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Cada ser humano nace siendo hombre o mujer, la identidad sexual permite que
elija el género que lo identifica. En este sentido, su formación es un proceso complejo
que empieza en la concepción, pero que se vuelve clave durante el proceso de
gestación e incluso en experiencias vitales tras el nacimiento. Existen muchos
factores y bastantes combinaciones de los mismos que pueden llevar a la confusión,
pero la tradición en la mayoría de las sociedades insiste en catalogar cada individuo
por la apariencia de sus genitales. Por esta razón surgen muchos conflictos en
personas que nacen con rasgos intersexuales. Esto no tiene necesariamente que ver
con las funciones biológicas, sino con las ideas y valores culturales.
Como consecuencia del conflicto de las personas que nacen con combinaciones de
rasgos de los dos sexos las cuales no se identificaban en el continente americano, la
Organización Panamericana de la Salud en el año 2002, se vio en la necesidad de
aclarar las controversias definiendo la identidad sexual como:
“La manera como la persona se identifica como hombre o mujer, o como una
combinación de ambos, y la orientación sexual de la persona. Es el marco de
referencia interno que se forma con el correr de los años, que permite a un individuo
formular un concepto de sí mismo sobre la base de su sexo, género y orientación
sexual y desenvolverse socialmente conforme a la percepción que tiene de sus
capacidades sexuales”.
Además, el derecho hasta hace poco sabía quién era hombre y quien mujer y lo
establecía de manera sencilla, observando los órganos genitales, pero con el
transexualismo y los intersexuales, se ha forzado a modificar estos conceptos
aparentemente claros y que no requerían de una regulación jurídica especial. No
obstante, no debemos pensar en esto como un grave problema ya que el derecho se ha
basado sobre ficciones que nada tiene que ver con la realidad, existiendo la verdad
donde el derecho constata (certeza, exactitud y evidencia) y donde debe imponer la
verdad (creencia, convicción y apariencia).
Así corresponde al derecho ante esta nueva realidad: 1) determinar el estado de las
personas (al derecho le toca decidir que un hombre es una mujer o viceversa), 2) la
verdad de la desinformación y, 3) la determinación de los derechos de la personalidad
o la verdad de la información.
El Derecho se debe encargar de asegurar a cada ser humano su propia dignidad y
su realización personal, así como los demás derechos humanos relacionados a esto, a
través de la regulación de las conductas humanas intersubjetivas según los valores
existentes, dando a cada sujeto, dentro del respeto al derecho ajeno y dirigido hacia al
bien común, la posibilidad de elegir, en cuanto ser independiente, su proyecto de
vida. Así el ordenamiento jurídico está concebido para darle mayor libertad al
hombre, convirtiéndose en un instrumento de su liberación permanente, que le da una
continuada posibilidad de encontrar su propia identidad y de ser conforme a su libre
elección.
También el derecho ante este tipo de operaciones no tiene respuesta sencilla con
respecto a las modificación de las actas del estado civil para ser adecuadas a dicho
cambio, esto es debido sobre todo a que la causa para la modificación o rectificación
de las actas del estado civil debe estar expresamente permitida, cosa que no sucede en
todos los países del mundo.
También el derecho ante este tipo de operaciones no tiene respuesta sencilla con
respecto a las modificación de las actas del estado civil para ser adecuadas a dicho
cambio, esto es debido sobre todo a que la causa para la modificación o rectificación
de las actas del estado civil debe estar expresamente permitida, cosa que no sucede en
todos los países del mundo.
Con respecto al matrimonio se debe observar aquellos países que hayan legislado
sobre el problema, a los fines de observar las diferentes soluciones y tratar estimar la
más conveniente a nuestra realidad; sin embargo, la tendencia europea y mundial
pareciera ser el reconocimiento oficial del transexual, dejándolo capaz de contraer
nupcias de acuerdo con su nuevo sexo, como ocurre en Italia.
Dicho termino siendo o sometido al público, ocurre lo que mencionan los editores
de Holloway, John (2011 - IX) en su libro; a través de la historia, la diversidad
siempre ha creado polémica cuando de conservar la tradición se trata; sin embargo
estos cambios pueden ser tanto positivos como negativos, pero lo que está claro es
que una vez que comienzan a presentarse con mayor eventualidad, se observa cómo
estos hechos terminan por convertirse en revoluciones de cambio. En los siglos
pasados la humanidad ya ha luchado contra los defectos de su propia especie, uno de
ellos, la discriminación; esta ha sido la causa de algunas de las mayores atrocidades
de la historia humana: la esclavitud, el racismo, el antisemitismo, el machismo, son
algunas de las variaciones que pueden ser mencionadas como ejemplo de ello.
Por otra parte, esta temática fue contraproducente a la teoría evolutiva propuesta
por Darwin, en la cual sugiere el mecanismo de la selección natural para explicar la
forma como las especies se adaptaron, sobrevivieron y evolucionaron, y el
mecanismo de la selección sexual para explicar su reproducción. De esta manera,
postula que los rasgos adaptativos son reproducidos más sucesivamente que los
rasgos desadaptativos. De acuerdo con esto, la selección natural debería favorecer la
heterosexualidad, pues ésta facilita la reproducción y la propagación de genes.
Sin embargo, en las últimas décadas se han tomado diferentes medidas que
promueven la igualdad de trato para las personas afrodescendientes, así como la
igualdad de oportunidades para las mujeres y actualmente aún se ven rastros de
discriminación étnica y de género en distintos lugares del planeta, sin embargo puede
considerarse que estas campañas han surtido efecto de manera genérica. Este nuevo
siglo ha traído consigo en diferentes culturas la apertura de la tolerancia y aceptación
de las personas sexo diversas cumpliendo con las exigencias de igualdad de derechos
hacia este colectivo; para conseguir una mejor comprensión del tema se procederá a
definir la Diversidad Sexual.
Ahora bien, con lo referente a la identidad legal, tiene como finalidad de otorgar a
todo ciudadano un elemento diferenciador con respecto a los integrantes de una
sociedad, el cual se interrelaciona y se desarrolla con el derecho al libre
desenvolvimiento de la personalidad. La identidad legal es acreditada por todos los
documentos basados en la identidad personal del individuo. ¿Qué sucede cuando la
identidad legal y la identidad personal no coinciden? En tal caso, el Estado debe
garantizar el derecho al desenvolvimiento de la personalidad del individuo. Sin
embargo, ¿qué ocurre con una sociedad que no acepta la diversidad? Más allá del
reconocimiento de los derechos, eso no garantiza la aceptación de la sociedad, de
manera que la discriminación no desaparecería. Mientras se trabaja en leyes tan
particulares, quienes son discriminados por otras razones, siguen esperando la
creación de una ley que los proteja de la discriminación, tal es el caso de las personas
LGBTI (orientación sexual, identidad de género y expresión de género), o
discriminación por preferencia política, condición económica, por condición de salud,
etc.).
“Es posible afirmar que todos los prejuicios y estereotipos son discriminatorios
partiendo del hecho de que la discriminación supone un trato diferenciado a las
personas de acuerdo a la categoría social que les ha sido asignada arbitrariamente,
la negación de oportunidades e igualdad de derechos. No obstante, estos estereotipos
no son naturales, son una construcción social, el primer contacto de los individuos
con los estereotipos se desarrolla en la institución familiar, donde el niño y la niña
aprende a categorizar a las personas según perciben lo hacen sus padres, familiares
y amigos cercanos. Posteriormente estos estereotipos serán reforzados por otros
agentes socializadores como la escuela, la religión, los medios de comunicación y
los grupos de pares”.
Este estudio toma especial relevancia en la medida en que los países occidentales,
entre ellos este latino, sufren una crisis religiosa, con un abandono de los cultos
tradicionales frente a posiciones ateas o muy personales, donde las creencias
religiosas pierden influencia en la configuración de la persona. Por lo que las
conclusiones, en un principio, se circunscriben a esta. Para los aspectos considerados
de la religión (confesión, convicción y práctica) son de índole cultural; no se
contempla la dimensión espiritual, es decir, la esfera privada y personal de la religión
la cual también podría ser diferencial.