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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


CARRERA DE MEDICINA

CÁTEDRA:
FARMACOLOGÍA CLÍNICA

DOCENTE: DR. ISIDRO RAUL MONTESDEOCA


COELLO

ESTUDIANTE: MARÍA JOSÉ RUALES INFANTE

TEMA: SEGURIDAD GASTROINTESTINAL,


CARDIOVASCULAR Y RENAL DEL USO DE LOS
ANTIINFLAMATORIOS NO ESTEROIDES(AINES) EN
LA POBLACIÓN ADULTA MAYOR.

SEXTO SEMESTRE
GRUPO 6
PERIODO LECTIVO:
CI 2020 – 2021
SEGURIDAD GASTROINTESTINAL
Los AINE son uno de los tipos de fármacos más utilizados en el mundo y, como
el resto, no están exentos de provocar efectos secundarios. Conocerlos es importante para
la labor del farmacéutico; por eso en este artículo se revisan las reacciones
gastroenterolesivas que pueden causar y las medidas que se adoptan para reducir sus
riesgos.

Los AINE constituyen un grupo heterogéneo de sustancias químicas ampliamente


utilizadas en medicina por sus potenciales efectos sobre el dolor y la fiebre.

Estos fármacos son especialmente útiles y, en muchos casos, esenciales en el


tratamiento de las manifestaciones clínicas producidas por las enfermedades articulares
de carácter inflamatorio y degenerativo. Sin embargo, su uso prolongado puede ocasionar
diversas lesiones gastrointestinales, algunas con potenciales complicaciones serias,
incluso con riesgo para la vida del paciente. Las lesiones por AINE producen en Estados
Unidos más de 70.000 hospitalizaciones y 70 muertes al año.

Su utilización no está exenta de riesgo, ya que en hasta un 25% de los casos se


asocian a efectos adversos de diversa consideración. Los efectos sobre el tubo digestivo
son los más conocidos y llegan a provocar que un 10% de los pacientes interrumpan el
tratamiento. Dentro de los primeros 90 minutos tras la toma de una dosis tan baja como
75 mg de AAS, la mucosa del estómago presenta punteado hemorrágico y erosiones.

MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS AINE EN EL SISTEMA DIGESTIVO

La barrera mucosa gástrica mantiene su integridad anátomo-funcional a pesar de


la existencia de factores citoprotectores: el moco y bicarbonato (CO3H-) gástricos, los
fosfolípidos de membrana, la regeneración celular y el flujo sanguíneo mucoso
Las prostaglandinas (Pgs) intervienen de manera específica en los procesos
inflamatorios como mediadores biológicos, a la vez que ejercen, entre otras, actividades
biológicas en la zona gastrointestinal que van a permitir la citoprotección. El principal
mecanismo de acción de los AINE es la inhibición competitiva y reversible de la enzima
ciclooxigenasa (COX), encargada de la síntesis de Pgs, que cataboliza el paso del ácido
araquidónico de las membranas celulares a endoperóxidos cíclicos (Pgs y tromboxanos).

De esta manera, los AINE no sólo inhiben la acción proinflamatoria de las Pgs
(efecto farmacológico buscado), sino que alteran de forma importante la citoprotección
gastrointestinal mediada por las Pgs y dan lugar a la aparición de reacciones adversas en
el tubo digestivo. Existen, a su vez, dos isoenzimas de ciclooxigenasa: la COX-1 o
constitutiva y la COX-2 o inducida. La primera va a mediar en la síntesis de las Pgs que
intervienen en funciones fisiológicas; la segunda, en la síntesis de las Pg proinflamatorias.

Un AINE será tanto más gastrolesivo cuanto más inhiba la COX-1; por tanto, el
índice COX-2/COX-1 será más alto. Por contra, un AINE será mejor tolerado a nivel
gastrointestinal cuanto menos inhiba la COX-1, con lo que su índice COX-2/COX-1 será
más bajo.
La investigación farmacológica actual sobre los AINE se centra precisamente en
conseguir fármacos con un índice COX-2/COX-1 cada vez más bajo para evitar todo lo
posible sus reacciones adversas gastrointestinales, aunque ello suele conllevar también un
efecto antiinflamatorio menor.

MECANISMOS GASTROLESIVOS DE LOS AINES

Los AINE pueden alterar los factores defensivos de la mucosa por un doble
mecanismo

Efecto tóxico local, ácido-dependiente:

1) Atrapamiento iónico: los AINE y el AAS son ácidos orgánicos débiles, que en
medio ácido (pH gástrico) permanecen no ionizados y son liposolubles, por lo que
atraviesan con facilidad la capa de moco y las células epiteliales y quedan atrapados
intracelularmente. Ello produce un aumento de la permeabilidad de la membrana celular
que permite la retrodifusión de H+, con el consiguiente daño celular.

2) Inhiben la secreción de bicarbonato, disminuyen la secreción de moco y alteran


su composición.

3) Efecto vásculo-lesivo y, en algunos casos (p. e. indometacina) produce una


inhibición sobre el flujo sanguíneo mucoso.

4) Efecto sobre la regeneración celular: disminución del índice de mitosis y de la


síntesis de ADN en los bordes de las úlceras inducidas por los AINE, con lo que los
mecanismos de reparación son defectuosos.

Efecto tóxico sistémico: inhibición de la síntesis de Pgs.

La administración parenteral o rectal de AINE también se asocia con la aparición


de lesiones en la mucosa gastrointestinal. Ello es debido a la inhibición de la síntesis de
Pgs que conlleva igualmente una disminución de la secreción de moco y CO3H-, del flujo
vascular mucoso y de la regeneración celular.
SEGURIDAD CARDIOVASCULAR

En relación con los efectos adversos cardiovasculares de los AINE, algunos de

ellos se conocen desde hace tiempo, como el aumento de la presión arterial y la retención

hídrica que empeora la insuficiencia cardiaca.

Los AINE se metabolizan a través de las enzimas ciclooxigenasa (COX) 1 y 2. Los

AINE con inhibición selectiva de la COX-2 se diseñaron para disminuir el riesgo

gastrointestinal, pero, a su vez, esta inhibición selectiva anula la acción protectora que

ejerce la COX-2 en la relación entre las plaquetas y las células endoteliales. Este

desequilibrio produce un exceso de tromboxano no contrarrestado por la prostaciclina y

puede explicar, en parte, el aumento del riesgo cardiovascular de los coxib. El problema

en la práctica diaria resulta en establecer con certeza la selectividad de cada AINE hacia

las enzimas COX-1 y COX-2. Ningún AINE es puramente un inhibidor selectivo de la

COX-2 ni viceversa. Los estudios clínicos han dado resultados significativos únicamente

cuando se comparan entre extremos (por ejemplo, rofecoxib vs naproxen) pero el resto de
comparaciones no muestra diferencias. En este sentido, diclofenaco no se diferencia

mucho de los coxib.

Actualmente, los resultados del último metaanálisis publicado con relación a la

seguridad cardiovascular de los AINE solo permiten concluir que todos los AINE

presentan riesgo cardiovascular y que naproxeno es el AINE más seguro en este sentido.

Se sugiere un incremento del riesgo de aparición de fibrilación auricular en los pacientes

consumidores crónicos de AINE (sobre todo los nuevos usuarios y los que toman coxib)

comparado con los que no consumen.

 Para naproxeno:

los resultados son consistentes con las conclusiones establecidas en 2006. Los

recientes metanálisis de ensayos clínicos muestran un menor riesgo que los AINE

inhibidores selectivos de la COX2 (coxibs) (5) y un riesgo similar al que presentan los

pacientes que recibieron placebo (6). Aunque los resultados de un metanálisis de estudios

observacionales muestran un ligero incremento de riesgo, naproxeno sería el AINE-t con

el menor riesgo de problemas cardiovasculares de tipo aterotrombótico (9). Estos

resultados se confirman en algunos estudios individuales. Por otra parte, debe tenerse en

cuenta que, en estudios epidemiológicos, naproxeno se ha asociado con un mayor riesgo

gastrointestinal que diclofenaco e ibuprofeno.

• Para ibuprofeno:

existen ciertas inconsistencias entre estudios en lo que respecta al riesgo de ictus.

De forma global, los resultados de estudios observacionales muestran que ibuprofeno se

asocia a un ligero incremento de riesgo cardiovascular cuando se compara con naproxeno,


siendo inferior al observado para diclofenaco y los coxibs. Aunque los datos tienen ciertas

limitaciones, de nuevo muestran que la administración de dosis diarias de ibuprofeno de

1200mg/día o inferiores parecen más seguras que el uso de dosis superiores.

• En relación con diclofenaco:

Los estudios recientes apuntan a un mayor riesgo cardiovascular respecto a otros

AINE-t y similar al observado para los coxibs. Los metanálisis de ensayos clínicos indican

un riesgo similar al obtenido para los coxibs como grupo (5) o para el etoricoxib (6). Los

metanálisis de estudios observacionales muestran un riesgo superior para diclofenaco

respecto a celecoxib y otros AINE-t (7,9). Estos resultados también se han observado en

estudios epidemiológicos individuales. En cuanto al efecto de la dosis de diclofenaco

sobre el riesgo cardiovascular, la información, aunque limitada, parece indicar que el

riesgo cardiovascular se incrementa con dosis superiores a 100 mg/día. Por otra parte, se

debe tener en cuenta que, aunque el perfil de riesgo cardiovascular pudiera ser más

desfavorable para diclofenaco con respecto a naproxeno o ibuprofeno, el incremento de

riesgo observado es moderado.

Seguridad renal de los AINE

La COX-1 cumple un rol fundamental en la fisiología renal mediante varias prostaglandinas

(prostacicllina, PGE2 y PGD2) las cuales dilatan la vasculatura renal, disminuyen la

resistencia vascular renal e incrementan la perfusión renal. El resultado es la redistribución

del flujo renal de la corteza renal a las nefronas en la región intramedular. Es posible deducir

que la inhibición de la COX-1 podría disminuir la perfusión renal total y redistribuir el flujo
renal a la corteza, proceso que conduciría a vasoconstricción renal aguda, isquemia medular

y en algunos casos a insuficiencia renal aguda.

Los AINE inhiben las enzimas COX-1 y COX-2, los trastornos renales varían de acuerdo a

la selectividad de estas dos enzimas, así como a la dosis y al tiempo administrados. La

nefrotoxicidad por AINE es muy rara en personas sanas, sin embargo, los pacientes adultos

mayores y aquellos con comorbilidades (por ejemplo: falla cardiaca, cirrosis hepática y

enfermedad renal crónica) e interacción medicamentosa (como los inhibidores de la enzima

convertasa, diuréticos) pueden desarrollar insuficiencia renal aguda. Las principales

reacciones adversas de los AINE a nivel del sistema renal son: insuficiencia renal aguda por

cambios en la hemodinámica renal, necrosis tubular aguda, nefritis intersticial o necrosis

papilar, así como trastornos hidroelectrolíticos (hiponatremia e hiperkalemia), hipertensión

y edema. Los coxibs no están exentos de reacciones renales adversas.

La conceptualización del COX-2 como una enzima “inducible”, se sabe actualmente, no es

real cuando se trata del tejido renal, a este nivel es una enzima constitutiva (producción

constante) que se expresa a nivel de la corteza, mácula densa, rama ascendente gruesa del asa

de Henle, células intersticiales medulares, papila renal y podocitos. La expresión de la COX-

2 se incrementa en isquemia renal, estado de depleción de ClNa; por consiguiente, los

prostanoides derivados de la COX-2 juegan un rol importante en el mantenimiento de la

irrigación sanguínea de la médula, excreción de sal y presión arterial. Otro mecanismo

adicional es que la COX-2 interviene en la liberación de renina a nivel renal.

La inhibición de la COX-2 puede producir isquemia renal, trastorno electrolítico y elevación

de la presión arterial, conduciendo a la retención de fluidos y disminución de la tasa de

filtración glomerular. Sin embargo, debe aclararse que la nefrotoxicidad por AINE,
aparentemente, no es un efecto de clase de los coxibs.34 En conclusión, la seguridad de los

AINE actualmente disponibles, analizados bajo criterios de gastrolesividad, cardiotoxicidad

y nefrotoxicidad, difieren de manera ostensible. Sin embargo, es posible afirmar de manera

general que los AINE más seguros siguen siendo el ibuprofeno y el naproxeno, asociados, o

no, con inhibidores de la bomba de protones o antagonistas H2 si hay riesgo incrementado

de gastrolesividad; teniendo la alternativa de usar coxibs en aquellos pacientes con

antecedentes de enfermedad ulceropéptica y sin comorbilidad cardiaca.

CONCLUSIÓN:

La selección de un medicamento específico perteneciente a una clase farmacológica es bajo

criterios de eficacia, seguridad, costo y conveniencia. Los Antiinflamatorios No Esteroideos

(AINEs) actualmente se constituyen en uno de los medicamentos más consumidos en el

mundo, por lo tanto, es de gran importancia la revisión de los aspectos de seguridad de este

grupo farmacológico.

En conclusión, la seguridad de los AINEs actualmente disponibles, analizados bajo criterios

de gastrolesividad, cardiotoxicidad y nefrotoxicidad, difieren de manera ostensible, sin


embargo, es posible afirmar de manera general, que los AINEs más seguros siguen siendo

naproxeno e ibuprofeno, asociado o no con inhibidores de la bomba de protones o

antagonistas H2 si hay riesgo incrementado de gastrolesividad; teniendo la alternativa de usar

coxibs en aquellos pacientes con antecedentes de enfermedad úlcero-péptica y sin

comorbilidad cardiaca.

Bibliografía
Domingo, S. J. J. (2002, 1 julio). Gastropatía por AINE. Efectos adversos | Farmacia

Profesional. ELSEVIER. https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-

articulo-gastropatia-por-aine-efectos-adversos-13034816

Mora, M. R. (2012, 1 enero). AINE y riesgo cardiovascular | Atención Primaria. Elsevier.

https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-aine-riesgo-

cardiovascular-S0212656711005099

AEMPS. (2012, 22 octubre). SEGURIDAD CARDIOVASCULAR DE LOS AINE

TRADICIONALES: CONCLUSIONES DE LA REVISIÓN DE LOS ÚLTIMOS

ESTUDIOS PUBLICADOS.

https://www.aemps.gob.es/informa/notasInformativas/medicamentosUsoHumano/se

guridad/2012/docs/NI-MUH_FV_15-2012.pdf.

Oscanoa Espinosa, T. J. (2013). Seguridad de los Antiiflamatorios no Esteroideos. Inst Mex


Seguro, 179.

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