Mirad, que antes que las emanaciones fueran emanadas
Y las criaturas fueran creadas, Había una Luz Superior simple que llenaba toda la realidad. Y no había ningún lugar vacante, tal como aire libre y espacio, Sino que todo estaba lleno de aquella Luz simple del Ein Sof (Infinidad). Y no tenía ni principio ni fin, Sino que todo era una sola Luz simple, balanceada, uniforme e igualitariamente, Y se llamaba “la Luz del Ein Sof (Luz Infinita)”.
Y cuando a raíz de Su voluntad simple, surgió el deseo de crear los mundos,
Y emanar las emanaciones, Traer a la luz la perfección de Sus actos, Sus nombres y Sus denominaciones, Que fue la causa de la creación de los mundos, Se restringió, entonces, el Infinito, a Sí Mismo, en Su punto medio, Precisamente en el centro, Y restringió aquella Luz, Y se apartó hacia los costados alrededor de ese punto medio. Y ahí permaneció entonces, un espacio libre, un vacío, Desde el punto medio mismo. Y esta restricción fue uniforme, Alrededor de ese punto vacío, De manera que aquel espacio Fuera distribuido uniformemente a su alrededor.
Allá, después de la restricción,
Habiendo permanecido el espacio, libre y vacío Precisamente en el centro de la Luz infinita, Ya hubo lugar, Donde los emanados y los creados y los formados y lo hechos Pudieran residir.
Luego, pendió, de la Luz Infinita, una sola línea Suya,
De arriba abajo, Descolgándose hacia dentro de ese espacio. Y a través de esa línea, Él emanó, creó, formó e hizo Todos los mundos, enteramente.
Antes que estos cuatro mundos existieran
Era un solo Infinito y Su Único Nombre, en una unidad maravillosa y oculta, Que no existe ni siquiera en los ángeles más cercanos a Él Los cuales no tienen alcance en el Ein Sof (Infinidad), Porque no hay ninguna mente creada que pueda alcanzarLo, Ya que Él no tiene lugar, ni límite, ni nombre.