El aprendizaje social demuestra la importancia de la observación e imitación, siendo de gran

influencia en la conducta humana. Los niños adquieren y modifican patrones complejos de

comportamiento, conocimiento y actitudes través de la observación de los adultos, pues Bandura
expresa que la mayor parte de la conducta humana se aprende por observación mediante
modelado. De esta forma, los niños los niños prestan atención a todas las personas o modelos y
codifican su información, posteriormente, ellos pueden imitar la conducta que han observado,
siendo un comportamiento adecuado o inadecuado. Por lo tanto, esta imitación tendrá una
consecuencia y de acuerdo a esta se da la probabilidad de que la conducta sea repetida, es decir,
refuerzo o castigo. El fortalecimiento de la conducta puede ser externo o interno.

Bandura hace hincapié en los procesos subyacentes del aprendizaje observacional, teniendo en
primer lugar la atención por el observador a una conducta de un modelo, la codificación simbólica
y retención de esa conducta o actividad, procesos de producción siendo la capacidad de realizar la
conducta modelada y, por último, los aspectos motivacionales. Por último, el enfoque de
aprendizaje social tiene en cuenta los procesos de pensamiento, desempeñando un papel en la
decisión de imitar o no cierto comportamiento.

Teniendo en cuenta esta teoría de Albert Bandura,