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Área de Pastoral

Documento para Padres

Itinerario Pastoral FESD 2020-21

El Latido que Nos Une. Descubre la Vida

Queridos Padres y Madres de los alumnos del colegio…


Os damos la bienvenida a este nuevo curso y deseamos compartir con vosotros la
tarea del acompañamiento pastoral y educativo a vuestros hijos, nuestros alumnos, en
su proceso de crecimiento, aprendizaje y maduración.
La intensa experiencia global de la pandemia del Covid-19, vivida en el último curso,
nos une a todos en el descubrimiento del valor de la Vida. Creemos que nuestro
itinerario pastoral para el curso 2020-21 no puede huir de este momento. Con él,
deseamos acompañar el crecimiento de los alumnos en su contexto vital, ayudándoles
a integrar, entender e interiorizar lo vivido y también a descubrir y valorar la Vida
desde la esperanza cristiana como virtud del sentido, motor y oxígeno del vivir (cfr.
“Educar para la esperanza. Marco orientador de la FESD ante la situación social del Covid-19”) .

Por ello, este curso buscamos realizar un proceso que se articule sobre cuatro claves
básicas: la conciencia de nuestra interioridad, la dimensión del acompañamiento, la
práctica de la solidaridad y la experiencia de nuestra apertura a la fe en Dios.
Este itinerario lleva por lema “El Latido que nos Une. Descubre la Vida”. Nos centramos
en la Vida como valor, como don y responsabilidad compartida, que nos une con
nosotros mismos y nuestra interioridad; con los otros, en una relación de cuidado y
acompañamiento; y con Dios, que “se ha hecho uno de nosotros” (cfr. Mt 1, 23) en Jesús
de Nazaret, en el que tenemos un compañero de camino.
La aportación fundamental de la fe cristiana a la historia de la Humanidad es la
realidad de que Dios se ha unido a nosotros, se ha encarnado y, desde entonces, nada
de lo humano le es ajeno. En Jesús, Dios se ha hecho uno con nosotros para que
nosotros experimentemos la fuerza de su vida, su misericordia y perdón, su entrega
por la salvación de todos, su muerte y su resurrección.
Esta Buena Noticia de la presencia de Jesús junto a nosotros fundamenta este
itinerario y nos abre a la esperanza, al sentido y “el porqué de nuestra existencia, que
no es otro que la siembra incansable del bien para un futuro sin límites, para una
felicidad desbordante, donde despojados de miserias, temores, conflictos,
enfermedades y dolores, será el tiempo de la eternidad para el amor…” (cfr. “Educar para
la esperanza. Marco orientador de la FESD ante la situación social del Covid-19”)

En el marco de esta esperanza, nuestro itinerario se plantea abordar la situación vital


consecuencia de la pandemia con tres acentos, que colorearán los sucesivos
trimestres: el reencuentro, la solidaridad y la vida nueva.
Área de Pastoral

Primer trimestre: El reencuentro.


Queridos Padres y Madres de los alumnos del colegio…
Los primeros meses del curso nos regalan la experiencia de volver a encontrarnos con
lo cotidiano de nuestra vida: los espacios (el colegio), la rutina (las actividades
escolares) y las personas (los compañeros, profesores y familias de alumnos).
Durante este trimestre, reencuentro será sinónimo de recuperar lo valioso de lo
cotidiano, de tomar conciencia de las pérdidas y vivir su duelo, valorando qué huellas y
aprendizajes traemos todos a clase dentro de nuestra mochila, con la esperanza nacida
de inaugurar un nuevo curso, acompañados del Dios de la vida.
Comenzaremos con unas jornadas a las que hemos llamado la “Semana de Acogida”
para “cerrar el curso pasado, que no acabó en condiciones habituales, y abrir el nuevo
e integrarse en él con naturalidad”.
Para vivir la alegría del reencuentro será necesario ser corresponsables en el cuidado
de la salud de todos, practicando las medidas preventivas y de protección sanitaria,
para lograr un espacio y una convivencia con seguridad.
Nos daremos espacio para crecer en Inteligencia emocional, para ser conscientes y
acompañarnos en el reconocimiento de las pérdidas que hemos sufrido, y para
atesorar el recuerdo y el cariño que sembraron en nosotros las personas que
perdimos. Una experiencia que, con vuestra especial implicación, en vuestro hogar y
en el colegio, deseamos que lo sea de toda la Comunidad Educativa.
En la Semana de la Ciencia, y siguiendo la metodología del PBL (Problems Based
Learning), nos enfocaremos en el reconocimiento de la labor de los sanitarios, y de
todos los que nos cuidaron durante la pandemia, simbolizados en la concesión del
Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2020. Quizá algunos padres y madres, por
vuestra profesión, pertenecéis a estos grupos profesionales. Por ello, nos gustaría que
participarais y fuerais también merecedores de nuestro especial agradecimiento, y que
vuestros hijos se sintieran orgullosos de vuestro servicio en bien de todos.
Y llegaremos al mes de diciembre en el que celebraremos en Navidad la esperanza que
nos aporta Dios que se hace presente en nuestra historia con todas sus consecuencias.
Con el nacimiento de Jesús, Dios viene a cuidarnos de cerca, vive nuestra historia.
Nosotros recibimos esta solidaridad de Dios, acogiendo a Jesús y a los hermanos con
nuestras actitudes de cuidado, de unión y de compartir.
Área de Pastoral

Segundo Trimestre: La Solidaridad


Queridos Padres y Madres de los alumnos del colegio…
En el segundo trimestre, la clave es descubrir, valorar y vivir la solidaridad. Ser solidario
significa tener un corazón capaz de adherirse, de unirse por la fuerza del amor y llegar
a comprometerse en una causa de justicia, de paz, o de bien en favor de los que
padecen cualquier carencia, pobreza, injusticia o sufrimiento.
En el mes de Enero, celebraremos la “Semana de los DDHH”, que concluye con la
Jornada Escolar de la Paz. La pandemia ha afectado a muchos países, no sólo al
nuestro, y sus consecuencias son muy graves en aquellos menos desarrollados. Esta
experiencia nos ha hecho conscientes de la fragilidad de la condición humana,
sentirnos solidarios en la enfermedad y nos ha ayudado a considerar que, para salir de
esta situación, necesitamos ser solidarios. Buscamos tomar conciencia del
reconocimiento real del derecho a la salud y a la vida; que será de verdad un derecho
universal y un camino para construir la Paz, si nos abrimos al diálogo y a la cooperación
entre los pueblos.
La Solidaridad nos hace sensibles a la necesidad de acción en favor del reconocimiento,
el respeto y el desarrollo de los Derechos Humanos. De la conciencia pasamos a
sentirnos invitados para actuar en favor de quienes más sufren, en el entorno cercano
del aula y el colegio, y también en el mundo en que vivimos.
Con el inicio del tiempo de la Cuaresma profundizaremos la experiencia de la
colaboración: cómo ayudar y cómo dejarse ayudar, a través de la cooperación, que
tanto valor pedagógico tiene para nosotros. También, mediante la realización de
campañas para compartir, como la Campaña del Hambre y actividades colaborativas. Y
nos involucraremos en reconocer los diversos tipos de carencias y pobrezas (el
hambre, la brecha digital, la falta de oportunidades...) que generan desigualdad de
posibilidades de desarrollo personal y social.
En este sentido, la familia es un entorno especialmente adecuado para sensibilizar
ante las necesidades de los demás y aprender a cooperar, muchas veces empezando
por pequeños gestos domésticos, fomentando así la actitud de ayudar y dejarse ayudar
para bien de todos. Y también para abrir esa solidaridad a otros, más allá de los límites
del hogar. Contamos, pues, con vuestra cooperación en esta educación en solidaridad.
En el mes de Marzo, avanzaremos en el camino de la Cuaresma y en él valoraremos y
celebraremos la solidaridad de Jesús con nosotros. Jesús nos manifiesta la misericordia
de Dios: Él se ha hecho solidario con nosotros viviendo nuestra misma vida, nos da su
presencia y su misericordia hasta la entrega total de su propia vida durante su pasión y
muerte, que culminará con su resurrección. Mediante dinámicas de contemplación,
oración y celebraciones, unidos entre nosotros y con Jesús, nos adentraremos en su
modo de vivir y entregar la vida. Esto nos ayudará a fomentar interrelaciones basadas
en los valores del evangelio, que nos unen y nos construyen a imagen y semejanza de
Dios, como seres en relación solidaria con los demás, también en el ámbito familiar.
Área de Pastoral

Tercer Trimestre: Una Nueva Vida


Queridos Padres y Madres de los alumnos del colegio…
Llegamos al tercer trimestre del curso, que coincide con el tiempo litúrgico de la
Pascua. El eje en el que nos centraremos será la nueva vida, la nueva forma de valorar
y construir la vida, que nos muestra Jesús en su Resurrección. Es una nueva vida que
nos trae alegría por la presencia del otro, por recorrer juntos el camino de la vida. En
este recorrido, el acompañamiento de la familia desempeña un papel destacado.
Tras la pandemia, algunos hemos podido descubrir y celebrar el valor de la familia y su
importancia; otros, la necesidad del cuidado del medio ambiente y una movilidad más
respetuosa en la ciudad; muchos, la necesidad de la interioridad y de salir al encuentro
de uno mismo; la mayoría, que nada humaniza más que la presencia “cara a cara” y sin
intermediarios… ¿Qué invitaciones a una vida nueva, la vida del Resucitado, vamos
recibiendo en este tiempo del curso? ¿Qué oportunidades de vida nueva percibís
también en vuestras familias?
En el mes de Abril, celebramos a Jesús Resucitado, que nos ofrece un sentido para vivir
con Su amor capaz de dar la vida; nos muestra que este amor, expresado en el servicio,
es más fuerte que cualquier problema, incluso la muerte. Vivir de esta manera nueva
nos transforma, nos hace crecer como personas y nos llena de alegría. ¿No es esto lo
que ocurre cuando los chicos reciben vuestro amor incondicional de madres y padres?
Destacaremos y celebraremos las experiencias de nueva vida y de resurrección que
hay en nuestro entorno, en vuestras familias y en la Comunidad Educativa.
El mes de Mayo también nos anuncia la vida nueva, en él honramos a la Virgen María,
madre y primera seguidora del Reino que anunció Jesús; pues Ella, como madre
nuestra, nos indica el camino a seguir.
Como María, muchos han seguido la vida nueva del evangelio de Jesús. Es lo que
destacamos al celebrar la Semana FESD recordando a santo Domingo de Guzmán en el
marco de un aniversario especial: los 800 años de su muerte. Santo Domingo fue un
predicador apasionado por anunciar a todas las personas, con generosidad y
creatividad, la buena noticia de la nueva vida que es el Evangelio de Jesús.
Junio será un mes importante, porque en él vemos el resultado del proceso
desarrollado durante el curso. Es tiempo para agradecer todo lo que hemos
compartido, aprendido, experimentado y caminado juntos, en el colegio y en casa. Es
el momento de valorar y celebrar el don de la vida, y de comunicarnos -también en
familia- los descubrimientos realizados sobre las cosas verdaderamente valiosas en
ella.
Destacaremos el amor recíproco que nos propone Jesús como mandamiento nuevo y
como signo que identifica a quienes hacen vida su Evangelio. De los primeros cristianos
decían: “¡Mirad cómo se aman!”. Ellos ya vivían la nueva vida de la Resurrección: vida
de fraternidad, de familiaridad, de solidaridad, de comunidad. También nosotros
Área de Pastoral
queremos vivir, celebrar y agradecer haber descubierto el amor y la
vida que compartimos, “El Latido que nos une”.
¡Gracias!

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