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DERECHO CONSTITUCIONAL

Sub-eje temático 1: TEORIA CONSTITUCIONAL Y FEDERALISMO


1.1 PODER CONSTITUYENTE
Concepto:
Bidart Campos afirma que es “la capacidad o energía para constituir o dar constitución
al estado, es decir para organizarlo, para establecer su estructura jurídico política”
Para el profesor Néstor Pedro Sagüés expone que la expresión poder constituyente
alude tanto privada la facultad o aptitud para establecer una Constitución (poder-
función) como al órgano que ejerce esa facultad (poder-persona).
Clasificación
Podemos clasificarlo en:
• Originario: cuando se ejerce en la etapa fundacional del estado, para darle
nacimiento y estructura.
Bidart Campos introduce una nueva clasificación dentro del concepto de poder
constituyente originario, “poder constituyente originario abierto o cerrado”. Es
“abierto cuando se ejercita a lo largo del tiempo (ejemplo de comienzo de 1810
hasta 1860). Es “cerrado” cuando en un solo acto constituyente se ejercita el
poder constituyente originario.
• Titular: Tiene como titular al pueblo o la comunidad porque es la
colectividad toda la que debe proveer a su organización política y jurídica
en el momento de crearse el estado.
• Límites: El poder constituyente originario ejercido en 1853 fue ilimitado
(en sentido de derecho positivo), porque no estuvo condicionado por
ninguna instancia positiva superior o más alta. Pero tuvo en cuenta:
• los límites suprapositivos del valor justicia (o derecho natural);
• los pactos preexistentes;
• la realidad social de nuestro medio.
Incluir a los pactos preexistentes, tal como lo veníamos haciendo y como
lo mantenemos (sabiendo que el propio preámbulo afirma que la
constitución se dicta “en cumplimiento” de ellos), significa dar razón de
que hay límites colaterales también en el poder constituyente originario.
Los pactos preexistentes tuvieron ese carácter. No fueron una instancia
superior o más alta, pero condicionaron colateralmente al poder
constituyente originario.
• derivado: cuando se ejerce para reformar la constitución vigente. Es el que
permite reformar o enmendar la constitución;
• Titular: el pueblo
• Límites: El poder constituyente derivado, en cambio, es limitado. Tiene
límites de derecho positivo: unos en cuanto a procedimiento, otros en
cuanto a la materia.
Los límites al poder constituyente derivado están dirigidos:
• Al congreso —en la etapa de iniciativa o declaración de la
necesidad de la reforma—;
• a la convención —en la etapa de revisión—,
• a ambos; así el quórum de votos para declarar la necesidad de la
reforma limita al congreso; el temario de puntos que el congreso
declara necesitados de reforma limita a la convención; los
contenidos pétreos limitan tanto al congreso como a la
convención.
La existencia de límites conduce a sostener que cuando una reforma se
lleva a cabo sin respetarlos la enmienda constitucional es inválida o
inconstitucional.
• también hemos de dejar establecido que los tratados
internacionales incorporados a nuestro derecho interno, muchos de
los cuales tienen jerarquía constitucional, imponen un límite
heterónomo, externo y colateral al poder constituyente derivado,
por manera que si al reformarse la constitución se incorpora a ella
algún contenido violatorio de un tratado preexistente, ese
contenido que es producto de la reforma debe calificarse como
inconstitucional.
• Contenidos pétreos: El art. 30 dice que la constitución puede
reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. Una mera
interpretación gramatical nos llevaría a decir que “toda” la
constitución y “todas” sus normas son susceptibles de reforma, y
que nada le queda sustraído. Si así fuera, ¿negaríamos los
contenidos pétreos? Pero no es así. Que la constitución se puede
reformar en el “todo” o en “cualquiera de sus partes” significa que
“cuantitativamente” se la puede revisar en forma integral y total.
Pero “cualitativamente” no, porque hay “algunos” contenidos o
partes que, si bien pueden reformarse, no pueden alterarse,
suprimirse o destruirse. Precisamente, son los contenidos pétreos.
En nuestra constitución, los contenidos pétreos no impiden su
reforma, sino su abolición. Ellos son:
• la forma de estado democrático;
• la forma de estado federal;
• la forma republicana de gobierno;
• la confesionalidad del estado.
REFORMA CONSTITUCIONAL
El poder constituyente derivado encuentra su norma de base en el art. 30 de la
constitución.
El art. 30 consagra la rigidez, tanto por el procedimiento de reforma como por el órgano
especial que habilita para realizarla.
Artículo 30.- La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus
partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de
dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará sino por una
Convención convocada al efecto.
Etapas:
Existen en la doctrina y en el derecho comparado diversas etapas para su ejercicio.
Fundamentalmente son tres:
• la etapa de iniciativa o de declaración, en la que se establece que es necesario
proceder a la reforma y se la impulsa;
• la etapa de revisión propiamente dicha (o constitutiva), en la que la reforma se
lleva a cabo;
• la etapa ratificatoria (o de eficacia), en la que se confiere eficacia a la reforma
realizada, para que tenga vigencia normológica.
Nuestra constitución sólo regula dos etapas: la de iniciativa, y la de revisión; no hay
etapa ratificatoria.
Etapa de iniciativa
La de iniciativa está a cargo del congreso, al que el art. 30 le encomienda declarar la
necesidad de la reforma.
• No dice la norma cómo debe trabajar el congreso, ni qué forma debe revestir el
acto declarativo; sólo fija un quórum de votos.
El acto declarativo tiene, entonces, forma de ley. ¿Está bien?
Creemos que no; en primer lugar, ese acto tiene esencia o naturaleza política, y
hasta preconstituyente; no es un acto de contenido legislativo y, por ende, no
debe tomar la forma de la ley; en segundo lugar, evitando la forma de ley, se
deja bien en claro que el acto no es susceptible de veto presidencial.
• El acto declarativo requiere por la norma escrita del art. 30 un quórum especial.
El art. 30 exige dos tercios de votos de los miembros del congreso. ¿Sobre qué
total de miembros se toma ese quórum: del total “completo” de miembros, del
total de miembros “en ejercicio”, o del total de miembros “presentes”? Nos
parece que del total de miembros en cada cámara por separado
• El congreso puede fijar plazo a la convención. Es optativo, y a veces se ha
establecido, y otras veces no.
• La convención no queda obligada a introducir reformas en los puntos señalados,
pero no puede efectuarlas fuera de ellos.

Etapa revisión
Esta ya no pertenece al congreso, ni siquiera con procedimiento agravado.
La constitución la remite a un órgano ad-hoc o especial, que es la convención
reformadora. No tenemos reparo en llamarla convención “constituyente”, desde que
ejerce poder “constituyente” derivado.

• El art. 30 tampoco dice cómo se compone tal convención, ni de dónde surge. El


derecho espontáneo determina que el cuerpo electoral es convocado para elegir
convencionales constituyentes.
• Si al declarar la necesidad de la reforma el congreso estableciera un plazo para
que la convención sesionara, el vencimiento del mismo provocaría
automáticamente la disolución de la convención
El plazo significa, asimismo, que las reformas efectuadas después de vencido,
son inválidas o inconstitucionales.
• La convención tiene límites:
• en primer lugar, los contenidos pétreos;
• en segundo lugar, el temario fijado por el congreso al declarar la
necesidad de la reforma; no está obligada a introducir reformas, pero sólo
puede llevarlas a cabo dentro del temario señalado;
• en tercer lugar, el plazo, si es que el congreso se lo ha fijado.
Ha de tenerse presente que también hay un límite heterónomo proveniente
de los tratados internacionales preexistentes incorporados al derecho
argentino.

Principales reformas
• 1860: se incorpora Buenos Aires.
Bidat Campos considera que el poder constituyente originario fue un poder
constituyente abierto. O sea, que su ejercicio no quedó agotado en 1853, sino
que abarcó un ciclo que se cerró en 1860. Decimos esto porque en 1860 se lleva
a cabo lo que se llama la “reforma de 1860”, con el objeto de que Buenos Aires
ingrese a la federación. El Pacto de San José de Flores da base a dicha reforma
y a la incorporación de Buenos Aires, que como provincia disidente no había
concurrido al acto constituyente de 1853.
• 1866: debido al marcado aumento de los gastos nacionales generados por la
Guerra de la Triple Alianza, se reformó la Constitución en el sentido de
garantizar que los impuestos de importación y de exportación fueran
exclusivamente de propiedad del Estado Nacional.
• 1898:
• Cambio de la base de elección de diputados. El artículo se reformó para
que indicara que se elegiría un diputado cada 33.000 habitantes, y que el
Congreso pudiera elevar la base de elección de diputados para poder
mantener su número en una cantidad razonable
• Aumento de los ministerios.
• 1949: La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas
funciones del Estado, siguiendo los lineamientos del constitucionalismo social,
fueron los argumentos básicos que motivaron esta reforma. Fue promovida por
el gobierno de Juan Domingo Perón. La modificación incorporó en sus artículos
los derechos de segunda generación (laborales y sociales), reconoció la
igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social de la
propiedad, estableció la autonomía universitaria, los derechos de la niñez y la
ancianidad, el hábeas corpus, facultades de intervención de Estado en la
economía, entre otras normas. También posibilitó que el presidente pudiera ser
reelegido indefinidamente, y dispuso su elección y la de los diputados y
senadores por voto directo.
Estuvo en vigor hasta su supresión por proclama de la Revolución Libertadora
en 1956 fue objeto, desde gestada con la ley declarativa de la necesidad de
reforma, de múltiples objeciones de inconstitucionalidad
• 1957: En 1957 la dictadura encabezada por el general Aramburu declaró por
decreto 3838 la necesidad de reformar la Constitución y convocó a elecciones
de convencionales constituyentes para convalidar la derogación de las reformas
de 1949 y realizar, eventualmente, nuevas reformas constitucionales. La
Asamblea Constituyente se limitó a convalidar la decisión del gobierno militar e
inmediatamente después los convencionales comenzaron a retirarse sin tratar
las reformas preparadas por las comisiones. Mientras los representantes se
retiraban, una parte logró sancionar el artículo 14 bis, referido a algunos
derechos del trabajo. Luego de ello ya no fue posible lograr una nueva sesión
con quórum.
• 1994: Con base en los pactos que el justicialismo y el radicalismo convinieron en
noviembre y diciembre de 1993 para encauzar la reforma de la constitución, la
ley declarativa de su necesidad nº 24.309 presentó una novedad sorprendente,
cual fue el llamado núcleo de coincidencias básicas.
El conjunto de trece temas o puntos allí reunidos tuvo carácter indivisible y
hermético.
Se prohibió introducir reformas en los 35 primeros artículos de la constitución.
Por otro, el art. 5º de la ley 24.309 dispuso que el núcleo de trece puntos debía
votarse sin división posible y en bloque, todo por “sí” o por “no”. Por eso se lo
denominó la cláusula “cerrojo.
LEY 24.309

DECLARACIÓN DE LA NECESIDAD DE REFORMA DE LA CONSTITUCION

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en congreso,

etc., sancionan con fuerza de ley.

Art. 1º. — Declárase necesaria la reforma parcial de la Constitución Nacional de 1853 con las reformas
de 1860, 1866, 1898 y 1957.

Art. 2º. — La Convención Constituyente podrá:

a) Modificar los siguientes artículos: 45, 46, 48, 55, 67 (inciso 27), 68, 69, 70, 71, 72, 76, 77, 78, 80, 81,
82, 83, 84, 85, 86 (incisos 1, 3, 5, 10, 13, 20), 87 y 99.

b) Reformar el Capítulo IV, Sección II, Parte Segunda de la Constitución Nacional.

c) Incorporar dos nuevos incisos al artículo 67, un nuevo inciso al artículo 86, un nuevo artículo en un
nuevo capítulo de la Sección IV de la Parte Segunda de la Constitución Nacional y un nuevo artículo en
el Capítulo I de la Sección III de la Parte Segunda de la Constitución Nacional.

d) Sancionar las cláusulas transitorias que fueren necesarias.

La finalidad, el sentido y el alcance de la reforma que habilita este artículo 2º se expresa en el contenido
del Núcleo de Coincidencias Básicas que a continuación se detalla:

NÚCLEO DE COINCIDENCIAS BÁSICAS


A. Atenuación del sistema presidencialista.

Se promueve la creación de un jefe de Gabinete de Ministros, nombrado y removido por el Presidente de


la Nación, con responsabilidad política ante el Congreso de la Nación, que podrá también removerlo
mediante un voto de censura…

B. Reducción del mandato de Presidente y Vicepresidente de la Nación a cuatro años

C. Coincidentemente con el principio de libertad de cultos se eliminará el requisito confesional


para ser Presidente de la Nación.

D. Elección directa de tres senadores, dos por la mayoría y uno por la primera minoría, por cada
provincia y por la ciudad de Buenos Aires, y la reducción de los mandatos de quienes resulten
electos….

E. Elección directa por doble vuelta del Presidente y Vicepresidente de la Nación…

F. La elección directa del intendente y la reforma de la ciudad de Buenos Aires…

G. Regulación de la facultad presidencial de dictar reglamentos de necesidad y urgencia y


procedimientos para agilización del trámite de discusión y sanción de las leyes…

H. Consejo de la Magistratura.

I. Designación de los magistrados federales.

J. Remoción de magistrados federales.

K. Control de la administración pública.

L. Establecimiento de mayorías especiales para la sanción de leyes que modifiquen el régimen


electoral y de partidos políticos.

LL. Intervención federal.

TEMAS QUE SON HABILITADOS POR EL CONGRESO NACIONAL PARA SU DEBATE POR LA
CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

A. Fortalecimiento del régimen federal.

B. Autonomía municipal.

C. Posibilidad de incorporación de la iniciativa y de la consulta popular como mecanismos de


democracia semidirecta.

D. Posibilidad de establecer el acuerdo del Senado para la designación de ciertos funcionarios de


organismos de control y del Banco Central, excluida la Auditoría General de la Nación.

E. Actualización de las atribuciones del Congreso y del Poder Ejecutivo Nacional previstas en los
artículos 67 y 86, respectivamente, de la Constitución Nacional.

F. Establecer el Defensor del Pueblo.

G. Ministerio Público como órgano extrapoder.

H. Facultades del Congreso respecto de pedidos de informes, interpelación y comisiones de


investigación.
I. Institutos para la integración y jerarquía de los tratados internacionales.

J. Garantías de la democracia en cuanto a la regulación constitucional de los partidos políticos,


sistema electoral y defensa del orden constitucional.

K. Preservación del medio ambiente.

L. Creación de un Consejo Económico y Social con carácter consultivo.

LL. Adecuación de los textos constitucionales a fin de garantizar la identidad étnica y cultural de
los pueblos indígenas.

M. Defensa de la competencia, del usuario y del consumidor.

N. Consagración expresa del habeas corpus y del amparo.

Ñ. Implementar la posibilidad de unificar la iniciación de todos los mandatos electivos en una


misma fecha.

Art. 4º. — La Convención Constituyente se reunirá con el único objeto de considerar las reformas al texto
constitucional incluidas en el núcleo de coincidencias básicas y los temas que también son habilitados
por el Congreso Nacional para su debate, conforme queda establecido en los artículos 2º y 3º de la
presente ley de declaración.

Art. 5º. — La Convención podrá tratar en sesiones diferentes el contenido de la reforma, pero los temas
indicados en el artículo 2º de esta ley de declaración deberán ser votados conjuntamente, entendiéndose
que la votación afirmativa importará la incorporación constitucional de la totalidad de los mismos, en
tanto que la negativa importará el rechazo en su conjunto de dichas normas y la subsistencia de los
textos constitucionales vigentes.

Art. 6º. — Serán nulas de nulidad absoluta todas las modificaciones, derogaciones y agregados que
realice la Convención Constituyente apartándose de la competencia establecida en los artículos 2º y 3º
de la presente ley de declaración.

Art. 7º. — La Convención Constituyente no podrá introducir modificación alguna a las Declaraciones,
Derechos y Garantías contenidos en el Capítulo Único de la Primera Parte de la Constitución Nacional.

Art. 8º. — El Poder Ejecutivo nacional convocará al pueblo de la Nación dentro de los ciento veinte (120)
días de promulgada la presente ley de declaración para elegir a los convencionales constituyentes que
reformarán la Constitución Nacional.

Art. 9º. — Cada provincia y la Capital Federal elegirá un número de convencionales constituyentes igual
al total de legisladores que envían al

Congreso de la Nación.

Art. 10. — Los convencionales constituyentes serán elegidos en forma directa por el pueblo de la Nación
Argentina y la representación será distribuida mediante el sistema proporcional D‟Hont con arreglo a la
ley general vigente en la materia para la elección de diputados nacionales.

A la elección de convencionales constituyentes se aplicarán las normas del Código Electoral Nacional
(t.o. decreto 2135/83, con las modificaciones introducidas por las leyes 23.247, 23.476 y 24.012); se
autoriza al Poder Ejecutivo, a este solo efecto, a reducir el plazo de exhibición de padrones.

Art. 11. — Para ser convencional constituyente se requiere haber cumplido 25 años, tener cuatro años
de ciudadanía en ejercicio y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia
inmediata en ella, siendo incompatible este cargo únicamente con el de miembro del Poder Judicial de la
Nación y de las provincias.
Art. 12. — La Convención Constituyente se instalará en las ciudades de Santa Fe y Paraná e iniciará su
labor dentro de los sesenta (60) días posteriores a las elecciones generales a las que hace mención el
artículo 8º de esta ley de declaración. Deberá terminar su cometido dentro de los noventa (90) días de su
instalación y no podrá prorrogar su mandato.

Art. 13. — La Convención Constituyente será juez último de la validez de las elecciones, derechos y
títulos de sus miembros y se regirá por el reglamento interno de la Cámara de Diputados de la Nación,
sin perjuicio de la facultad de la Convención Constituyente de modificarlo a fin de agilizar su
funcionamiento.

Art. 14. — Los convencionales constituyentes gozarán de todos los derechos, prerrogativas e
inmunidades, inherentes a los Diputados de la Nación, y tendrá una compensación económica
equivalente.

Art. 15. — La Convención Constituyente tendrá la facultad de realizar la remuneración de los artículos y
compatibilizaciones de denominación de los títulos, de las secciones y de los capítulos de la Constitución
Nacional que resulten después de la reforma.

Art. 16. — Autorizase al Poder Ejecutivo nacional a realizar los gastos necesarios que demande la
ejecución de esta ley de declaración.

También se lo faculta a efectuar las reestructuraciones y modificaciones presupuestarias que resulten


necesarias a este fin.

Art. 17. — Comuníquese al Poder Ejecutivo. — Alberto R. Pierri. — Eduardo Menem. — Juan Estrada. —
Edgardo Piuzzi.

1.2. SUPREMACÍA CONSTITUCIONAL


La supremacía de la constitución tiene dos sentidos.
• En un sentido fáctico, propio de la constitución material, significa que dicha
constitución o derecho constitucional material es el fundamento y la base de
todo el orden jurídico-político de un estado.
• Pero el sentido con que el constitucionalismo utiliza la noción de supremacía
constitucional es otro. Apunta a la noción de que la constitución formal, revestida
de superlegalidad, obliga a que las normas y los actos estatales y privados se
ajusten a ella. Ello envuelve una formulación de deber-ser; todo el orden jurídico-
político del estado debe ser congruente o compatible con la constitución formal
La doctrina de la supremacía exige, para su eficacia, la existencia de un sistema
garantista que apunte a la defensa de la constitución y al control amplio de
constitucionalidad.
En efecto, el principio de la supremacía llega a la conclusión de que las normas y los
actos infractorios de la constitución no valen, o lo que es lo mismo, que son
inconstitucionales o anticonstitucionales. Sin embargo, nos quedaríamos a mitad de
camino si después de arribar a esa conclusión, no estableciéramos un remedio para
defender y restaurar la supremacía constitucional violada.
Por eso, la doctrina de la supremacía pasa de inmediato a forjar el control o la revisión
constitucionales
El leading case “Marbury c/Madison”, del año 1803, ha sido el antecedente inmediato
en Estados Unidos de la doctrina de la supremacía y del control constitucionales, y con
su ejemplaridad suscitó seguimiento o imitación dentro y fuera de los Estados Unidos.
De allí se trasplantó a nuestro derecho
Recepción en la constitución argentina de la suprema constitucional. Orden
jerárquico y los tratados. Bloque de constitucionalidad
Dada la estructura federal de nuestro estado, la supremacía constitucional reviste un
doble alcance:
• la constitución prevalece sobre todo el orden jurídico-político del estado;
• la constitución, en cuanto federal, prevalece también sobre todo el derecho
provincial (y dentro de esta segunda supremacía, prevalece juntamente con la
constitución federal todo el derecho federal —leyes, tratados, etc.—); esto se
verifica leyendo los arts. 5º y 31.
El principio de supremacía se completa con los principios del art. 27 (para los tratados
que sólo tienen prelación sobre las leyes), del art. 28 (para las leyes), y del art. 99 inc.
2º (para los decretos del poder ejecutivo que reglamentan a las leyes).
Antes de la vigencia de la reforma constitucional de 1994.
• Esta Constitución.
• Las leyes Nacionales, que en su consecuencia se dicten y Los Tratados
con las potencias extranjeras – Negociados y firmados por el P.E.,
aprobados por el Congreso, Ratificados en sede internacional. Artículo 27
• Orden jurídico provincial.
Nuevo esquema de supremacía constitucional después de la reforma de 1994
• Constitución Nacional y Tratados de Derechos Humanos enumerados en el
artículo 75 inciso 22.
Art. 75 inc. 22. “Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con
las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y
concordatos tienen jerarquía superior a las leyes. La Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos Humanos; la
Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del
Delito de Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos
del Niño; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan
artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse
complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos. Sólo podrán ser
denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos
terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados
por el Congreso, requerirán el voto de las dos terceras partes de la totalidad de los
miembros de cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional.”

Por bloque de constitucionalidad puede entenderse, según cada sistema en


cada estado, un conjunto normativo que parte de la constitución, y que añade y
contiene disposiciones, principios y valores que son materialmente
constitucionales fuera del texto de la constitución escrita
Los once instrumentos internacionales sobre derechos humanos de jerarquía
constitucional (más los que la adquieren en el futuro) componen un bloque que
tiene una igual supremacía sobre el derecho infraconstitucional.
Dentro de ese bloque no hay planos superiores ni planos inferiores; o sea,
forman una cabecera en la que todas sus normas se encuentran en idéntico
nivel entre sí.
Actualmente son 14, se aprobaron los siguientes con jerarquía constitucional:
• La convención interamericana sobre desaparición forzada de
personas
• convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra
y lesa humanidad
• la convención sobre los derechos de las personas con
discapacidad

• Todo otro tratado internacional y concordatos con la Santa Sede.


Tratados de Integración:
Art. 75 inc. 24. “Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y
jurisdicción a organizaciones supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad,
y que respeten el orden democrático y los derechos humanos. Las normas dictadas en
su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con
otros Estados, el Congreso de la Nación, con la mayoría absoluta de los miembros
presentes de cada cámara, declarará la conveniencia de la aprobación del tratado y
sólo podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara.”

• Las leyes de la Nación.


• Orden jurídico Provincial

Antes del 94

Constitución Nacional
Tratados y Concordatos
Leyes nacionales
Leyes provinciales
Leyes municipales
Después del 94

Constitución Nacional y tratados de derecho humano


con jerarquía constitucional
Demás Tratados y Concordatos
Leyes nacionales
Tratados firmados por las provincias
Leyes provinciales
Leyes municipales

1.3- CONTROL CONSTITUCIONAL


Clasificación sistemas de control en el derecho comparado
Existen en los países democráticos dos sistemas de control constitucional: el político,
que nace y se desarrolla en la República Francesa, y el jurisdiccional, dentro del cual
han surgido los modelos americano y austriaco
• el control político francés
En el control constitucional por vía y órgano político se encomienda la
salvaguarda de la carta fundamental a un órgano generalmente de carácter
parlamentario, siguiendo fielmente los principios que inspiraron a la revolución
francesa, según los cuales, solamente al Poder Legislativo, como representante
del pueblo, le es dable determinar si sus leyes son contrarias a la Constitución
• control jurisdiccional
En el control de la constitucionalidad que se realiza por vía y órgano
jurisdiccional, encontramos el
• llamado modelo americano, que se caracteriza por ser esencialmente
difuso, debido a que provoca la desaplicación, por parte de las
autoridades judiciales, de los preceptos que sean declarados por la
Suprema Corte como contrarios a los principios contenidos en la carta
fundamental, lo que se traduce en su inobservancia, y la posibilidad de
que por virtud de la aplicación del stare decisis, cualesquiera afectado
por la ley de que se trate, se pueda acoger al criterio de la Corte,
invocando la declaración que dicho alto tribunal hubiese pronunciado
respecto de tal ley, que en tal virtud, no afectaría al interesado, aun y
cuando desde el punto de vista formal, la ley siga siendo vigente. Este
modelo de control constitucional ha tenido una gran influencia en los
sistemas latinoamericanos de justicia constitucional.
• En el otro extremo encontramos al modelo austriaco, que se debe al
jurista Vienes Hans Kelsen, cuya influencia se ha hecho sentir sobre todo
en los países de Europa Continental, y en los últimos tiempos también en
algunos países de Latinoamérica, y que tiene como característica
esencial la de la existencia de un órgano diverso del Poder Judicial (Alta
Corte Constitucional) creado especialmente para conocer de problemas
de constitucionalidad de leyes, realizando una función reparadora, que se
traduce en que cuando las leyes secundarias atentan contra los
principios contenidos en la carta máxima, la declaración de la Corte
Constitucional tiene efectos generales erga omnes, que producen su
exclusión del orden jurídico, estableciéndose así un control concentrado.
• Existen también sistemas de carácter intermedio que se nutren de los
principios de los modelos tanto austriaco como americano.

Los sistemas de control en nuestro derecho constitucional federal


En el derecho constitucional federal de nuestro país, podemos sistematizar el control
de la siguiente manera:
Por el órgano que toma a su cargo el control, los dos sistemas principales son:
• El político, en el que dicho control está a cargo de un órgano político (por
ej.: el Consejo Constitucional en la constitución de Francia de 1958, o el
senado en la de 1852 del mismo país).
• El jurisdiccional, en el que dicho control se moviliza dentro de la
administración de justicia o poder judicial. El sistema jurisdiccional puede,
a su vez, subdividirse en:
• difuso, cuando cualquier órgano jurisdiccional —y todos— pueden
ejercer el control (por ej. en Estados Unidos);
• concentrado, cuando hay un órgano jurisdiccional único y
específico, al que se reserva la competencia exclusiva de ejercer el
control (por ej.: Italia, Uruguay, España, etc.); (a veces, ese órgano
jurisdiccional no forma parte del poder judicial, sino que se
considera un órgano extrapoder, como en Italia);
• mixto, cuando tanto un tribunal constitucional como los jueces
ordinarios invisten competencia, cada cual mediante diversas vías
procesales (por ej.: Perú y Colombia).

• Las vías procesales mediante las cuales puede provocarse el control


constitucional de tipo jurisdiccional son fundamentalmente las siguientes:
• La vía directa, de acción o de demanda, en la cual el proceso se
promueve con el objeto de atacar la presunta inconstitucionalidad de una
norma o un acto.
• La vía indirecta, incidental o de excepción, en la cual la cuestión de
constitucionalidad se articula o introduce en forma incidental dentro de un
proceso cuyo objeto principal no es la posible declaración de
inconstitucionalidad, sino otro distinto.
• La elevación del caso efectuada por el juez que está conociendo de un
proceso, a un órgano especializado y único para que resuelva si la norma
que debe aplicar es o no inconstitucional.
• Interesa también averiguar cuál es el sujeto que está legitimado para provocar
el control. Ese sujeto puede ser:
• El titular de un derecho o un interés legítimo que padece agravio por una
norma o un acto inconstitucionales.
• Cualquier persona (una sola o un número mínimo exigido por el régimen
vigente), en cuyo caso la vía es directa y se llama acción popular.
• El ministerio público.
• Un tercero que no es titular de un derecho o interés legítimo
personalmente afectados, pero que debe de algún modo cumplir la norma
presuntamente inconstitucional, que no lo daña a él pero que daña a otros
relacionados con él (por ej.: el empleador que debe retener del sueldo de
su empleado una cuota destinada como contribución sindical a una
organización gremial, podría impugnar la constitucionalidad de la norma
que lo obliga a actuar como agente de retención, aun cuando el derecho
patrimonial afectado no es el del empleador sino el del empleado).
• El propio juez de la causa que la eleva en consulta al órgano encargado
del control para que resuelva si la norma que ese juez debe aplicar en su
sentencia es o no constitucional.
• El defensor del pueblo u ombudsman.
• Determinados órganos del poder o, de ser éstos colegiados, un
determinado número de sus miembros.
• Las asociaciones cuyo fin atiende a la defensa de derechos o intereses
de personas o grupos.
• los efectos del control pueden agruparse en dos grandes rubros:
• cuando la sentencia declarativa de inconstitucionalidad sólo implica no
aplicar la norma en el caso resuelto, el efecto es limitado, restringido o
“inter-partes” (“entre partes”), dejando subsistente la vigencia normológica
de la norma fuera de ese caso;
• cuando la sentencia invalida la norma declarada inconstitucional más
allá del caso, el efecto es amplio, “erga omnes” (“contra todos”) o “extra-
partes”. Este efecto puede revestir dos modalidades:
• que la norma inconstitucional quede automáticamente derogada;
• que la sentencia irrogue la obligación de derogar la norma
inconstitucional por parte del órgano que la dictó.

Requisitos
• Hace falta una causa judiciable. Debe existir un caso concreto. El control se
ejerce en el marco de un proceso judicial, y se expresa a través del
pronunciamiento de los jueces, que es la sentencia.
• Existencia de un interés legítimo: debe haber un agravio. La ley o el acto
presuntamente inconstitucionales deben causar gravamen al titular actual de un
derecho, es decir, aquél que ostenta un interés personal y directo comprometido
por el daño al derecho subjetivo (Por excepción, el ministerio público puede
provocar el control en causa judiciable. En el proceso de amparo, también el
defensor del pueblo y las asociaciones)
• Planteamiento oportuno
• No procede la declaración de oficio:
El Dr. Bidart Campos considera que el magistrado no puede cerrar los ojos y
aplicar la norma infraconstitucional violatoria de la Constitución y los Tratados de
Derechos Ello equivale a admitir que la fuerza normativa de la Constitución
debería ceder ante la inacción de los litigantes, cuando incumbe al juez
resguardar la supremacía de la Constitución (art., 31 de la C.N. ) y que
tratándose de una cuestión de derecho, corresponde por aplicación del principio
"iura novit curia" declarar la inconstitucionalidad de oficio.- Es significativo
destacar que con la reforma constitucional de 1994, el art., 43 de la C.N. habilita
a los jueces a declarar la inconstitucionalidad de oficio en los amparos, cuando
las partes no han hecho el planteo en el proceso. La regla es que no procede de
oficio, solo en determinados casos se puede realizar de oficio: cuando la
violación de la Constitución sea de tal entidad que justifique la abrogación de la
norma en desmedro de la seguridad jurídica, ya que la declaración de
inconstitucionalidad es un acto de suma gravedad; cuando la repugnancia a la
Constitución sea manifiesta e indubitable, ya que en caso de duda debe estarse
por la constitucionalidad; entre otros
El control de constitucionalidad va encaminado a preservar el principio de
supremacía de la Constitución, manteniendo incólumes sus postulados. Por esta
razón, constituye la tarea más relevante en cabeza del Poder Judicial.

Con el pronunciamiento de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso


“Rodríguez Pereyra”, ha quedado consolidado el criterio inaugurado con “Mill de
Pereyra”, reiterado en “Banco Comercial de Finanzas”, en cuanto al deber de los
magistrados de realizar el control de constitucionalidad de oficio.
No obstante, debe tenerse siempre presente que, ejercido de oficio o a instancia
de parte, el control de constitucionalidad, constituye una función jurídica a
cumplimentar como garantía de los derechos constitucionales, siempre en un
litigio concreto y ante la afectación de un interés particular directo. Jamás puede
ser considerado como control político con función de veto ni exceder de los
límites de la causa.
• El recurso ha de ser fundado y demostrar que la cuestión planteada tienen una
relación directa y congruente con los hechos y el derecho conculcado y no una
relación mediata o indirecta o en base a razonamientos que solo implican
deducciones de las partes.

1.4 LAS FORMAS DE ESTADO:


El estado se compone de cuatro elementos que son: población o elemento humano,
territorio o elemento geográfico, poder y gobierno.
La forma de estado afecta al estado mismo como estructura u organización política. Es
la forma del régimen, que responde al modo de ejercicio del poder, y a la pregunta de
“¿cómo se manda?”. En cambio, la forma de gobierno es la manera de organizar uno
de los elementos del estado: el gobierno. Responde por eso a la pregunta de “¿quién
manda?”. Mientras la forma de gobierno se ocupa de los titulares del poder y de la
organización y relaciones de los mismos, la forma de estado pone necesariamente en
relación a dos elementos del estado: uno de ellos es siempre el poder, y los que entran
en relación con él son la población y el territorio
Según cómo se relacionen entre sí el poder y el territorio en un estado,
tradicionalmente se distingue entre:
• Estado unitario: El Estado es uno en su estructura, en su elemento humano y
en sus límites territoriales. Esta es la forma de estado más simple y la primera
con la que aparece históricamente el Estado Moderno. Es la adoptada por Gran
Bretaña, Uruguay, Paraguay, etc.
• Estado Federal: Está basado en la descentralización territorial del poder, de
forma tal que coexisten en él un Gobierno federal, que detenta y ejerce el poder
sobre todo su territorio y todas las personas que habitan en él, por una parte y
por la otra, una pluralidad de estados miembros (en el caso argentino se
denominan provincias), cada uno de los cuales ejerce poder dentro del
respectivo límite territorial sobre los habitantes de cada uno de ellos.
Carecen de derecho de secesión (no pueden separarse) y nulificación (no
pueden negarse a aplicar las decisiones adoptadas por las autoridades
federales) Esta forma de estado ha sido adoptada por Estados Unidos,
Alemania, Argentina, Brasil, Méjico, entre otros países.
• Confederación: Es una asociación entre Estados soberanos, cada uno de los
cuales es sujeto del orden internacional, que se unen por un pacto o tratado, por
el que se crea un órgano permanente (dieta) a cargo de las competencias
establecidas en el pacto de alianza. Una característica peculiar que diferencia la
Confederación del Estado federal, radica en que aquella carece de poder directo
sobre los habitantes de los Estados confederados, quienes conservan los
derechos de secesión (separarse de la confederación) y nulificación (negarse a
aplicar las decisiones emanadas del órgano de la confederación) .Por ejemplo
Unión Europea.
1.5 FEDERALISMO ARGENTINO
Nuestro estado federal surge con la constitución histórica de 1853. Se llama República
Argentina, y es un estado nuevo u originario.
Sin embargo, histórica y cronológicamente, nuestro federalismo no fue una creación
repentina y meramente racional del poder constituyente, sino todo lo contrario, una
recepción de fuerzas y factores que condicionaron su realidad sociológica.
La constitución argentina de 1853-1860 acoge la forma federal de estado. Ella importa
una relación entre el poder y el territorio, en cuanto el poder se descentraliza
políticamente con base física, geográfica o territorial.
El federalismo es la forma opuesta a la unitaria, que centraliza territorialmente al poder
del estado
Ideológicamente, desde la Revolución de Mayo se perfilaron los dos sectores de
opinión: el unitario y el federal, que en una pincelada muy rápida podemos hacer
coincidir respectivamente, con las minorías, cultas, liberales, porteñistas, centralistas,
monárquicas, etc., y con la masa popular e inorgánica, republicana y federalista. Sin
embargo, la oposición entre Buenos Aires y el interior no permite identificar en una
coincidencia perfecta al unitarismo con la primera y al federalismo con el segundo, bien
que provisoriamente pueda situarse, para la comprensión del proceso, al núcleo
representativo del movimiento unitario en la capital, y al pueblo federal en la campaña.

Relaciones de subordinación, participación y coordinación


La estructura constitucional de nuestra federación presenta los rasgos fundamentales
de todos los estados federales, a saber, las tres relaciones vertebrales:
• La subordinación: La relación de subordinación se expresa en la llamada
supremacía federal.
La relación de subordinación no permite decir que los “gobiernos” provinciales se
subordinan al “gobierno” federal, ni siquiera que las “provincias” se subordinan al
“estado” federal, porque lo que se subordina es el “orden jurídico” provincial al
“orden jurídico” federal. Aquellas formulaciones no son, en rigor, correctas.
A partir de la reforma de 1994 podemos comprender que el principio de
subordinación viene formulado por la interrelación de los arts. 5º, 31, 123, y 75
incisos 22 y 24. A su modo, hay que computar asimismo el art. 128, que
reproduce el texto del viejo art. 110.
• La participación: La relación de participación implica reconocer en alguna
medida la colaboración de las provincias en la formación de decisiones del
gobierno federal. Nuestra constitución la institucionaliza componiendo dentro del
gobierno federal al órgano congreso con una cámara de senadores, cuyos
miembros representan a las provincias. Nuestro bicamarismo responde, pues, a
la forma federal del estado. Cabe también incluir, con un sentido amplio de la
relación de participación, todo lo que el llamado federalismo concertado
presupone en materia de negociación, cooperación, coordinación, y lealtad
federal
• La coordinación: La relación de coordinación delimita las competencias propias
del estado federal y de las provincias. Se trata de distribuir o repartir las
competencias que caen en el área del gobierno federal y de los gobiernos
locales. Para ello, el derecho comparado sigue sistemas diversos:
• todo lo que la constitución federal no atribuye al estado federal, se
considera reservado a los estados miembros;
• inversamente, todo lo que la constitución federal no atribuye a los
estados miembros, se considera reservado al estado federal,
• enumeración de las competencias que incumben al estado federal y a los
estados miembros.
Sistema de distribución de competencias en el federalismo argentino
Nuestra constitución ha escogido el primer sistema. Así lo estipula el art. 121: “las
provincias conservan todo el poder no delegado por esta constitución al gobierno federal, y el
que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación”.

En el reparto de competencias, suele hacerse distinción entre:


• Entre las competencias exclusivas del gobierno federal podemos citar
enunciativamente: intervención federal; declaración del estado de sitio;
relaciones internacionales; dictar los códigos de fondo o de derecho común y las
leyes federales o especiales, etc. En general, y como principio, la casi totalidad
de competencias asignadas a los órganos de gobierno federal por la constitución
pueden considerarse exclusivas del estado federal. Paralelamente a estas
competencias exclusivas, hallamos en los arts. 126 y 127 las que están
prohibidas a las provincias. Debemos dejar aclarado que las competencias
exclusivas del estado federal no requieren estar taxativa ni expresamente
establecidas a su favor en la constitución, porque las hay implícitas. Dentro de
estas competencias implícitas, hay un tipo especialmente contemplado por la
constitución que es el de los llamados “poderes implícitos del congreso”,
reconocidos en el art. 75 inc 32.
• Entre las competencias exclusivas de las provincias, cabe incluir: dictar la
constitución provincial, establecer impuestos directos, dictar sus leyes
procesales, asegurar su régimen municipal y su educación primaria, etc. Esta
masa de competencias se encuentra latente en la reserva del art. 121, y en la
autonomía consagrada por los arts. 122 y 123, con el añadido del nuevo art.
124. Como principio, las competencias exclusivas de las provincias se reputan
prohibidas al estado federal. Las competencias exclusivas de las provincias se
desdoblan en: b’) las no delegadas al gobierno federal; b’’) las expresamente
reservadas por pactos especiales.
• Entre las competencias concurrentes, o sea, las que pertenecen en común al
estado federal y a las provincias, se hallan: los impuestos indirectos internos, y
las que surgen del art. 125 concordado con el 75 inc. 18, más las del art. 41 y el
art. 75 inc. 17
• Hay competencias excepcionales del estado federal, es decir, las que en
principio y habitualmente son provinciales, pero alguna vez y con determinados
recaudos entran en la órbita federal. Así, el establecimiento de impuestos
directos por el congreso, cuando la defensa, seguridad común y bien general lo
exigen, y por tiempo determinado (art. 75 inc. 2º). Hay competencias
excepcionales de las provincias en iguales condiciones. Así, dictar los códigos
de fondo o de derecho común hasta tanto los dicte el congreso (art. 126), y
armar buques de guerra o levantar ejércitos en caso de invasión exterior o de un
peligro tan inminente que no admita dilación, dando luego cuenta al gobierno
federal (art. 126).
• Hay también facultades compartidas por el estado federal y las provincias,
que no deben confundirse con las “concurrentes”, porque las “compartidas”
reclaman para su ejercicio una doble decisión integradora: del estado federal y
de cada provincia participante (una o varias). Por ej.: la fijación de la capital
federal, la creación de nuevas provincias (arts. 3º y 13), etcétera.

Sub eje temático 2: DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTIAS


2.1 Conceptos de: declaraciones, derechos y garantías
• Declaración Son forma generales, es una afirmación, una elección entre
posibles, una toma de postura de la Nación, considerada en sí misa y en su
relación con otros Estados, las provincias, la iglesia, etc., como ejemplo citamos
el artículo 1, 2, 3, entre otros.
• Derechos son atribuciones, facultades, potestades expresamente reservadas
por los hombres para sí al momento de suscribir el pacto constitucional,
destinados a ser ejercido erga omnes Como ejemplo citamos el artículo 14,
14bis, 15, 16,17, entre otros.
• Garantía: es un remedio, un camino o vía procesal en manos de los ciudadanos
para asegurar el pleno ejercicio de los derechos y lograr la reparación de un
derecho constitucional violado, menoscabado, etc. como ejemplo citamos el
artículo 18, 19 43, entre otros.
2.1.1- Los derechos de primera, segunda y tercera generación
• La primera generación incluye los derechos civiles y políticos. Estos derechos
fueron los primeros en ser reconocidos legalmente a finales del siglo XVIII, en la
Independencia de Estados Unidos y en la Revolución Francesa. Se trata de
derechos que tratan de garantizar la libertad de las personas. Su función
principal consiste en limitar la intervención del poder en la vida privada de las
personas, así como garantizar la participación de todos en los asuntos públicos.
Los derechos civiles más importantes son: el derecho a la vida, el derecho a la
libertad ideológica y religiosa, el derecho a la libre expresión o el derecho a la
propiedad. Algunos derechos políticos fundamentales son: el derecho al voto, el
derecho a la huelga, el derecho a asociarse libremente para formar un partido
político o un sindicato, etc.
Derechos del art. 14; Derechos civiles:
• trabajar y ejercer industria;
• navegar;
• comerciar;
• petición;
• libertad ambulatoria;
• libre expresión de ideas por la prensa;
• propiedad;
• asociación;
• libre profesión del culto;
• enseñar y aprender;

• La segunda generación recoge los derechos económicos, sociales y culturales.


Estos derechos fueron incorporados poco a poco en la legislación a finales del
siglo XIX y durante el siglo XX. Tratan de fomentar la igualdad real entre las
personas, ofreciendo a todos las mismas oportunidades para que puedan
desarrollar una vida digna. Su función consiste en promover la acción del
Estado para garantizar el acceso de todos a unas condiciones de vida
adecuadas. Algunos derechos de segunda generación son: el derecho a la
educación, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a una
vivienda digna, etc.
Derechos del art. 14 bis; Derechos sociales:
• protección legal del trabajo;
• condiciones dignas de labor;
• jornada limitada;
• descanso y vacaciones pagados;
• retribución justa;
• salario mínimo, vital y móvil;
• igual remuneración por igual tarea;
• participación en las ganancias de las empresas;
• control de la producción y colaboración en la dirección;
• protección contra el despido arbitrario;
• estabilidad en el empleo público;
• organización sindical libre y democrática;
• concertación de convenios colectivos de trabajo;
• conciliación y arbitraje;
• huelga;
• garantías a los representantes gremiales;
• beneficios de la seguridad social;
• seguro social obligatorio;
• jubilaciones y pensiones móviles;
• protección integral de la familia;
• defensa del bien de familia;
• compensación económica familiar;
• acceso a vivienda digna
• La tercera generación de derechos ha ido incorporándose a las leyes a finales
del siglo XX y comienzos del siglo XXI. Pretenden fomentar la solidaridad entre
los pueblos y las personas de todo el mundo. Su función es la de promover
unas relaciones pacíficas y constructivas que nos permitan afrontar los nuevos
retos a los que se enfrenta la Humanidad. Entre los derechos de tercera
generación podemos destacar los siguientes: el derecho a la paz, el derecho al
desarrollo y el derecho a un medio ambiente limpio que todos podamos
disfrutar.
Derechos del art. 41; Derechos civiles y sociales:
• preservación del ambiente;
• preservación del patrimonio natural y cultural;
• preservación de la diversidad biológica;
• información y educación ambientales;
• no ingreso al territorio de residuos peligrosos y radiactivos.
Derechos del art. 42; Derechos civiles y sociales de consumidores y usuarios:
• protección de salud, seguridad e intereses económicos;
• información adecuada y veraz;
• libre elección;
• condiciones de trato equitativo y digno;
• defensa de la competencia;
• calidad y eficiencia de los servicios;
• asociaciones de consumidores y usuarios.
2.1.2 GARANTIAS
En todo proceso se deben respetar el conjunto de reglas legales y de equidad que
defienden los derechos humanos: Defensa, Juez natural, Prueba y Sentencia fundada,
pero cobran mayor relevancia en el proceso penal, toda vez que está en riesgo la
libertad de la persona.
De esta garantía en general se desprenden en particular aquellos tópicos
especialmente contenidos en el Artículo 18 Ningún habitante de la Nación puede ser
penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso, La necesidad de
juicio previo reafirma la obligatoriedad del Estado de actuar por sus órganos
constitucionales la jurisdicción, regidos además por las leyes de fondo y de forma que
deben ser previas al hecho del proceso.
Se fija también la aplicación irretroactiva de la ley en general, cuyo principio cede frente
a la máxima de la aplicación de la ley más benigna.
• garantías para la condena:
• Principio de inocencia que se mantiene hasta la condena definitiva, lo que
también implica que nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo.
• Prohibición analógica de la ley penal, su interpretación extensiva, en
virtud del principio de legalidad y de reserva penal.
• Mantenimiento de la libertad, salvo que se perjudique los fines del
proceso o se tema que el imputado eludirá el accionar de la justicia.
• Institutos: excarcelación bajo caución juratoria o fianza real, pena de
ejecución condicional y libertad condicional. La sentencia arbitraria se
origina en el incumplimiento del debido proceso y de garantías
procesales.
• Prohibición de la pena de muerte por razones políticas de los tormentos y
azotes Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas
políticas, toda especie de tormento y los azotes. La pena es instrumento
de seguridad y defensa social no de castigo, Las cárceles de la Nación
serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca
a mortificarlos más allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez
que la autorice.
Artículo 8 convención americana sobre derechos humanos (pacto de san José). Garantías judiciales

1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la
sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.

2. Toda persona inculpada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se
establezca legalmente su culpabilidad. Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena
igualdad, a las siguientes garantías mínimas:

a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor o intérprete, si no comprende o
no habla el idioma del juzgado o tribunal;

b) comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada;

c) concesión al inculpado del tiempo y de los medios adecuados para la preparación de su defensa;

d) derecho del inculpado de defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección
y de comunicarse libre y privadamente con su defensor;

e) derecho irrenunciable de ser asistido por un defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no
según la legislación interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro
del plazo establecido por la ley;

f) derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y de obtener la


comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar luz sobre los hechos;

g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable, y

h) derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.

3. La confesión del inculpado solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza.

4. El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos
hechos.

5. El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los intereses de la
justicia.
DECLARACIONES DERECHOS GARANTIAS
“afirmaciones” “facultades o poderes” “remedios”
Ej. Arts. 1,2,3 -1° generación: art 14 Procesales:
• Durante el
-2° generación: art. 14
proceso: primera
bis parte art. 18
• Durante la
- 3° generación: arts. 41,
condena: segunda
42 parte art. 18
Ver art 43:
• 1°parrafo: amparo
individual
• 2°parrafo: amparo
colectivo
• 3° párrafo: habeas
data
• 4° párrafo: habeas
corpus

ES IMPORTANTE QUE SEPAS QUE EXISTEN DISTINTOS TIPOS DE HÁBEAS


CORPUS:
Hábeas corpus clásico Cuando la detención es ilegal porque no hay orden escrita o la
autoridad que lo ordena no es competente para hacerlo.
Hábeas corpus restringido y preventivo Cuando hay amenazas, ataques, limitaciones o
restricciones parciales de la libertad, no total. Estos casos serían, por ejemplo:
hostigamientos, seguimientos o vigilancias de una autoridad pública hacia una persona.
Hábeas corpus correctivo Cuando se agravan las condiciones de detención de una
persona que está en la cárcel, para corregir situaciones que aumenten el sufrimiento
del encierro. Esto aplica tanto a personas condenadas como a quienes están en prisión
preventiva. Puede ser promovido para reparar o para prevenir este tipo de situaciones.
Hábeas corpus colectivo Cuando un grupo de personas atraviesa alguna de las
situaciones anteriores. En general, el planteo común de muchas personas le da más
fuerza al pedido de hábeas corpus.
Sub-eje temático 3: ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL PODER
3.1. Poder Legislativo
Estructura y composición
El congreso es un órgano del poder. Es órgano colegiado, porque se compone de
varios individuos (diputados y senadores), y es órgano complejo porque cada una de
sus cámaras tiene naturaleza de órgano.
Artículo 44- Un Congreso compuesto de dos Cámaras, una de Diputados de la Nación
y otra de Senadores de las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, será investido
del Poder Legislativo de la Nación.
• Senadores:
• Composición: El senado se compone de tres senadores por cada
provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires. En general se ha asignado
al parlamento los siguientes roles.
• Requisitos: edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de la
nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o entrada
equivalente, y ser natural de la provincia que lo elige o con dos años de
residencia inmediata en ella. Así lo establece el art. 55.
• Duración: duran seis años, y son reelegibles indefinidamente (este
adverbio no figura en la cláusula de reelección de los diputados del art.
50). El senador se renueva a razón de una tercera parte de los distritos
electorales cada dos años.
Como el período senatorial que era de nueve años se ha reducido a seis,
y además no se amputó el lapso de desempeño de quienes en 1994
ocupaban su banca de acuerdo al texto anterior a la reforma, la
disposición transitoria cuarta de la constitución reformada

• Diputados:

• Composición: El art. 45 dispone que la cámara de diputados se


compondrá de representantes elegidos directamente por el pueblo de las
provincias, de la ciudad de Buenos Aires, y de la capital en caso de
traslado, que se consideran a este fin como distritos electorales de un
solo estado, y a simple pluralidad de sufragios; el número de
representantes será de uno por cada treinta y tres mil habitantes o
fracción que no baje de dieciséis mil quinientos
• Duración: Los diputados duran cuatro años, y son reelegibles, pero la
cámara se renueva por mitad cada bienio, (a cuyo efecto, los nombrados
para la primera legislatura debían sortear, luego que se reunieran, los que
habrían de salir en el primer período; el primer sorteo tuvo lugar el 13 de
julio de 1855).
• Requisitos Para ser diputado se requiere haber cumplido veinticinco años
de edad, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la
provincia que lo elija o con dos años de residencia inmediata en ella
• Elección: La elección de los diputados se efectúa de modo directo y a
simple pluralidad de sufragios, considerándose a las provincias, a la
ciudad de Buenos Aires y a la capital federal como distritos electorales de
un solo estado
cámara diputados senadores
requisitos • 25 años • 30 años
• 4 años ciudadanía • 6 años de
ejercicio ciudadanía en
• 2 años de ejercicio
residencia • Renta anual
inmediata • 2 años de
provincia o ser residencia
natural de ella inmediata
provincia o ser
natural de ella
duración 4 años y son reelegibles 6 años y son reelegibles
indefinidamente
renovación La mitad cada 2 años La tercer parte cada 2
años
Atribuciones exclusivas Art 52- 53 Art 99 inc. 4- 53

El vicepresidente de la república es el presidente nato del senado. Con respecto al


poder ejecutivo, es un órgano al margen de él —extrapoderes—, pero con respecto al
senado, lo integra a título propio como presidente nato. Sin embargo, sólo dispone de
“voto” en caso de empate (art. 57), lo que no debe interpretarse como impidiéndole
tener “voz”.
Atribuciones
Hay que pasar revista a los 32 incisos del art. 75 para comprenderlo; no vamos a
transcribir los que son pertinentes, pero sí a citarlos. Así, al adjudicar las competencias
congresionales encontramos que:
a) el inc. 2º sobre coparticipación federal impositiva señala las pautas de valor que han
de tomarse en cuenta para la distribución de la recaudación;
b) el inc. 17 contiene derechos de los pueblos indígenas argentinos;
c) el inc. 19 en sus cuatro párrafos suma referencias principistas para el orden
socioeconómico, para el crecimiento y el desarrollo desigualitario, para la educación y
la cultura;
d) el inc. 22 alude a instrumentos internacionales sobre derechos humanos;
e) el inc. 23, a la igualdad real y a los derechos;
f) el inc. 24, cuando prevé los tratados de integración supraestatal, también impone
pautas valorativas.
Debemos tener en cuenta que también hay competencias dispersas; como por ejemplo
art 13.
Facultades privativas
En el funcionamiento de este órgano colegiado la carta magna, respetando la
representación de cada Cámara ha dispuesto facultades privativas de cada una, a
continuación detallamos algunas:
Artículo 52 Diputados acusa en juicio político.
Artículo 59 y 60 Senadores es Cámara de juzgamiento en juicio político. Artículo 99
inciso 4, 7 ,13 y 19 brindar acuerdo a la designación de magistrados y funcionarios.
Artículo 61 declarar en estado de sitio
Privilegios parlamentarios
En protección del funcionamiento del poder la Constitución ha dispuesto.
• privilegios colectivos
• Artículo 64: Cada Cámara es juez de elecciones derechos y títulos.
• Artículo 66: Cada Cámara dicta su reglamento interno.
• Artículo 66: poder disciplinario.
• Artículo 71: informes de los ministros.
• Artículo 101 control sobre el Jefe de Gabinete de ministros. Por medio de
una moción de censura con mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cualquiera de las Cámaras y puede ser removido por el voto
de la mayoría absoluta de los miembros de cada Cámara.
• Artículo 106: pueden los Ministros concurrir a las Cámaras.
• Individuales
• Artículo 68: exención de pena, ningún miembro del Congreso puede ser
acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por las opiniones.
• Artículo 69: exención de arresto
• Artículo 70 exención de proceso.
También se han dispuesto una serie de Incompatibilidades con el fin de garantizar la
independencia y funcionamiento del poder, como los contenidos en los artículos. 72,
73, 105.
Desafuero
El art. 70 contempla el desafuero; la norma habilita un procedimiento de allanamiento
del privilegio, para que el juez pueda plenamente actuar su competencia en el proceso
penal.
Dice el artículo que cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias
contra cualquier senador o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público,
podrá cada cámara con dos tercios de votos, suspender en sus funciones al acusado y
ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento.
No se trata de un privilegio de irresponsabilidad que implique una limitación personal
del alcance de la ley penal, sino de un antejuicio; consiste, pues, en un impedimento
que posterga ciertos actos en el proceso penal común hasta que se hayan producido
otros actos: desafuero, destitución, etc. Y en nuestro régimen ni siquiera dilata la
iniciación del proceso, sino sólo la privación de la libertad o la condena.
Derecho parlamentario
Conjunto de normas que regulan el funcionamiento y organización del Poder Legislativo
de la Nación.
Procedimiento elaboración leyes
• Presentación de proyectos en mesa de entradas de la Cámara de Diputados o
del Senado: La “iniciativa legislativa”, es decir la facultad de presentar proyectos
de ley, corresponde a los diputados, senadores y al presidente de la Nación. La
última reforma constitucional de 1994 incorporó también el derecho de “iniciativa
popular”, que permite a los ciudadanos presentar proyectos de ley ante la
Cámara de Diputados, siempre que cumplan con los requisitos que determina la
ley. Si un proyecto ingresa al Congreso por la Cámara de Diputados, esta se
convierte en la cámara de origen del proyecto y el Senado pasa a ser la cámara
revisora. Cuando un proyecto se presenta en el Senado, este se convierte en
cámara de origen y la Cámara de Diputados, en cámara revisora.
• El proyecto pasa a una o más comisiones de asesoramiento, que emiten un
dictamen. En ocasiones, frente a temas de gran urgencia o relevancia, un
proyecto puede ser tratado “sobre tablas” en el recinto sin que haya pasado
previamente por las comisiones.
• Debate parlamentario en ambas cámaras. Un proyecto de ley aprobado en la
cámara de origen pasa luego a ser discutido en la cámara revisora, que lo puede
aprobar, rechazar o devolver con sus correcciones, según se detalla a
continuación:
• Una vez que la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados sancionan un
proyecto de ley, esta pasa al Poder Ejecutivo. El presidente de la Nación
puede:
• Aprobar y promulgar la ley. Se completa así el proceso legislativo. Esto lo
puede hacer por medio de un decreto o bien “promulgación de hecho”, ya
que si el presidente no se pronuncia pasados diez días hábiles desde que
se le comunicó la norma se promulga automáticamente. En ambos casos,
la ley se publica luego en el Boletín Oficial y entra en vigencia de acuerdo
con los plazos legales.
• Vetar la ley, de forma total o parcial. En caso de veto parcial, puede
promulgar parcialmente la parte no vetada cuando no desvirtúe el espíritu
del proyecto sancionado por el Congreso.
• En caso de que el presidente vete la ley, el proyecto vuelve al Poder
Legislativo, que puede aceptar el veto o insistir en su sanción. Si ambas
cámaras cuentan con dos tercios de los votos para imponer su criterio
inicial, la ley se promulga, aunque el presidente no esté de acuerdo. Si no
lo consiguen, se mantiene el veto del presidente y el proyecto no puede
volver a tratarse en las sesiones de ese año.
CLASES DE MAYORIA
Mayoría absoluta: Para considerar que una decisión está siendo tomada por mayoría
absoluta, se ha de haber votado de manera favorable (o en contra) con un mínimo de la
mitad + 1 de los votos totales de todos los miembros, estén presentes o no.
Mayoría simple: es cuando la mayoría de los votos, de los miembros presentes,
deciden a favor o en contra de una propuesta. Esto es así debido a que el recuento de
los cómputos se hace sólo sobre los miembros presentes de la sesión, a la que asiste
el quórum legalmente necesario, y no sobre la totalidad de los miembros del órgano
(como pasa en la mayoría absoluta)
Mayoría cualificada: La que se atribuye a los casos a los que se les da especial
importancia. Puede ser de 2/3 o de 3/4 de los miembros.

3.2- PODER EJECUTIVO:


El “órgano-institución” que la constitución formal denomina poder ejecutivo se
individualiza en el “presidente de la Nación Argentina”.
Se adopta en nuestro sistema como poder unipersonal, solo lo ejerce el Presidente de
la Nación Artículo 87: El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un
ciudadano con el título de “Presidente de la Nación
El vicepresidente que lo acompaña en la fórmula electoral forma parte del poder
Legislativo como presidente de la Cámara de Senadores.
Lo que decide la toma de posición acerca de la unipersonalidad o colegialidad del
ejecutivo es la interpretación del art. 100, que exige el refrendo y legalización ministerial
de los actos del presidente, por medio de la firma, sin cuyo requisito esos actos
carecen de eficacia.
• Si el presidente necesita del refrendo del jefe de gabinete y/o de uno o más
ministros para cumplir las funciones que le incumben como poder ejecutivo,
parecería que ese poder ejecutivo fuera colegiado. Así lo entendió Matienzo, y
así lo afirma actualmente Marienhoff
• .En la tesis de la unipersonalidad, en cambio, se afirma que el poder ejecutivo es
monocrático, porque está a cargo de un órgano-institución portado por un solo
individuo, que es el presidente de la república. A esta posición nos hemos
sumado, interpretando que el ministerio es un órgano constitucional auxiliar,
pero al margen del ejecutivo, y por ende, también de la trinidad de poderes que
la constitución institucionaliza (extrapoderes)
Requisitos.: Artículo 89.- Para ser elegido Presidente o vicepresidente de la Nación,
se requiere
• haber nacido en el territorio argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo
nacido en país extranjero;
Seguimos sosteniendo que para nuestra constitución, “ciudadanía” y
“nacionalidad” son la misma cosa. El presidente debe ser ciudadano nativo, o
hijo de ciudadano nativo.
Lo que debe quedar en claro es que el hijo de argentino nativo que ha nacido en
el extranjero y que accede a la presidencia, no queda investido por el art. 76 de
la nacionalidad (o ciudadanía) argentina. Es un extranjero a quien la
constitución, sin convertirlo en argentino, le confiere condición para ser
presidente.
Esta clara interpretación personal nos lleva a decir que para el supuesto recién
referido se exime del requisito de tener seis años de ciudadanía, que figura entre
“las calidades exigidas para ser senador” del art. 55, al que remite el art. 89.
• Renta anual de 2000 pesos fuerte:
El requisito de esta renta no parece provenir de un sentido económico, o de
privilegio por riqueza. Creemos, más bien, que el constituyente dio por supuesto,
en 1853, que el requisito de
“idoneidad” derivado de la educación y la cultura se recluía, con criterio realista,
en quienes por su “renta” habían tenido oportunidad de adquirir una formación
satisfactoria. O sea, estableció la renta como signo de que quien la poseía tenía
idoneidad.
De todos modos, la constitución material ha operado, con el cambio de
circunstancias logrado a raíz de la alfabetización y la culturalización, una
mutación por sustracción, por lo que la condición económica de la renta —que
hoy ya no revela idoneidad por sí sola— ha dejado de ser exigible, y en una
próxima reforma debe suprimirse, ya que en la de 1994 no se hizo, y resulta un
requisito anacrónico.
• tener la edad de treinta años,
• ciudadanía 6 años en ejercicio:
La ciudadanía con antigüedad de seis años no se aplica al presidente cuando
éste ha nacido en el país, porque la posee desde su nacimiento. Tampoco rige
para el extranjero que, como hijo de ciudadano nativo, puede ser elegido
conforme al art. 89 que, para tal supuesto, descarta al requisito del art. 55.
Tampoco se aplica el haber nacido en la provincia que lo elige o tener dos años
de residencia inmediata en ella, porque el presidente no es elegido por provincia
alguna.
Por ende, el reenvío que efectúa el art. 89 al art. 55 merece prestarle atención
para excluir lo mucho que del segundo no resulta aplicable para ser elegido
presidente.

Elección Presidente y Vicepresidente.


Es interesante advertir como a los fines de la elección de presidente y vice de manera
indirecta, se pasó a un sistema de elección directa por voto popular y a doble vuelta
electoral. El artículo 94 enuncia el principio general mientras que el artículo 97 y 98 se
explayan sobre las dos únicas excepciones a la realización de la segunda vuelta
Artículo 94.- El presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos directamente
por el pueblo, en doble vuelta, según lo establece esta Constitución. A este fin el
territorio nacional conformará un distrito único.
Artículo 97.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta, hubiere
obtenido más del cuarenta y cinco por ciento de los votos afirmativos válidamente
emitidos, sus integrantes serán proclamados como presidente y vicepresidente de la
Nación.
Artículo 98.- Cuando la fórmula que resultare más votada en la primera vuelta hubiere
obtenido el cuarenta por ciento por lo menos de los votos afirmativos válidamente
emitidos y, además, existiere una diferencia mayor de diez puntos porcentuales
respecto del total de los votos afirmativos válidamente emitidos sobre la fórmula que le
sigue en número de votos, sus integrantes serán proclamados como presidente y
vicepresidente de la Nación.
La doble vuelta no se realiza cuando:
• en el primer acto electoral la fórmula más votada supera el 45% de los votos
afirmativos válidamente emitidos;
• en ese primer acto electoral la fórmula más votada alcanza el 40% al menos de
los votos afirmativos válidamente emitidos, y además hay una diferencia mayor
del 10% respecto del total de votos afirmativos emitidos válidamente a favor de
la fórmula que le sigue en número de votos.
Cuando no concurre ninguna de estas dos hipótesis, se debe realizar un segundo acto
electoral para que el electorado activo elija entre las dos fórmulas más votadas en la
primera vuelta. La segunda tiene lugar dentro de los treinta días de realizada la
anterior.

Atribuciones.
El Presidente, a pesar de haber delegado por la Constitución reformada, atribuciones
en la figura del Jefe de Gabinete, aún conserva las tradicionales cuatro jefaturas, a
saber, Jefe de Estado, responsable político de la administración general del país, jefe
del gobierno y de las Fuerzas Armadas.
Podemos ver sus atribuciones y funciones en el artículo 99 con sus 20 incisos.
Veremos alguno de esos incisos:
• 1. Es el jefe supremo de la Nación, jefe del gobierno y responsable político de la
administración general del país.
• 3. Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las
promulga y hace publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e
insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los
trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y
no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o de
régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de
necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros
que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días
someterá la medida a consideración de la Comisión Bicameral Permanente,
cuya composición deberá respetar la proporción de las representaciones
políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de
diez días al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de
inmediato considerarán las Cámaras. Una ley especial sancionada con la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara regulará el
trámite y los alcances de la intervención del Congreso.
El art. 76 prohíbe la delegación legislativa por parte del congreso a favor del
poder ejecutivo. Por su lado, y en consonancia, el art. 99 inciso 3º, dice en su
párrafo segundo que “el poder ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de
nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo”
Sus párrafos tercero y cuarto encauzan y ordenan el trámite para los decretos de
necesidad y urgencia:
• solamente circunstancias excepcionales que imposibiliten seguir el
procedimiento legislativo ordinario, habilitan el dictado de decretos de
necesidad y urgencia; pero:
• están absolutamente prohibidos en materia penal, tributaria,
electoral, y en el régimen de partidos políticos;
• deben emanar del presidente de la república, por decisión adoptada en
acuerdo general de ministros, los que han de refrendarlos juntamente con
el jefe de gabinete de ministros;
• el jefe de gabinete de ministros tiene que someter personalmente, dentro
de los diez días, el decreto a consideración de la Comisión Bicameral
Permanente del congreso;
• dicha Comisión debe elevar su despacho en el plazo de otros días al
plenario de cada una de las cámaras para su expreso tratamiento;
• las cámaras han de considerar ese despacho en forma inmediata.

• 4. Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por
dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una
propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del
Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los
candidatos.
Un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo, será necesario para
mantener en el cargo a cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la
edad de setenta y cinco años. Todos los nombramientos de magistrados cuya
edad sea la indicada o mayor se harán por cinco años, y podrán ser repetidos
indefinidamente, por el mismo trámite.
• 12. Es comandante en jefe de todas las Fuerzas Armadas de la Nación.
• 15. Declara la guerra y ordena represalias con autorización y aprobación del
Congreso.
• 20. Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires
en caso de receso del Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su
tratamiento.
DECRETOS DE NECESIDAD Y URGENCIA
Procedimiento de elaboración de los decretos de necesidad y urgencia.

Al requisito de las situaciones excepcionales, y la imposibilidad del tratamiento


parlamentario, debemos sumar ciertos condicionamientos formales.
El decreto de necesidad y urgencia debe surgir de un acuerdo general de ministros.
Así lo establece el ya señalado artículo 99, “... los que serán decididos en acuerdo
general de ministros”.
El Jefe de Gabinete debe someterlo a consideración debe refrendarlo y someterlo a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente. Volviendo al artículo del acápite
anterior, éste nos dice en sus cláusulas tercera in fine y cuarta: ...” que deberán
refrendarlos conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros. El jefe de gabinete de
ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a consideración
de la Comisión Bicameral Permanente ...” En orden a la interpretación del plazo, la
doctrina coincide en que habrán de reputarse corridos. Conforme Bidart Campos,
Quiroga Lavié, Comadira, entre otros.
La Comisión Bicameral Permanente en el plazo de diez días (interpretables como
corridos), debe elevarlo al plenario de cada Cámara. Debe destacarse que esta
Comisión Bicameral, Permanente en su seno debe respetar la proporción de las
representaciones políticas de cada Cámara.
Finalmente, las Cámaras habrán de considerar el despacho de la Comisión Bicameral
Permanente de manera inmediata.
En la práctica tiene carácter de ley, aunque para conservar su vigencia debe ser
validado por el Congreso
JEFE DE GABINETE DE MINISTROS:
El Jefe de Gabinete de Ministros, figura nueva, se incorpora en el artículo 100 en que
se dispone su designación, remoción, y funciones Con su imagen se pretendió crear
una suerte de fusible del sistema político para momentos de crisis, sin embargo su
figura se ve opacada hasta la fecha por el excesivo protagonismo del Presidente de la
Nación
Designación
Es designado por el Poder Ejecutivo.
Atribuciones
Artículo 100.- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo
número y competencia será establecida por una ley especial, tendrá a su cargo el
despacho de los negocios de la Nación, y refrendarán y legalizarán los actos del
presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el Congreso de la
Nación, le corresponde:
1. Ejercer la administración general del país.
2. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que
le atribuye este artículo y aquellas que le delegue el presidente de la Nación, con el
refrendo del ministro secretario del ramo al cual el acto o reglamento se refiera.
3. Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración, excepto los que
correspondan al presidente.
4. Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la Nación y, en
acuerdo de gabinete resolver sobre las materias que le indique el Poder Ejecutivo, o
por su propia decisión, en aquellas que por su importancia estime necesario, en el
ámbito de su competencia.
5. Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros,
presidiéndolas en caso de ausencia del presidente.
6. Enviar al Congreso los proyectos de ley de ministerios y de presupuesto nacional,
previo tratamiento en acuerdo de gabinete y aprobación del Poder Ejecutivo.
7. Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto nacional.
8. Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la
prórroga de las sesiones ordinarias del Congreso o la convocatoria de sesiones
extraordinarias y los mensajes del presidente que promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los
restantes ministros una memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a los
negocios de los respectivos departamentos.
11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las
Cámaras solicite al Poder Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que
estarán sujetos al control de la Comisión Bicameral Permanente.
13. Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y
urgencia y los decretos que promulgan parcialmente leyes. Someterá personalmente y
dentro de los diez días de su sanción estos decretos a consideración de la Comisión
Bicameral Permanente.
El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar simultáneamente otro ministerio.
Artículo 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una
vez por mes, alternativamente a cada una de sus Cámaras, para informar de la marcha
del gobierno, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 71. Puede ser interpelado a los
efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser removido por el
voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras.
Ha de tenerse en cuenta que el mismo art. 101, hace alusión a la moción de censura o
interpelación:
• Por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de miembros de cualquiera de
las cámaras puede interpelarse al jefe de gabinete; cada cámara,
separadamente de la otra, inviste esta facultad, que la norma denomina
“interpelación”, y que posee como objetivo el tratamiento de una moción de
censura;
• Por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las cámaras
(o sea, de ambas) el jefe de gabinete puede ser removido de su cargo; aquí
hace falta la coincidencia de las dos cámaras en la remoción, con el quorum de
votos indicado.
Remoción
• Por juicio político
• Por decisión del poder ejecutivo
• Tener en cuenta la moción de censura

3.3 PODER JUDICIAL:


Organización del poder judicial de la Nación. Designación, remoción
En primer lugar, conviene advertir que el poder judicial se compone de varios órganos.
Jueces y tribunales de múltiples instancias, más el Consejo de la Magistratura y el
jurado de enjuiciamiento, integran una estructura vertical, que se corona en el órgano
máximo y supremo, que es cabeza del poder judicial: la Corte Suprema. A estos
órganos, bien que componen el gobierno y tienen a su cargo una función del poder, se
los considera “no políticos”, por la diferencia que acusan en relación con el órgano
ejecutivo y con el congreso. Se habla también, por eso, de independencia del poder
judicial.
La cabeza del Poder Judicial está en la .Corte Suprema de Justicia de la Nación
• Corte Suprema de Justicia de la Nación
Requisitos:
Artículo 111.- Ninguno podrá ser miembro de la Corte Suprema de Justicia, sin
ser abogado de la Nación con ocho años de ejercicio, y tener las calidades
requeridas para ser senador.
Los ocho años de ejercicio no deben interpretarse como de ejercicio de la
profesión liberal correspondiente al abogado; puede bastar el ejercicio en
cualquier cargo, función o actividad — públicos o privados— que exigen la
calidad de abogado. Y aún más, sería suficiente la antigüedad constitucional,
reunida desde la obtención del título habilitante, aunque no existiera ejercicio de
la profesión o de cargos derivados de ella.
Privilegios
• Intangibilidad remuneraciones
La remuneración de los jueces es determinada por la ley, y que no puede
ser disminuida “en manera alguna” mientras permanezcan en sus
funciones.
• Inamovilidad en su cargo
A veces se interpreta que la inamovilidad ampara únicamente contra la
“remoción”, que es la violación máxima. Sin embargo, la inamovilidad
resguarda también la “sede” y el “grado”. Un juez inamovible no puede ser
trasladado sin su consentimiento (ni siquiera dentro de la misma
circunscripción territorial), ni cambiado de instancia sin su consentimiento
(aunque significara ascenso). Y ello porque su nombramiento lo es para
un cargo judicial determinado, y ese status no puede ser alterado sin su
voluntad.
De este modo, la inamovilidad vitalicia se integra y complementa con la
inamovilidad en el cargo ocupado y en el lugar donde se desempeña.
Actualmente, el art. 99 inc. 4º ha establecido en su párrafo tercero un
término al desempeño de los jueces inferiores a la Corte en razón de su
edad: al cumplir setenta y cinco años cesan, salvo que recaiga un
nombramiento nuevo precedido del acuerdo del senado; la nueva
designación de magistrados cuya edad sea la indicada u otra mayor se
puede hacer por cinco años, susceptibles de repetirse indefinidamente
mediante el mismo trámite.
• Tribunales inferiores La designación de los jueces inferiores la realiza el
presidente de la Nación con acuerdo del Senado, sobre la base de una terna
integrada por candidatos seleccionados en concurso público por el Consejo de la
Magistratura, órgano de composición multisectorial, a quien le corresponde el
control directo de los jueces y la administración del Poder.
Remoción
• Juicio político: La Constitución Argentina establece en su artículo 53 la
potestad a la cámara de diputados de acusar ante el senado
• al presidente
• vicepresidente
• jefe de gabinete de ministros
• ministros
• miembros de la Corte Suprema
En las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos,
• por mal desempeño: estimamos que el mal desempeño puede no ser
doloso ni culposo, y provenir — por ej. — de causas ajenas a la
voluntad del funcionario. Un presidente que perdiera el uso de la
razón, o padeciera una hemiplejia, y no renunciara o no pudiera
renunciar, sería pasible de juicio político. El hecho de que la
constitución hable de responsabilidad, de acusación y de declaración
de culpabilidad no tiene alcance subjetivo, sino objetivo —e incluso, en
casos como los ejemplificados, extraño a la propia voluntad del
imputado—
• por delito en el ejercicio de sus funciones
• por crímenes comunes
Diferente es la causa penal de “delito” en el ejercicio de las funciones y
de “crímenes” comunes, porque ella necesita la incriminación legal de la
conducta (sobre la base de que no hay delito sin ley previa) lo cual
significa que el senado debe moverse dentro del marco de las figuras del
código penal, y que no puede encuadrar la causa penal del art. 53 de la
constitución si le falta aquélla incriminación.
• Jurado de enjuiciamiento Artículo 115.- Los jueces de los tribunales inferiores
de la Nación serán removidos por las causales expresadas en el Artículo 53, por
un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados
de la matrícula federal.
Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado.
Pero la parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y
castigo conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios. Corresponderá
archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si
transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el
procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.
En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y
procedimiento de este jurado.
El procedimiento actual se desdobla: en una primera etapa, el Consejo de la
Magistratura acusa al decidir la apertura del procedimiento —y puede suspender
al juez—; en la segunda etapa, interviene el jurado de enjuiciamiento, que puede
remover, o no. Se trata de una relación entre dos órganos —Consejo y jurado—
que forman parte —ambos— del poder judicial, por lo que cabe calificar a esa
relación como intraórgano.

LEY 26.080 del 2006 modificatoria de la ley 24.937

"Artículo 22: Integración. Incompatibilidades e inmunidades. El Jurado de Enjuiciamiento estará


integrado por siete miembros de acuerdo a la siguiente composición:

1.- Dos jueces que serán: de cámara, debiendo uno pertenecer al fuero federal del interior de la
República y otro a la Capital Federal. A tal efecto, se confeccionarán dos listas, una con todos
los camaristas federales del interior del país y otra con los de la Capital Federal.

2.- Cuatro legisladores, dos por la Cámara de Senadores y dos por la Cámara de Diputados de
la Nación, debiendo efectuarse dos listas por Cámara, una con los representantes de la mayoría
y la otra con los de la primera minoría.

3.- Un abogado de la matrícula federal, debiendo confeccionarse una lista con todos los
abogados matriculados en el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y en las
Cámaras Federales del interior del país que reúnan los requisitos para ser elegidos jueces de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Todos los miembros serán elegidos por sorteo semestral público a realizarse en los meses de
diciembre y julio de cada año, entre las listas de representantes de cada estamento. Por cada
miembro titular se elegirá un suplente, por igual procedimiento, para reemplazarlo en caso de
renuncia, impedimento, ausencia, remoción o fallecimiento.

Los miembros del Jurado de Enjuiciamiento estarán sujetos a las incompatibilidades e


inmunidades que rigen para sus calidades funcionales. El miembro elegido en representación de
los abogados estará sujeto a las mismas inmunidades e incompatibilidades que rigen para los
jueces

En la tríada de poderes se ha pretendido dotar de toda independencia al Poder Judicial,


tanto como garantía republicana como por imperio de la defensa de los derechos del
hombre. Es imprescindible garantizar entonces la permanencia en el cargo:
Remoción Juicio político Jurado de
enjuiciamiento
¿Quienes? • Presidente Miembros tribunales
• Vice inferiores
• Jefe de gabinete
• Ministros
• Miembros CSJN
causas • Mal desempeño • Mal desempeño
funciones funciones
• Crímenes comunes • Crímenes
• Delito ejercicio comunes
funciones • Delito ejercicio
funciones
¿Cómo? Diputados acusa Sorteados
Senadores juzga semestralmente por el
Consejo Magistratura.
• 2 jueces
• 2 senadores
• 2 diputados
• 1 abogado federal

CONSEJO DE LA MAGISTRATURA
Artículo 114.- El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada
por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su
cargo la selección de los magistrados y la administración del Poder Judicial.
El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la
representación de los órganos políticos resultante de la elección popular, de los jueces
de todas las instancias y de los abogados de la matrícula federal. Será integrado,
asimismo, por otras personas del ámbito académico y científico, en el número y la
forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:
1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas
inferiores.
2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de
los tribunales inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la
administración de justicia.
4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso
ordenar la suspensión, y formular la acusación correspondiente.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que
sean necesarios para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de
los servicios de justicia.
El primer párrafo del art. 114 diseña la competencia del Consejo con una bifurcación:
• seleccionar a los magistrados, y
• administrar el poder judicial.
En primer lugar, el desempeño de sus miembros es temporario, ya que la norma habla
de integración periódica. En segundo lugar, ordena procurar un equilibrio entre las
representaciones que invisten los funcionarios del Consejo:
• representantes de los órganos políticos resultantes de elección popular —o sea,
del congreso y del poder ejecutivo—;
• representantes de los jueces federales de todas las instancias;
• representantes de los abogados de la matrícula federal; y
• otras personas del ámbito académico y científico.
El número y la forma han de surgir de la ley.

Este órgano se reglamentó por ley Nº 24937 y su composición se modificó luego por ley
26.080 dando mayoría al oficialismo político con lo que se desvirtuó de alguna manera
el objetivo de su nacimiento.

Integración del Consejo de la Magistratura

Sector de
Condición Forma de elección Cantidad
procedencia

Poder Judicial Juez Voto de los jueces 3

Dos miembros por la mayoría,


Senado Senador 3
uno por la primera minoría

Cámara de Dos miembros por la mayoría,


Diputado 3
Diputados uno por la primera minoría

Voto de los abogados


Abogados Abogado 2
(abogados federales)
Poder Ejecutivo
Representante Designado por el PEN 1
Nacional

1 representante del ámbito Elegido por el Consejo


Academia 1
científico y académico Interuniversitario Nacional

TOTAL 13

Fuente: Ley 24.937, art. 1.

MINISTERIO PÚBLICO
La reforma constitucional también incorporó como órgano extra poder al Ministerio
Público Fiscal
Artículo 120.- El ministerio Público es un órgano independiente con autonomía
funcional y autarquía financiera, que tiene por función promover la actuación de la
justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad, en
coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la
Nación y los demás miembros que la ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.
El art. 120 solamente menciona a dos de sus funcionarios:
• el Procurador General de la Nación y
• el Defensor General de la Nación.
Reglamentado a posterioridad por ley Nº 24946 Ley Orgánica del Ministerio Público
Fiscal

FALLOS
En el año 1801 el presidente Adams (expresidente de EEUU) designó a Marshall
presidente de la Suprema Corte junto con otros jueces entre los que se encontraba
Marbury.
Finalizado el mandato presidencial es sucedido por el presidente, Jefferson quien
designa como secretario de Estado a Madison.
La mayoría de los jueces nombrados durante el gobierno anterior recibieron la
notificación en la que constaba que tenían acceso a sus cargos de jueces. No obstante
otros, entre los que se encontraba Marbury, no recibieron dicha notificación y
decidieron solicitar a Madison que el nombramiento les fuera notificado para poder
acceder al cargo. Al no obtener respuesta de Madison, Marbury pidió a la Corte que
emitiera un “mandamus” por el cual se le ordenara a Madison que cumpliera con la
notificación, basándose en la Sección trece del Acta Judicial que acordaba a la Corte
Suprema competencia originaria para expedir el “mandamus”.
Marbury tenía derecho al nombramiento que demandaba, teniendo en cuenta que este
había sido firmado por el presidente y sellado por el secretario de estado durante la
presidencia de Adams.
La negativa constituyó una clara violación de ese derecho frente al cual las leyes de su
país brindaban un remedio, emitir un mandamiento.
La constitución de los Estados Unidos establece en su Art. III, la competencia de la
Corte Suprema sólo por apelación, salvo en determinados casos en la que es
originaria, no encontrándose el “mandamus” dentro de estas excepciones, por lo que se
rechazó la petición del demandante, ya que la Corte Suprema no poseía competencia
para emitir mandamientos en competencia originaria.
Esto trajo aparejado un conflicto entre la Constitución y el Acta Judicial, Sección 13 (de
rango jerárquico inferior). Marshall resolvió en su sentencia declarar la
inconstitucionalidad del Acta Judicial, por considerar que ampliaba la competencia de la
Corte y contrariaba la Constitución.
Se afirmó el principio de supremacía constitucional.
Se consagró el principio que el poder judicial ejerce el control de constitucionalidad.
EKMEKDJIAN c/ SOFOVICH
En este fallo la Corte Suprema resolvió de manera contraria como la había resuelto en
la causa Ekmekdjian c/ Neustad.
El sábado 11 de junio de 1988 el señor Dalmiro Sáenz, en el programa televisivo de
Gerardo Sofovich, expresó todo un largo discurso con palabras verdaderamente
ofensivas, irrespetuosas y blasfemas sobre Jesucristo y la Virgen María. Miguel
Ekmekdjian al sentirse profundamente lesionado en sus sentimientos religiosos por las
frases de Sáenz, interpuso una acción de amparo dirigida al conductor del ciclo
televisivo para que en el mismo programa diera lectura a una carta documento que
contestaba a los supuestos agravios vertidos por Sáenz. Ante la negativa del conductor
del programa a leer la carta documento, Ekmekdjian inició un juicio de amparo fundado
en el derecho a réplica basándose para ello en el Art. 33 de la Constitución Nacional y
en el Art. 14 del Pacto de San José de Costa Rica.
El juez de primera instancia rechazó la demanda con los mismos argumentos
empleados por la Corte Suprema al resolver en la causa Ekmekdjian c/ Neustad, “no
tiene derecho a réplica por no haber mediado una afectación a la personalidad”. “el
derecho a réplica no puede considerarse derecho positivo interno porque no ha sido
aún reglamentado”. La cámara de Apelaciones resolvió en este mismo sentido. Como
consecuencia el actor dedujo recurso extraordinario ante la Cámara el cual no fue
concedido, esto motivó la queja por denegación del recurso ante la Corte Suprema.
La Corte hace lugar a la queja declarando procedente el recurso extraordinario,
entendió que debía pronunciarse por tratarse de una cuestión federal en cuanto se
cuestionaban cláusulas de la Constitución Nacional y del Pacto de San José de Costa
Rica.
Deja establecido que el derecho a réplica integra nuestro ordenamiento jurídico, sobre
este punto la Corte resuelve de manera opuesta a como lo había hecho años atrás en
la causa Ekmekdjian c/ Neustad. Interpretó que al expresar el Pacto de San José de
Costa Rica, Art. 14, “en las condiciones que establece la ley” se refiere a cuestiones
tales como el espacio en que se debe responder o en qué lapso de tiempo puede
ejercerse el derecho, y no como se consideró en el caso antes mencionado, en el que
el a quo interpretó que esa frase se refería a la necesidad de que se dictara una ley
que estableciera que el derecho de réplica fuera considerado derecho positivo interno.
Por lo tanto, el derecho a réplica existe e integra nuestro ordenamiento jurídico, sin
necesidad que se dicte ley alguna.
Para ello la Corte se basó en el Art. 31 de la C.N. y en lo establecido por la Convención
de Viena sobre el derecho de los tratados, donde se confiere primacía al derecho
internacional sobre el derecho interno.
Consideró la Corte que el actor estaba legitimado para actuar por verse afectado
profundamente en sus sentimientos religiosos, el Sr. Dalmiro Sáenz interfirió en el
ámbito privado del Sr. Ekmekdjian conmoviendo sus convicciones más profundas, lo
que implica un verdadero agravio a un derecho subjetivo.
En consecuencia la Corte resolvió hacer lugar al derecho a réplica ordenando la
aclaración inmediata y gratuita en el mismo medio, y fue así que se condenó a Gerardo
Sofovich a dar lectura a la carta documento en la primera de las audiciones que
conduzca.
Los Dres. Petracchi, Moliné O´connor, Levene y Belluscio, hacen lugar a la queja,
declaran admisible el recurso y confirman la sentencia apelada.
Se implementa el derecho a réplica sin una ley que lo autorice. Se evitan abusos de la
libertad de expresión. Se reconoce prioridad al derecho internacional sobre el derecho
interno. Se establece que las garantías individuales existen y protegen a los individuos.
EL CASO “FAYT”.
Este caso debe su nombre al Juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dr.
Carlos Santiago Fayt, que planteó una acción declarativa de inconstitucionalidad contra
dos disposiciones incorporadas en la reforma constitucional de 1994 que le afectaban:
el art. 99 inc. 4, tercer párrafo y la disposición transitoria undécima.
Dicho artículo estableció que para los magistrados de la Justicia Federal era necesario
un nuevo nombramiento para mantener el cargo cuando cumplieran setenta y cinco
años de edad y que dicha designación se haría por cinco años, pudiendo repetirse
indefinidamente. La disposición transitoria prescribió que la caducidad de los
nombramientos y la duración limitada indicada por ese artículo entrarían en vigencia a
los cinco años de la sanción de la reforma, o sea el 24 de agosto de 1999.
El Alto Tribunal sentenció la causa el 19 de agosto del año pasado, haciendo lugar a la
demanda y declarando “...la nulidad de la reforma introducida por la convención
reformadora de 1994 en el art. 99, inc. 4, párrafo tercero –y en la disposición transitoria
undécima- al art. 110 de la Constitución Nacional”. (1)
El fallo, de extraordinaria importancia institucional y sin precedentes en la
jurisprudencia de la Corte, ha considerado revisable judicialmente la actuación del
poder constituyente derivado y declarado la nulidad de la propia constitución
reformada, dando origen a un debate profundo en nuestro derecho.
Mediante un fallo dado a conocer este martes, la Corte Suprema resolvió que los
jueces deben jubilarse a los 75 años, dando por válidas la facultades establecidas en la
Convención Constituyente de 1994. En el pronunciamiento, el máximo tribunal dispuso
como excepción que los magistrados que alcancen esa edad obtengan el aval del
Senado y del Presidente para seguir en su cargo.
La sentencia, dada a conocer por el Centro de Información Judicial, dejó atrás lo
decidido en el "fallo Fayt" en 1999. En ese caso, la Corte -con otra composición- había
declarado que era nulo el artículo 99, inciso 4°, tercer párrafo introducido por la reforma
constitucional de 1994.
El párrafo señalado exigía a los jueces que pretendieran seguir en funciones después
de cumplir la edad de 75 años, que obtuvieran un nuevo acuerdo del Senado de la
Nación y un nuevo nombramiento del Presidente de la Nación para mantenerse en el
cargo.
De esta forma se revocó también la resolución conocida como "el amparo Schiffrin", a
través del cual la Cámara Federal de La Plata, entre ellos el juez Leopoldo Schiffrin,
había resuelto permitir que jueces mayores de 75 años continuaran en sus cargos.
En el fallo, la Corte declaró por una mayoría de votos compuesta por los doctores
Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda y Horacio Rosatti -con disidencia de Carlos
Rosenkrantz– la plena validez y vigencia de la totalidad de las cláusulas de la
Constitución Nacional, con las reformas incorporadas por la Convención de 1994.
"La doctrina utilizada en el caso 'Fayt' debe ser abandonada y sustituida por un nuevo
estándar de control, que sea deferente y respetuoso de la voluntad soberana del
pueblo", se expresó el máximo tribunal según precisa la publicación del CIJ.
Cabe destacar en este punto que el caso "Fayt" fue la única vez en la historia argentina
en que la máxima autoridad del Poder Judicial declaró la nulidad de una cláusula de la
Constitución Nacional.
Ahora unos 70 jueces y jueces subrogantes deberían jubilarse, entre ellos la jueza
federal y jueza electoral de la capital federal María Romilda Servini, quien tiene
actualmente 80 años.
De estos 70 jueces, unos 40 estarían directamente relacionados al amparo conocido
como "amparo Schiffrin”, en tanto que el resto tiene amparos en otras instancias de la
Justicia por lo que estos no serían afectados directamente.
Habrá que ver también qué sucede con la actual integrante de la Corte Suprema, Elena
Highton de Nolasco, quien en enero había presentado un amparo para que se declare
nulo el límite de los 75 años, los que ella cumplirá en diciembre de este año.
DERECHO PENAL 1
El derecho penal es la rama del ordenamiento jurídico que “regula la potestad estatal
de castigar, determinando lo que es punible y sus consecuencias"
Sub-eje temático 1: GARANTÍAS CONSTITUCIONALES. TEORIA DE LA LEY
PENAL Y DEL DELITO
Los principios integran, el modelo constitucional penal, un conjunto de principios, que
se constituyen en límites de la potestad punitiva, esenciales a todo Estado de derecho,
y que se traducen en condiciones necesarias tanto para la atribución de
responsabilidad· penal como para Ia imposición de la pena .
1. Principio de LEGALIDAD

Este principio se vincula a la función de garantía individual que tiene la ley penal frente
al poder del Estado, y se expresa en su aspecto formal con la máxima romana "nullum
crimen, nulla poena sine lege”
Este principio no es sólo una exigencia de seguridad jurídica sino además una garantía
política, limitadora de la ley penal.
El art. 18 de la CN consagra esta garantía penal cuando reza: “Ningún habitante de la
Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso...”
De igual manera, el principio en cuestión se explicita en tratados internacionales con
jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 de la CN) siendo estos la Declaración Universal
de Derechos Humanos, Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos Convención
Americana de los Derechos del Niño.
Garantías derivadas del principio de legalidad
• Garantía “criminal” exige que el delito se encuentre determinado por una ley
(nullum crimen sine lege)
• Garantía “penal” requiere que la ley señale la pena que corresponde al hecho
(nulla poena sine lege)
• Garantía “jurisdiccional o judicial” exige que la existencia del delito y la
imposición de la pena se determinen por medio de una sentencia judicial y
según un procedimiento legalmente establecido
• Garantía “de ejecución” requiere que el cumplimiento de la pena o medida de
seguridad se sujete a una disposición legal
Con relación a la ley reguladora del hecho ilícito y su sanción debe cumplir los
requisitos de:
• Previa: Es preciso que el sujeto pueda conocer en el momento del hecho si va a
incurrir en un delito y, en su caso, la pena aplicable. Este requisito consagra el
principio de la irretroactividad de la ley penal más severa.
• Estricta: Se exige que la ley determine de forma suficientemente diferenciada,
las distintas conductas punibles y sus penas, excluyéndose la analogía en
perjuicio del imputado. Este requisito se concreta en la teoría del delito a través
de la exigencia de la tipicidad del hecho y, en la teoría de la determinación de la
pena, implica un límite arbitrio judicial.
• Escrita: Al requerirse una ley escrita, queda excluida la costumbre como posible
fuente de delitos y penas. Es imperioso que se trate de una ley emanada del
poder legislativo, no pudiendo ser delegada la función legislativa a los poderes
ejecutivo o Judicial (art. 76 y 99 inc. 3° de la CN) = Indelegabilidad legislativa. 2
cuestiones:
• Facultad reglamentaria del Poder Ejecutivo (art. 99 inc. 2° CN).
• Problema de las leyes penales en blanco y tipos penales abiertos.
DE RESERVA
Principio consagrado por el 2° párrafo del art. 19 CN que reza: “Ningún habitante de la
Nación será obligado a hacer lo que la ley no manda, ni privado de lo que ella no
prohíbe”
Implica la idea política de reservarles a los individuos, como zona exenta de castigo, la
de aquellos hechos que no están configurados y castigados por una ley previa a su
acaecer
Este principio exige que la punibilidad de un hecho, sólo puede ser establecida por una
ley anterior a su comisión.
Se trata de una garantía individual que debe estar claramente trazada, lo que se logra
mediante la enumeración taxativa por la ley, de los hechos punibles y de las penas
pertinentes, estableciendo de manera tal, un catálogo legal de delitos y penas
absolutamente circunscripto = numerus clausus
DE LESIVIDAD.
En virtud de este principio, se impide prohibir y castigar una acción humana, si ésta no
perjudica o de cualquier modo ofende los derechos individuales o sociales de un
tercero, la moral o el orden públicos.
De esta forma, sólo se justifica la limitación de la esfera de las prohibiciones penales a
las acciones reprobables por sus efectos lesivos para terceros, imponiendo la
tolerancia jurídica de toda actitud o comportamiento que no posean esta consecuencia.
Este principio configura la base del derecho penal liberal (art. 19 CN).

DEL NON BIS IN ÍDEM.


Este principio adquirió el rango de garantía constitucional a partir de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, así como con el Pacto de Derechos Civiles y
Políticos incorporados a la Constitución Nacional (art. 75 inc. 22 de la CN).
Además de estos tratados, este principio, por el cual se prohíbe perseguir penalmente
a una persona más de una vez por el mismo hecho, puede ser considerada una
derivación del principio de inviolabilidad de la defensa (art. 18 CN).
Se prohíbe un nuevo juzgamiento tanto, cuando en uno anterior, sobre los mismos
hechos, ha recaído absolución o condena.
A los efectos procesales, esta garantía se aplica cuando hay concurrencia de las tres
identidades, a saber:
• Identidad de persona (eadem persona): el primer elemento en que se apoya la
prohibición de la doble persecución penal es el de la identidad de las personas.
En este extremo -o límite- no existe duda alguna que el posible sujeto pasivo de
la sanción y el sujeto del segundo proceso penal debe ser el mismo.
• Identidad de objeto (eadem res): el objeto es el hecho de la vida que constituye
el contenido de la pretensión, el acontecimiento real o no, para el cual se
reclama la aplicación de la norma jurídica. Es el hecho fáctico que se investiga,
la verdad jurídica que quiere lograr descubrirse con la sustanciación del proceso.
• Identidad de causa (eadem causa petendi): supone la existencia de una
pretensión que se hace valer en un proceso ante un tribunal con jurisdicción y
competencia suficiente para examinarla plenamente y sin obstáculos formales
que implican una decisión sobre el fondo. Se trata del proceso en sí, con una
pretensión punitiva determinada y concreta que encarrile el accionar del estado
de manera que no pueda confundirse con otra pretensión similar o aparente.
2. VALIDEZ TEMPORAL DE LA LEY PENAL:
Principio general
El principio general que gobierna la validez temporal de la ley penal en el sistema
positivo argentino es el – tempus regit actus - es decir rige la Iey que estaba vigente al
momento de Ia comisión del hecho delictivo. Ello es así, toda vez que las leyes penales
sólo alcanzan a los hechos cometidos durante su vigencia, esto es, en el periodo
comprendido desde su entrada en vigor hasta el momento de su derogación: no
pudiendo aplicarse, como regla general, retroactivamente.
Este principio y, en consecuencia, la irretroactividad de la ley penal, se, deriva del ya
analizado principio de legalidad que exige a los fines de la imposición de una sanción
penal, la existencia de una ley previa.
Principio de excepción: retroactividad, ultractividad:
El principio general de la aplicación de la ley vigente al momento de la comisión de
hecho delictivo no es absoluto, pues reconoce lo que en doctrina se denomina la
extraactividad de la ley penal, es decir, 'la aplicación de la ley fuera de su período
normal de vida legislativa, siempre que resulte más favorable al imputado o, en su
caso, condenado.
Estos supuestos de excepción al principio general se dan cuando al fallar se aplica la
ley vigente a dicho momento procesal, pero que es distinta a la que regía en el
momento de la comisión del hecho (retroactividad) o, por el contrario, cuando se aplica
una ley que no está vigente al momento de la sentencia, pero que sí lo estaba al
momento de la comisión del hecho o en la etapa intermedia (ultraactividad).
Es decir que el principio general analizado, tiene Como excepciones:
• La 'retroactividad que autoriza la aplicación de la ley a un hecho ocurrido con
anterioridad a su entrada en vigencia, siempre que beneficie al acusado' y
• La ultraactividad que permite que la ley vigente al momento de la comisión del
delito o en el tiempo intermedio entre el delito y el fallo, posteriormente sustituida
por otra más gravosa, siga rigiendo para la regulación del hecho aun después,
de su derogación.

3. LA TEORÍA DEL DELITO


La teoría del delito media entre el caso y el derecho aplicable, permitiéndole al juez
realizar el “ejercicio de subsunción”, es decir, comprobar si la conducta reprochada
puede ser encuadrada en la norma general y abstracta contenida en la norma.
El método de análisis de la “Teoría del delito” puede ser representado de distintas
formas. Podríamos imaginarlo como un rectángulo separado por distintos segmentos
(acción-tipo-antijuridicidad-culpabilidad) por donde debe transitar la conducta para ser
considerada delito. Si la conducta no logra atravesar un segmento se detiene el análisis
en ese estadio. Por ende –a grandes rasgos- una conducta puede ser atípica, o típica,
y no antijurídica (justificada), o típica y antijurídica pero inculpable, o típica, antijurídica
y culpable).
Concepto analítico La teoría del delito representa un concepto analítico que
proporciona un método sistematizado en niveles, a los fines de determinar si una
conducta constituye un delito (acción-tipo-antijuridicidad-culpabilidad).

Las categorías de la estructura del delito


• LA ACCIÓN La acción, empero, es, en sí misma, ajena a toda valoración.
Consiste en el comportamiento corporal y el resultado en su más amplia
concepción, en el sentido del derecho penal, la acción es el comportamiento
exterior voluntario que causa un resultado.
Sin perjuicio de las distintas posturas elaboradas por la dogmática jurídico penal
pueden señalarse algunos rasgos distintivos del concepto de acción, a saber:
• Exterioridad: sólo pueden ser alcanzadas por el derecho penal aquellas
conductas humanas que trasciendan la esfera interna de la persona, en
tanto sólo a través de ellas es factible lesionar los bienes jurídicos que la
ley tutela. Constitucionalmente, el principio de exterioridad surge de lo
dispuesto en el art 19 primera parte, de la C.N y de desprende
implícitamente del principio de legalidad
• Sujetos de acción: En el marco del proceso iniciado por la Argentina para
ingresar como miembro de la Organización para la Cooperación y
Desarrollo Económico (“OCDE”) y en cumplimiento del requisito de una
ley que estableciera la responsabilidad penal de las personas jurídicas
por delitos de cohecho de funcionarios públicos extranjeros, exigido para
dar cumplimiento a la Convención Contra el Cohecho de Servicios
Públicos Extranjeros en Transacciones Económicas Internacionales que
pena el soborno transnacional, se sancionó la Ley No. 27.401. La Ley
establece un régimen de responsabilidad penal aplicable a las personas
jurídicas, ya sean de capital nacional o extranjero, con o sin participación
estatal que participen en la comisión de los siguientes delitos:
• cohecho y tráfico de influencias, nacional o trasnacional. Es decir, al
ofrecimiento de dadivas a un funcionario público con el objeto de que éste
ejecute u omita realizar un acto propio de sus funciones o haga valer la
influencia derivada de su cargo en algún asunto de naturaleza económica,
financiera o comercial (art. 258 y 258 bis CPN);
• negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas.
Contempla a aquellos funcionarios públicos que, directa o indirectamente,
se interesen en razón de su cargo en un contrato o cualquier otra
operación, persiguiendo su propio beneficio (art. 265 CPN);
• concusión, que contempla los casos en los que el funcionario público
utiliza para su propio provecho o beneficio, las dádivas, favores,
contribuciones, etc. exigidas en abuso de su cargo (art. 268 CPN);
• enriquecimiento ilícito de funcionarios y empleados (art. 268 inc. 1 y 2
CPN); o
• balances e informes falsos agravados (art. 300 bis CPN) .
La Ley enumera los delitos taxativamente, es decir excluye a todo otro delito que no
esté previsto por la misma

• Formas de conducta: La conducta -acción en sentido amplio- en tanto


primer elemento del delito, es susceptible de asumir dos modalidades:
• o bien, bajo la forma de acción en sentido estricto. implica una
actividad de la persona que vulnera una norma prohibitiva.
• o bien, como una omisión. se configura como una inactividad
violatoria de una norma preceptiva, es decir, de una norma que
manda implícitamente realizar una conducta determinada
• escuelas
• positivismo La acción se concibe como "toda conducta humana voluntaria
que causa un cambio en el mundo exterior. De lo dicho se desprenden
sus elementos:
• manifestación de voluntad
• resultado.
• Normativismo La acción pasa a ser un concepto referido a un valor y no
un simple concepto natural y su principal expositor, MEZGER, considera
a la acción como la conducta humana valorizada de determinada
manera; este concepto engloba el hacer y el omitir
• Finalismo la esencia de la acción humana no reside en una causalidad
ciega que prescinde del contenido de la voluntad, sino en la finalidad que
constituye ese contenido.
Dice WELZEL: "acción humana es ejercicio de actividad final”
• Funcionalismo ROXIN elabora un concepto normativo de acción,
caracterizándola como "manifestación de la personalidad'.'
• Faz negativa de la acción
Durante mucho tiempo, las causas que excluyen la acción fueron tratadas en
distintos capítulos de la teoría del delito, particularmente entre las que tienen por
efecto la declaración de inimputabilidad o de inculpabilidad; es de data reciente
su sistematización como causas excluyentes del acto.
Se trata de supuestos en donde, por motivos externos o internos no hay acción -
desde un punto de vista jurídico penal- y, por ende, tampoco hay delito.
• Factores externos
• Fuerza física irresistible (vis absoluta)
El sujeto no domina la acción, sino que es un instrumento de un
tercero, y aquélla es la resultante de la impulsión de una fuerza
natural o mecánica extraña. Con lo dicho queda claro que la fuerza
física que se torna irresistible, puede provenir de una tercera
persona (que asume así el carácter de autor del hecho), o de una
fuerza de la naturaleza (aluvión, caída de un árbol, etcétera).
Se distingue de la vis relativa (amenazas de sufrir un mal grave e
inminente) regulada en la 2a parte del mismo inciso del art 34,
situación que podrá dar lugar a la inculpabilidad del sujeto, pero
que no excluye la acción.
• Uso de medios hipnóticos o narcóticos
Los actos típicos realizados en dichos estados caen dentro de la
causal de falta de acción, regulada en el art 34 inc 2 (vis
absoluta). Es ésta la opinión dominante (NÚÑEZ, Fontan Balestra,
entre otros).
• Movimientos reflejos o involuntarios
Se definen como la actividad o inactividad atribuible a una
excitación de los nervios motores debida a un estímulo fisiológico-
corporal, interno o externo, ajeno a la impulsión voluntaria de la
persona: (NUÑEZ). Al no ser una expresión del psiquismo del
sujeto, resulta incuestionable la falta de acción.
Estos actos pueden ser espontáneos, como el estornudo o los
movimientos del epiléptico, o provocados, como los producidos por
las cosquillas.
• Los comportamientos automatizados
Se ubican en una discutida zona límite, al igual que los hechos
producidos bajo impulsos afectivos de alta intensidad (corto
circuito) o en embriaguez sin sentido. .
• Factores internos: estado de inconsciencia
Cuando hay inconsciencia no hay voluntad y, por ende, no hay conducta.
La inconsciencia está expresamente prevista en el inc. 1 del arto 34 cp.
De inmediato se aprecia que estos estados serán, por lo común fuente de
omisiones. Se exceptúa, sin embargo la particular situación del
sonámbulo.
Este puede realizar movimientos propios de un delito de comisión y es
respecto a éstos que no hay acción de su parte.
El sujeto que se procura un estado de inconsciencia, realiza una conducta
(la de procurarse ese estado), que podrá ser típica según las
circunstancias

EL TIPO PENAL O DELICTIVO: Descripción abstracta de la conducta prohibida por la


norma. Esta descripción es efectuada por el legislador.
El Tipo Penal equivale al Tatbestand → aquello en que el hecho consiste, el supuesto
de hecho. Ejemplo: el matar a otro que describe el art. 79 del CP.
El tipo delictivo no es el hecho punible, sino uno de sus elementos, pues el hecho
punible comprende: el hecho como soporte real del delito y, todos los caracteres que lo
convierten en el presupuesto legal de la aplicación de la pena.
Conceptos de tipo
• Garantía Contiene la totalidad de los presupuestos que condicionan la aplicación
de una pena
• Sistemático es el que describe la conducta prohibida por la norma. .
TIPO OBJETIVO: Comprende → el aspecto externo del comportamiento humano
prohibido por la norma que abarca no sólo su descripción abstracta, sino también
valoraciones de distinta índole.
La imputación objetiva del resultado
La teoría de la imputación objetiva establece la necesidad de determinar la confluencia
de dos niveles o escalones:
• Si la acción ha creado un peligro jurídicamente desaprobado.
• Si el resultado producido es la realización del mismo peligro, ambos deducidos
del fin de protección de la norma,
Se ejemplifica diciendo que conducir un automóvil constituye una conducta peligrosa,
pero si el autor produce lesiones corporales a otra persona sin haber infringido los
reglamentos de tránsito- manteniéndose dentro de los límites del peligro permitido- el
resultado no le será objetivamente imputable
TIPO SUBJETIVO
Según la actitud subjetiva del autor con relación al bien jurídico y la dirección de
voluntad, se pueden distinguir dos diferentes clases de conductas lesivas para los
bienes protegidos legalmente.

• DOLO: el sujeto es plenamente consciente de que su actuar lesiona el bien


jurídico y quiere afectarlo
Elementos
El dolo está compuesto por 2 partes:
• La primera parte se compone del elemento de consciencia, sabiendo que
está mal lo que hace. Se dice que no se puede cometer el hecho sino se
sabe primero que el hecho es contrario a la ley.
• La segunda parte lo compone el elemento volitivo, que no se puede llevar
a cabo sin tener primero la consciencia del hecho (elemento anterior).
Este elemento es la voluntad que tiene la persona para cometer el acto.
son dirigidas por a voluntad contra la norma que le prohíbe dañar el bien
jurídico en cuestión.
Clases
• Directo: Cuando la acción o el resultado típico constituyen el objetivo
perseguido por el sujeto. Ejemplo: el sujeto quiere matar a otro y mata.
• Indirecto: Esta clase de dolo abarca los resultados no queridos
directamente por el autor, pero que aparecen unidos de modo
necesario e ineludible al resultado comprendido en la intención del
sujeto. Ejemplo: la actitud de quien coloca la bomba en un avión para
matar a un pasajero determinado. La muerte del resto de los pasajeros
de la aeronave es una consecuencia no buscada por el autor, pero
ligadas inexorablemente al efecto querido.
• Eventual: Cuando el sujeto que realiza la conducta conoce que
probablemente se produzca el resultado típico, y no deja de actuar por
ello. Este es el umbral mínimo de dolo.
• CULPA: se limitan a infringir una norma de cuidado.
• Por su representación por parte del autor: por su representación por parte
del autor: culpa consciente y culpa inconsciente. Cabe aclarar
primeramente que esta es una clasificación teórica que no importa una
consecuencia práctica. Esto se debe fundamentalmente a que ambos
tipos de actuar culposo tienen la misma escala penal. En la culpa
inconsciente el autor actúa sin representarse de ninguna manera la
posible lesión del bien jurídico. Ejemplo: el conductor que maneja por una
Av. en forma correcta, con cinturón de seguridad, por su carril, a la
velocidad adecuada y segundos antes de llegar al semáforo que le daba
paso, se agacha por un instante e intenta recoger un CD que se le había
caído mientras lo colocaba en el estéreo. En ese instante el semáforo
cambió y dio paso a los de la mano contraria, produciéndose un grave
accidente con lesiones para varias personas. El autor sabía lo que estaba
haciendo, pero nunca se representó una lesión al bien jurídico, y por
ende, tampoco el resultado típico.
Por otra parte el que actúa representándose la posible lesión al bien
jurídico pero confiando que por X circunstancia que ella no ocurrirá, actúa
con culpa consciente. Ejemplo: otro conductor, pero ésta vez uno más
intrépido, conduce por una Av. a 120 km. por hora cuando el límite de
velocidad es de 30. En ese curso atraviesa un semáforo en rojo, sin
intentar frenar, y pudiendo observar que desde el otro carril los
automóviles que tenían paso habían comenzado su marcha. A esa
velocidad impacta contra dos vehículos produciendo la muerte
instantánea de tres personas. En este caso, podemos observar que el
conductor previó la posibilidad del resultado lesivo, pero confiando en
algo –que bien podría ser en su pericia como conductor, en la suerte, en
que los demás autos iban a verlo e iban a frenar, o lo que sea- creyó que
éste no se produciría. El conductor no quería causar la muerte de nadie,
en realidad, quería llegar velozmente a algún lugar, no obstante el hecho
ocurrió por su responsabilidad.
• Por su gravedad: Hasta el año 2000 nuestro CP no distinguía entre culpa
grave y culpa leve. No obstante con la modificación sufrida por el art. 278
CP la distinción fue incorporada, para este supuesto especialmente.
Respecto a la culpa insignificante o levísima, existe consenso doctrinario
a favor de su impunidad. Ahora bien, esto no se refleja tan claramente en
la jurisprudencia en donde debemos atenernos al criterio del juez y al
análisis de cada caso en particular, la culpa levísima o insignificante sigue
siendo culpa, y por ende podría entenderse que justamente para eso se
cuenta con mínimos y máximos en la escala penal establecida para cada
figura.
¿Qué criterios se deben tener en cuenta para determinar cuándo estamos
ante una culpa grave o una culpa leve? Se señala generalmente que
debe prevalecer la valoración sobre el desvalor de acción y no sobre el
desvalor de resultado. Concretamente una parte de la doctrina señala que
no debe estarse al resultado causado (es decir a la cuantía del daño
causado) por la conducta sino a las características de la conducta en sí. A
su vez se dice que, con respecto al desvalor de acción lo que debe
tomarse en cuenta no es la actitud interna del sujeto sino el nivel objetivo
de peligrosidad de la acción.
• Por su modalidad: negligencia, impericia, imprudencia y violación de
reglamentos. Se trata en realidad de distintas clases de culpa, y la
diferenciación es meramente terminológica.
• negligencia Es negligente el comportamiento descuidado. Se
identifica más con un comportamiento omisivo. Ej. niñera que
olvida la plancha conectada, armero que entrega un arma cargada
a un cliente, etc.
• Imprudencia Es imprudente el comportamiento riesgoso, atrevido,
o peligroso para las personas o bienes ajenos. Se identifica más
con una acción. Conducir a alta velocidad muy cerca de la
vereda atestada de peatones, conducir estando ebrio, etc.
• Impericia Es la culpa profesional. Es una forma de imprudencia
o negligencia en el ejercicio del propio arte o profesión, es decir,
sin el saber, experiencia o habilidad mínima exigible. El médico
que a consecuencias de falencias en su conocimiento causa
lesiones a terceros. Oculista que trata de coser una herida grave.
• Inobservancia de reglamentos, ordenanzas o deberes del cargo
Es una forma de culpa en donde la precaución exigible está
predeterminada por las normas de una actividad o cargo. El
mismo oculista que trató la herida del paciente sin tener la pericia
suficiente violó un reglamento específico de su profesión (lex artis).
Escuelas
• Positivismo: solo objetivo
• Normativismo: solo objetivo, comprende las causas de justificación
• Finalismo: tipo complejo
• Funcionalismo: tipo complejo

ANTIJURIDICIDAD
Una conducta es típica si con ella se infringe una norma, y será antijurídica si no está
justificada por una causa de justificación.
No existe un concepto uniforme sobre antijuridicidad, ya que la construcción del mismo
dependerá de la escuela dogmática a la que adscribamos
LAS CAUSAS DE JUSTIFICACIÓN.
Las únicas causas de justificación son las legales; o sea: las que taxativamente
enumera la ley. Al respecto, el art. 34 del Código Penal junto con las causas que
excluyen la pena, la culpabilidad y la imputabilidad enumera las siguientes causas de
justificación: cumplimiento de un deber; legítimo ejercicio de un derecho, autoridad o
cargo; estado de necesidad y la legítima defensa.
• LEGÍTIMA DEFENSA El fundamento de la legítima defensa es que el derecho
no necesita ceder ante lo ilícito y nadie puede ser obligado a soportar un injusto.
También se basa en la necesidad de conservar el orden jurídico y garantizar el
ejercicio de los derechos.
Requisitos:
• La agresión: la agresión debe partir de un ser humano, puede ser activa,
omisiva, intencional o negligente. Cuando el agresor sea un incapaz de
culpabilidad (inimputable), el agredido deberá intentar eludir la agresión
antes de hacer uso del derecho de defensa. En los demás casos no está
obligado a eludir la agresión. Cualquier bien jurídico puede ser objeto de
una agresión. Sin embargo no se admite la defensa frente a la agresión a
la patria, a la esencia de la nacionalidad, etc.
• La actualidad de la agresión: la agresión debe ser actual e inminente. La
agresión es actual mientras se está desarrollando. La inminencia de la
agresión es equivalente a la actualidad. Terminada la agresión, también
cesa el derecho de defensa.
• La antijuridicidad de la agresión: la agresión es antijurídica cuando es
contraria al derecho. No se requiere que sea típica ni tampoco que
constituya un delito. La agresión es antijurídica cuando el agredido no
está obligado a tolerarla. No habrá agresión antijurídica cuando el agresor
obre justificadamente. La agresión es ilegítima cuando es antijurídica. No
es necesario que a su vez constituya delito.
• La necesidad de la defensa: el medio que se emplea debe ser idóneo,
es decir, racional, necesario y proporcional a la circunstancia. La
necesidad de la acción de defensa es racional cuando esta es adecuada
para impedir o repeler la agresión. La defensa es necesaria si la acción
del agredido es la menos dañosa de cuantas estaban a su disposición
para rechazar la agresión en la situación concreta
• Falta de provocación suficiente: suficiente es la provocación cuando
constituye un estímulo tan poderoso que el provocado reacciona en un
estado de incapacidad de culpabilidad (inimputabilidad). Por lo tanto el
que ha provocado suficientemente solo tiene el derecho limitado de
defensa, que se reconoce cuando el que arremete lo hace en estado de
inimputabilidad
Límites: Los límites de la defensa necesaria: en principio no se exige
proporcionalidad entre el daño que se causa para evitar la agresión y el que
esta habría causado. No se admite un derecho de defensa cuando la
desproporción entre la lesión que se causa y la que habría causado la lesión
es exagerada No se admite un derecho defensa cuando entre el agresor y el
agredido existen estrechas relaciones personales (padre-hijo). En estos
casos, el agredido deberá recurrir siempre a medios que eviten la agresión
de una manera suave
El elemento subjetivo de la defensa: la exigencia de que el que se defiende
haya obrado conociendo las circunstancias de la agresión ilegitima de la que
era objeto y con intención de defenderse puede considerarse hoy opinión
dominante
Defensa de terceros: la legítima defensa no es solo defensa propia, también
se puede defender a terceros y en las dos el fundamento es el mismo.
Bienes defendibles: cualquier bien jurídico puede ser objeto de una agresión
y por lo tanto defendible
Las denominadas legítimas defensas privilegiadas: El art. 34 inc 6, párrafos 2
y 3) prevé dos casos de legítima defensa privilegiada: “Se entenderá que
concurren agresión ilegitima, necesidad del medio empleado para impedirla o
repelerla y falta de provocación suficiente por parte del que se defiende,
respecto de aquel que durante la noche rechazare el escalamiento o fractura
de los cercados, paredes o entradas de su casa o departamento habitado o
de sus dependencias, cualquiera que sea el daño ocasionado al agresor.
Igualmente respecto de aquel que encontrare a un extraño dentro de su
hogar, siempre que haya resistencia.
• EL ESTADO DE NECESIDAD Esta previsto en el art. 34 inc 3 del CP: El que
causare un mal por evitar otro mayor inminente al que ha sido extraño. El
fundamento justificante del estado de necesidad es el interés preponderante que
con la acción se salva. El mal que se quiere evitar puede provenir de una fuerza
de la naturaleza o de una acción humana. El fundamento del estado de
necesidad justificante es la necesidad de salvar el interés mayor sacrificando el
menor, en una situación no provocada de conflicto externo. Por ejemplo: El que
comete un delito contra la propiedad coaccionado por otro que lo amenaza con
matar a su mujer. Entonces, lo que determina la exclusión de la antijuridicidad es
la necesidad de la lesión unida a la menor significación del bien sacrificado
respecto del salvado
• Requisitos:
• Elemento subjetivo: el tipo permisivo del estado de necesidad justificante
requiere el conocimiento de la situación de necesidad y la finalidad de
evitar el mal mayor
• Mal: por mal, debe entenderse la afectación de un bien jurídico
• El mal debe ser inminente: es decir que puede producirse en cualquier
momento.
• El mal amenazado: debe ser inevitable de otro modo menos lesivo
• El mal causado: debe ser menor que el que se quiere evitar. En los casos
en que los males sean vidas humanas, el estado de necesidad
justificante, no podrá amparar nunca la conducta homicida
• La ajenidad del autor a la amenaza del mal mayor: implica que el mismo
no se haya introducido por una conducta del autor, en forma que al
menos hiciera previsible la posibilidad de producción de peligro. Cuando
esto haya ocurrido, el autor actuara antijurídicamente.
• El autor no debe estar obligado a soportar el riesgo: el agente no puede
ampararse en un estado de necesidad justificante cuando se haya
garantizado la conservación del bien jurídico que afecta
El exceso en las causas de justificación: Se excede en el ejercicio de una causa de
justificación, el que realiza una acción típica que no es necesaria para la salvación de
un bien jurídico. Si el autor lo hace sabiendo del exceso no tendrá derecho a invocar
esta circunstancia. El exceso solo puede tener relevancia en el caso en que el autor no
sepa que se excede, lo que significaría que ha obrado con un error respecto de la
necesidad de la acción.
Escuelas
• Positivismo concibió a la antijuridicidad como la contrariedad del aspecto
externo del hecho (tipo objetivo) con el derecho , con el orden jurídico del Estado
• Normativismo aparece como un juicio de disvalor sobre el hecho
• Finalismo la doctrina distingue entre la lesión o puesta en peligro de un bien
jurídico -disvalor de resultado Jurídico- y la acción desaprobada por el
ordenamiento jurídico –disvalor de acción- o Para WELZEL "La antijuridicidad es
siempre la desaprobación de un hecho referido a un autor determinado,
Lo injusto es injusto de acción referido al autor, es injusto personal
• Funcionalismo: injusto

CULPABILIDAD
Concepto
Atribuirle a un sujeto un hecho típico y antijurídico.
“[…] imputabilidad es un estado bio-psicológico -recalco la palabra estado que da una
idea de cierta permanencia- que supone determinada calidad o aptitud de dicha índole
en la persona responsable: se es imputable cuando en virtud de un estado de equilibrio
de la personalidad biopsíquica se tiene la aptitud de comprender la criminalidad de la
acción y de dirigir la propia conducta conforme a esa comprensión … se es imputable
en general, frente a cualquier especie de delito; pero sólo se es culpable en concepto,
es decir, con referencia a un determinado delito y no a otro que puede cometerse,
incluso contemporáneamente, en forma no culpable […]”
Según Núñez la imputabilidad es la capacidad de ser penalmente culpable. Esa
capacidad presupone madurez, salud mental y conciencia, en una medida que habiliten
al autor para comprender la criminalidad del acto y dirigir sus acciones
Nuestro código adopta el método mixto: biológico-psicológico (Art. 34 inc. 1º del CP).
Presupuestos biológicos.
• Madurez mental: es el desenvolviendo intelectual y volitivo suficiente para
comprender la criminalidad del acto ejecutado y dirigir las propias acciones Esta
establecida en la Ley 22.278 (Art. 1ero). Establece distintas categorías:
• Menor de dieciséis años, es considerado -sin admitir prueba en contrario-
inimputable.
• Menor de entre 16 y 18 años: no es considerado imputable con relación a
delitos de acción privada o reprimidos con pena privativa de la libertad
que no exceda de dos años, con multa o con inhabilitación.
• Mayor de 18 años: es considerado imputable.
• Salud mental: el autor goza de salud mental cuando no se encuentra afectado
por ninguno de los estados mencionados en los a, b y c del “presupuesto
biológico”. Esta falta de salud mental le impide al sujeto comprender la
criminalidad del acto y la posibilidad de dirigir sus acciones.
Supuestos:
• Insuficiencia de las facultades mentales: es entendida como una
deficiencia mental u oligofrenia que impide el desarrollo de esas
facultades (imbecilidad, debilidad mental, etc.). Núñez la explica como la
detención, preferentemente intelectual, del desarrollo psíquico del
individuo.
• Alteración morbosa de las facultades: comprende las enfermedades de la
mente que alteran o transforman las facultades –mentales- ya
desarrolladas por el sujeto. Abarca todo tipo de perturbaciones
patológicas de la vida mental.
• Conciencia: señala Núñez que la conciencia, como característica de la
capacidad delictiva, es la cualidad psicológica que tiene el individuo de
conocer y valorar sus propios estados, ideas, sentimientos, voliciones,
etc., o algo exterior. Según este autor el “estado de inconciencia”
constituye una causa de inimputabilidad, si alcanza el efecto psicológico a
que se refiere el inciso 1º del Art. 34, y no se refiere a la exclusión de la
conciencia por enfermedad mental, sino a la producida por una causa
fisiológica (Ej. sueño, estado hipnótico, estados afectivos profundos, etc.).
Señala que el estado de inconsciencia no debe ser imputable al autor que
lo padece.
Si el autor llegó al estado de inconsciencia adrede, su responsabilidad
penal se analiza en los límites de la actio libera in causa.
Presupuestos psicológicos.
• Capacidad de comprensión de la criminalidad. Según Núñez la imputabilidad no
solo presupone que el autor del delito goza de salud mental y de conciencia,
sino que además requiere que las posea en una medida tal que, en el momento
del hecho, tenga la posibilidad de comprender la criminalidad del acto y dirigir
sus acciones (presupuesto mixto biosociológico). La imposibilidad de
comprender la criminalidad del acto sólo concurre cuando el autor que sufre
alteración morbosa de sus facultades mentales o estado de inconsciencia, aún
tiene posibilidad de contactar con la norma. Este contacto no será causa
suficiente para motivar al autor en la norma (carece de eficiencia a tal efecto),
debido –justamente- a falta de normalidad en sus capacidades psíquicas que
provocan una deficiente comprensión de la ilicitud del hecho.
• Posibilidad de dirección de la conducta. La presencia de las alteraciones
morbosas de las facultades mentales o estado de inconsciencia, provoca la
imposibilidad del sujeto de dirigir sus acciones. El autor en circunstancias
“normales” podría haber sido motivado a los fines de no infringir la norma, pero
cuando concurren estos supuestos los procesos de motivación impactan en él
de forma anormal, distorsionando o deformando su voluntad.

Escuelas
• Positivismo: dolo y culpa son formas de culpabilidad
• Normativismo: dolo y culpa son elementos de culpabilidad. . Estos, junto a otros
(imputabilidad y circunstancias concomitantes), constituyeron el objeto del juicio
de reproche
• Finalismo Se mantiene el juicio de reproche, es decir, la posibilidad del autor de
actuar de otra forma.
Se mantienen la imputabilidad y las circunstancias concomitantes
• Funcionalismo responsabilidad. Aquí se trata de saber si el sujeto individual es
merecedor de una pena por el injusto que ha realizado

Sub-eje TEMATICO 2: FORMAS AMPLIADAS DE RESPONSABILIDAD


2.1 ITER CRIMINIS
Concepto
Se denomina iter criminis al camino o vía que recorre un sujeto para la realización de
un delito.
Podemos hablar de ideación y preparación que no es punible y una segunda fase
donde encontramos a la ejecución y consumación que si son punibles:
• Ideación: Se trata de un proceso interno en el que el autor elabora el plan del
delito y propone los fines que serán meta de su acción, eligiendo a partir del fin,
los medios para alcanzarlo.
• Preparación: Es el proceso por el cual el autor se procura los medios elegidos
con miras a crear las condiciones para la obtención del fin.
• Ejecución: Es la utilización concreta de los medios elegidos en la realización del
plan. Dentro de la ejecución es posible distinguir dos niveles:
• En el que el autor no ha dado termino todavía a su plan (tentativa
inacabada).
• En el que ya ha realizado todo cuanto se requiere según su plan, para la
consumación (tentativa acabada)
• Consumación: Es la realización de todos los elementos del tipo objetivo a través
de los medios utilizados por el autor.
Tentativa punible
ARTÍCULO 42.- El que con el fin de cometer un delito determinado comienza su
ejecución, pero no lo consuma por circunstancias ajenas a su voluntad, sufrirá las
penas determinadas en el artículo 44.
De este artículo se desprende que los elementos constitutivos de la tentativa son
tres:
• el fin del autor (elemento subjetivo),
• el comienzo de ejecución (elemento objetivo)
• la falta de consumación por circunstancias ajena a la voluntad del autor.
Pena
ARTÍCULO 44.- La pena que correspondería al agente, si hubiere consumado el delito,
se disminuirá de un tercio a la mitad.
Si la pena fuere de reclusión perpetua, la pena de la tentativa será reclusión de quince
a veinte años. Si la pena fuese de prisión perpetua, la de tentativa será prisión de diez
a quince años.
Si el delito fuera imposible, la pena se disminuirá en la mitad y podrá reducírsela al
mínimo legal o eximirse de ella, según el grado de peligrosidad revelada por el
delincuente.
Desistimiento voluntario
ARTÍCULO 43.- El autor de tentativa no estará sujeto a pena cuando desistiere
voluntariamente del delito.

2.2. PARTICIPACION
Concepto
• En sentido amplio: Se llama participación a la concurrencia de personas en el
delito, es decir, a los autores, cómplices e instigadores. El concepto extensivo de
autor tiene como principal función justificar la llamada autoría mediata. De
acuerdo con este concepto, toda aportación será fundamento de autoría
• En sentido restringido: Se llama participación a la concurrencia de quienes
participan sin ser autores
A partir del art. 45 C.P., destinado específicamente a conceptualizar la coautoría, se
puede inferir no sólo el concepto de autor, sino también la autoría mediata.
Valiéndonos de la teoría del dominio del hecho (Si bien fue Hegler el primero en utilizar
la denominación y Lobe el que la desarrolló, fue con el finalismo de Welzel que
adquirió relevancia, llegando a su máximo esplendor de la mano de Roxin En la noción
finalista, autor de un delito doloso era quien dominaba finalmente la ejecución del
hecho. Prevalecía el componente intencional.) Como modo de distinguir autoría de
complicidad, podemos diferenciar tres formas de ser autor:
• Si el dominio es del hecho in totum estamos : frente a la autoría directa
• Si el dominio del hecho es funcional, lo que tenemos son supuestos de
coautoría;
• Por último, si el dominio que se tiene es sobre la voluntad de otro, estamos
ante la autoría mediata

• AUTOR

Hablamos aquí de autoría directa o individual.


Concepto: Autor directo es el que comete el hecho por sí mismo, el que
desarrolla la conducta típica, el que realiza el tipo penal.
• COAUTORÍA: Si el dominio del hecho es funcional; son considerados coautores
los que de común acuerdo ejecutan el tipo de forma tal que poseen
conjuntamente el imperio del hecho.
Requisitos subjetivos y objetivos
• Subjetivos
El requisito de carácter subjetivo es la decisión conjunta: La existencia de
un común acuerdo
• Objetivos Para coactuar se debe haber codecidido hasta el último
momento acerca de la realización del hecho típico.
• Aporte realizado en fase ejecutiva: Para conceptualizar a alguien
como coautor es indispensable que preste su aporte en el
momento de la ejecución del hecho.
• Esencialidad del aporte; bien o función: Es coautor quien ha
ejercido una función, quien ha prestado un aporte o ha contribuido
con una cosa o una actividad esencial y necesaria, difícil de
remplazar.
En la coautoría, según lo explica, rige el principio de imputación recíproca
mediante el cual a cada uno de ellos se le imputo la totalidad del hecho
con independencia de la concreta aportación que cada autor haya
realizado.
Estimamos posible la coautoría tanto en los delitos culposos como en los
de omisión.

• AUTOR MEDIATO: si el dominio que se tiene es sobre la voluntad de otro. En


estos supuestos el sujeto que realiza la conducta típica funciona en realidad
como una herramienta de otro que lo dirige. Este “otro” que dirige la acción del
“autor inmediato” domina su voluntad.
La doctrina mayoritaria admite los siguientes supuestos de autoría mediata;
• Instrumento que obra sin dolo: Se trata de casos en que el autor
aprovecha o provoca el error de tipo del instrumento. Sea el error
invencible o vencible el "hombre de atrás" es autor doloso en autoría,
mediata. En cuanto al instrumento, en el primer caso no es responsable;
en el segundo, es autor imprudente del delito (en caso de que se
encuentre expresamente previsto).
• Instrumento que obra lícitamente: En este caso el instrumento actúa
conforme a derecho aunque con falta de todos los conocimientos
necesarios del hecho que, por el contrario, son poseídos por el "hombre
de atrás
• Instrumento que actúa bajo coacción: En doctrina existen ciertas
discrepancias sobre la autoría mediata del que obra coaccionado.
En estos casos el instrumento actúa con dolo, teniendo la posibilidad de
obrar de otra manera. Algunos consideran que sólo cuando por efecto de
la coacción se haya perdido la última y relevante decisión, se configuraría
la Autoría mediata; en los demás supuestos, estaríamos frente a
instigación.
• Instrumento que obra sin culpabilidad: En este apartado tenemos que
diferenciar dos supuestos:
• Instrumento inimputable: Aquí el instrumento actúa en estado de
incapacidad de culpabilidad (menores de 16 años de edad,
insuficiencia o alteraciones morbosas de las facultades). No
obstante, si el inimputable ha conservado el dominio del hecho, a
pesar de su inimputabilidad, sólo habrá instigación.
• Instrumento que actúa en error de prohibición: En estos casos el
instrumento no comprende la criminalidad de su acto (art. 34, inc.
1, C.P.).
• Instrumento que obra dentro de un aparato de poder: Existe autoría
mediata en el caso de que un sujeto (no coaccionado ni engañado) que
forma parte de una organización de poder actúa como intermediario
(fácilmente reemplazable) en la ejecución de una decisión delictiva
determinada. Sus características principales son:
• La existencia de un aparato de poder;
• La fungibilidad del ejecutor.
En SENTIDO RESTRINGIDO “PARTICIPACIÓN”, es participación en la conducta del
autor que puede tener la forma de instigación (cuando se decide a alguien a la
comisión de un delito) o de complicidad (cuando se coopera con alguien en su
conducta delictiva
Formas de complicidad
• Primaria (complicidad necesaria -): art. 45 del CP. Es autor primario o
necesario el que presta al autor una ayuda sin la cual el delito no se podría
haber realizado.
• Secundaria (complicidad no necesaria -): art. 46 del CP. Se define en forma
negativa y por contraposición al cómplice primario. Es autor secundario el que
presta cualquier tipo de cooperación que no sea primaria, aún la ayuda posterior
al hecho fundada en una promesa anterior. Su intervención no es necesaria
para que el hecho se desplegara tal como ocurrió.
Criterios de distinción
La complicidad necesaria se produce por auxilio o cooperación. La complicidad no
necesaria se puede configurar por cooperación o por prestación de ayuda prometida. .
El auxilio y la cooperación se asemejan en que ambas son contribuciones prestadas al
ejecutor del delito para que éste se realice. Se diferencian en que el auxilio es una
contribución no acordada, mientras que en la cooperación dicho acuerdo existe.
La prestación de una ayuda prometida es una cooperación hecha efectiva después de
cometido el hecho, en cumplimiento de lo acordado con otro partícipe antes de su
comisión. Sin la efectivización de la ayuda no hay complicidad
Al distinguir nuestro legislador entre complicidad necesaria y no necesaria, ha puesto a
la doctrina y a la jurisprudencia en el dificultoso brete de elaborar un criterio para lograr
la separación clara entre ambas especies.
En la actualidad, la doctrina se inclina por la denominada teoría de los bienes escasos
elaborada por el español Ordeig. La tesis se podría resumir de la siguiente manera: si
el partícipe coopera al delito con un objeto difícil de obtener, con uno del que el autor
material no dispone (bien escaso) es cómplice necesario, prescindiendo de si, por azar
o realizando un esfuerzo, el autor material hubiera podido o no obtener el bien que
aquél le proporciona
Para determinar si una cosa es escasa (esto es: si su aportación al delito es necesaria)
se debe pronunciar primero un juicio general y provisional (contexto amplio) (v.gr., un
bolígrafo a utilizarse en una falsedad no es escaso en general). Este juicio general se
convierte en definitivo cuando el examen de los factores generales es completado por
el de los particulares (tiempo, y lugar) (por ej., el bolígrafo del que hablábamos más
arriba puede ser escaso en una pequeña población africana)
2.3. CONCURSO DE DELITOS
• CONCURSO IDEAL La definición se desprende de lo dispuesto en el art. 54 del
CP. Allí se señala que “…Cuando un hecho cayere bajo más de una sanción
penal, se aplicará solamente la que fijare pena mayor…
Los dos componentes del concurso ideal son la
• realización del hecho típico
• la pluralidad de tipos delictivos en los que encuadra.
Ejemplo: el médico que para deshonrar al paciente revela la enfermedad
venérea de éste, no hace más que una manifestación que constituye el delito de
violación de secreto profesional, pero además comete el delito de injuria, por las
circunstancias del carácter vergonzante de la enfermedad y del ánimo del autor.
Pena: El art. 54 cp. ha seguido el principio de la absorción, pues unifica la pena
de los distintos tipos involucrados en el concurso ideal: "Se aplicará solamente la
que fijare pena mayor",
Para determinar cuál es la pena mayor, se deben considerar dos situaciones:
• Si las penas de los distintos tipos delictivos son de la misma naturaleza:
• Pena mayor es la que tiene conminado un máximo superior;
• si los máximos son iguales, la que presente el mínimo mayor;
• si tanto los máximos como los mínimos son iguales, pena mayor
será la del tipo que prevé penas conjuntas.
• Si las penas son de distinta naturaleza, la pena mayor será la de
naturaleza más grave, según el orden del art. 5 cp.
DELITO CONTINUADO
El delito continuado se produce cuando a pesar de la pluralidad de conductas típicas,
ellas conforman una unidad jurídica desde el punto de vista penal. En estos supuestos
el sujeto realiza al mismo tiempo o en forma sucesiva varias conductas dependientes
entre sí, y es por ello que jurídicamente, se las considera una sola
Requisitos:
• Pluralidad de hechos
La pluralidad exige que la misma persona cometa dos o más hechos
discontinuos, incluso en tiempos y lugares distintos. La prolongación discontinua
de la conducta delictiva diferencia el delito continuado del delito permanente,
que consiste en una conducta delictiva continua
• Dependencia de los hechos entre sí
Para que se configure este requisito del delito continuado, los varios hechos
deben concurrir o proseguir en relación a una sola y misma delincuencia que no
se ha agotado (homogeneidad delictiva)
Así ocurre con el ladrón que en una misma noche sustrae varios objetos del
mismo negocio, penetrando una y otra vez al lugar; en tal caso, la consumación
delictiva representa una unidad material y subjetiva
• Sometimiento a una misma sanción legal
Para cumplir este requisito, que determina la unidad delictiva de los varios
hechos dependientes entre sí, deben concurrir dos factores:
• Que la totalidad de esos hechos merezcan la misma calificación delictiva;
por ello debe darse una homogeneidad conceptual, es decir, que los
distintos hechos, en razón de su homogeneidad material, puedan
unificarse en una misma calificación legal.
• Que en el caso de pluralidad de ofendidos la naturaleza de los bienes
jurídicos lesionados admita la unificación delictiva
Consecuencias jurídicas. Los hechos plurales son sancionados con una sola pena
CONCURSO REAL:
Dispone el art. 55 del CP que “…Cuando concurrieren varios hechos independientes
reprimidos con una misma especie de pena, la pena aplicable al reo tendrá como
mínimo, el mínimo mayor y como máximo, la suma aritmética de las penas máximas
correspondientes a los diversos hechos…
Los elementos del concurso real son:
• Pluralidad de hechos
El mismo sujeto debe haber cometido varios hechos definidos como delitos por
la ley penal, es decir, haber causado materialmente dos o más modificaciones
del mundo exterior tipificadas penalmente.
• Independencia entre sí
El obrar del autor debe traducirse materialmente en varias modificaciones del
mundo externo independientes entre sí, de modo que si suprimimos cualquiera
de ellas, la otra subsiste porque el otro delito tiene vida propia pues consiste en
un comportamiento distinto. Por ejemplo, penetrar al domicilio, constituye una
materialidad autónoma y diferente a la de sustraer efectos que se encuentran en
su interior, razón por la cual se consuman los delitos de violación de domicilio y
hurto
• Su concurrencia
La concurrencia puede ser
• simultánea puede presentarse de dos formas:
• Concurso real homogéneo: cuando los varios hechos
independientes realizados por el mismo agente son contextual y
jurídicamente iguales, pues se ejecutan en el mismo contexto de
tiempo y lugar y encuadran en el mismo tipo penal. Ejemplos:
Juan, mediante el veneno puesto en la comida de la familia Pérez,
mata al padre, a la madre ya los dos hijos; Luis, con un solo
disparo de cañón, mata a Manuel, Diego y María
• Concurso real heterogéneo: si los varios hechos autónomos se
cometen en un mismo contexto espacio-temporal, pero son
jurídicamente distintos pues encuadran en diversos tipos penales
que nada tienen que ver entre sí. Ejemplos: con un disparo de
arma de fuego José lesiona al cajero que está detrás del vidrio;
primero destruye una cosa -el vidrio- y luego lesiona al cajero,
pues le produce un daño en el cuerpo o en la salud. Martín
mientras rompe a puntapiés la puerta del vecino, lo injuria; no
existe relación entre los tipos del daño e injuria
• sucesiva. existe una reiteración delictiva. puede dar lugar a las
siguientes formas de reiteración delictiva:

• Reiteración homogénea: cuando en un contexto espacio-temporal


distinto, el mismo sujeto comete varios hechos independientes
que encuadran en el mismo tipo penal Ejemplo: el 5 de julio Pablo
mata a Lucas y el 2 de octubre priva de la vida a Mariela.
• Reiteración heterogénea: se trata de hechos contextual y
jurídicamente distintos, pues se ejecutan en distintos contextos de
lugar y tiempo y se adecuan a tipos penales diferentes. Ejemplo:
el 10 de abril Mario roba en un supermercado, el 23 de junio mata
a su esposa Claudia y el18 de noviembre estafa a un comerciante
• Su enjuiciamiento en un mismo proceso judicial sólo puede haber concurso si la
misma persona ha cometido dos o más delitos que no han sido juzgados con
anterioridad. Por el contrario, si entre los distintos delitos media una sentencia
condenatoria firme queda descartado en concurso real, pudiendo haber
reincidencia si se dan los requisitos del art. 50
Punición
A pesar de que en el concurso real será posible imponer al autor varias penas porque
se le puede imputar haber cometido una pluralidad delictiva, nuestro Código Penal ha
consagrado el sistema de pena única, que rige tanto si cada uno de los distintos delitos
está reprimido con una sola pena, como si alguno de ellos o todos lo están con penas
alternativas
La pena única fija una escala abstracta para graduar la pena en función de los arts. 40
y 41
PUNIBILIDAD
Como una primera aproximación, podemos decir que la punibilidad es la posibilidad, o
no, de aplicar pena a un hecho delictivo. Y hablamos de un hecho delictivo, porque la
conducta analizada ya superó cada una de las categorías sistemáticas que integran la
teoría del delito, esto es, la tipicidad, la antijuridicidad, y la culpabilidad.
• Punibilidad en sentido amplio → todas aquellas condiciones de las que la ley
hace depender el castigo penal, comprendiendo las categorías que integran el
concepto analítico de delito. Estas nociones sólo permiten examinar las
condiciones relativas al merecimiento de pena.
• Punibilidad en sentido estricto → estudio de todas aquellas condiciones de las
que la ley hacen depender la operatividad del castigo penal de los intervinientes
de un hecho, que por ser típico, antijurídico y culpable, ya es delito
2.4 DISTINTAS CLASES DE ACCIONES:
La acción penal es por naturaleza de carácter público y oficial.
• Publica: significa que la lleve adelante un órgano de estado (ministerio público o
fiscal) Oficial: significa que el órgano público tiene el deber de promoverla. El
principio general es que todas las acciones penales son públicas. Deberán
iniciarse de oficio todas las acciones penales con excepción de las siguientes:
• las que dependieren de instancia privada Son acciones procesales
públicas que se hallan sometidas a la condición de que el agraviado o su
representante formule la correspondiente denuncia penal. Son acciones
dependientes de instancia privada las que nacen de los siguientes delitos:
• Violación, estupro, rapto, ultrajes al pudor cuando no resultare la
muerte de la persona ofendida, o lesiones de las mencionadas en
el art. 91 del CP
• Lesiones leves, sean dolosas o culposas. Sin embargo, en los
casos de este inciso se procederá de oficio cuando mediaren
razones de seguridad o interés publico
• Impedimento de contacto de los hijos menores con su padre no
conviviente.
En estos casos, no se procederá a formar causa sino por acusación o
denuncia del agravado, de su tutor, guardador o representantes
legales. Sin embargo, se procederá de oficio cuando el delito fuere
cometido contra un menor que no tenga padres, tutor o guardador.
Cuando existieren intereses gravemente contrapuestos entre alguno
de estos y el menor, el fiscal podrá actuar de oficio cuando resultare
más conveniente para el interés superior de aquel. La razón para que
en todos estos casos la acción sea de instancia privada es que la
publicidad puede afectar aún más a la víctima del hecho.
• las acciones privadas
• Calumnias e injurias
• Violación de secretos, salvo en los casos de los arts. 154 y 157
• Concurrencia desleal, prevista en el art. 159
• Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar cuando la
víctima fuera el cónyuge.
SUB-EJE TEMATICO 3: PENAS Y MEDIDAS DE SEGURIDAD
2.1. PENAS
Concepto
Desde un punto de vista absolutamente formal, la pena constituye "un mal con el que
amenaza el derecho penal para el caso de que se realice una conducta considerada
como delito·"
Teorías sobre el fundamento y fin de las penas
• Absolutas Para esta corriente, la pena se orienta exclusivamente hacia el
pasado, su fin se satisface con la respuesta al delito cometido
• Relativas o preventivas: Para estas elaboraciones, la pena se orienta hacia el
futuro, su función no se satisface con la respuesta al delito cometido, sino que
busca prevenir nuevos delitos, dirigiéndose a sus posibles autores para que no
los cometan
Individualización de la pena
Podemos decir, que de acuerdo con las disposiciones de nuestro Código, el acto
judicial de fijar una condena (individualización de la pena), es un procedimiento
intelectual y razonado del juez para adecuar la ley al caso concreto (determinado
individuo, momento y circunstancias).
Sistemas de determinación de la pena
Existen 3 fases cronológicamente diferenciadas respecto de la pena:
• la que corresponde a la tarea del legislador (génesis);
Es en el momento de la creación de la ley, cuando el legislador, al mismo tiempo
que define las conductas reprochadas plasmándolas en tipos, deja establecidas
las sanciones.
• aquélla en la que el juez dicta sentencia (individualización) y,
• la fase ejecutiva o penitenciaria, también llamada fase administrativa.

Clases
• prisión o reclusión
La reclusión y la prisión constituyen las únicas penas de encarcelamiento
vigente
Las diferencias entre ambas sanciones, provienen de la antigua división entre
crímenes y delitos. Mientras la reclusión se aplicaba a Ios primeros y revestía
carácter infamante (quitaba la fama, la reputación, privaba del honor), la prisión
se reservaba a los delitos y se satisfacía con el encarcelamiento. Luego, la
reclusión nació como una pena más gravosa que la de prisión.
Pero la forma de cumplimiento de ambas clases de sanción privativa de la
libertad se encuentra equiparada por la ley de ejecución penitenciaria 24.660
• multa
Es la única pena pecuniaria principal legislada en nuestro Código Penal. Puede
presentarse como pena exclusiva (art. 155 C.P.); conjunta Con la de prisión (175
bis cp.), con la de inhabilitación absoluta (art 270) o con la de inhabilitación
especial (art. 49 C.P.); o alternativa con la de prisión (110 cp.) Consiste en el
pago de una Suma de dinero al Estado, impuesta bajo la forma de "retribución"
por el delito cometido. En la actualidad, su tratamiento ha cobrado gran interés
debido a su posibilidad de "substituir, con eficacia, muchas penas privativas de
la libertad de corta duración"
• inhabilitación
La pena de inhabilitación es aquella sanción de carácter impeditivo consistente
en la imposición de una incapacidad con relación a determinadas esferas del
derecho
2.2. REINCIDENCIA
Concepto.
La reincidencia en el derecho penal, como significado amplio del término, es la
reiteración o repetición de conductas delictivas (caer nuevamente en el delito). En este
sentido, será reincidente aquél que habiendo sido juzgado por un delito, vuelve a
delinquir.
Distinto y más restringido es el concepto ajustado a nuestro Código Penal, a partir del
cual podemos decir que hay reincidencia, cuando el sujeto que ha cumplido total o
parcialmente condena a pena privativa de libertad impuesta por tribunal del país, es
condenado nuevamente con esa misma especie de pena, siempre que desde su
cumplimiento no hubiera transcurrido el plazo legal que la excluye.
Pero, el Instituto de la reincidencia ha dispuesto exclusiones: no admite los delitos
políticos, exclusivamente militares, amnistiados, ni cometidos por menores de 18 años.
Estas exclusiones operan ipso jure, es decir que, aunque alguna de estas situaciones
excluidas estuvieren abarcadas por la definición, no procede que el Juez las tome en
cuenta para declarar reincidente al reo.
Efectos
La reincidencia es un estado en que cae el sujeto, estado que causa los efectos
descriptos en los arts. 14,27 y 41.
• La reincidencia es una circunstancia agravante que debe tener en cuenta el juez
al graduar la pena.
• De la letra del artículo 14 surge que la ley de fondo deniega a los reincidentes la
posibilidad de acceder al egreso anticipado por medio de la libertad condicional.-
• Así también, las leyes adjetivas disponen que la eventual declaración de
reincidencia puede constituir óbice para la concesión de exención de prisión o
excarcelación cuando dicha circunstancia permita suponer que el imputado
intentará eludir la acción de la justicia o entorpecer la investigación
• Finalmente, la acumulación de varias reincidencias habilita la imposición de la
reclusión por tiempo indeterminado como accesoria de la última condena (art. 52
del C.P.).

Condena de ejecución condicional.


Concepto y finalidad.
Es condenación condicional la condena dictada a pena privativa de libertad de corta
duración, suspendiendo en el mismo pronunciamiento su efectiva ejecución, con un
plazo en que el condenado deberá observar ciertas conductas y abstenciones.
La finalidad perseguida por el instituto es la redención del delincuente no habitual,
otorgándole el beneficio como estímulo para su esfuerzo de reinserción a la vida
normal, bajo la condición determinante de que no cometa otro delito durante el tiempo
de prueba,
Pero, la ley no ha previsto únicamente un beneficio estimulante de la voluntad del
delincuente (basado en la buena fe), sino que lo acompaña con el apercibimiento de
ejecutar la pena impuesta en su totalidad, si en el lapso acordado, la conducta posterior
demuestra que no hubo arrepentimiento por el delito cometido, A esta amenaza, se
agrega que en el caso de comisión de nuevo delito dentro del plazo legal, sufrirá
íntegramente la pena que estaba suspendida, junto con la del último delito (ambos en
concurso real).
Requisitos
El tribunal está facultado, es decir que valorará el caso concreto y sus circunstancias,
luego de lo cual y de acuerdo a expresos fundamentos puede conceder el beneficio u
ordenar que la pena sea de cumplimiento efectivo. Para que el juez disponga
suspender el cumplimiento de la pena impuesta, la ley exige como requisito, que se
trate de primera condena a Ia especie de prisión no mayor de tres años (aunque se
trate de concurso de delitos).
El significado de "primera condena" comprende: tanto una primera condena sufrida por
el sujeto, como una segunda condena después de transcurrido el término legal de diez
años si ambos delitos fueron dolosos, u ocho cuando uno de ellos fue culposo. En
ambos. Casos a partir de que la sentencia quedó firme (art: 27 cp.). "
Para la procedencia de la suspensión de la ejecución penal, el juez deberá fundar bajo
pena de nulidad su decisión. Los fundamentos consisten en la valoración que haga el
juzgador en la misma sentencia, de circunstancias subjetivas y objetivas, que
demuestren la inconveniencia de aplicar efectivamente la privación de libertad" (art. 26
C.P.).
Revocación
La suspensión de la ejecución de la pena será revocada si el condenado no cumple
con las condiciones impuestas. Tanto puede ser la comisión de un nuevo delito dentro
del término de cuatro años, como el incumplimiento persistente o reiterado de las
reglas de conducta que el reo debe observar cabalmente durante el tiempo ordenado
(art. 27 cp.).
Tales reglas de conducta (todas o algunas) podrán ser modificadas -en la misma
sentencia-·de acuerdo a la conveniencia del caso concreto.
El plazo de cumplimiento de las reglas de conducta, entre dos y cuatro años, puede
extenderse por su interrupción: si el condenado la cumple con alguna regla, el tribunal
puede disponer que no se compute todo o parte del tiempo transcurrido, iniciándose
nuevamente el cómputo.

2.3. DERECHO PENAL PENITENCIARIO


Es el conjunto de normas que determina los modos de cumplimiento de la condena
La ley de ejecución de la pena privativa de la libertad
La ley 24.660 de ejecución de la pena privativa de la libertad ha unificado la Ejecución
de la reclusión y de la prisión.
La modalidad particular de ejecución penal no depende de la clase de pena impuesta,
sino que es un resultado de la individualización administrativa del tratamiento. De tal
modo han quedado virtualmente sin efecto los arts. 6°, 7° Y 9° cp.

Progresividad del sistema penitenciario


Sobre las características del régimen penitenciario dispone el art. 6° de la ley 24.660:
"ARTICULO 6º — El régimen penitenciario se basará en la progresividad, procurando
limitar la permanencia del condenado en establecimientos cerrados y promoviendo en
lo posible y conforme su evolución favorable su incorporación a instituciones abiertas,
semiabiertas, o a secciones separadas regidas por el principio de autodisciplina.
Las acciones a adoptar para su desarrollo deberán estar dirigidas a lograr el interés, la
comprensión y la activa participación del interno. La ausencia de ello será un obstáculo
para el progreso en el cumplimiento de la pena y los beneficios que esta ley acuerda. .
Se consagra la conveniencia de un tránsito pausado, continuo, desde los
establecimientos cerrados a los abiertos; desde la máxima seguridad a la
autodisciplina.
Principio de Resocialización:
El Art. 1 L.E.P. en consonancia con los postulados de los Tratados Internacionales de
Derechos Humanos (Art. 10 apart. 3 P.I.D.C.P. y Art. 5 apart.6 P.S.J.C.R.)Establece
que la finalidad de la ejecución penal será “lograr que el condenado adquiera la
capacidad de comprender y respetar la ley procurando su adecuada reinserción social”,
estableciéndose así cuáles son los objetivos que debe perseguir el Estado durante la
ejecución de la pena privativa de la libertad y a los que deben estar orientados la
actividad de los operadores penitenciarios y judiciales
La palabra “reinserción” representa un proceso de introducción del individuo en la
sociedad
Períodos libertad condicional y asistida
ARTICULO 13.- El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido
treinta y cinco (35) años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de
tres (3) años que hubiere cumplido los dos tercios, y el condenado a reclusión o prisión,
por tres (3) años o menos, que hubiere cumplido un (1) año de reclusión u ocho (8)
meses de prisión, observando con regularidad los reglamentos carcelarios, podrán
obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del
establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y
favorable su reinserción social, bajo las siguientes condiciones:
1º.- Residir en el lugar que determine el auto de soltura;
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la
obligación de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias
estupefacientes;

3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no
tuviere medios propios de subsistencia;
4º.- No cometer nuevos delitos;
5º.- Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes;
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su
necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos.
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y hasta diez (10) años más en las perpetuas, a contar desde el día
del otorgamiento de la libertad condicional.
El régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la pena impuesta, se
caracterizará por su progresividad y constará de los siguientes períodos (art. 12):
ARTICULO 12. — El régimen penitenciario aplicable al condenado, cualquiera fuere la
pena impuesta, se caracterizará por su progresividad y constará de:
a) Período de observación;
ARTICULO 13. — El período de observación consiste en el estudio médico-psicológico-social
del interno y en la formulación del diagnóstico y pronóstico criminológicos. Comenzará con la
recepción del testimonio de sentencia en el organismo técnico-criminológico, el que deberá
expedirse dentro de los treinta (30) días. Recabando la cooperación del interno, el equipo
interdisciplinario confeccionará la historia criminológica.
Durante el período de observación el organismo técnico-criminológico tendrá a su cargo:
a) Realizar el estudio médico, psicológico y social del condenado, formulando el diagnóstico y
el pronóstico criminológico; todo ello se asentará en una historia criminológica debidamente
foliada y rubricada que se mantendrá permanentemente actualizada con la información
resultante de la ejecución de la pena y del tratamiento instaurado;
b) Recabar la cooperación del condenado para proyectar y desarrollar su tratamiento, a los
fines de lograr su aceptación y activa participación, se escucharán sus inquietudes;
c) Indicar la fase del período de tratamiento que se propone para incorporar al condenado y el
establecimiento, sección o grupo al que debe ser destinado;
d) Determinar el tiempo mínimo para verificar los resultados del tratamiento y proceder a su
actualización, si fuere menester.
ARTÍCULO 13 bis.- A los efectos de dar cumplimiento a los recaudos del artículo anterior se
procederá de la siguiente manera:
1) Todo condenado será trasladado a un centro de observación en un término de cuarenta y
ocho (48) horas de notificada la sentencia firme en la unidad penal.
2) La unidad de servicio judicial del establecimiento penitenciario de que se trate, iniciará un
expediente adjuntando copia de la sentencia, planilla de concepto, conducta, informe de
antecedentes judiciales, de evolución en el régimen y en el tratamiento, si los hubiera, y el
estudio médico correspondiente.
3) Dicho expediente completo y así confeccionado será remitido al organismo técnico-
criminológico a fin de dar cumplimiento a la totalidad de las previsiones previstas para dicho
período.
4) El informe del organismo técnico-criminológico deberá indicar específicamente los factores
que inciden en la producción de la conducta criminal y las modificaciones a lograr en la
personalidad del interno para dar cumplimiento al tratamiento penitenciario.
5) Cumplimentados los incisos anteriores el expediente será remitido a la dirección del penal
que lo derivará a la unidad de tratamiento la que, conforme las indicaciones emanadas por el
organismo técnico-criminológico y previa evaluación de la necesidad de intervención de cada
unidad del establecimiento, hará las derivaciones correspondientes.
En todos los casos los responsables de las unidades que hayan sido indicados para la
realización del tratamiento penitenciario, deberán emitir un informe pormenorizado acerca de la
evolución del interno. Dicho informe será elaborado cada treinta (30) días y elevado al Consejo
Correccional, debiendo ser archivado en el mismo para su consulta.
Cuando el interno, por un ingreso anterior como condenado en el Servicio Penitenciario
Federal, ya tuviere historia criminológica, ésta deberá ser remitida de inmediato al organismo
técnico-criminológico del establecimiento en que aquél se encuentre alojado durante el período
de observación, para su incorporación como antecedente de los estudios interdisciplinarios a
realizarse.

b) Período de tratamiento; que podrá ser fraccionado en fases que importen para el
condenado una paulatina atenuación de las restricciones inherentes a la pena
ARTICULO 14. — En la medida que lo permita la mayor o menor especialidad del
establecimiento penitenciario, el período de tratamiento podrá ser fraccionado en fases que
importen para el condenado una paulatina atenuación de las restricciones inherentes a la pena.
Estas fases podrán incluir el cambio de sección o grupo dentro del establecimiento o su
traslado a otro.
El período de tratamiento será progresivo y tendrá por objeto el acrecentamiento de la
confianza depositada en el interno y la atribución de responsabilidades.
El periodo de tratamiento se desarrollará en tres (3) etapas o fases:
Fase 1. Socialización. Consistente en la aplicación intensiva del programa de tratamiento
propuesto por el organismo técnico-criminológico tendiente a consolidar y promover los factores
positivos de la personalidad del interno y a modificar o disminuir sus aspectos disvaliosos.
Fase 2. Consolidación. Se iniciará una vez que el interno haya alcanzado los objetivos fijados
en el programa de tratamiento para la fase 1. Consiste en la incorporación del interno a un
régimen intermedio conforme a su evolución en dicho tratamiento, en el que tendrá lugar una
supervisión atenuada que permita verificar la cotidiana aceptación de pautas y normas sociales
y la posibilidad de asignarle labores o actividades con menores medidas de contralor.
Para ser incorporado a esta fase el interno deberá reunir los requisitos y haber alcanzado los
objetivos siguientes:
a) Poseer conducta Buena cinco y concepto Bueno cinco;
b) No registrar sanciones medias o graves en el último periodo calificado;
c) Trabajar con regularidad;
d) Estar cumpliendo las actividades educativas y las de capacitación y formación laboral
indicadas en su programa de tratamiento;
e) Mantener el orden y la adecuada convivencia;
f) Demostrar hábitos de higiene en su persona, en su alojamiento y en los lugares de uso
compartido;
g) Contar con dictamen favorable del Consejo Correccional y resolución aprobatoria del director
del establecimiento.
Fase 3. Confianza. Consiste en otorgar al interno una creciente facultad de autodeterminación
a fin de evaluar la medida en que internaliza los valores esenciales para una adecuada
convivencia social, conforme a la ejecución del programa de tratamiento.
Para acceder a esta fase de tratamiento deberá poseer en el último trimestre conducta Muy
Buena siete y concepto Bueno seis y darse pleno cumplimiento a los incisos b), c), d), e), f) y g)
previstos para la incorporación a la fase 2.
El ingreso a esta fase podrá comportar para el interno condenado:
a) La carencia de vigilancia directa y permanente en el trabajo que realice dentro de los límites
del establecimiento, y/o en terrenos o instalaciones anexos a éste.
b) Realizar tareas en forma individual o grupal con discreta supervisión en zona debidamente
delimitada.
c) Alojamiento en sector independiente y separado del destinado a internos que se encuentran
en otras fases del período de tratamiento.
d) Ampliación del régimen de visitas.
e) Recreación en ambiente acorde con la confianza alcanzada.
ARTICULO 14 bis.- El ingreso a las diversas fases aludidas en el artículo precedente, deberá
ser propuesto por el organismo técnico-criminológico.
El Consejo Correccional, previa evaluación de dicha propuesta, emitirá dictamen por escrito.
Producido el dictamen, el director del establecimiento deberá resolver en forma fundada.
Dispuesta la incorporación del interno en la fase 3, la dirección del establecimiento, dentro de
las cuarenta y ocho (48) horas remitirá las comunicaciones respectivas al juez de ejecución y al
organismo técnico-criminológico.
En caso de que el interno dejare de reunir alguna de las condiciones selectivas o cometa
infracción disciplinaria grave o las mismas sean reiteradas, el director, recibida la información,
procederá a la suspensión preventiva de los beneficios acordados en la fase 3, debiendo girar
los antecedentes al Consejo Correccional, quien en un plazo no mayor a cinco (5) días,
propondrá a qué fase o sección del establecimiento se lo incorporará, comunicando tal decisión
al juez de ejecución y al organismo técnico-criminológico.
c) Período de prueba;
ARTICULO 15. — El periodo de prueba consistirá en el empleo sistemático de métodos de
autogobierno y comprenderá sucesivamente:
a) La incorporación del condenado a un establecimiento abierto, semiabierto o sección
independiente de éste, que se base en el principio de autodisciplina;
b) La posibilidad de obtener salidas transitorias del establecimiento;
c) La incorporación al régimen de semilibertad.
Son requisitos necesarios para el ingreso al período de prueba:
1) Que la propuesta de ingreso al mismo emane del resultado del periodo de observación y de
la verificación de tratamiento.
2) Estar comprendido en alguno de los siguientes tiempos mínimos de ejecución:
a) Pena temporal sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: la mitad de la condena;
b) Penas perpetuas sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal: quince (15) años;
c) Accesoria del artículo 52 del Código Penal, cumplida la pena: tres (3) años.
3) No tener causa abierta u otra condena pendiente.
4) Poseer conducta ejemplar y concepto ejemplar.
El director del establecimiento resolverá en forma fundada la concesión al ingreso a período de
prueba, comunicando tal decisión al juez de ejecución y al organismo técnico-criminológico.

d) Período de libertad condicional.


• Libertad asistida
ARTICULO 54. — La libertad asistida permitirá al condenado por algún delito no incluido
en el artículo 56 bis y sin la accesoria del artículo 52 del Código Penal, el egreso
anticipado y su reintegro al medio libre tres (3) meses antes del agotamiento de la pena
temporal.
En los supuestos comprendidos en el artículo 56 bis se procederá de acuerdo con las
disposiciones del 56 quáter.
El juez de ejecución o juez competente, a pedido del condenado y previo los informes
del organismo técnico-criminológico y del Consejo Correccional del establecimiento,
podrá disponer la incorporación del condenado al régimen de libertad asistida siempre
que el condenado posea el grado máximo de conducta susceptible de ser alcanzado
según el tiempo de internación.
El juez de ejecución o juez competente deberá denegar la incorporación del condenado
a este régimen si se encontrare comprendido en las excepciones del artículo 56 bis.
El juez de ejecución o juez competente deberá denegar la incorporación del condenado
a este régimen cuando considere que el egreso puede constituir un grave riesgo para el
condenado, la víctima o la sociedad.
En los casos de las personas condenadas por los delitos previstos en el artículo 128
tercer párrafo, 129 segundo párrafo y 131 del Código Penal, antes de adoptar una
decisión, el juez deberá tomar conocimiento directo del condenado y escucharlo si
desea hacer alguna manifestación.
También se requerirá un informe del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución y
se notificará a la víctima o su representante legal, que será escuchada si desea hacer
alguna manifestación.
El interno y la víctima podrán proponer peritos especialistas a su cargo, que estarán
facultados para presentar su propio informe.
Al implementar la concesión de la libertad asistida, se exigirá un dispositivo electrónico
de control, el cual sólo podrá ser dispensado por decisión judicial, previo informe
favorable de los órganos de control y del equipo interdisciplinario del juzgado de
ejecución.
ARTICULO 54 bis.- La Dirección Nacional del Servicio Penitenciario remitirá un listado
de condenados al patronato de liberados seis (6) meses antes del tiempo mínimo
exigible para la concesión de la libertad condicional, libertad asistida o definitiva por
agotamiento de la pena, a los efectos de iniciar las tareas de pre egreso.
ARTICULO 55. — El condenado incorporado al régimen de libertad asistida deberá
cumplir las siguientes condiciones:
I. Presentarse, dentro del plazo fijado por el juez de ejecución o juez competente, al
patronato de liberados que le indique para su asistencia y para la supervisión de las
condiciones impuestas.
II. Cumplir las reglas de conducta que el juez de ejecución o juez competente fije, las
cuales sin perjuicio de otras que fueren convenientes de acuerdo a las circunstancias
personales y ambientales del condenado, podrán ser:
a) Desempeñar un trabajo, oficio o profesión, o adquirir los conocimientos necesarios
para ello;
b) Aceptar activamente el tratamiento que fuere menester;
c) No frecuentar determinadas personas o lugares, abstenerse de actividades o de
hábitos que en el caso, se consideren inconvenientes para su adecuada reinserción
social.
Salvo expresa indicación en contrario, siempre regirá la obligación señalada en el inciso
a) de este apartado.
III. Residir en el domicilio consignado en la resolución judicial, el que podrá ser
modificado previa autorización del juez de ejecución o juez competente, para lo cual
éste deberá requerir opinión del patronato respectivo.
IV. Reparar, en la medida de sus posibilidades, los daños causados por el delito, en los
plazos y condiciones que fije el juez de ejecución o juez competente.
Estas condiciones regirán a partir del día de egreso hasta el de agotamiento de la
condena.
ARTICULO 56. — Cuando el condenado en libertad asistida cometiere un delito o
violare la obligación que le impone el apartado I del artículo que antecede, la libertad
asistida le será revocada y agotará el resto de su condena en un establecimiento
cerrado.
Si el condenado en libertad asistida incumpliere reiteradamente las reglas de conducta
que le hubieren sido impuestas, o violare la obligación de residencia que le impone el
apartado III del artículo que antecede, o incumpliere sin causa que lo justifique la
obligación de reparación de daños prevista en el apartado IV de ese artículo, el juez de
ejecución o el juez que resultare competente deberá revocar su incorporación al
régimen de la libertad asistida.
En tales casos el término de duración de la condena será prorrogado y se practicará un
nuevo cómputo de la pena, en el que no se tendrá en cuenta el tiempo que hubiera
durado la inobservancia que dio lugar a la revocación del beneficio.

• Libertad condicional
ARTICULO 28. — El juez de ejecución o juez competente podrá conceder la libertad
condicional al condenado que reúna los requisitos fijados por el Código Penal, previo los
informes fundados del organismo técnico-criminológico, del Consejo Correccional del
establecimiento y de la dirección del establecimiento penitenciario que pronostiquen en
forma individualizada su reinserción social. Dicho informe deberá contener los
antecedentes de conducta, el concepto y los dictámenes criminológicos desde el
comienzo de la ejecución de la pena.
En los casos de las personas condenadas por los delitos previstos en el artículo 128
tercer párrafo, 129 segundo párrafo y 131 del Código Penal, antes de adoptar una
decisión, el juez deberá tomar conocimiento directo del condenado y escucharlo si
desea hacer alguna manifestación.
También se requerirá un informe del equipo interdisciplinario del juzgado de ejecución y
se notificará a la víctima o su representante legal, que será escuchada si desea hacer
alguna manifestación.
El interno y la víctima podrán proponer peritos especialistas a su cargo, que estarán
facultados para presentar su propio informe.
Al implementar la concesión de la libertad condicional, se exigirá un dispositivo
electrónico de control, el cual sólo podrá ser dispensado por decisión judicial, previo
informe de los órganos de control y del equipo interdisciplinario del juzgado de
ejecución.
Con el pedido del interno se abrirá un expediente en el que se deberán consignar:
a) Situación legal del peticionante de acuerdo a la sentencia condenatoria, la pena
impuesta, su vencimiento, fecha en que podrá acceder a la libertad condicional y los
demás antecedentes procesales que obren en su legajo;
b) Conducta y concepto que registre desde su incorporación al régimen de ejecución de
la pena y de ser posible la calificación del comportamiento durante el proceso;
c) Si registrare sanciones disciplinarias, fecha de la infracción cometida, sanción
impuesta y su cumplimiento;
d) Posición del interno en la progresividad del régimen detallándose la fecha de su
incorporación a cada período o fase;
e) Informe de la Sección de Asistencia Social sobre la existencia y conveniencia del
domicilio propuesto;
f) Propuesta fundada del organismo técnico-criminológico, sobre la evolución del
tratamiento basada en la historia criminológica actualizada;
g) Dictamen del Consejo Correccional respecto de la conveniencia de su otorgamiento,
sobre la base de las entrevistas previas de sus miembros con el interno de las que se
dejará constancia en el libro de actas.
El informe del Consejo Correccional basado en lo dispuesto en el artículo anterior se
referirá, por lo menos, a los siguientes aspectos del tratamiento del interno: salud
psicofísica; educación y formación profesional; actividad laboral; actividades educativas,
culturales y recreativas; relaciones familiares y sociales; aspectos peculiares que
presente el caso; sugerencia sobre las normas de conducta que debería observar si
fuera concedida la libertad condicional.
El pronóstico de reinserción social establecido en el Código Penal podrá ser favorable o
desfavorable conforme a la evaluación que se realice y a las conclusiones a las que se
arriben respecto a su reinserción social para el otorgamiento de la libertad condicional.
Sin perjuicio de otras causas que aconsejen dictamen desfavorable respecto de su
reinserción social, deberá ser desfavorable:
1) En el caso de encontrarse sujeto a proceso penal por la comisión de nuevos delitos
cometidos durante el cumplimiento de la condena;
2) En el caso de no haber alcanzado la conducta y concepto del interno la calificación
como mínimo de Buena durante al menos las dos terceras partes de la condena
cumplida al momento de peticionar la obtención de la libertad condicional.
Con la información reunida por el Consejo Correccional y la opinión fundada del director
del establecimiento sobre la procedencia del pedido, éste remitirá lo actuado a
consideración del juez de ejecución.
El interno será inmediatamente notificado bajo constancia de la elevación de su pedido
al juez de ejecución.

Alternativas para situaciones especiales


• Prisión domiciliaria
ARTICULO 32. — El Juez de ejecución, o juez competente, podrá disponer el
cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaria:
a) Al interno enfermo cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario
le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia y no correspondiere su
alojamiento en un establecimiento hospitalario;
b) Al interno que padezca una enfermedad incurable en período terminal;
c) Al interno discapacitado cuando la privación de la libertad en el establecimiento
carcelario es inadecuada por su condición implicándole un trato indigno, inhumano o
cruel;
d) Al interno mayor de setenta (70) años
e) A la mujer embarazada;
f) A la madre de un niño menor de cinco (5) años o de una persona con discapacidad, a
su cargo.

• Prisión discontinua y semidetención


ARTICULO 35. —El juez de ejecución o competente, a pedido o con el consentimiento
del condenado, podrá disponer la ejecución de la pena mediante la prisión discontinua y
semidetención cuando, no encontrándose incluido en los delitos previstos en el artículo
56 bis:
a) Se revocare la detención domiciliaria;
b) Se convirtiere la pena de multa en prisión, según lo dispuesto en el artículo 21,
párrafo 2 del Código Penal;
c) Se revocare la condenación condicional prevista en el artículo 26 del Código Penal
por incumplimiento de las reglas de conducta establecidas en el artículo 27 bis del
Código Penal;
d) Se revocare la libertad condicional dispuesta en el artículo 15 del Código Penal, en el
caso en que el condenado haya violado la obligación de residencia
ARTICULO 36. — La prisión discontinua se cumplirá mediante la permanencia del
condenado en una institución basada en el principio de autodisciplina, por fracciones no
menores de treinta y seis horas, procurando que ese período coincida con los días no
laborables de aquél.
ARTICULO 39. — La semidetención consistirá en la permanencia ininterrumpida del
condenado en una institución basada en el principio de autodisciplina, durante la
fracción del día no destinada al cumplimiento, en la medida de lo posible, de sus
obligaciones familiares, laborales o educativas. Sus modalidades podrán ser la prisión
diurna y la prisión nocturna
ARTICULO 40. — El lapso en el que el condenado esté autorizado a salir de la
institución se limitará al que le insuman las obligaciones indicadas en el artículo 39, que
deberá acreditar fehacientemente.
• Trabajos para la comunidad
ARTICULO 50. — En los casos de los incisos c) y f) del artículo 35, cuando se presente
ocasión para ello y el condenado lo solicite o acepte, el juez de ejecución o juez
competente podrá sustituir, total o parcialmente, la prisión discontinua o la
semidetención por la realización de trabajo para la comunidad no remunerado fuera de
los horarios habituales de su actividad laboral comprobada. En tal caso se computarán
seis horas de trabajo para la comunidad por un día de prisión. El plazo máximo para el
cumplimiento de la pena con esta modalidad de ejecución será de dieciocho meses.
ARTICULO 51. — El juez de ejecución o juez competente confiará la organización y
supervisión del trabajo para la comunidad del artículo 50 a un patronato de liberados o a
un servicio social calificado, de no existir aquél.
ARTICULO 52. — En caso de incumplimiento del plazo o de la obligación fijada en el
artículo 50, el juez de ejecución o juez competente revocará el trabajo para la
comunidad. La revocación, luego de practicado el cómputo correspondiente, implicará el
cumplimiento de la pena en establecimiento semiabierto o cerrado. Por única vez y
mediando causa justificada, el juez de ejecución o juez competente podrá ampliar el
plazo en hasta seis meses.
ARTICULO 53. — El condenado en cualquier tiempo podrá renunciar irrevocablemente
al trabajo para la comunidad. Practicado el nuevo cómputo, el juez de ejecución o juez
competente dispondrá que el resto de la pena se cumpla en prisión discontinua,
semidetención o en un establecimiento penitenciario.

2.3. MEDIDAS DE SEGURIDAD


Concepto
Son los medios de que dispone el derecho penal moderno, distinto de las penas y que
cumplen una función de prevención especial
EJECUCION DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD. Duración y cese de ellas
Las medidas de seguridad son, por regla indeterminadas,
En nuestro derecho no existe un único término de duración sino que cada medida
posee una característica particular por la que se produce su cese,
Las medidas curativas dependen de la desaparición de la causa que le dio origen, debe
establecerse la desaparición del peligro, no siendo necesario demostrar la total
curación del enfermo mental. Sólo cesan por resolución judicial de la autoridad que
impuso la medida. Puede ser de oficio o a pedido de parte y con audiencia del
Ministerio Público y dictamen de los peritos.
En las medidas educativas, la regla para que la medida cese es el paso del autor del
ilícito de la minoridad a la adultez y lo dispuesto en la ley para los diferentes grupos
etáreos, además, el Código Procesal Penal de la Provincia de Córdoba, en su art. 525
exige que el tribunal para ordenar la cesación de una medida tutelar deberá oír al
Ministerio Público, al interesado, o cuando éste sea incapaz;) quien ejercite su patria
potestad, tutela o curatela, lo mismo que en su caso, al Consejo Provincial de
Protección al Menor.
Las medidas eliminatorias presuponen el cumplimiento de la pena establecida en la
última condena y del transcurso de cinco años más con la especial consideración del
grado de peligrosidad del condenado en el cumplimiento de los requisitos establecidos
en el art.53 cp.

DERECHO PROCESAL 1
El derecho procesal puede ser definido como el conjunto de principios y normas
jurídicas que regulan la actividad judicial del Estado y de los particulares en la
realización indirecta del derecho.
Sub-eje temático 1: PROCESO JUDICIAL
1. EL PROCESO JUDICIAL
Concepto “Serie gradual, progresiva y concatenadas de actos jurídicos procesales que
nacen como consecuencia del ejercicio de poderes y cumplimiento de deberes que
realizan los sujetos procesales intervinientes con la finalidad de obtener una resolución
jurisdiccional que, administrando justicia, resuelva definitivamente el conflicto de
intereses que le dio origen”
Caracteres
• Público: ya que sus fines responden a un interés público, este carácter público
se reafirma en la idea de que el proceso debe sustanciarse ante los órganos
jurisdiccionales del Estado.
• Autónomo: la autonomía como carácter tiene su raíz en la doble relación que se
suscita en el proceso: la sustancial y la procesal
• Complejo: porque en su desarrollo actúan diferentes sujetos procesales con
diversas atribuciones de actuación susceptibles de generar múltiples relaciones
jurídicos procesales
• Rasgo teleológico: se explica en la idea de que el proceso se dirige al
cumplimiento de fines individuales o sociales.
Elementos
• Elemento objetivo: este elemento está dado por la actividad de los sujetos
procesales o conjunto de actos procesales
• Gradual: Pluralidad de instancias en el proceso. Se desarrollan por
grados o etapas
• Progresiva: avanzan continuamente; en principio el proceso no retrocede.
Principio de “preclusión”.
• Concatenados: cada acto es antecedente del posterior y
consecuentemente del anterior, anterior ninguno de los siguientes tiene
validez y sin cada acto siguiente ninguno de los anteriores tiene “eficacia".
• Actos jurídicos procesales
• Elemento subjetivo del proceso: Los sujetos procesales
• Elemento teleológico del proceso:
• Fin inmediato: fijar los hechos y actuar el derecho, esto se vincula a la
expectativa subjetiva que tienen las partes de obtener una resolución del
tribunal.
• Fin mediato: los fines del proceso trascienden los objetivos tenidos en
miras por las partes; obtener la paz social, restablecer el orden jurídico
alterado, etc.
Objeto y contenido:
• objeto del proceso es la actividad de juez por la cual ante la pretensión del actor
y la contra pretensión del demandado, aplicando las reglas de la sana crítica
racional y de la lógica formal, se analizan los hechos afirmados por el actor y
contradichos por el demandado a la luz de las pruebas rendidas, llegando a una
sentencia definitiva.
• El contenido del proceso está dado por las pretensiones o declaraciones de
voluntad cuyo acogimiento se intenta obtener. El actor al ejercer la acción y el
demandado al contestar o interponer excepciones formulan una declaración de
voluntad de tipo imperativo amparada por la ley y exigiendo al juez que se
pronuncie sobre la existencia o inexistencia de una obligación determinada.
Luego el juez aplica el derecho acogiendo una y reestableciendo el orden
jurídico alterado.
2. PRESUPUESTOS
PROCESALES: son los requisitos necesarios o indispensables para la constitución de
una relación jurídica procesal valida. Son supuestos previos al proceso sin los cuales
no puede pensarse en su existencia. Se refieren
• Capacidad de las partes; capacidad de obrar (representante legal, promiscuo).
es una capacidad de hecho o de obrar y se relaciona con la aptitud para poder
realizar eficazmente los actos procesales de parte. Es el requisito en virtud del
cual debe mediar una coincidencia entre las personas que efectivamente actúan
en el proceso y las personas a las cuales la ley habilita para requerir (actor) y
contradecir (demandado) respecto de la materia sobre la cual versa el proceso
• Competencia del juez: capacidad para administrar justicia dentro del territorio en
el cual ejerce su jurisdicción. se funda en los límites territoriales, materiales y
funcionales establecidos por la ley para que el juez ejerza su jurisdicción. La
competencia territorial se divide entre jurisdicción nacional y provincial y dentro
de cada una de ellas la competencia encuentra fundamento en la división del
trabajo, en la especialización y en la necesidad de que el juzgador se encuentre
lo más cerca posible del lugar de los hechos.
• Cumplir los requisitos formales para entablar demanda o formular acusación.
Todo planteo debe efectuarse respetando las formalidades establecidas por la
ley a tal efecto (art. 175 y 176 C.P.C.; arts. 315 y 316 C.P.P.).
SENTÉNCIALES: aquellos requisitos cuya concurrencia es necesaria para que pueda
ser pronunciada una sentencia valida sobre el fondo del asunto. Para esto se requiere
un procedimiento previo y completo que se haya cumplido según las formas, tiempo y
lugar.
3. ETAPAS
• En el procedimiento civil
• Introductoria: Él acto procesal propio o típico de esta etapa es la demanda
mediante la cual se opera la definitiva e integral introducción de las
cuestiones que serán objeto de la decisión final. En esta oportunidad, el
actor efectuará las afirmaciones de hechos jurídicamente relevantes en
base a las cuales solicitará la tutela del derecho que invoca.
Con respecto al demandado, éste deberá contestar la demanda,
ejerciendo de esta forma su derecho de defensa
• Probatoria: las partes deben realizar un esfuerzo para arrimar al juez o
tribunal los elementos probatorios que acrediten sus pretensiones.
• Discusoria: Los actos procesales que objetivan esta etapa son los
alegatos cuya finalidad es proporcionar al juez argumentaciones
favorables al fundamento de las respectivas pretensiones. Implica,
además, discusión crítica de la prueba.
• Decisoria: es la última etapa esencial para el pronunciamiento de la
sentencia definitiva, poniendo fin al proceso y decidiendo sobre las
pretensiones de las partes. Deberá ser congruente, es decir que el juez
deberá resolver conforme a los hechos fijados en los escritos de la etapa
introductoria.
• En el procedimiento penal
• la investigación penal preparatoria. Se ha conceptualizado como la fase
eventual y preparatoria del juicio, que cumple un órgano judicial en virtud
de excitación oficial (de la policía o del ministerio público) y en forma
limitadamente pública u contradictoria , para investigar la verdad acerca
de los extremos de la imputación penal, con el fin de dar base a la
acusación o determinar el sobreseimiento)
Es llevada a cabo por el Fiscal de Instrucción, que detenta la titularidad de
la acción penal pública. Este funcionario carece de potestades
jurisdiccionales, por ello, ante la necesidad de ejercicio de alguna de ellas
debe necesariamente requerir la orden del juez de instrucción.
• la etapa del juicio (oral y público) es el epicentro del proceso penal que
tiene por fin establecer si se acreditaron o no, total o parcialmente, los
extremos argumentados fáctica y jurídicamente en la acusación con
certeza positiva fundada en la prueba examinada y contraexaminada por
las partes y recibida por el tribunal que declara por sentencia la relación
jurídica sustantiva basada en el debate oralizado en forma oral, publica,
continua y contradictoria.
• Etapa intermedia: tiene por finalidad ejercer un control de la legalidad de
la acusación. Ella se desencadena mediante la oposición que puede
ejercer la defensa del sujeto sindicado como autor del delito; consiste en
una instancia crítica que recae sobre la acusación y la resuelve el juez de
instrucción fundadamente.

• En el procedimiento de familia
• Etapa prejurisdiccional previa de transito obligatorio para cierto tipo de
asuntos ante un funcionario especial que es el asesor de familia cuya
función primordial es la de avenir a las partes para lograr un acuerdo.
También puede ser llevada a cabo en los centros de mediación.
• Juicio común presenta 2 grandes momentos que se cumplen ante
diferentes órganos: juez y Cámara de Familia.
Fracasada la secuencia prejurisdiccional se abre una etapa
intrajurisdiccional conciliatoria, que se desarrolla por ante el juez de
familia. Ella abarca los actos de demanda, reconvención y sus respectivas
contestaciones, actividad que se cumple en un solo acto, conocido como
audiencia. También comprende el ofrecimiento y diligenciamiento de la
prueba, salvo la realizada que resulta recibida por la Cámara.
La segunda etapa, se visualiza en la denominada audiencia de vista de
causa, acto de suma trascendencia y de conclusión de la instancia que se
desarrolla ante la Cámara. Es un acto oralizado en la que se reciben las
pruebas, se interrogan a las partes y es posible requerir aclaraciones o
ampliaciones a los peritos. Luego se pasa al momento crítico del material
probatorio que se cumple a través de los alegatos. Finalizados, el tribunal
pasa a deliberar y dicta la sentencia.

• En el procedimiento laboral
• De instrucción, conciliación: se lleva a cabo por ante el juez de
conciliación que cumple las funciones de un juez instructor, ya que ante él
se traba la Litis, en la audiencia de conciliación. Asimismo recibe y
despacha la prueba, con excepción de la testimonial, confesional e
inspección ocular, las que deben ser diligenciadas por ante el tribunal de
sentencia, esto es, la Cámara del Trabajo.
• Juicio oral, público y continuo que se desarrolla ante la Cámara, que
presenta una estructura colegiada, aunque puede conocer en salas
unipersonales. comprende la audiencia de vista de causa, en la que se
recepcionan las pruebas oralizadas y los alegatos. Por último, el tribunal
resuelve en forma definitiva sobre las pretensiones vertidas por las partes.
4. TIPOS O SISTEMAS PROCESALES
Concepto
Los sistemas procesales son los distintos modos de desenvolverse en el proceso,
examinado desde el punto de vista externo, y que tienen estrecha vinculación con los
principios formativos del proceso y la teoría de los actos jurídicos procesales.
Sistema es una estructura orgánica diseñada por la ley teniendo en cuenta ciertos
principios o ideas rectoras que le imprimen caracteres que lo definen.
Caracteres
• Relatividad: los sistemas se presentan en forma prevalente y no pura.
• Intercambiabilidad: debido a los continuos cambios en la sociedad, los diversos
sistemas jurídicos van variando y se van acomodando a los mismos.
• Neutralidad a los juicios de valor: los tipos procesales no son buenos ni malos,
ni justos, ni injustos en tanto se trata de formas metódicas con cierto grado de
abstracción. Entre dos sistemas no podemos decir que uno sea mejor que otro,
sino que uno sirve mejor que el otro para determinados actos procesales.
Tipos
• DISPOSITIVO: (civil) es aquel que asigna a los particulares tanto la iniciativa del
proceso como el impulso posterior, teniendo la facultad de fijar la cuestión
fáctica, aportado los elementos probatorios y pudiendo renunciar a ciertos actos
del proceso. fijando así los términos exactos del litigio determinando un límite y
un deber para el juez que deberá circunscribir su decisión a las pretensiones
formuladas por las partes. también serán ellas las que podrán decidir el
momento en el que le ponen fin al proceso.
• INQUISITIVO: (penal) es el juez o tribunal a quien le competen esos poderes y
los que deben actuar por si e investigar. Así el juez u otro funcionario tendrán la
facultad de investigar para arribar a la verdad material con prescindencia de la
actividad de las partes, proponiendo elementos probatorios sin otro limite que la
ley.
Sin embargo ninguna de estas formas metódicas se manifiestan en forma pura, si no
que presentan combinaciones.
• ACUSATORIO: se desarrolla en los procesos penales. el juicio se realizara en
forma oral y pública. lo que caracteriza a este sistema es que se separan las
funciones del estado, instituyendo dos organizaciones, el ministerio público
(requirente) y los tribunales (decisión). la vigencia de este sistema implica que el
juez o tribunal deje de ser protagonista activo de la búsqueda de la verdad y
derive esta responsabilidad al ministerio público. se basa en 3 ideas: - las partes
se posicionan en un plano de igualdad diferenciándose entre ellas y el juez – el
método de debate debe regirse por pautas éticas y comprender pautas bien
diferenciadas. – el juez será el órgano decisor independiente e imparcial.
• MIXTO: consiste en una combinación entre el sistema inquisitivo y el acusatorio,
esto se objetivo en el nuevo sistema cordobés en el cual se introdujeron
ingredientes del acusatorio al viejo sistema inquisitivo, estas reformas son: que
el trámite será impulsado inicialmente por el ministerio fiscal que va a desarrollar
la investigación preparatoria para recoger pruebas que funden la acusación. y el
juez controlara las tareas del mismo, tanto en esta etapa como en la etapa del
juicio en donde el fiscal acreditara la prueba y el juez deberá solo juzgar.
• ORAL: es utilizado en el procedimiento penal, familiar y laboral. requiere que la
sentencia se funde solo en aquellas alegaciones que hayan sido verbalmente
expresadas por las partes ante el tribunal de la causa. este sistema propicia la
vigencia del principio de inmediación (comunicación directa entre el juez, partes,
y prueba), permite acelerar los trámites judiciales al dotarlos de sencillez,
favoreciendo al acortamiento de los tiempos del proceso.
• ESCRITO: es utilizado en el procedimiento civil. cuando el tribunal solamente
pueda tener en cuenta el material procesal suministrado por escrito o recogido
en actas. todas las actuaciones deberán ser trasladadas a la escritura. este
sistema facilita el estudio y reflexión de los jueces ya que no solo es un medio de
expresión, sino también un medio de conservación, permitiendo que las
declaraciones queden fijas y permanentes y que en cualquier momento puedan
ser reconstruidas y examinadas.
• DOBLE INSTANCIA: propia de los procedimientos civiles. la existencia de dos
órganos jurisdiccionales que actúan en momentos diferentes del proceso. la
doble instancia supone conferir a un órgano de jerarquía superior el poder deber
de revisar por vía de recursos ordinarios la apreciación de los hechos y la
aplicación del derecho efectuada por un juez de primer grado en su resolución.
así existiría un juez unipersonal inferior y un órgano superior generalmente
colegiado. Es ventajosa ya que ofrecen mayores garantías por el número de sus
componentes y por el superior criterio y experiencia de estos, pudiendo las
partes aportar nuevos elementos probatorios y de defensa supliendo las
omisiones incurridas en la primera instancia para obtener una nueva decisión.
• ÚNICA INSTANCIA para los demás procedimientos, en donde la sentencia
dictada solo puede ser impugnada por vía de recursos extraordinarios, las
ventajas se fundamentan en su agilidad y vigencia de la inmediación.
5. PRINCIPIOS QUE GOBIERNAN EL PROCESO
Son los presupuestos políticos que determinan la existencia funcional de un
ordenamiento procesal cualquiera. Son las líneas directrices u orientadoras que rigen el
proceso.
• PUBLICIDAD: implica que los actos que se cumplan deban o puedan ser
conocidos por las partes, intervinientes o sociedad, ya que en el tramite existe
un interés público, que es el de garantizar la paz y justicia, logrando así una
mayor transparencia en la administración de la justicia y un control adecuado de
la actividad procesal. Esta publicidad se puede limitar o restringir cuando pudiere
afectarse a la moral o al orden público, u ocasionarse perjuicios materiales o
morales a los interesados.
• En el procedimiento civil rige este principio.
• En el procedimiento penal solo en los primeros momentos en la
investigación preparatoria efectuada por el fiscal.
• En familia y laboral rige el principio de reserva para proteger las acciones
privadas de los hombres y la intimidad.
• INMEDIACIÓN: contacto directo entre el juez las partes y las pruebas. Esto se
va a objetivar con la presencia de los sujetos ante el órgano jurisdiccional, con la
falta de intermediario entre las pruebas, personas y juez, y por la identidad física
del juez que tuvo contacto con las partes y del que dictara sentencia. Se da con
mayor vigor en los procesos orales.
• BILATERALIDAD: el debate procesal debe ser ordenado a fin de preservar la
igualdad de los contendientes al momento de hacer valer sus derechos. Es
también denominada principio de contradicción que establece la idea de que
toda decisión judicial debe ser tomada previo a que se haya dado igual
oportunidad a todas las partes de ser oídas, alegar y probar. Este principio
también se manifiesta en la obligación impuesta por las leyes de hacer conocer
a las partes las resoluciones que los jueces hayan dictado, ya que hasta ese
momento no obligaran a las partes.
• ECONOMÍA PROCESAL: importa la aplicación de un criterio utilitario en la
realización del proceso. Y se resume en dos ideas:
• economía de gastos: implica que el costo del juicio no sea un obstáculo
que impida a las partes su inicio
• economía de esfuerzos: implica lograr economía en el tiempo a través de
la – concentración: reunir toda la actividad procesal posible en uno o
pocos actos procesales. – eventualidad: las alegaciones deben ser
realizadas simultáneamente. – regulación de los tiempos procesales:
estableciendo plazos que sean susceptibles de poder cumplirse y que
sean flexibles.
• ADQUISICIÓN: significa que los resultados de la actividad de las partes se
adquieren para el proceso, independientemente de cuál de ellas haya realizado
tal actividad

Sub-eje temático 2: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA:


2.1JURISDICCION
Concepto
La jurisdicción es un poder deber de ejercicio obligatorio ejercido por el estado a través
de órganos específicos a fin de dirimir mediante resoluciones fundadas las cuestiones
litigiosas que le son sometidas por los justiciables. Es la función pública de administrar
justicia emanada de la soberanía del Estado y ejercida por un órgano especial
Caracteres
• Publica: lo ejercen órganos del estado mediante requerimientos de particulares
en civil y de los fiscales en penal. Persiguen fines públicos.
• Única: la función jurisdiccional corresponde exclusivamente al poder judicial,
tratándose de un poder único sin perjuicio de que este integrado por un conjunto
de facultades.
• Exclusiva: solamente es el estado quien está habilitado legítimamente para
administrarla a través de los órganos judiciales
• Excluyente: repele toda interferencia que pueda realizarse al respecto del
ejercicio de la función jurisdiccional (particulares, otros poderes). Existiendo
ausencia de subordinación de poderes.
• Indelegable: el estado designa a un juez para administrar la justicia hasta su
total agotamiento, esta delegación resulta absolutamente intransferible para el
juez.
• Inderogable: no puede ser modificada por voluntad de los justiciables salvos
casos especiales que la ley otorga a los particulares, pudiendo elegir otros
métodos para la resolución de su conflicto, siendo solo posible si estos versan
sobre derechos disponibles no afectando al orden público.
LIMITES
• Ámbito geográfico: la primera delimitación de la jurisdicción está dada por una
cuestión geográfica ya que la soberanía del Estado se ejerce dentro de su límite
territorial, por ende, la jurisdicción es ejercida solamente dentro de los límites de
su territorio. Comprende a todas las personas humanas o jurídicas que habiten o
se hallen instaladas en nuestro territorio. También comprende todas las cosas
muebles o inmuebles que se encuentren situadas dentro del país.
• Caso concreto: el caso se compone de un conflicto de intereses que se afirma
como existente por un sujeto investido de poder de acción, este caso deberá ser
real, existente y actual. Así les está prohibido a los jueces conocer casos
abstractos, académicos o doctrinarios, que no tengan fundamento jurídico o
carezcan de interés actual para la persona que reclama
• Excitación extraña: nuestro sistema procesal civil de carácter dispositivo requiere
para la actuación del órgano jurisdiccional de la excitación extraña que se
manifiesta habitualmente por la presentación de la demanda o también por otros
requerimientos por ejemplo la solicitud de medidas preparatorias o cautelares.
Esta excitación le competerá a un sujeto procesal distinto del órgano judicial.
• La ley anterior: predetermina el accionar del juez tanto en el gobierno del
proceso (aspecto instrumental) como en el contenido de la decisión del pleito
(aspecto sustancial).
2.2COMPETENCIA
Concepto
Es la medida de la jurisdicción, toda vez que si esta es el género, la competencia es
una especie dentro de aquella. Es la facultad que cada juez tiene para ejercer la
jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto territorio.
Hay 2 criterios:
• Objetivo: es la órbita jurídica dentro de la cual el tribunal ejerce su jurisdicción.
• Subjetivo: aptitud o capacidad que la ley reconoce a cada órgano o conjunto de
órganos judiciales para ejercer sus funciones respecto de una determinada
categoría de asuntos o durante una determinada etapa del procedimiento.
Caracteres
• Debe estar fijada previamente por ley: el justiciable debe saber de antemano
que existe un órgano jurisdiccional con competencia atribuida en la ley para
conocer del asunto que le aqueja.
• Orden público: los particulares no pueden disponer de la regla de la
competencia ni modificarla en cuanto a su distribución.
• Indelegable: los actos atribuidos al juez deben ser cumplidos indefectiblemente
por él, salvo excepciones en que puede encomendarse a otros órganos (art. 291
C.P.C.).
• Improrrogable: la competencia no es prorrogable, la distribución pertenece a la
ley y las partes no podrán conferir otras competencias ya sea por razón de la
materia, grado o valor a otro órgano jurisdiccional. La competencia es
prorrogable solamente cuando en el caso concreto no prima el interés público y
las partes, mediante un convenio escrito, hayan elegido otro juez para que
conozca el conflicto (expresa), o cuando una de las partes realice actos que
impliquen renunciar a la competencia del juez determinado por ley y la otra no se
oponga, ej. interponer demanda ante un juez incompetente y que el demandado
no se oponga (tácita).
Determinación de la competencia
La competencia es inmodificable en el sentido de que una vez establecida no puede
variar durante el transcurso del juicio. Así la competencia es determinada por la
situación fáctica y jurídica existente al momento de la iniciación del proceso y ella es la
que determina y la fija para todo el procedimiento aun cuando dichas condiciones por
circunstancias posteriores variaran.
Cuando determinados la competencia teniendo en cuenta la especialización y
naturaleza de las causas, veremos lo siguiente: las diversas ramas del derecho se
hacen cada día más complejas por la mayor cantidad de situaciones que el
ordenamiento jurídico tiende a resolver y por las modificaciones sociales, económicas o
laborales, ello permite concluir que sería inconcebible que un magistrado tuviera que
conocer todas las ramas del derecho y resolver con serenidad y justicia en cada una de
ellas. A través de la competencia, a cada magistrado se facilita la tarea de comprender
cuál es la naturaleza de la cuestión a resolver, el objeto del litigio, el estado civil de las
personas, el valor económico de la pretensión. Esto es lo que se denomina
competencia material y permite dividir la jurisdicción en civil, comercial, familia,
penal, laboral, etc.

Competencia provincial:
De acuerdo al régimen de Estado Federal instituido en los artículos 5 y 75, inciso 12 de
la C.N., nuestro Estado se caracteriza por la coexistencia de dos órbitas judiciales: la
de las provincias y la de la Nación.
El Poder Judicial provincial se encarga de todas las cuestiones relacionadas con el
derecho común ocurridas dentro de sus respectivos territorios, a excepción de las
materias expresamente delegas a la Nación, cuyo conocimiento compete a la Justicia
Nacional.
Criterios para su determinación
• Criterio territorial: art. 6
• Criterio según la materia es el límite que la ley impone al juez para que pueda
resolver sólo ciertos asuntos relacionados con la rama del derecho aplicable.
Divide en razón de las diversas naturalezas de las causas y por el criterio de
especialización.
En la Provincia de Córdoba en razón de la materia, la competencia se divide en
los siguientes fueros: Civil y Comercial, Concursos y Sociedades, Penal,
Laboral, Familia y Contencioso Administrativo.
• Fuero Civil y Comercial
• Fuero de concursos y sociedades
• Fuero penal
• Fuero laboral
• Fuero de familia
• Fuero contencioso administrativo
• Criterio funcional: impone una distribución de competencias entre diferentes
órganos con respecto a un proceso y se tiene en cuenta la distinta actividad que
desarrollan los jueces en juicio y tiene que ver con el sistema procesal elegido.
Si se trata de tribunales de doble instancia, la organización supone un juez
inferior que resuelve sobre el fondo del asunto y un tribunal de jerarquía superior
que revisa lo resuelto por el inferior.
• Criterio por turno: que encuentra fundamento en razones que consultan a una
mejor división de trabajo y por aplicación de disposiciones de características
más administrativas que procesales
PRÓRROGA: esta forma de desplazamiento transmite la competencia a un juez que en
principio resultaba incompetente.
Son prorrogables las cuestiones claramente patrimoniales y en relación al territorio, sin
embargo, no son prorrogables la competencia en razón del grado y la materia.
La prórroga de competencia se encuentra expresamente regulada en los artículos 2, 3
y 4 del C.P.C.
FUERO DE ATRACCIÓN: tiene aplicación en los procesos universales como los juicios
de sucesión y concursos o quiebras. El desplazamiento se justifica en la necesidad de
tratar en forma conjunta y simultánea todas las pretensiones deducidas contra el caudal
común.
De esta forma se otorga certeza al derecho que se declara en acciones independientes
pero que se encuentran vinculadas.
Al imponerse por razones de orden público por el hecho de que pueden verse
afectadas muchas personas, por lo general indeterminadas, el fuero de atracción es
improrrogable e irrenunciable y en consecuencia debe ser aplicado de oficio por el
tribunal.
Una vez concluido el juicio sucesorio o finiquitado la quiebra o el concurso, el fuero de
atracción también finaliza.
COMPETENCIA FEDERAL
Facultad conferida al poder judicial de la nación para administrar justicia en los casos
sobre las personas y en los litigios especialmente determinados por la constitución
nacional.
Caracteres:
• limitada: la C.N. establece taxativamente sus límites, no hay ley, interpretación
ni voluntad de parte que pueda extenderlos a otros casos.
• privativa: a contrario sensu, en las causas asignadas a la justicia federal resulta
excluida la justicia provincial que no puede entender en dichas cuestiones y
debe declarar su incompetencia de oficio en cualquier estado del proceso. En
casos de competencia concurrente entre Nación y provincias, la ley nº 927
sustrajo del fuero federal este tipo de causas (en casos en que el fuero federal
proceda por distinta vecindad o nacionalidad de las partes, cuando la cuantía
del asunto no exceda de un determinado monto, así como los juicios
universales).
También se admite la prórroga de competencia cuando el demandado
extranjero o vecino de otra provincia no opone la excepción pertinente,
entendiéndose por ello que renuncia al fuero federal.
• improrrogable: la competencia material es improrrogable, no así en razón de las
personas.
• contenciosa: nunca procede de oficio y solamente se ejerce la judicatura cuando
es solicitado a instancia de parte.
CRITERIOS
• Territorio: Corresponde así al congreso ejercer competencia exclusiva en el
territorio de la capital de la nación (propiedad del estado nacional) y dictar la
legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los
establecimientos de utilidad nacional, conservando la provincias y
municipalidades los poderes de policía sobre estos establecimientos en tanto no
interfieran en el cumplimiento de aquellos fines, así si esta finalidad no es
afectada el caso caerá bajo jurisdicción ordinaria.
• Materia: tendrán competencia para aquellos litigios que impliquen la aplicación
de la legislación federal: constitución nacional, tratados internacionales, leyes
dictadas por el congreso que regulen la actividad de la nación y sus organismos.
• Personas:
• Causas en que la nación o alguno de sus entes sea parte
• Causas entre provincias o vecinos de diferentes provincias: no
favorecer al provinciano, solo se aplica a causas civiles, serán
vecinos cuando sean argentinos domiciliados en diferentes
provincias, este domicilio constara de la residencia, más el ánimo
de permanecer allí, por un plazo no menor a 2 años. Esto no será
necesario si la causa es llevada a cabo por una tercera provincia.
• Causas en que es parte un ciudadano extranjero. Surgió por la
desconfianza que tenía el constituyente sobre los poderes
judiciales de las provincias, no procede en laboral, ni por delitos
comunes. Los extranjeros son considerados como las personas
que residen en el territorio de la republica aunque no tengan
constituido precisamente un domicilio con todos los efectos legales
de este.
• Causas en las que sea parte un estado extranjero, embajada,
embajadores, ministros o jefes de estado: si el caso versara sobre
actos de gobierno el sujeto u órgano deberá consentir para ser
llevado a cabo el juicio (exequatur) y para los actos de mera
tramitación no será necesario el consentimiento.
2.3 EL JUEZ O TRIBUNAL
El juez o tribunal es uno de los sujetos esenciales en el proceso, sin el juez no puede
haber un proceso propiamente dicho. Cumple la función jurisdiccional del Estado y se
encuentra compuesto por un juez o un conjunto impar de jueces.
El tribunal tiene a su cargo la administración de justicia y concurre con los otros
órganos del Estado al cumplimiento integral de la función judicial. Es un presupuesto
procesal esencial, que tiene la potestad de juzgar y cumple la función realizadora del
derecho.
Caracteres:
• Público: el tribunal es un órgano público creado para la administración de
justicia. Su representación física es un magistrado o funcionario del Estado.
• Permanente: en virtud del artículo 18 de la C.N. el tribunal reviste el carácter de
permanente, prohibiéndose la constitución de comisiones especiales
designadas para resolver jurisdiccionalmente un caso determinado. Los jueces
no son permanentes sino inamovibles en el cargo salvo renuncia, fallecimiento,
jubilación o remoción.
• Sedentario: no existen los tribunales ambulantes. Cada uno desempeña sus
funciones en un ámbito territorial determinado establecido como sede.
• Letrado: el juez debe tener título de abogado, además de otros requisitos que la
Constitución establece. Los jueces de paz no necesitan ser abogados.
• Normativo: Solamente la ley puede crear, modificar o extinguir un ordenamiento
jurisdiccional. Fuera de la ley no puede haber organización judicial.
INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN:
La recusación del juez es el medio por el que se exterioriza la voluntad de parte
legítima del proceso para que un juez determinado se separe de su conocimiento por
sospecharse, por algún motivo, de su imparcialidad. Es una garantía de imparcialidad y
un respaldo a la debida consideración de la magistratura.
Puede realizarse con o sin causa, en este último caso, se admite como garantía para el
litigante, pues le permite ejercer ese derecho cuando existiendo una causal legal, le
resulta dificultosa o imposible la prueba de los hechos, o se pueda afectar la dignidad
de la magistratura. Atento que este recurso ha sido utilizado de manera abusiva para
entorpecer los trámites, la jurisprudencia ha limitado el recurso de la recusación sin
causa a casos excepcionales y de interpretación restrictiva
• Recusación sin causa: en el proceso civil, las partes podrán recusar sin
expresión de causa al juez, al entablar o contestar la demanda u oponer
excepciones dentro de los tres días de notificado el llamamiento de autos para
definitiva o el decreto de avocamiento. A uno de los miembros de la Cámara y
del Tribunal Superior de Justicia, dentro de los tres días de llegados los autos
ante el superior, de notificado el decreto a estudio o el de integración del
tribunal.
• Recusación con causa: el fundamento de este instituto se encuentra en la
extensión de la independencia del poder judicial a la persona del juez. Por
razones de economía y de seguridad jurídica, se establecen límites temporales
para deducir incidente de recusación con causa. Cuando la causa de recusación
fuese anterior a la iniciación del pleito, deberá ser propuesta en el primer escrito
que se presente. Cuando fuese posterior o anterior no conocida, se propondrá
dentro de los tres días de haber llegado a conocimiento de la parte (art. 22
C.P.C.)
Causales de recusación: si bien la jurisprudencia analiza las causales de recusación en
sentido restrictivo para evitar el uso inadecuado del instituto, el análisis debería
realizarse en el sentido inverso y otorgar a las causas de recusación un criterio amplio
que atienda en principio al interés particular de contar con un juez imparcial y que con
posterioridad atienda al abuso en su utilización. Por ello, los listados contenidos en los
códigos adjetivos deberían interpretarse con carácter enunciativo y no taxativo.
La INHIBICIÓN es el medio que permite que el juez, al concurrir alguna de las
circunstancias anteriores, se aparte espontáneamente del conocimiento de la causa.

SUB-EJE TEMATICO 3.PODER DE ACCIÓN – EXCEPCIÓN PROCESAL


3.1 LA ACCION PROCESAL
Concepto
Ferreyra de la Rúa sostiene que el concepto más abarcativo de acción que es que la
presenta como “el poder de presentar y mantener ante el órgano jurisdiccional una
pretensión fundada en hechos jurídicamente relevantes con el fin de obtener una
decisión concreta y en su caso conseguir la ejecución de la misma hasta su
agotamiento”
Caracteres
• Es un poder general y abstracto con fundamento en la constitución nacional
• La demanda y la requisitoria fiscal son los instrumentos para llevar a cabo este
poder de acción
• Es autónoma: ya q ya existe con independencia del derecho material invocado
que sirve como fundamento de la pretensión planteada.
• De carácter publica ya que se dirige a un órgano público y persigue fines
públicos
• Es realizador del derecho de fondo
PRETENSION
Afirmación por parte de actor o demandado de hechos jurídicamente relevantes que
exponen en la demanda o contestación, se trata de una declaración de voluntad ante el
órgano jurisdiccional afirmando la violación de un derecho sustancial. Es el elemento
que vincula a la acción con el derecho sustancial.
Elementos
Los elementos de la pretensión son los requisitos o exigencias legales que debe exhibir
una pretensión para ser completa y para poder ser asimilada o distinguida de otra,
estos elementos se refieren a los sujetos que participan en el trámite, al objeto que se
persigue y a la causa o motivo que la origina. Algunos autores agregan la actividad y
las alegaciones.
• Elemento subjetivo: son los sujetos activos o pasivos que en el proceso civil
serán el actor y demandado. Y en el proceso penal será el fiscal y el imputado.
Estos deben estar debidamente individualizados.
• Objeto de la pretensión: debe estar determinado y resultar posible e idóneo.
Puede ser mediato (clase de pronunciamiento que se reclama ya sea una
condena, declaración o constitución) o inmediato ( aquello que efectivamente se
pretende o bien de vida que se peticiona)
• Causa de la pretensión: se vincula con el fundamento legal de la petición que
debe coincidir con el de la relación afirmada, suministrando así al juez el límite
concreto de la realidad dentro de la cual puede juzgar.
• Actividad: dimensiones de lugar tiempo y forma.
• Alegación: fundamentos de todo tipo para lograr la convicción del juez.

El ejercicio de la acción en el procedimiento civil, penal, laboral y de familia.


Requisitos, contenido, efectos
Palacio, define a la demanda como un acto que se funde con la pretensión del actor, de
modo simultáneo, “es la petición encaminada a lograr la iniciación de un proceso, a
cuyo efecto quien la formula ejerce y agota el derecho de acción que le compete”.
En definitiva, es un acto procesal, un acto jurídico voluntario. A la vez es un acto formal
que debe cumplir una serie de requisitos mínimos establecidos por las leyes
procesales: ser escrito y firmado. De esta manera constituye un documento que tiene la
siguiente importancia:
• Es el acto inicial que da origen a la relación procesal e influye en su desarrollo.
• Abre la instancia y a partir de su admisión se cuenta el plazo para la perención
de la instancia.
• Pone en ejercicio a la jurisdicción y, con ella, a los poderes del juez, pero al
mismo tiempo los limita en tanto aquél no puede pronunciarse sobre peticiones
que no estén deducidas en la demanda.
• Establece lo relativo a la prueba
Contenido y requisitos
Contiene las afirmaciones de hechos jurídicamente relevantes que justifiquen la
pretensión del actor. En su esencia la demanda constituye un silogismo: la premisa
mayor es la norma jurídica invocada, la menor, la relación de los hechos y la
conclusión, es el resultado al que arriba el actor entre ambas premisas y se exterioriza
en la petición.
.ARTICULO 175.- la demanda se deducirá por escrito y expresará:
1) El nombre, domicilio real, edad y estado civil del demandante; tipo y número de
documento de identidad.
2) El nombre y domicilio del demandado.
3) La cosa que se demande designada con exactitud. Si se reclamase el pago de una
suma de dinero, deberá establecerse el importe pretendido, cuando ello fuese posible,
inclusive respecto de aquellas obligaciones cuyo monto depende del prudente arbitrio
judicial.
4) Los hechos y el derecho en que se funde la acción.
5) La petición en términos claros y precisos.
Efectos de la demanda
• Sustanciales: aquellos que se relacionan con la validez y vigencia de las normas
positivas de fondo:
• Interrupción de la prescripción: la presentación de la demanda tiene por
efecto la interrupción del curso de la prescripción adquisitiva contra el
poseedor y de la prescripción liberatoria contra el deudor.
• Caducidad de ciertos derechos: son casos especiales regulados por el
derecho de fondo, y que implican caducidad de derechos, casos
relacionados con el derecho de familia (acción de nulidad de matrimonio).
• Extinción de las opciones del actor: la presentación de la demanda
produce efectos respecto de diversas opciones que puede realizar el
actor desde que, elegida una, ya no le es posible solicitar la otra prevista
en la misma norma.
• Procesales: se relacionan con normas establecidas en la ley procesal específica
que regula el proceso:
• Apertura de instancia: la demanda es el acto mediante el cual se pone en
ejercicio el poder de acción, medio por el cual queda abierto el juicio pues
provoca la excitación de la jurisdicción, referida al acceso al primer grado
de instrucción del proceso y de conocimiento de sus actos por el juez.
Para el actor aparece la carga procesal del impulso procesal para evitar la
perención de la instancia.
• Estado de litispendencia: con la interposición de la demanda, aun antes
de su notificación, se produce el estado de litispendencia, el que será
perfeccionado con la respectiva notificación.
• Competencia del juez respecto del actor: el actor al interponer la
demanda, hace una elección que puede implicar una prórroga de
competencia en razón del territorio.
• Objeto litigioso: salvo excepciones, el actor no podrá modificar el objeto
de la demanda. El demandado, mientras no reconvenga, deberá limitarse
a contestar sobre el objeto litigioso, sin poder variarlo. Además establece
un límite a los poderes del juez en la sentencia, quien deberá
pronunciarse sobre éste, manteniendo el principio de congruencia.
• Confesión: interpuesta la demanda, los hechos expuestos por el actor
pueden implicar confesión de su parte, respecto de aquellos
acontecimientos lícitos no contrapuestos a la prueba rendida
En el proceso civil, que por su carácter dispositivo requiere el impulso inicial y también
el posterior o de mantenimiento por parte del interesado;
En el proceso de familia o laboral, por ej., donde el impulso inicial es formulado por el
actor (demanda laboral o de familia) pero posteriormente, es el juez quien mantiene
vivo y da impulso al procedimiento hasta su efectiva finalización. En efecto, en estos
fueros el impulso procesal es de oficio (art. 41 Ley 7676 y 17 Ley 7987).
En materia penal, en razón del interés público involucrado, la acción es ejercida por
órganos del estado, esto es el Ministerio Público Fiscal, quien promueve las
actuaciones y ordena las medidas necesarias de investigación y de prueba. Ello, más
allá de la figura del Querellante Particular (art. 91 y 7 del CPP Cba.), que acuerda la
posibilidad al ofendido de constituirse al lado del órgano estatal, en una suerte de
litisconsorte, pero que no excluye ni limita en lo más mínimo los poderes y dirección del
proceso que efectúa el Fiscal.
3.2 EXCEPCION
Concepto
Según Clariá Olmedo, en una acepción genérica, la excepción “es un poder, es toda
defensa que el demandado opone a la pretensión del actor esgrimiendo hechos
modificativos, impeditivos o extintivos”.
La oposición de excepciones en sentido estricto importa para el demandado una
posibilidad de introducir objeciones fundadas en la falta de algún presupuesto procesal,
o dirigidas a poner de manifiesto alguna circunstancia sustancial.
Contenido
Está constituido por la afirmación de hechos con relevancia jurídica opuestos a la
pretensión del actor, que respecto de aquel presentan similitudes y diferencias.
Pueden ser
• Perentorias: son aquellas que en el supuesto de prosperar excluyen
definitivamente el derecho del actor de manera tal que la pretensión pierde total
posibilidad de volver a proponerse eficazmente.
• Dilatorias: son aquellas que en caso de prosperar desplazan temporariamente el
pronunciamiento del juez sobre la pretensión del actor, pero no impiden que esta
vuelva a proponerse una vez subsanados los defectos de los que adolecía.
3.3 OPOSICIÓN A LA PRETENSIÓN. FORMAS EN EL PROCEDIMIENTO CIVIL
Contingencias resultantes de la conducta del demandado en la contestación de la
demanda.
• Contestación de la demanda: Notificada la demanda, nace para el demandado la
“carga” de contestarla. El demandado debe realizar este acto procesal dentro del
plazo legal según el tipo de procedimiento de que se trate si no desea ser
declarado rebelde; se trata de un plazo improrrogable pero no perentorio, de allí
que una vez finalizado no precluye la oportunidad, salvo que el actor acuse
rebeldía y el juez la declare, a partir de esa declaración firme de rebeldía,
precluye para el demandado la facultad de contestar
En nuestro CPCCba se encuentra contemplada en el art. 192, el que
expresamente señala que “en la contestación, el demandado deberá confesar o
negar categóricamente los hechos afirmados en la demanda, bajo pena de que
su silencio o respuestas evasivas puedan ser tomadas como confesión”.
La negativa general no satisface tal exigencia.
Deberá también reconocer o negar categóricamente la autenticidad de los
documentos acompañados que se le atribuyan y la recepción de las cartas y
telegramas a él dirigidos que se acompañen, bajo pena de tenerlos por
reconocidos o recibidos, según el caso”.
Manifestación sobre los hechos: confesión o negación categórica: El demandado
debe efectuar sus manifestaciones sobre cada uno de los hechos expresados en
la demanda, de una manera rotunda y terminante, sin vacilaciones ni reservas.
Esas manifestaciones pueden consistir en afirmaciones, aserciones o confesión.
Reconocido un hecho por el demandado se excluye respecto de él la prueba,
puesto que desaparece respecto de ese hecho el carácter controvertido.
• Actitudes omisivas: implica el incumplimiento de una carga procesal que no debe
interpretarse como una obligación ya que se trata del requerimiento de una
conducta de realización facultativa , normalmente establecida en interés del
propio sujeto y cuya omisión trae aparejada una consecuencia gravosa para él,
como la presunción de culpabilidad. Estas actitudes omisivas pueden
presentarse cuando no cumple con la carga procesal de compárese y constituir
domicilio legal, o cuando no obstante de haber comparecido no conteste la
demanda ya que el silencio puede verse tomado como el reconocimiento de la
verdad.
• Comparece: cuando el demandado se presenta ante el tribunal por escrito o
personalmente, fijando domicilio legal, dentro del plazo de 3 días cuando se
encontrare en el lugar del juicio o si no dentro del plazo que el tribunal
establezca teniendo en cuenta las circunstancias.
• Reconvención: el demandado además de contestar la demanda puede deducir
una demanda reconvencional, introduciendo una nueva pretensión dirigida
contra el actor que podría haber motivado un juicio independiente, sería como
una contrademanda que se funda en principios de economía procesal y debe
guardar cierta correspondencia con la plasmada en la demanda. Es necesario
que concurran ciertos requisitos: competencia del tribunal y que puedan
sustanciarse en un mismo trámite quedando a salvo la posibilidad de plantear su
pretensión en juicio independiente.
• Reconocimiento de los hechos y los derechos: el allanamiento significa el
reconocimiento por parte del demandado de los hechos afirmados por el actor y
del derecho en el que estos se fundan. Puede ser expreso (emite una
declaración de voluntad en tal sentido durante el pleito) o tacita (cuando la
voluntad es inferida de actitudes asumidas). Puede ser total o parcial cuando
pueda allanarse de una pretensión si y de otra no, o cuando en un caso con
varios demandados algunos se allanen y otros no. Ciertas situaciones de
allanamiento no resultan vinculantes para el juez, esto se da cuando no se tratan
de derechos disponibles, pero sin embargo podrán ser tenidos en cuenta al
momento de dictar sentencia.

SUB-EJE TEMATICO 4: SUJETOS DEL PROCESO - ACTOS PROCESALES:


4.1. SUJETOS PROCESALES
En el proceso penal
• Necesarios:
• tribunal.
• El juez técnico: es quien evalúa los hechos y resuelve conforme las
reglas de la sana crítica racional, fundando su decisión en forma
lógica y legal debiendo explicitar lo decidido.
• Juicio por jurados: este instituto surge en el proceso penal, está
compuesto por ciudadanos no letrados en derecho que resuelven
la existencia del hecho conforme su íntima convicción. No teniendo
que fundar su decisión, solo expresando la inocencia o culpabilidad
del imputado. El jurado emitirá su decisión y el juez será quien
aplique la ley penal, pronunciando la condena fundada en D.
• Acusador. Fiscal: la acción penal fue asumida por el estado quien tiene a
cargo el ejercicio de la acción penal, delegando este poder en la fiscalía
que por un lado realizara la investigación penal preparatoria y por el otro
ejercitara la acción penal mediante la acusación. El fiscal será parte en el
proceso, por lo que no es imparcial como el juez.
• Imputado: es el polo pasivo, sujeto acusado de un delito sobre el cual
recaerá la pretensión punitiva, que se mantendrá en estado de inocencia
hasta el momento en que se dicte sentencia declarándolo culpable, pero
mientras el procedimiento penal este inconcluso, será objeto de coacción
estatal debiendo tolerar intervenciones en contra de su libertad, voluntad,
o integridad personal. Este en el ejercicio de su defensa tiene derechos
activos de intervención.
• Eventuales:
• querellante o víctima: el ofendido o victima puede ingresar al proceso
para propiciar que se le aplique una sanción al querellado. Así el ofendido
penalmente por un delito de acción pública, sus herederos,
representantes legales o mandatarios podrán intervenir en el proceso
como querellante particular, sin perjuicio de ejercer conjuntamente la
acción civil resarcitoria, colaborando a acreditar el hecho delictuoso y la
responsabilidad penal del imputado. Es decir que solo ejerce una función
de ayuda ya que no es parte, a fin de asegurar cumplimiento de la función
punitiva del estado.
• El actor civil: puede ocurrir que por motivo del hecho delictivo surja para la
persona un derecho resarcitorio derivado de la responsabilidad civil
provocada por el hecho delictivo, surgiendo por la regla de concentración
que se pueda acumular dos pretensiones una civil y otra penal, en un solo
proceso. El actor civil será quien despliegue esta pretensión
indemnizatoria en el proceso penal, que deberá contener todos los
requisitos formales de una demanda civil y si son varios los imputados
podrá dirigirse contra alguno de ellos o todos ellos. También podrá actuar
en el proceso para ayudar a acreditar el hecho delictuoso y la
responsabilidad civil del demandado contra el cual se pretende el
resarcimiento.
En el proceso civil, familia y laboral son protagonistas el actor, el demandado y el
juez. En el proceso penal debe existir un órgano requirente (Ministerio Público Fiscal),
un órgano judicial y el imputado. Cada uno de los sujetos ejerce poderes de raigambre
constitucional. El actor tiene a su cargo el poder de poner en movimiento el proceso
como expresión del derecho constitucional de peticionar ante las autoridades. El juez
ejerce el poder de jurisdicción y el demandado ejerce el legítimo derecho de defensa.
Asimismo, todos ellos precisan condiciones subjetivas de actuación.
El juez y el ministerio público deben ser designados conforme preceptos
constitucionales y estructurados de acuerdo a leyes orgánicas. Los particulares deben
contar con capacidad y legitimación reconocida y pueden intervenir a través de sus
apoderados o representantes.
Por último, los sujetos eventuales comprenden los auxiliares del tribunal y el personal
subalterno que colabora con el oficio judicial en calidad de secretarios letrados,
prosecretarios, jefes de despacho y demás auxiliares. También comprende a
patrocinantes, testigos, peritos, etc.

4.2 ACTOS PROCESALES


Concepto
Couture define al acto procesal como el "acto jurídico emanado de las partes, de los
agentes de justicia o aún de los terceros ligados al proceso, susceptible de crear,
modificar o extinguir efectos procesales".
Elementos
• Subjetivos:
• capacidad y
• voluntad
• Objetivos:
• Objeto: lo que se pide
• Causa: motivo por el cual se pide

• De la actividad:
• Tiempo: en qué oportunidad debe establecerse el acto procesal
• Lugar: el espacio donde se materializa el acto jurídico procesal
• Forma: los requisitos establecidos o formalidades que deben cumplir los
distintos actos procesales
Clasificación
• Actos del tribunal:
• De decisión: resoluciones judiciales
• De comunicación: aquellos actos en los cuales se notifican a las partes y
a terceros
• De documentación: actos por medio de los cuales se deja constancia del
ejercicio de ciertos actos
• Actos de las partes
• Actos de obtención: persiguen la satisfacción de una pretensión o contra
la pretensión
• Actos de petición: se delimita el contenido de la pretensión, demanda y
contestación
• Actos de afirmación: tienen como fin ilustrar el fundamento de la
pretensión.
• Actos de prueba: tienen por objeto aportar relatos y documentación
• Actos dispositivos: persiguen crear, modificar o extinguir situaciones
procesales
• Allanamiento
• Desistimiento
• transacción
• actos de terceros: no son partes del acto, pero influyen dentro del proceso.
Pueden ser terceros con interés o sin interés. Por ejemplo relato de testigos

4.3 COMUNICACIÓN
Concepto
Palacio define actos procesales de comunicación o transmisión, como aquellos que
tienen por objeto poner en conocimiento de las partes, de los terceros (peritos, testigos.
etc.) o de funcionarios judiciales o administrativos, sea una petición formulada en el
proceso o el contenido de una resolución judicial.
Medios de comunicación
• traslados y vistas
Traslados: providencia mediante la cual el juez ordena comunicar a una de las
partes algo solicitado por la otra
Vistas: similar al traslado, pero para comunicar algo a funcionarios (Ej.: vista al
Asesor de menores). No requiere ser contestado
• audiencias: son los medios de comunicación no solo entre partes sino entre
estas y el tribunal, designándose a tal fin un determinado día y hora para su
recepción.
En general, son públicas, salvo que el tribunal disponga lo contrario por
resolución motivada. De lo ocurrido en la audiencia se labra un acta que debe
contener el nombre y la firma de los que hubieran intervenido.
• Oficios comunicaciones escritas dirigidas a los órganos judiciales, a los
funcionarios de otros poderes del Estado, a particulares ya entidades privadas
suscriptas, según los casos, por los jueces, secretarios o letrados patrocinantes
de las partes o peticionarios.
Pueden cursar a otro órgano jurisdiccional u otra autoridad a fin de
encomendarles el cumplimiento del alguna diligencia, de requerirles informes
sobre el estado de una causa, o la remisión de algún expediente, etc.
• Exhortos son los medios de comunicación de un órgano jurisdiccional a otro de
igual jerarquía de la misma jurisdicción o de otra distinta con el objeto de
requerirles el cumplimiento de determinadas diligencias, o para hacerles conocer
resoluciones adoptadas con motivo de una cuestión de competencia planteada
por vía de inhibitoria. En Córdoba se utiliza entre los tribunales de la provincia.
(entre jueces)
• Mandamientos Se denomina mandamiento al medio de comunicación de un
Órgano jurisdiccional a otro de inferior jerarquía, con el objeto requerirle el
cumplimiento de determinadas diligencias (entre jueces)
• Suplicatorias Tradicionalmente se conoce como suplicatoria al medio de
comunicación de un órgano jurisdiccional otro de mayor jerarquía, sea la misma
jurisdicción o de otra distinta (entre jueces)

La notificación en el proceso
Notificaciones: son los actos procesales mediante los cuales se pone en conocimiento
de las partes o de terceros, el contenido de las resoluciones judiciales
Artículo 143.- Las notificaciones se efectuarán: sistemas forma
1) A domicilio: por cédula o cualquier otro medio fehaciente. La cédula es un
escrito (hecho a máquina de escribir, por computadora o en formulario impreso)
firmado por el abogado o por el secretario o prosecretario del juzgado, que tiene
como fin comunicar una resolución judicial
La cédula debe contener
• Nombre y apellido de la persona a notificar o designación que
corresponda y su domicilio, con indicación del carácter de éste (domicilio
real, constituido, denunciado
• Juicio en que se practica
• Juzgado y Secretaría en que tramita el juicio
• Transcripción de la parte pertinente de la resolución
• Objeto, claramente expresado, si no resultare de la resolución transcripta.
En caso de acompañarse copias de escritos o documentos, la pieza
deberá contener detalle preciso de aquéllas.
¿Quién firma la cédula? Debe hacerlo el letrado patrocinante de la parte que
tenga interés en la notificación (y en algunos supuestos, el síndico, tutor o
curador ad litem notario, secretario o prosecretario). El firmante debe aclarar
su firma con el sello correspondiente. Serán firmados por el secretario o
prosecretario la cédula o instrumento que lo notifique medidas cautelares o
entrega de bienes y aquellos en que no intervenga letrado, síndico, tutor o
curador ad litem. Salvo notificación notarial. También serán firmadas por el
secretario, cuando ello fuere conveniente por razones de urgencia o por el
objeto de la providencia, y el juez así lo ordene
2) En la oficina: mediante diligencia suscripta personalmente por el
interesado, su apoderado o patrocinante en el expediente. Cuando la parte o
su apoderado concurre al juzgado y deja una nota firmada en el expediente
expresando que se notifica de determinada resolución
3) Por retiro de expediente. El que retire el expediente (en préstamo) queda
tácitamente notificado de todas las resoluciones que haya en el expediente.
4) Por edictos.
5) Por ministerio de la ley. Es la regla general en materia de notificaciones:
se presume que las partes quedan notificadas de todas las resoluciones
judiciales los días martes y viernes

4.4 PLAZOS PROCESALES


Concepto
Se llaman plazos el proceso a los lapsos preestablecidos para la realización de los
actos procesales, individualmente o en conjunto, o para el cumplimiento de una
actividad integrante de un momento procesal o aun de todo el proceso.
Clasificación
• por su origen:
• Plazos legales: cuya duración se halla expresamente establecida por la
ley. Son la gran mayoría. Ej. Diez días para contestar la demanda en
juicio ordinario
• Plazos judiciales: aquellos que la ley permite que sean fijados por el
tribunal o por el juez. Ej. Plazo para comparendo cuando la persona no se
encuentre en el lugar donde se llevara a cabo el juicio.
• Plazos convencionales: aquellos que por delegación legal se les acuerda
a las partes la facultad de fijarlos de común acuerdo. Ej. Abreviación o
suspensión.
• Por su oportunidad
• Iniciales: fijan el momento en que comienza o debe comenzar el acto
procesal, son menos numerosos que los finales. Ej. Las audiencias no
pueden fijarse hasta después de un determinado número de días que el
código establece o después de haber realizado determinada actividad
procesal.
• Finales: las que fijan el término o momento final. Ej. Los oficios y exhortos
relativos a las diligencias de prueba sean librados a más tardar dentro del
tercer día de que quede firme el decreto que los ordena.
• Por el computo:
• Plazos individuales: son los que se conceden independientemente a cada
una de las partes para la ejecución de uno o más actos procesales
aunque se dé el caso de que actúe más de una persona en la misma
parte Ej. Contestar la demanda, oponer excepciones, interponer recursos.
• Comunes: plazos que se acuerdan en forma conjunta a todos los
litigantes a fin de que realice uno o más actos procesales de la misma
índole. Ej. Plazo de prueba.
• Por las personas a quienes afectan: Normalmente se refieren a las partes pero
también pueden referirse a actividades que deben realizar el juez, tribunal o sus
auxiliares. Ej. Plazo para dictar resoluciones judiciales.
• Por sus efectos:
• Ordenatorios: están fijados por la ley procesal a fin de que los actos
procesales se cumplan con un orden pero su incumplimiento no acarrea
ninguna consecuencia gravosa. Ej. plazos para el dictado de decretos.
• Prorrogables. Tienen la posibilidad de extenderse a un número mayor de
días que los señalados por la ley o por el juez.
• Improrrogables: no tienen la posibilidad de extenderse más allá de lo
señalado por la ley o por el juez. Se debe distinguir en este grupo los
plazos no fatales: requieren un acto de la parte contraria para producir la
caducidad del acto procesal. Las partes podrán cumplirlos no obstante
estar vencido el plazo, mientras no se les haya acusado de rebeldía.
Fatales o perentorios: aquellos que vencidos, producen la caducidad del
derecho sin necesidad de actividad alguna del juez ni de la parte
contraria. Ej. Plazo para interponer recursos.

4.5 SANCIONES PROCESALES


Concepto
Son conminaciones de invalidez que se ciernen sobre los actos procesales viciados del
proceso y que tienden a resguardar la regularidad del mismo.
Para algunos autores las sanciones serian cuatro: caducidad, preclusión,
inadmisibilidad y nulidad; Claría Olmedo sostiene que son dos; nulidad e
inadmisibilidad; la caducidad es la extinción del poder de actuación por el vencimiento
del plazo y la preclusión es la extinción del poder de actuación por agotamiento, por
haberlo ya usado, son estas, causales de sancionabilidad, juntos con otras;
irregularidades formales, etc.
• La inadmisibilidad: está impide el ingreso del acto irregular, evita que produzca
cualquier efecto. Es una sanción preventiva de nulidades: sanea u resguarda al
proceso de actos viciados. Rechazo in limine. Ejemplos: demanda que no
cumple los requisitos establecidos por la ley. Recurso presentado fuera de plazo,
escrito sin firma del abogado. Se dirige contra actos de sujetos no oficiales,
partes o terceros. El tribunal puede y debe declararla de oficio, no hay
inadmisibilidad a pedido de parte. No implica un pronunciamiento sobre el fondo:
acto inadmisible no es lo mismo que acto improcedente.; y como es claro la
única vía para aplicar la sanción de inadmisibilidad es una declaración oficiosa
del tribunal.
• La nulidad procesal: puede definirse como "el remedio tendiente a invalidar tanto
resoluciones judiciales cuanto actos procesales anteriores a ellas que no reúnen
los requisitos indispensables para la obtención de su finalidad". Borra los efectos
ya cumplidos e impide que produzcan otros efectos en el futuro. La regla es que
la nulidad sea declarada por el tribunal a pedido de parte, pero en ciertos casos
puede y debe ser declarada de oficio si se cumplen dos aspectos:
• Que el vicio sea manifiesto.
• Y que no haya sido consentido por el interesado.

SUB-EJE TEMATICO 5.TEORIA GENERAL DE LA PRUEBA JUDICIAL


5.1 LA PRUEBA
Alsina define la prueba como la comprobación judicial, por los modos que la ley
establece, de la verdad de un hecho controvertido del cual depende el derecho que se
pretende.
Palacio la define como la actividad procesal, realizada con el auxilio de los medios
establecidos por la ley, y tendientes a crear la convicción judicial sobre la existencia o
inexistencia de los hechos afirmados por las partes como fundamento de sus
pretensiones o defensas.
• se conoce por medio de prueba a la vía o camino o procedimiento establecido
en la ley procesal para introducir en el proceso, válidamente, el elemento de
prueba. (testimonial)
• elemento de prueba es todo dato o circunstancia que, introducido en el proceso,
provoca conocimiento sobre algún hecho, para su posterior valoración.
(testimonio)
• órgano de prueba es la persona o el documento que contiene el elemento de
prueba y lo trae al proceso. (Testigo)
OBJETO DE PRUEBA
Se halla constituido por los hechos invocados en las alegaciones, debiendo entenderse
por hechos, todos aquellos sucesos o acontecimientos externos o internos susceptibles
de percepción o deducción.
Para Alsina objeto de prueba son los hechos que se alegan como fundamento del
derecho que se pretende.
• Ser controvertidos
• Ser conducentes para la decisión de la causa
Podemos inferir que el objeto de prueba:
• Está constituido por hechos externos o internos que puedan ser objeto de
conocimiento
• Que para que sean objeto de conocimiento deben ser susceptibles de
percepción (por los sentidos) o deducción (por la razón)
• Cualquiera sea su naturaleza: física, psíquica o mixta.
• Hallarse controvertidos por las partes y afirmados por ellas
• Ser hechos que conduzcan al esclarecimiento de la cuestión controvertida
No son objeto de prueba:
• Los hechos no afirmados por las partes
• Los hechos afirmados por una de las partes y admitidos por la otra
• Los hechos notorios
• Las máximas de la experiencia
• Conocimiento privado del juez
• Hechos presumidos por la ley
• Las normas de nuestro ordenamiento por la ley
5.2 PRINCIPIOS DE LA PRUEBA
• Admisibilidad: es el acto por el cual se permite el ingreso o práctica de la
prueba, con independencia de su eficacia, se le puede conceder el crédito inicial
o hasta que sea desvirtuado. Es el principio de dar entrada a una prueba.
• Libertad: implica que las partes y el juez deben gozar de libertad para obtener
todas las pruebas que sean útiles pertinentes a la averiguación de la verdad,
salvo que por razones de moral y de orden público no puedan ser realizadas.
Este principio se resuelve en otros dos:
• libertad de medios de prueba
• libertad de objeto de prueba.
• Pertinencia: la prueba que puede producir la convicción del juzgador es la que
resulta útil, idónea y pertinente para demostrar las afirmaciones controvertidas.
Este principio se relaciona con el de economía procesal y tiende a evitar que
uno de los litigantes dilate innecesariamente el proceso con pruebas
impertinentes.
Negligencia procesal: es el abandono o falta de diligencia en la tramitación de
los juicios. En ella pueden incurrir tanto los funcionarios judiciales y sus
auxiliares o subordinados, cuanto las partes y sus representantes o
patrocinantes. La negligencia procesal tiene dos formas de sanción:
• una es la pérdida del trámite o actuación no cumplidos o no reclamados a
tiempo,
• otra es la pecuniaria, que puede imponerse para el pago de las costas o
de parte de ellas, al mandatario negligente o a éste conjuntamente con la
parte y su patrocinante. (caducidad y prescripción).
• Publicidad: se relaciona con el principio de contradicción, en tanto implica que
las partes deben tener igual oportunidad para conocer la prueba, participar en
su producción, impugnarlas, discutirlas y valorarlas, además de conocer la
valoración efectuada por el juez al dictar sentencia.
5.3 PROCEDIMIENTO PROBATORIO
Se pueden distinguir dos momentos o etapas fundamentales:
• Introductivo o práctico, que comprende los actos cumplidos por todos los
sujetos del proceso, que persiguen el ingreso definitivo en él de todos los
elementos probatorios, etapa que se integra por:
• El ofrecimiento de la prueba: consiste en un anuncio de carácter formal,
realizado por las partes en el escrito pertinente, no existiendo para ello
fórmula sacramental alguna, siendo suficiente que del escrito surja
claramente el ánimo de ofrecer al juez la proposición de medios de
prueba de donde, posiblemente, han de surgir los elementos de
convicción que tiendan a acreditar o desacreditar los hechos que se
invocan.
• Recepción de la prueba: a las partes les incumbe la elección de los
medios de prueba de que han de valerse en el proceso; al juez, en
cambio, le incumbe admitir o no admitir los medios de prueba por ellas
ofrecidos.
• La admisión es el acto procesal por el cual el juez accede a que un
medio de prueba determinado, ingrese al proceso como posible elemento
de convicción, ordenando agregarlo o practicarlo según el caso.
• Finalmente, el Tribunal dictará un decreto o proveído admitiendo la
prueba, si se cumplen las condiciones analizadas, o rechazándola en su
caso, y en el cual fijará las audiencias a los fines de recepcionar las
declaraciones testimoniales ofrecidas, la absolución de posiciones, el
sorteo de peritos, ordenará librar los oficios requeridos, etc.
Diligenciamiento de la prueba: una vez ofrecida la prueba, y admitida por
el tribunal, se inicia este momento. El diligenciamiento de una prueba,
consiste en el conjunto de actos procesales que es necesario cumplir
para introducir a la causa los distintos elementos de prueba que tiendan a
acreditar la veracidad o falta de veracidad de las afirmaciones de hechos
que interesa a un proceso.
Introducción definitiva: finalmente, ocurre cuando la prueba
oportunamente ofrecida, admitida y diligenciada, se agrega, se incorpora
a la causa, por ejemplo, la declaración del testigo, el dictamen pericial, y
de esta manera el elemento probatorio queda incorporado al proceso.
• Momento valorativo, que constituye del segundo momento del procedimiento
probatorio, de carácter eminentemente intelectual, que a su vez se manifiesta
en dos momentos consecutivos y precisos.
• El primero, que corresponde a las partes: esta valoración se materializa
en los alegatos, como paso anterior al momento decisorio. En éstos las
partes hacen mérito de la prueba rendida valiéndose, para ello, de
argumentaciones favorables a sus pretensiones o defensas, con la
finalidad de convencer al tribunal y obtener finalmente una decisión que
satisfaga sus intereses.
• El segundo momento, consiste en la intervención del juez o tribunal, que
está limitada a la recepción de los alegatos, y una vez agregados al
expediente, queda la causa en estado de dictar sentencia;
correspondiendo ahora al juez analizar los elementos de convicción
incorporados al proceso, para fundar su decisión, conforme al último
paso o momento del procedimiento que es la valoración de la prueba.
LA VERDAD JURÍDICA OBJETIVA
Es corriente sostener en doctrina que la verdad obtenida mediante el proceso judicial
con respecto a los hechos de la causa, en cuanto perseguida como finalidad inmediata
tiene unas veces alcance material o histórico y otras veces un alcance meramente
formal.
• Lo primero constituirá una exigencia del proceso penal, que procura llegar a la
verdad histórica de lo acontecido según la prueba obrante en la causa,
• y lo segundo se advertirá en el proceso civil, donde el hecho queda fijado
conforme a lo que las partes quieren, con exclusión de la averiguación de la
verdad.

5.4 VALORACION DE LA PRUEBA SISTEMAS


• Pruebas legales: ley fija las reglas abstractas que señalan al juez la conclusión
que forzosamente deben aceptar en presencia de determinados medios de
prueba, en virtud de reglas de experiencia que logran dar certeza a estas
presunciones. Así cuando las pruebas reúnan determinadas condiciones el
juzgador deberá darse por convencido. Con el paso del tiempo se fue
excluyendo ya que limita al juez en su búsqueda de la verdad, pero no se ha
excluido del todo, subsiste en forma combinada con el de sana crítica racional.
Ej. Se impone el sistema de pruebas legales para acreditar nacimiento,
defunción, cambio de estado.
• Sana crítica racional: es el sistema de mayor vigencia y actualidad en los
códigos modernos. El juez utilizara para la valoración de pruebas las reglas del
pensamiento humano (reglas de la lógica) y las combinara con las reglas de la
experiencia. Las reglas de la lógica son únicas y permanentes ya que suponen
estructuras vacías que valen para todos los contenidos, mostrándonos la
correcta forma de razonar.
• identidad: hecho predicado en la norma debe ser equivalente al hecho
acreditado
• contradicción: dos juicios opuestos entre sí en una posición contradictoria
no pueden ser ambos verdaderos
• tercero excluido: dos juicios opuestos entre sí contradictoriamente no
pueden ser ambos falsos por lo tanto uno es verdadero.
• razón suficiente: todo juicio necesita de una razón suficiente que justifique
lo que en juicio se afirma o niega.
• Sistema de libre convicción: tiene sentido histórico y escasa vigencia, es el que
utilizan los jueces de paz o no letrados en pequeñas causas o ciertos asuntos de
familia o los tribunales colegiados. Ellos no deben basarse en las pruebas
aportadas, si no que el juzgador a través de sus propios conocimientos,
experiencia, ideas etc., fundara la controversia en su propia discrecionalidad.

5.5 CARGA DE LA PRUEBA


Conducta impuesta a uno o ambos litigantes para que acrediten la verdad de los
hechos denunciados por ellos.
• En civil ,laboral y familiar está a cargo de quien alegue la existencia de un
hecho controvertido que se funde en un derecho cuyo reconocimiento se
pretenda o que impida su constitución o modifique o extinga un derecho
existente (esto se refiere tanto al actor como el demandado). Así para las partes
la carga de la prueba funciona como una regla de conducta a priori y para los
jueces una regla de conducta a posteriori, ya que en caso de negligencia de
alguna de las partes que incurriera en actitud omisiva al respecto podrá recién al
momento de dictar sentencia analizar si existe ausencia o insuficiencia de la
prueba y ordenar de oficio algunos medios de prueba, provocando de todas
formas consecuencias adversas para el incumplidor.
• penal: no es propio hablar de la carga de prueba ya que rige el principio de
inocencia y el imputado nada debe probar aunque está facultado para aportar en
defensa de sus interese. Se encargaran los fiscales atendiendo a los fines
públicos del proceso. También se da en esta materia lo que se denomina
inversión de la carga probatoria: que ocurrirá cuando se dé por existente o
inexistente un hecho si concurre con otro antecedente, imponiendo a la parte
contraria y no a quien afirma el hecho a realizar el esfuerzo probatorio. Ej. Un
auto choca a un peatón, bastara solo que la parte actora acredite la intervención
de la cosa (auto) para que surja la responsabilidad para la otra parte. Solo en el
campo de la responsabilidad extracontractual.
Concepción clásica y reformulación: la teoría de la carga de la prueba presenta
planteos diferenciados de la formulación clásica. Esta nueva formulación es conocida
como la teoría de las cargas probatorias dinámicas que se basa en una visión
solidarista de la carga de la prueba.
El derecho procesal clásico elaboro reglas que especificaron a quien le correspondía el
animus probandi, tratando a la problemática como si fuera algo estático.
Así esta nueva teoría considera que la regla tradicional que postula que el actor debe
probar los hechos afirmados y el demandado los que le sirven de fundamento a su
excepción; si es aplicada rígidamente en algunos casos se puede producir una
resolución injusta. Propiciando al efecto cambiar las reglas de la carga probatoria en
sentido de atribuirla teniendo en cuenta la posición de los sujetos con relación a la
posibilidad de suministrar el elemento probatorio. Tratándose de una exigencia que se
deriva del deber de colaboración y de los poderes del juez para imponer a una de
aquellas partes la carga probatoria sobre hechos que de acuerdo al principio tradicional
no le hubiera correspondido. Esto se da por especiales conocimientos de los hechos a
probar, por razones de habitualidad, económicas entre otras, desplazándose así la
carga de la prueba a quien tiene mayor facilidad para aportarla. Ej. Mala praxis médica.
Responsabilidad probatoria en el proceso penal
En nuestro sistema penal, las doctrinas precedentemente enunciadas resultan
inaplicables por cuanto:
El estado de inocencia impide que se obligue al imputado a aportar prueba acerca de
aquella y mucho menos sobre su culpabilidad. No tiene el deber de probar nada.
Nuestro sistema reposa en el carácter público del interés represivo, por lo que la
obligación de investigar la verdad y de aportar en consecuencia las pruebas
necesarias, incumbe al estado a través de sus órganos predispuestos, sin que la
actividad probatoria y el objeto de la prueba puedan encontrar límites derivados de la
conducta de las partes. La responsabilidad que nace para el Ministerio Público por
imperio de la ley 8123 durante la etapa del juicio, por la cual el ofrecimiento de prueba
es de su exclusiva competencia, no pudiéndola suplir el tribunal de oficio, no responde
a la teoría de la carga probatoria pues el fiscal, objetivamente, está obligado a efectuar
dicho ofrecimiento, de la misma forma que el juez está obligado a juzgar.
La actividad probatoria en el proceso penal no es una simple verificación, desde que
ésta presupone una afirmación previa, y lo que se pretende es reconstruir objetiva,
imparcial, histórica y libremente el hecho hipotético que supone delito.

SUB-EJE TEMATICO 6: ACTOS RESOLUTORIOS – LA IMPUGNACIÓN PROCESAL


– MEDIDAS CAUTELARES
6.1SENTENCIA
Concepto
Es la resolución jurisdiccional que pone fin al proceso en el cual se dicta y resuelve en
definitiva la cuestión litigiosa.
Requisitos de forma y fondo
• Extrínsecas (forma)
• La exigencia de que la sentencia se otorgue por escrito y en idioma
nacional
• Se mencione lugar, fecha ,tribunal y causa
• Se la numere y se expida en doble ejemplar
• Lleve la firma del juez o jueces en caso de tribunal colegiado
• Intrínsecas (fondo) Estas formalidades están relacionadas con las partes de la
sentencia a los cuales nos hemos referido. Dentro de cada una de estas partes
existen requisitos de forma cuya inobservancia trae aparejada nulidad.
• Resultados o vistos: la sentencia debe bastarse en si misma (principio de
autosuficiencia), es decir que su sola lectura debe ser suficiente para
conocer y entender cuáles fueron las pretensiones de las partes,
incidentes ocurridos, pruebas producidas, alegatos y como resolvió el
tribunal en consecuencia. El principio de congruencia exige que las partes
dispositiva se adecue rigurosamente a los sujetos, objeto y causa que
individualizan la pretensión y oposición, pronunciándose sobre toda la
demanda y la reconvención, en su caso, y no más allá de los límites de
ella. De allí que si se ha demandado a José Gómez, no se condene a
Juan Pérez; o que reclamada una cosa a título de tenedor se mande a
entregarla a título de dueño; o se declare un divorcio por adulterio cuando
esta causal no ha sido articulada.
• Considerandos: en esta parte de la sentencia se impone la aplicación de
las reglas de la sana crítica, la que incluye los principios lógicos de
identidad, tercero excluido, contradicción y razón suficiente. Estos 2
últimos de fundamental importancia, ya que hacen a la coherencia. El
principio de contradicción se formula diciendo que, si hay 2 juicios, de los
cuales uno afirma y otro niega la misma cosa, es imposible que ambos
sean verdaderos al mismo tiempo. El principio de razón suficiente
expresa que no puede hallarse ningún hecho verdadero o existente ni
ninguna enunciación verdadera, sin que haya una razón suficiente para
que sea así y no de otra manera.
• Parte resolutiva el juez procede a plasmar su conclusión.
Clasificación
Existen diversos criterios para clasificar a la sentencia: en base a distintos parámetros:
• Según la naturaleza de la pretensión es decir, el objeto del proceso, se
establecen dos categorías de sentencia:
• las de conocimiento
• declarativas: es aquella en la cual el juez se concreta simplemente
a determinar la certidumbre o no respecto de una situación que
mostro incierta durante el proceso
• constitutivas es aquella que crea, modifica o extingue un estado
jurídico: divorcio, adopción, filiación, etc.
• de condena es la que impone el cumplimiento de una prestación
contenida en la pretensión del actor.
• de ejecución Son las que establecen el cumplimiento de una condena o
las que ordenan Ia efectivización de un título ejecutivo que trae
aparejada ejecución
• Según el éxito obtenido en el juicio
• Estimatorias aquellas que satisfacen la pretensión del actor
• Desestimatorias deniegan la pretensión del actor
• según se admitan recursos o no en contra de ellas En esta división se hace
hincapié en la admisión o no de interposición de recurso en contra de la
sentencia. Las sentencias firmes no los admiten, y las no firmes pueden ser
impugnadas
• según la instancia en que se dicta: de primera, segunda o ulterior instancia
• según los efectos de la sentencia. pueden clasificarse aquellas susceptibles de
ser cosa juzgada en sentido formal o en sentido material

Fundamentación
Artículo 326.- Toda decisión definitiva deberá tener fundamentación lógica y legal, bajo
pena de nulidad.
Principio de congruencia
Artículo 330.- El tribunal deberá tomar por base en la sentencia la exposición de los
hechos contenidos en los escritos de demanda y contestación o de ampliación, en su
caso.
6.2COSA JUZGADA
Clases
• en sentido formal: se configura cuando a pesar de ser firme e irrevocable la
sentencia dentro del proceso en el cual se dictó, sin embargo la causa allí
resuelta puede ser nuevamente discutida en un proceso ulterior. Es decir, carece
del atributo de indiscutibilidad. Tal es el caso de la sentencia dictada en un juicio
ejecutivo que, sin embargo, y a pesar de que se proceda a la ejecución
ordenada en ella, permite que la causa sea discutida por vía ordinaria. Esto
ocurre porque en el juicio ejecutivo no se permite discutir la causa de la
obligación y por ende, se trata de cuestiones no resueltas que ameritan la
sustanciación de otro proceso. La doctrina entiende que no estamos ante una
autoridad de cosa juzgada.
• Cosa juzgada material o sustancial: se trata de aquella sentencia que ha
quedado firme, es irrevocable y no admite discusión posterior por la misma
causa; no se puede ir más allá, no admite supuesto contrario alguno; en
consecuencia, es un presupuesto de la conclusión que torna vano todo logicismo
que intente desconocerla.
Efectos de la cosa juzgada material: Una vez que la sentencia que resuelve acerca de
las pretensiones de las partes ha sido dictada y ha quedado firme, esto es, no
susceptible de recursos ordinarios o extraordinarios, aparece la res iudicata o cosa
juzgada. Sin embargo, su sola existencia puede no alcanzar para satisfacer en forma
real y efectiva las pretensiones de quien salió victorioso. Si se trata del actor, si bien su
pretensión ha sido declarada cierta, será necesario que el demandado satisfaga su
derecho cumpliendo con la obligación impuesta por la sentencia. De no hacerlo será
necesario forzarlo judicialmente. Para que esto sea posible deberá efectuar una acción
de ejecución de sentencia que tiene fundamento en la cosa juzgada, por cuanto ésta es
la que le proporciona el actio iudicati.
Ahora bien, para que la actio iudicati sea procedente, será necesario que la sentencia
firme adquiera ejecutoriedad. Y una sentencia firme hará ejecutoria cuando haya
vencido el término ordenado en ella dentro del cual el condenado debe cumplir con la
obligación impuesta. En consecuencia, para que proceda la actio iudicati, será
necesario que la sentencia esté firme y ejecutoriada.
6.3 IMPUGNACION PROCESAL
Concepto
El instituto denominado “impugnación”, es definido por Couture como el poder y
actividad de atacar, tachar o refutar un acto del proceso judicial (por ejemplo: un
documento, una declaración testimonial, un dictamen de peritos, un proceso, etc.) con
el fin de obtener su revocación o invalidación.
Dentro del concepto de impugnación, que constituye el género están comprendidos
como especies: los recursos (como el de apelación, casación, directo), los incidentes
de reposición y aclaratoria, el incidente de nulidad (art. 76 y ss. del C.P.C.Cba.); la
acción de revisión, denominada incorrectamente por l art. 395 del CPC como “recurso”
y las excepciones o defensas que puede ejercer el demandado.
Fundamentos
Motivos o causales de impugnabilidad: alude a la pregunta ¿qué se impugna? La
impugnación en general y el recurso en particular, procuran eliminar errores o vicios
inherentes a ciertos actos procesales.
Mediante el poder de impugnación se procura que los actos procesales (resoluciones
judiciales, actos de partes y de terceros intervinientes en el proceso) sean justos, como
condición indispensable para obtener la paz social, pero además de justos, que los
mismos respeten las disposiciones establecidas por las leyes de procedimiento, como
medio de salvaguardar en última instancia, los derechos y garantías constitucionales
(derecho al debido proceso adjetivo, derecho de defensa en juicio, derecho al juez
natural, derecho a la “nulla poena sine previa lege”) Es decir, que los actos procesales
vistos en su faz dinámica deben respetar os principios técnicos jurídicos por los cuales
se orientan en el proceso moderno, pero además de ello, se requiere que el acto
procesal sea “justo” en cuanto a su conformidad con las reglas ético jurídicas por las
cuales se determina la licitud o ilicitud de la conducta humana, con el fin último de
proveer a una mayor tranquilidad del orden establecido.
Efectos
El estudio de los efectos de las impugnaciones en general y de los recursos en
particular, significa analizar las consecuencias inmediatas de la instancia impugnativa o
recursiva.
Debemos tener en cuenta que los efectos que desarrollaremos tienen cada uno de
ellos su efecto opuesto, pudiendo en muchos casos aplicarse uno de los efectos a la
regla y el otro a las excepciones cuando ambos funcionan para el mismo medio o vía
impugnativa, como ej.: el recurso de apelación tiene por regla efecto suspensivo o
excepcionalmente no suspensivo (art. 558 del CPCCba), o ese recuso tiene por regla
tramitación inmediata (art 368 y ss. del mismo cuerpo adjetivo) y como excepción el
carácter diferido.
• Efecto devolutivo o no devolutivo: Se entiende por efecto devolutivo la remisión
del fallo apelado al superior que está llamado, en el orden de la ley, a conocer
de él. No hay propiamente devolución, sino envío para el reexamen. La
jurisdicción se desplaza del juez recurrido al juez que debe intervenir en la
instancia superior. Digamos que sobre el fundamento del recurso debe escrutar
y expedirse, por regla general, un órgano jurisdiccional distinto y de mayor
jerarquía (tribunal de alzada o ad quem) que el que dictó la resolución
impugnada (a quo). Es el denominado efecto devolutivo. Este efecto es típico de
los recursos propiamente dichos y conlleva el efecto suspensivo. Cuando
adolece de este efecto devolutivo, más que recurso es un incidente.
• Efecto suspensivo o no suspensivo: Consiste en la paralización provisional de
las consecuencias del acto atacado
• Efecto personal o extensivo (o comunicante): El efecto personal consiste en que
una vez interpuesta una impugnación o un recurso contra determinada
resolución judicial, y salvo el caso de adhesión, sólo será beneficiado por el
resultado favorable del pronunciamiento que resuelva esa impugnación, el
litigante que
Clasificación
• Ordinarios y extraordinarios
• Ordinarios :
• Reposición
• Apelación
• Recurso de queja o directo
• Extraordinarios
• De casación
• De inconstitucionalidad
• De revisión
• De instancia única e instancia plural
• Positivos y negativos
• Positivos: aquellos que procuran modificar, completar o sustituir la
resolución que se impugna
• Negativos: solo buscan hacer caer, anular, cesar, dejar sin efecto una
resolución judicial.
EL INCIDENTE IMPUGNATIVO:
Vía con que cuentan las partes para instar al mismo tribunal que dictó la resolución, su
revocación o anulación. No tiene efecto devolutivo y generalmente se dirige contra
resoluciones de naturaleza procesal.
Incidente de Nulidad: El art. 76 del CPCCba dispone que: “procederá la nulidad de los
actos procesales cuando la ley prevea expresamente esa sanción o cuando el acto
carezca de los requisitos indispensables para la obtención de su finalidad…” En cuanto
al trámite, el art. 78 del mismo cuerpo legal prescribe el plazo de 5 día hábiles –desde
que fue conocido el acto viciado- para interponer dicho recurso, transcurrido el cual se
entiende que ha sido consentido. En interesado deberá presentarlo por escrito.
Admitido, el tribunal correrá vista a la contraparte para que en el plazo de seis días
conteste y oponga las pruebas que hagan a su derecho. La prueba deberá diligenciarse
en el plazo de 15 días. Una vez recibida y vencido el Tribunal llamará autos para
definitiva y dictará sentencia, la que será apelable
REPOSICIÓN Constituye en paridad de conceptos un incidente, porque no tiene efecto
devolutivo propio de los recursos, toda vez que por su intermedio se pretende que el
mismo tribunal que dictó la resolución impugnada, utilizando su poder decisorio, la
elimine, modifique o revoque por contrario imperio.
El recurso de reposición procede contra los decretos o autos dictados sin
sustanciación, traigan o no gravamen irreparable, a fin de que el tribunal que los haya
dictado, los revoque por contrario imperio. Lo decisorio par que las resoluciones
mencionada puedan ser susceptible de ser atacadas por la reposición es que hayan
sido dictadas sin sustanciación.
Una vez interpuesta la reposición el tribunal corre traslado de la misma (arts. 170 del
CPCCba) por tres días a la otra parte, y luego dicta el pronunciamiento resolviendo la
misma.
DE APELACIÓN: se concede a un litigante que sufrió un agravio por la sentencia del
juez inferior, para reclamar de ella y obtener su revocación por el juez superior,
constituyendo el agravio una injusticia, una ofensa o un perjuicio material o moral cierto
y concreto para quien interpuso el recurso. Tiene por origen un efecto suspensivo, a
menos que la ley disponga lo contrario.
Procede respecto de:
• Sentencias: se puede apelar toda o parte de ella, en caso de duda se considera
que se apeló en su totalidad.
• Autos: son en general resoluciones que resuelven incidentes en los que ha
habido contradicción, sin embargo la ley admite todas las posibilidades, causen
o no gravamen irreparable.
• Providencias simples: meros decretos, se requiere que no puedan ser reparados
por la sentencia, es decir, que causen gravamen irreparable, como por ejemplo
la paralización del juicio o del incidente.
Apelación subsidiaria: Si el decreto o auto de que se trate no hubiere sido
sustanciado, el recurso de apelación podrá interponerse en subsidio del de
reposición. Quien plantee la reposición sólo podrá apelar la decisión sobre el
recurso por los agravios nacidos con motivo de la resolución.
Artículo 364.- El tribunal tramitará la reposición y, si no hiciere lugar a la
revocatoria, proveerá lo que corresponda sobre el recurso de apelación, según
la naturaleza de la resolución recurrida.
La apelación deberá interponerse dentro de los 5 días al de la notificación de sentencia,
es un plazo perentorio y fatal. Es un término individual corre separadamente para las
partes.
Dentro de los 3 días de notificada la concesión del recurso, la secretaria elevara los
autos al superior. Recibidos los autos el ad-quem deberá disponer que se corra
traslado al apelante por 10 días para que exprese agravios, sino se lo dará por
desistido.
Expresados los agravios se corre traslado por 10 días al apelado para que conteste.
Evacuados los traslados o en su caso producida la prueba, se pasaran los autos a
estudio. Presentados los alegatos o vencido el termino para realizarlos el secretario
entregara el expediente a los miembros del tribunal que tendrán 20 días cada uno.
Puede fijarse un estudio conjunto por 20 días. Concluido el estudio, se pasaran los
autos al acuerdo para fijar los puntos a deliberar y resolver por el plazo de 5 días. Si en
la deliberación no se alcanza la mayoría de votos sobre algunos de los puntos a
resolver, se integrara el tribunal con 2 sustitutos si se tratare de cámara de apelación, o
de la sala civil del tribunal superior. Si persistiere la falta de mayoría votaran los
sustitutos solamente en lo relativo al punto o puntos en los que hubo mayoría. Vencido
el plazo de 5 días se fijara audiencia pública para dictar sentencia, dentro de los 5 días.
Vías recursivas extraordinarias
CASACIÓN: podemos decir que la Casación es un recurso que materializa un acto de
voluntad del litigante, por el que solicita la revisión de la sentencia. Tiene por objeto
controlar la legalidad de una resolución definitiva, por los siguientes motivos:
• Violación al principio de congruencia
• Falta de fundamentación lógica y legal
• Violación de las formas y solemnidades prescriptas para el procedimiento o la
sentencia
• Violación de la cosa juzgada
• Violación de la ley
Resoluciones recurribles:
• Sentencias definitivas
• Autos que pongan fin al proceso, hagan imposible su continuación o causen un
gravamen irreparable, dictados por la cámara
• Resoluciones no definitivas, solo por los motivos de los incs.3 y 4 del art.383,
esto es, violación de la ley.
REVISIÓN: Es una acción extraordinaria y de interpretación restrictiva, fundado en
causa legal (es decir, coincidir con alguno de los motivos taxativamente autorizados por
la ley para su procedencia). Sólo contempla el aspecto formal de la sentencia y corrige
errores in procedendo, no in iudicando, por lo que no constituye una tercera instancia.
Debe hacer caer la sentencia, y procede contra la cosa juzgada, cualquiera que sea el
tribunal que la haya dictado.
Debe interponerse por escrito ante el Tribunal Superior de Justicia, quien dentro de los
diez días de interpuesto resolverá sobre su admisibilidad. Si lo admite emplazará al
recurrido, en ambos domicilios para que comparezca ante él y constituya domicilio bajo
apercibimiento de rebeldía. El recurso se sustanciará por el trámite de juicio ordinario
(arts. 397 a 400 del C.P.C.Cba).
VÍAS COMPLEMENTARIAS
RECURSO DE ACLARATORIA: medio con el que cuentan las partes para peticionar
que el mismo juez adecue la resolución judicial a los hechos y el derecho aplicable.
Persigue la modificación, integración o la complementación de lo decidido,
subsanándose errores materiales o aclarándose conceptos oscuros (idea que no
aparece clara por falta de precisión, insuficiencia o contradicción en las frases o en el
léxico empleado)
RECURSO DE QUEJA: remedio procesal encaminado a lograr la sustitución de una
resolución judicial por otra cuyo contenido satisfaga el interés del recurrente. Es una
instancia que se interpone cuando el juez deniega la admisión de una apelación u otro
recurso ordinario que procede con arreglo a derecho o cuando este comete faltas o
abusos en la administración de justicia denegando las peticiones justas de las partes
para ante su superior. Es un pedido de revisión del juicio de admisibilidad del tribunal a
quo.
MEDIDAS CAUTELARES
Concepto
En el ámbito civil han sido definidas como aquellas que tienden a impedir que el
derecho cuya actuación se pretende, pierda virtualidad o eficacia durante el tiempo que
transcurre entre demanda y sentencia.
Expresa Palacio que proceso cautelar es aquel que tiende a impedir que el derecho
cuyo reconocimiento o actuación se pretende obtener a través de otro proceso, pierda
su virtualidad o eficacia durante el tiempo que transcurre entre la iniciación de ese
proceso y el pronunciamiento de la sentencia definitiva.
Caracteres
• Accesoriedad: el proceso cautelar carece de autonomía ya que está al servicio
de otro principal; esta particularidad subsiste aunque no pueda concretarse por
haberse logrado su objetivo con el solo ejercicio de la precautoria. Es decir que
si bien en él se piensa al otorgarse la medida, puede llegar a no existir, sin
afectar la eficacia de esta.
• Provisoriedad: el mantenimiento de la medida precautoria está condicionado por
la vigencia del trámite principal, si desaparecen las circunstancias fácticas y
jurídicas que le dieron origen deben cesar también las que fueron ordenadas en
base a ellas y podrán ser reexaminadas tantas veces como sea necesario si
varían las circunstancias existentes al momento de su petición. También las
alteraciones que existan respecto de las circunstancias que determinaron su
acogimiento o rechazo permiten la solicitud de una nueva medida.
• Mutabilidad: se admite que pueden ser modificada por medio del pedido de
cualquiera de las partes si se considera que la forma en que fue efectivizada no
cumple adecuadamente con la función de garantía a que estaba destinada.
También puede ser ordenado su levantamiento, sustitución o cambio a pedido
del deudor si este propone otra que estime más conveniente sin perjudicar los
intereses del acreedor.
Penal -> • Proporcionalidad: tiende a evitar la injusticia del ejercicio de la
coerción personal más allá de la amenaza o de la sanción penal que
concretamente correspondiera y la • Excepcionalidad: ya que la coerción
personal no es la regla si no que solo se puede adoptar cuando se torne
indispensable para conseguir su objetivo.
Presupuestos de procedencia
La doctrina y la legislación reconocen tres supuestos o requisitos fundamentales para
la procedencia de estas medidas:
• La verosimilitud del derecho invocado: no es preciso la demostración fehaciente
y contundente de la existencia real del derecho invocado, basta la posibilidad de
que este exista, dada que recién tras la sustanciación del proceso se lo podrá
establecer como una incontestable realidad. En consecuencia no se requiere
una prueba terminante y plena de aquél, por lo que el procedimiento probatorio
impuesto es meramente informativo y sin intervención de la persona contra la
cual se pide la medida.
Señala Ferreira de la Rúa que en algunas oportunidades basta la enunciación
clara, lógica y coherente de la pretensión; en otras, es necesario además que se
aporten ciertos elementos probatorios indispensables para la admisión de la
cautelar por el Tribunal.
El carácter de información que se requiere se pone de manifiesto en el art. 457
del C.P.C.Cba, el cual expresa que “cuando fueren necesarias las declaraciones
de testigos para obtener medidas cautelares, aquéllos podrán firmar el escrito en
que se solicitan, debiendo ratificarse por ante el tribunal, salvo que exista
certificación judicial o notarial de sus firmas”.
• Temor fundado y peligro en la demora: la existencia de peligro fundamenta el
temor. Este peligro implica la posibilidad de que, en caso de no adoptarse la
medida, sobrevenga un perjuicio o daño irreparable pues se transformará en
tardío e ilusorio el eventual reconocimiento del derecho invocado. Destaca
Palacio que el riesgo reside en el interés procesal que respalda a toda
pretensión cautelar y existen circunstancias que permiten presumir su existencia,
sin necesidad de que la parte lo invoque.
La doctrina considera que existe una necesaria vinculación entre el peligro en la
demora, como fundamento de las medidas precautorias, y la solvencia de la
parte contra quien se dirigen, de manera que, mientras menos sea ésta, mayor
será el peligro.
• Contracautela: salvo en el caso de que se otorgue el beneficio de litigar sin
gastos, la contracautela constituye un presupuesto para la procedencia de la
medida cautelar, con el fin de asegurar o garantizar a la otra parte el
resarcimiento de los daños que aquella puede ocasionarle en la hipótesis de
haber sido pedida indebidamente. Advierte Palacio que en cierto modo se
concreta la igualdad de partes en el proceso, pues viene a contrarrestar la falta
de contradicción inicial que la caracteriza.
Expresa Martínez Crespo que los jueces deben buscar un verdadero equilibrio
entre dos derechos legítimos: el del demandante de que se le asegure el
resultado de la acción que ha interpuesto y el no menos legítimo derecho de
defensa del demandado.
Es dable señalar que quedan exentos de este requisito, conforme al art. 460: la
nación, la provincia, las municipalidades, los entes oficiales autárquicos, y a
quien litigue asistido por asesor legrado o con beneficio de litigar sin gastos
Efectos
• Medidas para asegurar bienes:
• Tienden a asegurar la ejecución forzada: embargo preventivo,
intervención sustitutiva del embargo, secuestro e inhibición general.
• Tienden a mantener un statu quo: prohibición de innovar y de contratar,
anotación de litis e intervención de mera vigilancia
• Medidas para asegurar personas:
• Para la guarda provisional de ellas
• Para la satisfacción de sus necesidades urgentes.
Las medidas cautelares tienen los efectos de la demanda, pero se operará la
caducidad si transcurren diez días sin tramitarse el procedimiento, o si no se entabla
aquélla en el mismo plazo luego de culminado. (Art. 465 CPCCba)
Proceso civil
• embargo: afectación o individualización de un bien del deudor al pago del crédito
cuestionado. La medida de embargo impone obligaciones pero no impide el uso
racional del bien cuando fue el propio deudor quien resulto designado
depositario, tampoco impide que el objeto pueda ser enajenado con autorización
judicial en donde el embargo recaerá sobre el precio de venta del bien o el
gravamen seguirá afectando al bien.
Así si el depositario es propio deudor este puede usarlo racionalmente salvo
expresa disposición del juez en sentido contrario. Si el depositario es un tercero
le está vedado su uso y deberá conservar el bien en condiciones hasta el
momento de la subasta. Puede ser:
• Preventivo: cuando se solicita antes de la intervención del juicio o durante
el trámite del mismo. Para su despacho requiere solamente el
otorgamiento de contracautela.
• Ejecutivo: es el que se ordena juntamente con la demanda ejecutiva. No
requiere la demostración de la verosimilitud del derecho, ni contracautela
ya que es un título que goza de presunción de autenticidad.
• Ejecutorio: es el embargo que se traba después de la sentencia con
miras a su ejecución
• secuestro: consiste en desapoderar al demandado de un objeto de su propiedad
o que se encuentra bajo su guarda con el fin de evitar que se pierda o que
pueda ser destruido o deteriorado, depositando la cosa litigiosa en poder de un
tercero hasta que se decida a quien pertenece, conservando la cosa hasta la
oportunidad de la subasta.
• Intervención judicial: es la medida precautoria que afecta a la administración que
el propietario realiza de sus propios bienes o negocios limitándola en algún
grado para asegurar posibles derechos de terceros o en un socio.
• la anotación de litis es una medida cautelar, tomada en el transcurso de un
proceso judicial, que consiste en anotar en el Registro de la Propiedad la
existencia de un litigio que tiene por objeto el bien en cuestión, con el objeto de
informar a terceros que el bien referido es litigioso, o sea, que quien promovió la
demanda, y peticionó el registro del juicio existente, pretende derechos sobre él.
Así el que pretenda adquirir ese bien está alertado de la situación, y si bien
podrá comprarlo, ya que a diferencia del embargo o de la inhibición, la anotación
de litis no retira el bien del comercio, ni lo inmoviliza, no podrá alegar luego que
desconocía tal situación, y no podrá oponerse a la devolución del mismo si el
demandante triunfa en el reclamo.
PRIVADO I
SUB-EJE TEMATICO 1: PERSONA HUMANA
Nuestra ley no da una noción de lo que debe entenderse por persona; directamente
empieza el Título I, refiriendo al comienzo de su existencia. Matilde Zavala expresa:
…mientras que el hombre es una realidad ontológica (un "ente" biosíquico y espiritual);
persona es, dentro del derecho, una categoría jurídica (el ente, humano o no, que goza
de capacidad de derecho) […] El hombre existe en la naturaleza, la persona solamente
en el derecho. (Zavala de González, 1983, p. 4).
Es decir que, cuando hablamos de “persona”, hacemos alusión a una categoría
jurídica, a una calidad que contiene en sí misma la aptitud de ser portadora de
derechos.
1. DERECHOS Y ACTOS PERSONALÍSIMOS
Concepto.
Los derechos personalísimos son los que recaen sobre ciertos aspectos o
manifestaciones de la personalidad del hombre para proteger su libre
desenvolvimiento: derecho al honor, a la intimidad, a la libertad, a la integridad física,
etc.
Los actos personalísimos son aquellos que deben realizar los sujetos por si solos.
Naturaleza Jurídica
Estos derechos subjetivos no sólo tienen reconocimiento expreso en el Código Civil y
Comercial; el derecho supranacional de derechos humanos constitucionalizado (art. 75
inc. 22 CN) establece las bases fundacionales del régimen de los derechos
personalísimos, toda vez que la dignidad personal como sus emanaciones (intimidad,
imagen, identidad, honor y derechos sobre el propio cuerpo) son reconocidos de
manera explícita en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en otros
instrumentos supranacionales.
Caracteres
Estos derechos son
• Absolutos: porque se dan contra todos, erga omnes, ya que todos y cada uno de
los miembros que constituyen la comunidad jurídicamente organizada están
obligados a respetar la persona de los demás.

• Extrapatrimoniales

• Innatos

• Vitalicios

• Necesarios

• Inherentes

• irrenunciables,

• Relativamente disponibles por las partes y por ende no transmisibles. Decimos


que son relativamente disponibles por las partes pues, de conformidad al art. 55
del Código Civil y Comercial, se puede disponer de los derechos personalísimos
bajo ciertas condiciones:

• que medie consentimiento por el titular de los derechos,

• que éste no sea contrario a la ley, la moral o las buenas costumbres.

Asimismo, prevé que el consentimiento no se presume, es decir que debe


otorgarse en forma clara, ya sea expresa, tácita, o incluso por vía de silencio, y
“es de interpretación restrictiva, y libremente revocable”
• Otro carácter es que la vulneración de ellos da derecho a su titular a reclamar la
prevención y reparación de los daños conforme lo estipulado en los arts. 1708 a
1780 inclusive del Código Civil y Comercial.

La inviolabilidad de la persona humana:


El hombre es el eje y centro de todo el sistema jurídico y, en tanto fin en sí mismo, su
persona es inviolable.
El artículo 51 prevé “Inviolabilidad de la persona humana. La persona humana es
inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su
dignidad”.
De tal modo, el reconocimiento y el respeto de la dignidad personal, además de estar
previsto expresamente en el Código, encuentra amparo constitucional por vía del art.
75 inc 22 y rango constitucional asignado al art. 11 del Pacto de San José de Costa
Rica.
El artículo 52 del Código Civil y Comercial de la Nación dispone
Afectaciones a la dignidad. La persona humana lesionada en su intimidad personal o
familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de cualquier modo resulte
menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la prevención y reparación de
los daños sufridos, conforme lo dispuesto en el Libro Tercero Título V, Capítulo I
• Derechos de la personalidad espiritual tutelados:

• derechos a la intimidad personal y familiar: El Código no brinda una


definición del derecho a la intimidad, el cual ha sido delineado por la
doctrina como aquel que garantiza a tu titular el desenvolvimiento de su
vida y su conducta dentro de un ámbito privado, sin injerencias ni
intromisiones que pueden provenir de la autoridad o de terceros, en tanto
su conducta no ofenda al orden público, a la moral, ni perjudique a
terceros (Rivera)

Comprende tanto a la intimidad personal como familiar, haciéndose eco


de la protección receptada por el art 11 de la CADH.

• a la honra o reputación: este derecho comprende dos aspectos.


• De un lado, el honor en sentido objetivo, que es la valoración que
otros hacen de la personalidad, es el buen nombre o reputación, el
aprecio de terceros;
• y en sentido subjetivo es la autovaloración, el íntimo sentimiento
que cada persona tiene de la propia dignidad y la de su familia
la falta de definición legal es conteste con la idea de que su perfil
puede ir modificándose con el tiempo, al igual que sus límites y
ámbitos de vigencia, siendo tal delimitación labor de la doctrina y los
tribunales ante los casos concretos (Rivera)
• a la imagen: el artículo 53 del Código Civil y Comercial.

Para captar o reproducir la imagen o la voz de una persona, de cualquier


modo, que se haga, es necesario su consentimiento, excepto en los
siguientes casos:
La regla es la exigibilidad del consentimiento. Ello evidencia el carácter
relativamente disponible de este derecho, dicha conformidad no se
presume, es de interpretación restrictiva y libremente revocable,
recayendo la carga de probar su existencia sobre quien la alega.
• que la persona participe en actos públicos;
la doctrina y jurisprudencia han señalado que para que opere esta
excepción no basta que la imagen haya sido captada en un lugar público,
la excusa tendrá lugar ante tumultos, desfiles, manifestaciones, incendios,
es decir siempre que haya un gran número de personas en un lugar
público y medie un hecho o acontecimiento de los indicados.
• que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario, y se
tomen las precauciones suficientes para evitar un daño innecesario;
aun la difusión sea para tales fines, no debe resultar ofensiva y que, por
regla, exige la adopción de medidas enderezadas a evitar la identificación
de la persona, por ejemplo, ilustraciones en revistas médicas.
• que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre
acontecimientos de interés general.
Solo debe responder a un interés legítimo colectivo en la información, ya
sea porque la imagen se vincula con la actividad pública o profesional del
sujeto o presenta una cierta relevancia pública o, al margen de estos
supuestos, cuando su difusión no hace sino verificar o refutar aspectos de
la vida privada que, voluntariamente, la persona involucrada ha expuesto
al público.
En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus
herederos o el designado por el causante en una disposición de última
voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un mismo grado,
resuelve el juez. Pasados veinte años desde la muerte, la reproducción
no ofensiva es libre.
El derecho a la imagen constituye una especie de los denominados
derechos personalísimos que, protege las manifestaciones espirituales de
la persona, definido como “aquel cuyo regular ejercicio permite oponerse
a que por otros individuos y por cualquier medio se capte, reproduzca,
difunda o publique su propia imagen o voz” (Rivera)
Goza de amparo constitucional.
Existe consenso de que constituye una esfera jurídica propia,
constituyendo una categoría autónoma e independiente de la protección
de otros derechos personalísimos.
Desde su faz negativa o de su exclusivo, confiere la facultad e oponerse y
prohibir a terceros su captación y divulgación, desde su faz positiva
permite a su titular ceder su uso y explotación incluso a título oneroso. En
este último supuesto se discute si lo que se está ejerciendo o disponiendo
son aspectos parciales del derecho personalísimo o, según otra postura,
se trata de un derecho patrimonial autónomo sobre la propia imagen que
coexiste con el derecho personalísimo.
• a la identidad: este derecho implica que “cada persona sea ella misma”,
que pueda distinguirse sobre la base de sus atributos y sus propias
cualidades personales que hacen a esa determinada persona distinta de
las otras. Este derecho comprende tanto la identidad biológica como la
identidad de género (regulada por ley 26.743 “De identidad de género”).
• Derechos de la personalidad física:

• derecho a la vida: este derecho se encuentra profusamente protegido y se


refleja al impedimento de obrar contra la propia vida y sobre la vida de los
demás.

• a la integridad física: el artículo 54 del CCCN dispone que no resultan


exigibles aquellas convenciones que tengan por objeto la realización de
un acto peligroso para la vida o integridad física. En otras palabras, el
contrato mediante el cual una persona comprometa un acto que traiga
aparejado dicho peligro, carecerá por tanto de fuerza obligatoria para
quien asumió dicha obligación, no siendo pasible de exigir su
cumplimiento forzado o indirecto, salvo que el acto de que se trate se
corresponda a su actividad habitual (v.gr. un boxeador, un corredor de
autos) y que se adopten las medidas de prevención y seguridad
adecuadas a las circunstancias.

• a disponer del propio cuerpo: en primer lugar, es dable señalar que el


cuerpo humano no es una cosa en sentido jurídico, en tanto no constituye
un objeto material susceptible de apreciación pecuniaria.

La regla es que no están autorizados aquellos actos que causen una


disminución permanente en la integridad del propio cuerpo o sean
contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres.
Sin embargo, el art. 56 del CCCN prevé excepciones a tal principio, las
que tienen lugar cuando se trata de actos enderezados al mejoramiento o
preservación de la salud de la persona titular, como ser una intervención
quirúrgica; o, “excepcionalmente”, para el mejoramiento o preservación de
la salud de otra persona distinta a la del titular, la que tiene lugar cuando
se dispone la ablación de un órgano (que se rige por la ley 24.193,
modificada por ley 26.066) a los fines de ser trasplantado.
Asimismo, están prohibidas las prácticas destinadas a la modificación de
la constitución genética de la descendencia, salvo aquéllas que tiendan a
prevenir enfermedades genéticas o la predisposición a ellas (art. 57
CCCN).
• a disponer del propio cadáver: la norma del artículo 61 del CCCN
consagra el derecho que posee toda persona capaz en orden a
establecer el destino post mortem de su cuerpo. Es decir que la persona,
mientras viva, puede disponer de sus exequias o inhumación, como así
también la dación de todo o parte de su cadáver con fines terapéuticos,
científicos, pedagógicos o de índole similar.

Se trata de un acto de disposición de última voluntad, unilateral y por


cierto revocable que, al decir de la doctrina, representa el ejercicio de un
derecho subjetivo personalísimo (Rivera)

2. ATRIBUTOS DE LA PERSONA:
Concepto
Son aquellas cualidades que son inherentes al sujeto del derecho, aquellas calidades
que le son inseparables, sin las cuales no podemos concebir el sujeto del derecho ni la
personalidad jurídica, a saber: el nombre, la capacidad, el estado y el domicilio. Ahora
bien, si nos referimos a la persona jurídica o de existencia ideal, podríamos admitir que
el patrimonio es un atributo.
La persona, en tanto tal, posee ciertos atributos que son sus cualidades esenciales.
Éstas son inherentes y consideradas a priori de la persona, es decir que comienzan
con su existencia.
Naturaleza
Los atributos no son derechos ni deberes, sino cualidades inherentes a la calidad de la
persona que no se adquieren luego, sino que son contemporáneos a la persona, a su
existencia, y la acompañan toda su vida protegiéndola e identificándola.
Caracteres
Los atributos participan de los siguientes caracteres:
• Son necesarios e inherentes a las personas: no se concibe que la persona física
pueda carecer de alguno de estos atributos por cuanto, la determinan en su
individualidad.
• Son únicos: una misma persona no puede poseer más de un atributo de cada
clase en un momento determinado. Así, la persona humana no puede ser capaz
e incapaz a la vez de adquirir un derecho, no puede tener más estados civiles
familiares del mismo orden, por ejemplo soltero-casado.
• Son indisponibles: no pueden ser transferidos, pues están fuera del comercio.
• Son inmutables: sólo se modifican cuando se verifica el supuesto normativo que
así lo prevé.
• Son imprescriptibles: por cuanto no se adquieren ni pierden por el transcurso del
tiempo.
Los atributos son los siguientes:
• Nombre
• Estado capacidad
• Domicilio
• Capacidad
NOMBRE

Noción:

El nombre es el atributo de la persona que la identifica y la individualiza del resto. Está


compuesto por dos elementos: el pronombre o nombre de pila (o apelativo) y el apellido
(o cognomen o patronímico). Ambos cumplen funciones diferentes; el nombre de pila
individualiza a la persona en su familia y el apellido la individualiza en la sociedad.

Rivera señala que por un lado es un elemento que integra la personalidad,


contribuyendo a la identificación de las personas en su relación con los demás y por el
otro, no es posible desconocer el interés social que conlleva, como la inmutabilidad.
Art 62.- Derecho y deber. La persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el apellido que le corresponden.

Régimen legal

• Prenombre: Art 63.- Reglas concernientes al prenombre. La elección del prenombre está sujeta a las reglas
siguientes:

a) corresponde a los padres o a las personas a quienes ellos den su autorización para tal fin; a falta o impedimento de
uno de los padres, corresponde la elección o dar la autorización al otro; en defecto de todos, debe hacerse por los
guardadores, el Ministerio Público o el funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas;

b) no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellidos como prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros
prenombres de hermanos vivos; tampoco pueden inscribirse prenombres extravagantes;

c) pueden inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas.

• Apellido

• Hijo matrimonial: art 64.- El hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges; en
caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas. A pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar el
apellido del otro.
Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar el apellido y la integración compuesta que se haya
decidido para el primero de los hijos.

• Hijo extramatrimonial: El hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial lleva el apellido de ese
progenitor. Si la filiación de ambos padres se determina simultáneamente, se aplica el primer párrafo de este
artículo. Si la segunda filiación se determina después, los padres acuerdan el orden; a falta de acuerdo, el juez
dispone el orden de los apellidos, según el interés superior del niño.

• Persona menor de edad sin filiación determinada : Art 65.- Apellido de persona menor
de edad sin filiación determinada. La persona menor de edad sin filiación determinada debe ser anotada por el
oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas con el apellido que está usando, o en su
defecto, con un apellido común.

• Casos especiales: Art 66.- Casos especiales. La persona con edad y grado de madurez suficiente que
carezca de apellido inscripto puede pedir la inscripción del que está usando.

• Apellido cónyuge: Art 67.- Cónyuges. Cualquiera de los cónyuges puede optar por usar el apellido del
otro, con la preposición “de” o sin ella.

La persona divorciada o cuyo matrimonio ha sido declarado nulo no puede usar el apellido del otro cónyuge,
excepto que, por motivos razonables, el juez la autorice a conservarlo.

El cónyuge viudo puede seguir usando el apellido del otro cónyuge mientras no contraiga nuevas nupcias, ni
constituya unión convivencial.

• Nombre del hijo adoptivo: art 68.- Nombre del hijo adoptivo. El nombre del hijo adoptivo se rige por
lo dispuesto en el Capítulo 5, Título VI del Libro Segundo de este Código.

• Cambio de nombre: art 69.- Cambio de nombre. El cambio de prenombre o apellido sólo procede si
existen justos motivos a criterio del juez. Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del caso,
entre otros, a:

a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad;

b) la raigambre cultural, étnica o religiosa;

c) la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa, siempre que se


encuentre acreditada.

Se consideran justos motivos, y no requieren intervención judicial, el cambio de prenombre por razón de
identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de desaparición forzada,
apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad.

Acciones de protección
Art 71.- Acciones de protección del nombre. Puede ejercer acciones en defensa de su nombre:

a) aquel a quien le es desconocido el uso de su nombre, para que le sea reconocido y se prohíba toda futura impugnación por
quien lo niega; se debe ordenar la publicación de la sentencia a costa del demandado;

b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro, para que cese en ese uso;

c) aquel cuyo nombre es usado para la designación de cosas o personajes de fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral,
para que cese el uso.

En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer la publicación de la sentencia.
Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus descendientes, cónyuge o conviviente,
y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos.

Así, las acciones para proteger el nombre son tres:


• la acción de reclamación o reconocimiento del nombre: se requiere que el
demandado haya desconocido el derecho de usar el nombre por pare del sujeto
afectado, debiendo el juez ordenar la publicación de sentencia a costa del
demandado.
• la acción de impugnación, o usurpación del nombre: se requiere que el
demandado use en forma indebida el nombre de otra persona y el efecto propio
de la sentencia es el cese en dicho uso indebido.
• la acción de supresión del nombre: debe mediar un uso indebido por parte del
demandado del nombre de otra persona para individualizar una cosa o un
personaje de fantasía y dicho uso provocar un perjuicio material o moral. El
efecto de la sentencia es el cese de dicho uso indebido.
Por último y en orden a quiénes pueden interponer estas acciones, se establece
que el titular exclusivo es el interesado y, si éste ha fallecido, podrá ser ejercida
por sus descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los
ascendientes o hermanos.
DOMICILIO

Noción: Domicilio, en sentido jurídico, es el lugar que la ley considera como centro o
sede legal de la persona

Caracteres

• El domicilio general es el atributo, cualidad o propiedad inherente a la persona


que representa su indispensable asiento o sede legal para el ejercicio de sus
derechos y cumplimiento de sus obligaciones (Tagle, 2002).

• Este domicilio general puede ser legal, es decir instituido por la ley o real, que
es la efectiva residencia de la persona en un cierto lugar con ánimo de
permanecer allí.

• El domicilio general sea legal o real, es necesario, ya que no puede faltar en


ninguna persona y es único ya que una persona no puede tener más de un
domicilio general.

• el domicilio general es mutable, es decir que es modificable, ya sea por cambio


en la capacidad de las personas (por ejemplo, un menor que cumple la mayoría
de edad pasa de domicilio legal a domicilio real) o por un cambio en la de su
situación (por ejemplo: una persona que es designada en un puesto de
funcionario público y que requiere trasladarse, cambia de domicilio real a
domicilio legal).

Clases

• General

• Real: art 73.- La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su residencia habitual. Si ejerce
actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el cumplimiento de las
obligaciones emergentes de dicha actividad.

El domicilio real, esencialmente voluntario, está conformado por un


elemento material o corpus y el elemento intencional o animus. El primero
está constituido por la residencia de la persona que es efectiva y
permanente y el animus es la intención o propósito de permanecer en un
determinado lugar.

El Código en su actual redacción se inclina por el sistema de la pluralidad


al contemplar en materia de domicilio real el supuesto de la residencia
habitual y también el del lugar de desempeño de la actividad profesional o
económica para las obligaciones nacidas de dicha actividad.

Legal: art 74.- El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una
persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus
obligaciones. Sólo la ley puede establecerlo, y sin perjuicio de lo dispuesto en normas especiales:

a) los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus funciones, no siendo
éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión;

b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando;

c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio conocido, lo tienen
en el lugar de su residencia actual;

d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.

Este domicilio es forzoso, en tanto la ley lo impone independientemente


de la voluntad del interesado; es ficticio, pues el sujeto puede no estar allí
presente; es excepcional y de interpretación restrictiva, pues sólo
funciona en los casos previstos por la ley; y es único, en tanto es una
clase de domicilio general u ordinario.

• Especial: art 75.- Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de los derechos y
obligaciones que de él emanan.

Este domicilio es temporario en principio y se termina cuando la situación


finaliza.

Caracteres
• no es necesario, pues la persona puede no tener constituido domicilio
especial alguno;

• puede ser múltiple, porque la persona puede tener varios domicilios


especiales;

• es voluntario, convencional, transmisible tanto a los sucesores


universales como a los singulares.

• Ignorado: art 76.- Domicilio ignorado. La persona cuyo domicilio no es conocido lo tiene en el lugar donde se
encuentra; y si éste también se ignora en el último domicilio conocido.

Cambio de domicilio art 77.-. El domicilio puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad no puede ser coartada por
contrato, ni por disposición de última voluntad. El cambio de domicilio se verifica instantáneamente por el hecho de trasladar la
residencia de un lugar a otro con ánimo de permanecer en ella.

Efecto: art 78.- Efecto. El domicilio determina la competencia de las autoridades en las relaciones jurídicas. La elección de un
domicilio produce la prórroga de la competencia

CAPACIDAD

Noción.

El concepto de capacidad ha sido caracterizado como el grado de aptitud de la persona


para ser titular de derechos y deberes jurídicos y para el ejercicio de las facultades que
emanan de esos derechos o el cumplimiento de las obligaciones que implican los
mencionados deberes (Rivera)

Esa capacidad queda desdoblada en sus dos facetas: capacidad de derecho y


capacidad de ejercicio.

La norma recepta el principio general que todas las personas humanas gozan de la
aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos, salvo las privaciones o
limitaciones que la propia ley establezca respecto de hechos, simples actos, o actos
jurídicos determinados. La regla es la capacidad y la incapacidad la excepción.

Caracteres

• las reglas que gobiernan la capacidad son de orden público y no pueden ser
modificadas por voluntad de los particulares;
• es principio general que tanto las incapacidades como las restricciones a la
capacidad son la excepción;

• las restricciones a la capacidad son de interpretación restrictiva.

Clases:

• .

• De ejercicio art 23.- Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus derechos,
excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia judicial.

ESTADO

El estado es un atributo propio de las personas físicas y hace referencia a la posición o


rol que ocupa una persona en la sociedad, por ejemplo, estado civil, o en una familia,
por ejemplo, estado de padre, de hijo, etc.
Caracteres

• las normas que regulan el estado de las personas son de orden público; no
pueden ser modificadas por la voluntad de los interesados;

• es indivisible y oponible erga omnes;

• generalmente es recíproco o correlativo, porque a cada estado de una persona


le corresponde el de otro que resulta correlativo;

• es inalienable, es decir intransmisible;

• es necesario, indisponible y único, es decir que no se puede tener dos estados


correlativos a la vez (por ejemplo, no ser casado y soltero al mismo tiempo, no
ser padre e hijo al mismo tiempo).

Efectos

• El estado genera deberes jurídicos como el de usar un apellido o suministrar


alimentos;

• en el ámbito del derecho procesal es causal de excusación o de recusación de


los jueces o funcionarios, quienes no podrán entender en aquellos pleitos en que
intervengan parientes que se hallen en los grados previstos en las leyes rituales;
en el ámbito penal es agravante o eximente de penas.

• se relaciona con los otros atributos porque, por ejemplo, en el matrimonio


(estado: casado), los esposos tienen limitaciones entre sí para ciertos contratos;
• o por caso los padres no pueden contratar con sus hijos sometidos a
responsabilidad parental.

• Además, si se logra el reconocimiento de un hijo extramatrimonial por el padre,


este reconocimiento cambia el estado del hijo reconocido y del padre que
reconoce.

Por ello, se dice que los efectos de este atributo son importantes a la hora de los
reclamos patrimoniales o de deberes correspondientes al estado que se posea,
para lo cual la ley establece una serie de normas que lo protegen. Por ejemplo, a
las personas les reconoce dos acciones:

• De reclamación de estado: que son acciones que persiguen un


reconocimiento (por ejemplo, las acciones de filiación)

• De impugnación de estado: que son acciones que persiguen un


desconocimiento de un estado ostentado hasta entonces (por ejemplo, la
que le corresponde al padre con respecto al hijo nacido en matrimonio y
que no es suyo).

3. PERSONAS POR NACER


Importancia jurídica de la concepción
Art19.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la
concepción.

La concepción determina el momento a partir del cual se es persona, es decir que el


sujeto tiene personalidad jurídica y goza de protección de la ley.
Así, el Código Civil y Comercial subsume el concepto de vida humana con el de
persona en el sentido técnico del término, reconociendo su comienzo en el momento
mismo de la concepción. De esta manera, se considera que hay persona durante todo
el proceso de gestación: desde su inicio hasta el nacimiento y, luego, habrá persona
física desde ese instante hasta la muerte. En igual línea, Vélez Sarsfield aclaraba en la
nota a su art. 63, que “las personas por nacer, no son personas futuras, pues ya
existen en el vientre de la madre” 31.
Ahora bien, esta solución no podría haber sido diferente a la adoptada, toda vez que el
art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica, establece: “... Toda persona tiene
derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en
general, a partir del momento de la concepción…”
El dispositivo de jerarquía constitucional (art. 75 inc. 22 CN) asigna tutela jurídica a la
vida humana desde este momento de la concepción
Lo propio puede afirmarse sobre la Convención de los Derechos del Niño, que, en su
art. 1°, establece que “niño” es todo ser humano menor de dieciocho años de edad.
Con respecto al comienzo de la vida, la Convención nada aclara, pero sí lo hace la ley
23.849 –la de ratificación del Tratado– en su art. 2, el cual declara que, con relación al
artículo 1º de la Convención sobre los Derechos del Niño, la República Argentina
entiendo por niño a todo ser humano desde el momento de la concepción y hasta los
18 años. Repárese que lo que goza de jerarquía constitucional es el texto de la
Convención junto a la ley de ratificación porque, como bien lo señala el art. 75 inc. 22
de la carta magna, cada Tratado adquiere jerarquía constitucional “en las condiciones
de su vigencia”, incluyendo así a la ratificación como una unidad que debe ser
considerada de ese modo a la hora de valorar las disposiciones con jerarquía
constitucional.

4. AUSENCIA DE LA PERSONA
Definición

El Código Civil y Comercial contempla en seis artículos (79 a 84) las normas
sustantivas y procedimentales correspondientes a la simple ausencia y al
procedimiento previsto a los fines de obtener tal declaración. El fin último de esta
regulación es la protección del patrimonio del ausente, pues lo que se pretende es la
designación de un curador especial a los bienes para que estos puedan ser
administrados en debida forma mientras dure el estado de ausencia.
Presupuestos fácticos y jurídicos

Art 79.- Ausencia simple. Si una persona ha desaparecido de su domicilio, sin tenerse noticias
de ella, y sin haber dejado apoderado, puede designarse un curador a sus bienes si el cuidado
de éstos lo exige. La misma regla se debe aplicar si existe apoderado, pero sus poderes son
insuficientes o no desempeña convenientemente el mandato

De conformidad a dicho artículo, para configurarse el presupuesto de la ausencia


simple es preciso que:
• La persona haya desaparecido de su domicilio, sin que se tenga noticias sobre
su existencia;
• Haya dejado bienes que exijan protección;
• No haya dejado apoderado o que los poderes del apoderado del ausente
resulten insuficientes o que éste haya incurrido en un desempeño inconveniente
de su mandato.
Como se advierte, la ley no exige que haya transcurrido plazo alguno para
peticionar ante el juez competente la declaración de ausencia simple, ni que la
desaparición se vincule con un hecho extremo del cual se presuma la muerte del
ausente; sólo se impone que existan bienes para cuidar, de manera tal que se
adopten aquellas medidas necesarias para proteger el patrimonio del ausente
Legitimados

Art 80.- Legitimados. Pueden pedir la declaración de ausencia,


• el Ministerio Público y
• toda persona que tenga interés legítimo respecto de los bienes del ausente.

Juez competente Art 81.-. Es competente el juez del domicilio del ausente. Si éste no lo tuvo
en el país, o no es conocido, es competente el juez del lugar en donde existan bienes cuyo
cuidado es necesario; si existen bienes en distintas jurisdicciones, el que haya prevenido.

Procedimiento Art 82.-El presunto ausente debe ser citado por edictos durante cinco días, y si
vencido el plazo no comparece, se debe dar intervención al defensor oficial o en su defecto,
nombrarse defensor al ausente. El Ministerio Público es parte necesaria en el juicio.

Si antes de la declaración de ausencia se promueven acciones contra el ausente, debe


representarlo el defensor.

En caso de urgencia, el juez puede designar un administrador provisional o adoptar las


medidas que las circunstancias aconsejan.

Efectos Dictados la sentencia de simple ausencia, se designará un curador a fin de que


realice los actos de conservación y administración ordinaria de los bienes. Para el
supuesto de que deba realizar un acto que exceda la administración ordinaria, deberá
requerir autorización al juez, la que debe ser otorgada sólo en caso de necesidad
evidente e impostergable.

Art 83.- Sentencia. Oído el defensor, si concurren los extremos legales, se debe declarar la
ausencia y nombrar curador. Para la designación se debe estar a lo previsto para el
discernimiento de curatela.
El curador sólo puede realizar los actos de conservación y administración ordinaria de los
bienes. Todo acto que exceda la administración ordinaria debe ser autorizado por el juez; la
autorización debe ser otorgada sólo en caso de necesidad evidente e impostergable.
Los frutos de los bienes administrados deben ser utilizados para el sostenimiento de los
descendientes, cónyuge, conviviente y ascendientes del ausente.
Art 84.- Conclusión de la curatela. Termina la curatela del ausente por:
a) la presentación del ausente, personalmente o por apoderado;
b) su muerte;
c) su fallecimiento presunto judicialmente declarado.

MUERTE PRESUNTA
Régimen legal. Casos y términos

La presunción de fallecimiento, al igual que la muerte, constituye supuestos jurídicos


extintivos de la persona humana. Así, los efectos de la sentencia judicial que declara el
fallecimiento presunto son idénticos a los de la muerte, pero la ley establece diferencias
fundadas en la eventual reaparición del declarado muerto presunto y en la necesidad
de proteger sus intereses.
El Código prevé distintos supuestos, ya sea porque se ha perdido totalmente la noción
o los datos del paradero de una persona durante un tiempo prolongado o porque la
persona se haya encontrado en circunstancias en las que se presume su muerte. Así,
el Código contempla en el art. 85 el caso ordinario y en el art. 86 los supuestos
extraordinarios.
• Caso ordinario.

Art 85.- La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga noticia de ella por
el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya dejado
apoderado.

El plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia del ausente.

• Casos extraordinarios.

Art 86.- Casos extraordinarios. Se presume también el fallecimiento de un ausente:


a) si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto, acción de guerra
u otro suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o participó de una
actividad que implique el mismo riesgo, y no se tiene noticia de él por el término de dos
años, contados desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido;

b) si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o perdidos, no se tuviese


noticia de su existencia por el término de seis meses desde el día en que el suceso
ocurrió o pudo haber ocurrido.

La disminución de los plazos en los casos extraordinarios en relación al


supuesto ordinario, se debe a que se trata de hipótesis que se sustentan en
circunstancias particulares, en las que las posibilidades de supervivencia
resultan ínfimas.
• Procedimiento para su declaración

En primer lugar, debe señalarse que, de conformidad lo establece el art. 87


cualquier persona que tenga “algún derecho subordinado a la muerte de la
persona de que se trate, puede pedir la declaración de fallecimiento presunto,
justificando los extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la
averiguación de la existencia del ausente” que arrojen resultado negativo.
La acción debe interponerse en el juez del domicilio del ausente.
Art 87.- Legitimados. Cualquiera que tenga algún derecho subordinado a la muerte de la
persona de que se trate, puede pedir la declaración de fallecimiento presunto,
justificando los extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la
averiguación de la existencia del ausente.
Es competente el juez del domicilio del ausente.

El artículo 88 prescribe el procedimiento que debe seguir el juez en orden al


trámite del pedido de declaración de fallecimiento presunto.
• Deberá nombrarse un defensor al ausente a fin de garantizarle el
derecho de defensa durante la tramitación del juicio.
• Deberá citarse al ausente por edictos que se publicarán una vez por mes
durante seis meses, publicación que deberá disponerse en el Boletín
Oficial y en otro que resulte de importancia.
• En el supuesto de que existan bienes y no haya mandatario, o, si el que
hubiere, ejerciera incorrectamente el mandato, deberá nombrarse un
curador a sus bienes a los fines de que los administre y conserve.
• Declaración del fallecimiento presunto art 89.-. Pasados los seis meses,
recibida la prueba y oído el defensor, el juez debe declarar el fallecimiento
presunto si están acreditados los extremos legales, fijar el día presuntivo del
fallecimiento y disponer la inscripción de la sentencia.

• Efectos: En orden a los efectos patrimoniales, los artículos 90 y 91 regulan


sobre el punto.

Art 90.- Día presuntivo del fallecimiento. Debe fijarse como día presuntivo del
fallecimiento:
a) en el caso ordinario, el último día del primer año y medio;
b) en el primero de los casos extraordinarios, el día del suceso, y si no está
determinado, el día del término medio de la época en que ocurrió o pudo haber ocurrido;
c) en el segundo caso extraordinario, el último día en que se tuvo noticia del buque o
aeronave perdidos;
d) si es posible, la sentencia debe determinar también la hora presuntiva del
fallecimiento; en caso contrario, se tiene por sucedido a la expiración del día declarado
como presuntivo del fallecimiento.
Art 91.- Entrega de los bienes. Inventario. Los herederos y los legatarios deben recibir
los bienes del declarado presuntamente fallecido, previa formación de inventario. El
dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con la prenotación del caso;
puede hacerse la partición de los bienes, pero no enajenarlos ni gravarlos sin
autorización judicial.

Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su


existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la
devolución de aquéllos a petición del interesado.

Así, tenemos que, dictada la declaratoria, el juez mandará abrir, si existiese, el


testamento que hubiese dejado el desaparecido; los herederos y los legatarios
deben recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previo inventario.
El dominio se inscribirá en el registro correspondiente (Registro de la Propiedad,
Registro de la Propiedad del Automotor) con la prenotación del caso, a nombre
de los herederos o legatarios que podrán hacer partición de los mismos, pero no
enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.
Ahora bien, si, entregados los bienes, aparece el ausente o se tiene noticia
cierta de su existencia, queda sin efecto la declaración de fallecimiento,
procediéndose a la devolución de aquéllos a petición del interesado
• La conclusión de la prenotación se encuentra regulada en el art. 92. Éste prevé
que la prenotación queda sin efecto transcurridos cinco años desde la fecha
presuntiva del fallecimiento u ochenta años desde el nacimiento de la persona.

Desde ese momento puede disponerse libremente de los bienes, es decir que
los herederos y legatarios pasan a tener el dominio pleno.

• Efectos sobre el matrimonio: según el art. 435 inc. “b”, la declaración de


ausencia con presunción de fallecimiento es una causal de disolución del
matrimonio, por lo que el otro cónyuge podrá contraer nuevo matrimonio.

SUB-EJE TEMATICO 2: INCAPACIDAD


1. LA INCAPACIDAD
Noción
Clasificación
• De ejercicio: imposibilidad de realizar por si solo determinados actos de la vida
civil, de ejercer esos derechos y obligaciones de los que se es titular
Se instituyen en razón de una ineptitud psíquica del sujeto para el pleno y libre
ejercicio de sus derechos; se suplen por el representante, o con intervención de
un apoyo, subsanándose así el impedimento; persiguen un fin tuitivo de la
persona sobre quien recae; es una medida de protección; dan lugar a una
nulidad relativa del acto.
• De derecho: imposibilidad de realizar determinados actos jurídicos
Será siempre relativa ya que no es posible que una persona adolezca de una
incapacidad de derecho absoluta, lo que equivaldría a una muerte civil. De este
modo, no hay personas incapaces de derecho, sino con incapacidad para
determinados actos; falta de aptitud para ser titular de determinada relación
jurídica.
Entre sus caracteres encontramos que: se sustentan en razones de orden ético
o moral; no son susceptibles de remedio o subsanación; se instituyen no para
favorecer a la persona incapaz, sino en su contra; dan lugar a la nulidad
absoluta del acto.

INCAPACIDADES DE EJERCICIO
Definición. Caracteres
Tal como sostuvimos, debe partirse de que la capacidad es la regla y la incapacidad la
excepción. La incapacidad de obrar resulta de un precepto legal que establece quiénes
son los incapaces de ejercicio (art. 24 CCCN). Consiste en la falta de aptitud o en la
imposibilidad del sujeto para realizar por sí mismo actos jurídicos válidos, pero esta
ineptitud legal puede suplirse a través del instituto de la representación, previsto en los
arts. 100 y 101 del código único.
Las incapacidades de hecho –de ejercicio o de obrar– han sido establecidas en interés
mismo del incapaz y por ello la ley ha procedido con un criterio tutelar.
Esta incapacidad es susceptible de grados, ya que una persona puede carecer de
capacidad de hecho de manera absoluta, o bien, sólo para determinados actos
jurídicos.
Enumeración legal
Art 24.- Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
Es la persona que está concebida en el seno materno y aún no ha nacido; para que sus
derechos y obligaciones queden irrevocablemente adquiridos, debe nacer con vida,
pues, de lo contrario, se considerará que ella nunca existió.
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo;
Debe estudiarse en correlación con lo dispuesto en el art. 25, el que dispone que
“menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años”. En efecto, el
supuesto de análisis refiere que son incapaces de ejercicio las personas “que no
cuentan con la edad y grado de madurez suficiente, por lo que incluye a todas las
personas que no han cumplido los dieciocho años, salvo:
• el supuesto de los adolescentes en relación a los tratamientos no invasivos;
• el caso de los menores emancipados por matrimonio que gozan de plena
capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas (arts. 27 y 28) y
• la persona menor de edad con título profesional habilitante que puede ejercer
profesión sin necesidad de previa autorización (art. 30).
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa
decisión.
Este supuesto implica que, mediante sentencia, se puede restringir la capacidad para
determinados actos, debiendo partirse siempre del presupuesto de la capacidad, y que
sus limitaciones son de carácter excepcional. Cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar y expresar su voluntad, el sentenciante
puede declarar la incapacidad y designar un curador. Por último, comprende a los
inhabilitados por prodigalidad, a quienes se les designará un apoyo para el
otorgamiento de actos de disposición ente vivos y en los demás actos que determine la
sentencia.
2. DISTINCIÓN ENTRE MENOR DE EDAD Y ADOLESCENTE
Art 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la persona que no ha cumplido
dieciocho años.
Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años.

• Es decir que todas las personas, desde su nacimiento hasta que cumplen
dieciocho años, son “menores de edad”,
• especificando la denominación de “adolescente” a la persona menor de edad
que ha cumplido la edad de trece años.

El derecho a ser oído


El artículo 26 del Código Civil y Comercial, en concordancia con el art. 12 de la
Convención de los Derechos del Niño y con la ley 26.061, consagra el derecho de los
menores a ser oídos, el que implica que, siempre que los menores tengan edad para
poder expresar una opinión con fundamento, deben ser escuchados y debe ser tenido
en cuenta su parecer.
ART 26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona menor de edad
ejerce sus derechos a través de sus representantes legales.
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los
actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de
intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne,
así como a participar en las decisiones sobre su persona.

Decisiones en materia de salud


• Tratamientos no invasivos

Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir
por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su
estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.

Esta presunción funcionará siempre que el adolescente pueda comprender los


aspectos esenciales relativos a la práctica propuesta, aunque, de ser necesario,
una última determinación siempre quedará en manos de los tribunales, la lex
artis y la costumbre, y, por lo general, será el médico tratante quien decida
acerca de la aptitud del tratamiento, con base en criterios que desde el ámbito
médico se van pautando.
• Tratamientos que comprometen la salud del menor

Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en


riesgo la integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la
asistencia de sus progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta
su interés superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las consecuencias de
la realización o no del acto médico.

• Los cuidados del propio cuerpo del mayor de dieciséis años

A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.

En efecto, como contrapartida de la incapacidad de ejercicio del art. 24 inc b) las


personas que cuenten con la edad y el grado de madurez suficiente podrán ejercer por
si aquellos actos de acuerdo a los términos en que les sean permitidos por el
ordenamiento jurídico. Por lo tanto, a mayor autonomía, disminuye la representación de
los progenitores en el ejercicio de los derechos de los hijos.
3. PERSONA CON CAPACIDAD RESTRINGIDA Y CON INCAPACIDAD.
Previo a establecer la distinción entre personas con capacidad restringida y con
incapacidad, es dable señalar que el art. 31 del Código Civil y Comercial establece
reglas generales en materia de restricción a la capacidad.
Art31.- Reglas generales. La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las
siguientes reglas generales:
a) la capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun cuando se
encuentre internada en un establecimiento asistencial;
b) las limitaciones a la capacidad son de carácter excepcional y se imponen siempre en
beneficio de la persona;
c) la intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario, tanto en el tratamiento como
en el proceso judicial;
d) la persona tiene derecho a recibir información a través de medios y tecnologías adecuadas
para su comprensión;
e) la persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada, que debe
ser proporcionada por el Estado si carece de medios;
f) deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los derechos y
libertades.
Art 32.- Persona con capacidad restringida y con incapacidad. El juez puede restringir la
capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que padece una
adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente gravedad, siempre
que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un daño a su persona o a
sus bienes.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé el
artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las
necesidades y circunstancias de la persona.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que
respondan a las preferencias de la persona protegida.
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar
con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el
sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un
curador.

A partir de los trece años se puede restringir judicialmente la capacidad de una persona
cuando ésta padece una adicción o alteración mental permanente o prolongada de
entidad suficiente – elemento biológico- y se estime que de no restringirle la capacidad
pueda ocasionar un daño a su persona o a sus bienes – elemento jurídico; o
excepcionalmente declarar la incapacidad “cuando la persona se encuentre
absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su voluntad
por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz
Manteniendo el criterio biológico-jurídico, el art. 32 del código unificado prevé dos
supuestos diferenciados:
• incapacidad de ejercicio relativa, que alcanza los actos señalados en cada
sentencia
• incapacidad de ejercicio absoluta.

Presupuestos jurídicos y fácticos


• La persona con capacidad restringida es, por regla, una persona capaz y sólo no
podrá ejercer por sí sola determinados actos que se especifiquen en la sentencia
(art. 24 inc “c”).

El juez, en la sentencia, debe designar el o los apoyos que estime convenientes,


siempre tratando de limitar lo menos posible la autonomía de la persona,
favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona
tutelada y, de esta manera, garantizar el respeto de los derechos de la persona
protegida.
El o los apoyos que se designen no tienen por misión sustituir la voluntad del
sujeto, sino todo lo contrario; promueven la libertad, la autonomía, “la
comunicación, la comprensión y la manifestación de la voluntad de la persona
para el ejercicio de sus derechos”
• Ahora bien, se considerará una persona incapaz de ejercicio absoluta cuando:

• se encuentre imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar su


voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y

• el sistema de apoyos cualquiera que fuere resulte ineficaz. En este


supuesto, el juez deberá designarle un curador para que represente al
incapaz, siendo de aplicación los arts. 138 a 140 (curatela).

Procedimiento para su declaración


Tal como hemos señalado anteriormente, los medios de protección de la persona que
padece de alguna discapacidad, son:
• la declaración de capacidad restringida;
• la incapacidad, cuando la persona padece una incapacidad absoluta, es decir
que no puede accionar con el medio que la circunda y los medios de apoyo son
ineficaces y
• como veremos más adelante, la declaración de inhabilitación en el caso del
pródigo.
Ahora bien, la declaración de incapacidad, sea ésta absoluta o restringida a
determinados actos, no procede de oficio, sino que es necesario que las personas
• El artículo 33 del Código Civil y Comercial establece quiénes son las personas
legitimadas

Art 33.- Legitimados. Están legitimados para solicitar la declaración de incapacidad y de


capacidad restringida:
a) el propio interesado;
b) el cónyuge no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no haya
cesado;
c) los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del segundo
grado;
d) el Ministerio Público.

• Entrevista personal. Importancia

El conocimiento personal del juez con el interesado debe ser obligatorio y no


facultativo.
Art 35.-. El juez debe garantizar la inmediatez con el interesado durante el proceso y
entrevistarlo personalmente antes de dictar resolución alguna, asegurando la
accesibilidad y los ajustes razonables del procedimiento de acuerdo a la situación de
aquél. El Ministerio Público y, al menos, un letrado que preste asistencia al interesado,
deben estar presentes en las audiencias.

No será una facultad sino un deber indelegable en cabeza del juez, quien deberá
asegurarla en cada proceso y previo a dictar cualquier resolución, salvo las
medidas cautelares que puede ordenar en caso de urgencia para garantizar los
derechos personales y patrimoniales de la persona (art. 34).

• .Intervención del interesado en el proceso

Art 36. Competencia. La persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso es parte y
puede aportar todas las pruebas que hacen a su defensa.
Interpuesta la solicitud de declaración de incapacidad o de restricción de la capacidad
ante el juez correspondiente a su domicilio o del lugar de su internación, si la persona
en cuyo interés se lleva adelante el proceso ha comparecido sin abogado, se le debe
nombrar uno para que la represente y le preste asistencia letrada en el juicio.
La persona que solicitó la declaración puede aportar toda clase de pruebas para
acreditar los hechos invocados.
En la audiencia, deberán concurrir el interesado, el Ministerio Público y al menos
un letrado que ejerza la defensa técnica de la persona.
Esta entrevista es de fundamental importancia, ya que el juez tomará contacto
personal con el padeciente para garantizarle el goce o ejercicio en igualdad de
condiciones con los demás y para darle un trato más personalizado y
humanitario, así como la garantía de acceso directo al órgano de decisión.
Valor del dictamen del equipo interdisciplinario
Previo al dictado de la sentencia es imprescindible el dictamen de un equipo
interdisciplinario. Este dictamen es una prueba necesaria pues, sin su
realización, no podrá arribarse luego al dictado de una sentencia válida.
Los equipos interdisciplinarios para realizar la evaluación incluyen las áreas de
psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras
disciplinas o campos pertinentes (Rivera y Medina, 2014, p. 164).
El dictamen deberá ser valorado por el juez junto con los otros elementos traídos
al proceso, quedando a cargo del juzgador la consideración de la incapacidad en
la medida en que ésta impida al sujeto dirigir su persona o administrar sus
bienes.
Sentencia

Art 37.- La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes aspectos vinculados a la persona
en cuyo interés se sigue el proceso:
a) diagnóstico y pronóstico;
b) época en que la situación se manifestó;
c) recursos personales, familiares y sociales existentes;
d) régimen para la protección, asistencia y promoción de la mayor autonomía posible.
Para expedirse, es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario.

• Registración de la sentencia

La sentencia que restrinja la capacidad y los sistemas de apoyo que se designen


deben ser inscriptos en el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas,
debiendo dejar constancia marginal en la partida de nacimiento de la persona.
Este régimen, lo que pretende es dar publicidad de la sentencia y, a su vez,
resguardar los derechos de terceros que contraten con la persona a la que se le
ha restringido su capacidad jurídica. Una vez que las restricciones sean dejadas
sin efecto, o bien modificadas por una nueva sentencia dictada, se deberá
ordenar la inmediata cancelación o inscripción registral, respectivamente.
• Revisión
La sentencia puede ser revisada en cualquier momento, a instancias del
interesado.
Asimismo, se impone al juez la carga de impulsar de oficio la revisión de los
términos de la sentencia en un plazo no mayor a tres años, a partir de la
realización de nuevas evaluaciones interdisciplinarias y tras haber entrevistado
nuevamente en forma personal al interesado; de lo que se desprende el rol
activo que se le asigna al juez. En caso de que ello no ocurra, será el Ministerio
Público quien deberá instar a que se lleve a cabo la revisión.
El plazo de los tres años es un plazo máximo; es posible instar su revisión con
anterioridad si las circunstancias del caso así lo aconsejan.
• Cese de la incapacidad

El cese de la incapacidad o de la restricción a la capacidad debe decretarse por


el juez que la declaró, previo examen de un equipo interdisciplinario integrado,
que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.
El juez competente para declarar el cese de las restricciones será el mismo que
en su momento las había impuesto.
En efecto, cuando la sentencia haya sido de incapacidad, en el marco del
procedimiento para el cese se podrá dictar una nueva sentencia:
• que resuelva el cese total y definitivo de la incapacidad;
• que confirme la situación actual; o
• que convierte la incapacidad en capacidad restringida, debiendo
especificar las restricciones y nombrando el o los apoyos necesarios.
En cambio, cuando la sentencia haya sido de “capacidad restringida”, la nueva
sentencia podrá:
• resolver el cese total de las restricciones;
• ampliar o disminuir la nómina de actos que la persona podrá realizar por
sí sola y si requiere de nuevos apoyos;
• mantener la situación actual sin modificaciones. (Rivera y Medina, 2014).
4. INHABILITADOS
Noción. Presupuestos fácticos

Para que proceda la inhabilitación se requiere:


• personas a quienes proteger
• y prodigalidad en la gestión del patrimonio por parte de la persona que se
pretende inhabilitar.
Art 48.- Pródigos. Pueden ser inhabilitados quienes por la prodigalidad en la gestión de sus
bienes expongan a su cónyuge, conviviente o a sus hijos menores de edad o con discapacidad
a la pérdida del patrimonio. A estos fines, se considera persona con discapacidad, a toda
persona que padece una alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que en
relación a su edad y medio social implica desventajas considerables para su integración
familiar, social, educacional o laboral. La acción sólo corresponde al cónyuge, conviviente y a
los ascendientes y descendientes.

De conformidad al art. 48 del Código Civil y Comercial, podrán ser inhabilitados los
pródigos, es decir aquellos a quienes, por la mala gestión de sus bienes, en el sentido
de dilapidar, malgastar, expongan el patrimonio familiar a que se vea menoscabado.
El mencionado artículo define a la persona del pródigo como aquélla que padece una
alteración funcional permanente o prolongada, física o mental, que, en relación a su
edad y medio social, implica desventajas considerables para su integración familiar,
social, educacional o laboral.
Lo que la ley pretende es justamente proteger al grupo familiar –es decir a las personas
del cónyuge, conviviente, hijos menores de edad o con discapacidad– de la pérdida del
patrimonio, legitimando a promover la inhabilitación al cónyuge, conviviente,
ascendientes y descendientes.
Procedimiento de la declaración

Tal como hemos señalado anteriormente, los legitimados a solicitar la declaración de


inhabilitación son el cónyuge, conviviente, ascendientes y descendientes, sin
establecer la norma distinción de grados ni edad, por lo que debe interpretarse que,
cualquiera fuere la edad o el grado, podrán iniciar la acción.
Deberán iniciar la acción ante el juez del domicilio de la persona que se pretende
inhabilitar y acompañar los elementos probatorios. Si bien no está prevista la
evaluación interdisciplinaria dentro del proceso, podría realizarse por interpretación
analógica con lo normado en el art. 50, donde sí se exige en el marco del proceso para
disponer el cese de la inhabilitación.
Por último, es dable poner de resalto que deben aplicarse supletoriamente las normas
previstas sobre incapacidad o capacidad restringida en la medida en que no sean
incompatibles.
Efectos de la declaración

Art 49.- La declaración de inhabilitación importa la designación de un apoyo, que debe asistir al
inhabilitado en el otorgamiento de actos de disposición entre vivos y en los demás actos que el
juez fije en la sentencia.
Declarada la inhabilitación, se restringe la capacidad jurídica de la persona, quien ya no
podrá ejercer libremente determinados actos por sí misma. Así, no podrá ejercer actos
de disposición entre vivos, sí los de última voluntad, y para aquéllos requerirá contar
con un apoyo que lo asista. Además de estos actos, el apoyo deberá asistir al
inhabilitado en todos aquellos actos que hayan sido indicados por el juez en su
sentencia de inhabilitación.
La figura del apoyo es necesaria a fin de evitar que el inhabilitado realice actos de
otorgamiento que puedan perjudicar la integridad del patrimonio y perjudicar así a las
personas del cónyuge, conviviente e hijos menores o con discapacidad.
El juez, en la sentencia, deberá establecer las condiciones de validez de los actos y la
modalidad de actuación del apoyo, debiendo inscribirse esta sentencia en el Registro
de Estado Civil y Capacidad de las Personas a fin de resguardar a los terceros que
contratan con la persona del inhabilitado.
Cese de la inhabilitación

Art 50.- El cese de la inhabilitación se decreta por el juez que la declaró, previo examen
interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.

Si el restablecimiento no es total, el juez puede ampliar la nómina de actos que la persona


puede realizar por sí o con apoyo.

El mismo juez que declaró la inhabilitación será el encargado de decretar el cese,


previo examen interdisciplinario que dictamine sobre el restablecimiento de la persona.
La sentencia que se dicte podrá, por un lado, ordenar el cese total de la inhabilitación,
recuperando la plena capacidad jurídica la persona del inhabilitado, podrá disponer
ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí o con apoyo, o bien
mantener las restricciones que se habían impuesto sin modificaciones.

SUB-EJE TEMATICO 3: PERSONA JURIDICA


3.1 PERSONA JURIDICA
Art 141.- Definición. Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
Según Buteler Cáceres (2000), las personas de existencia ideal son abstracciones que
se originan en la realidad social y representan la posibilidad de los hombres de unir sus
esfuerzos en pos de un fin común; por ello, estos entes se encuentran provistos de
personalidad jurídica y están dotados de capacidad para adquirir derechos y contraer
obligaciones.
Naturaleza jurídica
Existieron tres grandes posturas a lo largo de la historia que trataron de descifrar la
naturaleza jurídica de estos entes de existencia ideal; al respecto de las teorías existen
distintas maneras de agruparlas.
Buteler Cáceres (2000), las clasifica o agrupa de la siguiente manera:
• La teoría de la ficción: elaborada por Savigny, parte de la proposición de que el
derecho subjetivo es un poder que se sustenta en la voluntad moral, por lo
tanto, la única persona que lo puede detentar es la real, la persona física. Pero
la realidad demuestra la necesidad de los hombres de actuar conjuntamente y
administrar bienes durante esa actuación, por lo tanto sólo pueden lograrlo a
través de la creación de un ente artificial, producto de la ficción, al que
denomina “sujeto del derecho de bienes”; sin embargo, este sujeto no tiene
voluntad propia, por eso actúan por el mismo las personas físicas que lo
representan

• Las teorías negatorias de la personalidad jurídica: estas teorías parten de la


base de que estos sujetos que se unen para lograr sus objetivos no logran crear
un sujeto distinto, por lo tanto ese sujeto no existe; la base para lograr la
protección de la ley es sólo que estos grupos persiguen fines de acuerdo a la
solidaridad social. Entre estas teorías se encuentran las de los patrimonios de
afectación y la de la propiedad colectiva.

• Las teorías realistas: éstas reconocen que el sujeto creado por sus miembros
conforma un ente diferente. Estas teorías a su vez presentan diferentes
posturas:

• Las que se fundan en la voluntad: sostienen que la persona jurídica es


un verdadero ente semejante al organismo de las personas físicas, se
basa en una fantasía que asimila biológicamente y orgánicamente a las
personas físicas y jurídicas. Este grupo a su vez tienen un subgrupo:

• La teoría del órgano: este es un concepto que se toma en la


actualidad y reemplaza el concepto de la representación de la
persona jurídica por el del órgano de voluntad de la misma

• Las que se basan en los intereses: y sostienen que las personas


jurídicas poseen un interés distinto al de los miembros que las
componen, entonces este ente representa la configuración jurídico
legal de ese interés

• La teoría de la institución: de Hauriou, quien sostiene que la


persona jurídica es una institución, es una idea de obra o de
empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio social;
para la realización de esta idea, se organiza un poder que le
procura los órganos necesarios.

Buteler Cáceres adhiere a la concepción realista, destacando que la persona jurídica es


una realidad, pero es tan sólo realidad-idea, realidad que vive en el mundo del
pensamiento jurídico.
Art 142.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona jurídica privada comienza
desde su constitución. No necesita autorización legal para funcionar, excepto disposición legal
en contrario. En los casos en que se requiere autorización estatal, la persona jurídica no puede
funcionar antes de obtenerla.

Concepción de la personalidad de las personas jurídicas


Tal como hemos señalado, cuando hablamos de persona jurídica hacemos referencia a
un ente ideal distinto de los socios que lo componen. Este ente cuenta con capacidad
jurídica plena para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación y, por ende,
puede adquirir compromisos propios frente a los terceros y constituye un centro de
imputación distinto del patrimonio de los socios.
El principio de la personalidad diferenciada está consagrado explícitamente en el art.
143 Personalidad diferenciada. La persona jurídica tiene una personalidad distinta de la de
sus miembros.

Así, se consagra el principio de separación de patrimonios entre la persona jurídica y


sus miembros, que es uno de los ejes rectores de la personalidad de las personas
jurídicas. Este principio opera en relación a los bienes de titularidad de la persona
jurídica, que, por ende, no pertenecen a ninguno ni a todos sus miembros, y en relación
a las obligaciones, ya que ninguno de sus miembros, ni el conjunto de ellos, es
responsable por éstas.
Este principio sólo se puede dejar de lado ante circunstancias excepcionales previstas
en el Código Civil y Comercial o en otras leyes especiales o generales, como la Ley
19.550 de Sociedades o la Ley 24.522 de Concursos y Quiebras. (Rivera y Medina,
2014).
Inoponibilidad de la personalidad jurídica
Art 144.-. La actuación que esté destinada a la consecución de fines ajenos a la persona
jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar
derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o
controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes responderán solidaria e
ilimitadamente por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio de las
responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes en los hechos por
los perjuicios causados.

Es decir que la inoponibilidad de la personalidad jurídica opera en un doble sentido:


• la imputación diferenciada, esto es, atribuye la actuación al miembro del ente en
su propia persona;
• la limitación de la responsabilidad, debiendo responder el miembro ilimitada y
solidariamente por los daños causados.
Clasificación
Las personas jurídicas se clasifican en
• públicas

La persona jurídica pública es aquélla cuya existencia y funcionamiento


dependen del derecho público, aunque parte de su actividad esté regulada por el
derecho privado. Así, para determinar el carácter público de un ente es
necesario:
• la obligación de la persona jurídica hacia el Estado de cumplir sus fines
propios;
• el control estatal de la gestión de la entidad;
• el ejercicio de potestades de imperio.
La inclusión de las personas jurídicas públicas en el Código Civil y Comercial se
hace con un fin meramente descriptivo, ya que la personalidad de estas
entidades resulta de las respectivas disposiciones de derecho público.
Art 146.- Son personas jurídicas públicas:
a) el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
municipios, las entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la
República a las que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter;

Cuando refiere a “las demás organizaciones constituidas en la República a las


que el ordenamiento jurídico atribuye ese carácter”, debe entenderse que abarca
los entes públicos no estatales, como lo son los sindicatos, las obras sociales
sindicales, las empresas del Estado, los partidos políticos, entre otras entidades.
b) los Estados extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional público
reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero
cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable;
Se clasifican los estados extranjeros, las organizaciones que tengan su
personería jurídica reconocida por el derecho internacional público y “toda otra
persona jurídica constituida en el extranjero cuyo carácter público resulte de su
derecho aplicable”. La alusión a los estados extranjeros debe entenderse
comprensiva de los estados provincial y municipal, organizaciones
internacionales, supranacionales o regionales, como la Organización de las
Naciones Unidas, Organización de Estados Americanos, la Cruz Roja
Internacional, la Organización Mundial de la Salud.
c) la Iglesia Católica.

Se coloca a la Iglesia Católica, debiendo entenderse que se trata de la religión


Católica Apostólica Romana, cuya personería está expresamente reconocida en
la Constitución Nacional.
Por último, es dable aclarar que esta enumeración no es taxativa.
Art 147.- Ley aplicable. Las personas jurídicas públicas se rigen en cuanto a su
reconocimiento, comienzo, capacidad, funcionamiento, organización y fin de su
existencia, por las leyes y ordenamientos de su constitución.

• privadas. son aquéllas que tienen reglamentada su existencia y actividades por


el derecho privado aunque dependan de una autorización especial para
funcionar.

Art 148.- Son personas jurídicas privadas:


a) las sociedades;
b) las asociaciones civiles;
c) las simples asociaciones;
d) las fundaciones;
e) las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
f) las mutuales;
g) las cooperativas;
h) el consorcio de propiedad horizontal;
i) toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo
carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento

Art 150.- Leyes aplicables. Las personas jurídicas privadas que se constituyen en la
República, se rigen:
a) por las normas imperativas de la ley especial o, en su defecto, de este Código;
b) por las normas del acto constitutivo con sus modificaciones y de los reglamentos,
prevaleciendo las primeras en caso de divergencia;
c) por las normas supletorias de leyes especiales, o en su defecto, por las de este
Título.
Las personas jurídicas privadas que se constituyen en el extranjero se rigen por lo
dispuesto en la ley general de sociedades.

3.2 ATRIBUTOS DE LAS PERSONAS JURIDICAS


La persona jurídica tiene personalidad jurídica y que, por ende, posee atributos:
• el nombre para individualizarse,
Art 151.- La persona jurídica debe tener un nombre que la identifique como tal, con el
aditamento indicativo de la forma jurídica adoptada. La persona jurídica en liquidación
debe aclarar esta circunstancia en la utilización de su nombre.

El nombre debe satisfacer recaudos de veracidad, novedad y aptitud distintiva, tanto


respecto de otros nombres, como de marcas, nombres de fantasía u otras formas de
referencia a bienes o servicios, se relacionen o no con el objeto de la persona jurídica.
No puede contener términos o expresiones contrarios a la ley, el orden público o las
buenas costumbres ni inducir a error sobre la clase u objeto de la persona jurídica. La
inclusión en el nombre de la persona jurídica del nombre de personas humanas requiere
la conformidad de éstas, que se presume si son miembros. Sus herederos pueden
oponerse a la continuación del uso, si acreditan perjuicios materiales o morales

• el domicilio para determinar la ley aplicable y la jurisdicción donde puede


demandar o ser demandada,

Art 152.-. El domicilio de la persona jurídica es el fijado en sus estatutos o en la


autorización que se le dio para funcionar. La persona jurídica que posee muchos
establecimientos o sucursales tiene su domicilio especial en el lugar de dichos
establecimientos sólo para la ejecución de las obligaciones allí contraídas. El cambio de
domicilio requiere modificación del estatuto. El cambio de sede, si no forma parte del
estatuto, puede ser resuelto por el órgano de administración.
Art 153.- Alcance del domicilio. Notificaciones. Se tienen por válidas y vinculantes para
la persona jurídica todas las notificaciones efectuadas en la sede inscripta.

• la capacidad siempre de derecho y limitada al objeto para el que se constituyó

La capacidad vinculada a las personas jurídicas se refiere sólo a la capacidad de


derecho o aptitud para ser titular de derechos y deberes jurídicos y ejercer por sí
o por otros los actos inherentes a los derechos de los que se es titular. La noción
de capacidad de obrar es absolutamente ajena, pues estos sujetos de derechos
siempre actuarán a través de sus órganos o representantes.
La regla general en materia de capacidad de las personas jurídicas es que
tienen capacidad de derecho para todos los actos y todos los derechos que no
les estén expresamente prohibidos.
Esta capacidad, sin embargo, tiene sus limitaciones en razón del
• principio de especialidad: significa que las personas jurídicas tienen
capacidad para celebrar aquellos actos inherentes a la finalidad para la
que ha sido creadas, es decir en función de su objeto y su fin.
• de la naturaleza de las cosas: Las personas jurídicas no pueden ser
titulares, por ejemplo, de los derechos potestativos.
• y el patrimonio, a los fines del cumplimiento de sus fines.

Art 154.- La persona jurídica debe tener un patrimonio.


La persona jurídica en formación puede inscribir preventivamente a su nombre los
bienes registrables.

3.3 Representación
Las personas jurídicas desarrollan su actividad por medio de personas humanas que
actúan en su nombre y por su cuenta, de modo tal que su gestión es atribuida a la
misma entidad.
Así, las personas jurídicas actúan a través de sus órganos, es decir aquellas personas
autorizadas a manifestar la voluntad del ente y a desarrollar la actividad jurídica
necesaria para la consecución de sus fines
Art 159.- Deber de lealtad y diligencia. Interés contrario. Los administradores de la persona
jurídica deben obrar con lealtad y diligencia.
No pueden perseguir ni favorecer intereses contrarios a los de la persona jurídica. Si en
determinada operación los tuvieran por sí o por interpósita persona, deben hacerlo saber a los
demás miembros del órgano de administración o en su caso al órgano de gobierno y
abstenerse de cualquier intervención relacionada con dicha operación.
Les corresponde implementar sistemas y medios preventivos que reduzcan el riesgo de
conflictos de intereses en sus relaciones con la persona jurídica.

3.4 RESPONSABILIDAD CIVIL


Responsabilidad contractual y extracontractual
La responsabilidad civil por daño, entendida en sentido amplio, incluye tanto la
responsabilidad dimanada del incumplimiento de obligaciones contractuales cuanto la
proveniente de los daños causados por los actos ilícitos obrados por los
administradores o representantes de la persona jurídica.
Así, los administradores y representantes de la persona jurídica son responsables
ilimitada y solidariamente frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los
daños causados por su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones (arts. 160 y
1763 del CCCN).
Responderán ilimitadamente con todo su patrimonio por los daños que produzcan a la
persona jurídica, pues quien causa un daño debe repararlo, y solidariamente entre los
administradores que faltaren a sus obligaciones de lealtad y diligencia en los casos de
administración plural.
SUB-EJE TEMATICO 4: OBJETO DE LA RELACION JURIDICA PRIVADA
4.1 CONCEPTO DE BIENES Y COSAS.
• En relación a las cosas, se las define como los objetos materiales susceptibles
de tener un valor.
• Desde el punto de vista físico, cosa es todo lo que existe; no sólo los
objetos que pueden ser propiedad del hombre, sino también todo lo que
en la naturaleza escapa a esta apropiación exclusiva: el mar, el aire, el
sol, etc.
• Desde el punto de vista jurídico, esta noción se ha circunscripto para no
abarcar toda la materialidad ni la utilidad, y por ello “debemos limitar la
extensión de esta palabra a todo lo que tiene un valor entre los bienes de
los particulares”
El artículo 16 del código único prevé que los derechos individuales pueden recaer
sobre bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas y
las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas
naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre.
Distintas clasificaciones
El Código Civil y Comercial contiene varias clasificaciones de las cosas consideradas
en sí mismas:
• muebles e inmuebles;
• cosas fungibles y no fungibles

• Cosas consumibles y no consumibles

• cosas divisibles e indivisibles;


Criterios de distinción
El Código Civil y Comercial realiza una clasificación de las cosas:
• Cosas consideradas en sí mismas; distingue inmuebles y muebles, cosas
fungibles y no fungibles, cosas principales y accesorias, cosas consumibles y no
consumibles, frutos y productos, entre otros.
• Bienes con relación a las personas; distingue los bienes pertenecientes al
dominio público, al dominio privado del Estado y los bienes de los particulares.
• Bienes con relación a los derechos de incidencia colectiva; relativizando los
derechos individuales en función de la protección de los derechos de incidencia
colectiva.

INMUEBLES Y MUEBLES. DISTINTAS CLASES


• Inmuebles
• Inmuebles por su naturaleza.
Art 225.- Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas incorporadas a él
de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del
hombre.

• Inmuebles por accesión


Art. 226.-. Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se encuentran
inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En este
caso, los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un
derecho separado sin la voluntad del propietario.
No se consideran inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación
del inmueble o a la actividad del propietario.

No se consideran inmuebles por accesión las cosas que se adhieren


transitoriamente al suelo (una carpa), ni las afectadas a la explotación del
inmueble o a la actividad del propietario, como ser las semillas puestas
intencionalmente por el dueño del inmueble, o los utensilios o máquinas
de labranza, los animales puestos para el cultivo, entre otros.
• Muebles

Art .227.- Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o por una
fuerza externa.

Este concepto engloba las cosas que pueden transportarse fácilmente de un


lugar a otro, movidas ya por una influencia extraña, como son los automóviles, o
por sí mismas, como son los animales que se denominan semovientes.
COSAS DIVISIBLES Y NO DIVISIBLES
• Divisibles
Art 228.-. Son cosas divisibles las que pueden ser divididas en porciones reales sin ser
destruidas, cada una de las cuales forma un todo homogéneo y análogo tanto a las
otras partes como a la cosa misma.
Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su
uso y aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del
fraccionamiento parcelario corresponde a las autoridades locales.

Para que una cosa sea divisible deben darse los siguientes presupuestos:
• Que la cosa pueda dividirse de hecho.
• Que las cosas obtenidas formen un todo homogéneo.
• Que sean análogas a las demás partes y a toda la cosa.
Todas estas particularidades deben presentarse conjuntamente, pues, de lo
contrario, podría llegarse a conclusiones desacertadas, como sostener que
un automóvil es divisible pues se pueden separar el volante, las ruedas, las
puertas y esos objetos forman un todo homogéneo. Pero falta el requisito de
que sean análogas en todas las partes y a toda la cosa, por lo que no es una
cosa divisible.
Son cosas divisibles el dinero, en general los granos, los líquidos; y no son
divisibles, por ejemplo, los libros
• No divisibles
Las cosas no podrán ser divididas, aunque se den todos los requisitos
desarrollados anteriormente, si su división convierte en antieconómico su uso.
Esto puede ocurrir con una colección de monedas, por ejemplo, o con la división
de la tierra en parcelas que impidan su adecuado aprovechamiento (en tal caso,
ello dependerá de las características del suelo, pues puede influir, para
determinar si es divisible o no, cuán fértil sea la tierra o la extensión del terreno o
el clima).
Es por ello que, en materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento
parcelario les corresponde a las autoridades locales, pues es un problema de
política económica agraria.
COSAS CONSUMIBLES Y NO CONSUMIBLES
• Consumibles
Art .231.- Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el primer uso.
Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se
hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.
Existen dos clases de cosas consumibles:
• Las cosas que se extinguen con el uso que de ellas se haga, como los
alimentos.
• Las que dejan de existir para su propietario, como el dinero.
• No consumibles

Las cosas no consumibles no se extinguen con el primer uso, aunque puedan


consumirse o deteriorarse por el uso más o menos prologado, como los muebles
de una casa, la vestimenta, etc.
FRUTOS Y PRODUCTOS
Art 233.- Frutos son los objetos que un bien produce, de modo renovable, sin que se altere o
disminuya su sustancia. Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.

Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o
disminuyen su sustancia.
Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son
separados.

Los frutos y los productos son cosas que produce la cosa, pero entre ambas categorías
existen diferencias sustanciales:
• los frutos se producen y reproducen en forma periódica y regular; los productos
no se reproducen;
• la extracción de los frutos no altera ni disminuye la sustancia de la cosa, que
continúa siendo la misma; la extracción de los productos, por el contrario, trae
como consecuencia la extinción paulatina de la cosa (Tagle, 2002, p. 67)
Por ejemplo, una vaca produce leche como fruto y carne como producto.
La norma clasifica los frutos en:
• Frutos naturales: son los que la cosa produce espontáneamente, como las crías
de ganado, la leche de los animales.
• Frutos industriales: son los que se producen por la industria del hombre o de la
cultura de la tierra, como ser la soja o el trigo que se obtienen de una cosecha.
• Frutos civiles: las rentas de una cosa, como el alquiler de un inmueble.
Por último, debe señalarse que los frutos naturales e industriales y los productos no
son accesorios de la cosa, sino que forman un todo con ella mientras estén unidos,
pero, una vez separados, adquieren existencia propia e independiente y deben ser
considerados cosas principales.
4.2 PATRIMONIO
Definición
El patrimonio, conjunto de bienes susceptibles de valoración económica del que es
titular la persona, junto con las cargas que lo gravan, responde al concepto de
patrimonio general, al que se contrapone el de los patrimonios especiales, conjunto de
bienes afectados a un fin determinado y sometidos a un régimen especial.
• El patrimonio general presenta los siguientes caracteres:

• Es único e indivisible: la persona no puede ser titular de más de un


patrimonio general.

• Es inalienable e intransmisible: no puede ser enajenado ni transmitido en


su totalidad como unidad.

• Es idéntico a sí mismo: las variaciones en los elementos singulares que


lo componen no alteran al patrimonio como unidad o universalidad
jurídica.

• Por otro lado, los patrimonios especiales son conjuntos de bienes que están
afectados a un fin determinado y sujetos a un especial régimen legal. En cuanto
a sus caracteres, podemos decir:

• Su existencia depende de la ley: la voluntad del titular de los bienes no es


suficiente por sí sola para crear un patrimonio especial, sino que se trata
de supuestos previstos por la ley.

• Está sujeto a un régimen legal especial: el patrimonio especial es


independiente del patrimonio general, los bienes que lo integran sólo
responden por determinadas deudas. (Tagle, 2014).

Podemos citar, como ejemplos de patrimonios especiales, el patrimonio de la


sociedad, el patrimonio del causante mientras se mantiene separado del
patrimonio de los herederos, el patrimonio del emancipado constituido por los
bienes recibidos a título gratuito, el patrimonio del declarado presuntamente
fallecido durante el período de prenotación, entre otros.
VIVIENDA
El derecho de acceso a la vivienda es un derecho humano reconocido en diversos
tratados internacionales. Esto justifica que se dedique un Capítulo especial para la
vivienda; el régimen proyectado sustituye al del bien de familia de la ley 14.394.
El régimen legal de protección de la vivienda, regulado en el art. 244 del CCCN, tiene
un alcance amplio, pues no sólo protege la vivienda donde reside la familia, sino
también la persona individual.
La característica fundamental de este régimen es que, una vez afectada la vivienda e
inscripta en el Registro de la Propiedad, la misma se torna inembargable e inejecutable
por deudas que contraiga su titular, aun en caso de concurso o quiebra e
independientemente de cuál sea la causa de la obligación, si ésta es posterior a la
afectación.
Régimen de afectación: presupuestos fácticos
• Afectación

Art 244.- Puede afectarse al régimen previsto en este Capítulo, un inmueble destinado a
vivienda, por su totalidad o hasta una parte de su valor. Esta protección no excluye la
concedida por otras disposiciones legales.

Es decir que la ley permite una protección parcial a quien posee un inmueble de
gran valor, lo que, por un lado, asegura la vivienda y, por otro, evita el abuso que
significa proteger la vida lujosa del deudor mientras su acreedor no puede cobrar
lo que es legítimamente debido.
Por otro lado, tampoco puede afectarse más de un inmueble, por lo que, si
alguien es propietario único de dos o más inmuebles, debe optar por la
subsistencia de uno solo dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, so
pena de considerar afectado el constituido en primer término.
• Inscripción

La afectación se inscribe en el registro de la propiedad inmueble según las formas


previstas en las reglas locales, y la prioridad temporal se rige por las normas contenidas
en la ley nacional del registro inmobiliario.
No puede afectarse más de un inmueble. Si alguien resulta ser propietario único de dos
o más inmuebles afectados, debe optar por la subsistencia de uno solo en ese carácter
dentro del plazo que fije la autoridad de aplicación, bajo apercibimiento de considerarse
afectado el constituido en primer término.

• Legitimados

Art 245.- La afectación puede ser solicitada por el titular registral; si el inmueble está en
condominio, deben solicitarla todos los cotitulares conjuntamente.
La afectación puede disponerse por actos de última voluntad; en este caso, el juez debe
ordenar la inscripción a pedido de cualquiera de los beneficiarios, o del Ministerio
Público, o de oficio si hay beneficiarios incapaces o con capacidad restringida.
La afectación también puede ser decidida por el juez, a petición de parte, en la
resolución que atribuye la vivienda en el juicio de divorcio o en el que resuelve las
cuestiones relativas a la conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios incapaces o
con capacidad restringida.

• Beneficiarios

Art 246.- Son beneficiarios de la afectación:


a) el propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus ascendientes o
descendientes;
b) en defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que convivan
con el constituyente.
• Artículo 247. Habitación efectiva
Si la afectación es peticionada por el titular registral, se requiere que al menos uno de
los beneficiarios habite el inmueble.
En todos los casos, para que los efectos subsistan, basta que uno de ellos permanezca
en el inmueble.
• Artículo 249. Efecto principal de la afectación
La afectación es inoponible a los acreedores de causa anterior a esa afectación. La
vivienda afectada no es susceptible de ejecución por deudas posteriores a su
inscripción, excepto:
a) obligaciones por expensas comunes y por impuestos, tasas o contribuciones que
gravan directamente al inmueble;
b) obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituida de conformidad a lo
previsto en el artículo 250;
c) obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en la
vivienda;
d) obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de edad,
incapaces, o con capacidad restringida.
Los acreedores sin derecho a requerir la ejecución no pueden cobrar sus créditos sobre
el inmueble afectado, ni sobre los importes que la sustituyen en concepto de
indemnización o precio, aunque sea obtenido en subasta judicial, sea ésta ordenada en
una ejecución individual o colectiva.
Si el inmueble se subasta y queda remanente, éste se entrega al propietario del
inmueble. En el proceso concursal, la ejecución de la vivienda sólo puede ser solicitada
por los acreedores enumerados en este artículo
• Desafectación y cancelación de la inscripción

Art. 255.-. La desafectación y la cancelación de la inscripción proceden:


a) a solicitud del constituyente; si está casado o vive en unión convivencial inscripta se
requiere el asentimiento del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es
incapaz o tiene capacidad restringida, la desafectación debe ser autorizada
judicialmente;
b) a solicitud de la mayoría de los herederos, si la constitución se dispuso por acto de
última voluntad, excepto que medie disconformidad del cónyuge supérstite, del
conviviente inscripto, o existan beneficiarios incapaces o con capacidad restringida,
caso en el cual el juez debe resolver lo que sea más conveniente para el interés de
éstos;
c) a requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en proporción a sus
respectivas partes indivisas, con los mismos límites expresados en el inciso anterior;
d) a instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos previstos
en este Capítulo, o fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;
e) en caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este Capítulo, con
los límites indicados en el artículo 249.

• Rural

Art. 256.- Las disposiciones de este Capítulo son aplicables al inmueble rural que no
exceda de la unidad económica, de acuerdo con lo que establezcan las
reglamentaciones locales.

Sub-EJE TEMATICO 5: CAUSA FUENTE DEL ACTO JURIDICO


5.1 Hecho jurídico
Art .257.- El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico,
produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.

El precepto alude a 3 posibilidades que, por lo general, irán referidas a derechos


subjetivos, desde esta perspectiva,
• el “nacimiento” importara normalmente la unión de un derecho a una persona
que, de esta manera, deviene su titular; pudiendo ser originaria por ejemplo el
pescador que hace propios los peces caídos en su red, o, derivada cuando una
cosa se transmite de una persona a otra por ejemplo adquisición de inmueble
por compraventa.
• “modificación” alude a toda alteración de un derecho; abarcando tanto a la
persona de su titular como su contenido.
• “extinción” comprende la pérdida de un derecho sin que exista la transmisión
por ejemplo destrucción de la cosa.
Cuando nos referimos a los hechos jurídicos como causa eficiente, debe entenderse
que el suceso o acontecimiento está previsto de antemano por la ley, para que, según
las circunstancias y siempre que se reúnan los requisitos que impone una determinada
norma, produzca efectos jurídicos.
Por ejemplo, el nacimiento con vida es causa eficiente porque, luego de que se
produce, el ser humano adquiere automáticamente, con carácter definitivo e
irrevocable, la personalidad jurídica.
• externos o naturales: nacimiento, muerte, demencia, etc.
• humanos: los hechos humanos son voluntarios o involuntarios.
• voluntarios: los hechos se juzgan voluntarios, si son ejecutados con
discernimiento, intención y libertad.
Art. 260.-. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y
libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.

• lícitos
• simple acto voluntario
Art. 258.-. El simple acto lícito es la acción voluntaria no prohibida
por la ley, de la que resulta alguna adquisición, modificación o
extinción de relaciones o situaciones jurídicas.

• acto jurídico
Art. 259.-. El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por
fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones
o situaciones jurídicas.

• ilícitos

• delito

• cuasidelito

• involuntarios: los hechos que fueren ejecutados sin discernimiento,


intención y libertad, no producen por sí obligación alguna.

Distinción simple acto con acto jurídico


Existen 2 posturas: la del fin jurídico (Savigny) y la del propósito o fin practico (Danz).
El articulo 258 adopta la primera y, así la diferencia radicara en que los actos jurídicos
tienen un fin inmediato, querido por el sujeto en tanto expresión de su autonomía
privada, de adquirir, modificar o extinguir relaciones o situaciones jurídicas. Los simples
actos lícitos, por el contrario, carecen de ese fin inmediato y sus efectos jurídicos se
darán prescindiendo del querer del agente y por la simple circunstancia de haberse
colocado en la situación prevista por la norma como supuesto de hecho. Ejemplo:
componer una melodía, donde más allá del que solo se persiga la mera satisfacción, la
ley concede un derecho intelectual.
5.2 VOLUNTAD JURIDICA
Así, Buteler Cáceres (2000) explica que, si partimos de los atributos de las personas y,
dentro de ello, de la capacidad, se advierte que la voluntad o la aptitud de voluntad es
el presupuesto primario, indispensable de la capacidad de hecho.
Artículo 260. Acto voluntario
El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento, intención y libertad, que se
manifiesta por un hecho exterior.
Este articulo sigue los lineamientos de la teoría de la voluntad y parte de considerar
que los actos voluntarios, son aquellos que cuentan con 3 elementos internos
(discernimientos, intención y libertad), más su necesaria manifestación.

Enunciación de los elementos internos y externos


• internos
• discernimiento
• intención
• libertad
• externos: manifestación de la voluntad

DISCERNIMIENTO
Puede definirse como la madurez intelectual para razonar, comprender y valorar el acto
y sus consecuencias.
Causas obstativas del discernimiento
Art. 261.-. Es involuntario por falta de discernimiento:
a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;

Ésta puede ser de dos clases


• según la falta de razón refleje alguna clase de patología más o menos
permanente o
• bien un oscurecimiento del intelecto temporal o accidental y sólo relacionado
con el acto en cuestión; circunstancias que incidirán en los extremos a acreditar
en un eventual juicio y, todo ello, debiendo tener en cuenta los alcances
concretos de la inhabilidad del sujeto en caso de que hubiera sido objeto de una
declaración
b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido diez años;
c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo
establecido en disposiciones especiales.

INTENCION
Consiste en el propósito de la voluntad en la realización de cada uno de los actos
conscientes.
Representa el uso de aquella facultad de conocer, siempre involucrara discernimiento,
pero puede haber discernimiento sin intención.
Causas obstativas de la intención:
• Error o ignorancia
• Dolo
LIBERTAD
Suele enunciarse de manera negativa como la posibilidad de actuar sin coacción
exterior; también puede ser definida como la posibilidad de elegir entra varias
determinaciones.
• Moral: es la espontaneidad en la determinación adoptada por la persona, sin que
influjo extraño alguno pueda torcerla o desvirtuarla.
• Física: es el poder material de hacer lo que de antemano hemos resuelto hacer,
o bien, de abstenernos de hacer lo que de antemano hemos resuelto no hacer.
ELEMENTO EXTERNO
Tal como hemos señalado anteriormente, la voluntad jurídica debe manifestarse a
través de un hecho exterior. Esta exigencia luce razonable, dado que, de no existir
alguna exteriorización, el mero suceso interno no puede ser valorado por el
ordenamiento. Es decir que una voluntad no manifestada no es de interés para el
derecho, ya que, sin exteriorización, no sólo no puede haber hecho voluntario, sino
tampoco involuntario: a los efectos legales, en ambos casos no habría modificación
alguna susceptible de ser aprehendida por el derecho (Rivera y Medina, 2014).
La voluntad puede ser manifestada de manera:
Art 262.- Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito,
por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material.
Art 263.- Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio opuesto a actos o a una
interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad conforme al acto o la
interrogación, excepto en los casos en que haya un deber de expedirse que puede resultar de
la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de una relación entre el silencio
actual y las declaraciones precedentes.
Art 264.- Manifestación tácita de voluntad. La manifestación tácita de la voluntad resulta de los
actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre. Carece de eficacia cuando la ley o la
convención exigen una manifestación expresa.

• Formal o No Formal:
• Formal: la eficacia del acto depende de que se observen las formalidades
que indica la ley.
• No formal: la ley no exige ninguna formalidad.
• Expresa o Tácita:

• Expresa: cuando la voluntad se manifiesta verbalmente o por escrito o por


otros signos inequívoco.

• Tacita: cuando resulta de actos por los cuales se puede conocer con
certidumbre la existencia de la voluntad. Ejemplo, quien sube al colectivo
y paga el boleto sin emitir palabra.

• Presumida por la Ley: cuando la voluntad resulta de la presunción de la ley en


los casos en los que ella expresamente lo dispone

• El silencio

VICIOS DE LOS ACTOS VOLUNTARIOS


La voluntad está conformada por
• Discernimiento: no puede estar viciada, se tiene o no se tiene
• Intención: los vicios son
• Error
• Dolo
• Libertad: viciada por violencia

ERROR
Consiste en un conocimiento inexacto de la realidad, que supone creer verdadero lo
que es falso o falso lo que es verdadero. Como vicio de los actos voluntarios que es, el
error puede afectar actos indiferentes al derecho, contrarios al derecho o conformes al
derecho, como ocurre con los actos jurídicos.
Puede clasificarse:
• De derecho o, de hecho: según se dé respecto de la normativa aplicable al acto,
que el sujeto desconoce o le da un alcance distinto, o sobre las circunstancias
materiales o fácticas que hacen al a to en si
• Espontaneo o provocado: según la persona caiga en la falsa por ella misma o
por engaño de otro
• Esencial o accidental: según incida en elementos primarios o fundamentales del
acto, o en secundarios o accidentales
• Excusable o inexcusable: según haya habido culpa o no del agente.
El error del 265 es de hecho, espontaneo y esencial.
• error de hecho
Art 265.- El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el
acto es bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser reconocible por el
destinatario para causar la nulidad.

Así las cosas, para que el error de hecho pueda ser invocado por quien lo ha
sufrido, debe tratarse de un error: caracteres
• esencial, si recae sobre la naturaleza del acto, sobre un bien o un hecho
diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una
calidad, extensión o suma diversa a la querida; sobre la cualidad
sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica
según la apreciación común o las circunstancias del caso; sobre los
motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o
tácitamente; sobre la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere
el acto si ella fue determinante para su celebración (art. 267 del
CCCN); en una palabra, sobre los aspectos primordiales del acto.
• Espontáneo, si se ha cometido por una falsa noción de la persona misma
y no porque la otra parte del negocio jurídico la indujo a error, pues sería
un error provocado.

• además reconocible, cuando el destinatario de la declaración lo pudo


conocer según la naturaleza del acto, las circunstancias de persona,
tiempo y lugar (art. 266 del CCCN)
Implica que, si ella no conoció el error ni lo pudo conocer actuando con
una normal diligencia, el acto viciado por error y, por ende, involuntario,
produce la plenitud de sus efectos.
Clases

• Esencial

• Error en la naturaleza del acto: es aquel que recae sobre la


especie jurídica del acto que se celebra, produciéndose una
divergencia o falta de concordancia entre la declaración o
comportamiento de una de las partes y la representación de lo
declarado o actuado. Por ejemplo, cuando alguien presta algo a
quien entiende que se lo están regalando.

• Error sobre el objeto: este error se produce cuando el sujeto cree


celebrar un negocio jurídico respecto de un determinado objeto o
de un determinado hecho y, en realidad, se trata de una cosa o
hecho distinto. Puede afectar la individualidad de la cosa, por
ejemplo: creo estar comprando un terreno en un determinado lugar
y lo estoy comprando en otro; en su especie: por ejemplo, en una
venta de granos, el vendedor ha entendido que se trata de cebada
y el comprador de trigo; error sobre la cantidad, extensión o suma,
este error de cantidad no debe consistir en un mero error en el
cálculo.

• Error en la sustancia: debe entenderse por sustancia o cualidades


sustanciales de una cosa, todas las partes y todas las propiedades
de una cosa, sin las cuales dejaría de ser lo que ella es. Es decir,
no sólo debe tratarse de una cualidad de la cosa sino que esa
cualidad se ha tenido en mira al contratar, es decir, no debe ser
accidental. En una palabra, habrá que ver en cada caso cuáles son
las cualidades esenciales de la cosa, que son aquellas que las
partes esperaron encontrar en el objeto adquirido y que fueron
especialmente tenidas en cuenta, como también el supuesto de
que, sin esas cualidades, el acto no se habría celebrado, cuestión
que debe ser apreciada conforme a las circunstancias del caso.

• Error en la causa: se trata del error que recae sobre el elemento


moral, es decir, el motivo interno que ha inclinado a ejecutar el
acto. Al pertenecer al fuero interno de cada sujeto, los motivos sólo
pueden llevar a una anulación cuando surjan expresa o
implícitamente del acto, ya que, de lo contrario, se estaría
perjudicando a la otra parte, que no tiene forma de conocer lo que
pensaba el otro. Así, quien compra un automóvil creyendo por error
que el suyo no tiene arreglo no podría, una vez advertido de la
realidad de las cosas, demandar la nulidad del acto, ya que se trata
de motivos ajenos al vendedor.

• Error en la persona: el error sobre la persona es aquel que recae


sobre alguno de los sujetos o partes del negocio, ya sea respecto
de la identidad de uno de ellos o de sus cualidades. Este error es
causa de nulidad solamente cuando la consideración de la persona
ha sido causa determinante para su celebración, como la donación
hecha a una persona a quien se toma por otra, o en las
obligaciones intuitae personae; pero no es causa de nulidad
cuando la persona del contratante es indiferente, como en el caso
de un prestamista, vendedor o locador.

• Por otro lado, el art. 270 del Código prevé el error en la declaración
y el error en la transmisión. El primero consiste en que lo querido
queda desvirtuado en su manifestación externa por distracción,
apresuramiento o inadvertencia

El error en la transmisión se origina en una persona distinta del


emisor que, encargada de trasmitir la declaración de voluntad del
sujeto dueño del negocio jurídico, la expresa desvirtuándola.

Ambos errores, tanto en la declaración como en la transmisión,


pueden referirse a cualquiera de los casos de error esencial y, por
ende, invalidar el acto. (Rivera y Medina, 2014).

• Accidental: es el que recae sobre las cualidades no sustanciales de


las cosas o sobre los motivos no determinantes del acto, por lo que
no acarrea la nulidad.

El error de cálculo es un tipo de error accidental que se da cuando,


en el acto, se establecen las bases para fijar el precio, pero se
realiza mal el cálculo para fijarlo, se adicionan mal las cuotas que
integran el saldo del precio, etc. En la práctica, este error no
invalida el negocio jurídico, pues del acto mismo se puede llegar a
la voluntad real y determinar que es un error. Esto es así siempre
que no fuera determinante del consentimiento, pues en ese caso
se convertiría en error esencial y habilitaría a la nulidad del acto
Efectos
• Vicio voluntad
• Causa nulidad

DOLO
La palabra dolo tiene en derecho distintas acepciones:
• como elemento intencional del acto ilícito, es la intención o propósito de causar
un daño;
• en el ámbito obligacional, el dolo es la deliberada intención de no cumplir
pudiendo hacerlo y
• como vicio de la voluntad, en tanto interviene en la formación del acto jurídico,
consiste en maniobras engañosas empleadas por una de las partes para inducir
a la otra a celebrar un determinado acto jurídico.
El régimen legal aplicable al dolo como vicio que afecta la intención en los actos
voluntarios está contenido en los arts. 271 a 275 del Código Civil y Comercial.
Art 271.- Acción y omisión dolosa. Acción dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de
lo verdadero, cualquier artificio, astucia o maquinación que se emplee para la celebración del
acto. La omisión dolosa causa los mismos efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se
habría realizado sin la reticencia u ocultación.

Para que el dolo provoque la invalidez del negocio jurídico, será imprescindible que
concurran las siguientes circunstancias:
• Que el dolo haya sido esencial, es decir grave, determinante de la voluntad.
Art 272.- El dolo es esencial y causa la nulidad del acto si es grave, es determinante de
la voluntad, causa un daño importante y no ha habido dolo por ambas partes.

• Grave: La conducta o maniobra empleada debe ser apta para inducir a engaño a
una persona que pone la diligencia necesaria en los asuntos, calidad que ha de
ser evaluada en función de las circunstancias y condiciones personales del
sujeto engañado.
• Determinante de la voluntad: es así cuando, de no haber mediado el engaño, el
sujeto no hubiere celebrado el negocio jurídico
• Que haya ocasionado un daño importante. el artículo no sólo requiere que la
víctima haya sufrido un daño, sino que éste haya sido de relevancia, con cierta
significación para la persona que lo sufre, pero no sólo de significación
económica, pues puede tratarse de un daño moral.
• Que no haya habido dolo recíproco, es decir de ambas partes. quien obra con
dolo no puede pretender que se anule el acto alegando el cometido en su
perjuicio por la otra parte. Ello así, pues se trata de una exigencia negativa, cuyo
fundamento radica en la regla de que nadie puede alegar la propia torpeza
Art 273.- Dolo incidental. El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en
consecuencia, no afecta la validez del acto.

Finalmente, debemos señalar que el dolo esencial y el dolo incidental pueden


ser directo, si es cometido por una de las partes del acto jurídico, su dependiente
o representante; o indirecto, si proviene de la conducta de un tercero ajeno a la
relación de que se trata para beneficiar a alguna de las partes. Una y otra clase
de dolo afecta la validez del acto (art. 274 del CCCN).

VIOLENCIA
Importa una influencia superior a lo tolerable y consiste en ejercer coerción sobre una
persona para obligarla a realizar un acto. abarca dos formas:
• la fuerza irresistible, es la coacción material o física que se ejerce en forma
directa sobre el sujeto pasivo, más que de voluntad viciada, cabría hablar de
directa supresión del querer del sujeto.
Puede ser positiva, por ejemplo, obligar a la víctima a escribir algo o negativa
por ejemplo encerrar a alguien para que no realice algo.
• o bien, la intimidación o amenazas que inspiran en la víctima el temor fundado
de sufrir un mal inminente y grave que suprime su libertad en el obrar.
La violencia moral consiste en inspirar temor por medio de amenazas,
suprimiendo psíquicamente la libertad e obrar.
Art 277.- Sujetos. El autor de la fuerza irresistible y de las amenazas puede ser una de las
partes del acto o un tercero.
Art 278.- Responsabilidad por los daños causados. El autor debe reparar los daños. Responde
solidariamente la parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo conocimiento de la fuerza
irresistible o de las amenazas del tercero.

Efectos
Nulidad

SUB-EJE TEMATICO 6: LOS ACTOS JURIDICOS


6.1 DEFINICION
ARTÍCULO 259.- El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato
la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
Caracteres
• Acto: es para diferenciarlo del hecho jurídico humano.
• Acto voluntario: significa que para configurarse depende de que sea ejecutado
por la persona con discernimiento, intención y libertad, es decir, con todos los
elementos internos de la voluntad sanos o sin vicios (art. 260).
• Acto lícito: de la definición legal se desprende que el acto o negocio debe ser
necesariamente lícito. No sería lógico que el ordenamiento jurídico proteja
negocios que son contrarios u opuestos a sus propias disposiciones. Si en
alguno de sus elementos existen o aparecen cláusulas inválidas o ilícitas, dicha
ilicitud podría comunicarse al acto, ya sea en forma total o parcial; de ahí que las
nulidades solo se derivan de los actos jurídicos y no de los simples hechos
voluntarios.
• Fin inmediato de producir efectos jurídicos secundado por el ordenamiento
legal: es el fin específico, la nota típica del acto jurídico, que lo diferencia de
todos los otros actos que, no obstante ser voluntarios, no tienen el propósito de
crear relaciones y situaciones jurídicas.
6.2 ELEMENTOS ESENCIALES
• SUJETO:
Requisitos:
• la capacidad; La exigencia de la capacidad supone la aptitud para ejercer
por sí mismos actos jurídicos válidos –capacidad de ejercicio– por lo que,
tratándose de una persona menor de edad, el acto será válido cuando se
trate de aquél que la ley autoriza otorgar (por ejemplo, el supuesto de que
el adolescente puede decidir por sí respecto de aquellos tratamientos que
no resulten invasivos ni comprometan su salud o provoquen un riesgo
grave en su vida o integridad física).
• la voluntariedad. supone que el sujeto haya obrado con discernimiento,
intención y libertad, debiendo concurrir los tres elementos integrantes de
la trinidad que condiciona la voluntariedad de los actos.
• Determinados o determinables
Diferentes personas o sujetos pueden intervenir en el otorgamiento de un
acto.
• FORMA: en nuestro derecho civil, el establecimiento del elemento como estudio
se toma como una máxima expresión de la exteriorización de la voluntad, que
implica dotar al acto de validez, vigencia y eficacia. Rivera enseña que la
voluntad pertenece a una esfera del individuo que no trasciende por sí misma, y
por ello LLambias afirma que la forma es la manera como se exterioriza la
voluntad del sujeto respecto del objeto, en orden a la consecución del fin jurídico
propuesto.
• CAUSA:
ARTÍCULO 281.- La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento jurídico
que ha sido determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos
exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa,
o tácitamente si son esenciales para ambas partes.

Existen distintos significados de la palabra “causa”:


• Causa fuente o causa eficiente: se trata en este caso del hecho
generador del acto, de las obligaciones o de los presupuestos de hecho
de los cuales se derivan las obligaciones legales.
• La causa fin: se vincula con la dirección de la voluntad en la obtención de
los efectos jurídicos. Viene a ser el fin que las partes se propusieron
lograr al tiempo de celebrar el acto, o el “fin inmediato” propio y
característico del negocio jurídico, idéntico en todos y cada uno de los
actos de su especie.
• La causa móvil o impulsiva: también llamada “causa ocasional”, está
constituida por los móviles o motivos. Se refiere a los fines concretos e
inmediatos que las partes tuvieron en cuenta al realizar el acto; los
mismos están compuestos por el querer individual, es decir, el fin que
procuran obtener concretamente las partes.
ARTÍCULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el
acto se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario.
El acto es válido aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa
verdadera.

• OBJETO:
ARTÍCULO 279.- El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible o prohibido
por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o lesivo de los
derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que por un
motivo especial se haya prohibido que lo sea.

Los requisitos del objeto de los actos jurídicos son:


• Posibilidad: el objeto del acto jurídico no debe ser imposible, requisito que
se predica no sólo de los hechos sino también de los bienes. La
imposibilidad para causar la nulidad del acto debe ser: originaria, es decir,
debe estar presente desde que el acto se celebró, sin perjuicio del
supuesto de convalidación previsto para los actos jurídicos sujetos a
plazo o condición suspensiva (art. 280); absoluta, el objeto debe ser
imposible para todos y no sólo para el sujeto obligado. Si la imposibilidad
es parcial, el acto no es necesariamente nulo; quien pretendió adquirir un
derecho sobre un objeto parcialmente imposible puede dejar sin efecto el
contrato o demandar la parte que existiese (art. 1130) (Rivera y Medina,
2014).
• Determinabilidad: el objeto del acto jurídico debe ser determinado o
determinable. Este requisito surge de los arts. 1005 y 1006 del CCCN,
que regulan el objeto de los contratos. Así, es determinado cuando legal o
convencionalmente se prevén los mecanismos o herramientas que
permitan precisarlo en el momento del cumplimiento del acto y es
determinable cuando se establecen los criterios suficientes para su
individualización. En caso de que el objeto fuera absolutamente
indeterminable, el acto podrá ser declarado nulo.
• Licitud: cuando la conducta que constituye el objeto del negocio está
prohibida, el acto tiene un objeto ilícito.
• Hechos contrarios a la moral, a las buenas costumbres y al orden
público: este recaudo impone la conformidad del objeto con la moral, las
buenas costumbres y el orden público. Generalmente, el concepto de
buenas costumbres se identifica con la moral, y respecto al orden público
se ha entendido que es lo esencial para la convivencia que puede variar
en el tiempo y en el espacio. En estos supuestos, la sanción será la
nulidad absoluta.
No lesivos de los derechos ajenos a la dignidad humana: serían hechos
lesivos de los derechos ajenos, por ejemplo, los actos fraudulentos,
debiendo señalar que en tal caso el acto es inoponible, y no nulo.
Si el objeto del acto jurídico no cumpliere los recaudos señalados, podrá ser
declarado nulo. La nulidad absoluta o relativa, como ya veremos, dependerá de
qué tipo de interés se vea afectado, pues, si se afecta el interés general, será
absoluta, y relativa si es particular.
ELEMENTOS ACCIDENTALES
Se denominan modalidades o elementos accidentales del acto jurídico aquellas
disposiciones accesorias introducidas por las partes, que modifican los efectos
normales del tipo legal, subordinando a un acontecimiento futuro la adquisición de un
derecho o la resolución de un derecho ya adquirido, postergando su exigibilidad, o
imponiendo un deber jurídico excepcional y accesorio al adquirente de un derecho.
Las modalidades que las partes, de conformidad a la autonomía de la voluntad, pueden
introducir a los actos jurídicos son:
• CONDICIÓN;
Esta especie de modalidad puede importar, por un lado, que el inicio de la
producción de los efectos propios o normales de un negocio jurídico, esto es,
aquellos que las partes persiguieron al otorgarlo, quede sujeto al acaecimiento
de un suceso futuro e incierto (suspensiva); o, por el otro, que la extinción de los
efectos propios o normales de un acto jurídico plenamente eficaz se encuentre
subordinada a la ocurrencia de un hecho futuro e incierto (resolutoria)
A diferencia del plazo, la nota distintiva de la condición está dada por la
incertidumbre que entraña la verificación del acontecimiento futuro.

ARTÍCULO 343.- Alcance y especies. Se denomina condición a la cláusula de los actos


jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho
futuro e incierto.
Las disposiciones de este capítulo son aplicables, en cuanto fueran compatibles, a la
cláusula por la cual las partes sujetan la adquisición o extinción de un derecho a hechos
presentes o pasados ignorados.

De este concepto surgen los caracteres de la condición:


• debe ser un hecho futuro, El acontecimiento al que se subordina la
eficacia o resolución de un derecho ya adquirido debe ser incierto,
contingente, “que puede o no llegar a suceder”, característica esencial y
propia de la condición que la distingue del plazo, que es también un
hecho futuro pero necesario o fatal.
• incierto. Además, el hecho previsto como condición ha de ser futuro, lo
que le da incertidumbre. Si se tratara de un hecho pasado o presente no
habría incertidumbre. Aunque puede ocurrir que las partes ignoren que el
hecho ya ha ocurrido; aquél sería incierto subjetivamente, pero ello no
basta para que exista condición.

• PLAZO;
Un acto jurídico se halla sujeto a plazo cuando su exigibilidad (suspensivo) o su
aniquilación (resolutorio) dependen del acaecimiento de un hecho futuro y cierto,
es decir, que ocurrirá fatal o necesariamente.
ARTÍCULO 350.- Especies. La exigibilidad o la extinción de un acto jurídico pueden
quedar diferidas al vencimiento de un plazo.
Caracteres:
• ha de ser un hecho futuro,
• ha de ser un hecho fatal.
tanto el plazo como la condición refieren a un hecho futuro, aunque, a diferencia
de la condición, en la que el suceso es contingente (es decir que no se sabe si
se va a producir), en el plazo, el acontecimiento debe fatalmente ocurrir.
• CARGO
ARTÍCULO 354.- Cargo. Especies. Presunción. El cargo es una obligación accesoria
impuesta al adquirente de un derecho. No impide los efectos del acto, excepto que su
cumplimiento se haya previsto como condición suspensiva, ni los resuelve, excepto que
su cumplimiento se haya estipulado como condición resolutoria. En caso de duda, se
entiende que tal condición no existe.

En relación a los caracteres del cargo, es dable señalar:


• es una obligación que grava a una de las partes interesadas;
• es una obligación accesoria a la adquisición de un derecho, es decir que
está anexado al derecho al cual accede, de manera tal que no es posible
adquirir el derecho sin asumir el cargo que importa y, por ende, actúa
como un límite al beneficio del adquirente del derecho y
• es excepcional, es decir que no deriva ordinariamente del acto jurídico
realizado, sino que es la voluntad del enajenante quien dispone la
vinculación entre el derecho principal y el cargo (Llambías, 2004).

6.3 VICIOS DE LOS ACTOS JURÍDICOS


La buena fe es un principio general del derecho (art. 9 del CCCN) que veda el ejercicio
abusivo de los derechos y sustenta nuestro ordenamiento jurídico positivo. Como
derivación de este principio, se impone a los sujetos el deber de actuar de manera leal,
recta, honesta, con una actitud de cooperación y generación de confianza en las
propias declaraciones.
La buena fe es un requisito indispensable para la validez del acto jurídico y, por ende,
cuando falta (como ocurre en los casos de la simulación, del fraude, de la lesión)
concurre un vicio que lo invalida.
De este modo, los vicios de los actos jurídicos son defectos, imperfecciones o
anomalías susceptibles de provocar la ineficacia del negocio, por atentar contra la
licitud, la buena fe o perjudicar los intereses de terceros.
LESION
ARTÍCULO 332.-. Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos jurídicos cuando
una de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la otra,
obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación.
Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable
desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir
en el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la
primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es ofrecido por el
demandado al contestar la demanda.
Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.

Concepto
Es caracterizada en el derecho argentino como el defecto del acto jurídico consistente
en una desproporción injustificada de las prestaciones, originada en el
aprovechamiento por una de las partes del estado de inferioridad de la otra.
Presupuestos de procedencia
Para que se configure la figura de la “lesión subjetiva-objetiva”, es necesario que
concurran:
• el elemento subjetivo, que es la explotación por parte del beneficiario de la
“necesidad”, “debilidad síquica” o “inexperiencia” del lesionado.
La víctima atraviesa un estado de inferioridad que se traduce en:
• Necesidad: esta noción se asocia a la de escasez o privación y
comprende un estado carencial que puede ser material y también
espiritual. Es decir, significa falta de las cosas que son menester para la
conservación de la vida, lo que traduce una situación de angustia y
agobio derivada de la falta de medios elementales para subsistir, de lo
imprescindible o necesario, teniendo en cuenta las circunstancias propias
de cada persona.
• Debilidad síquica: se trata de trastornos síquicos de conducta que, por
razones ajenas a la voluntad de quien los padece, lo colocan en una
situación de inferioridad. Esta cuestión deberá ser ponderada en cada
caso, teniendo en cuenta las concretas aptitudes del sujeto.
• Inexperiencia: importa la falta de conocimientos que tiene el sujeto
respecto del acto en el momento de su celebración. El término resulta de
difícil delimitación, por cuanto la inexperiencia debe referirse
concretamente al acto de que se trate y del que se sigue el perjuicio por
las prestaciones inequivalentes.
• la grave desproporción en las prestaciones que debe existir al momento de la
celebración del negocio jurídico –elemento objetivo–
El elemento objetivo es la obtención de una ventaja patrimonial evidentemente
desproporcionada y sin justificación. Debe ser concomitante a la celebración del
negocio y la desarmonía entre las prestaciones debe ser “notable”, “evidente” a
la época en que el negocio tuvo nacimiento y no surgir con posterioridad por
acontecimientos ajenos a la voluntad de las partes y que no eran previsibles al
tiempo de celebrarse el acto, pues, en tal caso, se podrá revisar el negocio por
aplicación de la cláusula rebus sic statibus (López Mesa, 2008).
Además, se exige que esa ventaja excesiva se obtenga sin justificación, lo que
implica efectuar una indagación acerca de la causa fin del negocio, pues, si
quien celebró el negocio pretendió efectuar una liberalidad, dicho acto jurídico
escapará a la teoría de la lesión.
Por último, “la desproporción debe subsistir en el momento de la demanda”, lo
que resulta lógico en razón del axioma “el interés es la medida de la acción”; por
ende, si, al momento de entablarse la acción, las prestaciones por diversas
circunstancias se tornaron equivalentes, desaparece el interés jurídicamente
protegido para promoverla.
Acciones del lesionado. Efectos
La demanda solamente puede ser intentada por la víctima o sus herederos, de modo
que no pueden promover la acción los acreedores ni ningún otro tercero, por más que
invoque un interés legítimo.
Los legitimados activos tendrán la posibilidad de entablar, tanto por vía de acción como
de excepción,
• la nulidad (“nulidad relativa” en los términos de los arts. 386 y 388 del Código
Civil y Comercial, que más adelante veremos) como
• la modificación del acto lesivo, es decir, un reajuste equitativo del convenio.
Si el lesionado opta por esta segunda opción, el litigio queda “trabado” en ese
aspecto y el demandado no puede reconvenir por nulidad.
Ahora bien, en el caso de que el lesionante demande por nulidad, el demandado
puede, al contestar la demanda, modificar dicho reclamo en acción de reajuste, si
ofrece suprimir la desproporción de las prestaciones.
Prescripción
En relación al plazo de prescripción de la acción, según lo disponen los artículos 2562 y
2563 inc. “e” del Código Civil y Comercial, el plazo es de dos años y comenzará a
computarse desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser
cumplida.
SIMULACION
Concepto
ARTÍCULO 333.- Caracterización. La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter
jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son
sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten
derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen
o transmiten.

Es definido como el defecto de buena fe del acto jurídico consistente en la discordancia


consciente y acordada entre la voluntad real y la declarada por los otorgantes del acto,
efectuada con ánimo de engañar, de donde puede resultar, o no, lesión al orden
normativo o a los terceros ajenos al acto.
Elementos
Son:
• la declaración deliberadamente disconforme con la verdadera intención de las
partes; El primer recaudo supone que la disconformidad entre la voluntad interna
y la declarada por las partes es intencional, no es producto del error, sino que es
querida y conocida por ambas partes. En otras palabras, en el acuerdo
simulatorio, la voluntad interna y declarada coinciden; las partes, de común
acuerdo, producen la apariencia externa de un negocio jurídico ficticio para
engañar a terceros, sin pretender dar lugar al efecto jurídico de dicho negocio.
• el acuerdo de partes sobre la falsa declaración: El segundo presupuesto supone
la conformidad de todos los otorgantes del acto en el negocio simulado sobre la
disconformidad entre lo querido y lo declarado, y se caracteriza por el querer
común de no atribuir al acto aparente efectos vinculatorios.
• el propósito de engañar a terceros. Por último, la acción de simulación requiere
el propósito de engañar, que no necesariamente implica ocasionar un perjuicio
jurídico a terceros (porque su causa puede ser inocua, en cuyo caso estaremos
en presencia de una simulación lícita) o bien, puede sí implicarlo, es decir puede
existir el fin de defraudar a terceros –quienes desconocen que el acto es falso– o
el de ocultar una violencia legal.
Por último, debe señalarse que la enumeración de los supuestos de negocio simulado
que realiza el artículo 333 del CCCN es meramente ejemplificativa.
Clases
• simulación absoluta y relativa.
• Absoluta: En la simulación absoluta las partes no tienen ninguna intención
de celebrar un acto jurídico sino solamente de generar una apariencia,
una ilusión.
• relativa. De acuerdo con la descripción que realiza el art. 333 CCyC, la
simulación relativa puede recaer sobre la naturaleza del acto —por
ejemplo una compraventa que encubre una donación— o sobre su
contenido y objeto, cuando contiene cláusulas que no son sinceras, o
fechas que no son verdaderas, o modalidades inexistentes —
supeditando, a una condición un hecho puro y simple— o sobre las
personas que intervienen en el acto.
• Lícita o ilícita: La simulación puede ser lícita o ilícita según el móvil que tuvieron
las partes al celebrarla.
ARTÍCULO 334.-. La simulación ilícita o que perjudica a un tercero provoca la nulidad
del acto ostensible. Si el acto simulado encubre otro real, éste es plenamente eficaz si
concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito ni perjudica a un tercero.
Las mismas disposiciones rigen en el caso de cláusulas simuladas.

La simulación será lícita cuando el motivo determinante se vincula a un interés


justificado y aceptable que no persigue violar la ley ni causar daño a terceros. El
derecho tolera la situación porque forma parte de una zona de reserva o
intimidad que abarca tanto los aspectos personales como extrapatrimoniales. Es
el caso en que se oculta una realidad para engañar a un tercero que pide dinero
o a un pariente pedigüeño respecto de quien no se tiene obligación alimentaria.
En cambio, la simulación será ilícita cuando viola la ley o perjudica los derechos
de un tercero. No es necesario en este caso que el perjuicio se hubiere
consumado
• Total o parcial: la simulación puede ser total o parcial. Es total cuando abarca
íntegramente al negocio, viciándolo en su esencia; y es parcial cuando sólo
recae sobre una parte del acto, sin que sea necesario que destruya los aspectos
reales del acto.
Acción entre partes. Principio general. Excepción
ARTÍCULO 335.- Acción entre las partes. Contradocumento. Los que otorgan un acto
simulado ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el uno contra el
otro sobre la simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno de las
resultas del ejercicio de la acción de simulación.
La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo
contradocumento. Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las
cuales no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen inequívoca
la simulación.

El principio general es que los simuladores del negocio jurídico carecen de toda
acción entre ellos.
Ahora bien, sí se podrá entablar acción de simulación cuando el simulador se haya
arrepentido de su acto y quiera recuperar el bien para entregarlo a sus acreedores.
En este supuesto, quien acciona pidiendo la declaración de invalidez del acto
simulado lo hace no ya para consumar el perjuicio a los terceros o el fraude a la ley,
sino porque, arrepentido, quiere recuperar los bienes aparentemente enajenados
para afrontar con ellos el pago de sus obligaciones. En este supuesto, la acción es
admisible siempre que se tenga un propósito sincero y no interesado de volver las
cosas al estado anterior.
El contradocumento es un escrito, generalmente secreto, destinado a comprobar o
reconocer la simulación total o parcial de un acto aparente. Es la prueba principal
del carácter ficticio del negocio simulado.

Acción interpuesta por terceros


ARTÍCULO 336.- Los terceros cuyos derechos o intereses legítimos son afectados por el
acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden acreditar la simulación por cualquier
medio de prueba.

Los terceros titulares de un derecho subjetivo o de un interés legítimo amenazado


por un negocio simulado pueden deducir acción de simulación, debiendo demostrar
la existencia de daño sufrido como consecuencia de la incertidumbre que el estado
de cosas provoca en el demandante. Se exige la existencia de daño –actual o
potencial– aunque se trate de derechos litigiosos o dudosos.
De este modo, el tercero que ejerza la acción debe demandar a ambas partes del
acto simulado; si la simulación fuese por interpósita persona, también al
prestanombre, conformándose un litisconsorcio pasivo con todos ellos.
Hemos señalado anteriormente que la prueba por excelencia en la acción de
simulación es el contradocumento. No obstante, en esta hipótesis carece de toda
lógica la exigencia de éste debido a su carácter reservado y a la imposibilidad de su
obtención, por lo que el tercero que entable la acción podrá acreditar la apariencia
del negocio jurídico mediante cualquier medio de prueba, incluso testigos, indicios y
presunciones.
Efectos de la acción de simulación
Contra quién procede la acción: En primer lugar, debe señalarse que la acción de
simulación no procede contra los acreedores adquirentes de buena fe que hubiesen
ejecutado los bienes simuladamente enajenados.
En relación al subadquirente que adquirió a título gratuito o de mala fe, sí procede la
acción de simulación; en cambio, la invalidez del negocio simulado no alcanza a los
terceros subadquirentes de buena fe –es decir, quien, al momento de la
transmisión, ignorase que el derecho tiene como antecedente un acto simulado– y a
título oneroso, respecto a los cuales la sentencia resulta inoponible.
Se entiende que son subadquirentes de mala fe aquellos que conocieron o pudieron
conocer, obrando con cuidado y previsión, la simulación.
Todo tercero que se ha visto perjudicado por la simulación tiene derecho a ser
resarcido del daño sufrido.
En el supuesto en que, promovida la acción por el acreedor, el bien se haya
enajenado a un subadquirente de buena fe y a título oneroso, por lo que no le
alcanza la oponibilidad del pronunciamiento judicial, éste podrá demandar tanto a
quien contrató con él como al subadquirente –ambos de mala fe– por daños y
perjuicios, quienes responderán de manera solidaria.
Desde otra perspectiva, en el supuesto que el acreedor promueva acción en contra
de subadquirente de buena fe pero a título gratuito, éste responderá sólo en la
medida de su enriquecimiento.
Prescripción
Los arts. 2562 y 2563 incisos “b” y “c” del Código Civil y Comercial disponen que el
plazo de prescripción es de dos años; en la simulación entre partes se computa
desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el acto simulado; en la
simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto
jurídico.
FRAUDE
Noción
Se define el fraude a los acreedores como el que se comete a través de actos o
negocios jurídicos válidos, por regla general positivos o de actuación, unilaterales o
bilaterales, destinados a enajenar derechos o facultades o abdicarlas, en perjuicio
de los acreedores, teniendo conciencia de obstaculizar o impedir la prestación
debida.
Acción de inoponibilidad
ARTÍCULO 338.- Declaración de inoponibilidad. Todo acreedor puede solicitar la
declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus
derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese
podido mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.

Tres notas se hallan presentes en la noción de fraude a los acreedores:


• otorgamiento por el deudor de actos o negocios jurídicos;
• provocación o agravación de la insolvencia del deudor y
• sustracción de bienes del patrimonio del deudor en perjuicio de los derechos de
los acreedores.
El efecto de la acción de fraude no es la nulidad, sino la inoponibilidad. Este efecto
implica que el acto otorgado por el deudor en fraude a los acreedores es válido
entre éste y el tercero con quien celebró el acto y sólo queda privado de eficacia
frente al acreedor que acciona, es decir que no puede hacerse valer contra él en la
medida necesaria para la satisfacción de su crédito.
ARTÍCULO 339.- Requisitos. Son requisitos de procedencia de la acción de
declaración de inoponibilidad:
a) que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor
haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores;
b) que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor;

c) que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido
conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia.
Efectos de la inoponibilidad. Extensión
El artículo 342 prevé en materia de extensión de la acción de inoponibilidad y, en
este sentido, señala “Extensión de la inoponibilidad. La declaración de
inoponibilidad se pronuncia exclusivamente en interés de los acreedores que la
promueven, y hasta el importe de sus respectivos créditos.”
De acuerdo al precepto referido, el acto realizado en fraude a los acreedores debe
dejarse sin efecto en la medida del perjuicio que se les ha ocasionado. Así, el
progreso en justicia de la acción hace efectiva la inoponibilidad al acreedor
demandante del negocio impugnado, del cual se ha admitido que fue en fraude a
sus derechos. Es decir que, reconocido el fraude por sentencia, esa inoponibilidad
lo coloca en la posición de poder reclamar su crédito sobre el bien objeto del
negocio, dado que, a partir de allí, éste no tiene eficacia a su respecto. Ello implica
la posibilidad de actuar en derecho como si el acto impugnado no se hubiese
celebrado.
Desde esta perspectiva, el triunfo de la acción le permitirá al acreedor ejecutar su
crédito sobre los bienes que fueron objeto del negocio, hasta la concurrencia de su
crédito.
Dicho derechamente, la acción de fraude no beneficia a todos los acreedores, sino
sólo a quien transitó los carriles legales para hacer valer sus derechos, y sólo
procede hasta el importe de su crédito.
Como consecuencia de ello, si, después de ejecutados los bienes materia del acto
fraudulento y satisfecho el crédito del acreedor que ejerció la acción, quedara un
remanente, como el acto jurídico es válido entre quienes lo celebraron, aquél
pertenece al tercer adquirente.
6.4 INEFICACIA DE LOS ACTOS JURIDICOS
Concepto
La ineficacia es, genéricamente, privación o disminución solo de los efectos propios
del acto jurídico, vale decir, de los efectos que las partes desearon al otorgarlo.
Categorías de ineficacia
La doctrina suele distinguir entre:
• Ineficacia estructural: la privación de los efectos propios de un acto jurídico se
produce por defectos estructurales (dentro del negocio) y originarios (al
momento de su celebración). El acto es invalido, puede ser declarado ineficaz,
aquí encontramos la nulidad
• Ineficacia funcional: la privación de los efectos propios de un acto jurídico se
produce a causa de hechos sobrevinientes a la celebración del negocio y
extrínsecos a su estructura: rescisión, revocación y resolución. También sería un
supuesto la inoponibilidad.
ARTÍCULO 382.-. Los actos jurídicos pueden ser ineficaces en razón de su nulidad o de su
inoponibilidad respecto de determinadas personas.

• Inoponibilidad: “es un supuesto de ineficacia establecido por la ley que priva


a un acto jurídico, valido y eficaz entre las partes, de sus efectos respecto de
determinados terceros a quienes la ley dirige su protección permitiéndoles
ignorar la existencia del negocio o impidiendo a las partes ejercitar
pretensiones jurídicas dirigidas contra esos terceros protegidos.
. Efectos del acto inoponible frente a terceros
ARTÍCULO 396. El acto inoponible no tiene efectos con respecto a terceros, excepto
en los casos previstos por la ley.
ARTÍCULO 397.- Oportunidad para invocarla. La inoponibilidad puede hacerse valer
en cualquier momento, sin perjuicio del derecho de la otra parte a oponer la
prescripción o la caducidad.

• Nulidad: es una sanción legal que priva a un acto jurídico de sus efectos
propios o normales, con efecto retroactivo y frente a todos, por adolecer de
defectos originarios, estructurales y esenciales a través de un proceso de
impugnación y declaración.
ARTÍCULO 386.- Criterio de distinción. Son de nulidad absoluta los actos que
contravienen el orden público, la moral o las buenas costumbres. Son de nulidad
relativa los actos a los cuales la ley impone esta sanción sólo en protección del
interés de ciertas personas
ARTÍCULO 387.- Nulidad absoluta. Consecuencias. La nulidad absoluta puede
declararse por el juez, aun sin mediar petición de parte, si es manifiesta en el
momento de dictar sentencia. Puede alegarse por el Ministerio Público y por
cualquier interesado, excepto por la parte que invoque la propia torpeza para lograr
un provecho. No puede sanearse por la confirmación del acto ni por la prescripción.
ARTÍCULO 388.- Nulidad relativa. Consecuencias. La nulidad relativa sólo puede
declararse a instancia de las personas en cuyo beneficio se establece.
Excepcionalmente puede invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha
experimentado un perjuicio importante. Puede sanearse por la confirmación del acto
y por la prescripción de la acción. La parte que obró con ausencia de capacidad de
ejercicio para el acto, no puede alegarla si obró con dolo.

La nulidad absoluta procede cuando el interés inmediatamente vulnerado es


el interés general, esto es, “el orden público, la moral y las buenas
costumbres”. La nulidad relativa —en cambio— está instituida en beneficio
de las personas que resultan perjudicadas por un acto viciado y es viable en
los casos en que el defecto afecte el interés individual.
ARTÍCULO 389.- Principio. Integración. Nulidad total es la que se extiende a todo el
acto. Nulidad parcial es la que afecta a una o varias de sus disposiciones.
La nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si son
separables.
Si no son separables porque el acto no puede subsistir sin cumplir su finalidad, se
declara la nulidad total.
En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez debe integrar el acto de
acuerdo a su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse
perseguidos por las partes.

Es total cuando el vicio o defecto congénito afecta e impregna a todo el


negocio. Será, en cambio, parcial, si alcanza a una o varias cláusulas que
son perfectamente separables del resto
Efectos
ARTÍCULO 390.- Restitución. La nulidad pronunciada por los jueces vuelve las
cosas al mismo estado en que se hallaban antes del acto declarado nulo y obliga a
las partes a restituirse mutuamente lo que han recibido.
Estas restituciones se rigen por las disposiciones relativas a la buena o mala fe
según sea el caso, de acuerdo a lo dispuesto en las normas del
Capítulo 3 del Título II del Libro Cuarto.

Como principio general, la declaración de nulidad vuelve las cosas a su


estado anterior, y obliga a las partes a restituirse lo que han recibido en virtud
del acto nulo. El referido postulado se aplica a las partes y a los terceros. Sin
embargo, cabe distinguir dos situaciones:
• si el acto que fue declarado nulo tuvo o no principio de ejecución. En
el primer caso, nada habrán de restituirse las partes, porque no se
entregaron nada con anterioridad.
• En el segundo, la restitución es compleja porque depende de distintas
circunstancias.
Entre otras valoraciones habrá que examinar si el poseedor es o no de
buena fe. En principio, cuadra remitirse a las disposiciones que rigen los
efectos de las relaciones de poder (art. 1932 y ss. CCyC). Cuando se
trata de inmuebles o muebles registrables el problema de la restitución
queda regido por el art. 392 CCyC.

DERECHO PRIVADO III


SUB-EJE TEMATICO 1: CONCEPTO, CLASIFICACION Y FORMACION
1. CONTRATO
Concepto
ARTÍCULO 957.- Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su
consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas
patrimoniales.

El contrato es un acto jurídico, por lo tanto, le son aplicables las disposiciones de los
Títulos IV y V del Libro I y las reglas establecidas en este título deber ser interpretadas
y aplicadas en armonía con las previsiones sobre acto jurídico.

Naturaleza jurídica
El Nuevo Código Civil y Comercial consagra legislativamente la noción de contrato que
la doctrina y la jurisprudencia habían consensuado en su labor interpretativa y de
aplicación del Código de Vélez. De modo que el contrato es todo acto jurídico bilateral y
patrimonial.
Bajo ese concepto entran en la noción de contrato los actos jurídicos que crean
relaciones jurídicas, pero también los que las modifican (la novación), las transmiten (la
cesión), las regulan (el contrato de arbitraje) o las extinguen, como la transacción o el
distracto.
El contrato es un acto jurídico; es más, es el modelo prototípico del acto jurídico
patrimonial.
La institución jurídica del contrato- el contrato acto jurídico- es el un reflejo de la
institución jurídica de la propiedad privada. Es entonces el vehículo de la circulación de
la riqueza, y como tal el instrumento capital para el funcionamiento de la economía de
mercado.
Si bien en el derecho romano fueron conocidas las figuras de convención, pacto y
contrato, los primeros eran conceptos equivalentes. Y, en la actualidad, la doctrina
moderna los distingue del siguiente modo: la convención es el género aplicable a toda
clase de acto o negocio jurídico bilateral, el contrato en nuestro derecho actúa en el
campo de las relaciones jurídicas creditorias u obligacionales, y el pacto alude a
cláusulas accesorias que modifican los efectos naturales del contrato.
Ubicación metodológica
Libro III: Derechos personales, Título II
2. ELEMENTOS
Tradicionalmente, y sin que el Código Civil y Comercial de la Nación los enuncie, se
han distinguido los elementos esenciales, naturales y accidentales de los contratos.
Desde una concepción más moderna, se distingue entre presupuestos, elementos y
circunstancias del contrato.
Así, define a los
• presupuestos del contrato como los requisitos extrínsecos al mismo, pero
que determinan su eficacia y que son valorados antes de él como un prius.
En general, estos requisitos son:
• la voluntad jurídica,
• la capacidad,
• La aptitud del objeto y
• la legitimación
• En relación a los elementos del contrato, los define como aquellos requisitos
intrínsecos, constitutivos del contrato: sus cláusulas (corresponden con el
contenido de la contratación, tema que será desarrollado más adelante).
• Las circunstancias del contrato son entendidas como factores externos que
tienen trascendencia durante la formación del contrato, y luego durante la
ejecución del mismo.
ESENCIALES
Son aquellos necesarios para que exista un contrato.
Sin ellos, no hay contrato en los términos en que ya definimos. Así, encontramos como
elementos esenciales de los contratos a los
• Sujetos: Según el art. 1023 CCyC, se considera parte del contrato a quien lo
otorga en nombre propio, aunque lo haga en interés ajeno; a quien es
representado por un otorgante que actúa en su nombre o interés y a quien
manifiesta la voluntad contractual, aunque ella sea transmitida por un corredor o
por un agente sin representación. Una parte puede estar integrada por una
pluralidad de personas —lo que ocurre, por ejemplo, cuando son varios los
adquirentes o vendedores de una cosa—.
• el objeto, el contrato tendrá por objeto diversas operaciones que proyectarán
sus efectos sobre la realidad en la que se produce.
Debe ser lícito, posible, determinado o determinable, susceptible de valoración
económica y corresponder a un interés de las partes aunque este no sea
patrimonial, como se da, por ejemplo, cuando alguien contrata un servicio de
enfermería para que cuide de un amigo enfermo, supuesto en el que el contrato
se lleva adelante por un interés extrapatrimonial, aunque se concrete en un
vínculo patrimonial.
• la causa. La preposición “para” empleada en el texto pone de manifiesto la
importancia de la finalidad en el contrato. Ella es esencial, pues todo contrato
importa una disposición sobre la libertad que —en tanto no se violen los límites a
ella razonablemente establecidos— debe ser protegida. Quien contrata persigue
una determinada finalidad que le interesa en grado tal que está dispuesto a
sacrificar sus posibilidades de destinar recursos personales y materiales a otros
fines, para alcanzar los propuestos.
• la forma.
NATURALES: noción y contenido
Los elementos naturales son aquellos que ya se encuentran en el contrato porque así
están dispuestos por la ley, y que pueden ser dejados de lado por disposición expresa
de los contratantes. Estos dependen del tipo de contrato. Así, por ejemplo, en los
contratos onerosos, quien enajena una cosa está obligado por garantía de evicción y
vicios redhibitorios. Sin embargo, las partes pueden disponer expresamente la
liberación del enajenante, puesto que se trata de un elemento natural que puede ser
modificado por los contratantes.
ACCIDENTALES: noción y contenido
Los elementos accidentales son aquellos que naturalmente no se encuentran en el
contrato, pero que pueden ser incorporados por disposición expresa de los
contratantes; por ejemplo: las modalidades de un acto jurídico, tales como el plazo, el
cargo o la condición. Incorporar este tipo de cláusulas depende de la decisión de las
partes.
3. AUTONOMIA DE LA VOLUNTAD Y FUERZA OBLIGATORIA DEL CONTRATO
ARTÍCULO 958.- Libertad de contratación. Las partes son libres para celebrar un contrato y
determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y
las buenas costumbres.

El principio de la autonomía de la voluntad es uno de los pilares sobre los que se


edificó el monumento de la codificación; su fundamento constitucional reposa en el Art
19 de la CN y su protección se consagra en el Art 17 de la misma.
En el plano contractual deriva en 2 libertades fundamentales: la libertad de conclusión
del contrato, conforme a la cual nadie está obligado a contratar sino cuando lo desee y
que cada uno goza de la libre elección de la persona con quien se contrata; y la libertad
de configuración en virtud de la cual las partes pueden determinar el contenido del
contrato.

Como toda libertad, su ejercicio no es absoluto y encuentra su límite en la afectación


perjudicial de los derechos de terceros ajenos al contrato (art. 1022 CCyC) y en los
límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres,
• Ley: las leyes que regulan los contratos son por regla general supletorias de la
voluntad de las partes.
De modo que las leyes de las que pueden surgir límites a la libertad contractual
son las leyes imperativas para las partes, por ejemplo, plazo mínimo de la
locación de inmuebles
• El orden público es un concepto que ha ido cambiando a través de los tiempos y
se trata de un conjunto de principios fundamentales en la sociedad, que
responde al interés general. Puede decirse que es un medio o técnica del que se
vale el ordenamiento jurídico para garantizar la vigencia de aquellos principios o
intereses por encima del interés particular. También hay un orden público
económico y social, ya que, históricamente, y partir de la segunda guerra
mundial, el Estado interviene para tutelar las políticas económicas. Las leyes de
locaciones urbanas y de defensa del consumidor se presentan como ejemplos
del orden público social o de protección.
• La buena fe en la celebración, interpretación y ejecución de los contratos, es con
la cual los contratos “obligan no sólo a lo que esté formalmente expresado, sino
a todas las consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos, con
los alcances en que razonablemente se habría obligado un contratante
cuidadoso y previsor”
ARTÍCULO 959.- Efecto vinculante. Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio para
las partes. Su contenido sólo puede ser modificado o extinguido por acuerdo de partes o en los
supuestos en que la ley lo prevé.

Las partes del contrato quedan obligados a cumplir el contrato tal y como ha sido
libremente convenido por ellas.
La fuerza obligatoria encuentra su fundamento en el Art 19 y su tutela en el art 17 CN.
Tiene iguales limites que la libertad de contratar.

4. CONTRATO ENTRE PARTICULARES, CELEBRADO POR VIA DE ADHESION Y


DE CONSUMO- CONTRATO DE CONSUMO Y RELACION DE CONSUMO

ENTRE PARTICULARES: aquellos contratos donde el contenido es fijado de común


acuerdo por las partes.

POR VIA DE ADHESION


Definición.
ARTÍCULO 984.- El contrato por adhesión es aquel mediante el cual uno de los contratantes
adhiere a cláusulas generales predispuestas unilateralmente, por la otra parte o por un tercero,
sin que el adherente haya participado en su redacción.

Caracteres
• Unilateralidad: Tal vez la unilateralidad sea uno de sus rasgos más
característicos. La configuración interna del contrato viene modelada solo por
una de las partes, precisamente identificada como el predisponente, lo que
significa que el adherente no participa en la redacción ni influye en su contenido.
• Rigidez: Otro elemento caracterizante del contrato por adhesión lo constituye la
rigidez del esquema predeterminado por el empresario. Ello significa que su
contraparte carece del poder de negociación consistente en contar con la
posibilidad de discutir o en intentar influir en la redacción del contrato o tan
siquiera de una cláusula.
Requisitos
ARTÍCULO 985.-. Las cláusulas generales predispuestas deben ser comprensibles y
autosuficientes.
La redacción debe ser clara, completa y fácilmente legible.
Se tienen por no convenidas aquellas que efectúan un reenvío a textos o documentos que no
se facilitan a la contraparte del predisponente, previa o simultáneamente a la conclusión del
contrato.
La presente disposición es aplicable a la contratación telefónica, electrónica o similar.

Cabe indicar que el Código hace prevalecer la importancia de la inteligibilidad y la


completividad de la cláusula de modo que, para la comprensión de su lectura, se haga
innecesario un reenvío a otra cláusula. Sobre el particular, cabe señalar que a la
claridad debe unírsele la legibilidad para que las cláusulas predispuestas que contienen
restricciones dirigidas al adherente no pasen desapercibidas y, para ello, deben
aparecer destacadas del resto del documento contractual.
ARTÍCULO 986.- Cláusulas particulares. Las cláusulas particulares son aquellas que,
negociadas individualmente, amplían, limitan, suprimen o interpretan una cláusula general. En
caso de incompatibilidad entre cláusulas generales y particulares, prevalecen estas últimas.

Interpretación.
ARTÍCULO 987.- Las cláusulas ambiguas predispuestas por una de las partes se interpretan en
sentido contrario a la parte predisponente.

La categoría de los contratos por adhesión a cláusulas predispuestas porta sus propias
directivas de interpretación, que el Código ha receptado y que se hallan incluidas en el
art. 37, apart. 4 de la Ley de Defensa del Consumidor. En efecto, en esta última se
establece que “cuando existan dudas sobre el alcance de su obligación, se estará a la
que sea menos gravosa”.
Cláusulas abusivas
ARTÍCULO 988.-. En los contratos previstos en esta sección, se deben tener por no escritas:
a. las cláusulas que desnaturalizan las obligaciones del predisponente;
b. las que importan renuncia o restricción a los derechos del adherente, o amplían derechos del
predisponente que resultan de normas supletorias;
c. las que por su contenido, redacción o presentación, no son razonablemente previsibles.
ARTÍCULO 989.- Control judicial de las cláusulas abusivas. La aprobación administrativa de las
cláusulas generales no obsta a su control judicial.
Cuando el juez declara la nulidad parcial del contrato, simultáneamente lo debe integrar, si no
puede subsistir sin comprometer su finalidad.

5. ARTÍCULO 1092.- RELACIÓN DE CONSUMO. CONSUMIDOR. Relación de


consumo es el vínculo jurídico entre un proveedor y un consumidor. Se considera
consumidor a la persona humana o jurídica que adquiere o utiliza, en forma gratuita u
onerosa, bienes o servicios como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o
social.
Queda equiparado al consumidor quien, sin ser parte de una relación de consumo como
consecuencia o en ocasión de ella, adquiere o utiliza bienes o servicios, en forma gratuita u
onerosa, como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social.

Consumidor
• Persona humana o jurídica: sin distinciones sobre su objeto social en las
personas jurídicas
• Que adquiere o utiliza en forma gratuita u onerosa bienes o servicios: no se
presentan limitaciones a la causa del vínculo jurídico, quedando comprendidos
todos los hechos y actos jurídicos. Pueden tratarse de bienes nuevo o usados y
de actos a título oneroso o gratuito
• Como destinatario final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social:
Rivera considera acertada la postura que sostiene que la categoría jurídica de
consumidor se construye a partir de la existencia de 2 elementos estructurales:
• La vulnerabilidad o debilidad
• El destino final de los bienes incorporados para beneficio propio o de su
grupo familiar o social
Consumidor equiparado
• Consumidor en sentido estricto: el identificado en el primer párrafo del artículo,
típicamente contratante con el proveedor
• Usuario o consumidor material o factico: el usuario material del producto o
servicio que no se ha vinculado directamente con el proveedor o bien los
terceros beneficiarios de algún derecho comprendido en el contrato de consumo
celebrado por otro
• El sucesor particular del consumidor contratante en los derechos que fueron
objeto de una relación de consumo antecedente: es el tercero que contrata con
un consumidor sobre un producto que fue adquirido por este último a un
proveedor.
El CCy Com no define el término de proveedor, por lo que se aplicara lo dispuesto en el
art. 2° de la Ley 24240 que mantiene su vigencia.
Proveedor. Es la persona física o jurídica de naturaleza pública o privada, que desarrolla de
manera profesional, aun ocasionalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de marca, distribución y comercialización
de bienes y servicios, destinados a consumidores o usuarios. Todo proveedor está obligado al
cumplimiento de la presente ley.
No están comprendidos en esta ley los servicios de profesionales liberales que requieran para
su ejercicio título universitario y matrícula otorgada por colegios profesionales reconocidos
oficialmente o autoridad facultada para ello, pero sí la publicidad que se haga de su
ofrecimiento. Ante la presentación de denuncias, que no se vincularen con la publicidad de los
servicios, presentadas por los usuarios y consumidores, la autoridad de aplicación de esta ley
informará al denunciante sobre el ente que controle la respectiva matrícula a los efectos de su
tramitación.

ARTÍCULO 1093.- Contrato de consumo. Contrato de consumo es el celebrado entre un


consumidor o usuario final con una persona humana o jurídica que actúe profesional u
ocasionalmente o con una empresa productora de bienes o prestadora de servicios, pública o
privada, que tenga por objeto la adquisición, uso o goce de los bienes o servicios por parte de
los consumidores o usuarios, para su uso privado, familiar o social.

6. CONTRATOS BILATERALES Y UNILATERALES


ARTÍCULO 966.- Contratos unilaterales y bilaterales.
• Los contratos son unilaterales cuando una de las partes se obliga hacia la otra
sin que ésta quede obligada. donación, fianza, mandato gratuito, mutuo,
comodato, depósito.
• Son bilaterales cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra.
Las normas de los contratos bilaterales se aplican supletoriamente a los
contratos plurilaterales. Son ejemplos de contratos bilaterales: compraventa,
permuta, cesión onerosa, mandato oneroso, locación de cosa, obra o servicio.
Los efectos propios de los contratos bilaterales se vinculan con la existencia de
un intercambio de prestaciones, con la relación entre ellas, lo que determina que
los problemas que se presenten en torno a la equidad o posibilidad de
concreción del intercambio entre partes pueden dar lugar a:
• la aplicación del instituto de la lesión (art. 332 CCyC);
• la posibilidad de suspensión del cumplimiento (art. 1031 CCyC);
• la viabilidad de ejercicio de la tutela preventiva (art. 1032 CCyC);
• la extinción por declaración de voluntad de una de las partes (arts. 1079,
1080, 1081 CCyC y cc.);
• la resolución total o parcial por incumplimiento de la otra parte (arts.
1083, 1084 CCyC ycc.),
• por cláusula resolutoria expresa (art. 1086) o implícita (arts. 1087, 1088 y
1089 CCyC).
Al introducir la regulación de los contratos bilaterales, subsumiéndolos en el régimen de
los bilaterales, el Código presenta una innovación en la normativa que lo precedió.
Los contratos plurilaterales son los que nacen por la concurrencia de la manifestación
negocial de tres o más partes, cuyas prestaciones van dirigidas a la consecución de un
fin común.
Por regla general se identifica con el de sociedad, pues múltiples partes coinciden en
una declaración de voluntad común, consistente en la creación de una persona jurídica
distinta de cada una de ellas con la finalidad de obtener un lucro partible.
Lorenzzetti identifica también como contratos plurilaterales el de juego, la transacción
pues pude implicar a más de 2 partes con intereses distintos, los contratos asociativos
atípicos y otros, a los que menciona el autor citado, cale agregar: las uniones
transitorias de empresa, las agrupaciones de colaboración, la cesión de posición
contractual, la delegación imperfecta.
CONTRATOS ONEROSOS Y GRATUITOS
ARTÍCULO 967.- Contratos a título oneroso y a título gratuito.
• Los contratos son a título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de
las partes les son concedidas por una prestación que ella ha hecho o se obliga a
hacer a la otra. Son un ejemplo de contrato oneroso la compraventa o locación
de cosas.
• Son a título gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna
ventaja, independiente de toda prestación a su cargo. donación, comodato, etc.
Efectos
• La lesión, la imprevisión funcionan solo en los onerosos. Lo mismo ocurre con la
obligación de saneamiento y vicios redhibitorios
• En materia de interpretación dice el art 1068, que si el contrato es a titilo gratuito
se debe interpretar en el sentido menos gravoso para el obligado; y si es a título
oneroso, ha de serlo en el sentido que se produzca un ajuste equitativo de los
intereses de las partes
CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS
ARTÍCULO 968.- Contratos conmutativos y aleatorios.
• Los contratos a título oneroso son conmutativos cuando las ventajas para todos
los contratantes son ciertas. Ejemplos de contratos conmutativos: la mayoría;
compraventa, locación, cesión.
• Son aleatorios, cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para
todos, dependen de un acontecimiento incierto. Ejemplos de contratos
aleatorios: juego, apuesta de lotería, contrato oneroso de renta vitalicia. Es
dable destacar que estos contratos aleatorios mencionados se encuentran
regulados en la ley, pero hay otros que pueden convertirse en aleatorios por
voluntad de las partes, en virtud de cláusulas agregadas
Importancia de la clasificación: el vicio de la lesión solo puede presentarse en los
conmutativos. La imprevisión funciona en los conmutativos; y en los aleatorios solo
cuando la prestación se ha tomado excesivamente onerosa por causas ajenas al alea
propia del contrato.
FORMACIÓN DEL CONSENTIMIENTO
ARTÍCULO 971.- Los contratos se concluyen con la recepción de la aceptación de una oferta o
por una conducta de las partes que sea suficiente para demostrar la existencia de un acuerdo.

7. OFERTA
Concepto
ARTÍCULO 972.- La oferta es la manifestación dirigida a persona determinada o determinable,
con la intención de obligarse y con las precisiones necesarias para establecer los efectos que
debe producir de ser aceptada

La oferta es una manifestación unilateral de voluntad, comprendiendo aquellos casos


en que es expresa o tácita, recepticia o no, dirigida a persona determinada o
indeterminada.
Requisitos
• Direccionalidad. Con respecto al elemento "sujeto", la oferta debe ser recepticia.
Que sea dirigida a persona determinada o determinable.
Los casos de oferta a persona determinable, son ofertas al público reguladas por
la legislación sobre contratos al consumidor.
ARTÍCULO 973.- Invitación a ofertar. La oferta dirigida a personas indeterminadas es
considerada como invitación para que hagan ofertas, excepto que de sus términos o de
las circunstancias de su emisión resulte la intención de contratar del oferente. En este
caso, se la entiende emitida por el tiempo y en las condiciones admitidas por los usos.

Este artículo regula la invitación a formular ofertas, que se tiene por efectuada
cuando se realiza una oferta dirigida a personas indeterminadas, al público en
general, como la que se formula cuando se publica un aviso clasificado haciendo
saber de la intención de vender alguna cosa. No obstante, prevé que el emisor
dé cuenta de una intención clara de contratar, en cuyo caso valdrá directamente
como oferta, sujeta a los usos del lugar en el que se formula.
• Vinculante. Con intención de obligarse. Es evidente que no hay intención de
obligarse en los casos de declaraciones que se formulan como bromas, o
ejemplos, o enseñanzas, o cualquier otro tipo de manifestaciones que, por no
contar con la intención de obligarse, carecen de trascendencia jurídica.
ARTÍCULO 974.- Fuerza obligatoria de la oferta. La oferta obliga al proponente, a no
ser que lo contrario resulte de sus términos, de la naturaleza del negocio o de las
circunstancias del caso.
La oferta hecha a una persona presente o la formulada por un medio de comunicación
instantáneo, sin fijación de plazo, sólo puede ser aceptada inmediatamente.
Cuando se hace a una persona que no está presente, sin fijación de plazo para la
aceptación, el proponente queda obligado hasta el momento en que puede
razonablemente esperarse la recepción de la respuesta, expedida por los medios
usuales de comunicación.
Los plazos de vigencia de la oferta comienzan a correr desde la fecha de su recepción,
excepto que contenga una previsión diferente.

• Completitividad: Que contenga las precisiones necesarias sobre los efectos que
debe producir de ser aceptada. Supone la autosuficiencia o plenitud de la
declaración contractual emitida, que debe contener las precisiones necesarias
vinculadas a los efectos que van a derivarse del contrato, en caso que ella sea
aceptada.
El art. 972 sólo exige que contenga las precisiones necesarias para establecer
los efectos que debe producir de ser aceptada, aunque no contenga todos los
elementos constitutivos del contrato. Esto implica que la oferta es completa aun
cuando carezca de cuestiones accesorias, lo que puede variar, lógicamente, de
acuerdo con las circunstancias particulares del caso.
Retractación de la oferta
ARTÍCULO 975.- La oferta dirigida a una persona determinada puede ser retractada si la
comunicación de su retiro es recibida por el destinatario antes o al mismo tiempo que la oferta.

Es una manifestación de voluntad del oferente que tiene por efecto retirar la oferta. El
Código permite que el oferente retire libremente su oferta, en tanto el destinatario tome
conocimiento de la retractación antes de haber conocido la oferta, o en el mismo
momento de conocerla.
Debe entenderse que la retractación no sólo debe haber sido hecha, sino también
remitida en tiempo útil, de manera que sea recibida por el destinatario por lo menos
hasta el mismo momento en que llegue la oferta. En esos casos, la retractación de la
oferta no acarreará ninguna consecuencia jurídica para el oferente.
Por aplicación de los principios generales, y del criterio seguido por el Código para el
caso de muerte o incapacidad de las partes, si la retractación de la oferta es posterior y
ha perjudicado al destinatario, este podrá reclamar su reparación.
En los casos en que el tiempo es indeterminado, habiéndose renunciado pura y
simplemente a la facultad de revocar, es de aplicación el párrafo tercero del art. 974,
según el cual “el proponente queda obligado hasta el momento en que puede
razonablemente esperarse la recepción de la respuesta, expedida por los medios
usuales de comunicación”
Caducidad: Supone la pérdida de eficacia de la declaración por el acaecimiento de
determinados hechos objetivos, tales como el fallecimiento o incapacitación del
proponente o destinatario.
8. ACEPTACION
Concepto
En la doctrina hay coincidencia en cuanto a considerar a la aceptación como una
manifestación unilateral de la voluntad, recepticia, de contenido coincidente con el de la
oferta, que está dirigida al oferente y destinada a la formación del contrato.
ARTÍCULO 978.- Para que el contrato se concluya, la aceptación debe expresar la plena
conformidad con la oferta. Cualquier modificación a la oferta que su destinatario hace al
manifestar su aceptación, no vale como tal, sino que importa la propuesta de un nuevo
contrato, pero las modificaciones pueden ser admitidas por el oferente si lo comunica de
inmediato al aceptante.
ARTÍCULO 979.- Modos de aceptación. Toda declaración o acto del destinatario que revela
conformidad con la oferta constituye aceptación. El silencio importa aceptación sólo cuando
existe el deber de expedirse, el que puede resultar de la voluntad de las partes, de los usos o
de las prácticas que las partes hayan establecido entre ellas, o de una relación entre el silencio
actual y las declaraciones precedentes.

La aceptación de una oferta puede producirse de diversas maneras:


• Aceptación expresa: se produce por manifestación verbal, por escrito o por
signos inequívocos que dan cuenta de una declaración afirmativa.
• Aceptación tácita: se da cuando el destinatario lleva adelante una conducta que
no desarrollaría de no haber aceptado la oferta, incompatible con su rechazo.
• Aceptación por el silencio: en razón de lo establecido en este art. y en el art.
263 CCyC, el silencio guardado por el destinatario de la oferta no puede ser en
principio considerado como aceptación, salvo que, por la relación existente entre
las partes o por la vinculación entre el silencio actual y las declaraciones
precedentes, pudiera considerarse que el receptor de la oferta debía expedirse.
Requisitos
• Direccionalidad. Así como la oferta es direccional, la aceptación, lógicamente,
debe estar dirigida al ofertante o proponente de la oferta. Esto marca su carácter
de recepticia: el destinatario no puede ser otro que aquel que le propuso la
oferta en cuestión.
• La plena conformidad con la oferta. La oferta supone una declaración unilateral
de voluntad realmente encauzada a concluir el negocio, por lo que debe ser
eficaz a tal fin. La regulación en nuestro Código: mediante el principio de
identidad, establece que “para que el contrato se concluya, la aceptación debe
expresar plena conformidad con la oferta”.
• La oferta debe de estar subsistente
Retractación
La retractación es posible hasta el perfeccionamiento del contrato (recepción de la
aceptación de la oferta).
Caducidad A diferencia del Código Civil, que no contemplaba la posible caducidad de la
aceptación, y sí la de la oferta, el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación prevé el
caso genérico de muerte o incapacidad de cualquiera de las partes (proponente o
destinatario).
Aun cuando el Código se refiere a la muerte o incapacidad del destinatario de la oferta,
como un supuesto de caducidad de la oferta y no de la aceptación, brinda una solución
al caso. Concretamente, dispone la caducidad de la oferta para el caso de muerte o
incapacidad del destinatario de la oferta, producido antes de la recepción de su
aceptación. Es decir, no habiéndose perfeccionado el contrato antes de la recepción de
la aceptación, la muerte o incapacidad del aceptante anterior a ese momento, suponen
su caducidad, sin más consecuencias jurídicas. Las dudas presentes en la codificación
anterior, para el mismo caso, quedan disipadas en el nuevo Código al acogerse la
teoría de la recepción y no la de la expedición como relevante para el
perfeccionamiento del contrato.
9. FORMACION DEL CONTRATO ENTRE AUSENTES Y ENTRE PRESENTES
ARTÍCULO 980.- Perfeccionamiento. La aceptación perfecciona el contrato:
a. entre presentes, cuando es manifestada;

En los contratos celebrados entre presentes, la oferta y la aceptación se producen en


forma inmediata, por lo que la formación del contrato es instantánea.
b. entre ausentes, si es recibida por el proponente durante el plazo de vigencia de la oferta

Aquellos celebrados por sujetos que se encuentran en distinto lugar geográfico.


Los efectos de calificar una convención como contrato entre ausentes recaen en el
momento de perfeccionamiento del contrato.
No obstante, aunque el contrato sea entre ausentes, deberá ser juzgado en cuanto al
momento de perfeccionamiento por las reglas relativas a los contratos entre presentes
cuando existe inmediatez en la emisión de las respectivas declaraciones contractuales
y, correlativamente, instantaneidad en la formación del consentimiento.
El Código dispone que, en el caso de contratos entre ausentes, la aceptación
perfecciona el contrato “si es recibida por el proponente durante el plazo de vigencia de
la oferta”.
Es posible que la oferta contenga un plazo de vigencia. Cumplido el plazo, si la
aceptación no fue recibida por el proponente, no hay contrato perfeccionado.
Ahora bien, la mayoría de las ofertas no incluyen un plazo de duración. El Código
resuelve esta situación disponiendo que, en el caso de contratos entre ausentes (entre
presentes la aceptación debe ser inmediata), “el proponente quede obligado en relación
a su oferta hasta el momento en que pueda razonablemente esperarse la recepción de
la respuesta, mediante medios usuales de comunicación”. La aceptación, entonces,
debe ser oportuna.

SUB-EJE TEMATICO 2: CONTENIDO DEL CONTRATO

2.1 CAPACIDAD PARA CONTRATAR


Tener en cuenta lo de capacidad de privado I.
INCAPACIDAD
El Código se refiere expresamente a los actos realizados por persona incapaz o con
capacidad restringida. Así, dispone:
• Actos posteriores a la inscripción de la sentencia: “Son nulos los actos de la
persona incapaz y con capacidad restringida que contrarían lo dispuesto en la
sentencia realizados con posterioridad a su inscripción en el Registro de Estado
Civil y Capacidad de las Personas”.
• Actos anteriores a la inscripción: Los actos anteriores a la inscripción de la
sentencia pueden ser declarados nulos si perjudican a la persona incapaz o con
capacidad restringida, y si se cumple alguno de los siguientes extremos:
• la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del
acto;
• quien contrató con él era de mala fe;
• el acto es a título gratuito.
Persona fallecida: Luego de su fallecimiento, los actos entre vivos anteriores a la
inscripción de la sentencia no pueden impugnarse, excepto que la enfermedad mental
resulte del acto mismo, que la muerte haya acontecido después de promovida la acción
para la declaración de incapacidad o capacidad restringida, que el acto sea a título
gratuito, o que se pruebe que quien contrató con ella actuó de mala fe.
Efectos de la invalidez
ARTÍCULO 1000.- Efectos de la nulidad del contrato. Declarada la nulidad del contrato
celebrado por la persona incapaz o con capacidad restringida, la parte capaz no tiene derecho
para exigir la restitución o el reembolso de lo que ha pagado o gastado, excepto si el contrato
enriqueció a la parte incapaz o con capacidad restringida y en cuanto se haya enriquecido.

INHABILIDAD PARA CONTRATAR


ARTÍCULO 1001.- Inhabilidades para contratar. No pueden contratar, en interés propio o ajeno,
según sea el caso, los que están impedidos para hacerlo conforme a disposiciones especiales.
Los contratos cuya celebración está prohibida a determinados sujetos tampoco pueden ser
otorgados por interpósita persona.
ARTÍCULO 1002.- Inhabilidades especiales. No pueden contratar en interés propio:
a. los funcionarios públicos, respecto de bienes de cuya administración o enajenación están o
han estado encargados;
b. los jueces, funcionarios y auxiliares de la justicia, los árbitros y mediadores, y sus auxiliares,
respecto de bienes relacionados con procesos en los que intervienen o han intervenido;
c. los abogados y procuradores, respecto de bienes litigiosos en procesos en los que
intervienen o han intervenido;
d. los cónyuges, bajo el régimen de comunidad, entre sí.
Los albaceas que no son herederos no pueden celebrar contrato de compraventa sobre los
bienes de las testamentarias que estén a su cargo.

2.2 REPRESENTACION
Concepto
En la celebración de un acto jurídico puede actuar el propio interesado u otra persona
en su nombre. Por excepción, como ocurre con los actos personalísimos, y en general
con aquellos otros que la ley impone que sean otorgados por el titular del derecho, tal
representación se encuentra vedada.
Hay tres clases de representación:
• la voluntaria o convencional, regulada en el art. 362 y ss. CCyC. Lleva esa
denominación porque depende de la voluntad del interesado no solo nombrar al
representante sino también elegir quién habrá de serlo;
ARTÍCULO 362.- Caracteres. La representación voluntaria comprende sólo los actos
que el representado puede otorgar por sí mismo. Los límites de la representación, su
extinción, y las instrucciones que el representado dio a su representante, son oponibles
a terceros si éstos han tomado conocimiento de tales circunstancias, o debieron
conocerlas obrando con cuidado y previsión.

• la representación legal es aquella que se impone necesariamente en los casos


que la ley determina. Es lo que ocurre con los padres, tutores y curadores (arts.
26, 32, 100, 101, 104, 106, 107 y 109 CCyC). En estricto sentido el
representante legal sustituye la persona del representado. No es la voluntad de
este, sino la de aquel, la que cuenta. Sin embargo, el Código flexibiliza esta
regla en numerosas disposiciones. Así, por ejemplo, cuando establece que la
persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le
concierne y a participar en las decisiones sobre su persona (art. 26, párr 3, art.
613, in fine, art. 639, inc. c) CCyC, entre otros); que a mayor autonomía del
menor, disminuye la representación de los progenitores en el ejercicio de sus
derechos —art. 639, inc. b) CCyC—; que los apoyos fijados respecto de las
personas con capacidad restringida o incapacidad deben tener por objeto el
promover su autonomía personal y favorecer las decisiones que respondan a
sus preferencias (art. 32, párr. 3 CCyC y, en igual sentido, el art. 12 CDPD,
aprobada mediante resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas
del 13/12/2006 y, en nuestro país, por la ley 26.378).
• la representación orgánica es la que se verifica respecto de personas jurídicas y
surge de los instrumentos que les dieron origen (arts. 150, 157 y 158 CCyC).
Efectos
ARTÍCULO 359.- Los actos celebrados por el representante en nombre del representado y en
los límites de las facultades conferidas por la ley o por el acto de apoderamiento, producen
efecto directamente para el representado.

Para que haya representación basta la actuación del representante en nombre del
representado, pero para que lo obrado por el representante sea eficaz —esto es, para
que pueda ser atribuido al representado—, es menester la configuración de dos
recaudos:
• el otorgamiento de un poder de representación, o bien la posterior ratificación
por parte del representado de lo obrado por el representante (arts. 369, 370 y
371 CCyC); y
ARTÍCULO 375.- Poder conferido en términos generales y facultades expresas. Las
facultades contenidas en el poder son de interpretación restrictiva. El poder conferido en
términos generales sólo incluye los actos propios de administración ordinaria y los
necesarios para su ejecución.
Son necesarias facultades expresas para:
a. peticionar el divorcio, la nulidad de matrimonio, la modificación, disolución o
liquidación del régimen patrimonial del matrimonio;
b. otorgar el asentimiento conyugal si el acto lo requiere, caso en el que deben
identificarse los bienes a que se refiere;
c. reconocer hijos, caso en el que debe individualizarse a la persona que se reconoce;

Entre otros.
El poder de representación es el acto en virtud del cual una persona —
representado— faculta a otra —representante— a obrar en su nombre,
asumiendo las consecuencias de los actos que realice, de manera que los
efectos que de él resulten le sean directamente adjudicados.
• que el acto haya sido efectuado dentro de los límites señalados por la ley o el
acto de apoderamiento.
De ahí que la actuación del mandatario en exceso de las facultades contenidas en el
poder (art. 375 CCyC); la realización por el tutor, sin autorización judicial, de alguno de
los actos mencionados en el art. 121 CCyC; y del administrador o representante de la
sociedad de actos notoriamente extraños al objeto social entre otros (art. 58 de la ley
19.550), etc., no obligan al representado, pese a que han sido otorgados por el
representante.
ARTÍCULO 376.- Responsabilidad por inexistencia o exceso en la representación.
Si alguien actúa como representante de otro sin serlo, o en exceso de las facultades conferidas
por el representado, es responsable del daño que la otra parte sufra por haber confiado, sin
culpa suya, en la validez del acto; si hace saber al tercero la falta o deficiencia de su poder,
está exento de dicha responsabilidad.

2.3 OBJETO DEL CONTRATO


Tal como sostiene Alterini (2012), “con el sustantivo objeto del contrato se designa a la
prestación a propósito de la cual se produce el acuerdo de voluntades y en torno a la
cual se ordena la economía del contrato”
ARTÍCULO 1004.- Objetos prohibidos. No pueden ser objeto de los contratos los hechos que
son imposibles o están prohibidos por las leyes, son contrarios a la moral, al orden público, a la
dignidad de la persona humana, o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que por un
motivo especial se prohíbe que lo sean. Cuando tengan por objeto derechos sobre el cuerpo
humano se aplican los artículos 17 y 56.

Requisitos
De conformidad con lo que dispone el Código, el objeto “debe ser
• lícito, el contrato tiene como objeto un hecho ilícito cuando la conducta que
constituye su materia o realidad está prohibida por la ley. por ejemplo aquellos
negocios en los que se prometen servicios profesionales para los cuales se
carece de título habilitante.
• posible, la imposibilidad debe ser originaria, esto es contemporánea al acto. Si
ella sobreviene luego de celebrado el acto, entraran en juego las disposiciones
que tratan la imposibilidad de pago.
La posibilidad establecida como requisito en este artículo se refiere tanto al
aspecto material como jurídico, apreciados ambos según las circunstancias,
posibilidades técnicas y legislación vigentes al tiempo de celebración del
contrato. Como ejemplos tradicionales de uno y otro supuesto se enuncian el
contrato en el que una de las partes asume el compromiso de tocar el cielo con
las manos —imposibilidad material—, y de la jurídica, hipotecar un automotor.
• determinado o determinable, Se considera que el objeto de un contrato es
determinable cuando se establecen criterios suficientes para su determinación,
cuestión que dependerá de las características del objeto contractual de que se
trate en cada caso (art. 1005 CCyC).
Según se establece en el art. 1006 CCyC, las partes pueden acordar que la
determinación del objeto sea efectuada por un tercero, generalmente un experto
en el área sobre la que trate la operación considerada, cuya actuación deberá
ajustarse a lo que hubieran convenido las partes y, supletoriamente, a los usos y
costumbres.
En caso de ser imposible la elección o de no haber ajustado el experto su
decisión a los parámetros acordados por los contratantes, puede requerirse la
determinación judicial; la que deberá tramitar por el procedimiento más breve
que prevea la ley procesal de aplicación en la jurisdicción en la que se haga el
planteo.
En caso de tratarse de cuestiones metajurídicas, donde se requieren
conocimientos técnicos para una adecuada elección, lo lógico es que el juez
designe un perito en la materia para que informe sobre la reunión de los
parámetros establecidos para la elección.
• susceptible de valoración económica: El objeto del contrato debe ser
susceptible de valoración económica, cuestión distinta de la del interés que guía
al contratante, quien puede actuar motivado por móviles ajenos a
consideraciones económicas, pero de todos modos, tutelados por el
ordenamiento legal.
• corresponder a un interés de las partes, aun cuando éste no sea patrimonial:
El objeto del contrato debe responder a un interés real, existente, sea
patrimonial o extrapatrimonial. El interés extrapatrimonial se entiende dado en
los contratos atinentes a derechos sobre el cuerpo humano o sus partes, a los
que no se reconoce valor económico, sino afectivo, terapéutico, científico,
humanitario o social; así, en los contratos relativos al cuidado de la salud, como
el celebrado para la realización de una intervención quirúrgica, el aspecto
patrimonial que pueda encontrarse involucrado responde a un interés
prevalente, extrapatrimonial, por el cuidado de la salud del paciente.
• no ha de ser contrario a la moral y las buenas costumbres
• no ha de afectar la dignidad de la persona humana
• no ha de ser lesivo para los derechos ajenos
• tratándose de bienes no ha de estar prohibido que sean objeto del contrato
2.3 CAUSA
SISTEMA DEL CODIGO CIVIL Y COMERCIAL
Necesidad causa
ARTÍCULO 1013.- La causa debe existir en la formación del contrato y durante su celebración y
subsistir durante su ejecución. La falta de causa da lugar, según los casos, a la nulidad,
adecuación o extinción del contrato.

En el art. 1013 CCyC se establece el principio de necesidad de causa de los contratos,


pautándose que ella debe existir en el momento de la formación y durante la
celebración, y subsistir durante la ejecución.
La existencia de causa lícita en la formación del vínculo contractual es imprescindible,
por tratarse de un elemento necesario para la existencia misma del contrato. Su
afectación o desaparición en la etapa funcional puede dar lugar a la ineficacia
contractual, por frustración de la finalidad, cuestión prevista y regulada en el art. 1090
CCyC.
ARTÍCULO 1014.- Causa ilícita. El contrato es nulo cuando:
a. su causa es contraria a la moral, al orden público o a las buenas costumbres;
b. ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito o inmoral común.
Si sólo una de ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a invocar el
contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha dado, sin obligación de cumplir lo
que ha ofrecido

Según se establece en el art. 1014, la causa es ilícita cuando:


• es contraria a la moral, el orden público o las buenas costumbres, criterio de
valoración sobre el que existe entre nosotros abundante labor doctrinaria y
jurisprudencial; y
• ambas partes concluyeron el contrato por un motivo ilícito o inmoral común, lo
que puede darse cuando un contrato con finalidad típica lícita —como una
locación o una compraventa— es celebrado por las partes para el soporte de
actividades ilícitas, prohibidas por ley. Pero si solo una de ellas persigue un fin
ilícito o inmoral, el contenido antijurídico de su conducta le impide invocar el
contrato frente a la parte que obró de buena fe, la que sí puede reclamar la
restitución de lo que entregó, sin estar constreñida a cumplir las obligaciones
asumidas.
La regulación de la ilicitud de la causa pone en evidencia el deber de las partes
en los contratos de ajustar su conducta a la regla moral y a la legislación vigente.
2.4 FORMAS DE LOS CONTRATOS
Concepto
La forma es el modo de ser del acto, la manera en que se hace reconocible en el medio
social.
ARTÍCULO 1015.- Libertad de formas. Solo son formales los contratos a los cuales la ley les
impone una forma determinada.

Contratos formales y no formales


El art. 969 del Código define a los contratos formales como “aquellos para los cuales la
ley exige una forma para su validez, por lo tanto son nulos si la solemnidad no ha sido
satisfecha”.

Ahora bien, cuando la forma requerida para los contratos lo es sólo para que éstos
produzcan sus efectos propios, sin sanción de nulidad, no quedan concluidos como
tales mientras no se haya otorgado el instrumento previsto, pero valen como contratos
en los que las partes se obligaron a cumplir con la expresada formalidad.
Si, por el contrario, la ley o las partes no imponen una forma determinada, ésta debe
constituir sólo un medio de prueba de la celebración del contrato.
ARTÍCULO 1017.- Escritura pública. Deben ser otorgados por escritura pública:
a. los contratos que tienen por objeto la adquisición, modificación o extinción de derechos
reales sobre inmuebles. Quedan exceptuados los casos en que el acto es realizado mediante
subasta proveniente de ejecución judicial o administrativa;
b. los contratos que tienen por objeto derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles;
c. todos los actos que sean accesorios de otros contratos otorgados en escritura pública;
d. los demás contratos que, por acuerdo de partes o disposición de la ley, deben ser otorgados
en escritura pública.

ARTÍCULO 1018.- Otorgamiento pendiente del instrumento. El otorgamiento


pendiente de un instrumento previsto constituye una obligación de hacer si el futuro contrato no
requiere una forma bajo sanción de nulidad.
Si la parte condenada a otorgarlo es remisa, el juez lo hace en su representación, siempre que
las contraprestaciones estén cumplidas, o sea asegurado su cumplimiento.
La norma responde a la realidad del tráfico negocial de nuestro país, en el que es
habitual que las partes en contratos que tienen impuesto algún recaudo formal
específico, obrando de buena fe, los celebren sin satisfacerlo, como ha sido tradicional
que ocurriera con la

inmobiliaria, en la que suele firmarse un boleto de compraventa —ahora


específicamente previsto en los arts. 1170 a 1171 CCyC— en el que quedan
establecidos los términos de la operación y el compromiso de los celebrantes de
otorgar la escritura pública.
De lo que se trata en este artículo es de una forma de conversión del negocio jurídico,
vía por la que se procura preservar su utilidad práctica y conservar su finalidad jurídico-
económica.
Existe una comunidad de fines entre el acto convertido y el nuevo, que satisface las
exigencias formales enunciadas por las partes o por la ley.
PRUEBA
Conforme lo señala Alterini (2012), “la forma es el elemento externo del contrato; la
prueba es el medio para demostrar que fue celebrado”
ARTÍCULO 1019.- Medios de prueba. Los contratos pueden ser probados por todos los
medios aptos para llegar a una razonable convicción según las reglas de la sana crítica, y con
arreglo a lo que disponen las leyes procesales, excepto disposición legal que establezca un
medio especial.
Los contratos que sea de uso instrumentar no pueden ser probados exclusivamente por
testigos.

Principio de prueba por escrito


Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la
otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la
existencia del contrato.
Como señala Alterini (2012), “el principio de prueba por escrito constituye un indicio,
resultante de un instrumento no firmado por la otra parte que, teniendo relación directa
con el contrato, resulta elemento de juicio útil para tenerlo por probado” (2012, p. 449).
ARTICULO 1020.- Prueba de los contratos formales. Los contratos en los cuales la
formalidad es requerida a los fines probatorios pueden ser probados por otros medios,
inclusive por testigos, si hay imposibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida
la formalidad o si existe principio de prueba instrumental, o comienzo de ejecución.
Se considera principio de prueba instrumental cualquier instrumento que emane de la
otra parte, de su causante o de parte interesada en el asunto, que haga verosímil la
existencia del contrato.
SUB-EJE TEMATICO 3: VICISITUDES
3.1 EXCEPCION DE INCUMPLIMIENTO
Concepto
ARTÍCULO 1031.- Suspensión del cumplimiento. En los contratos bilaterales, cuando las partes
deben cumplir simultáneamente, una de ellas puede suspender el cumplimiento de la
prestación, hasta que la otra cumpla u ofrezca cumplir. La suspensión puede ser deducida
judicialmente como acción o como excepción. Si la prestación es a favor de varios interesados,
puede suspenderse la parte debida a cada uno hasta la ejecución completa de la
contraprestación.

Para que proceda la suspensión del cumplimiento se requiere:


• que se trate de un contrato bilateral (art. 966 CCyC); y
• que el cumplimiento de las prestaciones a cargo de cada una de las partes deba
producirse en forma simultánea; por lo que la previsión no resulta de aplicación
en los casos de contraprestaciones sucesivas.
El planteo de la suspensión puede hacerse en forma extrajudicial o judicial —lo que se
deriva del empleo del “puede” en su redacción—, supuesto en el que podrá articularse
por vía de acción o de excepción dilatoria, con efectividad hasta que la parte
eventualmente remisa dé cumplimiento u ofrezca seriamente cumplir
3.2 TUTELA PREVENTIVA
ARTÍCULO 1032.- Una parte puede suspender su propio cumplimiento si sus derechos
sufriesen una grave amenaza de daño porque la otra parte ha sufrido un menoscabo
significativo en su aptitud para cumplir, o en su solvencia. La suspensión queda sin efecto
cuando la otra parte cumple o da seguridades suficientes de que el cumplimiento será
realizado.

La ley le permite que, de manera preventiva, suspenda el cumplimiento de sus


prestaciones, estando esta suspensión justificada por la situación de incertidumbre de
la contraria. Asimismo, dispone que la suspensión sea dejada sin efecto, en tanto la
otra parte otorgue garantías suficientes de que cumplirá con sus prestaciones.
3.3 OBLIGACION DE SANEAMIENTO
La fuente de la obligación de sanear los vicios jurídicos o materiales ocultos, existentes
en la cosa al tiempo de la entrega, es la transmisión. Es, a partir de ella, que nace la
obligación de sanear.
Evicción y vicios ocultos son especies de la garantía general de saneamiento.
Sujetos responsables
ARTÍCULO 1033.- Están obligados al saneamiento:
a. el transmitente de bienes a título oneroso;

La garantía se dará en todos los supuestos en los que medien transmisiones a título
oneroso y comprende las donaciones con cargo (arts. 1562 y 1563 CCyC) o
remuneratorias (art. 1561 CCyC) que, de acuerdo a lo establecido en el art. 1564
CCyC, se consideran como actos a título oneroso en la medida en que se limiten a una
equitativa retribución de los servicios recibidos o en que exista equivalencia de valores
entre la cosa donada y los cargos impuestos.
No obstante, cabe señalar que en la donación sin componente de onerosidad, el
donante puede responder por saneamiento en los supuestos contemplados en los arts.
1556 a 1558 CCyC.
b. quien ha dividido bienes con otros;

Cuando varias personas son cotitulares de los mismos bienes, no poseen una parte
determinada de ellos, sino una parte indivisa, una porción ideal. La división de bienes
produce la determinación material de lo que a cada uno corresponde y por vía de lo
aquí dispuesto se procura mantener la equidad en la distribución, la que se vería
afectada si quien recibe un determinado bien se ve luego vencido por un tercero en
juicio sobre su titularidad o sufre un detrimento patrimonial en razón de un vicio oculto
de la cosa, situación que el ordenamiento jurídico prevé, estableciendo la garantía,
también en este caso.
c. sus respectivos antecesores, si han efectuado la correspondiente transferencia a título
oneroso.

En razón de lo establecido en este inciso, si el adquirente de un bien es a título gratuito


y carece de acción contra su transmitente inmediato, podrá accionar contra cualquiera
de los antecesores de este, avanzando en la cadena de transmisiones hasta llegar a
quién era el titular del derecho al tiempo de la aparición del vicio en el derecho o en la
materialidad de la cosa. Lo que resulta justo pues, de lo contrario, la existencia de un
acto a título gratuito en una secuencia de transmisiones liberaría de responsabilidad a
quien transmitió originalmente un derecho viciado.
ARTÍCULO 1034.- Garantías comprendidas en la obligación de saneamiento. El obligado al
saneamiento garantiza por evicción y por vicios ocultos conforme a lo dispuesto en esta
Sección, sin perjuicio de las normas especiales

En este tramo del Código se trata de la obligación de saneamiento, que es la que tiene
el transmitente, de reparar el daño que sufre el adquirente si es vencido en el derecho
por un tercero (evicción) o si la cosa transmitida tiene un vicio en su materialidad (vicio
oculto o redhibitorio). Se trata, pues, de una garantía referida a los aspectos jurídicos y
de otra relativa a la faz material de la operación realizada entre las partes.
3.4 Responsabilidad por saneamiento
La responsabilidad por saneamiento resulta un elemento natural de los contratos a los
que se aplica, en los que rige supletoriamente, aun cuando no hubiera sido establecida
ARTÍCULO 1039.- Responsabilidad por saneamiento. El acreedor de la obligación de
saneamiento tiene derecho a optar entre:
a. reclamar el saneamiento del título o la subsanación de los vicios;

La subsanación del vicio puede darse, en caso de evicción, por ejemplo, por la
adquisición que el transmitente haga del bien de quien sea su dueño tras haberlo
entregado como si fuera propio al acreedor de la garantía. En el caso del vicio
redhibitorio, ella puede producirse por vía de la reparación del vicio a costa del
transmitente.
b. reclamar un bien equivalente, si es fungible;

La sustitución por el transmitente de cosa fungible por otra de igual especie que no se
encuentre afectada por reclamos jurídicos de terceros o por defectos ocultos en su
materialidad, según el caso, constituye una vía idónea para la satisfacción de la
garantía de saneamiento.
c. declarar la resolución del contrato, excepto en los casos previstos por los artículos 1050 y
1057.

La resolución puede aquí pedirse en tanto no se hubiera producido la prescripción


adquisitiva (art. 1050 CCyC) o el vicio oculto fuera subsanable y tal subsanación fuera
ofrecida por el transmitente (art. 1057 CCyC).
3.5 Responsabilidad por daños
ARTÍCULO 1040.-. El acreedor de la obligación de saneamiento también tiene derecho a la
reparación de los daños en los casos previstos en el artículo 1039, excepto:
a. si el adquirente conoció, o pudo conocer el peligro de la evicción o la existencia de vicios;
b. si el enajenante no conoció, ni pudo conocer el peligro de la evicción o la existencia de
vicios;
c. si la transmisión fue hecha a riesgo del adquirente;
d. si la adquisición resulta de una subasta judicial o administrativa.
La exención de responsabilidad por daños prevista en los incisos a) y b) no puede invocarse
por el enajenante que actúa profesionalmente en la actividad a la que corresponde la
enajenación, a menos que el adquirente también se desempeñe profesionalmente en esa
actividad.

Se prevé en esta norma la posibilidad, para el acreedor de la garantía de saneamiento,


de reclamar por los daños y perjuicios que pudo haber sufrido como derivación del
negocio alterado por la existencia de vicios.
ARTÍCULO 1041.- Pluralidad de bienes. En los casos en que la responsabilidad por
saneamiento resulta de la enajenación de varios bienes se aplican las siguientes reglas:
a. si fueron enajenados como conjunto, es indivisible;
b. si fueron enajenados separadamente, es divisible, aunque haya habido una contraprestación
única.
En su caso, rigen las disposiciones aplicables a las cosas accesorias.

Cuando diferentes bienes son enajenados como un conjunto que constituye el objeto
de un contrato —por ejemplo, los componentes de un juego de vajilla—, la verificación
de un supuesto de evicción o de vicio oculto con relación a alguno de ellos habilita a la
aplicación de lo dispuesto en los arts. 1039 y 1040 CCyC respecto del conjunto todo;
ello en razón de aplicarse las disposiciones que rigen en materia de obligaciones
indivisibles, que no son susceptibles de cumplimiento parcial (art. 813 CCyC). Se trata
de un supuesto en el que la indivisibilidad es dispuesta por la ley (art. 814, inc. c,
CCyC).
ARTÍCULO 1042.- Pluralidad de sujetos. Quienes tienen responsabilidad por saneamiento en
virtud de enajenaciones sucesivas son obligados concurrentes.
Si el bien ha sido enajenado simultáneamente por varios copropietarios, éstos sólo responden
en proporción a su cuota parte indivisa, excepto que se haya pactado su solidaridad.

La obligación por saneamiento puede estar a cargo de diferentes personas:


• los enajenantes sucesivos son obligados concurrentes. Esto significa que el
acreedor de la obligación de saneamiento puede reclamarla a cualquiera de
ellos.
• Cuando se trata de un bien enajenado por varios copropietarios de manera
simultánea, los copropietarios responden sólo en relación a su cuota indivisa
sobre el bien.
Es decir que, en principio, no tienen solidaridad, excepto que ésta se haya
pactado expresamente.
ARTÍCULO 1043.- Ignorancia o error. El obligado al saneamiento no puede invocar su
ignorancia o error, excepto estipulación en contrario.

3.6 RESPONSABILIDAD POR EVICCION


En términos generales, y sin perjuicio de las variaciones de régimen previstas para
situaciones concretas, la evicción como garantía constituye la obligación de quien
transmitió un derecho a título oneroso, por la que debe asistir o sustituir en un proceso
judicial al adquirente frente a todo planteo de causa jurídica anterior o contemporánea
al acto de transmisión, que podría conducir a que se lo privara total o parcialmente del
derecho adquirido; ella comprende, asimismo, la obligación subsidiaria de indemnizarlo
en caso de incumplimiento o de intervención infructuosa.
La palabra evicción, en términos generales, como explicaba Vélez Sarsfield, es toda
especie de pérdida, turbación o perjuicio que sufra quien adquirió una cosa. Implica que
todo enajenante en un acto bilateral oneroso es responsable frente al adquirente por
las consecuencias que se derivan de la falta de legitimidad del derecho que transmite.
Contenido de la responsabilidad por evicción
ARTÍCULO 1044.-. La responsabilidad por evicción asegura la existencia y la legitimidad del
derecho transmitido, y se extiende a:
a. toda turbación de derecho, total o parcial, que recae sobre el bien, por causa anterior o
contemporánea a la adquisición;

Para que funcione, quien adquiere por título oneroso debe frente enfrentado a otra
persona, que ejerce una pretensión jurídica, por la cual le impida total o parcialmente,
el ejercicio del derecho transmitido. Esa turbación debe encontrar fundamento en la
pretensión jurídica que ejerce la otra parte.
b. los reclamos de terceros fundados en derechos resultantes de la propiedad intelectual o
industrial, excepto si el enajenante se ajustó a especificaciones suministradas por el
adquirente;
c. las turbaciones de hecho causadas por el transmitente.

De acuerdo a lo expuesto y a lo regulado en los restantes artículos de la Sección, para


que proceda la responsabilidad por evicción, deben satisfacerse los siguientes
requisitos, establecidos en los arts. 1033 y 1044 CCyC:
• que se trate de un acto oneroso de transmisión de derechos o de la división de
bienes entre cotitulares (art. 1033, inc. a y b, CCyC);
• que exista turbación de derecho que recaiga sobre el bien o de turbación de
hecho proveniente del propio enajenante (art. 1044, inc. a y c, CCyC), pues las
provenientes de terceros son ajenas a la aplicación de este instituto (art. 1045,
inc. a, CCyC) y deben ser enfrentadas por vía del ejercicio de las acciones
posesorias reguladas en el Libro Cuarto, Título XIII de este Código;
• que la causa de la evicción sea anterior o contemporánea a la adquisición (art.
1044, inc. a, CCyC).
ARTÍCULO 1045.- Exclusiones. La responsabilidad por evicción no comprende:
a. las turbaciones de hecho causadas por terceros ajenos al transmitente;
b. las turbaciones de derecho provenientes de una disposición legal;
c. la evicción resultante de un derecho de origen anterior a la transferencia, y consolidado
posteriormente. Sin embargo, el tribunal puede apartarse de esta disposición si hay un
desequilibrio económico desproporcionado.
ARTÍCULO 1046.- Citación por evicción. Si un tercero demanda al adquirente en un proceso
del que pueda resultar la evicción de la cosa, el garante citado a juicio debe comparecer en los
términos de la ley de procedimientos.
El adquirente puede seguir actuando en el proceso.
ARTÍCULO 1047.- Gastos de defensa. El garante debe pagar al adquirente los gastos que éste
ha afrontado para la defensa de sus derechos.
Sin embargo, el adquirente no puede cobrarlos, ni efectuar ningún otro reclamo si:
a. no citó al garante al proceso;
b. citó al garante, y aunque éste se allanó, continuó con la defensa y fue vencido.

Siguiendo, en parte, la opinión de Josserand, este autor señala que la garantía de


evicción se convierte en una obligación de no hacer, puesto que el transmitente queda
obligado a no privar, no turbar al adquirente en el goce del derecho que le transmitió;
pero también en una obligación de hacer que tiene el obligado de acudir en defesa del
adquirente, asistiéndolo o sustituyéndolo procesalmente, frente a cualquier pretensión
deducida en contra del adquirente por parte de un tercero.
De lo que se viene explicando, surge que si un tercero (el que invoca un mejor
derecho) inicia una demanda contra el adquirente, este puede citar a juicio a su
enajenante, quien debe tomar intervención y salir en defensa de los derechos de su
comprador. Si el adquirente resulta vencido por el tercero, el enajenante deberá
responder por los daños y perjuicios y la devolución del precio cobrado.
ARTÍCULO 1048.- Cesación de la responsabilidad. En los casos en que se promueve el
proceso judicial, la responsabilidad por evicción cesa:
a. si el adquirente no cita al garante, o lo hace después de vencido el plazo que establece la ley
procesal;

Ello, salvo que demuestre que no existía oposición justa posible ante el derecho
invocado por el vencedor, como se prevé en el último párrafo del artículo.
b. si el garante no comparece al proceso judicial, y el adquirente, actuando de mala fe, no
opone las defensas pertinentes, no las sostiene, o no interpone o no prosigue los recursos
ordinarios de que dispone contra el fallo desfavorable;
c. si el adquirente se allana a la demanda sin la conformidad del garante; o somete la cuestión
a arbitraje y el laudo le es desfavorable.
Sin embargo, la responsabilidad subsiste si el adquirente prueba que, por no haber existido
oposición justa que hacer al derecho del vencedor, la citación oportuna del garante por
evicción, o la interposición o sustanciación de los recursos, eran inútiles; o que el allanamiento
o el laudo desfavorable son ajustados a derecho.
ARTÍCULO 1049.- Régimen de las acciones. El acreedor de la responsabilidad dispone del
derecho a declarar la resolución:
a. si los defectos en el título afectan el valor del bien a tal extremo que, de haberlos conocido,
el adquirente no lo habría adquirido, o su contraprestación habría sido significativamente
menor;
b. si una sentencia o un laudo produce la evicción.

Por lo pautado en este artículo, el acreedor de la obligación de responsabilidad puede


en dos circunstancias declarar resuelto el negocio jurídico por el que se le transmitió la
cosa:
• si los problemas jurídicos que presenta el título del bien afectan su valor en
grado tal que, de haberlos conocido el adquirente, no lo hubiese adquirido o
hubiese pagado por él un precio significativamente menor; y
• si el adquirente sufre la evicción del bien, vencido por sentencia o laudo arbitral.
ARTÍCULO 1050.- Prescripción adquisitiva. Cuando el derecho del adquirente se sanea por el
transcurso del plazo de prescripción adquisitiva, se extingue la responsabilidad por evicción.

El paso del tiempo puede sanear un título defectuoso, tornando en titular del dominio
de un bien a quien lo tiene en su poder en razón de una transmisión de parte de quien
no era titular dominial de la cosa al tiempo de la celebración del contrato. Esa
adquisición posterior consolida el derecho y sanea jurídicamente el acto de
transferencia que podía ser objeto de reclamos por terceros que invocaran mejores
derechos sobre el bien objeto de la operación.
3.7 RESPONSABILIDAD POR VICIOS OCULTOS
Concepto
Los vicios ocultos constituyen una garantía de los contratos onerosos que protege al
adquirente permitiéndole devolver la cosa al enajenante si presentan vicios que la
hacen impropia para su destino o exigir una disminución del precio,
El vicio que ocasiona el funcionamiento de la garantía, a diferencia de la evicción, es un
vicio de hecho, que surge de la materialidad de la cosa y pueda ser advertido a simple
vista.
No cualquier vicio puede hacer funcionar la garantía, sino aquel que la haga impropia
para su destino o disminuya gravemente su utilidad. Explica Wayar que para calificar
cual es el destino específico de la cosa, no solo debe valorarse su naturaleza, sino
también se atenderá a las previsiones de las partes expuestas en el contrato. El juez
debe apreciar en cada caso particular la gravedad del vicio en función del destino
previsto para la cosa adquirida, cuando esa finalidad no está especificada en el
contrato, habrá de estarse al uso común que se normalmente se le da.
ARTÍCULO 1051.- Contenido de la responsabilidad por vicios ocultos.
La responsabilidad por defectos ocultos se extiende a:
a. los defectos no comprendidos en las exclusiones del artículo 1053;
b. los vicios redhibitorios, considerándose tales los defectos que hacen a la cosa impropia para
su destino por razones estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal extremo que,
de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido, o su contraprestación hubiese sido
significativamente menor.

La responsabilidad por vicios ocultos de la cosa es inherente a los contratos onerosos y


está destinada a proteger los intereses del adquirente, permitiéndole exigir una
disminución del precio o dejar sin efecto la operación en caso de presentar el bien
defectos que lo hagan impropio para su destino.
Todo defecto no ostensible en la materialidad de una cosa puede ser considerado vicio
oculto, género que comprende a los vicios redhibitorios, definidos en el art. 1051, inc. b,
CCyC, como los defectos que hacen a la cosa impropia para su destino por razones
estructurales o funcionales o bien que disminuyen su utilidad a tal extremo, que —de
haberlos conocido— el adquirente no la habría adquirido o hubiera dado por ella una
contraprestación de menor valor.
ARTÍCULO 1052.- Ampliación convencional de la garantía. Se considera que un defecto es
vicio redhibitorio:
a. si lo estipulan las partes con referencia a ciertos defectos específicos, aunque el adquirente
debiera haberlos conocido;
b. si el enajenante garantiza la inexistencia de defectos, o cierta calidad de la cosa transmitida,
aunque el adquirente debiera haber conocido el defecto o la falta de calidad;
c. si el que interviene en la fabricación o en la comercialización de la cosa otorga garantías
especiales. Sin embargo, excepto estipulación en contrario, el adquirente puede optar por
ejercer los derechos resultantes de la garantía conforme a los términos en que fue otorgada.
ARTÍCULO 1053.- Exclusiones. La responsabilidad por defectos ocultos no comprende:
a. los defectos del bien que el adquirente conoció, o debió haber conocido mediante un examen
adecuado a las circunstancias del caso al momento de la adquisición, excepto que haya hecho
reserva expresa respecto de aquéllos. Si reviste características especiales de complejidad, y la
posibilidad de conocer el defecto requiere cierta preparación científica o técnica, para
determinar esa posibilidad se aplican los usos del lugar de entrega;
b. los defectos del bien que no existían al tiempo de la adquisición. La prueba de su existencia
incumbe al adquirente, excepto si el transmitente actúa profesionalmente en la actividad a la
que corresponde la transmisión.

De tal modo, la responsabilidad por defectos ocultos comprende:


• Los defectos no comprendidos en las exclusiones del art. 1053 CCyC, referidas
a los defectos del bien que el adquirente conoció o debió haber conocido
mediante un examen adecuado a las circunstancias del caso al tiempo de la
adquisición y los defectos del bien que no existían al tiempo de la adquisición.
Así, la garantía alcanza a:
• los defectos ocultos del bien que el adquirente no pudo haber conocido
mediante un examen adecuado al tiempo de la entrega (art. 1053, inc. a,
CCyC);
• los defectos ocultos del bien con relación a los que se haya hecho reserva
expresa (art. 1053, inc. a, CCyC); y
• los defectos ocultos del bien que existían al tiempo de la adquisición (art.
1053, inc. b, CCyC).
• Los vicios redhibitorios, defectos que hacen a la cosa impropia para su destino o
disminuyen su utilidad en grado tal que, de haber sido conocidos por el
adquirente, este no habría contratado como lo hizo; categoría que puede
comprender:
• defectos ocultos que no revistan dicha envergadura pero a los que las
partes decidan dar el tratamiento jurídico de los vicios redhibitorios (art.
1052, inc. a CCyC);
• defectos cuya atención haya sido expresamente garantizada por el
enajenante, aunque el adquirente debiera haber conocido su existencia
(art. 1052, inc. b, CCyC); y
• defectos con relación a los que los partícipes de la cadena de
comercialización del bien otorgaron garantías especiales (art. 1052, inc. c,
CCyC).
No serán defectos ocultos:
• los defectos aparentes, ostensibles o manifiestos que el adquirente pudo haber
conocido por medio de la práctica de un examen ordinario. En caso de ser
requerida una preparación científica o técnica para la evaluación, se aplicarán
los usos del lugar de la entrega, a fin de determinar qué puede considerarse
vicio oculto y qué no, así ocurre, por ejemplo, con la compra de hacienda; y
• los defectos que al momento de la adquisición no existían y sobrevienen
después del momento de la adquisición de la cosa y que, en modo alguno, se
encontraban presentes en ella al tiempo de la tradición.
La prueba sobre la existencia del defecto al tiempo de la tradición incumbe al
adquirente, salvo que el enajenante sea un profesional del área de mercado, en cuyo
caso se invierte la carga. De tratarse de una cuestión que requiere especiales
conocimientos, dicha prueba deberá también estar destinada a acreditar tal
circunstancia.
Ejercicio de la responsabilidad por defectos ocultos.
ARTÍCULO 1054.- El adquirente tiene la carga de denunciar expresamente la existencia del
defecto oculto al garante dentro de los sesenta días de haberse manifestado.
Si el defecto se manifiesta gradualmente, el plazo se cuenta desde que el adquirente pudo
advertirlo. El incumplimiento de esta carga extingue la responsabilidad por defectos ocultos,
excepto que el enajenante haya conocido o debido conocer, la existencia de los defectos.

En el art. 1054 CCyC se impone al adquirente la carga de denunciar la manifestación


del defecto oculto dentro de los sesenta días de haberse hecho este ostensible. Se
trata de una carga y no de una obligación; un imperativo del propio interés del
adquirente quien, de no dar cuenta de la aparición del defecto, pierde la posibilidad de
hacer efectiva la responsabilidad del transmitente, operándose un supuesto de
caducidad que solo puede verse enervado por la acreditación de una circunstancia: que
el enajenante haya conocido o debido conocer la existencia del defecto; supuesto en el
que, con fundamento en la buena fe del adquirente, se puede soslayar el término fatal.
Caducidad
ARTÍCULO 1055. La responsabilidad por defectos ocultos caduca:
a. si la cosa es inmueble, cuando transcurren tres años desde que la recibió;
b. si la cosa es mueble, cuando transcurren seis meses desde que la recibió o puso en
funcionamiento.
Estos plazos pueden ser aumentados convencionalmente.
La prescripción de la acción está sujeta a lo dispuesto en el Libro Sexto.

El procedimiento a seguir por el acreedor de la garantía


Si se trata de un vicio oculto que hace a la cosa impropia para su destino, el adquirente
debe formular denuncia dentro de los 60 días de haberse hecho evidente y dentro de
los tres años de la tradición de la cosa, si se trata de un inmueble, o dentro de los seis
meses de recibida o puesta en funcionamiento, si se trata de cosa mueble. Esos plazos
de caducidad, de tres años y de seis meses, pueden ser ampliados por acuerdo de
partes, pero no reducidos.
Si se está ante un defecto que se hace ostensible en forma gradual, el plazo para la
formulación de la denuncia se cuenta desde la primera evidencia de su existencia.
En caso de sucesivas transmisiones, los plazos mencionados cuentan para cada nuevo
adquirente.
A ello se suma el plazo de prescripción anual regulado en el art. 2564, inc. a, CCyC;
por lo que se requiere, entonces, que el defecto se haga ostensible dentro del plazo de
caducidad establecido para el bien del que se trate —mueble o inmueble— y que se
formule denuncia ante el transmitente dentro de los sesenta días de hacerse evidente
y, a partir de entonces, el adquirente cuenta con un año para interponer la acción.
ARTÍCULO 1056.- Régimen de las acciones. El acreedor de la garantía dispone del derecho a
declarar la resolución del contrato:
a. si se trata de un vicio redhibitorio;
b. si medió una ampliación convencional de la garantía.
ARTÍCULO 1057.- Defecto subsanable. El adquirente no tiene derecho a resolver el contrato si
el defecto es subsanable, el garante ofrece subsanarlo y él no lo acepta. Queda a salvo la
reparación de daños.
ARTÍCULO 1058.- Pérdida o deterioro de la cosa. Si la cosa perece total o parcialmente a
causa de sus defectos, el garante soporta su pérdida.

Régimen de las distintas acciones factibles


Debe distinguirse, según se trate de defecto oculto subsanable o no subsanable:
• El acreedor por defecto oculto no subsanable puede:
• si el bien es fungible, reclamar uno equivalente (art. 1039, inc. b, CCyC);
• resolver el contrato (arts. 1039, inc. c, y 1056 CCyC), siempre que se
trate de un vicio redhibitorio, por ser tal o por haberle dado las partes esa
consideración;
• sumar a esas acciones el reclamo por daños y perjuicios, siempre que no
haya conocido o podido conocer la existencia de vicios, que la
transmisión no haya sido hecha a riesgo del adquirente o que no
resultase de subasta judicial o administrativa (art. 1040 CCyC).
• El acreedor por defecto oculto subsanable, por su parte, puede:
• reclamar la subsanación del vicio (arts. 1039, inc. a, y 1057 CCyC);
• si el bien es fungible, reclamar uno equivalente (art. 1039, inc. b, CCyC);
• resolver el contrato (arts. 1039, inc. c, y 1057 CCyC), siempre que el
enajenante no haya ofrecido la subsanación, aunque ella no fuera
aceptada y
• adicionar el reclamo por daños y perjuicios que resulta acumulable para
el supuesto de defectos no subsanables (art. 1040 CCyC).
La acción por daños no resulta viable:
• si el adquirente conoció o pudo conocer la existencia del vicio, salvo que el
enajenante fuera un profesional del sector del mercado propio de la operación y,
quien recibe la cosa, no;
• si el enajenante no conoció o no pudo conocer la existencia del vicio, con la
misma salvedad del punto anterior—se privilegia la buena fe—;
• si la transmisión fue hecha a riesgo del adquirente; y
• si la adquisición resulta de una subasta judicial o administrativa de carácter
forzoso.
SUB-EJE TEMATICO 4: EXTINCION
4.1 FRUSTRACION DEL CONTRATO
Concepto- régimen legal
La ley contempla un caso particular de resolución del contrato, entendida como la
extinción por la frustración definitiva de la finalidad del contrato. En este caso, se
quiebra la causa del contrato.
Esta teoría no había tenido recepción legislativa antes de la reforma introducida por ley
26.994.82 Sin embargo, su uso se había extendido jurisprudencialmente y ha tenido
mucho desarrollo doctrinario.
ARTÍCULO 1090.- La frustración definitiva de la finalidad del contrato autoriza a la parte
perjudicada a declarar su resolución, si tiene su causa en una alteración de carácter
extraordinario de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, ajena a las partes
que supera el riesgo asumido por la que es afectada. La resolución es operativa cuando esta
parte comunica su declaración extintiva a la otra. Si la frustración de la finalidad es temporaria,
hay derecho a resolución sólo si se impide el cumplimiento oportuno de una obligación cuyo
tiempo de ejecución es esencial.

Requisitos para la resolución por frustración de la finalidad


La frustración requiere:
• un contrato válido subsistente al tiempo del planteo;
• la existencia de una causa, típica o motivacional, que pueda considerarse
objetivada en el contrato;
• la incidencia de un hecho sobreviniente, inesperado, grave, ajeno a las partes,
que afecte la posibilidad de concreción de esa causa de modo permanente y no
meramente temporal y supere el riesgo asumido por la parte afectada;
• inexistencia de mora relevante o de culpa o dolo vinculados con la generación
de la frustración causal, de la parte que efectúa el planteo;
• planteo de parte
La norma no distingue los tipos de contratos a los que se aplica, por lo que cabe
considerar que puede ser invocada en todo tipo de vínculo en el que se vea frustrada la
finalidad considerada.
En cuanto a los efectos de la frustración, su admisión conduce a la resolución del
vínculo contractual y, dado que el evento frustrante, en tanto técnicamente tal, es ajeno
a la conducta de las partes, no da lugar a resarcimiento, aunque sí quedarán firmes las
prestaciones cumplidas, no así las pendientes; ello, sin perjuicio de los pagos que
corresponda hacer con relación a lo devengado y aún no pagado, antes de producirse
la frustración.
Si se entregó algún adelanto en razón de una prestación que no podrá ya ser cumplida,
corresponde su restitución. Las partes pueden acordar la compensación de gastos.
4.2 TEORÍA DE LA IMPREVISIÓN
ARTÍCULO 1091.- Si en un contrato conmutativo de ejecución diferida o permanente, la
prestación a cargo de una de las partes se torna excesivamente onerosa, por una alteración
extraordinaria de las circunstancias existentes al tiempo de su celebración, sobrevenida por
causas ajenas a las partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene derecho a
plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez, por acción o como excepción, la resolución
total o parcial del contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al tercero a quien le han sido
conferidos derechos, o asignadas obligaciones, resultantes del contrato; y al contrato aleatorio
si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas extrañas a su álea propia.

Las condiciones de aplicación son:


• contratos bilaterales conmutativos de ejecución diferida o permanente, y
• los aleatorios en la medida en que la excesiva onerosidad exceda dicha álea.
A diferencia de la frustración de la finalidad del contrato, en la que existe un quiebre en
la causa del mismo, en la imprevisión lo que se afecta es la cuantía de las prestaciones
comprometidas. No se trata de casos que necesariamente impidan el cumplimiento de
las prestaciones comprometidas, pero las tornan excesivamente onerosas para el
deudor.
4.3 LESION EN MATERIA CONTRACTUAL
Ya visto en PRIVADO I
Tal como sostiene Alterini (2012), para diferenciar la lesión de la figura antes vista de la
imprevisión, en los dos casos el deudor sufre un perjuicio patrimonial exorbitante e
inicuo. Sin embargo, en la imprevisión, el perjuicio se produce en otro momento, al
tiempo del cumplimiento del contrato, es decir que en la imprevisión hay una lesión que
es sobreviniente pero por circunstancias extrañas al comportamiento de las partes. Por
otro lado, en la lesión el perjuicio sucede en otro momento diferente, cuando se celebra
el acto jurídico y como consecuencia del aprovechamiento de una de las partes de las
características de la otra. Asimismo, la imprevisión no incide sobre los efectos ya
cumplidos del contrato, a diferencia de la lesión cuando el afectado requiere la nulidad
del contrato
4.4 RESCISION
Concepto-régimen legal
ARTÍCULO 1076.- Rescisión bilateral. El contrato puede ser extinguido por rescisión
bilateral. Esta extinción, excepto estipulación en contrario, sólo produce efectos para el futuro y
no afecta derechos de terceros.

La rescisión bilateral es un contrato sujeto a las reglas de los actos jurídicos bilaterales,
aun cuando se lo emplee para dejar sin efecto contratos unilaterales, pues la
bilateralidad alude aquí a las voluntades que concurren a la formación del
consentimiento para el acto extintivo y no a la existencia o no de contraprestaciones.
Cabe concluir que es aplicable a todo tipo de contrato, bilateral o unilateral, sin que
importe que las prestaciones estén a cargo de una o de ambas partes, mientras no se
hayan ejecutado y estén pendientes. (…) La bilateralidad de la rescisión es requerida
no porque hay correspondencia bilateral de prestaciones sino porque fueron necesarias
dos voluntades para crear el contrato. Es bilateral, entonces, no en razón de las
prestaciones debidas — concepto de bilateralidad aplicable a la clasificación de los
contratos— sino en razón de las voluntades que los gestaron, concepto de bilateralidad
aplicable a la clasificación de los actos jurídicos”
La rescisión implica dejar sin efecto el contrato (rescindir un contrato significa dejarlo
sin efecto, por medio de lo que en la ciencia jurídica se conoce como distracto). Y ello
sólo opera ex nunc, es decir que la rescisión, excepto se pacte lo contrario, sólo tiene
efectos para el futuro y no afecta derechos de terceros.
ARTÍCULO 1077.- Extinción por declaración de una de las partes. El contrato puede ser
extinguido total o parcialmente por la declaración de una de las partes, mediante rescisión
unilateral, revocación o resolución, en los casos en que el mismo contrato, o la ley, le atribuyen
esa facultad.

RESCISIÓN UNILATERAL
La rescisión unilateral es un medio de extinción de un contrato que depende de la
exteriorización de voluntad de una de las partes contratantes y puede ser ejercida
cuando ello se encuentra habilitado por una norma legal o convencional, incorporada
por las partes en previsión de tal posibilidad.
A diferencia de lo que ocurre con la resolución, no hay en este caso una alteración del
equilibrio contractual derivado de la conducta de la contraria, como en la resolución por
incumplimiento, o de la alteración de las circunstancias tenidas en mira al tiempo de
contratar, como en la imprevisión; sino que lo que se produce por lo general es un
cambio en el interés de la parte que la formula o un agotamiento por desgaste de la
relación entre las partes, aun cuando no medie incumplimiento alguno.
REVOCACIÓN
La revocación es un medio de extinción de los actos jurídicos que, en el caso de los
contratos, se presenta como la facultad de una de las partes de dejar sin efecto el
vínculo en los casos previstos por el legislador. Opera por medio de una declaración
unilateral de voluntad que tiene por fin inmediato extinguir la relación jurídica.
La revocación es un medio de extinción de un contrato en que se concluyó el proceso
de formación del consentimiento, a diferencia de la retractación, por la que se deja sin
efecto una oferta en el proceso de formación del consentimiento contractual (art. 975
CCyC).
Al igual que la rescisión, la revocación opera a partir de su ejercicio, para el futuro (art.
1079, inc. a, CCyC) y deja subsistentes los efectos producidos en el período
transcurrido desde la existencia del contrato y hasta su extinción.
Son casos de revocación previstos en este Código en materia de contratos: el de la
donación, cuando es planteada por incumplimiento del cargo o por ingratitud, y la que
deja sin efecto el contrato por verificarse supernascencia de hijos (art. 1569 CCyC) o la
derivada del cambio de objeto de una fundación, cuando se estableció la revocación de
la donación de los bienes aportados en caso de producirse dicho cambio (art. 218
CCyC); el supuesto de extinción del mandato por revocación del mandante (art. 1329,
inc. c, CCyC) y, en el fideicomiso, la revocación por el fiduciante que se reservó
expresamente esa facultad, en tanto no se trate de un fideicomiso financiero en el que
se inició la oferta pública de los certificados de participación o de los títulos (art. 1697
CCyC)
RESOLUCIÓN
ARTÍCULO 1084.- Configuración del incumplimiento. A los fines de la resolución, el
incumplimiento debe ser esencial en atención a la finalidad del contrato. Se considera que es
esencial cuando:
a. el cumplimiento estricto de la prestación es fundamental dentro del contexto del contrato;
b. el cumplimiento tempestivo de la prestación es condición del mantenimiento del interés del
acreedor;
c. el incumplimiento priva a la parte perjudicada de lo que sustancialmente tiene derecho a
esperar;
d. el incumplimiento es intencional;
e. el incumplimiento ha sido anunciado por una manifestación seria y definitiva del deudor al
acreedor.

La resolución es un acto jurídico unilateral que genera la extinción del vínculo


contractual en etapa de cumplimiento, por causas sobrevinientes. Opera
retroactivamente, aunque con excepciones, y puede ser total o parcial (art. 1083
CCyC).
El hecho resolutorio pudo ser previsto por las partes o por la ley (art. 1089 CCyC); ser
expreso (art. 1086 CCyC); o surgir tácitamente (arts. 1087 y 1088 CCyC).
La resolución depende de la previsión legal o del acuerdo de las partes, formulado en
el momento de su celebración; ellas pueden estipular la cláusula resolutoria que
consideren conveniente. Ella puede darse por cumplimiento de una condición
resolutoria (arts. 343 y 348 CCyC, supuesto en el que no actúa retroactivamente, conf.
art. 346 CCyC); por cumplimiento de un plazo resolutorio (art. 350 CCyC) o por alguno
de los supuestos de ineficacia previstos como resolutorios en este Capítulo del Código,
en los que opera con efecto retroactivo (ex tunc, art. 1079, inc. b, CCyC), quedando a
salvo los derechos constituidos a favor de terceros de buena fe a título oneroso. Para
las restituciones a realizar y la determinación de daños y perjuicios debe estarse a lo
regulado en los artículos 1080, 1081 y 1082 CCyC.
De conformidad con el art. 1.085 del Código, cuando en el marco de un proceso judicial
de cumplimiento de contrato se dicta una sentencia que ordena el cumplimiento,
condenando al deudor, la ley prevé que esta resolución lleva implícita el apercibimiento
de que si no se cumple la condena en la etapa de ejecución de sentencia, entonces el
acreedor puede optar por la resolución del contrato.
De acuerdo con lo sostenido en el Código comentado de Rivera en relación a este
artículo, (...) en el presente artículo se autoriza el uso del jus variandi ya dentro del
proceso judicial y se establece que ante el incumplimiento de la sentencia que condena
a efectuar la prestación, es decir, a cumplir, el acreedor puede optar por dirigir el
procedimiento hacia la resolución e indemnización de daños y perjuicios sin necesidad
de incoar otro proceso. (Leiva Fernández, 2015, p. 672).
ARTÍCULO 1078.- Disposiciones generales para la extinción por declaración de una de
las partes. Excepto disposición legal o convencional en contrario, se aplican a la rescisión
unilateral, a la revocación y a la resolución las siguientes reglas generales:
a. el derecho se ejerce mediante comunicación a la otra parte. La comunicación debe ser
dirigida por todos los sujetos que integran una parte contra todos los sujetos que integran la
otra;
b. la extinción del contrato puede declararse extrajudicialmente o demandarse ante un juez. La
demanda puede iniciarse aunque no se haya cursado el requerimiento previo que pudo
corresponder; en tal situación se aplica el inciso f);
c. la otra parte puede oponerse a la extinción si, al tiempo de la declaración, el declarante no ha
cumplido, o no está en situación de cumplir, la prestación que debía realizar para poder ejercer
la facultad de extinguir el contrato;
d. la extinción del contrato no queda afectada por la imposibilidad de restituir que tenga la parte
que no la declaró;
e. la parte que tiene derecho a extinguir el contrato puede optar por requerir su cumplimiento y
la reparación de daños. Esta demanda no impide deducir ulteriormente una pretensión
extintiva;
f. la comunicación de la declaración extintiva del contrato produce su extinción de pleno
derecho, y posteriormente no puede exigirse el cumplimiento ni subsiste el derecho de cumplir.
Pero, en los casos en que es menester un requerimiento previo, si se promueve la demanda
por extinción sin haber intimado, el demandado tiene derecho de cumplir hasta el vencimiento
del plazo de emplazamiento;
g. la demanda ante un tribunal por extinción del contrato impide deducir ulteriormente una
pretensión de cumplimiento;
h. la extinción del contrato deja subsistentes las estipulaciones referidas a las restituciones, a la
reparación de daños, a la solución de las controversias y a cualquiera otra que regule los
derechos y obligaciones de las partes tras la extinción.

4.5 CLÁUSULAS RESOLUTORIAS


ARTÍCULO 1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes pueden pactar expresamente
que la resolución se produzca en caso de incumplimientos genéricos o específicos
debidamente identificados. En este supuesto, la resolución surte efectos a partir que la parte
interesada comunica a la incumplidora en forma fehaciente su voluntad de resolver.

El pacto comisorio expreso “es una cláusula accidental del contrato en virtud de la cual
la parte cumplidora tiene derecho a resolver el contrato ante el incumplimiento de la
otra” (Alterini, 2012, p. 456). Como dijimos, el art. 1.086 del Código regula este instituto.
Para que produzca efectos, la parte que ejerce el pacto comisorio debe comunicarle a
la incumplidora, de manera fehaciente, su intención de resolver el contrato.
ARTÍCULO 1087.- Cláusula resolutoria implícita. En los contratos bilaterales la cláusula
resolutoria es implícita y queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 1088 y 1089.
ARTÍCULO 1088.- Presupuestos de la resolución por cláusula resolutoria implícita. La
resolución por cláusula resolutoria implícita exige:
a. un incumplimiento en los términos del artículo 1084. Si es parcial, debe privar
sustancialmente de lo que razonablemente la parte tenía derecho a esperar en razón del
contrato;
b. que el deudor esté en mora;
c. que el acreedor emplace al deudor, bajo apercibimiento expreso de la resolución total o
parcial del contrato, a que cumpla en un plazo no menor de quince días, excepto que de los
usos, o de la índole de la prestación, resulte la procedencia de uno menor. La resolución se
produce de pleno derecho al vencimiento de dicho plazo. Dicho requerimiento no es necesario
si ha vencido un plazo esencial para el cumplimiento, si la parte incumplidora ha manifestado
su decisión de no cumplir, o si el cumplimiento resulta imposible. En tales casos, la resolución
total o parcial del contrato se produce cuando el acreedor la declara y la comunicación es
recibida por la otra parte.
ARTÍCULO 1089.- Resolución por ministerio de la ley. El requerimiento dispuesto en el artículo
1088 no es necesario en los casos en que la ley faculta a la parte para declarar unilateralmente
la extinción del contrato, sin perjuicio de disposiciones especiales.

El pacto comisorio tácito “es una cláusula natural de los contratos con prestaciones
recíprocas en virtud de la cual la parte cumplidora puede, mediante ciertos trámites
extrajudiciales, resolver el contrato ante el incumplimiento de la otra parte” (Alterini,
2012, p. 456).
Ahora bien, el ejercicio de la cláusula resolutoria implícita tiene ciertas reglas que
deben respetarse. Esas reglas están contempladas en el art. 1.088 del Código.
Veremos:
• debe existir un incumplimiento esencial en atención a la finalidad del contrato, de
conformidad con el art. 1.084 del Código. Es decir, no puede tratarse de
cualquier incumplimiento;
• el incumplidor, deudor, debe estar en mora;
• el acreedor no debe estar en mora;
• debe haber un requerimiento del acreedor al deudor, para que cumpla el
contrato en un plazo no inferior a 15 días bajo apercibimiento de resolución.
Conforme lo señala Leiva Fernández (2015), este requisito está vinculado con el
principio de conservación de los actos jurídicos. El acreedor debe, de manera
previa, solicitar al deudor que cumpla con su prestación bajo apercibimiento de
resolver el contrato.
Vencido el plazo otorgado para el cumplimiento, si éste no se verifica, entonces en ese
momento se produce la resolución del contrato de pleno derecho.
Otra posibilidad es que el deudor cumpla en el plazo exigido. Es cumplimiento, purga la
mora, pero sigue siendo responsable por los daños y perjuicios que pudiera haber
causado como consecuencia del retardo en el cumplimiento.
SUB-EJE TEMATICO 5: CONTRATOS QUE, POR SU IMPORTANCIA, SE APLICAN
ANALOGICAMENTE A OTROS
5.1 COMPRAVENTA
Concepto
ARTÍCULO 1123.- Hay compraventa si una de las partes se obliga a transferir la propiedad de
una cosa y la otra a pagar un precio en dinero.

Caracteres
Respecto a sus caracteres, se encuentran los siguientes:
• Es bilateral, porque implica obligaciones para ambas partes.
• Es consensual, porque produce todos sus efectos por el sólo hecho del
consentimiento y sin necesidad de la entrega de la cosa o del precio.
• No es formal. Aún en el caso de que tenga por objeto la transmisión de
inmuebles, la escritura pública exigida por el art. 1.184, inc. 1, es un requisito de
la transferencia del dominio, pero no del contrato en sí, que puede ser
válidamente celebrado en instrumento privado.
• Es oneroso. ya que representa ventajas y sacrificios para ambas partes;
• Es conmutativo, porque es de su naturaleza que los valores intercambiados
(cosa y precio) sean aproximadamente equivalentes, y puede llegar a ser
aleatorio cuando se compra una cosa que puede o no existir.
Diferencias con otros contratos
Con el objetivo de definir el campo de aplicación de la compraventa, se incluyen
artículos en el Código que permiten distinguirla de otros contratos. En primer lugar, y
como pauta básica, es muy importante tener en cuenta la regla que prevé el art. 1.127
a los efectos de establecer la naturaleza del contrato: “el contrato no debe ser juzgado
como de compraventa, aunque estuviese así estipulado por las partes, si le faltase algún
requisito esencial”.

Luego, el Código distingue expresamente a la compraventa de otros contratos.


Sus normas se aplican supletoriamente a los contratos por los cuales una parte se
obliga a: (…) transferir a la otra derechos reales de condominio, propiedad horizontal,
superficie, usufructo o uso, o a constituir los derechos reales de condominio, superficie,
usufructo, uso, habitación, o servidumbre, y dicha parte, a pagar un precio en dinero o
transferir la titularidad de títulos valores por un precio en dinero.
La compraventa y el contrato de obra:
ARTÍCULO 1125.- Compraventa y contrato de obra. Cuando una de las partes se compromete
a entregar cosas por un precio, aunque éstas hayan de ser manufacturadas o producidas, se
aplican las reglas de la compraventa, a menos que de las circunstancias resulte que la principal
de las obligaciones consiste en suministrar mano de obra o prestar otros servicios. Si la parte
que encarga la manufactura o producción de las cosas asume la obligación de proporcionar
una porción substancial de los materiales necesarios, se aplican las reglas del contrato de obra

Se aplican las reglas de la compraventa a casos en que hay un compromiso de entrega


de cosas por un precio (aunque éstas hayan de ser manufacturadas o producidas)
excepto que, de las circunstancias, resulte que la principal de las obligaciones consista
en suministrar mano de obra o prestar otros servicios.
Ahora bien, sí se aplican las reglas del contrato de obra, si quien encarga la
manufactura o producción de las cosas tiene también la obligación de proporcionar una
porción substancial de los materiales necesarios.
Asimismo, se delimita la compraventa de la permuta, señalando que si el precio
consiste parte en dinero y parte en otra cosa, el contrato es de permuta si es mayor el
valor de la cosa, y de compraventa en los demás casos.
Compraventa y permuta
ARTÍCULO 1126.-. Si el precio consiste parte en dinero y parte en otra cosa, el contrato es de
permuta si es mayor el valor de la cosa y de compraventa en los demás casos.
5.2 La cosa y el precio
Existen elementos comunes a todos los contratos (la capacidad y el consentimiento,
por ejemplo), y otros elementos que le son propios a cada uno de ellos. En el caso del
contrato de compraventa, los elementos propios son: la cosa y el precio, tal como surge
de la definición establecida por el art. 1.123 del que resultan claramente identificables
estos elementos.
Cosa
ARTÍCULO 1129.- Pueden venderse todas las cosas que pueden ser objeto de los contratos.

El Código regula los casos de cosa cierta que dejó de existir, cosa futura y cosa ajena
en los artículos 1.130, 1.131 y 1.132, respectivamente:
• La cosa cierta deja de existir: como la cosa es un elemento propio del contrato,
si se trata de la venta de una cosa cierta que deja de existir al tiempo de
perfeccionarse el contrato, entonces éste no produce efecto alguno. En cambio,
si deja de existir pero parcialmente, el comprador interesado en la cosa, aun
cuando exista en parte, podría requerir la entrega de esa parte con la
correspondiente reducción del precio en forma proporcional. Asimismo, las
partes pueden asumir expresamente el riesgo de que la cosa deje de existir, ya
sea porque haya perecido o esté dañada, en cuyo caso el comprador no puede
exigir el cumplimiento del contrato.
ARTÍCULO 1130.- Cosa cierta que ha dejado de existir. Si la venta es de cosa cierta
que ha dejado de existir al tiempo de perfeccionarse el contrato, éste no produce efecto
alguno. Si ha dejado de existir parcialmente, el comprador puede demandar la parte
existente con reducción del precio.
Puede pactarse que el comprador asuma el riesgo de que la cosa cierta haya perecido
o esté dañada al celebrarse el contrato. El vendedor no puede exigir el cumplimiento del
contrato si al celebrarlo sabía que la cosa había perecido o estaba dañada.

• Cosa futura: se pacta la venta de una cosa que, al momento de la celebración


del contrato, todavía no existe. Por ello es que el contrato queda supeditado a la
condición de que la cosa llegue a existir. Es éste un contrato sujeto al régimen
de las obligaciones condicionales. De igual manera que en el caso del punto “a”,
el comprador puede asumir expresamente el riesgo de que la cosa no llegue a
existir, sin poder reclamar esto al vendedor cuando la no existencia de la cosa
no haya obedecido a su culpa.
ARTÍCULO 1131.- Si se vende cosa futura, se entiende sujeta a la condición suspensiva
de que la cosa llegue a existir.
El vendedor debe realizar las tareas y esfuerzos que resulten del contrato, o de las
circunstancias, para que ésta llegue a existir en las condiciones y tiempo convenidos.
El comprador puede asumir, por cláusula expresa, el riesgo de que la cosa no llegue a
existir sin culpa del vendedor.

• Cosa ajena: la venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida. El Código


remite a los casos en que se permite que los bienes ajenos constituyan el objeto
de los contratos, de conformidad con el art. 1.008 del Código. En ese sentido,
debe tenerse en cuenta la extensión de la promesa del vendedor para poder
conocer sus efectos; así:
• Si el vendedor promete transmitirlos y no ha garantizado el éxito de la
promesa, solo está obligado a emplear los medios necesarios para que la
prestación se realice. Si, por su culpa, el bien no se transmite, debe
reparar los daños causados.
• Si, por el contrario, el vendedor ha garantizado el éxito de la promesa,
deberá también indemnizar los daños causados si ésta no se cumple, sin
importar que haya empleado los medios necesarios o no para lograrlo.
El Código no lo aclara específicamente al regular la venta de cosa ajena,
pero se entiende que el art. 1.132 trata la venta de cosa ajena en el caso de
que ambas partes conocieran esa circunstancia, ya que la venta de cosa
ajena como propia constituye un supuesto no permitido por la última parte del
art. 1.008, si el vendedor no hace entrega de la cosa, y aun podría
considerarse una hipótesis de dolo que tacha de nulidad al acto (Esper,
2015).
ARTÍCULO 1132.- La venta de la cosa total o parcialmente ajena es válida, en los
términos del artículo 1008. El vendedor se obliga a transmitir o hacer transmitir su
dominio al comprador.

Precio
El precio es otro de los elementos del contrato de compraventa. Para que éste último
quede legalmente configurado, es preciso que el precio reúna las siguientes
características:
• Debe ser en dinero: de lo contrario, no hay compraventa.
• Debe ser determinado o determinable: el precio debe ser cierto. Es determinado
cuando:
• las partes lo fijan en una suma que el comprador debe pagar;
• cuando se deja su indicación al arbitrio de un tercero designado; o
• cuando su determinación se hace con referencia a otra cosa cierta;
• cuando las partes prevén el procedimiento para determinarlo.
Determinación del precio por un tercero: se prevé la posibilidad de que sea un
tercero el que determine el precio, ya sea que a éste se lo designe en el contrato
o con posterioridad. En caso de que no hubiere acuerdo sobre el tercero, o que
por cualquier motivo éste no quiera o no pueda determinar el precio, entonces
será el juez quien fije el precio.
• Debe ser serio.
Modalidades
El Código Civil y Comercial, en su Sección 6a, efectúa una regulación especial para los
casos de compraventa de cosas muebles, aclarando que dicha regulación no excluye la
aplicación de las reglas generales de la compraventa en cuanto sean compatibles.
Así es que establece algunas disposiciones especiales en cuanto a:
• Precio:
• Silencio sobre el precio (en el caso de la compraventa de cosas
muebles): si el contrato se celebró, pero en él no hay referencia alguna al
precio de la compraventa (silencio sobre el mismo), el Código entiende
que en ese caso las partes hicieron referencia al precio generalmente
cobrado para esas cosas (mercaderías) en el momento en que el contrato
se celebró.
Si el precio en la compraventa de cosas muebles se fija en función del
peso, número o medida de las cosas, entonces se debe el proporcional a
ese número, peso o medida.
ARTÍCULO 1143.- Cuando el contrato ha sido válidamente celebrado, pero el
precio no se ha señalado ni expresa ni tácitamente, ni se ha estipulado un medio
para determinarlo, se considera, excepto indicación en contrario, que las partes
han hecho referencia al precio generalmente cobrado en el momento de la
celebración del contrato para tales mercaderías, vendidas en circunstancias
semejantes, en el tráfico mercantil de que se trate.

• Obligaciones del vendedor:


• Entrega de documentación: el vendedor debe entregar la factura donde
conste la descripción de la compra realizada y todos los términos de la
operación. Si en ella no surge un plazo de pago, entonces se entiende
que se hizo de contado. Y si la factura no es observada dentro de los 10
días en que fue recibida, se entiende que resultó aceptada.
• Entrega de la cosa. Plazo: dentro de las 24 hs. de celebrado el contrato
(excepto pacto en contrario). Lugar: el convenido o el que surja de los
usos o de las características de la venta. Caso contrario, la entrega se
hace dónde estaba la cosa al momento de la celebración del contrato.
Las partes tienen autonomía de la voluntad para pactar la manera, tiempo
en que se hará.
La ley le da a las partes dos medios alternativos para lograr la entrega de
la cosa y considerar que ésta se ha verificado. De acuerdo con Esper
(2015), es opinable si hay otros procedimientos diferentes que puedan
utilizar las partes; ya estando dentro de contratos que tienen como fin
último transmitir el derecho real de dominio de la cosa, rigen entonces las
normas en materia de tradición para adquirir derechos reales o la
posesión de la cosa, que son de orden público.
Las posibilidades que la ley otorga son:
• Definir que la puesta a disposición de la cosa vendida, en un lugar
cierto y en forma incondicional, tiene los efectos de la entrega. El
comprador tiene derecho a revisar la mercadería y a expresar su
no conformidad dentro del plazo de diez días de retirada.
• La otra posibilidad es que para las mercaderías en tránsito
(aquellas que deben ser enviadas por el vendedor) la entrega se
considera realizada por la cesión o endoso de los documentos de
transporte. Alude específicamente al endoso. Luego el Código
dispone que el vendedor sea quien asume los riesgos del daño o
pérdida de las cosas.
5.3 BOLETO DE COMPRAVENTA
ARTÍCULO 1170.- Boleto de compraventa de inmuebles. El derecho del comprador de buena fe
tiene prioridad sobre el de terceros que hayan trabado cautelares sobre el inmueble vendido si:
a. el comprador contrató con el titular registral, o puede subrogarse en la posición jurídica de
quien lo hizo mediante un perfecto eslabonamiento con los adquirentes sucesivos;
b. el comprador pagó como mínimo el veinticinco por ciento del precio con anterioridad a la
traba de la cautelar;
c. el boleto tiene fecha cierta;
d. la adquisición tiene publicidad suficiente, sea registral, sea posesoria.

ARTÍCULO 1171.- Oponibilidad del boleto en el concurso o quiebra.

Los boletos de compraventa de inmuebles de fecha cierta otorgados a favor de adquirentes de


buena fe son oponibles al concurso o quiebra del vendedor si se hubiera abonado como
mínimo el veinticinco por ciento del precio. El juez debe disponer que se otorgue la respectiva
escritura pública. El comprador puede cumplir sus obligaciones en el plazo convenido.
En caso de que la prestación a cargo del comprador sea a plazo, debe constituirse hipoteca en
primer grado sobre el bien, en garantía del saldo de precio.
La consecuencia de ello es que el juez deba disponer que se otorgue a favor del
comprador la correspondiente escritura pública. De esta manera, el art. 1.171 considera
que para que el boleto de compraventa sea oponible al concurso o quiebra del
vendedor, los requisitos son:
• que tenga fecha cierta;
• que el comprador sea un adquirente de buena fe;
• que el comprador haya abonado más del 25% del precio convenido.

5.4 CESION DE DERECHOS


Concepto
ARTÍCULO 1614. Hay contrato de cesión cuando una de las partes transfiere a la otra un
derecho.
Se aplican a la cesión de derechos las reglas de la compraventa, de la permuta o de la
donación, según que se haya realizado con la contraprestación de un precio en dinero, de la
transmisión de la propiedad de un bien, o sin contraprestación, respectivamente, en tanto no
estén modificadas por las de este Capítulo

Caracteres
• Es un contrato consensual, ya que se perfecciona con el simple acuerdo de
voluntades y no requiere como condición ineludible la entrega del título, pese a
que el art. 1.619 del Código establece como obligación del cedente la entrega de
los documentos probatorios del derecho.
• Es formal, ya que la cesión debe hacerse por escrito, sin perjuicio de los casos
en que se admite la transmisión del título por endoso o por entrega manual.
Deben otorgarse por escritura pública: la cesión de derechos derivados de un
acto instrumentado por escritura pública; la cesión de derechos hereditarios; la
cesión de derechos litigiosos. Si la cesión no involucra derechos reales sobre
inmuebles, también puede hacerse por acta judicial.
• Puede ser onerosa o gratuita. En el primer caso (venta, permuta), será bilateral
y conmutativa porque las prestaciones son recíprocas y se presumen
equivalentes; en el segundo (donación), será unilateral.
En cuanto al objeto, la norma es amplia: todo derecho puede ser cedido, excepto que lo
contrario resulte de la ley, de la convención que lo origina, o de la naturaleza del
derecho. No pueden cederse los derechos inherentes a la persona humana.
Respecto a la forma de la cesión, como regla general, se requiere que se haga por
escrito, sin perjuicio de los casos en que se admite la transmisión del título por endoso
o por entrega manual.
Asimismo, existen casos en que se requiere su otorgamiento mediante escritura
pública:
• la cesión de derechos derivados de un acto instrumentado por escritura pública;
• la cesión de derechos hereditarios;
• la cesión de derechos litigiosos y
• si la cesión no involucra derechos reales sobre inmuebles, también puede
hacerse por acta judicial.
CESIÓN DE CRÉDITOS
La cesión tiene efectos frente a terceros desde la notificación al cedido mediante
instrumento público o instrumento privado con fecha cierta.
Los pagos del crédito que efectuare el deudor cedido, antes de la notificación de la
cesión, lo liberan (así como cualquier otra causa de extinción de la obligación). Esto es
así, ya que de conformidad con el art. 1.620, la cesión sólo tiene efectos una vez
notificada por los medios previstos expresamente, por lo que, antes de ello, no puede
ser oponible al cedido.
• Acciones Conservatorias: si bien la cesión no tiene efectos respecto de terceros
sino desde el momento de la notificación, esta regla no es absoluta. La ley
concede prudentemente al cesionario y al cedente el derecho a realizar todos los
actos conservatorios del derecho antes de la notificación de la cesión. Es que el
cesionario ostenta cuanto menos la calidad de acreedor condicional y es lógico
que se le reconozca ese derecho, pudiendo, por ende, embargar el crédito,
ejercer la acción subrogatoria, interrumpir la prescripción, etcétera.
• Garantías: cuando la cesión es onerosa, el cedente garantiza la existencia y
legitimidad del derecho al momento de la cesión. Ello, excepto que se trate de la
cesión de un derecho litigioso o que se lo transmita como dudoso. Si el derecho
no existe, en función de esta garantía es que el cedente debe restituir al
cesionario el precio recibido más los intereses correspondientes. Si el cedente
fuere de mala fe, es decir, si conocía la inexistencia del derecho al momento de
perfeccionar la cesión, la ley dispone que, además, debe la diferencia entre el
valor real del derecho cedido y el precio de la cesión efectuada.
• Límite de la garantía: el cedente garantiza que el crédito exista y sea legítimo,
pero no garantiza la solvencia del deudor cedido o de los fiadores involucrados
(excepto mala fe del cedente, es decir, que éste último conozca al momento de
la cesión el estado de insolvencia del deudor). Esta es la regla para la cesión
onerosa.Sin embargo, las partes en virtud de la autonomía de la voluntad
pueden pactar expresamente que se garantice también por la solvencia.
Cuando, pese a la regla fijada por el art. 1.628, el cedente garantiza la solvencia del
deudor cedido, son aplicables las disposiciones de la fianza. En ese caso, el cesionario
sólo podrá reclamar al cedente que garantizó la solvencia del deudor cedido luego de
haber excutido los bienes de éste último (salvo que esté concursado o quebrado).
Son de aplicación supletoria todas las normas vinculadas a la responsabilidad por
saneamiento estudiadas en la parte general de los contratos.
CESION DE DEUDAS
ARTÍCULO 1632.- Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero, acuerdan que
éste debe pagar la deuda, sin que haya novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda como
codeudor subsidiario.

En la cesión de deuda se transmite el carácter de deudor a un sujeto distinto de las


partes, quien toma a su cargo el deber de realizar el pago de la prestación de la que se
trate, quedando intacta la estructura de la obligación.
Aparece aquí, como elemento necesario, la intervención del acreedor cedido. Dicha
intervención debe ser requerida y de la actitud que asuma el acreedor cedido se
pueden derivar dos situaciones diversas: si presta su conformidad, se libera al deudor
original, quedando obligado solo el cesionario de deuda; si la rehúsa, el cesionario se
convertirá en un codeudor solidario, quien deberá responder junto con el obligado
original.
ARTÍCULO 1633. Asunción de deuda
Hay asunción de deuda si un tercero acuerda con el acreedor pagar la deuda de su deudor, sin
que haya novación.
Si el acreedor no presta conformidad para la liberación del deudor, la asunción se tiene por
rechazada.

En este caso, el tercero contrata directamente con el acreedor en una relación


obligacional preexistente y asume el pago debido por el deudor en ese vínculo.
Tampoco aquí media novación, sino simple sustitución subjetiva con continuidad del
negocio jurídico anterior. En este caso, se requiere la conformidad del acreedor y, de
no contarse con ella, la asunción se tendrá por rechazada.
CESIÓN DE LA POSICIÓN CONTRACTUAL
En los contratos con prestaciones pendientes, cualquiera de las partes puede transmitir
a un tercero su posición contractual si las demás partes lo consienten antes,
simultáneamente o después de la cesión. Si la conformidad hubiese sido previa a la
cesión, ésta sólo tendrá efectos una vez notificada a las otras partes, en la forma
establecida para la notificación al deudor cedido.
ARTÍCULO 1636. Transmisión
En los contratos con prestaciones pendientes cualquiera de las partes puede transmitir a un
tercero su posición contractual, si las demás partes lo consienten antes, simultáneamente o
después de la cesión.
Si la conformidad es previa a la cesión, ésta sólo tiene efectos una vez notificada a las otras
partes, en la forma establecida para la notificación al deudor cedido.

Efectos
A partir de la cesión de la posición contractual (o de la notificación de la cesión para el
caso de que la conformidad fuera previa), el cesionario asume los derechos y
obligaciones derivados del negocio, quedando desvinculado el cedente. Es que la
transmisión de la posición contractual coloca al cesionario en la situación jurídica del
cedente en el contrato básico, con asunción de sus derechos y facultades, sus deberes
y obligaciones (Alterini, 2012).
Ahora bien, si los co-contratantes cedidos habían pactado con el cedente una garantía
para el caso de incumplimiento del cesionario, conservan sus acciones contra el
cedente. Para ello deben notificar al cedente el incumplimiento mencionado dentro de
los 30 días de acaecido; de lo contrario, queda liberado.
Garantía: el cedente garantiza al cesionario la existencia y validez del contrato que
cede. Queda asimilado a un fiador, cuando garantiza el cumplimiento de las
obligaciones de los otros contratantes.
Defensas: a raíz de la cesión de la posición contractual, los contratantes pueden
oponerle al cesionario todas las defensas o excepciones que se deriven del contrato,
pero no aquellas que se vinculen con otras relaciones con el cedente.
Excepto que así lo hayan pactado.
5.5 LOCACION DE COSAS
Concepto
ARTÍCULO 1187.- Hay contrato de locación si una parte se obliga a otorgar a otra el uso y goce
temporario de una cosa, a cambio del pago de un precio en dinero.
Al contrato de locación se aplica en subsidio lo dispuesto con respecto al consentimiento,
precio y objeto del contrato de compraventa.

El contrato se configura con:


• La obligación del locador de conceder el uso y goce de una cosa.
• La temporalidad en la concesión del uso y goce de la cosa dada en locación.
• La existencia de un precio en dinero. El pago del precio de la locación es una
obligación esencial a cargo del locatario. Se aplican en subsidio las reglas de la
compraventa en materia de precio (así como en cuanto al objeto y al
consentimiento).
NUEVA LEY DE ALQUILERES
La nueva Ley, que entrará en vigencia el próximo 30 de septiembre, cuando venza el
Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 320 dictado por el presidente Alberto
Fernández en el que se ordenó la prórroga de contratos, congelamiento de cuotas de
renta y prohibición de desalojos, ante la pandemia de coronavirus, reúne claves que
impactarán de lleno en el mercado inmobiliario.
El mes anticipado y el depósito de garantía no pueden ser mayores al equivalente a un
mes de alquiler, respectivamente.

•El reintegro del mes de garantía debe realizarse en efectivo al momento de la


restitución del inmueble, al valor del último mes de alquiler.

•El plazo mínimo del contrato se amplía de dos a tres años, con las excepciones del
artículo 1199 del Código Civil y Comercial de la Nación.

•Aquellas expensas que deriven de gastos habituales, es decir, vinculados a los


servicios normales y permanentes a su disposición quedan a cargo del locatario. Las
expensas extraordinarias debe pagarlas el locador.

•Los gastos a cargo del locador pueden ser compensados por el locatario con el
importe de los alquileres, previa notificación fehaciente.
La intermediación solo puede estar a cargo de un profesional matriculado para el
corretaje inmobiliario.

•En cuanto a la garantía, el locatario debe proponer al menos dos alternativas entre
título de propiedad inmueble, aval bancario, seguro de caución, fianza o garantía
personal del locatario (recibo de sueldo, certificado de ingresos, etc.).

•Sobre el valor de la garantía, el locador no puede requerir garantía que supere el


equivalente a cinco veces el valor mensual de la locación, salvo el caso de que la
garantía sea de ingresos, en cuyo caso puede elevarse a diez veces.

•Respecto a la actualización monetaria/indexación, la nueva ley excluye a los contratos


de locación de los arts. 7 y 10 de la Ley de Convertibilidad 23.928.
•En la fijación del valor de los alquileres solo se admiten ajustes anuales, que deben
seguir un índice conformado en partes iguales por el IPC (índice de precios al
consumidor) y el RIPTE (remuneración imponible promedio de los trabajadores
estables).

•Se establece la obligatoriedad de declarar los contratos de locación ante la AFIP.

•Se crea el Programa Nacional de Alquiler Social para la adopción de medidas que
faciliten el acceso a la vivienda digna en alquiler mediante contratación formal; entre
ellas: la especial consideración de las personas en situación de violencia de género, la
regulación de la actividad de las entidades que otorgan garantías de fianza o seguros
de caución, la promoción de un seguro obligatorio para cubrir las faltas de pago de
alquileres y las indemnizaciones por daños y ocupación indebida de inmuebles.

•Se dispone el desarrollo de mecanismos de bajo costo o gratuitos para la resolución


de conflictos derivados de los contratos de locación.
Caracteres
• bilateral (en tanto genera obligaciones recíprocas para ambas partes, la entrega
del uso y goce de la cosa, y el pago de un precio);
• consensual (queda perfeccionado con el consentimiento de las partes);
• oneroso (porque se comprometen prestaciones recíprocas);
• conmutativo (las ventajas para los contratantes son ciertas, no dependen de un
acontecimiento incierto);
• de tracto sucesivo (porque es un contrato que tiene una duración y cuyos
efectos se cumple en el transcurso del tiempo).
• En cuanto a la forma, sólo se requiere por escrito con carácter ad probationem,
“sin registración alguna ni más requisito para su oponibilidad que la fecha cierta”
(Leiva Fernández, 2014, p. 51). Al respecto, el art. 1.188 prevé: El contrato de
locación de cosa inmueble o mueble registrable, de una universalidad que
incluya a alguna de ellas, o de parte material de un inmueble, debe ser hecho
por escrito.
Esta regla se aplica también a sus prórrogas y modificaciones.
Plazos
• Plazo máximo:
ARTÍCULO 1197.- El tiempo de la locación, cualquiera sea su objeto, no puede exceder
de veinte años para el destino habitacional y cincuenta años para los otros destinos.
El contrato es renovable expresamente por un lapso que no exceda de los máximos
previstos contados desde su inicio.

En el caso de contratos de locación, cualquiera sea su objeto, se pactan plazos


máximos de duración del contrato. Los contratos son renovables si las partes lo
pactan expresamente, por períodos que no pueden exceder los plazos máximo
establecidos.
• Locación con destino habitacional: plazo máximo de 20 años.
• Locación con otros destinos: plazo máximo de 50 años.
• Plazos mínimos: el Código, en el art. 1.198,
ARTÍCULO 1198.- Plazo mínimo de la locación de inmueble. El contrato de locación de
inmueble, cualquiera sea su destino, si carece de plazo expreso y determinado mayor,
se considera celebrado por el plazo mínimo legal de dos años, excepto los casos del
artículo 1199.
El locatario puede renunciar a este plazo si está en la tenencia de la cosa.

Los plazos mínimos se constituyen a favor del locatario, por eso es que todo
contrato celebrado por un plazo inferior, o sin determinación del plazo, debe ser
considerado hecho por el término mínimo de dos años.
Locaciones excluidas del plazo mínimo legal. Conforme el art. 1.199 del Código,
no se aplica el plazo mínimo legal a los contratos de locación de inmuebles o
parte de ellos destinados a:
• sede de embajada, consulado u organismo internacional, y el destinado a
habitación de su personal extranjero diplomático o consular;
• habitación con muebles que se arrienden con fines de turismo, descanso
o similares. Si el plazo del contrato supera los tres meses, se presume
que no fue hecho con esos fines;
• guarda de cosas; [“Ello abarca en cuanto a cosas, animales, vehículos,
muebles, etcétera” (Leiva Fernández, 2014, p. 61)]
• exposición u oferta de cosas o servicios en un predio ferial.
Tampoco se aplica el plazo mínimo legal a los contratos que tengan por objeto el
cumplimiento de una finalidad determinada expresada en el contrato y que debe
normalmente cumplirse en el plazo menor pactado.
Obligaciones
• Obligaciones del locador
• La entrega de la cosa: ARTÍCULO 1200.- El locador debe entregar la cosa
conforme a lo acordado. A falta de previsión contractual debe entregarla en
estado apropiado para su destino, excepto los defectos que el locatario conoció
o pudo haber conocido.

• Conservación de la cosa: ARTÍCULO 1201.- Conservar la cosa con aptitud


para el uso convenido. El locador debe conservar la cosa locada en estado de
servir al uso y goce convenido y efectuar a su cargo la reparación que exija el
deterioro originado en su calidad o defecto, en su propia culpa, o en la de sus
dependientes o en hechos de terceros o caso fortuito. Si al efectuar la
reparación o innovación se interrumpe o turba el uso y goce convenido, el
locatario tiene derecho a que se reduzca el canon temporariamente en
proporción a la gravedad de la turbación o, según las circunstancias, a resolver
el contrato.

El locador no se libera totalmente de sus obligaciones con la entrega de la


cosa, sino que una vez recibida por el locatario, aquel mantiene el deber
de garantizar al locatario el uso y goce otorgado, en las condiciones
pactadas y por todo el tiempo que dure el contrato.
Es una obligación que, a diferencia de la entrega, que se verifica en un
solo acto y se extiende durante toda la vigencia contractual.
Como consecuencia de esta obligación, se coloca en cabeza del locador
la de reparación, con un sistema determinado por el artículo en cuestión,
para sanear la turbación o interrupción del uso y goce de la cosa, como
producto del deterioro.
Finalmente, atendiendo a la gravedad de la turbación, se faculta al
locatario a resolver el contrato, siempre que las circunstancias lo
justifiquen
• Pago de las mejoras: “El locador debe pagar las mejoras necesarias
hechas por el locatario a la cosa locada, aunque no lo haya convenido, si
el contrato se resuelve sin culpa del locatario, excepto que sea por
destrucción de la cosa”.
• La frustración del uso o goce de la cosa: Si por caso fortuito o fuerza
mayor, el locatario se ve impedido de usar o gozar de la cosa, o ésta no
puede servir para el objeto de la convención, puede pedir la rescisión del
contrato, o la cesación del pago del precio por el tiempo que no pueda
usar o gozar de la cosa. Si el caso fortuito no afecta a la cosa misma, sus
obligaciones continúan como antes.
• La supresión de la pérdida de luminosidad del inmueble como vicio: “La
pérdida de luminosidad del inmueble urbano por construcciones en las
fincas vecinas, no autoriza al locatario a solicitar la reducción del precio ni
a resolver el contrato, excepto que medie dolo del locador”.
• Obligaciones del locatario
• Prohibición de variar el destino: “El locatario puede usar y gozar de la
cosa conforme a derecho y exclusivamente para el destino
correspondiente”. No puede variarlo aunque ello no cause perjuicio al
locador.
• Conservación de la cosa en buen estado: El locatario debe mantener la
cosa y conservarla en el estado en que la recibió.
• Reparaciones a la cosa: El Código prevé que Si la cosa es mueble, el
locatario tiene a su cargo el gasto de su conservación y las mejoras de
mero mantenimiento; y sólo éstas si es inmueble. Si es urgente realizar
reparaciones necesarias puede efectuarlas a costa del locador dándole
aviso previo.
Sólo tiene derecho a reclamar el valor de las mejoras necesarias al
locador, mas no tiene derecho a reclamar el pago de mejoras útiles y de
mero lujo o suntuarias. Por ejemplo, si quiere cambiar los picaportes de
las puertas por unos bañados en oro, no podrán luego reclamarlas al
locador, pues no revisten el carácter de necesarias.
Asimismo, el art. 1.224 prevé las facultades sobre las mejoras útiles o
suntuarias, estableciendo: El locatario puede retirar la mejora útil o
suntuaria al concluir la locación; pero no puede hacerlo si acordó que
quede en beneficio de la cosa, si de la separación se sigue daño para
ella, o separarla no le ocasiona provecho alguno.
El locador puede adquirir la mejora hecha en violación a una prohibición
contractual, pagando el mayor valor que adquirió la cosa.
• Responsabilidad por el incendio de la cosa: En caso de destrucción de la
cosa por incendio no originado en caso fortuito, también responde el
locatario.
• Pago del canon convenido: “La prestación dineraria a cargo del locatario
se integra con el precio de la locación y toda otra prestación de pago
periódico asumida convencionalmente por el locatario”.
• Pago de las cargas y contribuciones por la actividad: El locatario tiene a
su cargo el pago de las cargas y contribuciones que se originen en el
destino que le otorgue a la cosa locada. No tiene a su cargo el pago de
las que graven la cosa, excepto pacto en contrario.
• Obligaciones de restituir la cosa: El locatario, al concluir el contrato, debe
restituir al locador la cosa en el estado en que la recibió, excepto los
deterioros provenientes del mero transcurso del tiempo y el uso regular.
También debe entregarle las constancias de los pagos que efectuó en
razón de la relación locativa y que resulten atinentes a la cosa o a los
servicios que tenga. Se prevé la obligación de entregar al locador todas
las constancias (recibos, comunicaciones, etc.) que tenga en poder el
locatario que resulten atinentes a la cosa locada, verbigracia, expensas, o
a los servicios que en ella se prestan y que suelen incorporarse en la
mayoría de los contratos de locación. (…) La palabra constancias se
utiliza en forma que también abarca a los informes de pago por débito sea
en cuentas bancarias o a través de tarjetas de crédito. (Leiva Fernández,
2014, p. 67).
Mejoras
Concepto y clases
ARTÍCULO 751.-. Mejora es el aumento del valor intrínseco de la cosa. Las mejoras pueden
ser naturales o artificiales.
Las artificiales, provenientes de hecho del hombre, se clasifican en necesarias, útiles y de mero
lujo, recreo o suntuarias.

• Natural:
ARTÍCULO 752.- Efectos. La mejora natural autoriza al deudor a exigir un mayor valor.
Si el acreedor no lo acepta, la obligación queda extinguida, sin responsabilidad para
ninguna de las partes.

Si bien no están definidas por el art. 751 CCyC, su concepto se deduce por
oposición a las mejoras artificiales que sí lo están en la citada norma. Las
mejoras naturales son todas aquellas que, excluyendo la acción del hombre, se
producen por acción directa y exclusiva de la naturaleza, por ejemplo, los
procesos de avulsión y aluvión (arts. 1959 y 1961 CCyC)
• Artificiales
ARTÍCULO 753.- El deudor está obligado a realizar las mejoras necesarias, sin derecho
a percibir su valor. No tiene derecho a reclamar indemnización por las mejoras útiles ni
por las de mero lujo, recreo o suntuarias, pero puede retirarlas en tanto no deterioren la
cosa.

• Necesarias: El Código Civil definía las mejoras necesarias como aquellas que
resultan indispensables para la conservación de la cosa. Tal definición es
mantenida en el art. 1934, inc. d, CCyC, que las identifica como “ la reparación
cuya realización es indispensable para la conservación de la cosa”
El deudor no tiene derecho a exigir el valor de las mejoras necesarias por ser
indispensables para la conservación de la cosa.
• Útiles: La mejora útil es aquella que resulta “beneficiosa para cualquier sujeto de la
relación posesoria” (art. 1934, inc. e, CCyC), por ejemplo, la instalación del
servicio de agua corriente, teléfono, gas, etc. Las mejoras útiles introducidas en
la cosa, no dan derecho a exigir un mayor valor por ella, aun cuando tal mejora
pudiera implicar un aumento del valor de la cosa prometida.
Se pueden presentar diversas situaciones. Por un lado, el acreedor —que no
está obligado a pagar la mejora— puede exigir que sea retirada de modo que la
cosa vuelva a su estado anterior. Supóngase que el deudor antes de entregar la
cosa construye una habitación en un sector que era destinado a jardín. Esa
modificación, en principio, significará un aumento del valor intrínseco de la cosa
pero, al mismo tiempo, puede producir la frustración del interés del acreedor que
esperaba disfrutar del jardín. En este caso, el acreedor podrá exigir la reposición
de la cosa al estado anterior, o resolver el negocio con los daños y perjuicios
que haya sufrido.
Puede suceder que el acreedor desee mantener la mejora, supuesto en el cual
puede exigírsele que abone un mayor costo, el que resultará de la diferencia
entre el valor original y el valor incrementado por la mejora.
Debe tenerse presente, sin embargo, que en todo caso deberán evitarse las
situaciones abusivas que podrían presentarse a raíz de una interpretación
estricta de la norma. Si el acreedor no puede demostrar en qué medida ha sido
afectado su interés, no parece que sea procedente reconocerle la facultad de
exigir el retiro de las mejoras, máxime cuando ello pudiera implicar un deterioro
en la cosa.
• Suntuarias: Este tipo de mejoras son definidas como las “de mero lujo o recreo o
provecho exclusivo para quien la hizo” (art. 1934, inc. f, CCyC). Por ejemplo, el
agregado de ornamentos en techos, la introducción de detalles de decoración, la
colocación de una piscina, de un sistema de hidromasaje, etc.
Distinguir si una mejora es útil o suntuaria puede resultar una tarea compleja en
aquellos casos donde no es claro su carácter útil o voluntario. De todas
maneras, la solución que adoptan las normas en análisis es el mismo que la
contemplada para las mejoras útiles.
Las mejoras suntuarias no son indemnizables por el acreedor, y resultan
aplicables los mismos criterios expuestos en el punto anterior.
Conclusión de la locación y entrega de la cosa
Enumeramos los modos en que se extingue la locación:
• El cumplimiento del plazo convenido, o requerimiento previsto para el caso de la
continuación en la locación concluida.
Continuación de la locación concluida:
ARTÍCULO 1218.- Si vence el plazo convenido o el plazo mínimo legal en ausencia de
convención, y el locatario continúa en la tenencia de la cosa, no hay tácita
reconducción, sino la continuación de la locación en los mismos términos contratados,
hasta que cualquiera de las partes dé por concluido el contrato mediante comunicación
fehaciente.
La recepción de pagos durante la continuación de la locación no altera lo dispuesto en
el primer párrafo.

Requisitos
La continuación de la locación con los efectos que fija la norma requiere de la
configuración de los siguientes requisitos:
• extinción del plazo inicial locativo;
• voluntad de las partes, manifestada por actos inequívocos que permitan
inferir que es su voluntad, seguir ejecutando el contrato;
• que la ejecución se produzca en los mismos términos contratados
inicialmente.
• La resolución anticipada. Aun cuando el contrato tiene un plazo mínimo de
duración, la ley le acuerda (sólo al locatario) la posibilidad de concluir
anticipadamente el contrato. Esto es coherente con la disposición del art. 1.198,
en tanto está estipulada en beneficio del locatario.
ARTÍCULO 1221.- El contrato de locación puede ser resuelto anticipadamente por el
locatario:
a. si la cosa locada es un inmueble y han transcurrido seis meses de contrato, debiendo
notificar en forma fehaciente su decisión al locador.
Si hace uso de la opción resolutoria en el primer año de vigencia de la relación locativa,
debe abonar al locador, en concepto de indemnización, la suma equivalente a un mes y
medio de alquiler al momento de desocupar el inmueble y la de un mes si la opción se
ejercita transcurrido dicho lapso;
b. en los casos del artículo 1199, debiendo abonar al locador el equivalente a dos
meses de alquiler.

• Casos de resolución del contrato imputables al locador o al locatario:


• Resolución imputable al locatario: el locador puede resolver el contrato:
• por cambio de destino o uso irregular en los términos del artículo
1205;
• por falta de conservación de la cosa locada, o su abandono sin
dejar quien haga sus veces;
• por falta de pago de la prestación dineraria convenida, durante dos
períodos consecutivos.
• Resolución imputable al locador: El locatario puede resolver el contrato si
el locador incumple:
• la obligación de conservar la cosa con aptitud para el uso y goce
convenido;
• la garantía de evicción o la de vicios redhibitorios.
Procedimiento de desalojo: Al extinguirse la locación debe restituirse la
tenencia de la cosa locada.
El procedimiento previsto en este Código para la cláusula resolutoria
implícita no se aplica a la demanda de desalojo por las causas de los
artículos 1217 y 1219, inciso c). El plazo de ejecución de la sentencia
de desalojo no puede ser menor a diez días.

Caducidad de la fianza en las locaciones prorrogadas: conforme lo prevé el art. 1.225,


(…) las obligaciones del fiador cesan automáticamente al vencimiento del plazo de la
locación, excepto la que derive de la no restitución en tiempo del inmueble locado.
Se exige el consentimiento expreso del fiador para obligarse en la renovación o
prórroga expresa o tácita, una vez vencido el plazo del contrato de locación.
Es nula toda disposición anticipada que extienda la fianza, sea simple, solidaria como
codeudor o principal pagador, del contrato de locación original.80
Facultad de retención: El art. 1.226 del Código Civil y Comercial faculta al ex locatario
retenedor a percibir los frutos naturales que produzca la cosa retenida imputando su
valor a compensar la suma que le es debida. Desde luego que el ex locatario no está
obligado a hacerlo aun en caso de retener la cosa que tuvo alquilada; es una facultad,
no un deber (Leiva Fernández, 2015).
Concretamente, el art. 1.226 prevé: “El ejercicio del derecho de retención por el
locatario lo faculta a percibir los frutos naturales que la cosa produzca. Si lo hace, al
momento de la percepción debe compensar ese valor con la suma que le es debida”.
5.6 CONTRATO DE OBRA
ARTÍCULO 1251. Definición
Hay contrato de obra o de servicios cuando una persona, según el caso el contratista o el
prestador de servicios, actuando independientemente, se obliga a favor de otra, llamada
comitente, a realizar una obra material o intelectual o a proveer un servicio mediante una
retribución.
El contrato es gratuito si las partes así lo pactan o cuando por las circunstancias del caso
puede presumirse la intención de beneficiar.
ARTÍCULO 1252. Calificación del contrato
Si hay duda sobre la calificación del contrato, se entiende que hay contrato de servicios cuando
la obligación de hacer consiste en realizar cierta actividad independiente de su eficacia. Se
considera que el contrato es de obra cuando se promete un resultado eficaz, reproducible o
susceptible de entrega.
Los servicios prestados en relación de dependencia se rigen por las normas del derecho
laboral.
Las disposiciones de este Capítulo se integran con las reglas específicas que resulten
aplicables a servicios u obras especialmente regulados.

La necesidad de recurrir a la calificación se presenta cuando las partes disienten en


cuanto al tipo de vínculo que las une y el problema aparece en forma contemporánea,
es decir, que la calificación debe interpretarse en el presente.
• De servicio: La norma establece que se entiende que hay contrato de servicios
cuando la obligación de hacer consiste en realizar cierta actividad
independientemente de su eficacia.
En primer término, es preciso señalar que, conforme lo previsto en el art. 773
CCyC, la obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de
un servicio o en la realización de un hecho, en el tiempo, lugar y modo
acordados por las partes.
De manera tal que la pauta de distinción que caracteriza al contrato de servicios
no puede dejar de correlacionarse con lo dispuesto en el art. 774 CCyC que, en
materia de obligaciones de hacer, define los supuestos de prestación de
servicio.
Es así que la prestación de un servicio puede consistir en:
• realizar cierta actividad, con la diligencia apropiada, independientemente
de su éxito;
• procurar al acreedor cierto resultado concreto, con independencia de su
eficacia;
• proporcionar al acreedor el resultado eficaz prometido.
• Obra: La norma establece que se entiende que hay contrato de obra cuando se
promete un resultado eficaz reproducible o susceptible de entrega.
En orden al criterio del fin expuesto en este tipo de contrato, la actividad del
deudor es un medio para alcanzar el objeto reproducible y susceptible de
entrega.
En ambos contratos, el precio constituye un elemento esencial: el Código dispone la
onerosidad del contrato. El precio del contrato de obra o servicio reglado en el artículo
1255, en principio, es determinado por las partes contratantes, o, en su defecto, por la
ley, los usos y, en última instancia, por decisión judicial. “La norma mantiene el criterio
de libertad de las partes para establecer el precio del contrato, la que no puede ser
cercenada por leyes arancelarias" (Lovece, 2014, p. 85).
Si la obra o el servicio se ha contratado por un precio global o por una unidad de
medida, ninguna de las partes puede pretender la modificación del precio total o de la
unidad de medida, respectivamente, con fundamento en que la obra, el servicio o la
unidad exige menos o más trabajo o que su costo es menor o mayor al previsto,
excepto lo dispuesto en el artículo 1091
Sistemas de contratación de obras
ARTÍCULO 1253. Medios utilizados
A falta de ajuste sobre el modo de hacer la obra, el contratista o prestador de los servicios elige
libremente los medios de ejecución del contrato.

ARTÍCULO 1262. Sistemas de contratación


La obra puede ser contratada por ajuste alzado, también denominado “retribución global”, por
unidad de medida, por coste y costas o por cualquier otro sistema convenido por las partes. La
contratación puede hacerse con o sin provisión de materiales por el comitente. Si se trata de
inmuebles, la obra puede realizarse en terreno del comitente o de un tercero. Si nada se
convino ni surge de los usos, se presume, excepto prueba en contrario, que la obra fue
contratada por ajuste alzado y que es el contratista quien provee los materiales.

ARTÍCULO 1263. Retribución


Si la obra se contrata por el sistema de ejecución a coste y costas, la retribución se determina
sobre el valor de los materiales, de la mano de obra y de otros gastos directos o indirectos.

Los sistemas contemplados por el artículo en comentario son:


• por ajuste alzado o por “retribución global”. Conforme este sistema, en el
presupuesto se establece el precio final de la obra que será invariable y el
contratista —que debe realizar un exhaustivo estudio de la obra— se
compromete a realizarla por el precio total estipulado.
• por unidad de medida. Según este sistema, la obra se fracciona en ítems o
etapas. Las etapas se designan, se calculan y a cada una de ellas se les asigna
un costo. La suma total del costo de cada una de las etapas constituye el precio
de la obra. También puede ocurrir, bajo esta modalidad, que el precio sea fijado
en función de los ítems ejecutados.
Este sistema de contratación debe complementarse con lo dispuesto por el art.
1266 CCyC, que establece diferentes pautas para los casos en que se haya
designado o no el número de piezas o la medida total.
• por coste y costas. Retribución. En este sistema de contratación, se le asigna a
la obra un precio estimativo que solo servirá de referencia para apreciar la
magnitud de la obra. De manera tal que el precio no resulta fijo y el contratista
podrá reajustarlo de acuerdo a las modificaciones que experimenten los valores
de los materiales y de la mano de obra.
Conforme lo establece el art. 1263 CCyC, la retribución del contratista si la obra
se contrata por el sistema de ejecución a coste y costas, estará integrada por el
valor de:
• los materiales;
• la mano de obra;
• otros gastos directos e indirectos.
De manera tal que no se trata de una retribución determinada sino
determinable, y comprende dos rubros, el coste y las costas, que constituirán
el precio final de la obra.
El coste está compuesto por los gastos directos e indirectos que puede
ocasionar la ejecución de la obra y que no integran la utilidad del empresario.
En cambio, las costas son la utilidad prevista por el contratista y están
pactadas, generalmente, en una suma fija o en un porcentaje.
ARTÍCULO 1264. Variaciones del proyecto convenido
Cualquiera sea el sistema de contratación, el contratista no puede variar el proyecto ya
aceptado sin autorización escrita del comitente, excepto que las modificaciones sean
necesarias para ejecutar la obra conforme a las reglas del arte y no hubiesen podido ser
previstas al momento de la contratación; la necesidad de tales modificaciones debe ser
comunicada inmediatamente al comitente con indicación de su costo estimado. Si las
variaciones implican un aumento superior a la quinta parte del precio pactado, el comitente
puede extinguirlo comunicando su decisión dentro del plazo de diez días de haber conocido la
necesidad de la modificación y su costo estimado.
El comitente puede introducir variantes al proyecto siempre que no impliquen cambiar
sustancialmente la naturaleza de la obra.

ARTÍCULO 1265. Diferencias de retribución surgidas de modificaciones autorizadas


A falta de acuerdo, las diferencias de precio surgidas de las modificaciones autorizadas en este
Capítulo se fijan judicialmente.
Obligaciones del contratista y el prestador
El art. 1.256 establece las obligaciones comunes al contratista y prestador de servicios.
Ambos están obligados a:
• ejecutar el contrato conforme a las previsiones contractuales y a los
conocimientos razonablemente requeridos al tiempo de su realización por el
arte, la ciencia y la técnica correspondientes a la actividad desarrollada;
• informar al comitente sobre los aspectos esenciales del cumplimiento de la
obligación comprometida;
• proveer los materiales adecuados que son necesarios para la ejecución de la
obra o del servicio, excepto que algo distinto se haya pactado o resulte de los
usos;
• usar diligentemente los materiales provistos por el comitente e informarle
inmediatamente en caso de que esos materiales sean impropios o tengan vicios
que el contratista o prestador debiese conocer;
• ejecutar la obra o el servicio en el tiempo convenido o, en su defecto, en el que
razonablemente corresponda según su índole.
Obligaciones del comitente
El art. 1.257, por su parte, establece las obligaciones del comitente: “a) pagar la
retribución; b) proporcionar al contratista o al prestador la colaboración necesaria,
conforme a las características de la obra o del servicio; c) recibir la obra si fue
ejecutada conforme a lo dispuesto en el artículo 1256”.
Otros efectos
Muerte del comitente: “La muerte del comitente no extingue el contrato, excepto que
haga imposible o inútil la ejecución”.
Muerte del contratista o prestador:
La muerte del contratista o prestador extingue el contrato, excepto que el comitente
acuerde continuarlo con los herederos de aquél. En caso de extinción, el comitente
debe pagar el costo de los materiales aprovechables y el valor de la parte realizada en
proporción al precio total convenido.
Desistimiento unilateral:
El comitente puede desistir del contrato por su sola voluntad, aunque la ejecución haya
comenzado; pero debe indemnizar al prestador todos los gastos y trabajos realizados y
la utilidad que hubiera podido obtener. El juez puede reducir equitativamente la utilidad
si la aplicación estricta de la norma conduce a una notoria injusticia.
La ruptura de esta etapa del negocio por el comitente puede producirse de dos formas,
una abrupta o intempestiva o bien ser el resultado de una decisión razonada y fundada
siguiendo los lineamientos de la buena fe negocial. A los efectos de la reparación es el
primer supuesto (ruptura abrupta o intempestiva) en particular el que habrá de
generarla, debiendo repararse los denominados daños al interés negativo que habrán
de comprender los gastos efectivamente realizados (daño emergente) y la pérdida de
chance por la frustración de las razonables expectativas generadas. El artículo 1261
(…) atiende expresamente a los supuestos de desistimiento del comitente,
estableciendo que el mismo puede hacerlo por su propia voluntad, vale decir, que no se
requiere la existencia de una causa, pudiendo hacerlo efectivo aunque la ejecución se
haya iniciado, imponiendo la obligación de indemnizar al prestador por todos los
gastos, trabajos y las utilidades que hubiera podido obtener por el contrato. (Lovece,
2014, p. 92).
Responsabilidad del contratista
ARTÍCULO 1270. Aceptación de la obra
La obra se considera aceptada cuando concurren las circunstancias del artículo 747.

El art. 747 CCyC, en primer término, establece que cualquiera de las partes tiene el
derecho de requerir la inspección de la cosa en el acto de su entrega.
Por su parte, y en cuanto a la recepción de la cosa por parte del comitente, establece
que ello hace presumir la inexistencia de vicios aparentes y la calidad adecuada de la
cosa, sin perjuicio de lo dispuesto en el Código Civil y Comercial sobre la obligación de
saneamiento —arts. 1033 a 1043 CCyC—.
Si ocurre la recepción de la cosa, se presume la inexistencia de vicios aparentes —es
decir, de aquellos vicios que son de fácil comprobación— y que la cosa reviste una
calidad adecuada.
No obstante ello, se deja a salvo la obligación de saneamiento por parte de los
obligados enumerados en el art. 1033 CCyC, que son los siguientes:
• el transmitente de bienes a título oneroso;
• quien ha divido bienes con otros;
• sus respectivos sucesores, si han efectuado la transferencia a título oneroso.
Los obligados son quienes deberán garantizar por vicios ocultos y por evicción (ver art.
1034 CCyC).
ARTÍCULO 1271. Vicios o defectos y diferencias en la calidad
Las normas sobre vicios o defectos se aplican a las diferencias en la calidad de la obra.

ARTÍCULO 1272. Plazos de garantía


Si se conviene o es de uso un plazo de garantía para que el comitente verifique la obra o
compruebe su funcionamiento, la recepción se considera provisional y no hace presumir la
aceptación.
Si se trata de vicios que no afectan la solidez ni hacen la obra impropia para su destino, no se
pactó un plazo de garantía ni es de uso otorgarlo, aceptada la obra, el contratista:
a) queda libre de responsabilidad por los vicios aparentes;
b) responde de los vicios o defectos no ostensibles al momento de la recepción, con la
extensión y en los plazos previstos para la garantía por vicios ocultos prevista en los artículos
1054 y concordantes.

El plazo de garantía es aquel en el cual el comitente verifica la obra o comprueba su


funcionamiento. La norma prevé, en forma novedosa, que el plazo de garantía puede
ser acordado por las partes, pero también que este puede surgir de los usos.
Si el plazo de garantía es acordado o surge de un uso, la recepción se considera
provisional y no hace presumir la aceptación. La norma incorpora la distinción entre
recepción provisoria y definitiva.
• Recepción provisional: El primer párrafo de este art. 1272 CCyC regula la
recepción provisional de la obra entregada por el contratista, en tanto media un
plazo para que el comitente realice su verificación y, dado el carácter provisorio
del acto de recepción, no puede considerarse que hubo aceptación.
• Recepción definitiva: Este supuesto se encuentra previsto en el art. 1270 CCyC
que, al regular la aceptación de la obra, remite a lo dispuesto por el art. 747
CCyC.
Se establece que la recepción de la cosa por parte del comitente hace presumir
dos extremos:
• la inexistencia de vicios aparentes;
• la calidad adecuada de la cosa
ARTÍCULO 1273. Obra en ruina o impropia para su destino
El constructor de una obra realizada en inmueble destinada por su naturaleza a tener larga
duración responde al comitente y al adquirente de la obra por los daños que comprometen su
solidez y por los que la hacen impropia para su destino. El constructor sólo se libera si prueba
la incidencia de una causa ajena. No es causa ajena el vicio del suelo, aunque el terreno
pertenezca al comitente o a un tercero, ni el vicio de los materiales, aunque no sean provistos
por el contratista.
ARTÍCULO 1274. Extensión de la responsabilidad por obra en ruina o impropia para su destino
La responsabilidad prevista en el artículo 1273 se extiende concurrentemente:
a) a toda persona que vende una obra que ella ha construido o ha hecho construir si hace de
esa actividad su profesión habitual;
b) a toda persona que, aunque actuando en calidad de mandatario del dueño de la obra,
cumple una misión semejante a la de un contratista;
c) según la causa del daño, al subcontratista, al proyectista, al director de la obra y a cualquier
otro profesional ligado al comitente por un contrato de obra de construcción referido a la obra
dañada o a cualquiera de sus partes.

Legitimados activos
En cuanto a quiénes resultan legitimados activos para reclamar en función de daños de
tales características, la norma indica al comitente y al adquirente, incorporando a este
último en tal carácter dado que en el régimen anterior no estaba expresamente
previsto. Así, también se encuentran legitimados activamente los sucesores universales
y los singulares.
Legitimados pasivos. Ampliación prevista en el art. 1274 CCyC
Respecto del legitimado pasivo, el art. 1273 CCyC solo hace mención del constructor
de la obra, al que deben incorporarse también como legitimados pasivos los indicados
en el art. 1274 CCyC, a saber:
• toda persona que vende una obra que ella ha construido o ha hecho construir si
hace de esa actividad su profesión habitual, es decir, el empresario inmobiliario;
• toda persona que, aunque actuando en calidad de mandatario del dueño de la
obra, cumple una misión semejante a la de un contratista;
• según la causa del daño, el subcontratista, el proyectista, el director de la obra y
cualquier otro profesional ligado al comitente por un contrato de obra de
construcción referido a la obra dañada o a cualquiera de sus partes.
Eximición de responsabilidad del constructor de la obra
El artículo incorpora un supuesto de liberación de la responsabilidad en cabeza del
constructor de la obra si este prueba la incidencia de una causa ajena. Dicho eximente
de responsabilidad no estaba previsto en el régimen del Código Civil.
Ahora bien, en la parte final de la norma se establece expresamente que no resultan
supuestos de “causa ajena”:
• “el vicio del suelo, aunque el terreno pertenezca al comitente o a un tercero”;
• “el vicio de los materiales, aunque no sean provistos por el contratista”
ARTÍCULO 1275. Plazo de caducidad
Para que sea aplicable la responsabilidad prevista en los artículos 1273 y 1274, el daño debe
producirse dentro de los diez años de aceptada la obra.

ARTÍCULO 1277. Responsabilidades complementarias


El constructor, los subcontratistas y los profesionales que intervienen en una construcción
están obligados a observar las normas administrativas y son responsables, incluso frente a
terceros, de cualquier daño producido por el incumplimiento de tales disposiciones.

SUB-EJE TEMATICO 6: CONTRATOS COLABORATIVOS, GRATUITOS Y DE


PRESTAMO
6.1 MANDATO
Concepto
ARTÍCULO 1319.
Hay contrato de mandato cuando una parte se obliga a realizar uno o más actos jurídicos en
interés de otra.
El mandato puede ser conferido y aceptado expresa o tácitamente. Si una persona sabe que
alguien está haciendo algo en su interés, y no lo impide, pudiendo hacerlo, se entiende que ha
conferido tácitamente mandato. La ejecución del mandato implica su aceptación aun sin mediar
declaración expresa sobre ella.

Mandato con representación y sin representación


La representación es una situación jurídica que nace de diversas fuentes
(convencional, legal). Roca Sastre y Puig Brutau la definen como aquella institución en
cuya virtud una persona, debidamente autorizada, investida de poder, otorga un acto
jurídico en nombre y por cuenta de otra; recayendo sobre ésta los efectos normales
consiguientes. De este modo, los efectos o consecuencias del acto jurídico cumplido
por el representante no gravitan sobre su patrimonio, sino que se proyectan, al decir de
Paccione, en un salto a dos pies sobre el representado.
Con representación
ARTÍCULO 1320. Si el mandante confiere poder para ser representado, le son aplicables las
disposiciones de los artículos 362 y siguientes.
Aun cuando el mandato no confiera poder de representación, se aplican las disposiciones
citadas a las relaciones entre mandante y mandatario, en todo lo que no resulten modificadas
en este Capítulo.

En el mandato con representación las relaciones activas y pasivas nacen directamente


entre el tercero y el mandante. Se trata de dos negocios jurídicos que confluyen y dos
son las relaciones que coexisten: una es la interna entre mandante y mandatario,
caracterizada por el deber de cumplir el encargo conferido y aceptado y regulada por el
contrato de mandato; la otra es la externa entre mandante y tercero, caracterizada por
el poder que permite la actuación en nombre ajeno, regulada por el negocio unilateral
de apoderamiento.
Como se indicó, la representación permite imputar efectos directos a una persona por
la actuación de otra, sea que exista un acto voluntario o un comportamiento objetivado
que autorice a hacerlo. Los actos o hechos que el mandatario ejecuta dentro de los
límites de su poder y a nombre del mandante, así como las obligaciones que en
consecuencia hubiere contraído, “son considerados como hechos por este
personalmente”
Sin representación
ARTÍCULO 1321. Si el mandante no otorga poder de representación, el mandatario actúa en
nombre propio pero en interés del mandante, quien no queda obligado directamente respecto
del tercero, ni éste respecto del mandante. El mandante puede subrogarse en las acciones que
tiene el mandatario contra el tercero, e igualmente el tercero en las acciones que pueda ejercer
el mandatario contra el mandante.

Las relaciones activas y pasivas nacen entre mandatario y tercero, a diferencia de lo


que sucede en el mandato con representación en el cual las relaciones se dan de modo
directo entre mandante y tercero, siendo el mandatario un tercero en el negocio
gestorio.
Aquí son dos las relaciones que coexisten: una interna, entre mandante y mandatario
(contrato de mandato); y otra externa, entre el mandatario y el tercero con el cual
contrata.
El mandatario es, en principio, el único responsable frente al tercero por las
obligaciones asumidas en el contrato desde que actúa en nombre propio, pero en
interés del mandante (cfr. “Fontanarrosa“), quien no queda obligado directamente
respecto del tercero, ni este respecto de aquel.
Ahora bien, esta relación interna mandante-mandatario (contrato de mandato) que
legitima la actuación de este último y determina que no actúe en su propio interés sino
en interés del mandante, determina que el acto celebrado con los terceros no resulte
totalmente indiferente a aquel, encontrando su base jurídica en el art. 1321 in fine
CCyC, que lo autoriza a ejercer la acción subrogatoria (arts. 739 a 742 CCyC) respecto
de las acciones que tenga el mandatario contra el tercero y a este en las acciones que
el mandatario posea contra el mandante.
Derechos y obligaciones de las partes
En el ejercicio del mandato, el mandatario tiene las siguientes obligaciones:
• cumplir los actos comprendidos en el mandato, conforme a las instrucciones
dadas por el mandante y a la naturaleza del negocio que constituye su objeto,
con el cuidado que pondría en los asuntos propios o, en su caso, el exigido por
las reglas de su profesión, o por los usos del lugar de ejecución; Es que el
encargo debe ser ejecutado fielmente, de acuerdo con las instrucciones
impartidas por el mandante, considerando la naturaleza y el tipo de negocio de
que se trate y siempre haciéndolo dentro de los límites de la función asignada
(Esper, 2015). Siguiendo a Mosset Iturraspe (2014): Aceptado el mandato lo que
era facultad se vuelve deber. El mandatario aparece entonces obligado a
ejecutar el encargo: celebrar el acto jurídico encomendado o bien celebrar y
cumplir dicho acto. Y si el objeto fuere plural, los actos jurídicos encomendados.
(2014, p. 157).
• aviso inmediato al mandante de cualquier circunstancia sobreviniente que
razonablemente aconseje apartarse de las instrucciones recibidas, requiriendo
nuevas instrucciones o ratificación de las anteriores, y adoptar las medidas
indispensables y urgentes;
• informar sin demora al mandante de todo conflicto de intereses y de toda otra
circunstancia que pueda motivar la modificación o la revocación del mandato;
(…)
• Informar en cualquier momento, a requerimiento del mandante, sobre la
ejecución del mandato;
Los anteriores tres incisos se relacionan, ya que hacen referencia al deber de
suministrar información por parte del mandatario de circunstancias que pueden afectar
de algún modo el contrato de mandato. Se entiende que es parte del buen obrar del
mandatario comunicar cualquier situación que involucre el desarrollo del contrato.
• mantener en reserva toda información que adquiera con motivo del mandato
que, por su naturaleza o circunstancias, no está destinada a ser divulgada;
• dar aviso al mandante de todo valor que haya recibido en razón del mandato, y
ponerlo a disposición de aquél;
• rendir cuenta de su gestión en las oportunidades convenidas o a la extinción del
mandato. [Esto se complementa con el art. 1.334 del Código]
• entregar al mandante las ganancias derivadas del negocio, con los intereses
moratorios, de las sumas de dinero que haya utilizado en provecho propio;
• exhibir al mandante toda la documentación relacionada con la gestión
encomendada, y entregarle la que corresponde según las circunstancias. Esta
obligación supone la exhibición de toda la documentación relacionada con la
gestión del mandato, es decir, que tenga relación con la gestión encomendada
(puede involucrar los contratos con terceros, las comunicaciones mantenidas
con ellos, minutas o borradores, etc.) y también supone la obligación de entregar
esa documentación, en la medida en que sea posible y de acuerdo a cada caso.
Son obligaciones del mandante las siguientes:
• Suministrar al mandatario los medios necesarios para la ejecución del mandato.
debe compensarle, en cualquier momento que le sea requerido, todo gasto
razonable en que se haya incurrido para ese fin.
Para que proceda la compensación de gastos, la ley impone tres requisitos:
• que el mandatario requiera el reembolso, lo que puede realizar en
cualquier tiempo, incluso antes de concluido el mandato;
• que los gastos sean razonables, de acuerdo con las circunstancias de
tiempo, lugar, personas, etc., del encargo realizado, lo que variará según
cada caso; y 3) que el mandato sea la causa de la erogación realizada
• Indemnizar al mandatario los daños que sufra como consecuencia de la
ejecución del mandato, no imputables al propio mandatario.
• Liberar al mandatario de las obligaciones asumidas con terceros, proveyéndole
los medios necesarios para ello. En este caso, es necesario distinguir entre el
mandato con o sin representación, ya que es en este último caso (mandato sin
representación) en que se actúa en su nombre, personalmente, asumiendo las
consecuencias frente a los terceros.
• Abonar al mandatario la retribución convenida, en tanto y en cuanto no se haya
estipulado que el contrato sea gratuito, ya que, en ese caso, el mandante nada
debe al mandatario como retribución. Ello es excepcional, ya que el contrato de
mandato se presume oneroso en el Código, por lo que el mandante está
obligado a satisfacer al mandatario la retribución estipulada (la legal, o la que
surja de los usos, o la que fije el juez) (Esper, 2015).
Si el mandato se extingue sin culpa del mandatario, debe la parte de la
retribución proporcionada al servicio cumplido. Pero, si el mandatario ha recibido
un adelanto mayor de lo que le corresponde, el mandante no puede exigir su
restitución.
Mandato irrevocable
ARTÍCULO 1330.- El mandato puede convenirse expresamente como irrevocable en los casos
de los incisos b) y c) del artículo 380.
El mandato destinado a ejecutarse después de la muerte del mandante es nulo si no puede
valer como disposición de última voluntad

Como regla, el mandato es revocable; esto es, puede ser extinguido por decisión
unilateral del mandante, tal como lo prevé el art. 1.329 inc. c. 17 La revocación pone fin
al contrato de mandato.
Si bien, como regla, el mandato puede ser revocado, cuando la revocación es ejercida
sin justa causa en el marco de un contrato de mandato que fue otorgado por tiempo
determinado o por asunto determinado, y la misma se produce antes del vencimiento
del plazo o de la culminación del asunto o negocio, entonces el mandante debe
indemnizar los daños causados al mandatario como consecuencia de la extinción del
contrato que los vinculara.
Por otra parte, si el mandato fue dado por plazo indeterminado, el mandante debe dar
aviso por un plazo adecuado a las circunstancias o, en su defecto, indemnizar los
daños que cause su omisión. El Código contempla una suerte de indemnización
sustitutiva del preaviso para los casos en que éste se omita.
De manera coherente, también se prevé el caso en el que el mandatario es el que
renuncia al mandato conferido. En esos casos, la renuncia (en tanto sea intempestiva y
sin causa justificada) lo obliga a indemnizar los daños causados al mandante.
Por último, nos referimos al caso del mandato irrevocable. En casos excepcionales, el
Código permite que se pacte el carácter irrevocable del mandato, delegando su
regulación a lo estipulado en los inc. b y c del art. 380, que regula los casos de
extinción del poder.
Extinción del mandato
De acuerdo a Mosset Iturraspe (2014), “la cesación o extinción significa el fin del
contrato, la conclusión de la situación que vincula a las partes, mandante mandatario, y
por ende, la terminación de las relaciones jurídicas que las ligan” (2014, p. 186). Luego
continúa diciendo, con razón, que la culminación del mandato “significa también la
terminación de una situación que legitima la actuación del mandatario en interés del
mandante, sea en nombre del mandante, sea en nombre propio” (2014, p. 186).
Causales y efectos
ARTÍCULO 1329.- El mandato se extingue:
a. por el transcurso del plazo por el que fue otorgado, o por el cumplimiento de la condición
resolutoria pactada;

Así, al respecto, Esper (2015) señala que el transcurso del tiempo produce la extinción
sin que se requiera manifestación de las partes. Además, la verificación del hecho
condicionante al que se había condicionado el contrato de mandato genera la
culminación del contrato sin efecto retroactivo, de similar manera a lo establecido por el
Código en cuanto a los efectos de los actos jurídicos subordinados a condición (art.
346, según el cual la condición no opera retroactivamente, salvo pacto en contrario);
b. por la ejecución del negocio para el cual fue dado;

Tal como señala Mosset Iturraspe (2014), “como los contratos se celebran para ser
cumplidos, lo habitual y natural es que el mandato se cumpla y como consecuencia de
ello cese. La extinción por cumplimiento se denomina ‘agotamiento’” (2014, p. 187).
c. por la revocación del mandante;
d. por la renuncia del mandatario;
e. por la muerte o incapacidad del mandante o del mandatario.
6.2 FIANZA
Concepto.
ARTÍCULO 1574.- Hay contrato de fianza cuando una persona se obliga accesoriamente por
otra a satisfacer una prestación para el caso de incumplimiento.
Si la deuda afianzada es de entregar cosa cierta, de hacer que sólo puede ser cumplida
personalmente por el deudor, o de no hacer, el fiador sólo queda obligado a satisfacer los
daños que resulten de la inejecución.

Fianza simple y solidaria


• Fianza general: se establecen reglas limitativas de la fianza general, con lo cual
se persigue tutelar a los sujetos que suscriben estos contratos. Es válida la
fianza general que comprenda obligaciones actuales o futuras, incluso
indeterminadas, caso en el cual debe precisar el monto máximo al cual se obliga
el fiador en concepto de capital. Esta fianza no se extiende a las nuevas
obligaciones contraídas por el afianzado después de los cinco años de otorgada.
La fianza indeterminada en el tiempo puede ser retractada, caso en el cual no se
aplica a las obligaciones contraídas por el afianzado después de que la
retractación haya sido notificada.
• Fianza solidaria: en principio, el fiador no es responsable solidario con el deudor.
Por esa razón es que cuenta con el beneficio de excusión previsto en el art.
1.583 del Código, que le permite exigir que primero sean ejecutados los bienes
del deudor.
ARTÍCULO 1590.- La responsabilidad del fiador es solidaria con la del deudor cuando
así se convenga expresamente o cuando el fiador renuncia al beneficio de excusión.

Sin embargo, la fianza puede ser solidaria en dos casos:


• Cuando expresamente lo convengan las partes;
• cuando el fiador renuncie al beneficio de excusión. En ese caso, el
acreedor podrá demandar indistintamente el cobro a ambas partes
(deudor o fiador).
• Fiador principal pagador: si una persona se obliga como principal pagador,
aunque se consigne que es fiador (cláusula que vemos en numerosos contratos,
“fiador principal pagador”), se considera deudor solidario. En consecuencia, no
tiene los beneficios del fiador y se le aplican las normas de las obligaciones
solidarias.
Efectos entre el fiador y el acreedor
• Beneficio de excusión ARTÍCULO 1583.- El acreedor sólo puede dirigirse contra el
fiador una vez que haya excutido los bienes del deudor. Si los bienes excutidos sólo
alcanzan para un pago parcial, el acreedor sólo puede demandar al fiador por el saldo.

Es el derecho que tiene el fiador de oponerse a hacer efectiva la fianza en tanto


el acreedor no haya ejecutado todos los bienes del deudor.
La excusión (o ejecución) de todos los bienes del deudor no tiene el carácter de
una condición previa ineludible para el acreedor. Éste último puede iniciar su
acción directamente contra el fiador sin necesidad de demostrar que
previamente se dirigió contra el deudor principal, pero se expone a que el fiador
paralice su acción invocando este beneficio que funciona como excepción
dilatoria y que debe oponerse en la oportunidad que las leyes procesales
señalen para dichas excepciones dilatorias o cuanto más al contestar la
demanda.
Pasada esta oportunidad, ha de entenderse que el fiador ha renunciado al
beneficio de excusión, a menos que demuestre que el deudor principal ha
adquirido bienes con posterioridad, porque, en tal supuesto, la falta de
planteamiento del beneficio no podría ser interpretada como renuncia tácita.
Opuesta a esta excepción, el acreedor debe demostrar no sólo que ha
demandado al deudor principal, sino también que ha seguido todos los debidos
procedimientos judiciales para ejecutar y vender sus bienes y que tales
procedimientos han resultado infructuosos, sea total o parcialmente. Opuesto al
beneficio de excusión, el acreedor deberá proceder contra los bienes del deudor
principal. Si la venta de los bienes del deudor principal no alcanzare a cubrir todo
el crédito, el acreedor sólo podrá reclamar del fiador el saldo que todavía
quedare por cubrir.
La ley contempla excepciones al beneficio de excusión, esto es, casos en que
no se le permite al fiador invocarlo.
ARTÍCULO 1584.- El fiador no puede invocar el beneficio de excusión si:
a. el deudor principal se ha presentado en concurso preventivo o ha sido declarada su
quiebra;
b. el deudor principal no puede ser demandado judicialmente en el territorio nacional o
carece de bienes en la República;
c. la fianza es judicial;
d. el fiador ha renunciado al beneficio.

Beneficio de excusión y coobligados: si el fiador lo es de un codeudor solidario,


goza del beneficio de excusión respecto de los bienes de los demás codeudores.
Por otra parte, en el caso del “fiador del fiador” (si el fiador hubiera dado, a su
vez, otro fiador en garantía de sus obligaciones de afianzamiento) éste último
goza del beneficio de excusión respecto del deudor principal y del primer fiador.
El acreedor deberá ejecutar en primer término al deudor principal, luego al
primer fiador y recién entonces estará en condiciones de dirigir su acción contra
el segundo.
Si hay varios cofiadores de una misma obligación, y uno de ellos cumple en
exceso de lo que le corresponde, entonces queda subrogado en los derechos
que tiene el acreedor, sobre los otros fiadores.
ARTÍCULO 1585.- El fiador de un codeudor solidario puede exigir la excusión de los
bienes de los demás codeudores.
El que afianza a un fiador goza del beneficio de excusión respecto de éste y del deudor
principal.

• Beneficio de división
ARTÍCULO 1589.- Si hay más de un fiador, cada uno responde por la cuota a que se ha
obligado. Si nada se ha estipulado, responden por partes iguales. El beneficio de
división es renunciable.

Efectos entre el deudor y el fiador


ARTÍCULO 1592.- Subrogación. El fiador que cumple con su prestación queda subrogado en
los derechos del acreedor y puede exigir el reembolso de lo que ha pagado, con sus intereses
desde el día del pago y los daños que haya sufrido como consecuencia de la fianza.

Cuando el fiador cumple con su prestación, entonces queda subrogado en los derechos
del acreedor; por lo tanto, lo sustituye y, en consecuencia, puede exigir al deudor el
reembolso de lo que pagó. Ello más todos los intereses que correspondan desde el día
en que pagó y de los daños y perjuicios ocasionados con motivo de la fianza.
ARTÍCULO 1593.- Aviso. Defensas. El fiador debe dar aviso al deudor principal del pago que
ha hecho.
El deudor puede oponer al fiador que paga sin su consentimiento todas las defensas que tenía
contra el acreedor; y si el deudor ha pagado al acreedor antes de tener conocimiento del pago
hecho por el fiador, éste sólo puede repetir contra el acreedor.

La ley le impone al fiador la carga de comunicar al deudor el pago que haga al


acreedor. Ello es sumamente relevante, pues cuando el fiador paga sin el
consentimiento del deudor, este último puede oponerle todas las defensas que tenía
frente al acreedor. A modo de ejemplo, si el deudor pagó al acreedor, desconociendo
que el fiador ya había pagado, el fiador sólo podrá repetir el pago en contra del
acreedor, que cobró dos veces, pero no podrá hacerlo en contra del deudor. Ello, pues
debería haberle dado aviso del pago efectuado.
ARTÍCULO 1594.- Derechos del fiador. El fiador tiene derecho a obtener el embargo de los
bienes del deudor u otras garantías suficientes si:
a. le es demandado judicialmente el pago;
b. vencida la obligación, el deudor no la cumple;
c. el deudor se ha obligado a liberarlo en un tiempo determinado y no lo hace;
d. han transcurrido cinco años desde el otorgamiento de la fianza, excepto que la obligación
afianzada tenga un plazo más extenso;
e. el deudor asume riesgos distintos a los propios del giro de sus negocios, disipa sus bienes o
los da en seguridad de otras operaciones;
f. el deudor pretende ausentarse del país sin dejar bienes suficientes para el pago de la deuda
afianzada.

Efectos entre los cofiadores


ARTÍCULO 1595.- Subrogación. El cofiador que cumple la obligación accesoria en exceso de la
parte que le corresponde, queda subrogado en los derechos del acreedor contra los otros
cofiadores.
Si uno de ellos resulta insolvente, la pérdida es soportada por todos los cofiadores, incluso el
que realiza el pago.

Extinción de la fianza
Los supuestos considerados en la extinción de la fianza son los siguientes:
• si, como consecuencia de un hecho del acreedor, no se pudo hacer efectiva la
subrogación del fiador en las garantías reales o privilegios que accedían al
crédito al momento en que se constituyó la fianza;
• cuando, sin consentimiento del fiador, se prorroga el plazo de cumplimiento de
la obligación. Ya se extendería la obligación del fiador sin su consentimiento;
• cuando pasaron cinco años desde que se dio la fianza general por obligaciones
futuras y éstas no nacieron. Ello, para no dejar ligado indefinidamente al fiador
en las obligaciones contraídas;
• cuando el acreedor, siendo requerido por el fiador, no inicia las acciones
judiciales en contra del deudor dentro de los 60 días de ser requerido, o lo hace
pero deja perimir la instancia. Ello es así, en tanto supone un desinterés del
acreedor en perseguir el cobro de la deuda;
• por novación de la obligación principal, aun cuando haya reserva en esa
novación, de que el acreedor continuara el cobro contra el fiador.
Extinguida la fianza, la evicción de aquello que el acreedor recibió en pago de la deuda
por el deudor no hace renacer la fianza. El fiador queda liberado, aun cuando el deudor
deba responder por la evicción de aquello que entregó al cumplir con el pago de la
deuda.
6.3 DONACION
Concepto
ARTÍCULO 1542.- Hay donación cuando una parte se obliga a transferir gratuitamente una
cosa a otra, y ésta lo acepta.

De esta definición se desprenden los siguientes elementos:


• Es un acto entre vivos. Los actos de última voluntad, llamados testamentos,
tienen un régimen legal distinto.
• Obliga a transferir la propiedad de una cosa. Es necesario destacar que el
objeto de este contrato sólo pueden ser las cosas en nuestro régimen legal. Si
se trata de la transmisión gratuita de un derecho, hay cesión y no donación,
aunque el régimen legal es parecido, pues el art. 1.614 del Código remite a las
reglas de la donación, en cuanto no sean modificadas por las de la cesión. No
obstante, hay algunas diferencias, sobre todo en relación a la forma de este
contrato.
• La transferencia debe ser a título gratuito; esto es, una de las partes hace un
sacrificio, se desprende de bienes, sin contraprestación por la otra parte. Sin
embargo, es posible que el contrato de donación obligue al donatario a hacer o
pagar algo, ya sea en beneficio del donante o de un tercero, y esto no
desnaturaliza la esencia gratuita del acto.
• Se requiere la aceptación del donatario. De acuerdo con el art. 1.545, esa
aceptación puede ser expresa o tácita.. En cuanto a la forma, está sujeta a las
reglas que se aplican a las donaciones. Es importante tener en cuenta que la
aceptación debe producirse en vida de ambas partes, donante y donatario.
Forma
Respecto de la forma de las donaciones, podemos distinguir:
• Donaciones de cosas inmuebles, cosas muebles registrables y de prestaciones
periódicas o vitalicias: deben ser hechas en escritura pública bajo pena de
nulidad.
• Donaciones al Estado: pueden acreditarse con las correspondientes actuaciones
administrativas.
• Donaciones de cosas muebles no registrables y de títulos al portador: deben
hacerse mediante la entrega (tradición) de la cosa donada.
Donaciones remuneratorias:
ARTÍCULO 1561.- Son donaciones remuneratorias las realizadas en recompensa de servicios
prestados al donante por el donatario, apreciables en dinero y por los cuales el segundo podría
exigir judicialmente el pago.
La donación se juzga gratuita si no consta en el instrumento lo que se tiene en mira remunerar.

En el instrumento por el que se concreta la donación debe constar qué es lo que se


pretende remunerar. De lo contrario, se entiende que es gratuita. Se considera que la
donación remuneratoria es un acto a título oneroso si se limita a una equitativa
retribución de los servicios recibidos (en ese caso, está sujeta a la garantía por evicción
y vicios ocultos). En el excedente se aplican las normas de las donaciones.
Donación con cargo
ARTÍCULO 1562.
En las donaciones se pueden imponer cargos a favor del donante o de un tercero, sean ellos
relativos al empleo o al destino de la cosa donada, o que consistan en una o más prestaciones.
Si el cargo se ha estipulado en favor de un tercero, éste, el donante y sus herederos pueden
demandar su ejecución; pero sólo el donante y sus herederos pueden revocar la donación por
inejecución del cargo.
Si el tercero ha aceptado el beneficio representado por el cargo, en caso de revocarse el
contrato tiene derecho para reclamar del donante o, en su caso, de sus herederos, el
cumplimiento del cargo, sin perjuicio de sus derechos contra el donatario.

Se denomina cargo a la obligación accesoria impuesta al que recibe una liberalidad. La


imposición de un cargo influye sobre el régimen de las donaciones, porque ellas dejan,
entonces, de ser un acto puramente gratuito y en la medida en que el valor del cargo se
corresponda con el de la cosa donada, es un acto a título oneroso. En el excedente se
aplican las normas de las donaciones.
En el caso de incumplimiento de los cargos por parte del donatario, éste sólo responde
con la cosa donada y hasta el valor de la cosa, si ésta ya no existiere por su culpa o si
la hubiese enajenado. Ahora bien, es liberado cuando la cosa deja de existir sin su
culpa.
ARTÍCULO 1560.- Donaciones mutuas. En las donaciones mutuas, la nulidad de una de
ellas afecta a la otra, pero la ingratitud o el incumplimiento de los cargos sólo perjudican al
donatario culpable.

ARTÍCULO 1565.- Donaciones inoficiosas. Se considera inoficiosa la donación cuyo valor


excede la parte disponible del patrimonio del donante. A este respecto, se aplican los preceptos
de este Código sobre la porción legítima.

Revocación de las donaciones. Causales


En principio, la donación es irrevocable por voluntad del donante. La ley sólo admite la
revocación en estos supuestos:
• Inejecución de los cargos (cuando el donatario ha incurrido en incumplimiento
de las cargas impuestas en el acto de la donación).
ARTÍCULO 1570.- La donación puede ser revocada por incumplimiento de los cargos.
La revocación no perjudica a los terceros en cuyo beneficio se establecen los cargos.
Los terceros a quienes el donatario transmite bienes gravados con cargos sólo deben
restituirlos al donante, al revocarse la donación, si son de mala fe; pero pueden impedir
los efectos de la revocación ofreciendo ejecutar las obligaciones impuestas al donatario
si las prestaciones que constituyen los cargos no deben ser ejecutadas precisa y
personalmente por aquél. El donatario que enajena los bienes donados, o imposibilita
su devolución por su culpa, debe resarcir al donante el valor de las cosas donadas al
tiempo de promoverse la acción de revocación, con sus intereses.

• Ingratitud del donatario. Se la puede dejar sin efecto sólo por causas graves, que
el Código enumera taxativamente:
• atentado contra la vida del donante, sus ascendientes o descendientes;
• injurias graves en su persona o en su honor al donante, sus ascendientes
o descendientes;
• si priva al donante injustamente de bienes que integran su patrimonio;
• negativa a prestarle alimentos al donante (sólo si el donante no puede
obtener alimentos de las obligaciones que resultan de los lazos
familiares).
En ninguno de estos casos es necesaria la condena penal para que se
considera válida la ingratitud como causal de revocación, bastando la prueba
de que al donatario le es imputable el hecho lesivo.
Sólo el donante es legitimado activo para solicitar la revocación de la
donación por esta causal (ingratitud) al donatario, no pudiendo hacerlo sus
herederos ni pudiendo requerirse a los herederos del donatario.
Ahora bien, si la acción es promovida por el donante y éste luego fallece,
puede ser continuada por sus herederos, mas no iniciada por ellos.
Extinción de la revocación de la donación por ingratitud: en los casos en que
el donante, conociendo la causa de la ingratitud, perdona al donatario.
También en los casos en que no promueve la revocación dentro del plazo de
un año (plazo de caducidad) desde el momento en que conoció el hecho que
configuró la ingratitud.
ARTÍCULO 1571.- Las donaciones pueden ser revocadas por ingratitud del
donatario en los siguientes casos:
a. si el donatario atenta contra la vida o la persona del donante, su cónyuge o
conviviente, sus ascendientes o descendientes;
b. si injuria gravemente a las mismas personas o las afecta en su honor;
c. si las priva injustamente de bienes que integran su patrimonio;
d. si rehúsa alimentos al donante.
En todos los supuestos enunciados, basta la prueba de que al donatario le es
imputable el hecho lesivo, sin necesidad de condena penal.

• Supernacencia de hijos del donante (cuando nacen hijos del donante con
posterioridad a la donación, si esto fue expresamente estipulado).
6.4 COMODATO
Concepto
ARTÍCULO 1533.- Hay comodato si una parte se obliga a entregar a otra una cosa no fungible,
mueble o inmueble, para que se sirva gratuitamente de ella y restituya la misma cosa recibida.

El comodatario sólo adquiere un derecho personal de uso de la cosa. Además, el uso


debe ser gratuito. Desde el momento en que se paga algo por él, deja de ser comodato
y se transforma en otro contrato como el de locación.
Existen dos partes en este contrato:
• comodante que es quien se obliga a entregar la cosa, y
• comodatario que es quien recibe la cosa y se sirve de ella.
Si el préstamo es de cosas fungibles, se rige por las normas del comodato sólo si el
comodatario se obliga a restituir las mismas cosas que ha recibido.
Tiene los siguientes caracteres:
• Es un contrato consensual, ya que queda perfeccionado con la manifestación
del consentimiento de los contratantes. Ello es así habida cuenta la desaparición
de la categoría de los contratos reales en el Código.
• Es un contrato gratuito, porque se le asegura al comodatario una ventaja (el uso
de la cosa) independientemente de toda prestación a su cargo.
• Es un contrato celebrado intuitu personae.
El contrato de comodato está regulado en el Capítulo 21 (Título IV, Libro Tercero) del
Código, en los arts. 1.533 a 1.541. Seguidamente, analizaremos sus efectos.
Efectos
Las obligaciones del comodatario no son otra cosa que limitaciones al derecho que se
le concede, ya sea en cuanto a su extensión y alcance (obligación de cuidar la cosa y
usarla conforme con lo pactado o su naturaleza), ya sea en cuanto a su duración
(obligación de restitución). Se considera que:
• El comodatario debe usar la cosa conforme con el destino convenido. A falta de
convención, puede darle el destino que tenía al tiempo del contrato, el que se da
a cosas análogas en el lugar donde la cosa se encuentra, o el que corresponde
a su naturaleza;
• debe pagar los gastos ordinarios de la cosa y los realizados para servirse de
ella, tales como los gastos de la nafta, aceite, cambios de gomas de un
automóvil prestado; los de reparación de una casilla y alambrados de un
inmueble realizados por el comodatario a fin de entrar a usarlo; los gastos
comunes (calefacción, agua caliente, servicio de portería, etc.) de una propiedad
horizontal. No puede solicitar al comodante el reembolso de los gastos
ordinarios, conforme lo dispone el art. 1538 del Código;
• debe conservar la cosa con prudencia y diligencia;
• debe responder por la pérdida o deterioro de la cosa, incluso causados por caso
fortuito, excepto que pruebe que habrían ocurrido igualmente si la cosa hubiera
estado en poder del comodante. Los deterioros sufridos por la cosa por culpa del
comodatario obligan a éste a resarcir al dueño todos los daños y perjuicios
sufridos. Ordinariamente el comodatario cumplirá devolviendo la cosa y
pagando, además, la indemnización correspondiente;
• restituir la misma cosa con sus frutos y accesorios en el tiempo y lugar
convenidos. La restitución debe efectuarse cuando se cumple la finalidad para
la cual se prestó la cosa; por ejemplo, un automóvil prestado para realizar un
viaje, un tractor para arar un potrero, cuando éstos se cumplen.
Pero si la duración del contrato no está pactada ni surge de su finalidad, el comodante
puede reclamar la restitución en cualquier momento. Ni siquiera tiene que pedir la
fijación por el juez, sino que se limita a reclamar directamente la cosa. Una sola
limitación tiene este derecho: que la demanda no sea intempestiva o maliciosa, porque
el derecho no puede amparar la mala fe ni siquiera cuando se trata de una relación
nacida de un acto de complacencia como es el comodato.
Ahora bien, el Código contempla la posibilidad del comodante de exigir la restitución
anticipada de la cosa, cuando haya un plazo fijado en el contrato. En ese sentido, la ley
permite que el comodante la requiera por dos motivos que dependerán, en un caso, del
comodante y, en otro, del comodatario: en primer lugar, que la necesite por una
circunstancia urgente e imprevista; y en segundo, cuando el comodatario la use para
un destino distinto del pactado, aun cuando no la deteriore.
Derecho de restitución del comodatario: tenga o no plazo el contrato, el comodatario
tiene derecho a restituir la cosa cuando le plazca, porque el término se supone pactado
en su beneficio, a menos que expresamente se hubiera acordado que el comodatario
no podría restituirla antes del plazo fijado. Pero la restitución no debe ser intempestiva
ni maliciosa, ni en el momento en que ocasione perjuicio al comodante. Así ocurriría si
el comodatario pretende devolver la cosa cuando el comodante está ausente y no se
encuentra en condiciones de proveer a su cuidado.
Inexistencia del derecho de retención: el comodatario carece de derecho de retener la
cosa en garantía de lo que le deba el comodante por razón de gastos hechos en la
cosa. No tiene derecho de retención ni por gastos ordinarios ni por gastos
extraordinarios. La solución es razonable porque se trata de un servicio de
complacencia prestado por el comodante, cuya situación no es justa tratar con rigor.
Las obligaciones del comodante están establecidas en el art. 1.540 del Código
Civil y Comercial y son las siguientes:
• Entregar la cosa en el tiempo y lugar convenidos; siendo el contrato consensual,
el comodante debe cumplir con la obligación esencial a la que se ha
comprometido, la entrega de la cosa.
• Permitir el uso de la cosa durante el tiempo convenido. Debe permitirle al
comodante el uso de la cosa prestada durante todo el tiempo convenido, no
pudiendo exigir la restitución de la cosa antes de su debido tiempo, excepto el
caso del art. 1.539.
• Responder por los daños causados por los vicios de la cosa que oculta al
comodatario.
• Reembolsar los gastos de conservación extraordinarios que el comodatario
hace, si éste los notifica previamente o si son urgentes. Se hace esta aclaración
porque los gastos ordinarios son a cargo del comodatario, tal como surge del
inc. b del art. 1.536.
El comodato finaliza por varias causas, entre las que se contemplan: la destrucción de
la cosa, el vencimiento del plazo, la voluntad unilateral del comodatario y la muerte del
comodatario (excepto se haya pactado lo contrario o el contrato no haya tenido en
cuenta especialmente a la persona, o sea, no haya sido intuito personae).
6.5 MUTUO
Concepto
ARTÍCULO 1525 Hay contrato de mutuo cuando el mutuante se compromete a entregar al
mutuario en propiedad, una determinada cantidad de cosas fungibles, y éste se obliga a
devolver igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie.

Régimen legal
Son obligaciones del mutuante:
• Entrega de las cosas: la obligación primordial del mutuante es la entrega de las
cosas comprometidas. Si no lo hace en el término pactado (y si no hubiere plazo
pactado, ante el simple requerimiento), el mutuario tiene derecho a exigir el
cumplimiento, o bien la resolución del contrato. Sin embargo, la ley autoriza al
mutuante a no hacer esa entrega en los casos en que, luego del contrato, hayan
cambiado la situación del mutuario de que hagan incierta la posibilidad de la
restitución. Por ejemplo, en el caso de que haya sospechas ciertas del cambio
de fortuna del mutuario.
• Responsabilidad por mala calidad o vicios de la cosa: según el art. 1.530 del
Código, el mutuante es responsable de los perjuicios que sufra el mutuario por la
mala calidad o vicios de la cosa prestada; por ejemplo, si el vino estaba agriado
o los granos en malas condiciones (ello cuando la cosa prestada no se tratare de
dinero).
En el préstamo gratuito, el mutuante sólo es responsable cuando ha habido mala
fe, esto es, cuando, conociendo los defectos o vicios de la cosa, se los ocultó al
mutuario. Pero si es oneroso, responde también por los vicios cuya existencia
ignoraba.
Son obligaciones del mutuario:
• La restitución de las cosas: la obligación principal del mutuario es la restitución
de igual cantidad de cosas de la misma calidad y especie que las entregadas.
Debe restituirlas dentro del plazo convenido en el contrato. Si no existiera plazo,
debe restituirlo dentro de los 10 días de ser requerido por el mutuante.
También debe cumplir con el pago de los intereses convenidos. De lo contrario,
esa falta de pago le permite al mutuante resolver el contrato con la consecuencia
derivada de ello, es decir, requerir la devolución de lo prestado más los intereses
hasta que se concrete la restitución.
6.6 DEPOSITO
El Contrato de depósito está regulado en el Código Civil y Comercial en el Capítulo 11,
del Título IV (“Contratos en particular”), del Libro Tercero (“Derechos personales”).
Concepto
ARTÍCULO 1356.- Hay contrato de depósito cuando una parte se obliga a recibir de otra una
cosa con la obligación de custodiarla y restituirla con sus frutos.

El contrato de depósito es un contrato de confianza, independientemente de su


carácter oneroso. La obligación de custodia es intransferible y debe cumplirla el
depositario personalmente.
ARTÍCULO 1357. Presunción de onerosidad
El depósito se presume oneroso. Si se pacta la gratuidad, no se debe remuneración, pero el
depositante debe reembolsar al depositario los gastos razonables en que incurra para la
custodia y restitución.
La onerosidad pasa a configurar el régimen general del contrato de depósito. La
unificación de los contratos civiles y comerciales conlleva como necesaria implicancia y
acorde es lo usual en la contratación contemporánea, afirmar el carácter oneroso de la
mayoría de las relaciones jurídicas patrimoniales. La onerosidad aparece también
referenciada en el artículo 1375 cuando se extienden las reglas del depósito necesario
a los establecimientos y locales que allí se describen, en tanto los servicios principales
a los que la guarda y custodia acceden sean prestados en ese carácter. (Pita, 2014, p.
289).
El contrato puede ser gratuito, pero ello debe ser expresamente pactado.
Serán obligaciones del depositario:
• La guarda de la cosa como obligación primordial: el depositario debe “poner en
la guardar de la cosa la diligencia que usa para sus cosas”. Asimismo, se agrega
otro estándar de valoración, que corresponde a la profesión del depositario.
Como sostiene Pita (2014):
Cuando el depósito es ejercido profesionalmente, el modelo de conducta está
dado por el “buen hombre de negocios”, “buen empresario” u “organización
idónea” lo que implica la obligación de extremar las diligencias destinadas al
cumplimiento del objeto del contrato, configurándose el deber de garantía o
seguridad que obliga al empresario. (2014, p. 291).
• La prohibición del uso de la cosa, ya que el depositario tiene sólo la guarda: esto
significa que no puede usar las cosas (sin el permiso del depositante) y debe
restituirlas, con sus frutos, cuando le sea requerido. Esta prohibición de uso de
la cosa es lo que diferencia en mayor medida al contrato de depósito del
comodato.
• La restitución de la cosa hecha por el depositario al depositante: la misma debe
restituirse, en el lugar en el que debía ser custodiada, al depositante o a la
persona que éste indique.
¿Cuándo? Puede convenirse un plazo, en cuyo caso el depositario debe hacerlo
a su vencimiento. El plazo se entiende en beneficio del depositante, ya que en el
contrato de depósito es preeminente el interés del depositante, lo que le permite
a éste reclamar la restitución en cualquier momento. Tal como señala Pita, “se le
confiere al depositante una facultad de restitución ad nutum, no querida de
invocación de justa causa, ni susceptible de generar, como regla,
responsabilidad para quien la ejercita” (2014, p. 294).
Ahora bien, cuando el depósito es gratuito, se entiende que el depositario puede
exigirle al depositante, en todo tiempo, que reciba la cosa depositada.
Esto es lógico, porque, siendo el contrato gratuito, el depósito se hace como una
suerte de cortesía.
Serán obligaciones del depositante:
• El pago de la remuneración: cuando el depósito es oneroso, lo que constituye la
regla, pactada para todo el plazo del contrato.
• El pago de los gastos: cuando, para conservar la cosa, deban hacerse gastos
extraordinarios, estos son a cargo del depositante. El depositario debe avisarle
al depositante sobre la situación que generan estos gastos y afrontar aquellos
gastos que no puedan demorarse. Luego, el depositante debe restituirlos.
• La pérdida de la cosa: si la cosa depositada perece, y no hay culpa del
depositario en dicha situación, entonces la pérdida es soportada por el
depositante.
Depósito irregular
ARTÍCULO 1367. Efectos Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, que no se encuentra
en saco cerrado, se transmite el dominio de las cosas aunque el depositante no haya
autorizado su uso o lo haya prohibido. El depositario debe restituir la misma calidad y cantidad.
Si se entrega una cantidad de cosas fungibles, y el depositario tiene la facultad de servirse de
ellas, se aplican las reglas del mutuo.

El depósito irregular transfiere la propiedad de la cosa depositada al depositario. Para


el depositante es irrelevante lo que el depositario haga con el dinero o las cosas
fungibles que le entregó, aun cuando no haya autorizado y aun prohibido su uso. En
tanto el depositario del depósito irregular tiene la propiedad de las cosas depositadas,
tiene también su uso.
Lo que importa es que al término señalado se le entregue al depositante una suma
equivalente o una cantidad, especie y calidad igual de cosas fungibles. Esta es la única
obligación que la ley impone al depositario irregular.
Afectarán al depositario los aumentos y disminuciones que sobrevengan en el valor de
la cosa depositada.
Si el depositante entrega la cosa en saco o caja cerrada que la contenga, sin entregar
la llave, el depósito ya no es irregular, pues dicho envase cerrado con su contenido
conforma una cosa cierta e individualizable, por lo que el depósito es regular y se
aplicarán las normas correspondientes a esta modalidad.
Depósito necesario
ARTÍCULO 1368. Es depósito necesario aquel en que el depositante no puede elegir la
persona del depositario por un acontecimiento que lo somete a una necesidad imperiosa, y el
de los efectos introducidos en los hoteles por los viajeros.

La diferencia entre depósito voluntario y depósito necesario consiste en el menor grado


de libertad del depositante en elegir al depositario. Esta restricción a la libertad
contractual se da cuando el depósito es consecuencia de una situación urgente de
necesidad como, por ejemplo, la ocurrencia de una catástrofe ambiental, inundación,
incendio, terremoto, naufragio, entre otros.
La situación urgente de necesidad antes mencionada acota la libertad del depositante
al no poder elegir libremente al depositario, pero esta circunstancia no le quita el
carácter convencional al depósito. También es considerado depósito necesario el de
los efectos introducidos en los hoteles por los viajeros.

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