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Honorio d'Autun, De gemma animae, Lib. I, P.L. t. CLXXII, col. 585 y sigs. ee) Cap. CXXV Acerca del templo "E1 templo que el pueblo posefa en su patria en paz, simboliza el templo de la gloria construido con piedras vivas en la Jeru- salén celeste, en el que la Iglesia trasciende constante paz (2). Cap. CXXVI Acerca de la iglesia que tiene siete vocablos "Nuestra iglesia tomé la forma del templo que hizo Salomén(...) Cap. CXXIX Acerca de la orientacién de la iglesia "por eso las iglesias estén dirigidas hacia el oriente, por | donde sale el sol, porque en él es venerado el Sol de justicia y ademas en el Oriente esta situado el paraiso nuestra patria como se nos ha predicado. En la iglesia [material] esta repre- | sentada [la espiritual], congregada en ella para el servicio de Dios. Esta casa est& colocada sobre cimientos de piedra y la Iglesia est& apoyada sobre la firme piedra de Cristo. Se levanta hacia lo alto entre cuatro paredes y la Iglesia crece hacia arriba en virtud por los cuatro Evangelios. Esta casa | est construida con piedras sdlidas y la Iglesia une a la soli- dez de aquéllas su fe y sus obras. Las piedras se mantienen unidas por el cemento y los fieles por el vinculo del amor. El sentuario simboliza la primitiva Iglesia recogida de los | judios ; la casa anterior [la nave] representa a aquéllos que | sirven a Dios eriila vida activa. = ar Cap. CXXX : oc Acerca de las.ventanas de la iglesia "Las ventanas transparentes, que alejan la tempestad y dejan penetrar la luz, son los doctores que resisten la tormenta de jas herejias y difunden la luz de las ensefianzas de 1a Iglesia, El cristal de las ventanas a través del cual pasan los rayos de luz, es el pensamiento de los doctores que ven las cosas celestiales casi como a través de un espejo. Cap. CXXXI Acerca de las columnas “de la iglesia "Las colummas qué sostienen la casa son los obispos sobre los que descansa la estructura de la Iglesia debido a la rectitud @e su vida. Las vigas que mantienen en pie la construccién, son los principes seculares que proporcionan a la iglesia su proteécién. Las tejas del techo, que impiden el paso de 1a hu- medad a la casa, son-los soldados que protegen a la iglesia de los paganos y de los enemigos. Cap. CXXXIT Acerca de las pinturas “Las pinturas de los artesanados que constituyen el ornamento acostumbrado de la Iglesia, son ejemplo para los justos. Pues las pinturas se realizan por tres causas: primero porque son Jectura para los laicos; segundo para que la casa se adorne ‘con tal decoracién; tercero para que recordemos la vida de nuestros predecesores. Cap. CXXXIIIT Acerca de los halos “Los halos que estén pintados en forma circular alrededor de iors a” la cabeza de los santos en la iglesia, indica que éstos corona- dos por el esplendor, disfrutande luz eterna (...). El uso de formas esculpidas empezd con la ley, cuando Moisés por orden del Sefior realizé dos querubines en oro (1). El uso de las pin- turas en las iglesias tuvo su origen en Salomén cuando mandé realizar varias pinturas en el templo del Sefior. El uso de can- delabros e incensarios se inicié bajo la Ley. Cap. CXXXIV aie Acerca del pavimento /-*-/ "El pavimento que los pies hollan, es el pueblo cuyo trabajo mantiene a la Iglesia. Las criptas construidas bajo tierra son los que cultivan la vida interior. E1 altar sobre el cual se ofrece el sacrificio, es Cristo, sobre cuyo sacrificio esta afirmada la Iglesia. El cuerpo de Cristo se manifiesta sobre el altar de tal manera que el pueblo creyendo en E1, puede ser recreado por El: se hace uno con Cristo casi de la misma manera que muchas piedras forman un altar. Las reliquias se guardan en el altar del mismo modo que todos los tesoros de sabidurfa y conocimiento est&n encerrados en Cristo (2). Sobre el altar estén colocados los relicarios, en ellos estén los apéstoloes y los m&rtires que son recordados por haber sufrido por Cristo. Los manteles y los pafios que adornan al altar, son los confeso- res y las virgenes, con cuyas obras se adorna Cristo. Cap. CXXXV Acerca de la cruz "La cruz se erige sobre el altar por tres razones: primero por- que se erige en la casa de Dios, es decir en la ciudad, regia, como signo de nuestro Rey, para ser adorada por sus soldados. Segundo para representar siempre la pasién de Cristo por la Iglesia. Tercero para que el pueblo cristiano imite a Cristo apartando su carne de los vicios y la concuspicencia (3). Por lo mismo se erigen estandartes para que el triunfo de Cristo sea recordado sin interrupcién por la Iglesia. (1) It Rey., VI. (2) Colon. (II) (3) Gal.v. 495 = “El cimborrio que se coloca sobre el altar, representa la divi- nidad de Cristo sacrificada por el género humano. Las gradas, por las que se asciende al altar, son las virtudes, por las cuales llegamos a Cristo. El lavado con el gue se rea— lizan las abluciones junto al altar, es la misericordia que procede de Cristo, por la cual los hombres ya sea en el bautis- mo o mediante la penitencia, son apartados de sus bajezas. Cap. CXXXVII Acerca de las colgaduras)(4) “Las colgaduras que se colocan en la igelsia, son los milagros de Cristo que se leen en la Iglesia. El pilpito que se eleva en lo alto y en el cual es leido el Evangelic, representa la vida de los justos, a la que se llega por la doctrina evangéli- ca, cuando se sigue a Cristo dejando a un lado las demas cosas. La Iglesia esté iluminada continuamente con la luz de la lémpa— ra y la Iglesia de Cristo esta siempre alumbrada por la luz del Espiritu Santo. El Beutismo es celebrado en la Iglesia, porque la iglesia catélica es la madre de la que desciende le la nueva progenie de Cristo. Cap. CXXXVIII Acerca de la puerta de acceso "Se dice que la puerta cierra el paso o que lo abre. La puerta de acceso que es un obst&culo para los enemigos, y que se abre (4) "Pallaia", se refiere tanto a los manteles de altar, como a las diversas colgaduras que se colocan en el templo. = 345 para los amigos, es Cristo que obrando con justicia arroja a los infieles de su casa y se abre a los fieles por la fe. ie Cap. CXLI Acerca de la guirnalda de luces “Las luces se cuelgan en el templo por tres razones: una porque la iglesia es decorada por medio de ella y se ilumina con sus luces; luego porque viéndola podemos recordar que los que sir- ven a Dios con devocién reciben la corona de vida y la luz de alegria; tercero para traer a nuestra memoria la Jerusalén Ce- leste a cuya imagen ha sido realizada. Est4 hecha de oro, pla~ ta, cobre e hierro.El oro sm los que brillm’ por su sabidurfa, la plata los que se destacan por su elocuencia; el cobre los que cantan dulcemente la doctrina celestial, el hierro los que dominan a los vicios; las torres de la guirnalda son, segin los escritos, los que protegen a la iglesia, las luces encendi- das ‘son las buenas obras, el oro simboliza a los martires, la plata a las virgenes, el cobre a los que refrenan las pasiones, el hierro a los fieles cényuges. Las gemas que brillan en la guirnalda son los que se destacan por sus virtudes, los metales fundidos al fuego son elegidos como adorno de la guirnalda del mismo modo que los que han sido puestos a prueba por las tribu- laciones, son elegidos para ornar a la Jerusalén Celeste. La cadena de la que pende la guirnalda, es la esperanza, por la cual la Iglesia es sostenida desde los cielos por encima de las cosas terrenas. La argolla superior de la cual esté suspen— dida es Dios del cual dependen todas las cosas. Cap. CXLIT Acerca de las campanas "Las sefiales que ahora son dadas mediante campanas, anterior-— mente lo eran mediante trompetas (...) representan a los predi- cadores que convocan al pueblo en la iglesia (...). 555 Cap. CXLIII Acerca de las torres "Las torres en las cuales balanceéndose, suenan las campanas representan a las dos Leyes por las cuales los predicadores anuncian el reino de Dios como suspendido en las alturas celes— tiales por encima de las cosas terrenales. El badajo hecho de hierro, que puede dominar todas las cosas, representa la lengua de aquéllos que superan todas las adversidades. La atadura que lo sostiene es la moderacién que atempera la lengua de aquéllos (Fa Cap. CXLIV Acerca del campanario "El campanario que esté colocado en lo alto representa una ora- cién excelsa que nos habla de cosas celestiales. No sin razén est colocado el gallo sobre el campanario. El gallo despierta a los que duermen (5), del mismo modo el sacerdote, gallo de Dios, tiene por misién despertar por la mafiana a los durmientes con las campanas. Cap. CXLVIII Acerca del claustro "La construccién claustral est4 junto al monasterio del mismo modo que el pértico de Salomén estaba construido junto al’ tem= plo. (5) Plinio, lib. X Nat. Hist., cap. 21. Speer Me Cap. CXLIX Por qué ‘el claustro)es) el paraiso. “Ahora bien, el claustro prefigura el paraiso (6), del mismo modo que el monasterio es el Edén, el lugar més seguro del pa- rafso. En aquel lugar esté la fuente del placer, en el monas- terio la fuente bautismal; en el paraiso est el arbol de la vida, en el monasterio el cuerpo del Sefior. Los diferentes arboles frutales representan los diversos libros de las Sagra- das Escrituras. Lo cerrado del claustro nos recuerda la figura del cielo en el que los justos son separados de los pecadores, del mismo modo que en el claustro son separados los que profe- san la vida religiosa de los seglares. Ahora bien, el monaste- rio prefigura el paraiso celestial. La fuente y el 4rbol de la vida son signos de Cristo, que es fuente de vida y alimento de los santos, vivo eternamente (...)". (2.4) (6) Gen., IV. = 87. = = : fo40 - San Bernardo. Sermones de la Dedicacién I. Migne, Patrologia latina, t. 183, col. 517-536. (...) "Porque, qué santidad pueden tener estas paredes para que celebremos su solemnidad? (1). Tienen, sin duda, santidad, pero por nuestros cuerpos. zDudaré por ventura alguno que son santos vuestros cuerpos, los cuales son templo del. Espiritu Santo, para que sepa cada uno de vosotros usar del propio cuer- po santa y honestamente?. As{, pues, santas son las almas por el Espiritu de Dios que habita en vosotros; santos son los cuerpos por razén de las almas, santo es también este templo por razén de los cuerpos que en €1 moran" (...)+ ) "En la bendicién llegara a su colmo la gracia de la san— acién pues entonces formaremos ya una casa no hecha por manos de hombres, sino eterna en los cielos; formaremos aquella casa preciosa y sublime edificada con piedras vivas que son los angeles y los hombres. Al mismo tiempo se ha de hacer el edificio y se ha de completar la dedicacién (...)"- (..) gPor qué debemos temer llamar santas a unas paredes san— tificadas por las manos de los obispos en santas ceremonias?. Desde entonces y sin interrupcién alguna resuena aqui la repe- ticién de las lecciones santas,se oyen los susurros devotos de las santas oraciones, se honra la dichosa presencia de las santas reliquias (...)- (...) Es santa la casa por los cuerpos, los cuerpos por las almas y las almas por el espiritu que habita en ellas” (...) Ti) Estos Sermones fueron predicados en la fiesta de la dedi— caciin de la basilica de Claraval que San Bernardo habia comenzado a construir. = oo Leén de Ostia. Crénica de Montecasino. Cronica Monasterii Casi- nensis auctore Leone, en MGH, t. IX, scrip.7, pégs.716 y sigs. Par 28 "Recubrié toda la basilica, el coro y los dos pérticos, de manera bellisima, con tejados de plomo. Revistié el abside y la béveda mayor con mosaicos. Sobre el arco hizo escribir estos versos, con letras de oro: “A fin de que, bajo tu guia, el justo pueda encontrar la patria y entrar en posesién [de ella] el padre Desiderio erigié este templo para ti". En el abside, en cambio, bajo los pies de San Juan Bautista ydel Evangelista, hizo escribir estos versos: "Esta casa es similar al Sinaf, que da los santos mandamientos, como demuestra la Ley que una vez fue promulgada aqui. Una ley que desde que existe llama a lo més profundo del alma, una ley que se difunde e iluminé a todas las regiones del ="39 = Abad Suger. El libro de Suger abad de San Dionisio. En: 0. Man- zi y F. Corti, Teorfas y realizaciones del arte medieval, Bue- nos Aires, Tekné, 1985, pags. 58 y sigs. XXIV. Decoracién de la iglesia "Habiendo asegurado de tal manera los provechos de las ren- tas, dediquémonos a hablar de la memorable construccién de los edificios a fin de que por tales obras se pueda rendir gracias a Dios ya sea por parte nuestra o de nuestros sucesores, y para que, por nuestro buen ejemplo, pueda despertarse su celo para continuar la obra y, si es necesario, para llevarla a término. En efecto, no se debe temer ni la falta de medios, ni ningin impedimento por parte de algiin poder, si por amor a los santos nértires se recurre a los propios recursos. Asi que, dado que iniciamos la construccién de esta iglesia por inspiracién de Dios, porque sus muros eran muy viejos y amenazaban caerse en varias partes, llamé a los mejores pintores que pude encontrar en las diversas regiones y con veneracién les ordené restaurar las paredes y pintarlas hermosamente con oro y colores precio- ‘sos. Llevé a término la obra de buena gana puesto que desde que era un estudiante deseé hacer esto, si podia". XXV La primera ampliacion de la iglesia "En verdad, mientras llevaba a término este trabajo con mu- chos gastos y por inspiracién de Dios, a causa de lo inadecuado del lugar (...)". XXVII Fundicién_y dorado de las puertas --) Los versos de las puertas son ésto‘ Quienquiera que sea, trata de exaltar la gloria de estas puertas, no te maravilles por el oro, ni por el derroche, sino por el trabajo requerido para la obra. Resplandece 1a noble obra,pero la obra que noblemente resplandece, =o. Tlumina las mentes, para que se encaminen hacia la verdadera luz, hasta la verdadera luz donde Cristo es la verdadera puerta. La mente ofuscada verdaderamente se eleva a través de las cosas materiales y, luego de estar sumergida, resurge al percibir esta luz". tenoD) XXXIIT (...) "Y cuando por el amor que siento por el esplendor de la casa de Dios, la belleza multicolor de las gemas, a veces me aleja de las preocupaciones exteriores y me transporta de las cosas materiales a las espirituales, la meditacién justa me invita a reflexionar sobre 1a diversidad de la santa virtud, entonces me parece verme a mi mismo habitar una parte del mundo gue no conozco y que no est ni del todo sumergida en las he- ces de la tierra, ni inmersa en la pureza del cielo y me parece poder transferirme por don de Dios, gracias a la anagogia, de esta morada a aquella superior (...)". (...) "Para mi, lo confieso, una cosa me ha parecido siempre importante: que todas las cosas més preciosas y m4s costosas eben servir sobre todo para la celebracién de la Santa Euca— ristia. Si vasos de oro puro, redomas de oro, morteros de oro, servien, por palabra de Dios y orden del Profeta, para recoger ja sangre de las cabras, de los toros y las cenizas de una no- villa, jcuanto més los vasos de cro, las piedras preciosas y todas las cosas m&s preciosas del mundo deben ser usadas con continua reverencia y plena devocién para recoger la sangre de Jesucristo!. Ciertamente ni nosotros ni nuestras cosas, so- mos adecuados para este servicio. Si por una nueva creacién nuestra sustancia fuera renovada con la de los santos querubi- nes y serafines, atin asi ofreceria un servicio insuficiente e indigno a tan grande e inefable victima. jTan grande es la victima propiciatoria de nuestros pecados!.Los detractores ob- = aah jetan que deberia bastar para tales celebraciones una mente santa, un énimo puro y una intencién fiel. Incluso nosotros consideramos explicitamente que estas cosas interesan principal y especificamente, pero ensefiamos que se debe rendir homenaje también con los ornamentos exteriores de los sagrados vasos, a nada en el mundo més que al servicio del Santo Sacrificio con toda la pureza interior y con todo el decoro externo eae ae SKI) Abad Suger. El otro libro de la consagracién de la Iglesia de San Dionisio. En: 0. Manzi y F. Corti, op cit., pags.71 y sigs. (ase) "Al ejecutar tales trabajos, preocupados en primer lugar porque la parte vieja y la nueva se adaptarén sin choques ni contras- tes, nos inguietaba el saber de dénde podriamos obtener colum- nas de marmol o de algin equivalente. Buscando solicitaébamos informaciones en diversas zonas de regiones lejanas. No renun— cidbamos a la idea de encontrarlas. A fuerza de pensar y repen- sar, no quedaba otra solucién que hacerlas venir a Roma (las habiamos visto admirables en el palacio de Diocleciano y en otros termas), a través del Mediterréneo con una flota bien protegida y desde alli, a través de la Mancha y los meandros del.Sena, con ayuda de dinero, de amigos y tal vez fletando naves de los vecinos enemigos sarracenos. Durante afios nos afa— namos y reflexionamos y nos afligimos cuando imprevistamente la largueza munificiente del Omnipotente, saliendo al paso de nuestras fatigas, como no se hubiera podido pensar o imaginar, revelé a la admiracién de todos columnas bellas y muy conve- nientes, por los méritos de los Santos Martires. La Misericor- dia divina se dign6é faborecernos con un lugar apto més allé de toda humana esperanza y reflexién y notablemente cémodo, de modo que consideramos que correspondfa agradecer un tal sus- tancial socorro para la empresa. La zona de una notable cantera que cerca del castillo de Pontoise, en los confines de nuestra tierra, delimitaba un valle profundo no naturalmente, sino por los continuos trabajos, ofrecia desde fines de la antigtiedad materiales a los talladores de piedra. Esa cantera que no habia producido hasta aquel momento nada extraordinario, reservaba, segin mi parecer, a una construccién tan importante y sagrada, el comienzo de una gran utilidad, como una primicia ofrecida a Dios y a los santos martires (...)". (...) Siguié un segundo y noble acontecimiento digno de ser recordado, pues de la misma narracién resulta notable y debe ser difundido con autoridad. La obra estaba en buena parte ter— minada y se habfen unido los pisos del edificio antiguo con Ehage-| los del nuevo y nos habfamos librado del temor que largamente nos habia preocupado por las anchas grietas de la construccién antigua. Confiados, nos atrevims a procurar renedio ‘al agrietamiento de los grandes capiteles y de las bases que sostenian las co- lumnas. Consultada la provisién de vigas a carpinteros, tanto parisinos, como de nuestra regién, nos respondieron que segin ellos, en esos territorios no se podrian encontrar absolutamen- te, por la escasa consistencia de los bosques y que se necesi- taba transportarlas desde la regién de Auxerre. En esto estaban todos de acuerdo y nosotros permaneciamos angustiados por la envergadura del trabajo y adems por la larga dilacién que sig- nificeba. Cierta noche, habiéndome vuelto a acostar después de la plegaria matutina, me puse a pensar en que se deberia proceder a inspeccionar sistem&ticamente los bosques de nues- tras regiones, en todas las direcciones, ya que si hubiera sido posible encontrar las vigas en el lugar, se reducirfan retardos y fatigas. A la mafiana siguiente, con los carpinteros y las medidas de las vigas, nos dirigimos con paso répido hacia la selva que se llama Yveline. Mientras atravesabamos nuestro te- _ vritorio en el valle de Chevreuse, hicimos llamar a nuestros subordinados, custodios de nuestros bosques y practicos también en otros y requerimos su opinién, haciéndoles jurar por la fe y sobre el sacramento, para saber si en el sitio hubiéramos podido encontrar vigas de tal medida, aim al precio de un gran esfuerzo. Sonrieron y si hubieran tenido coraje se hubieran reido de nosotros, prontos a maravillarse de que fuéramos tan ignorantes, ya que en toda la regién no se podia hallar nada similar, especialmente después de que Milon, castellano de Chevreuse (nuestro vasallo que recibié de nosotros la mitad del bosque junto con el feudo anexo), necesitado de elementos para construir empalizadas y defensas por la guerra que debié sostener por largo tiempo de parte del sefior rey y de Amaury de Montfort, no habia dejado intacto ningtin tronco de tales dimensiones. Pero nosotros, sin aceptar nada de cuanto ellos decian, nos dispusimos a rastrear el bosque con cierta audacia emanada de nuestra fe y ya hacia la hora prima encontramos una viga correspondiente a la medida requerida. ,Para qué extender- se en detalles?. Hasta la hora nona y ain antes, a través de los huertos, en lo més denso del bosque, en los claros de los - 44 - senderos pudimos advertir doce vigas ante el estupor de quienes nos rodeaban. Transportadas con gran alborozo las hicimos colo- car en el techo de la nueva construccién en alabanza y gloria del Sefior Jestis que se las habia reservado para si y para los Santos Martires, protegiéndolas, segin lo quiso, de la mano de los saqueadores. La liberalidad divina que establecié la administracién y la intencién de dar a cada cosa su peso justo y su medida, no fue ni superflua ni inadecuada, no habiendo sido posible encontrar una viga mas de las necesarias (...)". abe Gufa del Peregrino de Santiago de Compostela. En: Jeanne Vie~ lliard, La guide du pélerin de Saint Jacques de Compostelle, Macon, Imprimerie Protat fréres, 1963, pags. 3 y sits. (...) "En esta iglesia no hay ninguna fisura, ningin defecto. Est& admirablemente construida, grande, espaciosa, clara, de dimen- siones armoniosas, bien proporcionada en largo, ancho y alto, posee un aspecto tan admirable que no se puede expresar e in- cluso est4 construida en doble (1) como un palacio real. El que recorre las partes altas, si ha subido triste, se va feliz y consolado, luego de haber contemplado la belleza per- fecta de esta iglesia". (...) = 06 = K Sicardo de Cremona, Mitrale, P.L., t. CCXIII, cols 19 y sigs. Capitulo IV Acerca de las partes de la Iglesia Wt roe J “Jerusalén, todos tus muros seran construidos con piedras pre- ciosas y tus torres con gemas (Tob. 13,17); asi también se cons. truye la Iglesia a fin de que tenga un pavimento con criptas subterraneas y para que se eleve hacia lo alto con cuatro pare— des, larga y ancha; algunas se disponen en forma de cruz, otras se hacen redondas, con muros sélidos hechos de piedra y mortero con ventanas abocinadas y con puertas de acceso; contienen can~ celes y piilpitos, columnas con bases y capiteles, entramados, vigas, tejas, escaleras y suelos enlosados; exteriormente se afiaden exedras, cementerios, torres y .claustros. El pavimento que es hollado por los pies, representa al pueblo cuyo trabajo sustenta a la Iglesia; las criptas subterréneas son los eremitas que cultivan la vida interior y se elevan, como si fueran muros, hacia la alta virtud por la doctrina de los cuatro Evangelios; la longitud de la iglesia representa la paciencia que tolera la adversidad hasta llegar a la patria; la anchura representa la caridad que abriendo el regazo del espiritu, ama a sus amigos en Dios y a los enemigos por Dios. La altura es la esperanza en la recompensa futura, la que des— defia las cosas favorables y adversas hasta que se vean los do- nes del Sefior en la tierra de los vivos (Psal. 26); las que se hacen en forma de cruz [las iglesias], muestran que debemos ser crucificados por el mundo (Gal. 6), o que debemos seguir la cruz como dicen: "El que quiera venir en pos de Mi, que se niegue a si mismo, tome su cruz y me siga (Mat. 16). Las que se construyen en forma de circulo significan la Iglesia extendida por todo el orbe, de donde: "Sus palabras llegaran hasta el fin del orbe" (Salm. 19,5), ©o bien que nosotros que procedemos del circulo del orbe, llegamos hasta el circulo de la corona de la eternidad. Los_muros de piedra y de mortero son las comunidades [religio- sas], fortalecidas por la fe y las obras, unidas por el vinculo de la caridad, que protegen a los débiles con sus oraciones con las cuales como piedras preciosas son todos tus muros Jeru- name, salén (Tob. 13,17). Por lo tanto las piedras en las cuatro pa~ xedes son como los hombres en las comunidades [religiosas] cua- tro como las partes del mundo, como los cuatro sabios o las cuatro virtudes fundamentales; todas las piedras son pulidas y cuadradas, preciosas y adornadas con gemas (...) El mortero esté formado por cal, agua y arena, la cal representa el fervor de la caridad, el agua, el Espiritu Santo, con ambas se mezcla la arena, aquéllas aportan su ayuda a lo terrenal, sin lo cual no podria-mos vivir en este mundo (...). (...) Las ventanas que impiden entrar a la tempestad y dejan pasar la luz, son los doctores que resisten la tormenta de las herejias y difunden 1a luz de la Iglesia sobre los fieles, as "Est@ parado tras nuestro muro mirando por las ventenas" (Cant. 2,9) "velado por la pared de nuestra mortalidad nos ilumina desde lo alto a través de las ventanas, es decir de los apésto- les, del mismo modo que ilumina a todos los hombres que vienen a este mundo (Juan 1,9). El cristal de las ventanas, a través del cual nos llegan los rayos del sol, es 1a mente de los doc- - tores, que contemplan como en un espejo las cosas divinas y gracias a la cual el verdadero sol penetra en nosotros como a través de un espejo. El que las ventanas se construyen a ve— ces oblicuas, es decir m4s anchas en el interior, lo que creé Salomén (III Rey. b) es porque representan al doctor que ve, como en un recuerdo, el resplandor de 1a contemplacién suprema, siente que su corazén se dilata y se prepara para captar las verdades mayores (...) (..2) La puerta de acceso a la iglesia es Cristo, ya que "Yo soy la puerta, el que entre por mi se salvara" (Juan 10,9); "Nadie va hacia el padre si no es por mediacién de Cristo (Juan 14,6) (...) Las hojas de la puerta son los apéstoles, mediante cuya prédica somos conducidos hacia la fe y por la fe a la san— tidad. (...) Por los canceles, que tienen forma de arcos de ventanas, recibimosa los profetas y a otros doctores de la Iglesia mili- tante poco conocidos, sobre los cuales se apoya el doble pre- cepto de la caridad, del mismo modo que las columnillas se du- - 48 - le a dos a predi- plican como los apéstoles que eran envi » hay diverses car; (Luc. 10) asi como hay varios mansiones en la casa part cancel que se hablat "Has hecho columnas de plata” de las columnas son los varones apos ja estructura universal de la Iglesia. Los capiteles de las colummas son las mentes de los obispos; porque asi como los miembros se rigen por la cabeza, nuestras obras y palabras son dirigidas por la mente. Los capiteles son [también] las pa labras de las Sagradas Escrituras, a cuya meditacién y oumpli. siento estamos obligados. (...) Las bases élicos que sostienen noe a El entramado de le cubierta que mantiene unida la construc- cién, representa a los principes y predicadores, que con sus palabras y obras mantienen la unidad de la Iglesia exter- minando a los herejes y reprimiendo los cismas. Las vigas son los predicadores de los que se dice: "Las vigas de nuestra casa son de cedro" (Cant. 1,17) (...). Las tejas que impiden el paso de la lluvia al templo son los soldados que protegen a la Iglesia de los enemigos y de los paganos. (..) Las escaleras de caracol, cuyo ejemplo se encuentra en el templo de Salomén (III Rey. 6), son los caminos intercalados secretamente en el muro, con ayuda de los cuales accedemos a los conocimientos ocultos (...) Las exedras son muros arqueados construidos como cementerio, anexados exteriormente. (...) El cementerio es el dormitorio = 49 - de los muertos, porque a los que mueren en Cristo no se los llama muertos, sino durmientes. Se entierra a los muertos cerca de la iglesia por tres razones: para que las oraciones de los fieles los encomienden a Dios; porque como la madre Iglesia engendré en Cristo a los muertos de este mundo mediante el bau- tismo y los nutrié con su leche, asi protege a los muertos en la carne y los encomiendo con sus oraciones a Dios (...) En lugares prominentes se construyen torres, a veces una, otras veces dos y otras cuatro, dos en la parte anterior y dos en la posterior; sobre ellas se coloca a veces la cruz otras el gallo y de ellas se suspenden las campanas. Una torre repre- senta la vida de los predicadores o el mismo predicador y el pinéculo su vida o bien su espiritu que tiende hacia lo alto (ee) Dos torres representan dos leyes; cuatro 1a doctrina de los cuatro evangelistas; las anteriores representan a Mateo y a Juan que conversaron personalmente con Dios; las posteriores a lucas y Marcos, discipulos de los apéstoles (...) Las dos 0 las cuatro torres son también los predicadores instruidos en sus leyes y doctrinas, de los que se dice: "Haz paz en tu virtua y abundancia en tus torres" (Salm. 122). La Cruz se co- loca arriba porque la voz del predicador es vana si no esta presente la fe del Mediador y ésta est4 sdlo en la glorifica— cién de la cruz del Sefior (Gal. 6). El ed{culo circular[{tholus] que se coloca sobre ésta representa por su forma, que la fe catélica es inviolable. El gallo superpuesto, predicador de la doctrina de una y otra ley, debe despertar a los somnolien- tos a media noche para dar testimonio de Dios (Salm.118). La noche es el mundo presente, los durmientes son los que permane— cen en pecado y a los que el gallo sefiala las horas y los des- pierta para que se aparten del pecado (... El claustro se originé en los puestos de centinelas y guar- dia de los levitas cerca del tabernéculo o junto al atrio de los sacerdotes o en el pértico de Salomén ante el templo (...). ASi como e1 tempio representa a la Iglesia triunTente} asi el claustro representa al paraiso (...)". = (60Ne Pierre de Roissy. Manuale de mysteriis Ecclesiae En: Mortet y Deschamps, Recueil des documents ...., vol.II, p. 183 y sigs. De qué manera esta prefigurada la Iglesia en el Viejo Testamento. "Asi pues, la iglesia se encuentra prefigurada en el Tem- plo de Salomén o bien en el taberndculo, en el Antiguo Testa— mento. Asi como en el taberndéculo existieron cuatro cobertu- ras, asi existen cuatro tipos de hombres en la iglesia (...). Del fundamento de la Iglesia "(,..) Cristo, en quien esta la plenitud de la gracia, es el fundamento de la iglesia (...) La iglesia debe ser cons- truida hacia el oriente, frente a la salida del sol equinoc— cial, no frente al solsticio estival. Deben ser colocadas tam bién otras piedras en los cimientos dado que los Apéstoles y otros doctores son el fundamento secundario (...). De las paredes. "A continuacién se erigen cuatro paredes, por supuesto dos son las principales mediante las cuales se representa a los dos pueblos, los gentiles y los judios unidos en la piedra angular segin el testimonio de los cuatro Evangelistas. Las cuatro paredes representan a los pueblos que participan de la fe de Cristo y que provienen de las cuatro partes del mundo. De la cuadratura y el pulimento “las piedras cuadradas representan las cuatro virtudes de los santos que son: temperancia, justicia, fortaleza y pru- dencia. Las piedras pulidas representan a los santos formados en la paciencia ante la adversidad (...) Del cemento “Las piedras estén unidas por el cemento, del mismo modo que la caridad une a los santos (...). Sis = De las vidrieras "Las vidrieras que estén en la Iglesia y por las cuales entra la claridad del sol e impiden el paso del viento y la liuvia, representan a la Sagrada Escritura que repele de noso- tros lo que nos es nocivo y nos ilumina. Estas ventanas son amplias en el interior y estrechas en el exterior, porque el sentido espiritual es mds grande que el corporal, también son entendidas como los sentidos del cuerpo que en el exterior deben ser reducidos para que ni la muerte ni las vanidades, los penetren y para que se perciban los dones espirituales in- teriormente. Las ventanas inferiores son cuadradas porque los prelados poseen las cuatro virtudes; las superiores son redon- das porque deben ser perfectas y servir eternamente a Dios por que El es el Alfa y el Omega; son grandes y pequefias porque no todos poseen las mismas capacidades (...) De las columnas "Las columnas que estén en la Iglesia y que [son] grandes ‘o pequefias, representan a los Doctores de la iglesia (...) De la puerta "La puerta es Cristo que dijo: "Yo soy la Puerta" (1). Si existen varias puertas representan a los prelados, por los cuales somos introducidos hacia Cristo y estén hacia el medio— dia y hacia el aquilén (2) porque por ellas entra uno y otro pueblo. De donde dice Isaias: "Diré al Aquilén: Da y al Medio- dia, no detengas" (3). De las vigas “Las vigas que sostienen el techo de la iglesia represen tan a los prelados, que por la tarea de la predicacién susten- (1) Juan X, 9. (2) Al norte. (3) Isaias, XLIII, 6. 5D) = tan a los que ornan a la iglesia (...) Del coro y las naves de la Iglesia "La iglesia se divide, igualmente, en dos partes, es de- cir, en el coro y la nave. En ésta se representa a quiénes es- tén en el mar de nuestro mundo: “Quienes descienden al mar en naves". (4). En el coro [estén] los prelados (...) el coro debe ser més humilde pues Cristo arrojé fuera su espiritu con la cabeza inclinada y significa que el clero debe ser m4s humilde que el pueblo (...) El coro y las naves de la iglesia se unen mediante el crucero que es denominado Cruz de la iglesia (...). (4) Salm,, CVI, 23 Eason Guillermo Durando, Rationale Divinorum officiorum. En: M.Ch. Barthélemy, Rational ou Manuel des divins offices de Guillaumt Durand ou Raisons mystiques et historiques de la liturgique catholique, Louis Vives Librairie Editeur, Paris, 1854. (.. "Finalmente, los ornamentos de la iglesia consisten en tres cosas: en el ornamento de la iglesia, en el del coro y en el del altar. El ornamento de la iglesia consiste en las cortinas © velos, tapices o alfombras y en tapices de pirpura, de seda y de otras telas. En los adornos del coro estén fundas o dorsa- les, los tapices o “alfombras sustractorias", que se colocan sobre el piso y los almohadones. (...). Los ornamentos del altar son los cofres, los vasos o relica~ rios, tapices o manteles, filacterfa, candelabros, cruces, franjas o flecos de oro, estandartes, libros, velos, crotinas. Es de destacar el cofre en el que se guardan las hostias consa— gradas y que representan el cuerpo de la Virgen gloriosa, pues el salmista dijo "Levéntate Sefior y ven al lugar de tu descan- so". [Los cofres] son de madera, o de oro o de cristal. Segin estas calidades, se expresan las diferentes propiedades del cuerpo de Cristo. El cofre, cuando contiene hostias consagradas © no, representa a la memoria del hombre que debe acordarse siempre que ha recibido bienes de Dios; tanto los materiales que estén representados por las hostias, como los espirituales que estén también simbolizados por ellas (...). La filacteria es una pequefia hoja o tira de pergamino en la que se escriben los mandamientos de la ley; los fariseos solian llevarla sobre el pecho como simbolos de piedad. En el Evangelio dice "ensanchan sus filacterias y se glorifican en las franjas de sus vestimentas", este es el sentido que tienen Coe.) En las esquinas del altar se colocan en angulo, dos vaidela— = 5a) bros, que representan la alegria de los pueblos que estén re- presentados en la cueva de la Natividad de Cristo; estos cande- labros, en el medio de los que esta la cruz, tienen pequefias lamas encendidas, puesto que el Angel dijo a los pastores: "Qs anuncio una gran alegria, que seré para todo el pueblo, porque hoy os ha nacido el Salvador del mundo" (...) Las despa~ biladeras y las tenazas o pinzas para atizar la ldémpara repre sentan a las palabras divinas con las develamos la letra de la Ley y el espiritu que brilla en ella (...) Los vasos que contienen las despabiladeras de las lémparas son los corazones de los fieles que observan la ley realmente. Las tenacillas, cuyos dientes sirven para levantar la llama de la lAmpara, son los predicadores que nos introducen en el conocimiento de uno y otro testamento y alumbran el fuego de la caridad, haciéndo- nos practicar buenas costumbres. Las escudillas, es decir, los vasos iguales hechos para calentar tanto el interior como el exterior, son los doctores que no guardan el tesoro dentro de su coraz6én sino que extraen lo nuevo de las cosas antiguas (...) La cruz del altar est4 en medio de dos candelabros porque Cristo en su iglesia es el mediador’ entre los dos pueblos. Pues El es la piedra angular, el que de dos cosas ha hecho una y al cual llegaron los pastores de Judea y los Magos de Orien- te. El frontal del altar est& adornado con una franja de oro, porque segin el Exodo: "Ta te construiras un altar y lo envol- verés con una guirnalda de cuatro dedos de ancho". El altar representa, a veces, el corazén del hombre, en el cual el sa~ crificio de la fe verdadera debe ser ofrecido con arrepenti- miento, en este caso el adorno de oro representa el pensamiento de la buena obra, la cual debe adornar nuestra frente para bri- liar ante otros. Otras veces el altar simboliza a Cristo y la franja de oro seré el ornamento de la caridad (...) Se colocan también sobre el altar, estandartes para recordar siempre a la iglesia el triunfo de Cristo, por el cual nosotros siempre esperamos para triunfar sobre el enemigo. El libro del Evange- lio est4 también sobre el altar, porque ha sido obra de Cristo y El mismo rinde testimonio (...). = 55 - Todos los objetos que pertenecen a la ornamentacién de la iglesia deben estar cerrados y cubiertos durante los tiempos de Cuaresma, ello se hace el domingo de Pasién, porque desde ese instante la divinidad fue ocultada y escondida en Cristo, porque El se dejé prender y flagelar como un hombre, como si no hubiera en El la virtud de la divinidad (...) El santuario © altar y la cruz ocultos representan la letra de la Ley, es decir, el cumplimiento material o bien que, en el Antiguo Tes- tamento y antes de la Pasién de Cristo, la comprensién de las Sagradas Escrituras, estaba velada, oculta y oscura y los que vivieron en ese tiempo tenfan siempre un velo delante de los ojos, es decir, que era una ciencia oscura (...). Hay que sefialar igualmente que se cuelgan tres tipos de cor- tinas en la iglesia es decir: la que cubre las cosas santas, la que separa el santuario del clero y 1a que separa el clero del pueblo. Las primeras representen la letra de nuestra ley, las segundas nuestra indignidad, porque somos indignos e impo- tentes para elevar nuestra mirada a las cosas del cielo. Las terceras son el freno que debemos poner a nuestra voluptuosidad ‘(...) En la vispera del Viernes Santo, se retiran todos los velos de la iglesia, porque durante la Pasién del Sefor, el velo del templo se rasgé y nos ha sido revelada de este modo la comprensién espiritual del rey que antes se habia ocultado a nuestros ojos. Es entonces que se abrié la puerta del reino celestial para nosotros y nos fue dada la fuerza para no ser vencidos por la concuspicencia carnal. Entonces es levantado el velo que separa el santuario del clero y retirado a la hora de visperas de cada sébado de Cuaresma, al comenzar el oficio del domingo para que el clero pueda ver el santuario porque el domingo se recuerda el dia de la Resurreccién (...). En las festividades se cuelgan las cortinas en las iglesias para adornarlas a fin de que los ornamentos visibles muevan nuestra alma hacia los invisibles. Estas cortinas estén a ve— ces, tefiidas con colores diversos para que en esa variedad de colores se vea que el hombre es templo de Dios, ya que por ello debe estar adornado con varias y diversas virtudes. La cortina blanca representa la pureza de vida, la roja la caridad, la - 56 Todes los objetos que pertenecen a la ornamentacién de la iglesia deben estar cerrados y cubiertos durante los tiempos de Cuaresma, ello se hace el domingo de Pasién, porque desde ese instante la divinidad fue ocultada y escondida en Cristo, porque El se dejé prender y flagelar como un hombre, como si no hubiera en El la virtud de la divinidad (...) El santuario o altar y la cruz ocultos representan 1a letra de la Ley, es decir, el cumplimiento material o bien que, en el Antiguo Tes- tamento y antes de la Pasién de Cristo, la comprensién de las Sagradas Escrituras, estaba velada, oculta y oscura y los que vivieron en ese tiempo tenfan siempre un velo delante de los ojos, es decir, que era una ciencia oscura (. Hay que sefialar igualmente que se cuelgan tres tipos de cor- tinas en la iglesia es decir: la que oubre las cosas santas, la que separa el santuario del clero y la que separa el clero Gel pueblo. Las primeras representan la letra de nuestra ley, las segundas nuestra indignidad, porque somos indignos e impo- tentes para elevar nuestra mirada a las cosas del cielo. Las terceras son el freno que debemos poner a nuestra voluptuosidad (...) En la vispera del Viernes Santo, se retiran todos los velos de la iglesia, porque durante la Pasién del Sefior, el velo del templo se rasgé y nos ha sido revelada de este modo la comprensién espiritual del rey que antes se habfa ocultado a nuestros ojos. Es entonces que se abrié la puerta del reino celestial para nosotros y nos fue dada la fuerza para no ser vencidos por la concuspicencia carnal. Entonces es levantado el velo que separa el santuario del clero y retirado a la hora de visperas de cada sébado de Cuaresma, al comenzar el oficio del domingo para que el clero pueda ver el santuario porque el domingo se recuerda el dia de la Resurreccién (...). En las festividades se cuelgan las cortinas en las iglesias para adornarlas a fin de que los ornamentos visibles muevan nuestra alma hacia los invisibles. Estas cortinas estén a ve- ces, tefiidas con colores diversos para que en esa variedad de colores se vea que el hombre es templo de Dios, ya que por ello debe estar adornado con varias y diversas virtudes. La cortina blanca representa la pureza de vida, la roja la caridad, la = S6= verde la contemplacién, la negra la mortificacién de la carne y la gris, la tribulacién. Ademés a veces, se colocan encima de las cortinas blancas, pafios de diferentes colores, para ex— Presar que nuestro corazén debe ser purgado de vicios y debemos tener en él las cortinas de las virtudes y la variedad de colo— res de las buenas obras (...). Los que cuelgan en la iglesia pafios de poco precio, repre- sentan con ello la imagen servil que el Sefior adopts entre no- sotros y los pafios viles con los que se envolvié. Los que cuel gan ricos pafios piensan en el gozo que nos proporciona el nac: miento de un rey y nos indican qué debemos hacer para recibir a este huésped. Algunas iglesias en la fiesta de Pascua, ador— nan el altar con pafios preciosos. colocando velos de tres colo- res, rojo, gris y negro que designan tres épocas. Cuando la primera pregunta se ha hecho y contestado se retira el velo negro, que representa el tiempo antes de la Ley. Después sigue ja segunda pregunta y la correspondiente respuesta, entonces se retira el velo gris, que designa el tiempo bajo la Ley. Lue- go de la tercera pregunta y respuesta, se saca el velo rojo que simboliza la época de la gracia, en la cual, mediante la Pasién de Cristo, nos ha sido abierto el acceso al "sancta sac- torum" y a la gloria eterna (...) En la iglesia primitiva se ofrecia el santo sacrificio en vasos de madera y con vestiduras ordinarias, pues entonces los cAlices eran de madera y los sacerdotes de oro, pero ahora es lo contrario. El papa Severino ordend que se usaran vasos de vidrio y como eran fragiles, el papa Urbano, en el concilio __/ de Reims, ordené que se ofreciesen en cdlices o vasos de plata —~ ¢ de oro y si las iglesias son pobres, serén de estaiio, porque este metal no se oxida nunca, jamés serén de madera o cobre. El c&liz no debe ser de vidrio porque por su fragilidad en- trafia el peligro de derramar la sangre de Cristo; [ho serd] tam poco de madera pues es un cuerpo poroso y esponjoso que absor— berd la sangre de Nuestro Sefior; ni de bronce ni de cobre, pues ia fuerza del veneno que producen esos metales provocaré el cardenillo: y se vomitaria (..,) El céliz de oro significa los = She tesoros de la sabidurfa escondidos en Cristo; el de plata, la purificaci6n de la falta; el de estafio representa la falta y el castigo, pues el estafio esté a mitad entre la plata y el plomo y, aunque la carne de Cristo no ha sido plomo, es decir, pecadora, sin embargo es parecida a la carne sujeta por el pe- cado. Si bien no es de plata, es decir, capaz de padecer por sus faltas, lo hizo por las nuestras (...) El papa Esteban establecié que nadie debe usar los ornamen- tos de la iglesia para algo ajeno al culto divino y que no de- berian ser tocados més que por hombres santos, para que el mie- do y la venganza que sobrecogié a Baltasar, rey de Babilonia, caiga sobre quienes no cumplen estas 6rdenes. También el papa Clemente establecié que los muertos no serian ni amortajados, ni cubiertos, ellos o su sarcéfago, con los pafios del altar, ni con el mantel que cubre el cAliz, ni con aquel con el cual el sacerdote se limpia las manos después de la consagracién. Cuando se ensucian los palios, es decir los corporales y pafios, que son ornamentos del altar, asi como las cortinas que estén ven torno al mismo, los didconos, con los ministros menores de la Iglesia, los lavaraén en la sacristia y no fuera. Para lavar los pafios que sirven en el altar se tendra una vasija nueva y se lavarén los corporales en otro recipiente (...). INDICE Orfigenes. Tratado de la OracdOn...cccseeseseceeascees secaisisisDe , Eusebio de Césarea. Historia eclesidstica y de los mrtires de Palestina....essssssesonees p25 Candidus. La vida del venerable Eigilio........ ple af srate otssetateia p.13 - Pseudo Dionisio Areopagita. La jerarquia celeste...........p.14 + MAximo el Confesor. La mistagogia.... Himne sirfaco sobre la catedral de Edesa.....ssseeeee ee seb a25, Germano I, Historia mistagégica..............2.5 Beene eer es p.29 +Honorio de Autun, Las gemas del alma......ceseeeeeeeeeeees +p.31 + San Bernardo. Sermones de la Dedicacién. Leén de Ostia. Crénica de Montecasino.....+..+++ pefeeistisis false + Abad Suger. El libro de Suger abad de San Dionisio......... p.40 + Abad Suger. El otro libro de la consagracién de la iglesia de San Dionisio..........655 pene rl DaAd Guia del peregrino de Santiago de Compostela....... siosieeietes 46) + Sicardo de Cremona, Mitrale.....sseseseseeeene palin ae erent + Pierre de Roissy. Manual de los misterios de la Iglesia. Guillermo Durando. Racional de Divinos Oficios............. p.54 SiSoic

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