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Causas:
Las causas de la disolución de la República de Colombia fueron de Naturaleza política, económica, social, y
geográficas, íntimamente interrelacionada, las cuales pueden resumirse así:
-Los grupo oligarcas, tanto de Venezuela como de la Nueva Granada, nunca fueron partidarios de la creación de la
República de Colombia y mucho menos del sistema de
gobierno centralista.
Por otra parte, uno de los golpes más duros a la unidad, fue el
movimiento separatista que estalló en Venezuela el 30 de abril de
1826, encabezado por las municipalidades de Valencia y Caracas. El
letrado Miguel Peña y el general José Antonio Páez tuvieron papel de
primer orden en este movimiento que pasó a la historia con el nombre de La
Cosiata. Todo se aquietó momentáneamente con la presencia de Bolívar en
territorio de Venezuela.
A pesar de existir apoyo a la Constitución de Cúcuta, más específicamente en Guayaquil, Quito y Venezuela
ansiaban una constitución federalista, es decir una que les permitiera tener un control y libertad regional sin
imposiciones centrales fuertes; en particular el cuerpo militar Venezolano esperaba ejercer más poder en su
región.
A los miembros del ejército se les había permitido votar en las elecciones desde la Constitución de Cúcuta en
especial como justo reconocimiento al esfuerzo realizado en las campañas libertadoras.
En 1827 el congreso decide reducir ese derecho e hizo un cambio constitucional para
excluir desde los sargentos hacia abajo, ya que excluir la cúpula militar era un movimiento muy atrevido.
A pesar de todo se nombran los miembros en las elecciones del 1 De julio de 1828.
Bolívar con su ferviente deseo de ver una Gran Colombia unida decide hacer imponer su voluntad en forma
dictatorial como último recurso y presenta, en Agosto de 1828, una constitución que había desarrollado en la que
se incluía Perú y Bolivia (pues Bolivia ya se había separado de Perú), con un fuerte gobierno central y una
presidencia de por vida en la que el presidente podría tener la facultad de nombrar su sucesor. Esa fue la chispa
final que incendió a los Santanderistas pues vieron en esa propuesta un retroceso a una monarquía y llegaron al
punto de intentar asesinar al libertador en Septiembre 25. Adicionalmente, los líderes venezolanos vieron con
bastante recelo las intenciones de Bolívar y en Noviembre de 1829 deciden separarse de La Gran Colombia y así lo
dejan saber en la convención de Enero. Bolívar finalmente renuncia a su posición durante la convención
constitucional de Enero de 1830 (también llamada el Congreso Admirable),
adicionalmente, empezaba a mostrarse enfermo.
Separación de Venezuela
La separación final de Venezuela empezó a concretarse en 1826 con el movimiento
de La Cosiata y se consolidó en 1830, cuando Venezuela dejó de formar parte de la
república de Colombia o Gran Colombia.
Desde los primeros días de su creación venían aumentando los conflictos internos y
el descontento ya que ninguno de los países mencionados estuvo totalmente de
acuerdo. Además la Nueva Granada estaba sufriendo de una gran crisis económica y
social por la guerra contra los españoles al igual que Quito y la Capitanía General de
Venezuela. Fue muy difícil sentar buenas bases para esta república aunque se veía
como la única salida para contrarrestar la fuerte crecida de Estados Unidos que ya
Bolívar preveía como gran potencia. Al no tener unos objetivos fijados esto contribuiría a dicha separación y a la
disolución final de la Gran Colombia.
• Existen algunos conflictos y descontentos a nivel general ya que de cierta manera persiste en un régimen
colonial en las naciones.
Político:
• El General José Antonio Páez, quien ya había combatido bajo las órdenes de Bolívar, se convirtió en el primer
presidente del nuevo estado venezolano y gobernó hasta 1863.
• Páez pidió la expulsión del Libertador (Bolívar) del territorio de Venezuela y del territorio colombiano.
• No había producción.
• El latifundio continúa siendo la forma de propiedad territorial más difundida; el surgimiento de una élite militar
adinerada acentuó este fenómeno.
• El mercado interno es casi inexistente. El marcado carácter provincial y regionalista del período colonial, lejos de
desaparecer se acentuado por los efectos de la guerra (disminución de la población, destrucción de caminos, etc.)
• Se abren o fortalecen otras conexiones comerciales con Gran Bretaña, los Estados Unidos, Francia, Holanda y las
ciudades Hanseáticas.
• El desarrollo industrial de la nación es casi nulo; la escasez de capitales para la inversión, la falta de combustibles
(carbón principalmente) y de mano de obra calificada, unido a la debilidad del mercado interno arriba señalada, no
permitió el establecimiento de industrias que sobrepasaran el
nivel artesanal.
Social:
La República de 1830 inició su vida independiente en medio de una situación en medio de una situación económica,
social y política muy precaria debido a las difíciles condiciones en que había quedado el país después de la guerra
de independencia y del proceso de disolución de la Gran Colombia. Esta situación estaba enmarcada dentro de los
siguientes aspectos:
a) En lo Demográfico: Venezuela, con un millón de kilómetros cuadrados, contaba con una población que
escasamente llegaba a 800.000 habitantes en 1830 y a 1000.000 en 1840. Era una población rural, dispersa en
pequeños pueblos, haciendas y hatos. Caracas, el centro urbano más importante, apenas contaba con 50.000
habitantes; y mucho menos las otras ciudades. La escasa población reflejaba la marginalidad del precio que tuvo
que pagar nuestro país por su independencia. De 900.000 habitantes que tenía en 1810, antes de la guerra, había
descendido a menos de 800.000 en 1830, sin tomar en cuenta el crecimiento que debió ocurrir en esos 20 años. La
despoblación aparecía, pues, como el primer problema que debía resolver la república. En 1831 el Ministro de
interior, Antonio Leocadio Guzmán, lo planteaba en los siguientes términos:
“No tenemos caminos por falta de hombres; no tenemos navegación interior por esa misma
falta; y por ella es pobre nuestra agricultura, corto el comercio, poca la industria, escasa la
ilustración, débil la moral y pequeña Venezuela. Todo debemos esperarlo de la población; y
hablaré de ella cuanto me sea dable, porque bajo la zona tórrida, al ver la fecundidad prodigiosa
de nuestra tierra, los muchos y poderosos elementos de prosperidad que encierra, y al
compararlos con su estado de infancia y debilidad, nada creo más necesario ni más digno de la
atención del soberano que poblarla.”
Para poblar era preciso promover y favorecer la inmigración de extranjeros y su asentamiento en el país, con lo
cual se esperaba también ayudar al progreso general, mediante el incremento de la producción. En este sentido las
recomendaciones del Ministro al Congreso de 1831, fueron acogidas y se dictaron medidas a favor de los
extranjeros que vinieran a radicarse en Venezuela. Además, hubo también propietarios que promovieron la
inmigración interesados en obtener mano de obra extranjera para sus haciendas y contribuyeran a establecer
familias inmigrantes en plan de colonización agrícola, como fue el caso de la “Colonia Tovar” fundada por iniciativa
de uno de estos propietarios, Martin Tovar, en tierras de su propiedad, al Oeste de Caracas.
Sin embargo los gobiernos fueron tímidos en la adopción de medidas eficaces para favorecer estos propósitos; y,
además, las condiciones sociales, económicas y políticas imperantes en el país durante esa época, constituyeron un
serio obstáculo para el desarrollo de una política de inmigración y colonización agrícola acorde con esa necesidad.
Durante el período de 1830 y 1836, el número de inmigrantes por año
no llegó a 1.000, es decir, el aporte de la inmigración fue muy pequeño
para que pudiera tener efectos significativos en el crecimiento de la
población ni en las condiciones económicas y sociales del país.
Como consecuencia de estos problemas económicos, la situación fiscal era igualmente difícil y la república, para
organizar debidamente su aparato administrativo, debía reducir los gastos burocráticos; proteger la producción
agropecuaria; establecer un sistema fiscal equilibrado: regular el comercio exterior e interior.
El Ministro de Hacienda, Santos Michelena, en su Memoria al Congreso de 1831, inicio del primer período
constitucional, decía al efecto:
“Al cabo de veinte años de sacrificios y de males, consecuencias de la guerra y de las
revoluciones que han agitado a Colombia, no debe esperarse que sea próspera la situación fiscal
de Venezuela. Durante ese largo período las Rentas Públicas, no obstante el establecimiento de
multitud de impuestos, han sido insuficientes para cubrir la demanda contra el Tesoro; y como
aquellas decían al paso que éstas aumentaban, el déficit que ha ido acumulando de año en año,
ha ido también creciendo”.
Al terminar la guerra, la masa de soldados, en su totalidad de origen campesino, volvieron a sus lugares de origen;
pero allí se encontraron sin hogar ni trabajo, frente a los antiguos propietarios que mantenía el mismo sistema de
explotación a la población rural. Muchos de estos exsoldados, impedidos por malestar económico, constituían
bandas armadas que “mataban las reses esparcidas en las sabanas, sin más objetos que apoderarse de los cueros y el
sebo, para venderlos”.
Esta situación predominante en los llanos, era consecuencia directa del malestar económico que agitaba a las
masas rurales después de la guerra; y continúo siendo un elemento explosivo que con frecuencia dio origen a
sublevaciones, levantamientos y guerras civiles durante todo el periodo de la Venezuela agropecuaria.
“No pocas veces los militares descontentos y ambiciosos incorporaron bajo sus banderas a la
famélica masa humana que vegeta en los latifundios o deambula “aguerrillada” por los llanos y
serranías.
“Diversas regiones del país se hallaban constantemente asoladas por bandoleros, algunos con la
connivencia de las autoridades. Nadie se aventuraba por los caminos sin una buena
escolta. Prácticamente no pasaba día sin que alguien fuese perseguido por revolucionario o
conspirador”.
Desde 1830 los gobiernos dieron severas medidas para castigar a los culpables de estos hechos. La “Ley sobre
Conspiradores” de 1831 y la “Ley de Hurtos” de 1836, constituyeron los instrumentos de represión que aplicó el
gobierno contra los jefes y participantes de estas bandas armadas. La mencionada Ley
de Hurtos traía la siguiente disposición:
“Los capitanes o cabezas de gavillas que infesten ciudades o caminos sufrirá la pena del
último suplicio, y los demás cómplices la de ciento cincuenta azotes distribuidos en tres
porciones de quince en quince días y diez años de presidio. Para los hurtos de cien a
quinientos pesos se impondrán al reo cincuenta azotes de dolor y dos años de trabajo en
las obras públicas. De quinientos a mil pesos, el mismo número de azotes y cuatro años de
trabajo forzado; y de mil en adelante setenta y cinco azotes, con seis años de presidio”.
Estos severos castigos, inspirados por los latifundistas, no alcanzaron nunca a los caudillos principales que
conspiraron y se alzaron contra el gobierno, a los cuales, con harta frecuencia se les perdonaron sus intentonas y
se les ofrecieron indultos y garantías. Pero sí aplicaron a quienes promovieron la lucha contra el poder local y las
propiedades de los latifundistas. Sin embargo, y a pesar del rigor de estas leyes, continuó el malestar social y los
alzamientos de las masas rurales como expresión de la lucha contra la oligarquía terratenientes.
d) En lo Político: En la situación política en que se inició la república de 1830, se destaca, El gobierno encabezado
por Páez después del pronunciamiento separatista, no ejercía autoridad real en todo el país. En provincias y
regiones aisladas, imperaba el poder de los caudillos locales. El movimiento separatista había sido promovido y
realizado por la oligarquía caraqueña y los caudillos militares del centro, encabezados por el general Páez. Fueron
ellos los que convocaron el Congreso de 1830, desconocieron a Bolívar y pusieron a Páez al frente del gobierno.
Estos hechos hicieron aflorar las viejas rivalidades de las provincias y en especial entre Caracas y las provincias
orientales, que por razones históricas y dada la importancia que tenían en aquellos momentos, aspiraban una vez
más a encabezar la república.