Está en la página 1de 32

¡ Fí r

( DE ,j-\j j,AJjjvJJj-\
'J
1'

TE'
,;;(i
•Ií
e

® CCC, S.A.

Impresión: Gráficas Alte S. L.


Camino Artxipi n° 120
Tel.: 94351 0838
20110 Guipúzcoa

Depósito legal: SS-127/96


ISBN-10: 84-7157-227-1
ISBN-13: 978-84-7157-210-3
E-M08-14

Queda rigurosamente prohibida, sin autorización


escrita de los titulares del "copyrrnght", bajo las
sanciones establecidas en las leyes, la reproducción
parcial o total de esta obra por cualquier medio o
procedimiento, comprendidos la reprografia y el
tratamiento informático y la distribución de ejem-
plares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS O

OBJETIVOS
En esta sección vamos a estudiar los diferentes procesos sensitivos que
nos ayudan a relacionarnos con el mundo que nos rodea: vista, oído,
olfato, gusto y tacto.
Veremos dónde se localiza cada uno de estos cinco sentidos, qué nom-
bre reciben sus células receptoras y en qué regiones de la corteza cere-
bral se dan las sensaciones ópticas, acústicas, olfativas, gustativas y
táctiles.
Para finalizar, conoceremos algunas de las alteraciones sensoriales más
importantes.
A continuación se muestran los contenidos de este tema.

Sumario:

• Introducción
• La vista
• El oído
• El olfato
• El gusto
• El tacto
• Alteraciones sensoriales
• ¿Sabías que...?
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

1 INTRODUCCIÓN
Los órganos de los sentidos son estructuras que, a través de células
receptoras y diferentes mecanismos, convierten una serie de estímulos
externos en impulsos nerviosos. Estos llegan al cerebro, donde son
reconocidos como sensaciones a las que respondemos consciente o
inconscientemente.
Los sentidos son cinco: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Cada uno se
localiza en un órgano concreto, sus células receptoras son diferentes y
responden a un estímulo determinado.
La información que reciben estas células es enviada a través de nervios
específicos a una zona concreta de la corteza cerebral, los centros sen-
sitivos, y es interpretada como una sensación óptica, acústica, olfativa,
gustativa o táctil (Fig. 1). Fig. 1. Elementos que intervienen en
los procesos sensitivos.

CÉLULAS CENTROS
ESTÍMULO 1 ÓRGANO SENSACIÓN
RECEPTORAS SENSITIVOS

Electromagnético 1 Globo ocular Conos y bastones Lóbulo occipital 1 Visión (imagen)

Vibración mecánica Oído Células cocleares Lóbulo temporal Audición (sonido)

Parte inferior
Químico Nariz Células olfativas Olfato
del lóbulo parietal

Químico Lengua Células gustativas 1 Lóbulo parietal Gusto

Corpúsculos
Mecánico Piel Lóbulo parietal Tacto
táctiles

Una lesión en las áreas sensitivas puede provocar la pérdida de la sen-


sación de que se trate. Por ejemplo, la destrucción del centro óptico
produce la ceguera, aunque se conserven intactos los globos oculares y
el nervio óptico.
A continuación vamos a ver, uno a uno, estos cinco sentidos.
Estudiaremos las partes que conforman los órganos receptores de cada
uno de ellos, así como los mecanismos que regulan su funcionamiento.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

2- LA VISTA
Es el más importante de nuestros sentidos. A través de él exploraremos
el mundo que nos rodea y adquirimos la mayor parte de nuestros cono-
cimientos.
Los órganos receptores del sentido de la vista son los globos oculares
u ojos (Fig. 2). Estos tienen forma esférica, con un diámetro aproxi-
mado de 23 mm, y están situados en el interior de dos cavidades óseas
del cráneo, las órbitas oculares.
La función de las órbitas es la protección de los globos oculares; éstos
quedan cubiertos en toda su superficie, menos por delante. Para res-
guardar esta zona encontramos otras estructuras, los anexos oculares:
• los párpados, que la protegen de golpes, erosiones y de los excesos
de luz.
• las pestañas, que detienen las partículas de polvo, etc.
• Las cejas, que desvían el sudor hacia la parte lateral de la cara evi-
tando que se introduzca en los ojos.
Existen también otros órganos anexos con funciones diferentes. Las
glándulas lacrimales mantienen los globos oculares en unas condicio-
nes de humedad y limpieza óptimas para su conecto funcionamiento.
Estas glándulas segregan lágrimas, que contienen agua, sales y enzimas
para eliminar bacterias.
Los músculos oculomotores permiten los movimientos de los ojos
(descenso, elevación, desviación externa e interna y rotación). Son seis
músculos insertados en cada uno de ellos que, coordinados por el cere-
bro, se mueven a la vez.
Músculo
oblicuo mayor o superior

Músculo
Tendón del Músculo recto superior
oblicuo mayor o superior

Músculo
- recto externo
Músculo w
recto interno

Músculo
recto inferior Músculo
oblicuo menor o inferior Fig. 2. Globo ocular.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
L.
Músculo ocular Iris

Esclerótica
Pupila

Coroides

Cristalino
Retina

Humor acuoso
Fóvea

Córnea

Nervio Conjuntiva
óptico
\/
Humor vítreo
de 1

2.1. ESTRUCTURA DEL GLOBO OCULAR Fig. 3. Membranas del globo ocular y
sus componentes.

Las paredes del globo ocular están formadas por tres membranas
superpuestas: la capa más externa o esclerótica, la capa intermedia o
coroides, y la capa interna o retina (Fig. 3).

Membrana exterior o esclerótica

Es una capa muy resistente y de color blanco (más conocida como el


blanco de los ojos). Conserva la forma del globo ocular y lo protege.
La parte anterior se denomina córnea. Es convexa y transparente, por
lo que permite el paso de los rayos lumínicos. Esta zona está recubier -
ta por una membrana muy fina y también transparente, la conjuntiva.

Membrana intermedia o coroides

Esta capa intermedia recubre la superficie interna de la esclerótica.


Contiene numerosas arterias y venas que transportan nutrientes y oxí-
geno a todas las células del globo ocular.
Es de color oscuro para evitar la reflexión de la luz y está compuesta
por varias estructuras:
• Iris. Está formado por fibras musculares de contracción involuntaria
y se sitúa en la parte delantera del coroides, por detrás de la córnea.
Es la estructura que determina el color de los ojos. Además, regula la
cantidad de luz que entra en su interior, evitando lesiones en la retina.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

En el centro tiene un orificio llamado pupila, que se abre o cierra


según la intensidad lumínica (Fig. 4).
Cuando hay poca luz ciertas fibras musculares del iris se contraen y
provocan la dilatación de la pupila. Sin embargo, cuando la luz es
excesiva se contraen otras fibras para disminuir su tamaño.
o Cristalino. Estructura transparente y biconvexa situada detrás del
iris. Actúa como una lente de enfoque de las imágenes en la retina.
Es muy elástico y tiene la capacidad de abombarse o alargarse en
función de la distancia a que se encuentre el objeto que miramos;
cuanto más cerca se halle, más grueso debe ser el cristalino para
enfocarlo.
Entre la córnea y el cristalino hay un fluido de aspecto y consistencia
acuosa, el humor acuoso.
El humor vítreo, sustancia de aspecto gelatinoso, ocupa el espacio Fig.4. Contracción y dilatación de la
pupila.
existente entre el cristalino y la retina.

Membrana interna o retina

La capa más interna del globo ocular es una membrana muy delicada.
Contiene numerosas fibras nerviosas y células fotorreceptoras, que
recogen los estímulos visuales y los convierten en impulsos nerviosos
para enviarlos al cerebro.
Estas células sensibles a la luz son de dos tipos:
• Conos. Podemos encontrar en la retina de 6 a 7 millones aproxima-
damente. Estas células funcionan bajo la luz brillante y son las res-
ponsables de la precisión de la imagen y de la visión de los colores.
• Bastones. Su número ronda los 125 millones y son muy sensibles a
la luz de baja intensidad. Son importantes, por lo tanto, para la visión
con luz escasa (visión en blanco y negro).
La retina presenta una pequeña depresión en su parte posterior, la
fóvea, que es el punto de máxima agudeza visual. Esto es así porque
los conos se concentran fundamentalmente en esta zona.
Tanto los conos como los bastones tienen unas prolongaciones nervio-
sas que se unen en el punto ciego, o punto de mínima visión, también
situado en la parte posterior de la retina.
Las prolongaciones salen juntas del globo ocular en forma de un
cordón blanco y grueso denominado nervio óptico.
Éste es el encargado de llevar la información visual al área del cerebro
responsable de la visión, para ser procesada.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

2.2. FISIOLOGÍA DE LA VISIÓN

Al describir las diferentes capas y estructuras que forman el globo ocu-


lar hemos mencionado algunas de sus funciones. En este apartado
vamos a ver como actúan conjuntamente para que se produzca la
visión.

La visión es el proceso sensitivo mediante el cual las imágenes capta-


das por los ojos se hacen conscientes en el área de la corteza cerebral
correspondiente.

Para que la visión se produzca debe existir un estímulo luminoso exte-


rior; los rayos luminosos reflejados por los objetos situados frente a
nosotros.

Los rayos lumínicos atraviesan la córnea, que al ser transparente y


convexa permite su paso, y llegan al iris. Éste, como ya sabes, regula la
cantidad de luz dilatando o reduciendo la pupila.

Cuando el haz de luz pasa a través de la pupila se encuentra con el cris-


talino, que conforma las imágenes invertidas de los objetos sobre la
retina (Fig. 5). Para ello modifica de forma refleja su curvatura; ésta Fig. S. Proyección de la imagen sobre
aumenta para acomodarse a la visión cercana. la retina.

Cristalino

jo óptico

Córnea
/

Área de los movimientos


oculares

Fig. 6. Localización en el cerebro de la


zona visual y el área de los
movimientos oculares.

En la retina están los receptores lumínicos, conos y bastones, que reco-


gen los estímulos visuales y los convierten en impulsos nerviosos. El
nervio óptico de cada globo ocular es el encargado de conducirlos al
centro óptico, localizado en la región occipital del cerebro (Fig. 6),
donde las imágenes son interpretadas en su posición correcta y recono-
cidas, es decir, son percibidas.

En un punto del encéfalo llamado quiasma óptico algunas fibras de los


nervios ópticos se cruzan. Así, parte de las fibras nerviosas del ojo
izquierdo van al hemisferio derecho del cerebro y parte de las fibras del
ojo derecho van al izquierdo, llegando la información de los dos a las
zonas visuales de ambos hemisferios.

Este complejo proceso de la visión se realiza rápidamente, en tan sólo Fig. 7. Músculos extrínsecos del ojo.
una fracción de segundo.

En el lóbulo parietal de la corteza cerebral encon-


M. oblicuo mayor
tramos la zona encargada de los movimientos
oculares (Fig. 6). Esta área coordina los mús- M. recto interno
culos extrínsecos u oculomotores, que se
insertan en cada globo ocular para per-
mitir su movilidad: desplazamiento M. recto superior
hacia arriba, hacia abajo, a los
lados y rotación.

En la ilustración de la derecha M. recto externo


(Fig. 7) te mostramos los (seccionado)
principales músculos extrínsecos
del ojo. M. recto inferior M. oblicuo menor
a

Visión estereoscópica

La posición frontal de los ojos nos permite enfocar un mismo objeto


con ambos a la vez. Cada uno de ellos lo capta desde un ángulo distin-
to, por lo que las imágenes que envían al cerebro son parecidas, pero
no idénticas.

Al llegar simultáneamente al área de la visión, las dos corrientes ner-


viosas se superponen. Así, el cerebro elabora una imagen única y obtie-
ne una visión tridimensional (altura, longitud y profundidad), perci-
biendo el relieve de las cosas (Fig. 8). Fig. 8. Visión estereoscópica o
tridimensional.

La visión estereoscópica se basa en el funcionamiento conjunto de


ambos ojos, ya que con uno únicamente se distinguen dos dimensiones
del espacio (se ex&uye la de profundidad). Por lo tanto, cuando por
cualquier causa se produce la falta prolongada de uso de uno de ellos,
la capacidad de visión tridimensional disminuye.
EL OÍDO
Este sentido nos permite escuchar y localizar los sonidos que se pro-
ducen a nuestro alrededor, así como todas sus características: intensi-
dad, tono y timbre.
Los órganos receptores de los sonidos son los oídos, situados a cada
lado del cráneo, en la zona correspondiente a los huesos temporales.
Estos órganos también son los encargados de la percepción del equili-
brio, que nos permite situarnos en el espacio.

3.1. ESTRUCTURA DE LOS OÍDOS

Los oídos están divididos en tres segmentos: externo, medio e interno


(Fig. 9).

Oído externo o conducto inicial

Está formado por el pabellón auricular y el conducto auditivo externo.


El pabellón auricular, más conocido como oreja, es una lámina carti-
laginosa similar a una concha y con un orificio central. Esta peculiar
forma se debe a su función: la captación y canalización de las ondas
sonoras hacia el interior del oído. Es la única parte externa de éste.
El conducto auditivo externo comienza en la oreja y se dirige hacia el
interior del cráneo, hasta el tímpano (oído medio). La parte más exter -
na es cartilaginosa, y ósea la más profunda.
- Fig. 9. Segmentos del oído (externo,
En este conducto están las células productoras de cera y pelos, que medio e interno) y órganos que
actúan como barreras de protección. contienen.

Cadena
Conductos
Hueso
semicirculares
temporal ósea
Nervio acústico
Pabellón auricula
u oreja Ventana oval

Vestíbulo

Conducto auditiv Ventana redonda


externo
Cóclea o caracol
Caja del tímpano
Trompa de Eustaquio

Tímpano
ÓRGANOS DE LOS SE

Oído medio o cámara intermedia

Es una cavidad ósea localizada en el interior del hueso temporal y limi-


tada por tres membranas: tímpano, ventana oval y ventana redonda.
Estas dos ventanas son la entrada al oído interno.
El oído medio está formado por las siguientes estructuras:
• Tímpano. Delgada membrana transparente situada al final del con-
ducto auditivo externo. Tiene la capacidad de vibrar con las ondas
acústicas que recibe.
• Trompa de Eustaquio. Conducto que se abre en la caja del tímpa-
no y que comunica el oído medio con la nasofaringe.
Así, el aire exterior viaja hacia el tímpano, por un lado, desde el
pabellón auricular, y por otro, desde la faringe. Cualquier cambio en
la presión del aire le llega al mismo tiempo a través de los dos lados,
evitando las lesiones; si la diferencia de presiones es excesiva podría
llegar a perforarse.
• Cadena ósea. La forman tres huesecillos articulados entre sí y situa-
dos en la caja del tímpano: martillo, yunque y estribo (Fig. 10). El
martillo está unido al tímpano y al yunque, y el estribo conecta con
éste y la ventana oval.
Los tres son los encargados de transmitir las vibraciones que se pro-
ducen en el tímpano hacia el oído interno.

\1

YUNQUE

MARTILLO

ESTRIBO

Fig. 10. Cadena ósea del oído medio.


ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS $

Oído interno o cámara terminal

La parte más interna del oído se extiende desde las ventanas oval y
redonda hasta la zona más profunda del hueso temporal.

Está constituido por una serie de cavernas y túneles, que se reparten en


dos zonas anatómica y funcionalmente diferentes (Fig. 11):
• Parte inferior o cóclea. Conducto óseo excavado en el hueso tem-
poral y enrollado sobre sí mismo en forma de espiral. Debido a esta
forma tan característica es conocido como caracol.
Recubriendo el interior de la cóclea ósea se encuentra la cóclea
membranosa, llamada también conducto coclear. Dentro de éste se
halla el órgano de Corti, órgano específico de la función auditiva
ya que contiene las células receptoras de los sonidos, las células
cocleares.
Estas células sensitivas tienen forma cilíndrica y están provistas de
cilios o pelos. De ellas parten fibras nerviosas que se reúnen en
forma de haz para formar la rama coclear del nervio acústico.
• Parte superior o aparato vestibular. En ella se asienta el sentido
del equilibrio. Al igual que la cóclea, el aparato vestibular está for-
mado por unas estructuras óseas recubiertas por otras membranosas
de idéntica configuración y longitud.
Consta de un vestíbulo, que comunica por su lado anterior con el
caracol, y de los conductos semicirculares, que conectan con la zona Fig. 7. Estructura del oído interno.
posterior del vestíbulo.
En la cavidad del vestíbulo, donde están con-
tenidos el utrículo y el sáculo, y en los
tres conductos semicirculares, que
desembocan en el utrículo, se Conducto
hallan las células sensibles a Conducto
semicircular

1
los movimientos. semicircular
anterior
latera!
Ampliaremos más adelan- Utrículo
te el tema del sentido del Ventana oval
equilibrio.
Entre las estructuras óseas y
las membranosas circula un
líquido llamado perilinfa, y
en el interior de las membra-
nosas existe otro denominado
endolinfa.
Cóclea
Conducto o caracol
semicircular Ventana
posterior redonda Sáculo
NOS DE LOTID

3.2. FISIOLOGÍA DE LA AUDICIÓN

La audición es el proceso por el cual los estímulos sonoros que se pro-


ducen en el espacio se hacen conscientes.
Estos estímulos se propagan, en forma de ondas sonoras, por el aire en
el oído externo, por la cadena ósea en el oído medio y por la endolinfa
en el oído interno. Vamos a ver cómo se lleva a cabo esta transmisión.
Las ondas sonoras son captadas por el pabellón auricular. A partir de
aquí recorren el conducto auditivo externo hasta chocar con el tímpa-
no, que comienza a vibrar (Fig. 12). Fig. 12. Recorrido de la onda sonora.

Las vibraciones provocan el movimiento de la


cadefla ósea del oído medio. El desplaza-
mien o de los tres huesos las amplifica y ( 7\
tran sin i hacia el oído interno a través de la
\I (-
ventana oval. -
a\1
Seguidamente, estas vibraciones producen -
el movimiento de la perilinfa y la endolinfa (
contenidas en la coclea o caracol, que esti-
mulan las células receptoras del órgano de í
Corti. Aquí se transforman los movimientos en
impulsos nerviosos, para ser enviados hacia el
nervio acústico y de éste al centro auditivo del cerebro.
Es en este centro, situado en el lóbulo temporal (Fig. 13), donde serán
reconocidos como verdaderos sonidos, es decir, se transformarán en
audición consciente.
Las principales características de un sonido son la intensidad, el tono y
el timbre.
La amplitud de la onda sonora, que se mide
Área auditiva
en decibelios, determina la intensidad. -
El tono se relaciona con la frecuencia
o número de ondas por unidad de
tiempo; el oído humano es
capaz de percibir sonidos de 20
a 20.000 vibraciones por
segundo. Por último, el tim-
bre hace referencia a la cali-
dad del sonido.

Fig. 13. Localización en el cerebro del


área auditiva.
ÓRGANOS DE LOS SENTI 1

3.3. FISIOLOGÍA DEL EQUILIBRIO

Mediante el equilibrio somos conscientes de la posición de nuestro


cuerpo y de los cambios que se producen en ella cuando nos movemos.
El sentido del equilibrio se sitúa en el oído interno, concretamente en
el vestíbulo (utrículo y sáculo) y los conductos semicirculares. Por su
interior, como ya sabes, circula la endolinfa.
Estas estructuras recogen la información de la postura y movimientos
de la cabeza y la envían al cerebro para hacerla consciente. A conti-
nuación vemos cómo se lleva a cabo este proceso.
En el utrículo y el sáculo se sitúan las células receptoras que reaccio-
nan ante los movimientos lineales de la cabeza.
Los conductos semicirculares se orientan en tres planos perpendicu-
lares entre sí. Están conectados con el utrículo y en su parte final pre-
sentan una dilatación denominada ampolla, donde se localizan las célu-
las que detectan los movimientos de rotación y angulares (Fig. 14).
Las células receptoras están provistas de unos cilios empapados en una
sustancia gelatinosa. En ella se hallan unas minúsculas partículas, los
otolitos (Fig. 15).
Los movimientos de la cabeza desplazan la endolinfa de los conductos.
Este desplazamiento estimula los otolitos, que se mueven sobre los
cilios de los receptores provocando un estímulo nervioso. La informa-
ción es llevada, por medio de las fibras vestibulares del nervio acús-
tico, a la corteza cerebral donde es interpretada para poder adaptar
nuestra postura. Fig. 14. Aparato vestibular y sus
células receptoras.
Cuando el cuerpo realiza un movimiento brusco, la transmisión ner-
viosa no se da con la suficiente rapidez y se produce la caída. Fig. 15. Detalle de una célula
receptora del equilibrio.

Conductos
semicirculares
Sustancia Otolitos

p2
gelatinosa

Células
Ampolla i eceptoras
del
q uf Ii brio

Nervios

Utrículo Sáculo Cilios


C- ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

4. EL OLFATO
Mediante el sentido del olfato reconocemos y diferenciamos los olores
que se hallan en el ambiente. Si la comparamos con la de otros mamí-
feros, nuestra capacidad olfativa no está muy desarrollada. Sin embar-
go, podemos percibir más de cincuenta sensaciones olfativas primarias.
Los órganos receptores del sentido del olfato son las fosas nasales o
nariz, la vía principal de entrada de aire en el sistema respiratorio.

4.1. ESTRUCTURA DE LAS FOSAS NASALES

Cuando estudiamos el sistema respiratorio vimos qué partes componen


las fosas nasales. Vamos a recordarlas y a conocer algo más sobre ellas.
Sus dos cavidades están separadas por el tabique nasal y la entrada con-
tiene pelos para la filtración del aire.
En el interior de las fosas están los cornetes, que las divide en tres com-
partimentos (superior, medio e inferior). Además, están recubiertas por
la mucosa pituitaria, cuya función es mantener húmedo y caliente el
aire que respiramos.
Sólo una parte de esta mucosa, la mucosa olfativa o pituitaria aman-
ha, posee células receptoras. Esta se halla situada en la parte superior Fig. 16. Situación de la mucosa
de las fosas nasales, concretamente, en la lámina cribosa del hueso olfativa en el interior de las fosas
nasales.
etmoides (Fig. 16).

Hueso frontal /1
/

Seno frontal Vías olfatorias


( (

Bulbo olfatorio

Hueso
eoides Mucosa olfativa

Fosa nasal
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS El

Bulbo olfatorio

Lámina cribosa
del etmoides

Glándula de Boman

Células olfativas

o O O O Células de la pituitaria

Entre las células olfativas están las células de la pituitaria y las glándu- Fig. 17. Bulbo olfatorio y células
receptoras del sentido del olfato.
las nasales, glándulas de Bowinan, productoras de moco.
Las células sensitivas del olfato son muy escasas, entre 20 y 30 por
cada fosa nasal. Son bipolares: uno de sus extremos está en la propia
mucosa y el otro se dirige hacia el bulbo olfatorio, estructura situada
por encima de la lámina cribosa (Fig. 17).

42.FISIOLOGÍA DEL OLFATO

Los estímulos externos que son capaces de estimular las células olfati-
vas, dando lugar a las sensaciones olfatorias agradables o desagrada-
bles, son los olores (sustancias volátiles que se encuentran suspendidas
en el aire).
Éstos penetran en las fosas nasales al inspirar, pasan a los cornetes y
alcanzan la mucosa olfativa. La mucosidad segregada por las glándu-
las de Bowman contribuye en la difusión y llegada de las sustancias, ya
que proporciona el grado de humedad necesaria para disolverlas.
Una vez en la mucosa, las células receptoras son estimuladas por los
olores y generan impulsos que serán enviados a las fibras nerviosas del
bulbo olfatorio. De aquí, y a través del nervio olfatorio, llegan a la cor-
teza cererebral para ser interpretados y reconocidos como sensaciones
olorosas.
Los umbrales del olfato son relativamente bajos; concentraciones
pequeñas de sustancias producen una respuesta máxima. Podemos
decir, por lo tanto, que los receptores olfatorios están diseñados más
para la detección cualitativa que para la cuantitativa.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

La corteza cerebral se adapta rápidamente a un olor determinado, por


lo que al cabo de cierto tiempo de exposición se acomoda a esa sensa-
ción y deja de sentirla.
Cuando queremos percibir un aroma con más intensidad, creamos una
corriente de aire para aumentar el número de sustancias volátiles que
llegan a la mucosa olfativa (husmeo u olfateo).

Fig. 18 a y b. Localización en el
cerebro de las zonas olfatorias
(representación de exterior e interior
del cerebro).

,-~-

?w›. -*-

Zona olfatoria

Zona olfatoria
secundaria

Las áreas de la corteza cerebral donde llegan los olores para ser reco-
nocidos son dos. En la parte exterior de la corteza, la principal zona
olfatoria está situada en la zona inferior del lóbulo frontal; en la parte
interior de la corteza está la zona olfatoria secundaria, localizada en el
lóbulo parietal (Fig. 18 a y b).
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

EL GUSTO
El sentido del gusto nos permite saber qué sabor tienen las diversas sus-
tancias que ingerimos, diferenciando unas de otras.
El órgano receptor del gusto es la lengua, órgano carnoso situado en la
cavidad bucal y formado por tejido muscular voluntario. Su estructura
muscular y su extremo anterior libre le proporcionan gran movilidad.
También se relaciona con funciones digestivas (masticación y deglu-
ción) y con el habla.

5.1.ESTRUCTURA DE LA LENGUA

Al observar la lengua sólo vemos las dos terceras partes de ella, la sec-
ción palatina. El tercio restante, situado en la parte posterior, es la sec-
ción faríngea. Las células receptoras del gusto se agrupan en la palatina.
La lengua está revestida en toda su extensión por una mucosa cuyo
aspecto rugoso se debe a una serie de proyecciones en su cara superior, Fig. 19. La lengua y sus papilas
las papilas gustativas. Existen diferentes papilas según su forma y gustativas.
entre ellas destacamos las siguientes (Fig. 19):
• Filiformes. Similares a un hilo, se esparcen
por toda la superficie de la lengua, excepto Epiglotis
en su parte posterior. Son las más nume-
rosas y le dan un aspecto afelpado.
Amígdala
• Fungiformes. En forma de hongo, se
distribuyen preferentemente por el
centro de la lengua y, en menor
4 ) ))\\ V. lingual

proporción, por los lados y en la


punta.
• Caliciformes. Semejantes a un
cáliz, sólo se encuentran en la cara
posterior. Son las más voluminosas y
se agrupan en dos series lineales que,
desde ambos bordes libres, convergen en
su parte posterior y dibujan la llamada V
lingual. /
3apila
Papila Papila ¡ciforme
filiforme fungiforme
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
1

ÁCIDO

DULCE

-- SALADO

AMARGO

Fig. 20. Zonas gustativas de la lengua.

A pesar de que todas las papilas son órganos sensoriales, únicamente


algunas contienen los receptores del gusto o células gustativas. Otras,
por su parte, contienen corpúsculos táctiles y térmicos.
Así, el sentido del gusto reside en las regiones donde se hallan las papi-
las receptoras. Todas ellas pueden detectar los sabores básicos (dulce,
salado, ácido y amargo), pero algunas responden más intensamente que
las demás a un determinado tipo y constituyen zonas gustativas: la
parte anterior de la lengua, cerca de la punta, responde al dulce y al
salado; las zonas laterales son sensibles al ácido; y la región posterior
al amargo (Fig. 20).
Además, podemos percibir cientos de sabores diferentes que en reali-
dad son combinaciones de los básicos.

5.2. FISIOLOGÍA DEL GUSTO

El gusto es un proceso sensitivo muy sencillo. Vamos a verlo.


En la parte superior de cada papila hay un pequeño canal, a través del
cual las sustancias alimenticias disueltas en la saliva entran en contac-
to con los receptores gustativos y los estimulan.
Los estímulos se transmiten en forma de impulsos nerviosos, por
medio de los nervios facial y glosofaríngeo. El primero recoge la
información de la parte anterior de la lengua, y el segundo de las regio-
nes posteriores.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS t

Fig. 21. Localización en el cerebro de


la zona gustativa.

Los impulsos llegan al tálamo y después al centro sensitivo del gusto,


donde serán interpretados (Fig. 21).
En la percepción del sabor de una sustancia influye mucho el sentido
del olfato; las sensaciones gustativas se mezclan con las olfativas.
Por ello encontramos los alimentos muy insípidos cuando estamos res-
friados o por alguna causa perdemos el sentido del olfato.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

64 EL TACTO
En la lección que dedicamos al sistema tegumentario vimos que la piel
es el órgano receptor del sentido del tacto. Puesto que ya conoces cuál
es su estructura y las funciones que desarrolla, vamos a recordar algu-
nos aspectos de este proceso sensitivo, sin extendernos excesivamente
sobre este tema.
Fig. 22. Corpúsculo de Meissner,
El tacto es el sentido que nos permite reconocer un objeto y sus carac- célula receptora del tacto.

terísticas (forma, textura, dimensiones, etc.) al ponerlo en contacto con Fig. 23. Localización en el cerebro del
nuestra piel. área del tacto.

Área de tacto y percepción

isculo
?issner
oto)

Ésta contiene numerosas terminaciones nerviosas o corpúsculos que la


convierten en un órgano sensorial. Las células sensitivas específicas de
este sentido son los corpúsculos de Meissner (Fig. 22). Se sitúan cerca
de la capa más superficial de la piel, la epidermis, sobre todo en aque-
llas zonas donde es preciso tener un buen tacto, como en las yemas de
los dedos.
Las terminaciones nerviosas recogen toda la información táctil y la
envían a través de los nervios raquídeos y la médula espinal a la cor-
teza cerebral, concretamente hacia el lóbulo parietal (Fig. 23), donde
se hace consciente.
"DE LOS SENTIDOS

7.. ALTERACIONES
SENSORIALES
Una vez vista la estructura y fisiología de los principales órganos sen-
sitivos, nos corresponde estudiar las alteraciones que suelen producirse
en las funciones sensoriales.
Tanto las lesiones en los órganos receptores como en los nervios y las
áreas sensitivas pueden causar la disminución o pérdida de las sensa-
ciones ópticas, auditivas, olfativas, gustativas o táctiles. Vamos a ver
algunos de estos trastornos:
• Cataratas. El cristalino se vuelve opaco y dificulta el paso de la luz,
provocando deficiencias visuales. Se da con más frecuencia en per-
sonas de edad avanzada y se puede corregir quirúrgicamente. Puede
producir ceguera.
• Glaucoma. Deficiencia visual causada por un aumento de la presión
de los fluidos en el interior del ojo, que destruye las células nervio-
sas de la retina y puede dañar el nervio óptico. Se puede aliviar con
una intervención quirúrgica; en casos extçemos produce ceguera.
• Otitis. Inflamación del oído causada por una infección que puede
tener su origen en las vías respiratorias. Esta inflamación distorsiona
la transmisión del sonido.
• Enfermedad de Meniére. Pérdida de audición y vértigo causados
por un incremento en la presión de los líquidos cocleares. Uno de sus
síntomas son los acúfenos o zumbidos en los oídos, cuando no exis-
te ningún sonido exterior.
• Anosmia. Pérdida temporal o permanente del sentido del olfato
debida a una lesión del nervio olfatorio, por enfermedades de la
mucosa nasal, tumores cerebrales, etc. Su peligro está en la incapa-
cidad de percibir olores que nos sirven para detectar anomalías
(fugas de gas, humo de un incendio, alimentos descompuestos, etc.).
• Hiperosmia. Excesivo aumento de la sensibilidad olfativa que afec-
ta a todos los olores o sólo a algunos. Puede estar causado por tumo-
res de ciertas regiones del cerebro.
• Ageusia. Pérdida del sentido del gusto y, por lo tanto, incapacidad de
reconocer los sabores. Puede estar producido por lesiones de las
papilas gustativas o de las fibras nerviosas.
• Parageusia. Alteración del gusto provocada también por lesiones de
los nervios del gusto. La persona afectada es incapaz de diferenciar
los sabores.
• Sensación de adormecimiento. Se da cuando las terminaciones ner-
viosas que transmiten la información táctil resultan dañadas en algún
punto de su trayecto. Los impulsos nerviosos no pueden viajar y la
superficie desde la cual parten se siente como adormecida.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS
1

¿SABÍAS QUE....?

EL DALTONISMO

El daltonismo o ceguera a los colores es la incapacidad de diferenciar


algunos de ellos por un defecto de los conos; éstos están ausentes o en
muy escasa proporción.

Puede estar causado por una enfermedad de la retina y en la mayoría de


los casos es hereditario.

Las personas que lo padecen, una de cada treinta, no distinguen el rojo


del verde, aunque en casos menos frecuentes se puede confundir el azul
y el amarillo.

Existe una prueba para detectar el daltonismo. Se trata de observar una Fig. 24. Prueba estándar para
detectar el daltonismo.
esfera llena de puntos rojos, en cuyo centro se distingue un número de
puntos verdes. Las personas con una visión normal verán el número 74,
mientras que las daltónicas percibirán el 21 (Fig. 24).

LA MIOPÍA Y LA HIPERMETROPÍA

Para que las imágenes se perciban nítidamente, el cristalino las enfoca


sobre la superficie de la retina (emetropía). Si esto no es así, se da la
miopía o hipermetropía, cuyas causas y soluciones son diferentes.

La miopía se produce cuando la distancia desde la córnea a la retina es


demasiado grande. Los rayos de luz que forman la imagen se enfocan
un poco antes de la retina, viéndose borrosos los objetos más alejados.
Para corregir este defecto hay que utilizar lentes cóncavas.

La hipermetropía se da si la distancia entre la cornea y la retina es


demasiado pequeña, formándose la imagen detrás de la retina. En este
caso veremos borrosos los objetos más cercanos y usaremos lentes con- Fi g. 25. Emetropia, miopía e
vexas para acomodar la imagen a su situación correcta (Fig. 25). hipermetropía.

(•.
Miopía Hipermetropía
-

Emetropía

Lente có# va ente . ve w


ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN

1. ¿Cuáles son los anexos oculares y qué funciones tienen?

2. ¿Qué membranas forman el globo ocular?

3. ¿Qué es el órgano de Corti y dónde se sitúa?

4. ¿Qué son las glándulas de Bowman y qué función tienen?

5. ¿Qué clase de papilas gustativas conoces?

6. ¿Qué nervios intervienen en el sentido del gusto?


I z-
SOLUCIÓN
A LOS EJERCICIOS
DE AUTOEVALUACIÓN

1. Los párpados, las pestañas y las cejas, que protegen los globos ocu-
lares; las glándulas lacrimales, que los mantienen húmedos y lim-
pios; y los músculos oculomotores, que permiten su movilidad.

2. La esclerótica o membrana exterior, la coroides o membrana inter-


media, y la retina o membrana interna.

3. Es el órgano específico de la función auditiva por contener las célu-


las cocleares, receptoras de los sonidos. Está situado en el conducto
coclear del oído interno.

4. Son unas glándulas nasales que se hallan entre las células olfativas.
Producen mucosidad para favorecer la llegada de las sustancias olo-
rosas a la mucosa olfativa.

5. Filiformes, fungiformes y caliciformes.

6. El facial y el glosofaríngeo, que recogen la información de la parte


anterior y posterior de la lengua, respectivamente.

7. Los corpúsculos de Meissner, que se sitúan cerca de la epidermis.


E

APRENDE DE FORMA
FÁCIL
A continuación tienes algunas de las ilustraciones que se han visto en
este apartado del Atlas, pero esta vez sin indicar a qué corresponden.
Escribe el nombre de aquéllas que recuerdes, así te darás cuenta cuáles
son las que no sabes.
Haz esto en lápiz, para que puedas volver a borrar y repetir el proceso
cuantas veces creas necesario hasta que te parezca correcto.
ÓRGANOS DE LOS SENTIDOS

- /

\4..,
om— e-

También podría gustarte