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Análisis de los videos:

 EL BAILE ROJO: Memoria de los Silenciados (canal de YouTube: Unión


Patriótica Colombia)
 Claves: Paz en Colombia: ¿aprender de El Salvador? | Claves (canal de
YouTube: DW español)
 Alfredo Molano (canal de YouTube: PostOfficeCowboys)

Presentado por: Luisa Caycedo 20171160077

Hablar del conflicto en Colombia es sin duda hablar de una problemática de


territorios y su posesión, pero al nombrar dichos territorios primeramente hablo de
cuerpos, el conflicto para mi tiene sin duda mayor peso en la degradación de la
vida, al punto que al despojar de la tierra a las victimas se les despoja incluso de
sus existencias, aquel que cree que puede tener poder sobre el territorio, es decir,
de una finca o un cultivo, se cree con el derecho de poseer también la vida,
incluso cree que su poder llega al punto de manipular la historia y borrar o crear
imágenes de sus victimas a su antojo, desconociendo que no puede acallar los
gritos de todos aquellos que no aceptaron poner escrituras de su vida a manos de
otros.

Los asuntos de poder en Colombia, van direccionados por el tema de la riqueza y


la posesión, pero sobre todo por una manipulación de mentes y cuerpos, puesto
que en un pueblo donde las necesidades abundan, darle un pedazo de pan a otro
en su mayor estado de hambre a cambio de la vida de uno de sus hermanos, uno
de los mismos de su pueblo, parece ser casi caridad, cuando realmente es la
muestra más grande de que en Colombia el poder se construye en la vulneración
de los derechos del otro, pero todo ello, es valido si se construye en medio del
silencio. Por ello, el silencio toma un papel fundamental, se generan estados
donde el silencio prima, como son ambientes de terror y horror llevado por
amenazas, esos mismos silencios acarrean silencios preventivos, enseñados ante
la tragedia misma que vivió el vecino de al lado, por lo que siempre habrá a su vez
silencios de la perdida. Pero, este pueblo con voces como las del partido de la
unión patriótica les muestran a aquellos usurpadores del poder que el silencio no
puede ser dado siempre y es allí cuando la vida frente al poder se convierte en un
medio a derrocar para la posesión y sostenimiento de todo lo que se tiene y es
cuando se impone el silencio y se pretende callar la vida.

Es desde el Estado donde se controla el mayor poder, el silencio mismo del


Estado demuestra que la imposición de silencios dadas al pueblo resulta
conveniente para el sostenimiento hegemónico de la fuerza, allí una vez más hay
una fragmentación dada por el poder frente a la justicia, que al igual que la vida
puede ser manipulada o derrocada ante una estrategia por hacerse con el poder.
Pero, superando esta historia trágica o por lo menos ignorando que aún se lloran a
muertos sin paraderos, ignorando incluso que no hay una verdadera democracia y
que al pueblo se le engaña con golpes mínimos a la corrupción, nos atrevemos a
hablar de una reparación de víctimas, cuando ni siquiera se realiza un
reconocimiento de aquellos que sufrieron la violencia y que incluso se vieron
desterrados de su tierra para poder salvar su vida, para poder tener al menos
sollozos para llorar a los suyos sin correr riesgos, y es que parece incluso
impensable que se le pida al Estado reconocer a las victimas cuando aun con su
silencio fue uno de los victimarios más importantes, hecho que el pueblo reconoce
y que deja la sensación de que no puede haber una justicia social, motivo
importante por el cual parece que en este país no se quiere hablar de paz.

Ahora bien, por parte del pueblo queda una lucha más grande resultado de esa
lucha de poder, se le ha dejado con preguntas interminables que podrían
responderse desde la memoria, esa que se le ha arrebatado. Porque al
desaparecer cuerpos, no solo se burla la vida, sino que se desconoce los cientos
de narraciones de un sujeto, esas que ha construido entorno a su familia, la cual
también pierde un actor importante en sus propios relatos, incluso todos los seres
que comparten el mismo territorio que el desaparecido sufren una perdida y
desconocen el por qué de ella, allí se empieza a vulnerar los relatos y se deja
enormes vacíos en esa construcción social, con esa imposición de silencios,
quedan relatos que ninguna voz se atreve a decir en voz alta y por ello, se
empieza incluso a perder la fuerza misma de la propia existencia.

Por esto, la reparación de las victimas debe empezar por una justicia social que
tenga en cuenta esa memoria y que esta sea suficiente para reconocer y castigar
a los actores que se encargaron de usurpar y quebrar sus historias, por lo cual, no
se puede hablar de un verdadero proceso de paz hasta que no se realice un
reordenamiento del poder y las riquezas, hasta que no se quiebre el silencio y no
se reconozca a cada ciudadano como un ser poseedor de derechos, un agente
social que tiene voz a través de un proceso político, con la libertad de expresarse.
Para mí, se podrá hablar de paz cuando se pueda hablar de oposición sin que ello
conlleve acciones más allá del dialogo.

Por todo esto, parece ser que la única manera de que se pueda construir la paz es
a través de la educación, de llevar la memoria al aula, para que los jóvenes no
desconozcan las vivencias de su pueblo, para empezar a enseñar derechos y
ayudar a formar pensamientos críticos y cuerpos que se reconozcan en un
espacio. Es desde el aula donde se deben empezar a formar los diálogos del
futuro, donde se apelará por el pasado y donde se formarán ciudadanos que no se
pregunten por la paz como una opción, sino como la única salida.

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