Está en la página 1de 24

Definiciones o significado

Historia: La historia es la ciencia que tiene como objetivo el estudio de sucesos del
pasado, tradicionalmente de la humanidad, y como método, el propio de las ciencias
sociales/humanas, así como el de las ciencias naturales en un marco de
interdisciplinariedad. Se trata de la disciplina que estudia y narra cronológicamente los
acontecimientos pasados. Se denomina también «historia» al periodo que transcurre
desde la aparición de la escritura hasta la actualidad, aunque es un convencionalismo
ampliamente superado, y se considera a la prehistoria también como parte intrínseca
de la historia.

Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, ciencia de la historia, ciencias
históricas o ciencias de la historia, «historia», en el lenguaje usual, es la narración de
cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras; sea su propósito el
engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el
propósito de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesos que ocurrieron y se
desarrollaron en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de la mayor
objetividad posible; aunque la posibilidad de cumplimiento de tales propósitos y el
grado en que sean posibles son en sí mismos objetos de estudio de la historiología o
teoría de la historia, como epistemología o conocimiento científico de la historia.[cita
requerida]

A su vez, se llama «historia» al pasado mismo, e incluso puede hablarse de una


«historia natural» en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en
desuso, que se utilizaba en oposición a la historia social, para referirse no solo a la
geología y la paleontología, sino también a muchas otras ciencias naturales —las
fronteras entre el campo al que se refiere tradicionalmente este término y el de la
prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología—, y que
se pretende complementar con la historia ambiental o ecohistoria, y actualizarse con la
denominada «Gran Historia»: campo académico interdisciplinar que se define como
"el intento de comprender de manera unificada, la historia del Cosmos o Universo, la
Tierra, la vida y la humanidad", cubriendo los acontecimientos ocurridos desde el Big
Bang hasta la historia del mundo actual).
Sociedad
Sociedad es un grupo de seres que viven de una manera organizada. La palabra
proviene del latín societas, que significa asociación amistosa con los demás.

El concepto de sociedad supone la convivencia y la actividad conjunta de los individuos


de manera organizada u ordenada, e implica un cierto grado de comunicación y
cooperación.

Lo que caracteriza a una sociedad es la puesta en común de intereses entre los


miembros y la observancia de preocupaciones mutuas. Dentro de este conjunto, cada
individuo cumple determinadas funciones.

Las sociedades humanas son el objeto de estudio de la sociología, la antropología y


otras ciencias sociales.

Existen infinidad de maneras de caracterizar las sociedades, dependiendo del sistema


de organización, de los intereses o de los valores dominantes. Se puede hablar, por
ejemplo, de sociedad multi-étnica, sociedad capitalista, sociedad industrial, sociedad
de la información, sociedad del espectáculo, la sociedad del conocimiento, etc.

Sociedad civil
Se entiende por sociedad civil al colectivo de ciudadanos de un país organizado
socialmente, sujeto a la misma autoridad, las mismas leyes y normas de conducta,
gobernado por entidades que velan por su bienestar. En este sentido, sociedad civil
tiene una connotación política/pública.

La sociedad civil puede organizarse para la defensa de sus derechos e intereses por
medio de diversas redes de cooperación. Cuando estas iniciativas de cooperación e
impulso obedecen a normas y reglamentos institucionalmente sancionados, también
reciben el nombre de sociedad.

Por ejemplo, sociedades científicas, sociedades deportivas, sociedades religiosas,


sociedades académicas, sociedades artísticas,

Esclavismo
Se entiende por esclavismo el sistema social que se fundamenta en la esclavitud como
régimen social. El esclavismo también indica el modo de producción que se basa en el
trabajo forzado de la mano de obra, que solo recibe a cambio lo necesario para
subsistir.
Por tanto, el esclavismo es una condición jurídica en la cual una persona, bien sea
hombre o mujer (esclavo o esclava), es propiedad de otra, es decir, de un amo. El
esclavo no es libre de tomar sus propias decisiones, no tiene derechos y es explotado
cruelmente.

El esclavismo ha existido desde la época de la prehistoria, cuando inició la


descomposición de las comunidades primitivas y el hombre comenzó a utilizar a otros
individuos con fines comerciales.

Al desarrollar la actividad agrícola, el ser humano tuvo que procurar una mayor
organización social y laboral, para lo cual utilizó a los esclavos con fines comerciales
basándose en la idea de la propiedad.

Es decir, los esclavos formaban parte de las pertenencias del amo y eran considerados
como los medios de producción, sin ningún tipo de beneficio, solo debían seguir
órdenes y trabajar.

En consecuencia, los esclavos no tenían derecho a defender su voluntad y eran


utilizados por sus dueños hasta agotar todas sus fuerzas, sin importar su estado de
salud.

La esclavitud formó parte del orden social tanto en las organizaciones sociales más
antiguas, así como en las sociedades precolombinas. Por ejemplo, en India, China,
Egipto, Mesopotamia, Grecia, Roma, se empleaba esclavos en los hogares, el comercio,
la construcción de palacios y mausoleos, la agricultura, etc. En América, los aztecas,
mayas e incas, también utilizaban a los esclavos con fines similares.

El esclavismo fue creciendo a medida que los pueblos más fuertes y ricos invadían y
conquistaban a otros poblados más pequeños y pobres de donde obtenían esclavos.

En otros casos, había personas que se vendían como esclavos con el fin de pagar sus
deudas, y otros eran esclavos reducidos a la condición de esclavitud por haber
cometido algún delito.

No obstante, aunque todavía existen diversos casos de esclavitud, han sido


innumerables las personas a lo largo de la historia que han luchado en su contra hasta
alcanzar su abolición.

Actualmente existen tratados internaciones en contra de la esclavitud y se estableció


el día 2 de diciembre de cada año como el Día Internacional para la Abolición de la
Esclavitud

Causas y consecuencias del esclavismo


El esclavismo forma parte del desarrollo de la organización social y agrícola, que
sustituyó el antiguo régimen comunal y generó un sistema económico de producción
esclavista tomando en cuenta lo siguiente:

Desarrollo de la productividad: a medida que se desarrollaron e inventaron nuevas


herramientas y métodos de agricultura y cría de animales, aumentó el desarrollo
económico y se precisaba de mayor mano de obra, es decir, esclavos.

Propiedad privada: esta idea surgió a medida que se desarrollaron instrumentos de


trabajo que propiciaron una mayor producción y diversificación de productos, con el
fin de sustentarse y hacer trueques o negocios. Al tener mayores ganancias y riquezas,
se precisaba de más cantidad de esclavos que se compraban o intercambiaban.

Desigualdad patrimonial: a medida que las personas se enriquecían debían fortalecer


la seguridad de sus pertenencias y sus ejércitos, los cuales tenían la tarea de invadir
pueblos más pequeños y pobres a fin de apoderarse de todo aquello que encontraban.
Las personas que capturaban o sobrevivían a los actos vandálicos se tomaban como
esclavos.

Clases sociales: una vez se organizaron los grupos sociales, estos se diferenciaban por
sus riquezas y estatus de poder, y se dividieron en clases alta, media y baja. La clase
baja tenía pocos recursos, estaba formada, generalmente, por artesanos y campesinos,
y de ahí se obtenía gran número de esclavos.

Aparición del Estado: los Estados se fueron conformando manteniendo las medidas de
represión esclavista y negando sus derechos, por el contrario, se justificaba aún más su
existencia y trabajo duro. El esclavismo se extendió por años gracias al apoyo de
diversos políticos y jueces que apoyaban la postura esclavista.

Modo de producción esclavista

La mejor manera de desarrollar el modo de producción fue el esclavismo, ya que los


esclavos trabajan arduamente, día y noche, a fin de generar mayores niveles de
productividad. Los esclavos eran las personas que trabajan la tierra, la construcción, la
ganadería y las minas.

Esta mano de obra impulsó un importante desarrollo a nivel económico y comercial.


Tanto así que al principio los esclavos fueron considerados como un tipo de moneda
de intercambio con la cual se podía efectuar pagos, hasta la aparición de la moneda
metálica.

El modo de producción esclavista desarrolló una importante fuerza de producción


industrial que impulsó la actividad económica. Antes de la abolición de la esclavitud,
las familias adineradas poseían grandes riquezas que se enumeraban en propiedades
inmuebles, objetos lujosos, esclavos, entre otros.

Para ese entonces, los trabajos realizados por los esclavos eran rudimentarios y
artesanales, no se empleaba ningún tipo de maquinaria.

En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida a la esclavitud


y todo lo que esto conlleva, es decir, unicamente trabajo y ningún tipo de retribución
por el esfuerzo o productividad.

Este modo de producción también está basado en la propiedad y el derecho, es decir,


solos los esclavos que tenían la posibilidad de pagar por su libertad eran liberados, de
lo contrario seguían en esa situación.

Vea también:

Esclavo

Explotación laboral.

Características del esclavismo

Entre las principales características del esclavismo se pueden mencionar las siguientes:

El modo de producción esclavista forma parte de la explotación del hombre para el


hombre.

Surgen las clases sociales donde los esclavistas, clase alta, dominan a los esclavos.

Los esclavos eran considerados propiedad del amo y tratados como mercancía.

Los esclavos carecían de derechos y privilegios.

Se conforma el Estado como mecanismo de represión para los esclavos.

El esclavismo desarrolló una importante fuerza productiva en la historia del hombre .

Feudalismo
Feudalismo es la denominación del sistema político predominante en Europa
Occidental de los siglos centrales de la Edad Media (entre los siglos X y XI, aunque no
hay acuerdo entre los historiadores sobre su comienzo y su duración, y esta varía
según la región), y en la Europa Oriental durante la Edad Moderna, caracterizado por la
descentralización del poder político; al basarse en la difusión del poder desde la
cúspide (donde en teoría se encontraban el emperador o los reyes) hacia la base
donde el poder local se ejercía de forma efectiva con gran autonomía o independencia
por una aristocracia, llamada nobleza, cuyos títulos derivaban de gobernadores del
imperio carolingio (duques, marqueses, condes) o tenían otro origen (barones,
caballeros, etc.).

Este término también es utilizado historiográficamente para denominar las


formaciones sociales históricas caracterizadas por el modo de producción que el
materialismo histórico (la historiografía marxista) denomina feudal.

Como formación económica-social, el feudalismo se inició en la Antigüedad tardía con


la transición del modo de producción esclavista al feudal, a partir de la crisis del siglo III
y, sobre todo, con la disolución del Imperio romano de Occidente (siglo V) y la
formación de los reinos germánicos y el Imperio carolingio (siglos VIII y IX).

Fundamentado en distintas tradiciones jurídicas (tanto del derecho romano como del
derecho germánico –relaciones de clientela, séquito y vasallaje–), el feudalismo
respondió a la inseguridad e inestabilidad de la época de las invasiones que se fueron
sucediendo durante siglos (pueblos germánicos, eslavos, magiares, musulmanes,
vikingos). Ante la incapacidad de las instituciones estatales, muy lejanas, la única
seguridad provenía de las autoridades locales, nobles laicos o eclesiásticos, que
controlaban castillos o monasterios fortificados en entornos rurales, convertidos en los
nuevos centros de poder ante la decadencia de las ciudades.

Desde el punto de vista institucionalista, el feudalismo fue el conjunto de instituciones


creadas en torno a una relación muy específica: la que se establecía entre un hombre
libre (el vasallo), que recibía la concesión de un bien (el feudo) por parte de otro
hombre libre (el señor), ante el que se encomendaba en una ceremonia codificada (el
homenaje) que representaba el establecimiento de un contrato sinalagmático (de
obligaciones recíprocas). Esta serie de obligaciones recíprocas, militares y legales,
establecidas entre la nobleza guerrera, giraba en torno a tres conceptos clave: señor,
vasallo y feudo. Entre señor y vasallo se establecían las relaciones de vasallaje,
esencialmente políticas. En el feudo, entendido como unidad socioeconómica o de
producción, se establecían relaciones de muy distinta naturaleza, entre el señor y los
siervos, que desde la historiografía marxista se explican como resultado de una
coerción extraeconómica por la que el señor extraía el excedente productivo al
campesino. La forma más evidente de renta feudal era la realización por los siervos de
prestaciones de trabajo (corveas o sernas), con lo que el espacio físico del feudo se
dividía entre la reserva señorial o reserva dominical (donde se concentraba la
producción del excedente) y los mansos (donde se concentraba la producción
imprescindible para la reproducción de la fuerza de trabajo campesina). En otras
formas, los siervos se obligaban a distintos tipos de pago, como una parte de la
cosecha o un pago fijo, que podía realizarse en especie o en moneda (forma poco usual
hasta el final de la Edad Media, dado que en siglos anteriores la circulación monetaria,
y de hecho todo tipo de intercambios, se reducían al mínimo), a los que se añadían
todo tipo de derechos y monopolios señoriales.

Capitalismo
El capitalismo es un orden o sistema social y económico que se encuentra en constante
movimiento, derivado del usufructo de la propiedad privada sobre el capital como
herramienta de producción, que se encuentra mayormente constituido por relaciones
empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así
como de relaciones laborales, tanto autónomas como asalariadas subordinadas libres,
con fines mercantiles.

En el capitalismo, los individuos y las empresas usualmente representadas por los


mismos, llevan a cabo la producción de bienes y servicios de forma privada e
interdependiente, dependiendo así de un mercado de consumo para la obtención de
recursos.El intercambio de los mismos se realiza básicamente mediante comercio libre
y, por tanto, la división del trabajo se desarrolla de forma mercantil y los agentes
económicos dependen de la búsqueda de beneficio. La distribución se organiza, y las
unidades de producción se fusionan o separan, de acuerdo a una dinámica basada en
un sistema de precios para los bienes y servicios. A su vez, los precios se forman
mayoritariamente en un mercado que depende de la interacción entre una oferta y
una demanda dadas por las elecciones de productores y consumidores, y estos, son
necesarios para la coordinación ex-post de una economía basada en el intercambio de
mercancías.

El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso


para la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, se relaciona
mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una
economía de mercado que es su condición necesaria, y a la propiedad privada absoluta
o burguesa que es su corolario previo. El origen de la palabra puede remontarse antes
de 1848 pero no es hasta 1860 que llega a ser una corriente como tal y reconocida
como término, según las fuentes escritas de la época.

Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada


basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos
de producción, caracteres propios de aquel sistema económico. En el orden capitalista,
la sociedad está formada por clases socioeconómicas en vez de estamentos como son
propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos. Se distingue de aquel y de otras
formas sociales por la posibilidad de movilidad social de los individuos, por una
estratificación social de tipo económica, y por una distribución de la renta que
depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales
adquiridas en la estructura de producción.

El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido a que el capital como


relación de producción se convierte dentro de esta en un elemento económicamente
predominante. La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las
ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que
el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial
con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la
mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del
trabajo autónomo, mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital
como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada
imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor
capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.

La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a
la organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a
diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y
de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario. Vulgarmente se describe desde el
siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores
de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las
ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios
autoempleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.

Colonialismo
El colonialismo es el sistema social y económico por el cual un Estado extranjero
domina y explota una colonia. Por lo general se utiliza la fuerza militar ante la que el
país invadido no puede oponerse y el colonizador, invasor o conquistador impone el
control militar, político, económico y social, normalmente mediante la designación de
personas originarias del país conquistador. La colonización supone la usurpación y
apropiación de la tierra, y con ella, de su riqueza y recursos; el sometimiento de la
población, que puede considerarse esclava o sin los derechos de la metrópoli, la
imposición de los intereses de la metrópoli sobre los del país colonizado en materias
de cultura, religión, estrategia militar, estrategia económica, derechos civiles, políticos
o sociales.
El colonialismo también es la doctrina que legitima la dominación política y económica
de un territorio o de una nación por el gobierno de un estado extranjero.

El colonialismo no debe confundirse con el neocolonialismo. Este último utiliza el


control y la fuerza indirecta para influir, controlar o someter a un territorio como son
el mercantilismo, el clientelismo político, la globalización empresarial, el imperialismo
cultural y otros instrumentos para influir en un país, normalmente estableciendo una
élite política y económica para controlar la población y apropiarse, como en el
colonialismo tradicional, de los recursos del país.

El colonialismo tradicional ejerce un control directo mediante la fuerza militar, la


ocupación del país, la imposición de gobernantes procedentes de la metrópolis
invasora en el territorio sujeto a la dominación, y la instauración de políticas
económicas, sociales y culturales al servicio del país colonizador.

Imperialismo
El imperialismo (generalmente en forma de un imperio)—que se basa en ideas de
superioridad1 y aplicando prácticas de dominación— es el conjunto de prácticas que
implican la extensión de la autoridad y el control de un Estado o pueblo sobre otro.
También puede ser una doctrina política que justifica la dominación de un pueblo o
Estado sobre otros; habitualmente mediante distintos tipos de colonización (de
poblamiento, de explotación económica, de presencia militar estratégica) o por la
subordinación cultural (aculturación). El sociólogo estadounidense Lewis Samuel Feuer
identificó dos subtipos principales del imperialismo: el primero es el "imperialismo
regresivo" identificado con la pura conquista, la explotación inequívoca, reducciones
de los pueblos no deseados, y el asentamiento de los pueblos deseados en esos
territorios. El segundo tipo identificado por Feuer es "imperialismo progresista" que se
basa en una visión cosmopolita de la humanidad, que promueve la expansión de la
civilización a las sociedades supuestamente atrasadas para elevar los estándares de
vida y la cultura en los territorios conquistados, y la asignación de la gente conquistada
a asimilarse a la sociedad imperial. Aunque los términos "imperialismo" y
"colonialismo" están muy relacionados, no son sinónimos.

Los imperios han existido a lo largo de toda la historia, desde su mismo comienzo en la
Edad Antigua, pero el uso del término "imperialismo" suele limitarse a la calificación de
la expansión europea que se inicia con la era de los descubrimientos (siglo XV) y se
prolonga durante toda la Edad Moderna y Edad Contemporánea hasta el proceso de
descolonización tras la Segunda Guerra Mundial.

Más específicamente, la expresión Era del Imperialismo, utilizada por la historiografía,


denomina al período que va de 1871 a 1914, en que se produjo una verdadera carrera
para construir imperios coloniales, principalmente con el llamado reparto de África. A
ese periodo se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el concepto:
Imperialism, a study, de Hobson, y El imperialismo, fase superior del capitalismo, de
Lenin.

La perspectiva marxista entiende el imperialismo no esencialmente como una forma


de dominación política, sino como un mecanismo de división internacional del capital y
el trabajo, por el que la propiedad del capital, la gestión, el trabajo de mayor
cualificación y la mayor parte del consumo se concentran en los países "centrales";
mientras que en los países "periféricos", que aportan el trabajo de menor cualificación
y los recursos naturales, sufren un intercambio desigual que conduce a la explotación y
el empobrecimiento. En politología también se emplea la nomenclatura "norte-sur"
para esta forma de relación.

Se puede entender como la doctrina que sostiene el dominio de unas naciones sobre
otras. Existen imperialismos desde que han existido imperios desde la antigüedad,
pero hay una tendencia actual a limitar como «imperialismo» al proceso de expansión
económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX, sobre todo a partir de
1870, y este fue conocido como imperialismo librecambista. Durante este periodo,
muchos países europeos, especialmente Gran Bretaña, se extendieron, primero de
forma no oficial y más tarde anexaron territorios y formaron colonias en África, Asia y
el Pacífico. Esta expansión fue consecuencia de la búsqueda fuera de Europa de
mercados y materias primas para la revolución industrial y se dio hasta el comienzo de
la Primera Guerra Mundial, en 1914 y permanecieron sus vestigios hasta la
descolonización, en los años 1970.

A partir de finales del siglo XIX el imperialismo se caracterizó sobre todo por la
dominación económica impuesta por las potencias sobre naciones inferiores a éstas,
ya que la dominación política cada vez fue más puesta en duda. A comienzos del siglo
XX y durante la segunda posguerra, en los países subdesarrollados surgieron
movimientos nacionalistas que muchas veces acabaron con la colonización de otras
potencias sobre ellos. En ese sentido se debe decir que en la actualidad la prepotencia
de los países más poderosos se verifica más en el terreno económico que en el político,
aunque un análisis exhaustivo de la evolución política del sur muestra la dependencia
del norte también en lo político.
No obstante, en los albores de la Segunda Guerra Mundial, se comienza a usar la
denominación de «imperialismo» para referirse a dos nuevas potencias, más tarde
enfrentadas en la Guerra Fría; son la Unión Soviética y Estados Unidos. En este sentido,
una famosa cita del líder político inglés Winston Churchill, acerca de los vencedores en
el conflicto armado, dice: «La historia la escriben los vencedores»; no obstante,
surgirían diversas corrientes de opinión y movimientos sociales de distinto signo
político o ideológico que mantendrían posiciones críticas o abiertamente contrarias a
la visión predominante.

A finales del siglo pasado y comienzos de este (XXI) se imponen las posiciones
norteamericanas; la preponderancia económica de los EE. UU., conlleva además un
predominio cultural, encabezado por industrias del entretenimiento como la
cinematográfica y la musical. Este dominio económico-cultural, unido a la publicidad y
en el consumo, se ha valorado por algunos sectores ideológicos como un tipo de
colonialismo cultural (ver Pierre Bourdieu y Loïc Wacquant, Las razones del
imperialismo), mientras que en el campo político, se ha calificado como imperialista la
política exterior de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón principalmente, y su
intervencionismo en diversos conflictos.

Imperio
Un imperio (del latín imperium) es, en los términos más rigurosos, un estado
multirreligioso, multicultural y multiétnico que consiguió al menos parte de su
territorio por conquistas de anexión y que, además, mantiene una expansión
constante mientras no haya presiones externas o internas de tipo económico (un
periodo de crisis), político (caída de la elite dominante) o militar (invasión por parte de
otro Estado). También se puede referir a un estado en cuyo frente está el emperador
(del latín imperator). Por extensión, imperio puede referirse también a la etapa
histórica donde una etnia o nación desarrolló una política imperial, o bien, a la
potencia que ejerce el poder imperial.

A principios del siglo XX el término imperialismo adquirió la connotación peyorativa


que actualmente tiene, en parte gracias a Lenin, quien en su libro El imperialismo: la
fase superior del capitalismo, decía:

En esta obra hemos probado que la guerra de 1914-1918 ha sido, de ambos lados
beligerantes, una guerra imperialista (esto es, una guerra de conquista, de bandidaje y
de robo), una guerra por el reparto del mundo, por la partición y el nuevo reparto de
las colonias, de las «esferas de influencia» del capital financiero, etc.1

Comparativa de dimensiones de imperios, según las aclaraciones del profesor F.A.


Durántez.

En el marco de la Guerra Fría, se inicia una nueva época donde la palabra imperio es
reemplazada por términos como «seguridad nacional» o «posicionamiento de bloque»
y surgen los «imperialismos» (palabra que a pesar del parecido muy poco tiene que ver
con lo que representa la palabra «imperio»), que representan la suma de todas las
agresiones al Derecho Internacional.

El último Estado que oficialmente llevó ese nombre fue el Imperio japonés. Japón
cambió su denominación tras el drástico cambio de su política interior desde el final de
la Segunda Guerra Mundial que le impiden implementar un expansionismo con rasgos
imperialistas.

Mapa diacrónico de los principales imperios de la era moderna (1492-1945).

Además, los monarcas británicos llevaron el título de emperadores de la India desde


1877 hasta 1947 y el título del soberano etíope también era traducido usualmente
como Emperador, hasta 1975.

Posteriormente, en 1976 el general centroafricano Jean-Bédel Bokassa se proclamó


emperador del Imperio Centroafricano, que duró menos de tres años, hasta su
destronamiento y la restauración de la República.

Actualmente solo al Jefe de Estado japonés se le sigue llamando en occidente


«emperador».

Países asiáticos
El concepto europeo de tres continentes en el viejo mundo se remonta a la antigüedad
clásica, pero durante la Edad Media fue especialmente defendido debido a los estudios
del erudito del siglo VII Isidoro de Sevilla (véase Mapa de T en O). La delimitación entre
Asia y África (en el suroeste) forma el istmo de Suez y el mar Rojo. Los límites entre
Asia y Europa, convencionalmente, se considera que discurren entre los Dardanelos, el
mar de Mármara, el Bósforo, el mar Negro, el Cáucaso, el mar Caspio, el río Ural y los
montes Urales hasta el mar de Kara (Rusia).1

En el Lejano Oriente de Asia, Siberia está separada de Norteamérica por el estrecho de


Bering. Asia está rodeada por el sur por el océano Índico (específicamente, de oeste a
este, el golfo de Adén, el mar Arábigo y la bahía de Bengala), al este por las aguas del
océano Pacífico (incluyendo, en contra las manecillas del reloj, el mar de China, el mar
de China Oriental, el mar Amarillo, el mar de Japón, el mar de Ojotsk y el mar de
Bering) y por el norte por el océano Ártico. Australia (u Oceanía) permanece en el
sudeste, el límite geológico y ecológico entre Asia y Oceanía en el sector que separa a
la Austronesia de la Australasia es la Línea de Wallace aunque histórica y
culturalmente el límite con Oceanía está dado más frecuentemente por la Línea de
Weber (tras ser una colonia neerlandesa, a mediados del recién pasado s XX el Estado
de núcleo asiático llamado Indonesia heredó territorios de Oceanía como las islas Aru y
el oeste de la isla de Nueva Guinea por lo que actualmente los neófitos suelen
confundirse con los límites del Sudeste Asiático y la Oceanía).

Algunos geógrafos no consideran que Asia y Europa sean continentes separados,2 ya


que no existe una separación física lógica entre ambas.3 Por ejemplo, Barry Cunliffe, el
profesor emérito de arqueología europea de Oxford, sostiene que Europa ha sido
geográficamente y culturalmente la "excrecencia occidental del continente asiático".4
Geográficamente, Asia es la mayor parte oriental del continente denominado Eurasia
con Europa constituyendo una península noroccidental de la masa continental
denominada Eurafrasia: geológicamente, Asia, Europa y África constituyen un territorio
único y continuo (salvo el artificial canal de Suez) y comparten una plataforma
continental común. La mayor parte de Europa y Asia se asientan en la placa tectónica
euroasiática, que bordea a la placa arábiga y la placa India por el sur; la parte más
nororiental de Siberia (al este de los Montes Cherski) forma parte de la placa
Norteamericana.

En geografía, existen dos escuelas de pensamiento principales. Una escuela obedece a


las convenciones históricas y trata Europa y Asia como continentes diferentes,
categorizando subregiones dentro de ellos para un análisis más detallado. La otra
escuela compara la palabra "continente" con una región geográfica cuando se refiere a
Europa, y utiliza el término "región" para describir a Asia en términos de la fisiografía.
Dado que, en términos lingüísticos, "continente" implica una masa distinta, cada vez es
más común sustituir el término "región" por el de "continente" para evitar el problema
de la desambiguación.

Dado el alcance y diversidad de la masa de tierra, a veces no está siquiera claro en qué
consiste "Asia" exactamente. Algunas definiciones excluyen Turquía, Oriente Medio,
Asia Central y Rusia, y sólo consideran que componen Asia el Lejano Oriente, el Sureste
Asiático y el subcontinente indio,56 especialmente en Estados Unidos después de la II
Guerra Mundial.7 El término a veces se reduce de forma más estrecha para referirse a
la región Asia-Pacífico, que no incluye Oriente Medio, el Sureste Asiático ni Rusia,8
pero sí incluye las islas del océano Pacífico y puede incluir partes de Australasia u
Oceanía, a pesar de que los isleños del Pacífico no son considerados asiáticos.9

Relieve

Mapa físico de Asia, excluyendo a la casi totalidad del Cercano Oriente.

El relieve de Asia está constituido por una dilatada meseta, en cuyos bordes se
levanten fuertes cordilleras y a cuyo pie septentrional se extienden las llanuras que
alcanzan el océano Ártico, en tanto que la vertiente Sur se disponen, como en Europa,
tres dilatadas penínsulas. En el núcleo central de todo el sistema orográfico es la
meseta de Pamir o apodada junto a la del Tíbet como «l Techo del Mundo» (3600
msnm de altura media), de la que en direcciones Oeste, Noreste y Sureste arrancan
amplias cordilleras. Al sudeste del «nudo orográfico» del Pamir se extiende otra
meseta excelsa, que es la del Tíbet (la meseta más extensa y elevada actual del planeta
Tierra), de mayor extensión y altura (5000 m) que el propio Pamir.

Constantinopla
Constantinopla es el nombre histórico de la actual ciudad de Estambul (en idioma
turco İstanbul), situada a ambos lados del Estrecho del Bósforo en Turquía, y que fue
capital de distintos imperios a lo largo de la historia: del Imperio romano (330-395), del
Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino (395-1204 y 1261-1453), del Imperio
latino (1204-1261) y del Imperio otomano (1453-1922), que empezó con la Caída de
Constantinopla y terminó con la Ocupación de Constantinopla.

Estratégicamente situada entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara en el punto de


encuentro de Europa y Asia, la Constantinopla bizantina fue baluarte de la Cristiandad
y heredera del mundo griego y romano.[cita requerida] A lo largo de la Edad Media fue
la mayor y más rica ciudad de Europa[cita requerida], y conocida como «la Reina de las
Ciudades» (Basileuousa Polis). Por otra parte, fue llamada la Encrucijada del Mundo,
pues era el nexo de comercio entre Asia, Europa y África (marítimo).

Dependiendo de sus gobernantes y el momento histórico, ha tenido diferentes


nombres; entre los más comunes están Bizancio (en griego Byzantion), Stamboul o
Nueva Roma (en griego Νέα Ῥώμη, en latín Nova Roma), este último un nombre más
eclesiástico que oficial. Fue conocida por la Guardia Varega con el nombre de
Miklagarðr (Gran Ciudad). Fue rebautizada oficialmente Estambul (su nombre actual)
en 1930 mediante la Ley Turca de Servicio Postal, una de las reformas nacionales
impulsadas por Atatürk

En el año 324 Constantino I el Grande, el emperador que fundaría la ciudad de


Constantinopla sobre la antigua ciudad de Bizancio,1 vence al coemperador romano
Licinio (Flavio Valerio Licinio Liciniano 250-325), transformándose en el hombre más
poderoso del Imperio Romano. En ese contexto decidió convertir la ciudad de Bizancio
en la capital del Imperio, comenzando los trabajos para embellecer, recrear y proteger
la ciudad. Para ello utilizó más de cuarenta mil trabajadores, la mayoría esclavos
godos.

Después de seis años de trabajos, hacia el 10 de mayo de 330, y aún sin finalizar las
obras —se terminaron en 336— Constantino inauguró la ciudad con unos ritos
tradicionales, que duraron 40 días. La ciudad entonces contaba con unos 30 000
habitantes. Un siglo más tarde había alcanzado el medio millón, convirtiéndose en la
ciudad más grande del mundo; algunos autores, en determinados momentos de su
historia, llegan a atribuirle hasta un millón.

El nombre oficial de la ciudad, según las monedas conmemorativas acuñadas en la


década de 330, era Constantinopolis ("Ciudad de Constantino). 2 No existen evidencias
que indique que fuese llamada, por su fundador, Nea Roma o Nova Roma ("Nueva
Roma)3, aunque es posible que un decreto imperial, citado un siglo después por
Sócrates, la denominase "Segunda Roma" (griego: Δευτέρα Ῥώμη, Deutera Rhōmē),
quizás como una afirmación retórica.4 Es cierto, sin embargo, que la ciudad de
Bizancio fue reconstruida a semejanza de Roma, con catorce regiones, foro, capitolio y
senado, y su territorio sería considerado suelo itálico (libre de impuestos). Al igual que
la capital itálica, tenía siete colinas, si bien al principio, no tuvo el mismo rango que la
antigua Roma, por ejemplo fue gobernada por un procónsul, no un prefecto urbano,
tampoco tuvo pretores, tribunos ni cuestores. Aunque tenía senadores, estos
ostentaban el título de clarus, no clarissimus, como los de Roma. También carecía de la
panoplia de otras oficinas administrativas que regulaban el suministro de alimentos,
policía, estatuas, templos, alcantarillas, acueductos u otras obras públicas.
La Nueva Roma fue embellecida a costa de otras ciudades del Imperio, cuyas mejores
obras fueron saqueadas y trasladadas a la nueva capital. En el foro se colocó una
columna donde se emplazó una estatua de Apolo a la que Constantino hizo quitar la
cabeza para colocar una réplica de la suya. Se trasladaron mosaicos, esculturas,
columnas, obeliscos, desde Alejandría, Éfeso y sobre todo desde Atenas. Constantino
no reparó en gastos y estimuló la construcción privada prometiendo a los dueños de
casa donaciones de tierras de las propiedades imperiales de Asiana y Póntica y el 18 de
mayo de 332 anunció que, como en Roma,

Trafico mercantil
Concepto usado en Comercio y prácticas comerciales. Operatoria de cobros y pagos
que realizan las empresas entre sí como consecuencia de transacciones de tipo
comercial.

El carácter mercantil viene determinado por el hecho de que la actividad esté sometida
al Código de Comercio, con independencia de que se cumpla o no la definición de
actividad económica prevista

La santa humanidad
La Santa Hermandad fue una corporación compuesta por grupos de gente armada,
pagados por los concejos municipales, para perseguir a los criminales. Fue instituida
por Isabel la Católica en las Cortes de Madrigal de 1476 (siglo XV), unificando las
distintas Hermandades que habían existido desde el siglo XI en los reinos cristianos.
Algunos estudios lo consideran el primer cuerpo policial de Europa sometido a cierta
organización y administración gubernamental. Fue disuelta en el año 1834, en que por
el Estamento de Próceres votado en Cortes fue decretada su extinción total, habiendo
sido para entonces reemplazada por la Superintendencia General de Policía creada en
1824 como órgano director de la Policía General del Reino, con el precedente del
Ministerio de Policía General establecido por José Bonaparte. En su conjunto, podrían
ser consideradas como antecedentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

Las primeras hermandades tenían una organización similar a las cofradías, pero con la
finalidad de establecer una fuerza armada para defender a los pueblos de los ataques
de los nobles turbulentos y perseguir a los bandidos. El rey Alfonso VI de León, en el
siglo XI, quien concedió los primeros privilegios, en los montes de la provincia de
Toledo, para que se formasen tales hermandades y se dedicasen a la persecución y
castigo de los malhechores o "golfines" que merodeaban por aquellas comarcas.

Enrique II de Castilla, entre 1369 y 1379, encargó la creación de hermandades para la


seguridad de los campos en la Comarca de la Sisla, en la provincia de Toledo, y su
asociación entre ellas. Uno de los municipios que participó en esto fue Sisla Mayor, en
el actual municipio de Orgaz. Esta mancomunidad de municipios recibió el nombre de
Hermandad de San Martín de la Montiña.2

En 1245, Fernando III el Santo creó hermandades policiales en lugares estratégicos


para detener la delincuencia en los campos: Ciudad Real y Talavera de la Reina.3

Se crearon hermandades en los distintos reinos cristianos; a excepción del Condado de


Barcelona, donde se formó en su lugar y por la misma época el "Somatén" o toque de
apellido, trasunto del "ribat" o toque de rebato de los musulmanes. En Navarra recibió
el nombre de "Orde".

Un hecho que será trascendental en el nacimiento de esta organización sucede en


1300, cuando se unen en una federación los toledanos de los Montes con los
talaveranos de la Jara, a la que se sumaron dos años más tarde los de Villa Real. Se
abrió así una etapa, donde la nueva institución resultante cobrará mayor efectividad al
coordinar sus esfuerzos, aumentar el potencial humano y mejorar las estrategias de
lucha contra el bandolerismo.

Capitulaciones de santa fe
Las Capitulaciones de Santa Fe fue un documento escrito por los Reyes Católicos el 17
de abril de 1492 en la localidad de Santa Fe, a las afueras de Granada, que recoge los
acuerdos alcanzados con Cristóbal Colón relativos a la expedición que se planeaba de
este por el mar hacia occidente.

En el documento se le otorgan a Cristóbal Colón los títulos de almirante, virrey y


gobernador general de todos los territorios que descubriera o ganase durante su vida.
También se le concedió un diezmo de todas las mercaderías que hallase, ganase y
hubiese en los lugares conquistados. El texto fue redactado por el secretario Juan de
Coloma y el original, hoy perdido, fue firmado por los dos monarcas. Las Capitulaciones
de Santa Fe significaron un reparto anticipado entre Colón y los Reyes Católicos de los
beneficios que reportaría la conquista de lo que después se llamaría América. Con esos
beneficios, Colón logró un rápido ascenso social, al pasar a formar parte de la nobleza
cortesana.
Existe controversia sobre varios aspectos de las Capitulaciones. Durante los pleitos
colombinos se discutió su naturaleza jurídica: mientras que los herederos de Colón
afirmaron que representaba un contrato vinculante, la Corona defendió que se había
tratado de una mera merced revocable; la cuestión sigue siendo debatida hoy día.12
Por otra parte, el encabezamiento del documento afirma que Colón «ha descubierto»
ciertas tierras, lo cual ha dado argumentos a los partidarios de un pre-descubrimiento
de América anterior a 1492. Otros aspectos del texto que han suscitado
interpretaciones encontradas son el tratamiento de «Don» otorgado a Colón y la
concesión de los títulos de manera inmediata, que contrastan con una merced
posterior, la Real Provisión del 30 de abril de 1492, que condiciona los títulos al
hallazgo efectivo de nuevas tierras y no utiliza el Don al mencionar a Colón. Esto ha
dado pie a la teoría de que el documento pudo ser modificado en 1493 tras el retorno
de Colón de su primer viaje a las Indias

Naos de govia
La palabra nao (del latín navis, 'navío', a través del catalán nau)23 ha tenido en el
castellano de siglos pasados, sobre todo los siglos XIV, XV, XVI y XVII,4 la acepción
genérica de «nave» o «barco», especialmente aquellas embarcaciones dotadas de
cubierta y velas pero no dotadas de remos.5 En los siglos XIV, XV y primera mitad del
XVI, la palabra se refirió también a un tipo más concreto de buque que se distinguía
por tener un elevado francobordo, tres mástiles dotados de velas cuadras y castillos en
proa y en popa. Del mismo modo que en el siglo XV naos y carracas ya habían
reemplazado a las cocas medievales, en la segunda mitad del siglo XVI, galeones, urcas,
pinazas y filibotes ya habían reemplazado a naos y carracas.

Las naos son una evolución de las cocas medievales, barcos mercantes de casco
redondo y un solo mástil con vela cuadrada. Las cocas, a su vez, eran lo que los
vikingos habían desarrollado para los knarr, sus barcos mercantes. Hacia el siglo XIII,
cuando el período vikingo ya había terminado desde hacía más de dos siglos, las cocas
europeas empezaron a adquirir un nuevo adelanto técnico: el timón de codaste, que
reemplazaba al timón de espadilla, utilizado hasta entonces desde la naos de los siglos
XIV y XV.

Se caracterizaron por heredar tres características de las cocas: casco redondo, timón
de codaste y castillo de popa, pero a diferencia de las cocas llevaron uno o dos mástiles
más: trinquete –a menudo en caída, es decir ligeramente inclinado hacia delante–,
mayor y mesana, además del bauprés, que se proyectaba del castillo de proa. La
diferencia entre carabela y nao se encuentra en que las carabelas tenían un
francobordo más bajo, usaban velas latinas (triangulares, aunque algunas carabelas
castellanas tuvieron velas cuadradas) y, aunque tenían castillo de popa, no tenían
castillo de proa. En naos y carracas el francobordo era más elevado, las velas eran
cuadradas y tenían un castillo tanto a popa como a proa.

Tratado de tordesilla
El Tratado de Tordesillas (en portugués: Tratado de Tordesilhas) fue el compromiso
suscrito en la localidad de Tordesillas —situada en la actual provincia de Valladolid, en
España—, el 7 de junio de 1494,1 entre los representantes de Isabel y Fernando, reyes
de Castilla y de Aragón, por una parte, y los del rey Juan II de Portugal, por la otra, en
virtud cual se estableció un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano
Atlántico y del "Nuevo Mundo" (América) mediante una línea situada a 370 leguas al
oeste de las islas de Cabo Verde. Para evitar un conflicto de intereses entre la
Monarquía Hispánica y el Reino de Portugal. En la práctica, este tratado garantizaba al
reino portugués que los españoles no interferirían en su ruta del cabo de Buena
Esperanza, y viceversa, los primeros no lo harían en las recientemente descubiertas
Antillas.

Aunque por tratado de Tordesillas se conoce al convenio de límites en el océano


Atlántico, ese día se firmó también en Tordesillas otro tratado por el cual se
delimitaron las pesquerías del mar entre el cabo Bojador y el Río de Oro, y los límites
del Reino de Fez en el norte de África.

La Unesco le otorgó la distinción de Patrimonio de la Humanidad en 2007 dentro de su


categoría «Memoria del mundo» como documento compartido entre España y
Portugal.

La encomienda
La encomienda fue una institución socioeconómica mediante la cual un grupo de
individuos eran obligados a retribuir a otro en trabajo, especie o por otro medio, para
supuestamente disfrutar de un bien o una prestación que hubiesen recibido. La
institución de la clientela estaba establecida en la Europa romana desde el bajo
Imperio hasta principios de la Edad Moderna. Así, existía una relación de dependencia
por la que el más fuerte daba protección al más débil a cambio de comprometerse a
guardar fidelidad y entregarle determinados servicios.

Cuando Colón llegó a La Española descubrió yacimientos auríferos. Para su extracción


creó un impuesto a la población nativa, según el cual todo indígena mayor de 14 años
debía entregarle cada tres meses un cascabel de Flandes lleno de oro; aquellos que no
vivían cerca de las minas, debían entregar una arroba de algodón. Según la obra
Historia del Almirante, escrita por su hijo Hernando Colón, Cristóbal Colón conquistaba
siempre los territorios en nombre de los Reyes Católicos pero con la llegada del juez
pesquisidor Francisco de Bobadilla en el año 1500 Colón fue arrestado y Francisco
explotaría las desavenencias de los colonos contra Colón y les ofrecería indios en
encomienda y tierras a cambio de su apoyo contra el Almirante. Francisco de Bobadilla
se nombraría gobernador y tomaría posesión del palacio y propiedades de Colón en
Santo Domingo. Posteriormente, Bobadilla sería relevado por Nicolás de Ovando.
Colón estableció una orden según la cual la mitad de todo el oro que obtuvieran los
colonos debía entregarse a la Corona aunque nadie obedecía esa orden hasta que
Ovando bajó la cantidad a una quinta parte.

En 1508 Nicolás de Ovando escribiría a la Corona instando a instrucciones para que la


conversión al cristianismo de los indios se hiciera sin someterlos a fuerza alguna, a que
los indios en lugar de vivir de forma dispersa y primitiva "se congregaran en pueblos,
como están las personas que viven en nuestros reinos" y que se fomentaran los
matrimonios interraciales, en vistas a una más pronta civilización y cristianización.1 Los
repartimientos se institucionalizarán en América por una Real Provisión del 20 de
diciembre de 1503.Sin embargo, a partir de 1505 Nicolás de Ovando, que era
encomendero mayor de la orden de Alcántara, dejó de repartir indios y comenzó a
encomendarlos. La encomienda regulaba, en teoría, las relaciones de reciprocidad
entre el encomendero y el encomendado, y por eso tomó carta de naturaleza en el
Nuevo Mundo

Frailes dominicos
“Santo Domingo de Guzmán” es el nombre completo de la capital de la República
Dominicana. Aquí establecieron los dominicos su primera sede, con la gran población
de… 4 frailes. ¡Cuatro frailes! Pero esos 4 primeros frailes se enrollaron las mangas de
sus hábitos para pelear por los derechos humanos de los Taínos. Así como lo lees.
Además de promover la evangelización (su otro nombre es la “Orden de los
Predicadores”) y el progreso de la nueva nación, los frailes dominicos eran FUERTES
opositores del abuso de los españoles en contra de los indios nativos de la
“Hispaniola”.

Fray Bartolomé de las CasasEn los libros de historia tienes que haber leído sobre el
famoso Fray Bartolomé de las Casas. ¿Lo recuerdas? Pues ese fraile dominico, junto
con Antonio de Montesinos, iniciaron la primera polémica del “Nuevo” Mundo, cuando
adaptaron el famoso “Derecho de Gentes” para definir las relaciones entre los nativos
indígenas y los colonizadores españoles. ¿Y qué es el “Derecho de Gentes”? Pues es un
documento romano del Siglo 3 (Latín: Ius Gentium) que define los derechos de los
hombres como ciudadanos de todas las naciones. En otras palabras, es un conjunto de
reglas para que todos los ciudadanos de todas las naciones vivan en paz... sencillo. Y a
través de la historia ha servido como base jurídica para establecer en países alrededor
del mundo los derechos de los ciudadanos y de los visitantes de una nación, y definir
su relación entre ellos. En este caso, utilizaron este documento para salvaguardar a los
indios Taínos en contra de la explotación y la violencia por parte de los visitantes
españoles. ¡Los dominicos son cosa seria!Pero como si eso fuera poco, los dominicos
se dedicaron a la educación. Los frailes fundaron instituciones educativas que hoy
siguen ayudando a formar la población educada y profesional de las Américas. Para el
dominicano, por ejemplo, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (o “la UASD”)
es como la Universidad de Puerto Rico (UPR) para nosotros. Hoy día es la universidad
del estado. Y es, a su vez, la PRIMERA universidad de las Américas. ¿De dónde viene?
Pues de los dominicos. De hecho, el mismísimo escudo de la UASD tiene la famosa
escena del sueño de la madre de Santo Domingo de Guzmán, en el cual ella vio salir de
su vientre a un perro con una leña encendida, que prendió en fuego el mundo. El gran
anticipo de que tendría un hijo que revolucionaría el mundo con una nueva orden, que
curiosamente en la jerga popular llamaban “Dominicaenus”, un compuesto de
“Dominus” (Señor) y “Canis” (perro), que significa “El perro del Señor”.

Cacicazgo

El cacicazgo se da al interior de pequeñas tribus y hace que las mismas se vuelvan


impermeables, en mayor o menor grados para los que no hacen parte de dicha tribu o
comunidad. En el cacicazgo hay una diferenciación entre los miembros que componen
dicha comunidad tribal, no obstante no es una organización de clases.

Dicho coloquial de una persona que funge como líder indiscutido en algún aspecto o
actividad. Por ejemplo: «Al comienzo no fue muy bien recibido, pero poco a poco se
granjeó la amistad de todos al punto que ha hecho un cacicazgo«.

Para qué sirve el cacicazgo

Es de utilidad en la orgnización de comunidades tribales.

Esto permite tener una figura de líder que reglamenta diversos aspectos de la tribu o
de la comunidad indígena.

El cacicazgo, mejor denominado como «cacicato«, es una forma de organización social


y política de comunidades indígenas, o tribales que se encuentra presente en todos los
continentes del planeta (siendo minoritario en los paises europeos), en donde la
autoridad máxima de la tribu es el cacique, quien tiene autoridad sobre los hombres
guerreros o la jerarquía sacerdotal

Latifundismo
Latifundio (del latín latifundĭum)1 es una explotación agraria de grandes dimensiones.
La extensión necesaria para considerar una explotación latifundista depende del
contexto: en Europa un latifundio puede tener algunos cientos de hectáreas. En
América Latina puede superar fácilmente las diez mil.

En términos de propiedad, es equivalente a una gran propiedad agraria; aunque no


necesariamente propiedad y explotación coinciden: una explotación puede
constituirse con varias propiedades de propietarios distintos (por arrendamiento,
cooperativa u otro tipo de cesión o asociación) y una propiedad puede estar dividida
en varias fincas o parcelas, así como ser explotada por diferentes empresarios
agrícolas, tanto de forma directa (por el propietario, aunque dado el tamaño
necesariamente habrá de hacerlo mediante mano de obra asalariada -jornaleros-) o
indirecta (por arrendatarios).

En el uso habitual del término en la época contemporánea, muy cargado de rasgos


peyorativos, se entiende a los latifundios como caracterizados por un uso ineficiente
de los recursos disponibles, aunque ello no siempre resulta así, ya que también existen
(en América Latina, por ejemplo), explotaciones de gran tamaño que constituyen
modelos de eficiencia productiva. Es necesario señalar que no siempre los conceptos
de explotación y propiedad van de la mano: una explotación de gran tamaño puede
consistir de diversas propiedades de diferentes dueños (ya sea por cooperativa,
arrendamiento u otra clase de asociación o cesión) por lo que no se podría considerar
como un verdadero latifundio.

Aparte de la extensión, existen otros elementos característicos de lo que se conoce


como latifundismo: bajos rendimientos unitarios, utilización de la tierra por debajo de
su nivel de máxima explotación, baja capitalización, bajo nivel tecnológico, mano de
obra empleada en condiciones precarias y, en consecuencia, con bajo nivel de vida. El
latifundismo ha sido tradicionalmente una fuente de inestabilidad social, excepto en
las áreas de nuevo desarrollo (agricultura pionera) donde escasea la mano de obra.
Para solucionar los problemas originados por los latifundios, se han probado diversas
fórmulas, dependientes del tipo de gobierno en el que se encontraban: desde el
cambio de estructura de la propiedad (reforma agraria), con expropiaciones incluidas,
hasta la modernización de la explotación (agricultura de mercado).

Los latifundios se formaron por causas históricas, especialmente coincidiendo con


conquistas militares y colonizaciones (en la formación del Imperio de la antigua Roma,
en las invasiones germánicas, en la Reconquista española, en la colonización europea
de América de los siglos XVI-XVIII, etc.) o con cambios políticos y socio-económicos (en
la feudalización de Europa oriental de los siglos XIV al XVIII, en los enclosures británicos
de los siglos XVIII y XIX, en la desamortización española del siglo XIX, en la
colectivización de la propiedad en la Unión Soviética etc.).

Las características físicas del terreno (llanuras, valles, montañas) también tuvieron
mucha importancia en el desarrollo o en la limitación del latifundismo. Como resulta
obvio, el latifundismo se adapta mejor a las zonas de llanura que a las de montaña,
donde históricamente siempre ha predominado el minifundismo por las propias
dificultades que presenta el relieve.

Contexto
Contexto deriva del latín, contextus, que significa lo que rodea a un acontecimiento o
hecho. El contexto es un marco, un ambiente, un entorno, físico o simbólico, un
conjunto de fenómenos, situaciones y circunstancias (como el tiempo y el lugar), no
comparables a otras, que rodean o condicionan un hecho.

Es decir, el contexto es ese conjunto de circunstancias o situación durante un proceso


de comunicación donde se encuentran el emisor y el receptor y donde se produce el
mensaje. Esas circunstancias permiten, en ocasiones, entenderlo correctamente, es lo
que se llama contexto extra lingüístico, que puede ser de varios tipos, por ejemplo,
contexto cultural, social, educativo, histórico, económico, psicológico, etc.

El contexto es muy importante en la comunicación, pues las variaciones en un mismo


lenguaje y las diferencias culturales hacen que aquello que para unos es correcto, para
otros pueda no serlo. Por lo que el contexto es una de las principales áreas que se
debe analizar cuando se va a hablar con otra persona, escuchar una canción, ver una
película, o leer un libro o artículo.

Para el análisis de cualquier tipo de comunicación se debe tener en cuenta el contexto


social, el contexto lingüístico, contexto cultural, el contexto definido por las preguntas
quién, cómo, cuándo, dónde, por qué también llamado entorno.

En informática o ciencias de la computación, el contexto son las circunstancias bajo las


cuales un dispositivo está siendo utilizado.
Vea también Marco de referencia.

Contexto lingüístico

En lingüística y gramática, el contexto es el conjunto de elementos lingüísticos o el


entorno lingüístico, social y pragmático, que rodea, es decir, precede y sigue, a una
palabra o a una oración, y que condiciona, modificando o no, el significado de esta o su
correcta interpretación.

La disciplina encargada del estudio del contexto lingüístico es la pragmática. Cuando el


contexto lingüístico está dado por una palabra inmediata dentro del enunciado, se
habla de microtexto, y cuando el sentido del texto está dado por un contexto con
múltiples elementos, no es inmediato, se habla de macrotexto.

Contextualizar

Este término se refiere a poner en contexto una situación, un hecho, o una fuente o
documento que se ha recibido de manera aislada y separada de todos aquellos
elementos que lo rodean, que influyen sobre esa acción, y donde ese hecho ha
ocurrido por el resultado de una situación, un tiempo y un espacio específicos.

También podría gustarte