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Cita bíblica: 1ª. Samuel 2:30 “Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que
tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho
Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me
desprecian serán tenidos en poco”.
Tal vez ya has oído que Dios es una persona, es la persona más rica y poderosa que
existe. Suyo es el oro y la plata, el mundo y los que en él habitan, si necesitara algo, no
te lo pediría a ti. ¡Él es Rey Grande! Lo primero que necesitas recordar e que Dios vino a
darte vida en abundancia, así dice la Biblia, en Juan 10:10 “ El ladrón sólo viene para
robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para la tengan en
abundacia”. Así es nuestro Padre, como personas tiene pensamientos y también
sentimientos, o sea que a veces se enoja, se alegra, se duele, etc. Dios también actúa
con poder. Miremos un ejemplo: Piensa en la casa donde estás reunido en el grupo.
Mira alredor, tal vez hay sillas, una ventana, cortina, posiblemente adentro hay camas,
chamarras, es fácil y barato. Igualmente una silla, una tela, ¿has intentado hacer un
vestido? No es nada fácil, pero romperlo es muy fácil. Destruír es muy fácil y barato (el
diablo vino a robar, matar y destruír, y anda como león rugiente viendo a quien devora).
Entonces, si destruir es tan fácil, ¿por qué no estás destruido el mundo? Solamente
porque hay un poder mayor: Jehová de los Ejercitos.
Dios manda que diezmes, ofrendes y des primicias para que Él abra las ventanas de los
cielos y derrame bendiciones sobre ti. Él no quebranta Su Palabra, si amas a Dios, dar y
obedecer su Palabra te será motivo de gran alegría. Además es un enorme privilegio ser
su siervo.