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Para llegar a estos niveles, se requiere saltar varios obstáculos que se relacionan

con las exigencias de los entrenamientos y el estrés de la misma competencia.


Lidiando con el fantasma de las lesiones; lo que puede disminuir la eficiencia del
jugador e incluso hasta retirarlo. Es por ello que el conocimiento de la biomecánica
de las acciones que se llevan con mayor frecuencia en este deporte, y un
entrenamiento basado en las capacidades del jugador de acuerdo a: su edad y
fortaleza. Son acciones que pueden prevenir dichas lesiones.
En estudios realizados en las ligas de béisbol de los Estados Unidos de
Norteamérica reportan que 1 de cada 4 jugadores sufre una lesión en el sistema
musculo esquelético y la mayoría de ellas se deben a sobrecarga  y sobreuso. En
muchos de los casos puede significar el final de la carrera como jugador a corta
edad (5-14 años).

Lanzar una pelota de béisbol es una de las principales acciones que se tiene en
este deporte, lo que implica la participación de una cadena de movimiento en la
que intervienen varias estructuras como lo es el hombro, el codo y muñeca.
Implican movimientos de gran velocidad y en forma repetitiva. En todo este gesto
deportivo hay principalmente dos grupos de músculos que intervienen en el
lanzamiento: ACELERADORES que son los músculos que llevan el brazo hacia
delante hasta el punto de soltar y DESACELERADORES, músculos que absorben
el impulso después de que se ha soltado la bola. La repetición de este movimiento
por periodos prolongados puede originar las lesiones y modificaciones anatómicas
en jóvenes.

Dentro de las lesiones que pueden presentarse son:

En hombro.
 Hombro del lanzador, está en general se refiere a la lesiones del manguito
rotador
¿Sabía qué?  Durante un lanzamiento  la velocidad de rotación del hombro puede
superar los 7000° por segundo).

 Hombro de lanzador de pequeñas ligas, esta lesión afecta la parte


proximal del cuerpo del humero. El momento rotatorio sobre la lámina de
crecimiento de los lanzadores adolecentes provoca fractura por fatiga y suele
producirse entre los deportistas varones de 11 a 12 años de edad.
 

En el Humero
 Fractura de la Diáfisis del Humero. Consiste en una fractura por fatiga

generalmente a la mitad del humero


(diáfisis del humero) y en las radiografías suele aparecer una fractura en espiral.

En codo
 Lesiones o desgarros del ligamento colateral medial (LCM) del codo.

Este ligamento es el principal estabilizador del codo en los movimientos de bateo y


es la más frecuente.

 
 Codo de las Ligas Menores. es el resultado de tensión repetitiva sobre la

placa de crecimiento en la parte interna del codo.


La mayor tensión ocurre durante la fase de aceleración del lanzamiento de una
pelota de béisbol, ya que los

huesos todavía están creciendo, las placas de crecimiento están débiles y


susceptibles a lesiones. Esto sucede

con lanzamientos fuertes, de gran velocidad y cuando tiran curvas.

 Evidentemente como en otros deportes, en el béisbol se está expuesto a otras


lesiones traumáticas y por sobreuso, que afectan otras regiones anatómicas, pero
consideramos que estas son las de más importancia, dada la acción del
lanzamiento.

Cabe mencionar que antes de los años 70 las lesiones podían acabar con la
carrera de atletas, sobre todo si no seguían programas de rehabilitación
adecuados. Hoy en día las técnicas quirúrgicas y de rehabilitación, permiten poder
reintegrar a los deportistas a su vida activa de competencia.

Hoy por hoy La prevención y rehabilitación de las lesiones requiere centrarse


en la optimización de los mecanismos de lanzamiento, la fuerza central, el control
escapular y el arco de movilidad articular. Advirtiendo que en deportistas jóvenes
que no hayan recuperado su desarrollo físico, limiten  el tipo y cantidad de
lanzamientos de lanzamientos.

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