal para la persona, acorde con la edad, sexo o factores sociales o culturales.50”51.
Al respecto, la sentencia C-531 de 2000 estableció que, “Cuando la parte trabajadora de dicha
relación está conformada por un discapacitado, uno de ellos adquiere principal prevalencia,
como es el principio a la estabilidad en el empleo, es decir a permanecer en él y de gozar cierta
seguridad en la continuidad del vínculo laboral contraído, mientras no exista una causal
justificada del despido, como consecuencia de la protección especial laboral de la cual se viene
hablando con respecto a este grupo de personas.” .
En ese mismo fallo se estableció la importancia de diferenciar el concepto de discapacidad del de
invalidez, pues “[e]n efecto, podría afirmarse que la discapacidad es el género, mientras que la
invalidez es la especie, y en consecuencia no siempre que existe discapacidad necesariamente
nos encontramos frente a una persona invalida (sic). La invalidez sería el producto de una
discapacidad severa.”52 .
11. Por consiguiente, con respecto a la aplicación de la naturaleza de la estabilidad laboral
reforzada, la Corte ha establecido que en los casos de empleados que se encuentren en estado de
vulnerabilidad —como es el caso del empleado con una limitación física que no le permite
desarrollar sus funciones laborales o cuando se encuentra incapacitado— sobre el empleador
recae una “presunción de despido sin justa causa”. Esto implica que se invierte la carga de la
prueba y por tanto, el empleador debe demostrar que existen causales objetivas y razonables para
que el vínculo laboral se haya quebrantado. En consecuencia, el empleador debe demostrar que el
motivo del despido no fue la limitación física del empleado53.
OPORTUNIDAD DE LA IMPUGNACIÓN

48 Ver Sentencias T-337 de 2009 y T-791 de 2009.


49Sentencia T-118 de 2010
50 Cfr. T-198/06, previamente citada.
51 Sentencia T-075 de 2010.
52 Sentencia T-198 de 2006
53 Sentencia T-860 de 2010.

17
Se impugna mediante el siguiente escrito la providencia de primera instancia fallada en la fecha
del 06 de noviembre de 2019 y notificado personalmente el 07 de noviembre de 2019.

NOTIFICACIONES
Recibiré notificaciones en la dirección: Carrera 34 No. 24A-39, celular: 3143144873 y correo
electrónico: garzonferroabogado@gmail.com

Del señor Juez;

JUAN DIEGO GARZÓN FERRO


C.C. No. 1.121.892.285
T.P. No. 281.543 del C.S. de la J.

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