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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA

RECINTO UNIVERSITARIO PEDRO ARAUZ PALACIO


UNI – RUPAP

FACULTAD DE TECNOLOGÍA DE LA CONSTRUCCIÓN


DEPARTAMENTO DE ESTRUCTURAS
DISEÑO DE ESTRUCTURAS DE MADERA
TEMAS:

1. DURABILIDAD, PROTECCIÓN Y CURADO DE LA MADERA


2. TAMAÑO NOMINAL Y EFECTIVO DE LAS PIEZAS DE MADERA

ELABORADO POR:
 Br. Amalia del Carmen Talavera Membreño 2016-0562U
 Br. Robinson Marcelino Chacón Duarte 2016-0143U
 Br. Axcel Ariel Amador Gonzalez 2016-0686U
 Br. Wenddy Socorro Rivera Aguirre 2016-0852U

EQUIPO: No.4
GRUPO: IC-41D
DOCENTE: Ing. Soledad Valdivia.
ÍNDICE
DURABILIDAD DE LA MADERA ............................................................................................................ 3
PROTECCIÓN DE LA MADERA .............................................................................................................. 4
Protección contra incendios............................................................................................................ 5
Protección pasiva ........................................................................................................................ 5
Protección activa ......................................................................................................................... 6
Protección contra agentes bióticos ................................................................................................. 6
Aceites ......................................................................................................................................... 7
Barnices ....................................................................................................................................... 7
Protectores de poro abierto ........................................................................................................ 7
Esmaltes ...................................................................................................................................... 8
Protectores de madera de Pinturas Blatem ................................................................................ 8
Barnilac mate: ............................................................................................................................. 8
Xilatem Aqua Mate...................................................................................................................... 8
Aceite de teca .............................................................................................................................. 8
CURADO DE LA MADERA ..................................................................................................................... 9
TAMAÑO NOMINAL Y EFECTIVO DE LA MADERA ............................................................................. 13
Tamaño nominal ........................................................................................................................... 13
Tamaño efectivo ............................................................................................................................ 13
Diferencias básicas .................................................................................................................... 13
Las tolerancias y recomendaciones .............................................................................................. 13
Las piezas de madera .................................................................................................................... 15
DURABILIDAD DE LA MADERA
La durabilidad natural de una madera se define como su resistencia intrínseca, es decir sin
haber recibido ningún tratamiento, para resistir el ataque de un agente xilófago.

La dureza de la madera es la resistencia que opone al desgaste, rayado, clavado, etc. Cuanto
más vieja y dura es, mayor resistencia opone.

La durabilidad natural de una especie de madera, o la eficacia de un tratamiento de


protección, están unidas a la naturaleza y al modo de acción de los agentes de alteración de
la madera. Para elegir correctamente una especie o un tipo de tratamiento, es importante
comprender bien por qué y cómo estos ataques se manifiestan y se desarrollan.

La norma UNE-EN 350-2 establece un sistema de categorías para definir la durabilidad


natural de cada especie de madera frente a los diversos agentes xilófagos. La durabilidad
frente a los hongos xilófagos es la del duramen, ya que la albura de cualquier especie de
madera se considera no durable, mientras no se disponga de datos concretos.

La clasificación se establece, fundamentalmente, a partir de ensayos de campo de estaquillas


de madera de pequeña sección, elaboradas con madera de duramen, y situadas a la intemperie,
clavadas en el suelo (clase de uso 4). La norma define cinco categorías que se corresponden
con la vida útil de las estacas, conforme a la clasificación de la tabla mostrada a continuación:

La durabilidad frente a los insectos de ciclo larvario (cerambícidos, anóbidos y líctidos) es la


de la albura, que se clasifica como durable (D) o sensible (S). El duramen de todas las
especies se clasifica como durable excepto para algunos insectos a los que se asocia una
categoría denominada duramen también sensible (SH). La durabilidad frente a las termitas y
los xilófagos marinos es la del duramen que se clasifica en tres niveles; durable (D),
medianamente durable (M) y sensible (S).

La albura de cualquier especie se considera atacable. La propia norma advierte de que el


sistema de durabilidad propuesto no debe ser interpretado en términos absolutos. Así, el
término durable no implica que una madera tenga una resistencia total frente a las termitas o
los xilófagos marinos. De manera análoga, no todos los productos elaborados con una especie
clasificada como sensible frente a los insectos xilófagos de ciclo larvario tienen que estar
expuestos a riesgo.

Se puede establecer la siguiente clasificación de maderas, en donde la durabilidad se refiere


a la duración natural de la madera en exterior:

Maderas muy durables: Ciprés, Cumarú, Doussie, Elondo, Guayacán, Iroko, Lapacho,
Massaranduba, Merbau, Palisandros, Palo Rosa, Pino Canario, Sequoia, Teca, Wengé, etc.

Maderas medianamente durables: Bubinga, Cedro, Caoba, Castaño, Ebano, Jatoba, Pino
Silvestre, Roble, Sapeli, etc.

Maderas poco durables: Abedul, Abeto, Aliso, Arce, Balsa, Boj, Calabó, Cerezo, Chopo,
Eucalipto, Fresno, Haya, Ramín, Pino Insignis, Samba, etc.

Por otra parte, existen maderas resistentes a algunos e incluso a todos los agentes bióticos
(hongos e insectos). Sin embargo, los agentes atmosféricos, como la humedad, la lluvia, el
sol o los cambios de temperatura, atacan en mayor o menor medida a todas las maderas. La
humedad provoca hinchazón y aumenta la probabilidad de ataques de insectos y hongos.
También puede provocar la aparición de grietas al volverse a secar. El sol provoca una
degradación superficial que vuelve la madera grisácea (fotodegradación). Y los cambios
bruscos climáticos son los causantes principales de la aparición de fendas (grietas).

PROTECCIÓN DE LA MADERA
El principal objetivo en la protección de la madera es ampliar las aplicaciones de los
productos de madera. Lo más importante es tratar que permanezca seca y después el empleo
de productos protectores que permiten utilizarla en una gran variedad de condiciones de
servicio. Los protectores de la madera contra los agentes vivos o bióticos impiden que los
organismos se alimenten o busquen cobijo en ella; los productos retardantes del fuego
reducen el desarrollo y propagación de las llamas ralentizando su combustión; los productos
repelentes al agua mejoran su estabilidad dimensional y el empleo de otros tipos de productos
evitan que sea atacada por ácidos o que se modifiquen sus propiedades.

La madera como material de origen orgánico (compuesta fundamentalmente por celulosa y


lignina) es especialmente estable. No obstante, por su propia naturaleza orgánica constituye
la base de alimentación de ciertos organismos vivos del reino vegetal (hongos) y del reino
animal (insectos, moluscos, crustáceos, aves); así mismo puede ser degradada por los agentes
atmosféricos (sol, lluvia) y atacada por algunos compuestos químicos; además la existencia
de carbono en la celulosa hace que sea un material combustible. Estos agentes provocan la
degradación de la estructura de la madera y la pérdida de resistencia mediante su
fraccionamiento mecánico o mediante reacciones químicas para transformarla en alimento
asimilable o en otros compuestos y finalmente en energía en el caso del fuego.

No todas las maderas son igualmente atacables y su resistencia a los distintos agentes
degradantes es variable, de donde procede el concepto de "durabilidad natural" que junto con
el concepto de impregnabilidad (facilidad para introducir un producto en el interior de la
madera) se pueden considerar como el origen de las técnicas de protección de la madera.

Protección contra incendios


Protección pasiva
Se pueden instalar diferentes sistemas individuales en las estructuras de madera como medida
de protección pasiva contra incendios. Estos elementos pueden ser:

 Instalación de placas de fibrosilicato o paneles de lana de roca. Este sistema oculta


los elementos protegidos. Consiste en encajonar el perfil según instrucciones del
fabricante del sistema empleado.
 Proyección de mortero o lana de roca. Deben darse las condiciones apropiadas para
usar este elemento, poniendo especial atención en el certificado del producto, este es
un aislante mineral que se obtiene al fusionar la roca a altas temperaturas y añadirle
aditivos y aglomerantes para transformarla en productos fibrosos en forma de mantas
 Pintura o barniz intumescente, que tiene la capacidad de estas pinturas a hincharse
por la acción del calor hasta el punto de que la espuma que produce la reacción es
capaz de aislar la superficie, de modo que mejora la resistencia de la estructura ante
un eventual incendio.

Protección activa
Consiste en utilizar sistemas, que, conectados a sensores o dispositivos de detección, entran
en funcionamiento automáticamente, descargando agentes extintores de fuego como agua,
gases, espumas o polvos químicos.

Protección contra agentes bióticos


La duraminización protege
a la madera contra los
ataques de los hongos e
insectos xilófagos, por el
taponamiento e
impregnación de los tejidos
de la madera con sustancias
que tienen un cierto valor
antiséptico. La madera de
duramen no sólo es más
oscura (en la mayoría de las
especies), sino que también
es más densa y resistente a los ataques de origen biológico; mientras que la madera de albura
suele ser más clara, generalmente blanco amarillenta, más porosa y blanda, y menos valiosa
para algunas aplicaciones. Sin embargo, desde el punto de vista de los tratamientos, la albura
suele ser más fácil de tratar y de trabajar en la mayor parte de los procesos de elaboración y
desintegración mecánica.

La duraminización (transformación de albura a duramen) de la madera se caracteriza por una


serie de modificaciones anatómicas y químicas, oscurecimiento, aumento de densidad y
mayor resistencia frente a los ataques de los insectos.

También se puede aplicar aceite de linaza diluido hasta un 50% con trementina:
Esta combinación se utiliza para impregnar la madera y los suelos de barro y protege de
los insectos y hongos. Se encuentra en la composición de casi todos los productos naturales
de tratamiento de la madera: aceites de fondos, endurecedores, etc.

Existen diferentes técnicas que pueden ayudar fácilmente en la prevención de estas plagas:
El desaviado, consiste en eliminar la savia gracias a la disolución de las materias con la
llamada vaporización. El secado de madera, es otra técnica que permite airear la madera y
liberarla de intrusos. Y por otro, la carbonización es otra opción para proteger la madera
contra insectos y hongos permitiendo quemar con un soplete la superficie de la madera, con
lo cual conseguimos la destrucción de todos los gérmenes nocivos que puedan atacar a la
madera.

Si la madera a tratar es nueva y aún no ha sido invadida por una plaga o enfermedad,
conviene hacer un tratamiento preventivo, aplicando un litro del preservador cada tres
metros cuadrados, o la dosis recomendada por cada fabricante.

Aceites
Es una de las formas más habituales de nutrir y proteger la madera. Se trata de una mezcla
de aceites, casi siempre de teca con resinas, que se utilizan para nutrir y realzar el aspecto de
esta. Además, también sirven para aportar brillo, mejorar el tacto y uniformiza el color de la
madera.

En algunos casos se emplean como protectores de madera los aceites de teca, en especial para
cerramientos exteriores o cuando se trata de muebles que van a permanecer en exteriores
(aunque su uso también puede darse en interiores).

Barnices
Los barnices para madera, ya sean sintéticos o al agua, son ideales para proteger la madera,
ya que genera sobre las fibras una película que cierra los poros y evita que penetre en ellas
cualquier tipo de mancha, polvo o humedad. Dentro de los tratamientos para madera, a los
barnices se les conoce como productos de acabado y son idóneos para interiores, aunque se
pueden usar también en exteriores si tienen una composición específica para ello.

Protectores de poro abierto


A diferencia de los barnices, los tratamientos de poro abierto transpiran y tratan sin cerrar el
poro de la madera, lo que se traduce en una protección extra frente al efecto de una exposición
al sol. Este tipo de protectores para madera evitan los cambios de tono de los muebles e
impiden la aparición de hongos y moho. Destacan por su larga vida útil y se pueden emplear
tanto para muebles que vayan a estar en interiores como para aquellos que vayan a
permanecer en el exterior.

Esmaltes
Los esmaltes para madera tienen una finalidad estética, pues su principal función es la de
mejorar el aspecto de este material. Aun así, en la actualidad este tipo de productos han
evolucionado mucho y ahora ofrecen también propiedades para mejorar la resistencia y
durabilidad de la madera. Dentro de esta tipología se puede diferenciar entre esmaltes al agua
y esmaltes sintéticos. Ambos tipos pueden encontrarse en diferentes acabados (brillo, mate,
satinado…), así como en una gran variedad de colores.

Protectores de madera de Pinturas Blatem


Los protectores de madera desarrollados por Pinturas Blatem nutren, abrillantan y protegen
con la máxima garantía y durabilidad. Estos son algunos de los principales productos
destacados:

Barnilac mate: este barniz laca de poliuretano ofrece una gran resistencia a la abrasión. Con
un acabado mate, tiene un fácil secado y se aplica con suma facilidad. Puede usarse tanto en
exteriores como en interiores y es idóneo para puertas, ventanas y muebles. Para utilizarlo
basta con diluirlo con un disolvente para esmaltes, y la aplicación puede realizarse con
brocha, rodillo y/o pistola.

Xilatem Aqua Mate: este producto de acabado es idóneo para su uso en madera de exteriores
por su base de polímeros especiales en base acuosa que tienen protección contra la acción de
los rayos ultravioleta. Penetra en las fibras y es transpirable, lo que evita las dilataciones y
los cuarteados en la madera. Sus colores se pueden entremezclar para conseguir el que más
interese. Presenta un acabado mate y no hace falta diluirlo para aplicarlo.

Aceite de teca: este barniz a base de aceites naturales está pensado para nutrir y realzar tanto
la madera como aquellos barnices que estén envejecidos. Además de buen secado, aporta
brillo y una especial calidez al tacto. Se puede utilizar o bien sobre madera virgen o bien
sobre superficies que hayan sido barnizadas con anterioridad. El tiempo estimado de secado
después de su aplicación oscila entre 2 y 3 horas.
CURADO DE LA MADERA
La madera como material de origen orgánico es especialmente estable, no obstante, por su
propia naturaleza constituye la base de alimentación de organismos vivos del reino vegetal
(hongos) y del reino animal (insectos, moluscos, crustáceos, aves).

Antiguamente los carpinteros utilizaban exclusivamente piezas de madera de duramen, que


la experiencia les había demostrado que no eran atacadas por los agentes degradadores, y
además las "curaban" antes de mecanizarlas e instalarlas. El curado de la madera consistía en
dejarlas secar de forma natural durante uno, dos o más años en lugares secos, protegidos y
bien ventilados (que se llamaban bodegas). Con el empleo de madera de duramen y el curado,
y una adecuada puesta en obra (detalles constructivos), los antiguos carpinteros realizaron
muchas obras que resisten perfectamente el paso de los años.

Con el paso del tiempo existe la posibilidad de que los elementos de madera y las estructuras
de madera hayan sido degradados, si se dan las circunstancias para que los agentes
degradadores se desarrollen, por lo que será necesario intervenir para restaurar y proteger la
madera.

En síntesis, el curado de la madera es el proceso de eliminación de la humedad natural de


esta, hasta el nivel adecuado a la utilización definitiva de la misma.
Secado natural

Secado artificial

Secado mixto
Secado natural o al aire libre, es la forma más simple de secar la madera. Cosiste en la
exposición directa de la madera al medio ambiente. La velocidad y la presión del aire llevan
a cabo el secado hasta el contenido de humedad de equilibrio.
El secado artificial o industrial, consiste en colocar la madera apilada en una bodega o túnel
cerrado, aislado térmicamente, en el cual el aire caliente es circulado en forma continua
sobre las piezas de madera a secar, bien sea con ventiladores o por convención.

El secado mixto combina las dos anteriores, por secado natural se reduce el grado de
humedad hasta un 25% y luego se procede a secarla artificialmente para darle el grado de
humedad deseado.

Una vez eliminadas las fuentes de humedad, la obra gruesa y la madera inician un proceso
de secado que en general es lento, que si es muy lento puede originar daños en la madera.
Para acelerar el secado pueden provocarse corrientes de ventilación en los locales, introducir
la calefacción o emplear deshumidificadores.

Una vez ya instalada la madera, con el paso del tiempo existe la posibilidad, como
anteriormente fue mencionado, que esta se degrade por agentes biológicos, entonces se deba
de ejecutar un proceso de curado.

Las condiciones higrotérmicas que favorecen el ataque de estos hongos xilófagos son:

a) Humedad de la madera: debe estar comprendida entre el 20% y el 100%. Por debajo
del 20%, el hongo no puede desarrollarse; y por encima del 100% no existe el suficiente
oxígeno para que éste viva. El desarrollo óptimo de la mayoría de los hongos xilófagos se
alcanza al 40% de humedad.

b) Temperatura: la temperatura óptima para el desarrollo de los hongos oscila entre 3 y


40ºC, encontrándose su óptimo alrededor de los 25ºC.

El proceso de curado contra hongos xilófagos consiste en la colocación de implantes,


vendajes o forros o la inyección a través de taladros de protectores fungicida.

Contra insectos de ciclo larvario o insectos xilófagos, antes de realizar el tratamiento curativo
se deberán haber delimitado las zonas afectadas, procurando diferenciar entre ataque activo
y ataque no activo, ya que en las zonas no activas es suficiente un tratamiento preventivo. En
el tratamiento de la madera se emplean productos químicos de tipo orgánico aplicados
mediante pulverización e inyección.

Algunos ejemplos de estos insectos son: Polillas, carcoma fina, carcoma gruesa, termitas

También se pueden aplicar tratamientos con productos gaseosos (fumigación), tratamiento


con productos en forma de humos, se usan botes pirotécnicos que producen nubes de
partículas del producto insecticida en forma de humo, tratamiento por esterilización con
calor, las larvas de los insectos mueren a temperaturas superiores a los 55 o 60°C, tratamiento
por esterilización con frío, se aplica en muebles, libros, textiles y obras de arte, es un proceso
que puede durar varios días.

Diferentes tratamientos curativos y preventivos:

– Por impregnación química superficial (líquidos y gel).

– Inyección química en exteriores, muros, suelos y vigas.

– Tratamientos biológicos (cebos).

Los productos utilizados para los métodos de impregnación e inyección se denominan de tipo
orgánico. Se llaman así porque contienen disolventes derivados del petróleo para la
solubilización de las sustancias activas de síntesis (permetrina, lindano…); se fijan por
resinas y son productos bastante estables y penetrantes en la madera.

Estos productos previenen y acaban con los individuos de los insectos/hongos xilófagos, ya
que impregnan la madera con biocidas y así provocan la muerte de aquéllos cuando la
digieren.

Sin embargo, para los insectos de tipo social (termitas) se necesita otro tipo de tratamiento,
que acabe con la generación de larvas por parte de la reina de la colonia. Estos tratamientos
se desarrollaron a finales del siglo XX, se llaman tratamientos biológicos o cebos y
principalmente utilizan un principio activo basado en la inhibición de la quitina durante la
muda del exoesqueleto en los individuos.

Los cebos son pequeños contenedores, de pared o de suelo, que incluyen celulosa (el alimento
principal de las termitas). Éstos se colocan en zonas donde existen puntos activos de ataque
de las termitas. Se monitorizan periódicamente y si se encuentran termitas se sustituye la
celulosa pura por el cebo impregnado con el producto, que, tras ser consumido y repartido
lentamente por toda la colonia, incluida la reina, hace que en el proceso de muda mueran los
individuos, lo que termina por exterminar a la colonia.

TAMAÑO NOMINAL Y EFECTIVO DE LA MADERA


La madera tiene dos referencias: tamaño nominal y efectivo. Nominales se refieren a la
madera antes de ser cortado a la medida y llevado al molino. Tamaño Efectivo es un producto
que sale de un aserradero después de dimensionamiento y cepillarse.

Tamaño nominal
Tamaño nominal es exactamente el tamaño señalado. Por ejemplo, una pieza de 2 por 4
pulgadas de madera es en realidad 2 pulgadas de grosor y 4 pulgadas de ancho. La madera
verde, antes de cortar a tamaño y diseño, se conoce como nominal.

Tamaño efectivo
Al cortar la madera tamaño nominal, esta se cepilla a tamaño finito. Por ejemplo, Una pieza
de 2 por 4 pulgadas de madera dimensional es en realidad 1 1/2 pulgadas por 3 ½ pulgadas,
después de pasar a través de las cepilladoras, que buscan alisar el producto en los cuatro
lados.

Diferencias básicas
La madera nominal es de color verde y húmedo, y mantiene un alto porcentaje de humedad.
La madera de construcción dimensional se seca a 19 por ciento o menos con un contenido
medio de humedad de 15 por ciento, de acuerdo con la norma americana blanda.

DIMENSIÓN NOMINAL: dimensiones de la pieza de madera antes del cepillado.

DIMENSIÓN REAL: dimensiones de la pieza de madera una vez que ha pasado por todos
los procesos de elaboración, medida efectiva de la madera.

Las tolerancias y recomendaciones


Concepto. La tolerancia es la máxima variación o margen de error permitido en las
dimensiones de una pieza de madera con relación a las especificadas, ya sea en las nominales
o en las reales, sin que con ello se afecte la calidad.
Requisitos y tolerancia en las dimensiones nominales.

Durante las operaciones de habilitado de una pieza debe tenerse en cuenta que:

- La madera en bruto debe cortarse a la dimensión nominal completa permitiéndose ligeras


variaciones que inevitablemente se presentan.

-El contenido de humedad esté cercano al rango de humedad para las condiciones en que
normalmente estará expuesto el elemento.

- Se prefiere que los elementos con fines estructurales sufran menor reducción sobre aquellos
que pueden ser destinados para otros usos (carpintería, muebles, etc.) en el momento de
obtener las piezas.

- Desviación permisible en el espesor y el ancho de un elemento de madera (tomado en la


referencia cuadro.)

- En la longitud, la desviación (-) 'menos', no debe ser permitida, pero la longitud superior
puede ser ilimitada; se aceptan longitudes mayores a las comerciales más nunca las menores.

- En lo posible es mejor que se deje un excedente en la medida del largo con relación a la
especificada (no mayor de 5.0cm) con el fin de proteger los extremos hasta que llegue a la
obra.

-El corte longitudinal debe ser hecho en lo posible, conservando la sección transversal
uniforme a lo largo de la longitud.

- Si se presenta lo contrario el elemento debe ser cepillado hasta obtener un grueso o ancho
estándar y uniforme.

Después de las operaciones de secado, corte, cepillado y pulido, se permite una desviación
máxima de ± 0.5mm con relación a la dimensión estándar (o real).
- El espesor debe ser constante a lo largo de toda la pieza y cuando no sea uniforme debe ser
medida en la parte más delgada.

- Igual que lo anterior sucede con el ancho y también debe ser medido en el extremo más
angosto.

- La longitud se toma como la distancia más corta entre dos extremos.

Las piezas de madera, según su escuadría reciben los siguientes nombres:

 VIGAS: piezas de sección rectangular o cuadrada y aristas vivas de 4 a 10 m de


longitud y sección (ancho y grueso) de 15 x 20 cm a 25 x 35 cm.

 TABLONES: piezas de sección rectangular, con aristas vivas, espesores de 5 a 1 2 x


4 0 cm, anchuras de 10 a 30 cm y longitudes de 2 a 10 m.

 TABLAS: piezas en las que predomina el ancho sobre el grueso. Tienen un ancho de
10 a 30 cm y un grueso de 1 a 3 cm

 TARIMAS: tablas machihembradas de 5 m de longitud, de 5 a 15 cm de ancho y de


1,5 a 3 cm de grueso.

 LATAS: piezas con una escuadría de 5 a 7 cm x 2 a 3 cm preparadas con madera de


calidad inferior.

 REGRUESOS: maderas que tienen un espesor de 4 a 10 mm y de longitud y anchura


variables.

 CHAPAS: igual que las anteriores, pero de un espesor de 0,2 a 5 mm.

 VIGUETAS: tienen de 8 x 8 cm a 15 x 15 cm de escuadría y 5 m de longitud.

 ALFARJÍA: madera de sección rectangular de 14 x 10 cm.

 LISTONES: Pieza de sección cuadrada o rectangular y pequeñas dimensiones de la


sección transversal. piezas de sección rectangular y aristas vivas, con escuadrías de 2
x 4 cm a 5 x 8 cm.

 LISTONCILLOS: igual que los anteriores, pero con una escuadría de 1 x 2 a 2 x 4


cm.

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