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CAPITULO IX

EL ESTADO EN CUESTIÓN

El Estado Científico, forma privilegiada de la autoridad soberana de los países


industrializados, se organiza como una estructura total de la sociedad. Pretende
ser una síntesis entre los tres niveles constitutivos de las colectividades: el ámbito
priva-do, la actividad económica y el orden estatal. Digamos la familia, la sociedad
civil, el Estado. La dominación política penetra la realidad hasta llegar a
constituirla. Gracias a su aparato científico técnico e industrial, impone su poder
fabricando el tiempo y el espacio, construyendo el cielo y la tierra. Y la vida con los
aspectos políticos de las nuevas técnicas biológicas.

EI concepto de sociedad industrial, desarrollado por Raymond Aron, da cuenta de


una manera imperfecta de esta situación. Supone una causalidad en virtud de la
cual la infraestructura tecnológica entrañaría un reforzamiento ineluctable del
poder estatal, sufriendo dicho reforzamiento inflexiones en función del contexto
ideológico político (refuerza al Estado en los regímenes socialistas, y la
organización política y las filosofías pluralistas lo contrarrestan en los regímenes
capitalistas). Pero el Estado Científico es virtualmente «totalizante», ya que es un
complejo militar industrial que engloba lo político y lo económico en un campo
técnico y administrativo autoritario. El Estado recubre a la realidad por completo.

1. LA CUESTION DEL TOTALITARISMO

No ha llegado el momento de considerar en el Estado totalitario el fenómeno que


domina nuestro siglo, la novedad por excelencia de nuestra época, a imagen, si es
necesaria una comparación, de la revolución industrial del siglo pasado La
interrogante sobre el totalitarismo comienza con el nacional-socialismo y el
estalinismo, pero no se limita al problema de la pertinencia del acercamiento entre
estas dos dictaduras o a la explicación de su éxito. Uno de los primeros teóricos
del totalitarismo, Hans KOHN, señala:
Las dictaduras totalitarias son fenómenos propios del siglo XX, a causa de su
carácter "democrático" son movimientos de masas. Aunque hayan comenzado con
una conquista del poder por parte de las minorías, han triunfado porque han dado
forma a los sueños nebulosos de las masas nacionales y porque se han hecho
eco de sus aspiraciones confusas y apenas conscientes No puede entenderse a
las masas que han seguido a hombres como Stalin y Hitler recurriendo
únicamente al argumento del terror. Hay una afinidad fundamental que une al jefe
con su pueblo; aún más que por el magnetismo personal del líder Hitler no
conquisto a las masas alemanas, las represento.

A) EL ENFOQUE LIBERAL: EL TOTALITARISMO COMO ACCIDENTE


SUPERADO

El pensamiento liberal y científico se ampara en la noción de totalitarismo para


condenar radicalmente el nazismo y el estalinismo, pero no llega a formar un
concepto de él. La definición del término se revela imposible, como reconoce Spiro
a propósito de los siete rasgos principales que enumera:

1° El universalismo

2° La participación forzada

3° La supresión de las organizaciones no oficiales

4° La violencia militar o paramilitar

5° La inseguridad de las reglas

6° La unicidad del fin

B) LA ESCUELA DE FRANCFORT

La ESCUELA DE FRANCFORT profundiza en la crítica filosófica del totalitarismo.


Max HORKHEIMER, mandador de la escuela en 1923, pone del punto de vista
racional el totalitarismo corresponde a una victoria de los mitos sobre la razón para
acabar con una crítica a la razón contemporánea: la razón misma se convierte en
totalitaria, degenera en razón de Estado o en razón científica. El totalitarismo
aparece así como una recuperación de la razón al servicio de la dominación:
«Abandonar su existencia por el Estado, cuyas leyes garantizan el legado, no es
contravenir la conservación de uno mismo: el sacrificio se hace racional.

C) INVESTTGACIONES CRÍTICAS: EL TOTALITARISMO COMO


VIRTUALIDAD PERMANENTE

El totalitarismo no se reduce a la teocracia. Una teocracia puede hacerse


totalitaria, pero sus premisas son diferentes. Religión e ideología no tienen los
mismos pre-supuestos. El totalitarismo no intenta bajo ningún concepto salvar las
almas, sino transformarlas.

La violencia ejercida también difiere: por un lado, ninguna religión reglamentando


la misma manera los comportamientos cotidianos, por otro lado, ninguna religión
aspira a convertirse en religión de Estado puesto que la salvación no es terrenal.
EJ totalitarismo desprecia las diferencias personalizadas: de ahí, por ejemplo, la
desconfianza ante el psicoanálisis, el arte, la cultura, la memoria y, por supuesto,
la religión, todas ellas actividades sospechosas de fomentar «impetuosas
subjetividades.

D) EL TOTALITARISMO MAS ALLA DEL TOTALITARISMO

Leyendo a Hannah Arendt, puede parecer extraño que para producir al hombre tan
desolado, el totalitarismo prosiga su programa hasta el exterminio del cuerpo. El
totalitarismo culmina, en efecto, en los campos de concentración nazis o
estalinistas, donde la despersonalización se prolonga mediante la
deshumanización: la perversión, la gratuidad, lo absurdo escanden el relato. Para
Solzhenitsin, el gulag es el lugar en el que se exige «una completa rendición del
alma por el odio de la interioridad. Hannah Arendt insiste en el significado del
exterminio de masas: más allá de la persona, de lo que se reniega es de la parte
de humanidad que hay en cada uno, como atestiguan las torturas, marcas y
registros.

2. LA CUESTION DE LA HISTORIA
Con la Escuela de Fráncfort, con Hannah Arendt, la interrogante sobre el
totalitarismo, derivada del desarrollo de las ciencias sociales, volvía a la filosofía.
Los filósofos de la postguerra han intentado comprender la modernidad y los
resortes de la tiranía

A) SOBRE LA TIRANIA

Contrariamente a las ideas recibidas, el tirano es desgraciado. Hier6n explica al


sabio que no conoce ni el amor, ni los confidentes, ni las amistades verdaderas,
sino solo el temor constante del complot y del asesinato, la soledad. Simonides le
sugiere que renuncie a la tiranía y se convierta en un rey bienhechor para no ser
ya nunca más desgraciado. Hieron objeta que tal cambio no aboliría sin embargo
sus crímenes, el recuerdo de sus crímenes: La mayor miseria de la tiranía es que
uno no puede des-hacerse de ella. El Simonides de Jenofonte no responde nada.
Se trata del peor de los regímenes: Más valdría renunciar a toda tiranía antes de
haber intentado instaurarla.

B) EL COMUNISMO Y EL SENTIDO DE LA HISTORIA

No es cierto que las buenas intenciones lo justifiquen todo, ni que se tenga el


derecho de hacer lo contrario de lo que se quiere. En 1946, Maurice MERLEAU-
PONTY era uno de esos intelectuales de los Tiempos modernos (Raymond Aron,
Jean Paulhan, Jean-Paul Sartre) que entraron en política sin renunciar a las
exigencias de la verdad y la libertad. Dicha política separo a los que debía reunir,
Aron, Malraux y Koestler alejados por la crítica a Estados Unidos y la oposición a
de Gaulle, Camus por su anticolonialismo virulento. Pero el debate principal opuso
a SARTRE con Merleau Ponty, controversia cruzada entre el comunismo y el
sentido de la historia, en la cual uno defendía a la Unión Soviética sin el socorro
del marxismo, y el otro la rechazaba sin separarse de la dialéctica histórica.

C) EL ESTRUCTURALISMO Y LA DISOLUCION DE LA HISTORIA

El estudio del estructuralismo exigiría confrontar los trabajos del lingüista Román
JAKOBSON, del biólogo François JACOB, de los filósofos Louis ALTHUSSER y
Michel FOUCAULT (que ha rechazado siempre esta etiqueta), del psicoanalista
Jacques LACAN y del antropólogo Claude LEVI-STRAUSS. Aquí nos
contentaremos con evocar las objeciones que este último plantea en contra del
historicismo.

D) LA HISTORIA INDETERMINADA

La historia es esencialmente poiesis, contingente, autocreación de los hombres.


Hay que desembarazarse del marxismo como filosofía de la historia, como
conocimiento del devenir y de su necesidad. Liberación necesaria ya que ese
marxismo se ha revelado a la vez inexacto, peligroso e inútil.

3. LA CUESTION DEL PODER

El poder, y no solo el Estado, porque la cuestión del poder parece más pertinente,
más amplia, más profundan, porque ese simple cambio de término desplaza el
punto de vista. ¿Que es lo que hace que obedezcamos? Como explicar que
algunos hombres se eleven como dominantes y decidan por todos, fabriquen los
medios de perpetuar su dominio y de hacer aplicar sus decisiones Que es lo que
hace que obtengan la obediencia de una comunidad a veces muy vasta, en la que
las relaciones empíricas entre dominantes y dominados parecen a veces tan
tenues Y que es lo que hace que, a veces, algunos dejen de obedecer?

A) REBELIONES

Aparecen protestas inesperadas, rebeliones contra los poderes, que Herbert MAR-
CUSE intenta teorizar. Nuevos movimientos se imponen en el orden social, sin
inscribirse en la perspectiva de la lucha contra el poder central. Estos
levantamientos no han sido previstos por la ciencia política, que apenas los
comprende; no han sido controlados por las instituciones políticas (incluidos los
partidos), a las que desconciertan; no pueden explicarse con las categorías
clásicas del marxismo. Jóvenes estadounidenses se niegan a hacer la guerra
prefiriendo la prisión o el exilio, jóvenes alemanes se insurreccionan en Berlín, en
abril de 1968, contra el magnate de la prensa sensacionalista, jóvenes franceses
desencadenan una revuelta en todas las direcciones, en mayo de 1968, los
checos inventan la primavera en política para liberar al socialismo del estalinismo,
y, en la década de 1970, se multiplican en el Este las disidencias de intelectuales
que prefieren arriesgarse a entrar en el hospital psiquiátrico por pensar como
creen, que entrar en las academias pensando lo que se les ordena.

1. Izquierdismos

El izquierdismo de la década de 1960 es heredero de Bordiga y de estas


impaciencias erigidas en teoría, de esta enfermedad infantil del comunismo
denunciada por Lenin en 1920? Si, ciertamente si uno se aferra a este tema
principal del abstencionismo electoral bajo la misma consigna: Elecciones, traición.
Si, si uno se aferra a este soplo de Utopía revolucionaria que pretende denunciar
los mismos revisionismos de ayer a hoy, el izquierdismo es «un remedio a la
enfermedad senil del comunismo, replica irónicamente el líder libertario del
movimiento de mayo.

Por lo demás, se impone la prudencia genealógica. No solo porque no es la misma


época, no solo porque el cisma chino soviético ha quebrantado el bloque
comunista o porque parece que los partidos comunistas se han comprometido con
una vía pacífica hacia el socialismo. Sino, sobre todo, porque en la rebelión
llamada izquierdista convergen y divergen varias corrientes de pensamiento
diferentes.

2. Feminismos

La Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano proclama que todos
los individuos son libres e iguales en derechos, pero los revolucionarios de 1789
se apresuraron para excluir a las mujeres del derecho al sufragio. Además, el muy
celebrado por revolucionario Código Civil francés de 1804, las subordinaba a la
obediencia conyugal en nombre de la unidad familiar. El feminismo nace de esta
contradicción: la modernidad democrática hace suya una lógica secular que
implica la sumisión de la mujer al hombre tanto en el orden privado como en el
político.

B) EL PODER COMO ESTRATEGIA


El poder es un ejercicio; el saber, su reglamento. Los primeros trabajos de
Foucault se sitúan en el marco de la epistemología (la ciencia de las ciencias).
Procede a una crítica a la ciencia, a la filosofía de la ciencia, a las categorías,
implícitas o explicitas, que subyacen a las ciencias en la constitución de los
saberes. Foucault desmonta así el mito del progreso y sus corolarios, las nociones
de filiación, de continuidad, de sucesión, de influencia, de maduración, mientras
que el estudio de la formación de las disciplinas científicas revelan, por el
contrario, que avanzan mediante discontinuidades, diferencias de nivel,
discontinuidad.es y rupturas.

El poder es una estrategia. Las concepciones tradicionales regulan el problema


simplificándolo en exceso. El formalismo jurídico, núcleo de las monarquías del
Antiguo Régimen, plantea como postulado que solo el poder que dura es legítimo.
Nos remite a la ley y a la autoridad que la promulga, Entonces, ya no hay que
extenderse más sobre las condiciones formales de la legitimidad, y al límite, glosar
la norma. La sociología durklreimniana toma una perspectiva más vasta, pero,
considerando que el hecho social es apremiante por naturaleza, dicha sociología
reduce los poderes a unos puntos de aplicación de la dimensión represiva
inherente a la sociedad. En cuanto a la sociología marxista, en lugar de buscar la
ley, busca la clase social que la manipula, lo que viene a ser lo mismo. En los tres
casos, se olvida lo esencial, que el ejercicio del poder es singular según cada vez,
en sus mecanismos, en sus objetivos, en sus efectos.

C) LAS MEGAMAQUINAS DEL PODER

Estos términos permiten recomponer la historia universal, percibir los ornamentos


importantes de la producción social (de la producción de la sociedad por si
misma). Sin embargo, no hay ningún determinismo en esta sucesión; la referendo
constante a Marx admire la importancia de lo económico, pero entendiendo
únicamente por ello la sola producción de bienes y recusando toda causalidad
directa o dialéctica; lo económico actúa como una maquinación de flujos y
organiza el deseo. Así, se proyectan tres épocas principales:

 Cuerpo pleno
 La Tierra
 El Déspota
 El Capital

D) NIHILISMOS

La energía del deseo esta drenada en una configuración de relaciones sociales


más que en otra por las disposiciones maquinistas de una sociedad dada. Jean
Francois LYOTARD, como Deleuze y Guattari, es un adepto de la politica
«esquizo-analitica», pero, a diferencia de ellos, recusa toda pretension teorica
para no propugnar mas que la deriva libidinal.

La dualidad entre maquinas de deseo y megamaquinas sociales, sugerida en El


anti-Edipo, comete el error de inscribirse todavia en el esquema marxista, en el
que se con-sidera la existencia social como una fuente de alienation. Mantiene,
pues, aunque fue-se dentro del nihilismo, un pensamiento politico critico. Lyotard
cree que es necesario renunciar a toda ambition de este tipo y abandonar el
terrorismo de la actitud critica,

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