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BARTHES: LECCION INAUGURAL

El podes esta presente en los mas finos mecanismos del intercambio social: no solo en el Estado, sino también
en modas, opiniones, espectáculos, juegos, deportes, relaciones familiares y privadas.
Barthes llama poder a todo discurso que engendra la falta, y por ende la culpabilidad del que lo recibe.
Que objeto en el que se inscribe el poder desde toda la eternidad humana es el lenguaje o, su expresión
obligada: la lengua.
Toda lengua es una clasificación y toda clasificación es opresiva. Como lo ha dicho Jakobson, un idioma se
define menos por lo que permite decir que por lo que obliga a decir. La lengua implica una fatal relación de
alienación. Hablar, y con mas razón discutir, no es comunicar, sino sujetar: toda la lengua es una acción rectora
generalizada.
Desde que es preferida la lengua entra al servicio del poder. En ella se dibujan dos rubricas: la autoridad de la
aserción y la gregariedad de la repetición.
A partir del momento en que enuncio algo, esas dos rubricas se reúnen en mi, soy simultáneamente amo y
esclavo: no me conformo con repetir lo que se ha dicho, con alojarme confortablemente en la servidumbre de
los signos: yo digo, afirmo, confirmo lo que repito.
En la lengua servilismo y poder se confunden. Si llamamos libertad no solo a la capacidad de sustraerse al
poder, sino también a la de no someterse a nadie, entonces no puede haber libertad si no fuera del lenguaje.
Desgraciadamente, el lenguaje humano no tiene exterior, es una puerta cerrada.
A nosotros solo nos resta hacer trampas con la lengua. Esta engaño que permite escuchar a la lengua fuera del
poder, Barthes la llama: LITERATURA
La literatura hace girar los saberes, no fija ni feticida a ninguno, les otorga un lugar indirecto.

BARTHES: MITOLOGIAS

El mito se trata de un modo de significación, de una forma. Todo lo que justifique un discurso puede ser un mito.
El mito no se define por el objeto de su mención, sino por la forma en que lo profiere: sus limites formales, no
sustanciales.
Barthes dice que todo puede ser un mito, porque el universo es infinitamente sugestivo.
Se puede concebir mitos muy antiguos, pero no hay mitos eternos. Ya que la historia humana es la que hace
pasar lo real al estado del habla, solo ella regula la vida y la muerte del lenguaje mítico. El mito es un habla
elegida por la historia: no surge de la naturaleza de las cosas. El mito no puede definirse ni por su objeto ni por
su materia. Entenderemos por lenguaje, discurso, habla, etc, a toda unidad o toda síntesis significativa, sea
visual o verbal. El mito pertenece a una ciencia general que incluye a la lingüística: LA SEMIOLOGIA

EL MITO COMO SISTEMA SEMIOLOGICO


La mitología forma parte de la semiología como ciencia formal y la ideología como ciencia histórica, estudia las
ideas como forma.
En el mito reencontramos el esquema tridimensional: el significante, el significado y el signo. Pero el mito es un
sistema semiologico segundo. Lo que constituye al signo (el total asociativo de in concepto y de una imagen) en
el primer sistema, se vuelve simple significante en el segundo. Las materias del habla se reducen a una función
significante.
En el mito existen dos sistemas semiologicos: el lenguaje objeto y el meta lenguaje.
En el plano de la lengua , es decir, como termino final del primer sistema al significante, Barthes lo designa
sentido, en el plano del mito lo designara forma. El tercer termino es la correlación entre los dos primeros, y lo
llamara significación. La palabra se justifica tanto mas por cuanto el mito tiene efectivamente una doble función,
designar y notificar, hace comprender e imponer.

LA FORMA Y EL CONCEPTO

Como suma de signos lingüísticos, el sentido del mito tiene valor propio, forma parte de una historia, en el
sentido ya esta construida una significación que podría muy bien bastarse a si misma, si el mito no lo captura y
no la constituyera súbitamente en una forma vacía, parásita. El sentido ya esta completo, postula un saber, un
pasado una memoria, un orden comparativo de hechos, de ideas, de desiciones.
Lo que define al mito es este interesante juego de escondidas entre sentido y la forma. La forma del mito no es
un símbolo: el negro que saluda no es el símbolo del imperio Frances, tiene demasiada presencia, se ofrece
como una imagen rica, vivida, espontánea, alejada, vuelta como transparente. Se retira un poco y se hace
complice de un concepto que recibe ya armada la imparcialidad francesa: se convierte en una presencia
prestada.

LA SIGNIFICACION

Por mas paradójico que pueda parecer, el mito no oculta nada: su función es la de deformar, no la de hacer
desaparecer. El mito no requiere de ningún inconsciente para explicarlo. En determinantes nos enfrentamos con
dos tipos diferentes de manifestación, la presencia de la forma es literal, inmediata y extensa.
El significante mítico esta constituido por un sentido ya trazado, por lo que solo puede darse a travez de una
materia. En le caso del mito oral, esta extensión es lineal, en el mito visual la extensión es multidimensional.
Los elementos de la forma están ligados por relaciones asociativas: es sostenido no por una extension sino por
un espesor, su modo de presencia es memorial.
el vinculo que une el concepto de mito al sentido es esencialmente una relación de deformación.
Evidentemente lo que el concepto deforma es la cara llena, el sentido. El concepto deforma pero no llega a
abolir el sentido (el concepto alinéalo el sentido)
Siempre hay que tener en cuenta que el mito es un sistema doble, en el se produce una suerte de ubicación: la
partida del mito esta constituida dos la llegada de un sentido.

La significación mítica nunca es completamente arbitraria, siempre es parcialmente motivada, contiene


fatalmente una dosis de analogía. El mito juega con la analogía del sentido y de la forma: no hay mito sin forma
motivada.
La motivación es elegida entre otras cosas posibles: la prensa se encarga de demostrar todos los días que la
reserva de significantes es inagotable.

COMO ES RECIBIDO EL MITO

Segun la atención que se le ponga en el sentido y la formación, producida tres tipos de diferencias de lectura

1- Si pongo mi atención en un significante vacio, la significación vuelve a ser literal (semiología)


2- Si pongo mi atención en un significante lleno, deshago significaron del mito, lo recibo como impostura
(semiología)
3- Si pongo mi atención en el significante del mito como en un todo inextricable de sentido y forma, respondo al
mecanismo constitutivo del mito, a su dinámica propia, me convierto en el lector del mito. (No semiología)

La intención del mito es demasiado oscura para ser eficaz o demasiado clara para ser creada.
El mito no oculta nada y no pregona nada; deforma, el mito no es una mentira ni una confección, es una
inflexión.

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