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LA ABUNDANCIA EN LA VIDA DEL HOMBRE

Vamos a comenzar la enseñanza, leyendo un versículo que contiene una gran


promesa que dijo el Señor Jesucristo:

JUAN 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Nos vamos a detener, específicamente, en la segunda parte del versículo cuando


leemos "...yo (Jesucristo) he venido para que tengan vida y para que la tengan en
abundancia..."

Si nosotros preguntáramos a la gente, que significa para ellos tener una vida
abundante, seguramente nos encontraríamos ante una gran variedad de
respuestas y opiniones y casi seguramente la respuesta que no es posible en los
tiempos que vivimos, especialmente en nuestro país.

Para tener la voluntad de Dios en este aspecto como en cualquier otro aspecto
que hace a la vida humana, debemos, necesariamente, ir a la Palabra de Dios
escrita, en la cual no hay confusión. Lo que confunde a la gente no es jamás la
Palabra de Dios sino las distintas opiniones y especulaciones que existen y se
plantean acerca de Dios, los asuntos de Dios y la vida misma del hombre.

Con el fin, entonces, de tener nosotros la voluntad de Dios y el entendimiento


acerca de lo que Jesucristo dijo y aquello que para Dios significa tener una vida
abundante, vamos a continuar con Lucas.

LUCAS 12: 1
En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se
atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la
levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

Vemos aquí claramente que Jesucristo le estaba hablando a sus discípulos, pero
en medio de la enseñanza aparece una persona e interrumpe al Señor con lo
siguiente:

Lucas 12:13
Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la
herencia.

Es interesante observar que esta persona no era un discípulo a quienes Jesucristo


se estaba dirigiendo. Era un hombre de la multitud que si bien le dijo Maestro, su
comentario no estaba relacionado, en absoluto, con la enseñanza que Jesucristo
estaba dando.

Su comentario fue:
"...Maestro, di a mi hermano que parta la herencia conmigo."

Este, no fue el comentario de un discípulo que estaba deseando y comprometido a


aprender la Palabra de Dios, sino por el contrario, fue una demanda de uno de la
multitud que desecho la enseñanza del Señor Jesucristo para dar paso a algo que
él consideraba más prioritario o importante, lo cual era su interés personal.

Lucas 12: 14 y 15
Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no
consiste en la abundancia de los bienes que posee.

En el vers. 14, Jesucristo aclara cual era su misión y función, dado que,
evidentemente, este hombre creía que Jesucristo era el Presidente de la Suprema
Corte. Jesús era un hombre de Dios con una clara y específica misión, él era el
salvador y un ministro que supo discernir que la perspectiva de este hombre no
era la correcta, por lo tanto en el versiculo 15 Jesucristo establece la perspectiva
correcta para el y para todos los hombres que estaban allí y que quisieran
escuchar, tanto en ese momento como ahora mismo:

"...la vida del hombre no consiste


en la abundancia de los bienes que posee..."

Jesús plantea la reflexión acerca de que iba a beneficiar más al hombre;

- Parte de la herencia que recibiría


o
- Creer la Palabra de Dios que tenía la oportunidad de escuchar y entender

Si él recibía parte de la herencia, tendría algunas necesidades cubiertas por algún


tiempo o quizás por toda la vida. Si creía la Palabra de Dios, él obtendría todo
aquello que Dios promete en Su Palabra, obtendría esa vida abundante que
hemos visto en Juan 10:10.

Ahora bien si la vida de un hombre no consiste en la abundancia de los bienes que


posee, pero si Dios promete una vida en abundancia, la pregunta en este
momento es:

¿ QUE SIGNIFICA PARA DIOS ABUNDANCIA EN LA VIDA DE UN HOMBRE?

Para comenzar a ver que significa para Dios abundancia en la vida de un hombre
vayamos a:

PROVERBIOS 3: 13 – 15
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
Y que obtiene la inteligencia;
Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
Y sus frutos más que el oro fino.
Más preciosa es que las piedras preciosas;
Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.

Buscar y obtener un conocimiento y entendimiento de Dios, adquirir Su sabiduría,


es incomparablemente mejor que vivir solo para poseer bienes materiales.

Definitivamente, y vale establecerlo con absoluta claridad que no es que sea


malo tener bienes materiales, sabemos que la voluntad de Dios es que
vivamos con prosperidad en todas las cosas y que disfrutemos aquellas
cosas que Dios nos da.

Vean esta verdad en

1RA TIMOTEO 6:17


A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las
riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas
en abundancia para que las disfrutemos.

Nuevamente lo vemos con claridad aquí. El punto es poner los ojos y el


corazón en el Dios vivo y verdadero, para:

CONOCERLO MAS
AMARLO MAS
RESPETARLO MAS
CONFIAR MAS

En la abundancia de estas cosas si consiste la verdadera vida del hombre.


Nosotros debemos encargarnos de darle a Dios el lugar que Él merece en
nuestras vidas y corazones. Todo aquello que nosotros necesitemos, como por
ejemplo una casa, alimentos, trabajo etc, etc, Él se encargará de dárnoslo.

El hombre está continuamente bombardeado con lo que el mundo dice que


debería tener para considerarse un hombre exitoso y con abundancia.
Nosotros gracias a Dios y a Su Palabra escrita podemos entender que es una
necesidad y creerle a Dios para que Él cubra esa necesidad.

La vida es una cuestión de prioridades, el hombre necesita decidir si va a


vivir una vida luchando para obtener aquello que el mundo dice que debe
tener o vivir una vida confiando en Dios y así lograr tener abundancia de:

ENTENDIMIENTO - SABIDURÍA - PAZ –


GOZO FORTALEZA DE CORAZÓN – PODER

Esta es la vida en abundancia que el Señor Jesucristo hizo disponible para que
vivamos. Es una manera diferente de observar, de ser y de hacer en el mundo.
Mas que con las cosa que uno tiene, la abundancia que vino a hacer disponible
Jesucristo trata con la riqueza interior que significa guardar la voluntad de Dios
para el hombre y confiar en Él.

Los hombres nos vamos transformando en aquello que observamos.


Mirar el mundo, la cultura y circunstancias que nos rodean nos llenan de
dudas, incertidumbres, miedos y alejamiento del Creador.

Todo esto culmina formando en los hombres una mentalidad de escasez y


limitación, estando más comprometidos a recibir para que no nos falte que a dar
de aquello que Dios nos da.

Jesús vino para hacer posible una nueva calidad de vida, de naturaleza espiritual y
humana. El genero humano tiene disponible la transformación de una mentalidad
de escasez y limitación, a una de abundancia y esta abundancia, no solo incluye
recibir aquellas cosas que necesitamos para vivir sino y fundamentalmente llegar a
tener una manera de observar y de ser que se distinga por la relación que el
hombre y la mujer tenga con Dios y con la vida.

Una manera de observar y de ser que está constantemente cuidando y sembrando


para su relación con el Padre y con el Señor y generando aquello que sea
necesario sabiendo que Dios nos da mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos.

EFESIOS 3:20-21
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa
en nosotros,
a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los
siglos de los siglos. Amén.

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