cerrar un ciclo requiere sí de la decisión, y además de una especie de ritual que
nos permitirá estar en condiciones de iniciar con nuevos proyectos.
1.-No te aferres. A nada ni nadie y ten consciencia de que la vida es un constante
cambio, por lo que siempre encontrarás nuevas formas de vivir. 2.-Admite. Lo que fue o no, tu responsabilidad y qué papel juegas para que las cosas sean de tal o cual forma; esta es la mejor manera de aprender. 3.-Acepta. Que todo lo que te ocurre es parte de la experiencia, ya sea positiva o negativa, te ayuda a crecer y por ello debes ser una persona agradecida. 4.-Aprende. A decir adiós, es fundamental y lo puedes hacer con un ritual, ya sea una carta de despedida o simbolizar de alguna manera el cierre de ese ciclo, sin que olvides la importancia de agradecer la experiencia. 5.-Emprende. Por último, llega el momento de hacer nuevos proyectos. La frase puede parecer superficial y se piensa que cerrar un círculo consiste en romper deliberadamente con todo lo que lleve una relación con ese evento o persona con la que has decidido concluir. Sin embargo, parte del éxito de este proceso radica en aprender a separarte sin dolor, es decir, debes obtener el mayor provecho de esa experiencia y reconocer que dentro de todo lo negativo que pudiera haber sido algo, aportó a tu vida. Esa valoración es la que te hace desprenderte sin rencores y poder proyectar la siguiente fase desde una plataforma positiva que no busca borrar el pasado sino capitalizar a favor del presente. Esa es la esencia de cerrar un círculo, si no se cubre esta condición, corres el riesgo de almacenar rencores o quedar atrapado en esos momentos que generaron felicidad pero que ya no están, y en ambos casos el avance esperado no será fructífero, seguirás atado. Dejar atrás el pasado no es renunciar a él, sino hacerlo efectivo para tu crecimiento personal. Después de vivir una experiencia, habrá oportunidad de transformarla o de hacerla más intensa y duradera, solo tienes que abrir tu mente y tu espacio al nuevo reto.